España: “Es conveniente abordar la política en las aulas, pero siempre desde el respeto”

Los alumnos tienen derecho a saber qué es lo que está pasando. Pero con neutralidad, adaptando la información, a su etapa evolutiva.

Europa/España/09.01.2018/Autor y Fuente: https://elpais.com

La RAE define adoctrinar como “inculcar a alguien determinadas ideas o creencias”. Pueden estar relacionadas con la política, la religión, las clases sociales… Y aunque algunos ponen en duda su existencia, hay estudios que lo certifican. Como este, publicado por la American Sociological Review en 1963. El caso es que de un tiempo a esta parte es un verbo que se conjuga con mucha frecuencia. Lo que no es tan habitual es referirse a cómo ese adoctrinamiento puede repercutir en quien lo recibe, es decir, los alumnos. No olvidemos que estamos hablando de menores de edad, es decir, material sensible. Lo es tanto, que recibir determinados mensajes de los profesores puede infundirles inseguridad a los críos. Más aún si las opiniones de padres y docentes difieren.

Mercedes Bermejo, coordinadora del curso Experto en Terapia Familiar Sistémica de la Universidad Complutense de Madrid insiste en la importancia de los mensajes que reciben los niños de los adultos, pero aún más en el estado emocional de su entorno. “Con la situación en Cataluña muchas familias se han visto afectadas a nivel laboral, social, económico, e incluso familiar. Y los niños, para crecer, necesitan calma, rutinas, estabilidad, mensajes de seguridad…”. Gonzalo añade: “Es obvio que la existencia de un conflicto familiar no beneficia a ningún niño o niña, y lo mismo ocurre con el conflicto social en el que se ha visto sumergido nuestro país en los últimos meses que ha enfrentado a la población”. Este estudio de la Universidad de La Sabana (Colombia) sobre la agresividad de los niños en función del medio familiar y el entorno escolar lo pone de manifiesto. Así como este otro en el que se detalla la teoría del apego (“permite al sujeto conseguir o mantener proximidad con otra persona diferenciada y generalmente considerada más fuerte y/o sabía”) publicado en la Revista Latinoamericana de Psicología en 2006.

Pero esto no quiere decir que no se puedan tratar temas de actualidad o conflictos en la escuela. Al contrario. “Es importante que la escuela aborde asuntos como el terrorismo, la violencia de género, y, porque no, ya, también la situación de Cataluña. No podemos permitir que en las escuelas se censuren estos temas. Los alumnos tienen derecho a saber qué es lo que está pasando. Pero con neutralidad, adaptando la información, a su etapa evolutiva y características individuales”, afirma Bermejo. Y Gonzalo continúa: “Los niños tienen derecho a disponer de espacios protegidos donde expresar su opinión, sentimientos, pensamientos… Es conveniente abordar la política en las aulas, pero siempre desde el respeto”.

Hasta tal punto es así, que Mercedes Bermejo lo entiende como una oportunidad: “Es posible aprovechar circunstancias como estas para reflexionar y, de paso, enseñarles a pensar, transmitirles la importancia de valores positivos y de respeto por el otro”, incluso si se opina distinto de nosotros, por supuesto. Y concluye: “La escuela debe permitir que existan opiniones distintas sin que inciten al odio. Resolver inquietudes políticas está bien, promoviendo el pensamiento crítico, desde una postura neutral de los maestros”, concluye la psicóloga.

De todas las situaciones se puede aprender. Y de esta, en concreto, a resolver conflictos. Mónica Gonzalo se queja de que se ha hecho lo contrario: “La falta de habilidades para resolver una situación de hostilidad y enfrentamiento entre la población es un mal ejemplo más para nuestros hijos. Hemos pensado en ellos menos de los que deberíamos haber hecho”. Por eso, Mercedes Bermejo pide a los padres, familiares, maestros y gobernantes “que llevemos a cabo las medidas necesarias para dar un ejemplo a los más pequeños de democracia, tolerancia y libertad de expresión en todos los ámbitos. Lo merecen, lo merecemos”.

La RAE define adoctrinar como “inculcar a alguien determinadas ideas o creencias”. Pueden estar relacionadas con la política, la religión, las clases sociales… Y aunque algunos ponen en duda su existencia, hay estudios que lo certifican. Como este, publicado por la American Sociological Review en 1963. El caso es que de un tiempo a esta parte es un verbo que se conjuga con mucha frecuencia. Lo que no es tan habitual es referirse a cómo ese adoctrinamiento puede repercutir en quien lo recibe, es decir, los alumnos. No olvidemos que estamos hablando de menores de edad, es decir, material sensible. Lo es tanto, que recibir determinados mensajes de los profesores puede infundirles inseguridad a los críos. Más aún si las opiniones de padres y docentes difieren.

Mónica Gonzalo, experta en Psicología Infantil Psicólogos Pozuelo: “Para poder crecer de manera sana, los niños y niñas requieren de un entorno de seguridad y protección desde etapas muy tempranas. Sin defender a unos u otros, entre todos, estamos cuestionando los pilares básicos sobre los que todo menor se sustenta para poder nutrirse y madurar de manera saludable; estos son, el sistema familiar, el sistema educativo, y el sistema social”. La psicóloga se refiere en concreto a los comentarios en contra de la policía, los padres o los profesores a raíz del 1-O. “ Es importante que los niños puedan confiar en la bondad de los profesores para educar, en la seguridad de la policía para proteger, y en el afecto de los padres para cuidar y educar”, comenta Gonzalo.

Mercedes Bermejo, coordinadora del curso Experto en Terapia Familiar Sistémica de la Universidad Complutense de Madrid insiste en la importancia de los mensajes que reciben los niños de los adultos, pero aún más en el estado emocional de su entorno. “Con la situación en Cataluña muchas familias se han visto afectadas a nivel laboral, social, económico, e incluso familiar. Y los niños, para crecer, necesitan calma, rutinas, estabilidad, mensajes de seguridad…”. Gonzalo añade: “Es obvio que la existencia de un conflicto familiar no beneficia a ningún niño o niña, y lo mismo ocurre con el conflicto social en el que se ha visto sumergido nuestro país en los últimos meses que ha enfrentado a la población”. Este estudio de la Universidad de La Sabana (Colombia) sobre la agresividad de los niños en función del medio familiar y el entorno escolar lo pone de manifiesto. Así como este otro en el que se detalla la teoría del apego (“permite al sujeto conseguir o mantener proximidad con otra persona diferenciada y generalmente considerada más fuerte y/o sabía”) publicado en la Revista Latinoamericana de Psicología en 2006.

Pero esto no quiere decir que no se puedan tratar temas de actualidad o conflictos en la escuela. Al contrario. “Es importante que la escuela aborde asuntos como el terrorismo, la violencia de género, y, porque no, ya, también la situación de Cataluña. No podemos permitir que en las escuelas se censuren estos temas. Los alumnos tienen derecho a saber qué es lo que está pasando. Pero con neutralidad, adaptando la información, a su etapa evolutiva y características individuales”, afirma Bermejo. Y Gonzalo continúa: “Los niños tienen derecho a disponer de espacios protegidos donde expresar su opinión, sentimientos, pensamientos… Es conveniente abordar la política en las aulas, pero siempre desde el respeto”.

Hasta tal punto es así, que Mercedes Bermejo lo entiende como una oportunidad: “Es posible aprovechar circunstancias como estas para reflexionar y, de paso, enseñarles a pensar, transmitirles la importancia de valores positivos y de respeto por el otro”, incluso si se opina distinto de nosotros, por supuesto. Y concluye: “La escuela debe permitir que existan opiniones distintas sin que inciten al odio. Resolver inquietudes políticas está bien, promoviendo el pensamiento crítico, desde una postura neutral de los maestros”, concluye la psicóloga.

De todas las situaciones se puede aprender. Y de esta, en concreto, a resolver conflictos. Mónica Gonzalo se queja de que se ha hecho lo contrario: “La falta de habilidades para resolver una situación de hostilidad y enfrentamiento entre la población es un mal ejemplo más para nuestros hijos. Hemos pensado en ellos menos de los que deberíamos haber hecho”. Por eso, Mercedes Bermejo pide a los padres, familiares, maestros y gobernantes “que llevemos a cabo las medidas necesarias para dar un ejemplo a los más pequeños de democracia, tolerancia y libertad de expresión en todos los ámbitos. Lo merecen, lo merecemos”.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/01/07/mamas_papas/1515311356_335856.html

Imagen: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2018/01/07/mamas_papas/1515311356_335856_1515312131_noticia_normal.jpg

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