Libro: Aprender a convivir desde la escuela (PDF)

Tipo de Material (Spa): Libro
Título : Aprender a convivir desde la escuela
Autor : Pérez de Ciriza Santesteban, Jesús
Descriptores / Subjects : EDUCACIÓN
ENSEÑANZA SECUNDARIA
ENSEÑANZA PRIMARIA
INNOVACIONES EDUCATIVAS
DEMOCRACIA
Identificador de lugar: ECUADOR – QUITO
Fecha de Publicación : dic-2014
Ciudad: Editorial : Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador; Corporación Editora Nacional
Paginación: 104 p.
Cita Sugerida : Pérez de Ciriza Santesteban, Jesús. Aprender a convivir desde la escuela. Quito: Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador; Corporación Editora Nacional, 2014. 104 p. Serie Magíster, No. 169.
Código: SM-169
Colección / Serie : Serie Magíster. No. 169
Resumen / Abstract: A finales del siglo pasado, la UNESCO, en el Informe de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI, planteó cuatro pilares en la que esta se debe fundamentar: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos. Como, lamentablemente, en muchas escuelas y colegios existe un ambiente de relaciones interpersonales hostiles que el/la estudiante asume e interioriza como una práctica común para relacionarse con los demás, en este libro se propone una estrategia esencial para el desarrollo del último de ellos: una cultura escolar con prácticas coherentes con el propósito de aprender a vivir juntos, pues la con vivencia en la cotidianidad del centro educativo supone un significativo aprendizaje del estudiante inmerso en él, que, además, le servirá en su futuro. Se analizan aquí los componentes de la cultura escolar que favorecen una convivencia armónica y un ambiente propicio para ello. Para este análisis se han observado y comentado algunos de los aspectos presentes en la cultura institucional del Colegio Ecuatoriano Español América Latina, de la ciudad de Quito, por su experiencia en la búsqueda de prácticas que desarrollen en sus educandos actitudes y comportamientos para una convivencia democrática.
URI : http://hdl.handle.net/10644/4903
ISBN : 978-9978-19-646-5
978-9978-84-808-1

 

Descargar aquí: Aprender a convivir desde la escuela

 

Fuente: http://repositorio.uasb.edu.ec/handle/10644/4903

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Entrevista a Frei Betto: «Buen vivir no es autoayuda»

19 Junio 2016/Fuente:Alainet /Autor:Miguel Ángel Gullón Pérez

A Carlos Alberto Libânio Christo, más conocido como Frei Betto le quita el sueño “que Latinoamérica pueda volver a tener gobiernos autoritarios de derecha” y “que el Papa no pueda lograr hacer reformas profundas en la Iglesia”.

En esta entrega de la entrevista que concedió en exclusiva a ALER, nos comparte sus opiniones sobre el Buen Vivir, sus sueños, montaña.

Como es sabido en la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), en cada una de nuestras socias y coordinadoras nos inspira el Buen Vivir de los pueblos originarios y hemos hecho la opción política por aportar a la construcción a esa otra alternativa al desarrollo.

E: Creemos que el Buen Vivir es vivir en armonía con cada uno de nosotros mismos, con las demás personas y con la naturaleza. Lo pensamos como una alternativa “al” desarrollo. No una alternativa “de” desarrollo. ¿Cómo lo ve? ¿Cómo lo reflexiona y comparte con todos los pueblos y comunidades que usted visita?

FB: Yo pienso que hay que advertirle a la gente que el Buen Vivir no es una medida de retroceso social. No queremos volver a las aldeas indígenas. Queremos mantener las aldeas que existen pero la sociedad en su conjunto no tiene que volver a esa situación.  Segundo, no se puede confundir el Buen Vivir con autoayuda.

El Buen Vivir implica cambiar el modelo de desarrollo. No puede ser un modelo modernizador: que el desarrollo signifique tener cada seis meses un nuevo celular o poder cambiar el automóvil cada dos años. No es por ahí. El Buen Vivir es garantizar los derechos humanos esenciales y oportunidades de mejora de vida de una sociedad, priorizando a todo el conjunto de la población. Por ahí es que entiendo el Buen Vivir.

E: ¿Qué relación tiene con las bienaventuranzas de Jesús?

FB: Tengo un libro sobre eso, “Ocho vías para ser feliz”, que mucha gente piensa que es un libro de autoayuda, (y quizás el editor puso ese título a propósito para vender más). Ahí indica que Jesús dijo: “si tú quieres ser feliz abraza estas ocho vías que son las bienaventuranzas”.

E: ¿Y dónde construimos este Buen Vivir? ¿Desde la educación, desde la comunicación…? ¿Cómo podemos aportar a esa educación del Buen Vivir?

FB: Diría que hay que priorizar dos medios. Primero pensar en nuestras comunidades de trabajo, escuela, familia, sindicales, políticas, organizaciones no gubernamentales; adoptar como método de esas comunidades el Buen Vivir. Y segundo, la comunicación. Hay que ayudar a tener conciencia crítica del mal vivir en esta sociedad capitalista, que cada vez más destruye la naturaleza y deshumaniza la humanidad, y después decir: “mira, hay una alternativa en estos principios del Buen Vivir».

E: Buen vivir y fe, fe y política. ¿La política es pecado? ¿Son realidades opuestas la fe y la política? ¿Se puede vivir dentro de la iglesia la política? ¿Debemos ser políticos? ¿Podemos caminar juntos en fe y política?

FB: Todo cristiano es un discípulo de un prisionero político. Que yo sepa, Jesús no murió en la cama ni en una esquina de Jerusalén. Murió como muchos hoy mueren bajo dictaduras. Fue detenido, torturado, condenado por dos poderes políticos y asesinado en la cruz.

La pregunta es otra: ¿qué calidad de fe tenemos nosotros hoy que no cuestiona este desorden establecido? ¿Qué calidad de fe que no incomodan los privilegios, que no defiende los derechos de los pobres? Por eso, siempre digo que cuando una persona llega y dice «tengo mucha fe en Jesús» no significa nada. Pinochet tenía fe en Jesús; Hitler tenía fe en Jesús; Bush tiene fe en Jesús. Yo quiero saber si tu tienes la fe de Jesús. Ahí está el punto. Tener la fe de Jesús. Esto cambia todo.

E: ¿Qué sueños le quitan el sueño?

FB: En cuanto a los sueños verdaderos, lo que me quita el sueño es que América Latina pueda volver a tener gobiernos autoritarios de derecha. Esto me quita el sueño. Cuando pienso que el Papa Francisco puede no lograr hacer reformas profundas en la Iglesia.

También me quita el sueño pensar que por muchos siglos vamos a tener desigualdad social. Ahora, los sueños (y no los verdaderos), me ayudan a dormir tranquilo porque en la vida tengo dos principios: primero: hay que guardar  el pesimismo para días mejores, y segundo, ya estoy convencido de que con mi lucha, mi trabajo y mi compromiso  no voy a participar de la cosecha  pero quiero sí morir como semilla.

E: Para reflexionar, para escribir, ¿Dónde encuentra su montaña como Jesús cuando se retiraba con los discípulos?

FB: Tengo un principio hace mucho tiempo, 30 años se van a cumplir en el próximo. Mi año no tiene 365 días. Porque una tercera parte la tomo para subir a la montaña y voy a un lugar retirado y ahí me pongo a orar y a escribir. Es mi momento de un largo retiro espiritual y literario. Es lo que me ha permitido hasta ahora producir 60 libros. Entonces, todo el resto de la agenda se condensa en los 240 días que me quedan para hacer los compromisos que no son propiamente de creación literaria. Este es mi modelo de vida y pretendo seguirlo hasta mis últimos días.
Fuente de la entrevista: http://www.alainet.org/es/articulo/178192

Fuente de la imagen: http://www.alainet.org/sites/default/files/styles/articulo-ampliada/public/frei_betto_dos_mobile.jpg?itok=eTv_Xxl8

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Educación para la paz en la República Democrática del Congo

República Democrática del Congo/ 7 de junio de 2016/ Fuente: UNICEF

Hace un año, el violento conflicto entre grupos étnicos de la comunidad de Jeannette la obligó a escapar de su aldea. En la actualidad, la pequeña participa activamente en el comité de paz de su escuela. Jeannette, que actúa en obras y organiza otras actividades de concienciación, está utilizando la escuela para ayudar a construir puentes entre los grupos en discordia de su comunidad.

 – Bajo un árbol de mango que está creciendo a unos metros del patio de su escuela, Jeannette, de 14 años, termina su actuación teatral, a la que siguen los aplausos de los miembros de la comunidad de la aldea Ngombe Nwana. La obra trata sobre la resolución pacífica del conflicto entre dos jóvenes de la aldea que se habían enfrentado violentamente a causa de un robo. Hace unos meses, Jeannette y algunos de sus compañeros de clase se unieron al comité de paz de la escuela. Juntos, organizan actividades para concienciar a la gente sobre la consolidación de la paz.

Jeannette pertenece a los batwa, un grupo étnico pigmeo. En esta región rural de la República Democrática del Congo, los batwa viven junto a los baluba (los bantúes), una convivencia que, en ocasiones, se convierte en un conflicto comunitario. A principios de 2015, Jeannette tuvo que salir de su pueblo de la región de Manono cuando los pigmeos y los bantúes se enzarzaron en una confrontación.

“Atacaron y quemaron mi aldea, así que me vi obligada a escapar con toda mi familia”, cuenta Jeannette. “Tras varios días caminando, nos refugiamos en un campamento de desplazados que también atacaron y quemaron poco después. Al final, terminamos escondidos en un viejo almacén en la ciudad de Nyunzu”.

Más de 15.000 personas, la mayoría de ellas mujeres y niños, pasaron varias semanas atrapados en ese almacén sin atreverse a salir por miedo a las represalias. Finalmente, las autoridades locales mediaron en el conflicto y lograron poner fin a las hostilidades.

Un conflicto con causas arraigadas

Después de esos sucesos, muchos desplazados no pudieron regresar a sus hogares. “Las autoridades decidieron reubicarlos en aldeas para que pudieran volver a trabajar en el campo y vivir una vida normal”, afirma Delphin Mwengue Bin Mpungu, encargado de la subdivisión provincial del Ministerio de Educación en Nyunzu 2.
Jeannette contempla a dos niños que hacen las paces. Gracias a la ayuda del programa de UNICEF Learning for Peace (Educación para la paz), su comunidad se está incorporando a las actividades dedicadas a consolidar la paz en las escuelas.Imagen del UNICEF

“Esas poblaciones siempre han vivido juntas y mantienen una estrecha interdependencia, ya que los batúes trabajan a menudo para los baluba. Sin embargo, los batúes suelen estar marginados y tienen menos acceso a la tierra o a servicios sociales básicos como la escuela”, explica. “Esa discriminación es un motivo permanente de tensiones, y una pequeña chispa podría prender fuego a esta situación”.

La escuela: una prioridad para recuperar la paz

Con la ayuda de UNICEF, el gobierno estableció la prioridad de reabrir las escuelas de las aldeas. “Algunas fueron saqueadas o quemadas durante los conflictos, y muchos profesores huyeron”, explica Gaston Mugunga Muhiya, director de la escuela de Ngombe Nwana. “Hemos llevado a cabo una campaña de concienciación de puerta a puerta para convencer a los padres de que manden a sus hijos de nuevo a la escuela”.

Afortunadamente, la campaña tuvo éxito. “Ahora contamos con 339 alumnos: más de una tercera parte de ellos son batúas”, sostiene.

“En las situaciones posteriores a un conflicto, el papel de la escuela es muy importante”, afirma Chantal Kapinga Nzemba, una especialista en educación de UNICEF. “Cuando una escuela reintegra a los niños en una aldea, es síntoma de que la paz ha vuelto. Además de eso, la escuela les ofrece la oportunidad de aprender a vivir juntos de nuevo”.

Jeannette posa con otros niños de su comunidad. El programa de Educación para la paz tiene por objetivo reforzar la educación para consolidar la paz en las zonas en peligro o afectadas por el conflicto.Imagen del UNICEF

Aprender a vivir juntos en paz

Es precisamente esa capacidad para llevar una convivencia armoniosa lo que UNICEF trata de fomentar mediante el programa de Educación para la paz.

El programa es una alianza entre UNICEF, el Gobierno de los Países Bajos, los gobiernos nacionales de los países participantes y otros aliados fundamentales. El objetivo primordial de la iniciativa consiste en fortalecer la resiliencia, la cohesión social y la seguridad humana en contextos de conflicto, incluyendo países que estén en peligro de sufrir uno o se estén recuperando. En concreto, la finalidad del programa Educación para la paz es reforzar las políticas y las prácticas de educación para la consolidación de la paz.

“Aparte de aprender, queremos que los niños desarrollen su potencial y vivan juntos y en paz”, sostiene Nzemba. Además, elegir las escuelas como el lugar donde lograr estos objetivos permite que el programa se dirija a distintos niveles de la comunidad. En primer lugar, se ha preparado a los profesores para realizar actividades que promuevan la cohesión social dentro de la escuela. Gracias a esa preparación, los niños se han convertido en las partes interesadas en la paz, han entrado a formar parte de comités de paz y han comenzado a organizar eventos deportivos, charlas y obras teatrales para concienciar a su comunidad. Por su parte, los adolescentes también han tenido la oportunidad de expresarse y organizar actividades en los clubes para adolescentes (denominados clubes “AdoDev”).

Las escuelas, asimismo, sirven como punto de encuentro entre distintas comunidades. “Para algunos padres que antes solían ignorarse, es muy llamativo que sus hijos ahora jueguen juntos, especialmente cuando son las asociaciones de padres y madres o las actividades de la comunidad los responsables del encuentro”, explica Muhiya, el director de la escuela.

En total, más de 165 escuelas han recibido la ayuda de UNICEF para consolidar la paz en las subdivisiones de Manono, Kalemie y Nyunzu 1 y 2 de la provincia de Tanganyika.

Desde 2012, el programa de Educación para la Paz ha surtido efecto en la vida de más de dos millones de niños y miembros de las comunidades de África Central y Occidental.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/drcongo_91244.html

Imagen: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13274ibc1.jpg

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