Gobiernos de todo el mundo no respondieron con suficiente rapidez al COVID-19, según el comité de revisión independiente que analiza la respuesta internacional.
El panel asegura que “si se hubiese aplicado el principio de precaución”, tanto la OMS como las autoridades nacionales y locales podrían haber emitido advertencias más oportunas y firmes sobre la posible transmisión entre personas.
El grupo sigue investigando, pero en su segundo informe provisional apuntan que “lo que está claro” es que “las autoridades sanitarias locales y nacionales de China podrían haber aplicado medidas de salud pública más contundentes en enero”.
El comité recuerda que a finales de enero de 2020 ya había pruebas de casos en varios países que deberían haber aplicado medidas de contención de salud pública inmediatas. “No lo hicieron”, concluyen.
El panel dice que “no está claro” por qué el Comité de Emergencias, establecido en virtud del Reglamento Sanitario Internacional, no se reunió hasta el 22 de enero, “ni tampoco por qué no pudo ponerse de acuerdo sobre la declaración de una emergencia de salud pública de importancia internacional en su primera reunión”. El 30 de enero se declaró la emergencia, pero, “el grado en que los países respondieron a esa declaración no fue el esperado”.
El Grupo se pregunta “si habría sido de ayuda el que la OMS hubiese utilizado el término «pandemia» con anterioridad”. Aunque ese término no se utiliza ni se define en el Reglamento Sanitario Internacional (2005), aclaran, “su uso sirve para llamar la atención sobre la gravedad de un problema de salud. La OMS no utilizó ese término hasta el 11 de marzo”, señalan.
Además, creen que a la Organización Mundial de la Salud “le ha faltado poder para hacer el trabajo que se espera de ella”.
Fuente e imagen: UNAM Global