Características de los docentes en Colombia

Por: Ángel Pérez Martínez

Algunos maestros y directivos docentes discuten si requerimos doctores trabajando como docentes en las aulas escolares, o si el país requiere más bien un magisterio con nivel de maestría y una fuerte valoración.

Por fortuna hoy en el mundo se reconoce la profesión docente como una de las más importantes de la sociedad, dado su impacto en la calidad de la educación, en el crecimiento económico, en la formación para el desarrollo de la convivencia y la ciudadanía, y en factores que han tomado relevancia, como el manejo de las emociones y la felicidad de los niños y jóvenes en el aula y en las instituciones escolares. Sin olvidar los efectos positivos que puede lograr un colegio con buenos maestros en un entorno pobre y conflictivo.

El Banco de la República ha publicado un estudio sobre quiénes son los docentes en Colombia, en donde se realiza una descripción detallada de los docentes del sector oficial en el país, a partir de la información sobre las plantas de personal docente del Ministerio de Educación Nacional y de los resultados en las pruebas SABER 11.

Dicho estudio, que recomiendo a los docentes, sindicatos y a quienes trabajan en educación, suministra información relevante sobre la organización y composición del sector educativo en la que el MEN y el Congreso Nacional se deberían apoyar para debatir la propuesta educativa en el Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022.

A continuación, destaco algunos puntos relevantes de esta investigación:

En Colombia en 2017 había 318.655 docentes oficiales, de estos, 299.017 se desempeñaban en cargos docentes y 19.638 en cargos directivos; adicionalmente, 261.297 maestros (82%) tenían nombramiento en propiedad y el resto (57.358) nombramientos provisionales. De acuerdo con la matrícula oficial del mismo año, calculada en 7.849.066 estudiantes según DANE, tendríamos un promedio nacional de 26,2 estudiantes por docente. Vale aclarar que, como aún no alcanzamos un gasto educativo que atienda costos de calidad, para el pago de salarios y prestaciones de estos docentes se destina el 86% de los recursos del Sistema General de Participaciones (SGP), razón por la que la mayoría de las entidades territoriales no cuentan con recursos para funcionamiento y mantenimiento de los colegios, dotaciones, aulas especializadas, inclusión y otras variables que afectan dicha calidad.

Los docentes oficiales tienen una edad promedio de 47,4 años y en su mayoría son mujeres (64,9%); sin embargo, por niveles, se destaca que el 75,7% de los docentes en primaria son mujeres, mientras que en secundaría están más repartidos: las mujeres representan el 52%. Esta característica se asocia con el hecho de que la mayoría de los docentes de secundaria (58,3%) se rigen por el nuevo Estatuto Docente, decreto 1278 de 2002, y en primaria sólo lo hace el 48,2%.

Para contrastar, los profesores de los países de la OCDE tienen una media de edad de 43 años, Inglaterra y Bélgica tienen los profesores más jóvenes, con una media de edad de 39 años, mientras que Italia tiene los docentes con la media de edad más alta, 49 años (TALIS 2013). Así mismo, de los 34 países que participaron en la encuesta TALIS del 2013 se encontró que el 67% de los encuestados son mujeres y en 22 países ellas representaron más del 75% de total de los docentes.

Es de resaltar, por otra parte, que el país empieza a contar con un magisterio oficial muy bien formado: el 91,9% de los docentes tienen título profesional y 9% son normalistas y técnicos o tecnólogos; el 41,1% tiene títulos de posgrado, cifra bastante significativa. Ahora bien, se encuentran diferencias en la formación de los maestros cuando se analizan los niveles educativos donde ellos enseñan: el 100% de los docentes de secundaria tienen como mínimo un título profesional (incluidas las carreras pedagógicas), esta proporción en primaria sólo llega a 83,8%. Así mismo, el 42,2% de docentes en secundaria tienen formación de posgrados y sólo el 37,4% de los docentes de primaria tienen este título. En este punto se destaca que la formación de los maestros en Colombia ya empieza a ser similar a la de los países de la OCDE, máxime que dado los estímulos salariales que produjo el decreto 1278 de 2002, a mayor formación en postgrados, mayor salario, por lo que los docentes buscan con afán tener como mínimo un título a nivel de maestría.

El hecho de que los docentes en Colombia sean profesionales, gocen de estabilidad laboral y cuenten con experiencia, además de mayor formación a nivel de posgrado, debería conllevar a un mayor impacto en la calidad de la educación, no sólo medida en términos de las pruebas SABER, sino en la vida real en cuanto a ciudadanía, participación democrática y convivencia. Sin embargo, de manera especial con respecto a la formación de postgrados es aún muy pronto para evaluar sus resultados, dado que este proceso empezó de manera masiva hace menos de 10 años. Por ejemplo, Bogotá inició el proceso de financiar los estudios de posgrado de más de 6.000 docentes en el año 2012, y muchos de ellos están aún en proceso de graduación.

Este último punto empieza a ser controversial, algunos maestros y directivos docentes discuten si requerimos maestros con formación doctoral para trabajar como docentes en las aulas escolares, o si el país requiere más bien un magisterio con nivel de maestría, donde, además, se valore en términos salariales la formación puntual en el sitio de trabajo que ayude a mejorar sus prácticas educativas, manejo de aula, procesos de innovación y otros desarrollos pedagógicos. Así mismo, se discute sobre el tipo de maestrías que requieren los profesores, si la formación posgradual la debe determinar la oferta de las facultades de educación y las secretarías de educación, o la demanda que hacen los docentes de acuerdo con sus intereses y trabajo en el aula. Interesante, ¿verdad? En el próximo artículo continuaré el análisis de este muy buen documento del Banco de la República.

Fuente del artículo: https://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/caracteristicas-de-los-docentes-en-colombia-por-angel-perez-martinez/266997

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Las tendencias que pueden transformar las aulas de América Latina

Redacción:  Leandro Hernández/El País

Nuevas herramientas buscan mejorar la calidad y alcance de la educación para los jóvenes de la región

¿Cómo imaginas que serán las aulas del futuro? ¿Aprenderán tus hijos y nietos de la misma manera en que tú lo hiciste? Puede que las herramientas que modelen las escuelas del mañana ya hayan sido inventadas.

Sin embargo, poco ha cambiado en términos de los desafíos del sistema educativo: según datos de la UNESCO, 263 millones de niños y jóvenes no van a la escuela y cientos de millones de jóvenes son analfabetos. En América Latina, uno de cada cinco jóvenes de entre 15 y 24 años no está en el sistema educativo y el 60% de ellos proviene de los sectores más pobres.

De acuerdo con el Informe de Desarrollo Mundial del Banco Mundial, con cada año adicional de escolarización, los ingresos de una persona aumentan entre un 8% y un 10%, especialmente en el caso de las mujeres. Pero no basta con solo ir a la escuela, se necesita una educación de calidad que le dé a los jóvenes las herramientas necesarias para afrontar un mercado laboral cada vez más competitivo.

Formas innovadoras de enseñanza y nuevas tecnologías pueden ayudar a superar estos desafíos y mejorar el mañana. El uso de las mismas potenciaría la educación como motor de desarrollo, para contrarrestar la desigualdad y reducir la pobreza en América Latina y el Caribe.

Estas son cuatro tendencias que pueden transformar las aulas de la región:

El poder del cerebro

Puede que después de cumplir 25 años, aprender nuevos conceptos e ideas sea más complicado. Varios estudios demuestran que los niños y jóvenes aprenden de manera más rápida, comparado con personas de mayor edad. Esto sirve para explicar por qué los niños aprenden idiomas de manera más sencilla o incorporan nuevas tecnologías de manera más rápida.

Los nuevos hallazgos sobre el cerebro humano tienen un lugar prominente en el futuro de la educación. Los expertos sostienen que la manera en que el cerebro aprende y procesa la información tiene que ser el nuevo paradigma para una reforma educativa, especialmente para impulsar la alfabetización y el desarrollo cognitivo de los niños.

En la mayoría de los países, prácticas de enseñanza obsoletas limitan la capacidad de aprendizaje al centrarse en contenidos no vinculantes y de memoria en lugar de enfocarse en habilidades y competencias.

Clases más allá del salón

Las nuevas tecnologías pueden ayudar a eliminar cualquier barrera que evite el aprendizaje. Los cursos online masivos y abiertos, o MOOC por sus siglas en inglés, permiten asistir a las más selectas instituciones educativas con un solo clic de distancia.

Ya sea que estés interesado en ciudades y desarrollo urbano o la historia de la Segunda Guerra Mundial, estas herramientas disponibles en múltiples idiomas pueden ayudar a personas con acceso limitado a la educación. Una formación interactiva, virtual y práctica promueve el aprendizaje continuo a lo largo de la vida, respetando los intereses y necesidades de cada persona.

La tecnología también permite simplificar las dudas más comunes. El uso de inteligencia artificial (IA) permite solucionar las dudas más comunes de los estudiantes, ya sea sobre tareas o consultas administrativas. Utilizando herramientas similares a los asistentes virtuales presentes en la mayoría de los teléfonos celulares, diversos centros educativos ya están incorporando servicios de asesoramiento automáticos que permiten una mejor detección de problemas y consultas frecuentes para así luego mejorar los servicios de tutorías y los cursos dictados.

Datos grabados

Si bien los certificados, títulos y diplomas pueden decorar cualquier pared donde se cuelguen, no necesariamente es la manera más conveniente de asegurar la integridad y validez de los méritos académicos conseguidos.

Tecnologías de validación de datos como la cadena de bloques, o blockchain, en inglés, crean oportunidades para la descentralización administrativa, incrementan la transparencia y la efectividad, a la vez que evitan la burocracia innecesaria y reducen costos.

“Los migrantes, por ejemplo, tienen habilidades o credenciales educativas que desean reconocer en sus nuevos países. Proteger estos datos de manera segura e indestructible es ayudar a las personas pobres y vulnerables a participar de manera más equitativa en la economía global”, comenta en su blog Harry Patrinos, experto del Banco Mundial en Educación.

Un sistema educativo de calidad

Una educación de calidad es una de las formas más efectivas para que los países puedan reducir la pobreza y potenciar el crecimiento económico. Desafortunadamente, datos del Banco Mundial señalan que solo el 42% de los estudiantes latinoamericanos de escuela primaria alcanzan los resultados esperados para su edad en matemáticas.

Los datos son aún más preocupantes para los grupos más vulnerables: en México, por ejemplo, el 28% de los estudiantes matriculados en los primeros años en las escuelas indígenas obtuvo una calificación positiva en la evaluación estudiantil nacional, a diferencia del 44% para los matriculados en las escuelas generales.

Según el BID, si bien ha aumentado la tasa promedio de graduación de educación secundaria entre 2006 y 2015, dos de cada 10 estudiantes pobres de la región lograron completar el ciclo, frente a 6 de cada 10 de los estudiantes de hogares con más ingresos.

Estas cuatro tendencias requieren de atención por parte de los gobiernos, familias y estudiantes: no es suficiente solo con aumentar el gasto, sino que se deben hacer inversiones inteligentes, equitativas y medibles que permitan detectar qué políticas funcionan y compararlas con otras prácticas internacionales.

Fuente: https://elpais.com/economia/2018/08/08/actualidad/1533690632_807970.html

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España: “Es conveniente abordar la política en las aulas, pero siempre desde el respeto”

Los alumnos tienen derecho a saber qué es lo que está pasando. Pero con neutralidad, adaptando la información, a su etapa evolutiva.

Europa/España/09.01.2018/Autor y Fuente: https://elpais.com

La RAE define adoctrinar como “inculcar a alguien determinadas ideas o creencias”. Pueden estar relacionadas con la política, la religión, las clases sociales… Y aunque algunos ponen en duda su existencia, hay estudios que lo certifican. Como este, publicado por la American Sociological Review en 1963. El caso es que de un tiempo a esta parte es un verbo que se conjuga con mucha frecuencia. Lo que no es tan habitual es referirse a cómo ese adoctrinamiento puede repercutir en quien lo recibe, es decir, los alumnos. No olvidemos que estamos hablando de menores de edad, es decir, material sensible. Lo es tanto, que recibir determinados mensajes de los profesores puede infundirles inseguridad a los críos. Más aún si las opiniones de padres y docentes difieren.

Mercedes Bermejo, coordinadora del curso Experto en Terapia Familiar Sistémica de la Universidad Complutense de Madrid insiste en la importancia de los mensajes que reciben los niños de los adultos, pero aún más en el estado emocional de su entorno. “Con la situación en Cataluña muchas familias se han visto afectadas a nivel laboral, social, económico, e incluso familiar. Y los niños, para crecer, necesitan calma, rutinas, estabilidad, mensajes de seguridad…”. Gonzalo añade: “Es obvio que la existencia de un conflicto familiar no beneficia a ningún niño o niña, y lo mismo ocurre con el conflicto social en el que se ha visto sumergido nuestro país en los últimos meses que ha enfrentado a la población”. Este estudio de la Universidad de La Sabana (Colombia) sobre la agresividad de los niños en función del medio familiar y el entorno escolar lo pone de manifiesto. Así como este otro en el que se detalla la teoría del apego (“permite al sujeto conseguir o mantener proximidad con otra persona diferenciada y generalmente considerada más fuerte y/o sabía”) publicado en la Revista Latinoamericana de Psicología en 2006.

Pero esto no quiere decir que no se puedan tratar temas de actualidad o conflictos en la escuela. Al contrario. “Es importante que la escuela aborde asuntos como el terrorismo, la violencia de género, y, porque no, ya, también la situación de Cataluña. No podemos permitir que en las escuelas se censuren estos temas. Los alumnos tienen derecho a saber qué es lo que está pasando. Pero con neutralidad, adaptando la información, a su etapa evolutiva y características individuales”, afirma Bermejo. Y Gonzalo continúa: “Los niños tienen derecho a disponer de espacios protegidos donde expresar su opinión, sentimientos, pensamientos… Es conveniente abordar la política en las aulas, pero siempre desde el respeto”.

Hasta tal punto es así, que Mercedes Bermejo lo entiende como una oportunidad: “Es posible aprovechar circunstancias como estas para reflexionar y, de paso, enseñarles a pensar, transmitirles la importancia de valores positivos y de respeto por el otro”, incluso si se opina distinto de nosotros, por supuesto. Y concluye: “La escuela debe permitir que existan opiniones distintas sin que inciten al odio. Resolver inquietudes políticas está bien, promoviendo el pensamiento crítico, desde una postura neutral de los maestros”, concluye la psicóloga.

De todas las situaciones se puede aprender. Y de esta, en concreto, a resolver conflictos. Mónica Gonzalo se queja de que se ha hecho lo contrario: “La falta de habilidades para resolver una situación de hostilidad y enfrentamiento entre la población es un mal ejemplo más para nuestros hijos. Hemos pensado en ellos menos de los que deberíamos haber hecho”. Por eso, Mercedes Bermejo pide a los padres, familiares, maestros y gobernantes “que llevemos a cabo las medidas necesarias para dar un ejemplo a los más pequeños de democracia, tolerancia y libertad de expresión en todos los ámbitos. Lo merecen, lo merecemos”.

La RAE define adoctrinar como “inculcar a alguien determinadas ideas o creencias”. Pueden estar relacionadas con la política, la religión, las clases sociales… Y aunque algunos ponen en duda su existencia, hay estudios que lo certifican. Como este, publicado por la American Sociological Review en 1963. El caso es que de un tiempo a esta parte es un verbo que se conjuga con mucha frecuencia. Lo que no es tan habitual es referirse a cómo ese adoctrinamiento puede repercutir en quien lo recibe, es decir, los alumnos. No olvidemos que estamos hablando de menores de edad, es decir, material sensible. Lo es tanto, que recibir determinados mensajes de los profesores puede infundirles inseguridad a los críos. Más aún si las opiniones de padres y docentes difieren.

Mónica Gonzalo, experta en Psicología Infantil Psicólogos Pozuelo: “Para poder crecer de manera sana, los niños y niñas requieren de un entorno de seguridad y protección desde etapas muy tempranas. Sin defender a unos u otros, entre todos, estamos cuestionando los pilares básicos sobre los que todo menor se sustenta para poder nutrirse y madurar de manera saludable; estos son, el sistema familiar, el sistema educativo, y el sistema social”. La psicóloga se refiere en concreto a los comentarios en contra de la policía, los padres o los profesores a raíz del 1-O. “ Es importante que los niños puedan confiar en la bondad de los profesores para educar, en la seguridad de la policía para proteger, y en el afecto de los padres para cuidar y educar”, comenta Gonzalo.

Mercedes Bermejo, coordinadora del curso Experto en Terapia Familiar Sistémica de la Universidad Complutense de Madrid insiste en la importancia de los mensajes que reciben los niños de los adultos, pero aún más en el estado emocional de su entorno. “Con la situación en Cataluña muchas familias se han visto afectadas a nivel laboral, social, económico, e incluso familiar. Y los niños, para crecer, necesitan calma, rutinas, estabilidad, mensajes de seguridad…”. Gonzalo añade: “Es obvio que la existencia de un conflicto familiar no beneficia a ningún niño o niña, y lo mismo ocurre con el conflicto social en el que se ha visto sumergido nuestro país en los últimos meses que ha enfrentado a la población”. Este estudio de la Universidad de La Sabana (Colombia) sobre la agresividad de los niños en función del medio familiar y el entorno escolar lo pone de manifiesto. Así como este otro en el que se detalla la teoría del apego (“permite al sujeto conseguir o mantener proximidad con otra persona diferenciada y generalmente considerada más fuerte y/o sabía”) publicado en la Revista Latinoamericana de Psicología en 2006.

Pero esto no quiere decir que no se puedan tratar temas de actualidad o conflictos en la escuela. Al contrario. “Es importante que la escuela aborde asuntos como el terrorismo, la violencia de género, y, porque no, ya, también la situación de Cataluña. No podemos permitir que en las escuelas se censuren estos temas. Los alumnos tienen derecho a saber qué es lo que está pasando. Pero con neutralidad, adaptando la información, a su etapa evolutiva y características individuales”, afirma Bermejo. Y Gonzalo continúa: “Los niños tienen derecho a disponer de espacios protegidos donde expresar su opinión, sentimientos, pensamientos… Es conveniente abordar la política en las aulas, pero siempre desde el respeto”.

Hasta tal punto es así, que Mercedes Bermejo lo entiende como una oportunidad: “Es posible aprovechar circunstancias como estas para reflexionar y, de paso, enseñarles a pensar, transmitirles la importancia de valores positivos y de respeto por el otro”, incluso si se opina distinto de nosotros, por supuesto. Y concluye: “La escuela debe permitir que existan opiniones distintas sin que inciten al odio. Resolver inquietudes políticas está bien, promoviendo el pensamiento crítico, desde una postura neutral de los maestros”, concluye la psicóloga.

De todas las situaciones se puede aprender. Y de esta, en concreto, a resolver conflictos. Mónica Gonzalo se queja de que se ha hecho lo contrario: “La falta de habilidades para resolver una situación de hostilidad y enfrentamiento entre la población es un mal ejemplo más para nuestros hijos. Hemos pensado en ellos menos de los que deberíamos haber hecho”. Por eso, Mercedes Bermejo pide a los padres, familiares, maestros y gobernantes “que llevemos a cabo las medidas necesarias para dar un ejemplo a los más pequeños de democracia, tolerancia y libertad de expresión en todos los ámbitos. Lo merecen, lo merecemos”.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/01/07/mamas_papas/1515311356_335856.html

Imagen: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2018/01/07/mamas_papas/1515311356_335856_1515312131_noticia_normal.jpg

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Niños de Parachique retornarán a sus clases en aulas seguras.

UNESCO Perú participa en proyecto de instalación de nuevas aulas y lanza proyecto de recuperación socioemocional con 500 niños en Sechura.

Unesco.

En la zona Norte del Perú, más de 45.000 estudiantes interrumpieron sus clases debido a la Emergencia del Fenómeno Niño costero. La Región Piura ha sido la más afectada y miles de alumnos no iniciarán clases en un futuro próximo debido a la condición crítica de sus escuelas.

El Ministerio de Educación, autoridades regionales y locales del sector educativo, además del apoyo de la UNESCO Perú,  se inauguran un conjunto de aulas nuevas y seguras para 170 niños del colegio inicial 083 de Parachique, en Sechura, cuyos salones se inundaron debido a las intensas lluvias ocasionadas por el Fenómeno del Niño Costero.

Asimismo, se buscará proporcionar espacios educativos alternativos seguros y desarrollar planes de gestión de riesgos de desastres a nivel familiar, escolar y comunitario.

ARTE QUE SANA

Asimismo, UNESCO Perú, junto con el Ministerio de Cultura y el Grupo Sura, lanza una estrategia para la Recuperación Socioemocional del Sector Educación en Piura, a través del Arte y la Cultura, debido a la situación de esta Emergencia del Niño Costero.

El proyecto, que beneficiará a 500 estudiantes y 100 docentes de Sechura, tiene por objetivo brindar ayuda para la recuperación socioemocional, mediante actividades culturales y artísticas, centrando sus esfuerzos en la atención de estudiantes y docentes de las escuelas.

Este Proyecto intervendrá inicialmente en tres escuelas ubicadas en la provincia de Sechura, y se realizarán sesiones de recuperación emocional con los alumnos y talleres para la prevención de riesgos con docentes.

Docentes, agrupaciones culturales y artesanos de la localidad de Sechura y Piura participarán en espacios de intercambio y capacitación con Arte Terapeutas, especialistas en el uso de las artes en contextos de crisis y cambio social. Con estos grupos y capacidades fortalecidas se realizarán los talleres y sesiones recuperativas con niños y niñas en las escuelas.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/ninos_de_parachique_retornaran_a_sus_clases_en_aulas_segur/

Imagen: http://www.unesco.org/new/typo3temp/pics/75bc3f4df7.jpg

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