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Cambiar las metodologías para mejorar los resultados: aprendizaje cooperativo y apertura del centro

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

La colaboración del alumnado entre sí, de las familias, de personas voluntarias o asociaciones, se han convertido en marca de la casa de centros como el CEIP Manuel Núñez de Arenas.

Manuel Núñez de Arenas es hoy seguramente un personaje desconocido. Hace 100 años fue uno de los padres de la Escuela Nueva, también, un socialista convencido y miembro del Partido Comunista. Además, fue docente de francés en España y de español en Francia. Exiliado al país vecino durante la dictadura de Primo de Rivera y tras la caída de la República.

Hoy es el nombre que llevan dos colegios. Nos hemos acercado al que está en Madrid, en el barrio de El Pozo, y que el año pasado cumplió 50 años.

En la puerta nos reciben unas docentes, nos indican la puerta de conserjería, en donde esperamos a que nos atienda Marta González de Eiris, la directora. Vamos con un grupo de madres que quieren visitar el colegio para tomar la decisión sobre si matricular a sus criaturas de 3 años para el próximo curso.

Hay decoración y plantas por todas partes. En el exterior, columnas de colores, también algunos ladrillos pintados de dos de los edificios principales del colegio.

El Núñez de Arenas lleva seis años inmerso en una espiral de renovación que les ha llevado de tener problemas con los resultados académicos de su alumnado a convertirse en uno de esos centros de referencia en el sur de Madrid.

Desde hace unos tres años, nuevas familias empiezan a interesarse por un colegio que no usa libros de texto, que trabaja por proyectos, con grupos interactivos y con la ayuda de asociaciones, familias voluntarias, erasmus checos, estudiantes en prácticas y todo aquel que quiera echar un cable. Hace ya algún tiempo que sus iniciativas han llamado la atención de los medios de comunicación y estos han hecho que más y más familias piensen en este colegio como una interesante posibilidad.

Marta acompaña a las madres por el centro contándoles, por ejemplo, que la biblioteca del centro está adscrita a la red de la Comunidad de Madrid, de manera que no solo la usa el alumnado, sino que está abierta al barrio. O que trabajan todos los años en grandes proyectos de investigación propuestos o nacidos de los intereses de niñas y niños. También que hacen un importante trabajo en relación a la justicia social mediante un concepto. Durante los primeros 15 días de cada curso. Este año ha sido el respeto.

Después, en octubre, llega el momento en el que los alumnos lanzan ideas sobre las que quieren aprender: el espacio, los animales, las joyas, las plantas… estos son algunos de los que surgieron. Después de tener la lista, se vota cuáles se trabajarán. A principio de curso se decidieron a investigar sobre el espacio. Ahora están con los animales y las plantas.

En infantil las cosas funcionaron de forma diferente. Un alumno llevó un día un muñeco con forma de pulpo que despertó el interés de sus compañeros y compañeras. Desde ahí, la maestra propuso investigar sobre los pulpos (y sobre el fondo del mar). En otra clase fue gracias a un niño que le encantan los superhéros e iba un día sí y otro también con una capa a clase.

Entre los resultados de este trabajo, los pasillos, los techos, las aulas, se llenan de pulpos, peces, estrellas de mar, capaz, jirafas o cocodrilos. Plantas colgantes o lianas.

El año anterior, por ejemplo, el gran proyecto del centro fue el 50 cumpleaños del colegio. Cada grupo, cada etapa decidió sobre qué quería saber en torno al aniversario: las vivienda de El Pozo en los años 60, la asociación de vecinos, los animales, las calles…

Un grupo de madres visita el centro para conocer sus metodologías.

Pero, todo esto, ¿de dónde sale?

El Núñez de Arenas es un colegio no muy grande. Desde hacía algunos años, parte del claustro venía planteándose la necesidad de cambiar las prácticas el centro. Los resultados no eran buenos, si querían cambiarlo debían cambiar la metodología.

Y hubo suerte. En estos momentos, llegaba Isabel Vizcaíno, una maestra con bastante formación sobre aprendizaje por proyectos, que ayudó a Marta y a otros docentes como Ignacio Fernández, jefe de estudios en ese momento, a terminar de quitar los libros de texto, tanto de infantil como de primaria.

Y junto al trabajo por proyectos, llegaron otras metodologías o herramientas y, con esto, la necesidad de más formación. Marta asegura que el cambio en el Gobierno de Madrid se ha notado en el sentido de que ahora se ofrecen cursos sobre nuevas metodologías para docentes, también dentro de la formación para nuevos directores.

Así que fueron desarrollando, y siguen, formación en función de lo que quieren aprender los docentes, de manera que este año ha habido recordatorios sobre metodología Montessori o Freinet. por ejemplo.

Y claro, la pregunta sobre los resultados en el centro es obligada. Marta asegura que ha habido, fundamentalmente, mejoras en el proceso de lecto-escritura de los niños y niñas. Pero habla, sobre todo de un efecto más sutil, relacionado con el tipo de familias y alumnos que se acercan al centro.

Si hace unos años la matrícula de niñas y niños gitanos era del 80%, ahora está más o menos sobre el 60%, pero, asegura, no porque haya menos, sino porque el porcentaje de payas y payos ha aumentado.

Un efecto que toda la comunidad agradece, payos y gitanos. Es verdad que los primeros acaparan algunas de las actividades que se realizan, como las lecturas en infantil, o los perfiles de voluntariado para los grupos interactivos. Pero hacen, al mismo tiempo, todo lo posible para que las madres y padres gitanos participen, quitándose vergüenzas. “Yo seré licenciada en no sé qué y tú te dedicarás a la venta ambulante, pero aquí somos madres de niños de la misma clase”, resume Marta, que asegura que nunca estuvo en el ánimo del claustro cambiar la población del centro al adoptar nuevas metodologías, sino “dar lo mejor posible al alumnado que teníamos”.

En estos años se han renovado metodologías utilizando el aprendizaje por proyectos u organizando al alumnado en grupos cooperativos, o haciendo que las aulas de primaria no sean para un grupo, si no para un área de conocimiento y que niñas y niños vayan de una a otra para utilizar materiales comunes (aprendiendo entre otras cosas a respetarlos y cuidarlos).

Además de esto, cuentan con el apoyo de personas voluntarias para atender y ayudar a los grupos interactivos. De hecho, este año llegó un estudiante de República Checa para trabajar en el Núñez de Arenas. También trabajan con la Fundación Secretariado Gitano, cuya sede es bastante cercana, o en red con centros de la capital bajo el proyecto “Hermanadas por la justicia social” y han desarrollado proyectos colaborativos y de crowdfounding como el Bosque de Z-Oma, para “pintar” los árboles de uno de sus dos grandes patios. Árboles por los que han tenido que pelear con el Ayuntamiento de Madrid que quería talar decenas de ellos porque estaban enfermos o secos. Han conseguido salvar algunos. O proyectos como el de la orquesta de instrumentos reciclados, que también les ha valido la mención en los medios de comunicación.

Es difícil saber qué pensaría Manuel Núñez de Arenas de un centro como este, con su nombre, pero seguramente lo apoyaría por el enorme esfuerzo que su claustro hace para superar las dificultades de un alumnado con un entorno socioeconómico y cultural desfavorable.

El Núñez de Arenas tiene las puertas abiertas para quien quiera ayudar.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/04/17/cambiar-las-metodologias-para-mejorar-los-resultados-aprendizaje-cooperativo-y-apertura-del-centro/

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Educar en la fraternidad

Por: Pedro Badía

El gran reto es recuperar el espacio de aprendizaje cooperativo y solidario, no de acumulación de conocimiento y la escuela sigue siendo el espacio más importante.

Se impone el voto de aquellas personas que cuidan de sí mismas sin escrúpulos. No es mayoritario, pero se impone, y propicia el gobierno de la derecha y el ascenso de la ultraderecha. No es un votante indignado, es un votante inmoral, insolidario, racista, xenófobo conforme con los discursos y los programas que representan los políticos y las políticas de moda en Europa y que desde hace unas semanas gobierna los Estados Unidos. Es el tiempo de una generación desprevenida. Aquella que cree que los derechos se heredan. Vivimos en una época en la que comprender exige un gran esfuerzo, y permanecer fiel a los ideales de solidaridad y cooperación requiere un coraje inmenso.

Las reformas educativas, como la LOMCE en España, propician ese vacío inmenso que es vivir un exilio interior que termina por desmembrarnos como personas sociales que necesitamos de las otras personas. Las reformas no son simples transformaciones técnicas de los programas de estudios, sino que orientan, hacia una dirección u otra, el sentido de la educación. ¿Para qué educar? Ahora, en el año 2017, si me preguntaran qué destacaría de una educación consistente y de calidad para el siglo XXI, diría que la educación en valores. Nunca hemos estado tan necesitados de valores como en estos tiempos en los que la pobreza y la desigualdad se han asumido como un signo de modernidad, la izquierda más fraccionada e irreconocible que no comparece ante la ciudadanía, y el voto de los temerosos, de aquellos y de aquellas que ya son rehenes del discurso del miedo y de la insolidaridad. Hoy, Adam Smith sería tratado como un comunista peligroso por los sectores predominantes en la política y en la economía. Sus palabras “para cualquier persona, un impuesto es un emblema, no de esclavitud sino de libertad” serían consideradas como las de un izquierdista trasnochado. La ausencia de moral y la falta de referentes éticos son una amenaza mayor para la libertad y para el progreso que cualquier dictadura.

Ya sabemos que el conocimiento no es intrínsecamente liberador y que mientras el progreso científico y tecnológico es imparable, en términos morales, de ética, de democracia y de libertades todo se puede perder en un instante. Y aunque no es tarea fácil, porque como explica John Grey a lo largo de la Historia la barbarie se repite continuamente, el profesorado en particular y la comunidad educativa en general tenemos la tarea de proteger y extender la civilización movilizando al máximo de las personas posibles contra la política del odio y la trivialidad. Contra la inevitable aceptación de la infamia. Cuando lo trivial nos invade perdemos el control de lo esencial.

Los modelos educativos en alza engendran una cultura de la subordinación irreflexiva, de la dependencia de objetos y bienes y de la distracción que conduce a la insolidaridad en las que juegan un papel fundamental las nuevas tecnologías. Ni el progreso tecnológico ni su uso abusivo significa progreso social ni libertades ni más derechos. La educación puede acabar por restringir el horizonte de las personas en vez de ensancharlo. Tendremos que esforzarnos mucho para que la inmensa mayoría de los ciudadanos y de las ciudadanas vuelvan a apreciar nobles valores como la solidaridad y la justicia social. Y para este inmenso trabajo se necesita coraje, convicciones y capacidad para confrontar modelos educativos contra aquellas personas y colectivos sociales y económicos que facilitan el gobierno a Trump en Estados Unidos, propician el “brexit” en Inglaterra, enloquecen con el ascenso de la ultraderecha en la Unión Europea y otorgan su consentimiento a los gobiernos del Este de Europa que se afianzan, cada vez más como estados autoritarios con un discurso pensado para movilizar a la población contra las minorías, contra “el otro”. Una educación desprovista de toda inteligencia, cultura y moral es una de las premisas más importante para un viraje a la actitud más reaccionaria.

El gran reto de la educación del siglo XXI es el de educar en la Fraternidad. No es el reto de las tecnologías, ni el de agrupar muchos contenidos y muchas horas de estudio para hacer frente a las cientos de pruebas estándares ideadas por descerebrados sociales, y que proporcionan enormes beneficios a las multinacionales que las controlan, para horror de los niños, las niñas y los jóvenes y desasosiego de las familias. Ya no me creo estas “historias”. El gran reto es recuperar los lugares comunes como espacio de aprendizaje cooperativo y solidario, no de acumulación de conocimiento y, en este sentido, la institución escolar sigue siendo el espacio más importante. Aquí se van a educar en el amor al conocimiento porque queremos ciudadanos y ciudadanas cultos, pero también se han de formar para saber apreciar los valores más nobles del ser humano: la solidaridad, la justicia, la libertad. Educar en la Fraternidad es educar para una cultura de paz y contra el odio “al otro”.

Para esta tarea el profesorado tendrá que ser más un intelectual que un instructor, además de ser capaz de entender, y compartir, el alcance político y social de su profesión.

Fuente:

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¿Qué es el aprendizaje cooperativo?

Por: Romina Alcaraz Alcazar

Es un aprendizaje en el que requiere un esfuerzo cooperativo fuera de los individualismos y del aprendizaje competitivo.

Significa que los alumnos trabajen juntos para conseguir objetivos comunes, no es tanto un aprender a trabajar juntos sino un aprender juntos a trabajar individualmente y en grupo.

En este aprendizaje entra en juego al interdependencia positiva; los alumnos  no solo deben de aprender los contenidos propuestos sino que deben de asegurarse que todos los miembros del grupo los aprendan.

¿Cómo se logra este aprendizaje cooperativo en el aula?

  • Disponiendo de los recursos adecuados, adaptados las clases para hacerlas cooperativas.
  • Localizando aquellos alumnos que presenten problemas para trabajar cooperativamente y trabajar con ellos para solucionar el problema y adoptar conductas adaptativas
  • Creando situaciones de trabajo cooperativas, dinámicas que permitan le trabajo cooperativo
  • La selección del material y los objetivos didácticos es fundamental para crear la interdependencia.
  • Detectando el efecto polizón y evitando que se produzca.  El efecto polizón se da en los grupos grandes en los que unos alumnos trabajan y los demás se aprovechan de ese trabajo.

¿Cómo podemos evitar el efecto polizón?

  • Evaluando al grupo
  • Evaluando a los individuos
  • Evaluando el trabajo por escrito
  • Haciendo preguntas o un cuestionario final a todos los miembros o de manera aleatoria.

 

Por último entre las técnicas cooperativas a utilizar en clase para lograr ese aprendizaje cooperativo en el aula podemos distinguir las siguientes:

  • TGT. Juego de torneos por equipos fue creado por Devries y Edwards en 1974 es un procedimiento para comparar el nivel de rendimiento de los grupos de aprendizaje cooperativo. Este método consiste en que el profesor explica la materia a toda la clase y forma equipos que trabajan en relación al material explicado que serán heterogéneos, la materia la prepararan por su cuenta para luego participar en un torneo contra estudiantes de otros equipos.
  • Stad división de estudiantes por equipos: los estudiantes trabajan en equipo y posteriormente se interrogan individualmente.
  • JIGSAW rompecabezas. Se dividen en grupos la materias a trabajar a su vez se dividen entre los componentes del grupo para finalmente reunirse los equipos y trabajarlas de forma conjunta. Todos los miembros responderán sobre la materia a trabajar.
  • GI Investigación en grupo: cada miembro trabaja de forma individual un tema que explicara al grupo.

En cuanto a la dimensión del grupo dependerá de los objetivos de la clase, edades de los alumnos etc.

La duración dependerá del grupo de aprendizaje empleado. Los grupos de base suelen durar de un año en adelante pero los informales duran desde 5-10 minutos o un mes o un trimestre. Pero eso dependerá del docente algunos prefieren mantener los grupos hasta obtener un buen resultado.

En cuanto a la asignación de los roles dependerá del docente, para su mayor eficacia puede basarlos en el perfil del alumnado y es bueno ir variándolos y que todos los alumnos puedan

Desempeñar todos los roles, debemos de concretar claramente las funciones y evaluarlas

Fuente: https://revistaeducacionvirtual.com/archives/1140

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España: Ágora, el colegio balear que supera a Finlandia en el informe PISA

Europa/España/13 de diciembre de 2016/Fuente: el mundo

Hace dos años cambiaron el modelo educativo. Juntaron las mesas. Los alumnos dejaron de sentarse en fila frente al profesor. Se agruparon de cuatro en cuatro y de espaldas a la pizarra. El maestro dejó de explicar la lección y se centró en hacer preguntas. Los críos buscaron respuestas y aprendieron a trabajar en grupo. El método ha sido un éxito. Sólo dos cursos después de ponerlo en práctica, el Ágora Portals Nous de Mallorca ha arrasado en los resultados de PISA, el informe educativo de referencia mundial, donde supera a los mejores colegios de Japón, Finlandia y Singapur en lectura, matemáticas y competencia científica. Medalla de oro, plata y bronce respectivamente.

Este centro privado de Calvià ha obtenido una puntuación de 540 en lectura, la más alta, por detrás de Japón (538), Corea (536) y Finlandia (524), y muy superior a la media de la OCDE (496) y, aún más de la española (488). En Matemáticas, Ágora consigue 544 puntos; sólo lo supera Corea (554). Mientras que en Ciencias (544) queda tercera con Japón (547) y Finlandia (545) a la cabeza. El resultado es aún más impactante si se compara con la media de Baleares que apenas alcanza 485 en comprensión lectora, 476 en matemáticas y 485 en ciencias.

La explicación de estos resultados está en la forma de aprender de este centro privado, el más grande de las Islas y uno de los más jóvenes (desde 2008). «Más que fijarnos en la enseñanza, nos fijamos en intentar ver cómo los niños aprenden más», explica orgulloso Rafael Barea, el director del centro, quien dejó hace unos años el colegio Lluís Vives para ponerse al frente del Ágora Portals con el objetivo de alcanzar la excelencia educativa. Y lo ha conseguido.

El secreto es el aprendizaje cooperativo. Los alumnos no se sientan en fila mirando al profesor, sino en grupos de cuatro. Cada uno tiene un rol, hacen muchos trabajos y proyectos en equipo y se trabaja mucho el flipped classroom o aula invertida. Esto significa que, en vez de ser el profesor el que explica todo el tiempo la materia, el docente prepara unos vídeos de corta duración (no superiores a cinco minutos) sobre el tema que quiere explicar al día siguiente en clase para que el alumno lo vea en su casa. Cuando los críos llegan a casa, no abren los libros. Encienden la tele o el ordenador y estudian dándole al play. «Ver el vídeo es muy sencillo y es más fácil captar la esencia del temario», asegura el director.

Al día siguiente, aprovechan la clase para hacer trabajos y proyectos sobre el tema. «Así afianzan los conceptos con la ayuda del profesor», detalla Barea, en vez de estar todo el rato explicando cosas que tienen que memorizar.

Ágora rompe con el colegio de toda la vida. La aburrida clase magistral se sustituye por el visionado del vídeo y por los deberes en clase, de forma que «el alumno es el que trabaja, el que investiga y busca información, y su aprendizaje es más profundo porque él está construyendo su propio aprendizaje, a partir del tema que le han dado y con la guía del profesor», subraya el director, que garantiza que este método es mucho más efectivo que el memorístico.

Las clases son divertidas, llenas de ocurrencias, de dudas y se respira ilusión por aprender. Los alumnos plantean soluciones a problemas que plantea el maestro y desarrollan el pensamiento crítico. Es lo que llaman Problem Based Learning:dejar de repetir los apuntes como robots y trabajar en dar respuestas. Y el Challenge Based Learning: motivarles a usar las nuevas tecnologías de forma colaborativa para resolver problemas del mundo real. «Porque está comprobado que cuando dejan de memorizar, los resultados de los niños son mejores», asegura Barea.

La sensación que tienen los docentes es que los resultados de PISA tienen que ver con que los alumnos hayan adquirido esas habilidades de saberse expresar, de saber buscar la información, de hacer preguntas y de aprender de una forma diferente.

Desde infantil y primer ciclo de primaria los niños aprenden chino mandarín, aunque la mayoría de asignaturas se dan en inglés con profesores nativos o con un nivel de experto. «Los idiomas abren la mente», explica el docente, especialmente el chino, que es muy gráfico y viene bien para las matemáticas. Ya en Secundaria se inician en francés o alemán. Son plurilingües cuando acaban los estudios obligatorios y al finalizar el Bachillerato todos superan la Selectividad. Se enorgullecen de tener una tasa del 100% de aprobados.

En el aula de 5º de primaria ya trabajan con las tablets. Han sustituido los libros de texto por la pantalla táctil. Desde pequeñitos usan las nuevas tecnologías en la asignatura y se les enseña en una clase de informática poco convencional, donde aprenden a hacer un uso racional, codificación y a diseñar las nuevas aplicaciones y el software que les serán útiles en su vida profesional.

También forman a pequeños artistas. Todos los alumnos aprenden al menos un instrumento musical y desarrollan su capacidad vocal en las orquestas y corales del propio. Hacen representaciones y conciertos. Cualquiera diría que están grabando un programa de La Voz Kids.

En clase de matemáticas, Paula mueve las bolitas del ábaco sin pestañear. El uso de este método milenario le potencia el cálculo mental. Así se explica que los niños del Ágora sean mejores que los japoneses en cálculo. Porque no memorizan a la vieja usanza… y porque juegan al ajedrez. «Las blancas mueven primero. El caballo en L…» Hasta llegar al jaque mate María se ha exprimido las neuronas una barbaridad. Puede que dentro de unos años, cuando haga el examen, logre superar a Finlandia.

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Trabajar con pequeños grupos en el aula

25 de noviembre de 2016 / Fuente: http://www.isep.es/

Por: Maribí Pereira

La organización de los alumnos en el aula tiene que facilitar el aprendizaje en pequeños grupos. En relación al aprendizaje del alumnado se pueden considerar tres posibilidades básicas en la interacción entre los alumnos (Johnson y Johnson, 1997): a) Competir para ver quién es el mejor, lo que se caracteriza por una interdependencia negativa donde uno “gana y otros pierden”, b) Trabajar de manera individual para alcanzar un objetivo sin tener en cuenta a los compañeros, donde cada alumno es independiente y su éxito depende del su rendimiento y c) Trabajar cooperativamente con gran interés en el propio aprendizaje y el de los demás, lo que se conoce como aprendizaje cooperativo, a partir del cual, los alumnos trabajan juntos y sienten que “nadan o se hunden juntos” (Bonals, 2000).

Uno de los temas que debe tratarse para trabajar en pequeños grupos en el aula es el de las agrupaciones del alumnado y sus características. Por ejemplo, la pregunta de cuál es la cantidad idónea de integrantes por cada grupo suele ser muy habitual. Sin embargo, no existe un número que se pueda catalogar como ideal, sino que esto depende de un conjunto de factores como por ejemplo el tipo de actividad y el objetivo que pretendemos con la misma (Bonals, 2000).

Criterios para formar grupos

Cantidad de integrantes:

Por parejas > puede ser enriquecedor para momentos puntuales; es una agrupación fácil de hacer y eficaz para algunas actividades, al lindar entre el trabajo individual y el grupal. Útil para trabajar con el ordenador o formular preguntas sobre un tema de interés para el grupo (Bonals, 2000).

En grupos de tres > posibilita una dinámica ágil y productiva y permite al grupo trabajar con un clima adecuado. Algunos estudios advierten el riesgo de exclusión del tercero, sin embargo, a nivel práctico se ha demostrado que no es un motivo de riesgo considerable para evitar estos grupos. Útil para elaborar textos, hacer resúmenes o resolver problemas de matemáticas (Bonals, 2000).

De cuatro componentes > son las más frecuentes y son adecuadas para la mayoría de tareas que se plantean en pequeños grupos. La dinámica continúa siendo fácil y se reduce el número de grupos que el profesor debe dinamizar. Pueden realizar las actividades que se han citado en los dos grupos anteriores (Bonals, 2000).

De cinco componentes > son los que se forman con mayor frecuencia, luego de los grupos de cuatro componentes (Bonals, 2000).

De seis alumnos > comportan dificultades en lo que respecta a la participación equilibrada. Las tareas suelen hacerse más lentas. Generalmente se prefiere hacer dos grupos de tres personas (Bonals, 2000).

De siete u ocho alumnos > se opta por estos grupos en algunas actividades que se dirigen a trabajar justamente la relación o autoimagen de los alumnos a través de técnicas dinamizadoras (Bonals, 2000).

Heterogeneidad u homogeneidad:

Habitualmente se opta por trabajar con grupos heterogéneos, lo que requiere consideraciones previas. Como la necesidad de flexibilidad en el criterio de agrupaciones heterogéneas, es decir, si bien en la organización básica se ponen grupos con alumnado de diferentes niveles, a veces se ve claramente la necesidad de realizar un trabajo en dos niveles de dificultad: uno para los alumnos de ritmos rápidos y otro para aquellos que avanzan más lentamente. En este punto, el docente puede optar por agrupar al alumnado de niveles más altos o más bajos; así, mientras una parte lleva a cabo un trabajo determinado, la otra parte realiza una actividad diferente (Bonals, 2000).

También la distancia conceptual o procedimental entre alumnos. A veces conviene que los niveles de alumnado que compone al grupo sean ligeramente heterogéneos, pero que la distancia entre ellos no sobrepase el nivel en que los menos evolucionados no pueden entender las producciones de sus compañeros de grupo. La experiencia ha constatado que los alumnos más evolucionados ofrecen una ayuda muy valiosa a sus compañeros y, además, desarrollan la habilidad de explicar a otros, por lo que en la práctica se obvia esa ligera heterogeneidad, juntado a los alumnos de distintos niveles (Bonals, 2000).

Concretamente, el docente se plantea la formación de grupos teniendo en cuenta:

– Niveles y ritmos de cada alumno, intentando que los niveles entre ellos sean diferentes pero cercanos (Bonals, 2000).

– Alumnos buenos “informadores”, que son los que tienen habilidades para comunicar saberes, maneras de hacer los trabajos o actitudes dispuestas para abordarlos. En muchas ocasiones, los líderes son buenos informadores para los componentes del grupo sobre los que ejercen liderazgo (Bonals, 2000).

– Los alumnos más necesitados, que pueden tener las siguientes características: a) provenir de un entorno poco estimulante que genera unos niveles más bajos, un ritmo más lento y una escasa disponibilidad a trabajar, b) con dificultades de relación, ya que tienden a inhibirse y aislarse por lo que suelen sentarse con aquellos compañeros que favorecen la resolución de esos obstáculos, c) con dificultades lingüísticas debido a que no dominan la lengua utilizada en el aula, d) los menos aceptados o que el grupo tienden a tener menos en cuenta, por lo que se intenta unir a estos alumnos con los buenos informadores para que puedan ayudarles, e) alumnos repetidores, que tienen alto riesgo de encontrarse de nuevo con dificultades ya que deben adaptarse al nuevo grupo y f) los alumnos nuevos que deben ser ubicados con aquellos compañeros que más los puedan ayudar a integrarse (Bonals, 2000).

En cuanto al papel del docente para la formación de grupos, la experiencia señala que lo mejor es que sea este el encargado de tomar las decisiones sobre las agrupaciones y vigile la dinámica de clase, ya que es más consciente sobre las condiciones óptimas del aula para favorecer el despliegue de capacidades del alumnado (Bonals, 2000). Además, si el profesor cuenta con formación en intervención en dificultades del aprendizaje, contará con mayores conocimientos para asegurar la creación de grupos compensados.

Esto no quiere decir que no se tenga en cuenta la voluntad de los alumnos. Se trata de formar grupos que, además de ser eficaces en las tareas, los componentes se sientan cómodos. Por tanto, uno de los criterios a considerar en la formación de grupos, es la previsión de si los alumnos y alumnas se llegarán a sentir bien. Por otro lado, para decidir las agrupaciones del alumnado, es preciso que el profesor conozca la información referente a los niveles, ritmos e intereses de cada uno, de los alumnos con capacidad para informar, de los más necesitados, etc. (Bonals, 2000).

Para ello se sugiere que exista la figura del asesor quien tiene un papel significativo para ayudar a establecer los criterios que se emplearán para las agrupaciones en la valoración previa de niveles, ritmos e intereses de loa alumnos y alumnas, en la detección que aquellos que requerirán de más ayuda, etc. Con ello, el asesor puede colaborar en la decisión sobre el lugar de cada uno (Bonals, 2000).

Además de hacer un trabajo de observación en el aula, esta figura (asesor) puede estar alerta del funcionamiento de cada grupo y de cada alumno para complementar la percepción que el docente tiene del aula, valorando los aciertos y errores en la formación de los pequeños grupos (Bonals, 2000).

Fuente artículo: http://www.isep.es/actualidad-educacion/trabajar-con-pequenos-grupos-en-el-aula/#more-8294

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Matemáticas cooperativas en Primaria

16 de noviembre de 2016 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Por: Dácil González Martel

El aprendizaje cooperativo es una estrategia metodología que se usa, hoy en día, en prácticamente todas las aulas. En ella el grupo tiene que trabajar conjuntamente para conseguir un objetivo que solo se logrará si cada miembro del equipo consigue su propio objetivo. Muchos estudios han demostrado los beneficios del aprendizaje cooperativo dentro del aula, tales como el desarrollo de habilidades interpersonales y trabajo en equipo, fomento de la responsabilidad personal y autoestima, aumento de la motivación en el aprendizaje de nuevos conceptos…

En el aula de matemáticas en educación primaria debemos apostar por un aprendizaje vivencial, manipulativo y explorativo, en el que nuestro papel como docentes se convierte en guía de dicho descubrimiento. El aprendizaje cooperativo jugará un papel primordial y ayudará a los alumnos a sentirse protagonistas de su aprendizaje y con ello su motivación por seguir avanzando crecerá de forma significativa. En nuestro papel de guías deberemos trabajar para que su cumplan los principios básicos que rigen el aprendizaje cooperativo: igual participación, interdependencia positiva, responsabilidad individual y grupal e interacción simultánea.

Existen numerosas técnicas o dinámicas de aprendizaje cooperativo. Os proponemos algunas que podréis utilizar en el aula de matemáticas de primaria para trabajar diferentes contenidos:

  • Lápices al centro: el profesor propone un ejercicio o problema a los alumnos. Cada grupo cooperativo nombra a un moderador. Los alumnos colocan los bolígrafos en el centro de la mesa para indicar que en ese momento se puede hablar y escuchar, pero no escribir. Los moderadores leen en voz alta el problema, se aseguran que todo el grupo expresa su opinión y comprueba que todos comprenden la respuesta acordada. Pasado el tiempo establecido, cada alumno come su lápiz y responde a la pregunta por escrito. En este momento solo se puede escribir, no se puede hablar.
  • Quiz quiz trade: cada alumno dispone de una tarjeta en la que aparece una pregunta del tema por una cara y la respuesta por el otro. El grupo se mueve por la clase (se puede poner música para que se muevan por todo el aula) y cuando el profesor indica se emparejan con otro compañero. Un compañero pregunta al otro, que intenta dar la respuesta correcta. Si no acierta, se le puede dar hasta dos pistas, y si finalmente tampoco consigue acertar, el que ha leído la pregunta le da la solución para que el compañero la aprenda. Una vez que los dos compañeros han preguntado, se intercambian las tarjetas y buscan a otros compañeros que queden libres.
  • El rompecabezas: se divide la clase en grupos heterogéneos de 4 o 5 alumnos cada uno. El material de estudio se divide en tantas partes como miembros tiene el equipo, de forma que cada uno recibe un fragmento de la información del tema. Cada miembro del equipo prepara su parte a partir de información que facilita el profesor o la que él ha podido buscar. Después, con los integrantes de los otros equipos que han estudiado y preparado el mismo punto forman un grupo de expertos, donde intercambian la información y la completan, construyendo esquema y mapas conceptuales. A continuación, cada uno de ellos retorna a su equipo de origen y se responsabiliza de explicar al grupo la parte que él ha preparado.
  • Folio giratorio: el profesor entrega a los grupos un folio con una frase relacionada con los contenidos que se trabajarán durante la sesión. El folio se coloca en el centro de la mesa del grupo y va girando para que cada alumno escriba las ideas que la frase le sugiere. A continuación, los grupos intercambian el folio con otros equipos y añaden ideas que no estén recogidas. Finalmente, cada grupo recoge su folio con las aportaciones de otros grupos y trata de construir una idea general sobre la frase que pondrán en común con todo el grupo.
  • Parejas cooperativas para la resolución de problemas: exponemos a los alumnos una situación problema, los alumnos por parejas dialogan sobre la misma tratando de responder a preguntas tales como cuál es el problema, qué nos preguntan o qué datos tienen para resolverlo. Después, de forma individual buscan diferentes vías para resolverlo utilizando los materiales que necesiten. Pasado un tiempo, lo ponen en común y eligen uno de los posibles caminos y elaboran un plan con pasos para llegar a la solución final. El profesor, finalmente elige al azar a algunos alumnos para que explique a todo el grupo la solución y el proceso que han seguido para conseguirla.

Fuente artículo: http://blog.tiching.com/matematicas-cooperativas-en-primaria/

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La escuela que sueño … la escuela que quiero!

Por: Nati Bergadá Bofill

Desde hace tiempo somos conscientes de que en las escuelas hay que hacer un cambio, tanto a nivel metodológico como a nivel organizativo. Aún así, el ritmo frenético del día a día hace que sea difícil encontrar un espacio de tiempo en el que los maestros podamos parar, reflexionar y concretar cómo queremos educar a nuestros alumnos.

Esta falta de reflexión tiene como consecuencia que en las escuelas se escuche demasiado a menudo la expresión «… porque siempre se ha hecho así» sin más argumentos que soporten el porque se hace una determinada cosa, de una determinada manera.

A menudo pienso qué haría si tuviera la oportunidad de crear una escuela desde cero, y considero que este ejercicio mental es muy interesante tanto para los maestros, a nivel individual, como a nivel de centro. De esta reflexión pueden salir ideas muy útiles y enriquecedoras para aplicar en nuestras escuelas.

Yo he hecho este ejercicio mental y en el artículo de hoy te explico los resultados.

Como me gustaría enseñar en la escuela?

Cuando pienso como me gustaría enseñar en la escuela me vienen a la cabeza un alud de metodologías diversas que creo que deben tener un papel relevante en la educación de nuestros niños. Metodologías tan diversas como el trabajo cooperativo, el trabajo emocional, el trabajo por proyectos …

Vamos paso a paso:

Trabajar por proyectos de aprendizaje

En la escuela que yo sueño se trabaja por proyectos. La filosofía del trabajo por proyectos, que como ya sabes defiendo mucho, permite trabajar sobre vivencias y experiencias reales que interesan a los niños y que a la vez desencadenan en unas conclusiones también reales y por lo tanto difíciles de olvidar. Yo parto de la idea de que el niño desea hacer, aprender, descubrir, saber … su espíritu está lleno de curiosidad e interés.

A menudo el trabajo que hacemos en la escuela aburre a los niños y hace que les sea muy difícil mantener la atención. Los niños parece que trabajan pero su espíritu está ausente sin encontrar la necesidad de aprender.

La filosofía del trabajo por proyectos engloba una serie de metodologías que son muy útiles para potenciar la motivación de los niños, la autonomía, el trabajo en equipo, el aprender a aprender, …

Al mismo tiempo, hay que vigilar mucho con esta metodología de trabajo para que a menudo tendemos a caer en el error de priorizar sólo el proceso de aprendizaje y el aprender a aprender y menospreciamos la adquisición de contenidos. Es muy importante que los niños aprendan habilidades y destrezas para buscar información, resumir, ser críticos, trabajar en equipo … pero a la vez es necesario que los proyectos garanticen que se alcanzan unos contenidos que nos permiten adquirir aprendizajes significativos.

El trabajo interdisciplinar

En la escuela que yo sueño se trabaja de forma interdisciplinar. Considero que, actualmente, uno de los grandes errores que cometemos en la escuela es que fragmentamos el aprendizaje en áreas descontextualizadas e inconexas que a la vez están organizadas en un horario rígido y fraccionado. Esta organización escolar, que actualmente impera en la mayoría de escuelas, provoca que los niños encuentren los aprendizajes alejados, poco útiles y aislados. Sin quererlo rompemos el proceso natural de aprendizaje de los niños.

Además, este tipo de organización genera estrés entre los maestros porque sentimos que nunca tenemos suficiente tiempo para trabajar con profundidad los aprendizajes y que las sesiones nos quedan alejadas y descontextualizadas.

Una manera de eliminar las barreras entre las disciplinas es el trabajo interdisciplinar. Este tipo de trabajo conlleva un cambio metodológico y organizativo que rompe las barreras entre la teoría y la práctica, y permite trabajar una temática englobando las diferentes disciplinas. Cada disciplina se mira el mundo desde diferentes perspectivas y poder englobar todas estas miradas permite tener una visión general mucho más rica y consistente de los aprendizajes. Para los niños es una manera más cercana, motivadora y coherente de concebir el aprendizaje.

Los maestros podemos sentir que trabajamos una temática con profundidad y sin la presión de un reloj que nos marque un cambio de asignatura. La interacción entre los profesores (coteaching) es muy enriquecedora y potencia un trabajo en equipo muy favorecedor tanto para los maestros como para los niños.

El aprendizaje cooperativo

En la escuela que yo sueño incentiva el aprendizaje cooperativo. Organizar la clase de forma cooperativa no es una cosa fácil; a veces parece imposible pretender que un grupo con tensiones, rivalidades, exclusiones, etc … se ayuden unos a otros a aprender. El trabajo cooperativo es mucho más que un conjunto de individuos que hacen algo juntos. Deben tener algo que los una (un objetivo, la pertenencia al mismo equipo, …), una relación de igualdad (nadie se siente superior, todo el mundo es valorado), interdependencia entre todos (lo que afecta a un miembro de la equipo importa a todos los demás), una relación de cooperación (la ayuda a otro miembro del equipo repercute favorablemente en uno mismo y en todo el equipo) y una relación de amistad o de vínculo afectivo. La finalidad es que sus miembros aprendan juntos y se ayuden a aprender.

El trabajo cooperativo favorece el establecimiento de relaciones positivas, aumenta el nivel de rendimiento y productividad de los niños, favorece la aceptación y el respeto de las diferencias y permite la atención personalizada de los alumnos. Como docentes hay que garantizamos que en las escuelas se cree un buen clima de convivencia, diálogo y respeto que haga posible estas interacciones. Es a partir de estas interacciones que los niños pueden construir aprendizaje significativos.

Nota: te recomiendo la lectura del artículo «Introducción al aprendizaje cooperativo» de Pere Pujolàs Maset. Grupo de Investigación sobre Atención a la Diversidad (GRAD), Departamento de Pedagogía, Facultad de Educación de la Universidad de Vic. En este artículo explica qué es el aprendizaje cooperativo, cuáles son sus ventajas y describe algunas actuaciones que se pueden llevar a cabo en el aula.

El trabajo de las emociones

En la escuela que yo sueño se trabajan las emociones. En las escuelas nos preocupamos fundamentalmente de la parte cognitiva, la adquisición de conocimientos. Pero debemos preocuparnos también del aprendizaje social y emocional. No podemos educar sin tener en cuenta el corazón. Las emociones son importantes y es necesario que las trabajamos en la escuela. La educación emocional afecta el desarrollo de los alumnos para que incentiva su motivación, predispone a actitudes más positivas, mejora sus relaciones y ayuda a obtener mejores resultados académicos.

Para conseguir que un niño crezca, en toda la dimensión de la palabra, no basta con la adquisición de conocimientos. Generar un clima emocional positivo también influirá en su desarrollo. Si la educación debe ser un proceso de aprendizaje para la vida, las emociones son muy importantes y debemos tener en cuenta.

Como maestro / a es importante que enseñes a tus alumnos a gestionar las propias emociones: controlar la rabia, conocer el miedo, aceptar los errores, tener empatía, tener una buena autoestima … La relación con los demás es esencial y necesario que ayudemos a los nuestros alumnos a forjarse una inteligencia emocional.

Nota: Te recomiendo estos dos artículos con un grande de cosecha de cuentos que te pueden ser útiles para trabajar las emociones:

  • 35 cuentos imprescindibles para trabajar las emociones
  • Cuentos imprescindibles para trabajar las emociones II

Te recomiendo que visualices el vídeo: La inteligencia emocional (IE) es la habilidad que tiene una persona para tomar conciencia de sus emociones y de las otras personas, y la capacidad para gestionarlas.

La enseñanza de las ciencias

En la escuela que yo sueño enseñan ciencias. Actualmente en las escuelas hay muchas aulas de ciencias y laboratorios que están poco utilizados y muchos materiales de 6/12 que nadie utiliza. Debemos hacer algo para dar vida a este espacio tan enriquecedor y para dar más relevancia a las ciencias en la escuela. Aprender ciencias es difícil y no se puede resolver de cualquier manera, de ahí supongo miedo e incertidumbre de muchos maestros . Debemos plantearnos cómo podemos desarrollar las ideas y habilidades científicas de los niños en la enseñanza-aprendizaje de las ciencias.

El objetivo principal de la escuela es enseñar ciencias para desarrollar el pensamiento científico, para entender el mundo que nos rodea, para poder actuar y mejorarlo. Para tener niños competentes en materia de ciencias, tenemos que conseguir que los niños desarrollen pensamiento científico. Para poder conseguirlo tenemos que buscar la manera de aprender a hacer ciencias, aprender sobre la ciencia y entender sus modelos explicativos.

Nota: te recomiendo la lectura del artículo «Las ideas científicas de los niños y la enseñanza de las ciencias en la escuela primaria» de Jordi Martí (Universidad de Vic). En este artículo presenta unas reflexiones breves en relación con tres elementos que consideramos básicos en las estrategias de trabajo en el aula en el ámbito de la enseñanza de las ciencias en la escuela primaria. Se trata de la presencia de la realidad en el aula, de la importancia de las ideas de los niños y niñas, y del proceso de evolución de estas ideas.

También te recomiendo la lectura del libro «Aprender ciencias en la educación primaria» Jordi Martí Feixas. Ed. escalón

Rico en ejemplos, se trata de un libro que tiene la voluntad de proveernos de un modelo de enseñanza de las ciencias fundamentado en la investigación reciente. Un paso necesario hacia la mejora del aprendizaje de las ciencias que hace bueno el lema «Aprender a investigar e investigar para comprender».

Potenciar la creatividad

En la escuela que yo sueño se potencia la creatividad. El sistema educativo mujer cada vez menos importancia a las áreas artísticas como la música y la plástica. Considero que esto es un gran error y que estamos limitando la creatividad de nuestros niños.

No podemos permitirnos dejar de dedicar esfuerzos a la innovación en estos campos porque no se trata sólo de aprender música o aprender a saber dibujar, se trata de potenciar la creatividad de nuestros niños. Una habilidad que es importante hoy en día y que será básica para poder acceder a las nuevas tareas del futuro.

Nota: Te recomiendo que visualices este vídeo: Redes, los secretos de la creatividad.

Todos poseemos un talento, todos tenemos la capacidad de ser creativos; y la mayoría vivimos sin saberlo, convencidos muchas veces que el creativo es aquel que sabe componer melodías o escribir una poesía. Kem Robinson reclama en este capítulo la necesidad de que en nuestra sociedad existan entornos donde cada uno pueda encontrar la inspiración necesaria para desarrollar la creatividad.

Educar en valores

En las escuelas la educación en valores está relegada a una hora semanal, en la que en muchas ocasiones además, no hay parte de los alumnos de la clase porque están haciendo religión.

En la escuela que yo sueño se integra de forma continuada y natural la educación en valores en los aprendizajes del día a día en el aula. No tiene sentido que estos aprendizajes estén segmentados y fuera de contexto y que deban introducirse de forma forzada cuando en nuestro día a día hay infinidad de ocasiones para trabajar de manera natural.

Por ejemplo, introducimos la resolución de conflictos de forma artificial en una sesión de educación en valores, cuando en el aula hay múltiples ocasiones para trabajarlo. Cuando se produce un conflicto no dedicamos la atención necesaria porque creemos que no es el momento adecuado y no hay suficiente tiempo. Considero que es preferible detener momentáneamente la actividad que estemos realizando para poder abordar de manera correcta el tema, en lugar de dejarlo en segundo plano hasta la sesión de tutoría o de educación en valores.

Es muy importante que integramos la educación en valores en la práctica educativa cotidiana para mejora la convivencia en el centro.

El aprendizaje vivencial y manipulativo de las matemáticas

En la escuela que yo sueño se trabajan las matemáticas de forma manipulativa que los niños puedan entender los conceptos matemáticos. Cada vez hay más expertos que dicen que hay que trabajar los conceptos de forma vivencial. Para poder alcanzar los conceptos matemáticos los alumnos necesitan ejemplos concretos, referentes materiales. Cada vez hay más escuelas que se forman en este ámbito, a pesar he constatado que esta metodología costa que se lleve a cabo en los últimos cursos de primaria.

Nota:

  • Te recomiendo la lectura de la entrevista a Isabel Sellas «Es absurdo que todos los niños calculen igual»   publicada en la contraportada de El Periódco el 9 de marzo, donde esta profesora de la Universidad de Vic explica cómo el hecho de dejar que cada alumno resuelva los cálculos a su manera hace que este aprendizaje no se olvide con el tiempo.
  • Te recomiendo que visites la web GAMAR, Gabinete de Materiales y de Investigación para la Matemática en la Escuela. Un espacio de reflexión y de práctica en torno a la enseñanza de las matemáticas en la escuela en las etapas infantil, primaria, y 1º ciclo de secundaria. Puedes encontrar un gran recopilación de materiales que pueden ser muy útiles.
  • También encontrarás muchos recursos en la web CESIRE al ámbito matemático del CREAMAT. La finalidad del CREAMAT es la de facilitar recursos a los centros educativos y al profesorado de las diferentes etapas educativas no universitarias para conseguir un mejor logro y desarrollo de las competencias de los alumnos en el ámbito matemático.
  • Te invito a ver la entrevista a María Antonia Canals (Programa (S) avis de TV3)

La maestra y matemática ha impulsado proyectos educativos pioneros y es un referente en la renovación pedagógica de la escuela catalana y en la formación de maestros. Con Josep Puigbó, conversa sobre su particular visión de la enseñanza de las matemáticas y pone en práctica diversos materiales didácticos que ella misma ha creado.

El trabajo conjunto con las familias

En la escuela que yo sueño el trabajo conjunto con las familias tiene un papel muy importante. El trabajo con las familias es primordial ya que conjuntamente escuela y familia tenemos que trabajar en equipo para poder educar de la mejora manera posible los niños. Hay que trabajamos para mejorar el vínculo familia-escuela para que juntos podemos construir una escuela mejor.

Hemos de implicar a las familias ya que son un actor clave de la comunidad educativa. Podemos hacer proyectos conjuntos como las comunidades de aprendizajes, proyectos como el huerto en la escuela, la semana de los padres, las jornadas de bricolaje, … También es importante que la escuela abra las puertas para que los padres puedan conocer lo que trabajan sus hijos y se impliquen en su aprendizaje.

Nota: te recomiendo la lectura del informe Familias, escuela u éxito. Mejorar los vínculos para mejorar los resultados de Jordi Collet y Antoni Tort (Universidad de Vic) Editado por Fundación Jaume Bofill. Los dos autores apuntan que una alianza fructífera entre escuela y familia es «una condición imprescindible para el aprendizaje».

Integrar las nuevas tecnologías

En la escuela que yo sueño las tecnologías se integran en el aula. Considero que hemos introducido las tecnologías en el aula pero no las hemos integrado de forma satisfactoria. Para mí lo importante no es la tecnología en sí, sino la innovación pedagógica. Es decir, si uso la pizarra digital para pedir a mis alumnos que copien lo que hay proyecto, no estoy haciendo un uso adecuado de la tecnología que tengo al alcance. Hay que conseguir que en las practicas educativas las nuevas tecnologías sea un recurso integrado. Me refiero a que no voy a hacer una sesión de informática con mis alumnos, sino que tengo las nuevas tecnologías siempre integradas en el proceso de aprendizaje en el aula.

Una cosa es la dotación de infraestructuras y recursos tecnológicos en las escuelas y otra bien distinta es que la presencia de las tecnologías digitales provoquen una profunda innovación y mejora de la calidad de la enseñanza. Lo importante del proceso actual no es conseguir que la tecnología entre en las aulas sino que integre la tecnología de manera natural en el.

Para conseguir un modelo de escolaridad apoyado en las tecnologías digitales es necesario redefinir los proyectos educativos de centro, las estructuras organizativas escolares, los métodos de enseñanza, los sistemas evaluativos, la utilización compartida de los espacios y recursos, las formas de organización y agrupamiento del alumnado … Resumiendo, la tecnología no es un fin en sí misma, sino que es un instrumento que hay que integrar en el sistema educativo.

Trabajar la memoria visual

En la escuela que yo sueño se trabaja la memoria visual. Año tras año los maestros nos encontramos con el gran reto de trabajar la ortografía con nuestros alumnos. Muchos maestros estamos descontentos con los resultados que alcanzan nuestros alumnos a pesar de los esfuerzos que hacemos. Lo que nos parece más preocupante es que muchos niños parece que no integren las normas ortográficas que trabajamos en clase.

Durante muchos años se han utilizado estrategias como las copias y los dictados pero actualmente estos sistemas no funcionan. Esto hace pensar que es necesario que nos replanteemos la forma trabajamos la ortografía. Si los resultados que logramos no nos gustan quizás hay que reflexionemos y pensemos qué es lo que no funciona y qué otros métodos podemos probar.

Daniel Gabarró Berbegal presenta un método para mejorar la ortografía utilizando la memoria visual: Innovadora metodología de enseñanza de la ortografía para reducir hasta un 80% las faltas ortográficas en pocas semanas. Un método basado en una rama aplicada de la psicología: la programación neurolingüística o PNL.

Como él mismo dice, el objetivo de la escuela en el ámbito de la ortografía será ayudar al alumnado a utilizar una estrategia visual en lugar de las estrategias mentales auditivas o cinestésicas, que sólo pueden llevar a errores. Después de hacerlo, el aprendizaje de la ortografía se adquirirá a través de un proceso natural y sin esfuerzo, como el que viven las personas que tienen buena ortografía.

Recomiendo que visualices este video en el que Daniel Gabarró te cuenta esta nueva metodología.

conclusión

Jordi Collet dijo una frase que me parece que es muy clara «Actualmente hay muchas escuelas innovadoras porque se está demostrando que la escuela tradicional no funciona». Considero que tiene toda la razón y que para poder innovar en nuestras escuelas tenemos que ser creativos en buscar soluciones a los problemas actuales que estamos detectando.

Las metodologías que he ido mencionando a lo largo del artículo son las que considero que deberían integrarse en nuestras escuelas. El reto es encontrar la manera de que esta integración sea coherente, viable, efectiva y que nos permita mejorar la calidad de enseñanza que ofrecemos a nuestros niños.

Me gustaría terminar el artículo con una frase de la Coral Regí, directora de la escuela Virolai de Barcelona «El cambio educativo pasa por una transformación de todo equipo y nunca es de hoy para mañana». Te recomiendo que leas la entrevista completa realizada por el diario de la educación ya que es muy, muy interesante:

Para terminar me gustaría preguntarte: ¿Qué escuela sueñas? Qué escuela quieres? Puedes añadir tus ideas haciendo un comentario. Muchas gracias.

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