Por: www.elcorreo.com/09-06-2017
l viaje en bicicleta de un profesor zornotzarra por África fue el origen de la Fundación Derandein. Jokin Azarloza, que trabajaba en un centro educativo del municipio, decidió vivir un año sobre ruedas. Durante su estancia en el continente africano, detectó las necesidades que había en el ámbito de la educación y al volver a su municipio natal, convenció a su padre, por aquel entonces, presidente de una patronal, para ayudar a las escuelas con las que Azarloza había contactado. Aunque él ya se desvinculó hace algún tiempo de la ONG que lleva el nombre de un barrio rural zornotzarra, puso la semilla para que creciera el árbol solidario que ya ha cumplido diez años. Con una programación de la que podrán disfrutar tanto niños como adultos, la fundación recordará su trayectoria. «Queremos devolver a Amorebieta el apoyo que nos ha dado», indicó Álvaro Martín, técnico de los proyectos de cooperación.
Desde 2007 su labor se desarrolla en Etiopía, Kenia, Uganda, Tanzania y Sudán del Sur. «Nuestro mayor objetivo es proporcionar educación tanto a niños como a mujeres. Lo que pasa es que para que pueda ser efectiva, también satisfacemos otros aspectos de sus necesidades vitales como son la nutrición, la salud o el hogar, porque si hay hambre o enfermedad no se puede estudiar. También atendemos a personas de 60 años que ya no pueden trabajar porque están enfermos y viven en la más absoluta miseria».
En el último año, gracias a la ayuda de entidades públicas y privadas, han impulsado varios proyectos como el desarrollo agrícola sostenible para garantizar la seguridad alimentaria de los jóvenes campesinos del ámbito rural de Kilte-awlaelo (Etiopía), el programa integral de asistencia en alimentación, educación y salud mental en el Tigray (Etiopía) o el empoderamiento de las jóvenes de Turkana a través de su formación y capacitación profesional en el centro de formación Santa Clara de Asís en Turkana (Kenia), entre otros.
Parte de la extensa labor desarrollada por el patronato, el equipo técnico y una decena de voluntarios, se muestra en el Centro Zelaieta a través de la exposición fotográfica ‘África con nombre de mujer’. «Se refleja la importancia del colectivo femenino como motor del cambio, su fuerza laboral, su capacidad de estudio, la mutilación genital que padecen y también el brillo de la esperanza», explica el colectivo, que hoy ofrecerá una charla sobre la exposición y sobre la labor que desarrolla a las 19.00 horas en el auditorio. Además, mañana los niños de entre 3 a 10 años podrán disfrutar de juegos africanos e hinchables de 17.00 a 20.00 horas, y el domingo, de la mano de Zornotza Mendi Taldea, se realizará una marcha de montaña que pasará por Derandein.
*Fuente:http://www.elcorreo.com/bizkaia/duranguesado/201706/09/hambre-puede-estudiar-20170608222054.html