Argentina: Vandalizan un bachillerato popular con frases alusivas a la última dictadura cívico militar

El Bachillerato Popular Marielle Franco amaneció el domingo con pintadas en sus exteriores donde hay murales representativos de Eva Perón y de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Además de cubrir murales con pintura negra, los vándalos escribieron frases con alto contenido de odio político y de reivindicación a los genocidas. (Foto: Ademys)

Además de cubrir murales con pintura negra, los vándalos escribieron frases con alto contenido de odio político y de reivindicación a los genocidas. (Foto: Ademys)

Estudiantes y docentes del Bachillerato Popular Marielle Franco de Villa Lugano denunciaron hoy que su sede fue vandalizada con frases alusivas a la última dictadura cívico militar y remarcaron que sus expresiones tienen «contenido de odio político y machista y de reivindicación a los genocidas».

El centro educativo, ubicado en Guardia Nacional 2308 de la ciudad de Buenos Aires, apareció este domingo con pintadas en sus exteriores donde hay murales representativos de Eva Perón y de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

«Las imágenes de murales de Eva Perón y Cristina Kirchner fueron cubiertas con pintura negra, a lo que sumaron frases con alto contenido de odio político y machista y de reivindicación a los genocidas», como «puta», «chorra» y «Volvé Videla», precisó la entidad en un comunicado.

(Foto: Ademys)
En alusión a la agresión vandálica, el comunicado expresa que estos eventos «nos violentan a educadores y estudiantes en nuestro espacio de educación popular, donde todos los días de la semana nos encontramos para que jóvenes y adultos culminen sus estudios secundarios o asistan a la olla popular».

Por último, señaló que «ya dijimos Nunca Más al odio. Los sótanos de la democracia, como los llamaba Néstor, hoy ya no se esconden y se sienten representados y habilitados a transgredir toda norma de respeto y convivencia democrática. No pasarán».

Marielle Francisco da Silva, conocida como Marielle Franco, fue una socióloga, feminista, política brasileña y militante de los derechos humanos, que defendió especialmente los derechos de las mujeres negras en Brasil, sobre todo las de las favelas.

Fue concejala por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y en represalia a su militancia fue asesinada a balazos en marzo de 2018 en Brasil.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/594068-vandalizan-un-bachillerato-popular-con-frases-alusivas-a-la-

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Argentina: Se lanzó el Movimiento por la Educación Popular de Gestión Social y Cooperativa

Se lanzó el Movimiento por la Educación Popular de Gestión Social y Cooperativa

El espacio lo componen cerca de 15 organizaciones sociales y fue lanzado con un acto vía remota. La creación de un área dentro del Ministerio de Educación que los contenga, aumento del presupuesto y reconocimiento de sus instituciones figuran entre los principales reclamos en la Ciudad.

12 de junio de 2021, CABA (Ansol).- Cerca de 15 organizaciones lanzaron en un acto el  Movimiento por la Educación Popular de Gestión Social y Cooperativa, un espacio que reúne decenas de bachillerato populares, espacios educativos, centros de alfabetización y de Primera Infancia, profesorados y grupos de apoyo escolar.

El evento fue realizado vía remota desde el canal de Otras Voces en la Educación, desde donde fue seguido por cientos de personas. Además, el lanzamiento contó con la adhesión de referentes de la educación popular, de funcionarios nacionales; distintos diputados de la Ciudad de Buenos Aires; organizaciones educativas, ambientalistas y campesinas de distintos puntos de América Latina; el episcopado y la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (CADE).

Entre otros saludos, llegaron los de la socióloga e investigadora Dora Barrancos quien llamó a utilizar la educación como herramienta para “buscar resolver los problemas de la desigualdad generada por el patriarcado y el capitalismo en cinco décadas” e instó a “abrir las cabezas de les alumnes y desconfiar en aquello que parece atado al sentido común patriarcal”.

También estuvo presente, la ex viceministra de Educación de la Nación, Adriana Puiggrós, quien sostuvo que “los movimientos sociales y cooperativos hacen un gran esfuerzo para que la educación llegue a todos lados. Hay que luchar porque la cultura, las lenguas, costumbres y creencias de nuestro Pueblo sean reconocidos por el sistema de educación formal”.

Los objetivos del movimiento

El documento de lanzamiento del espacio describe: “Desde los primeros años del año 2000, conformamos Bachilleratos Populares, jardines comunitarios, Institutos de Formación Docente, espacios de alfabetización y escuelas agrarias desde las concepciones de la Educación Popular, defendiendo nuestro derecho, como movimientos sociales a hacer educación y de gestionar nuestras experiencias educativas con un fuerte anclaje en los territorios. Es por ello que exigimos que sean reconocidas en la tercera modalidad de la que habla la Ley Nacional de Educación 26.206, la Educación de Gestión Social y Cooperativa. Esto también implica la creación a nivel nacional y en cada provincia y la Ciudad de Buenos Aires de las direcciones o secretarías de Educación de Gestión Social y Cooperativa”.

«Hay que luchar porque la cultura, las lenguas, costumbres y creencias de nuestro Pueblo sean reconocidos por el sistema de educación formal”

Adriana Puiggrós, ex viceministra de Educación de la Nación

ANSOL dialogó con distintos referentes y referentas de experiencias participantes del lanzamiento. Juliana Agrofoglio, coordinadora del Bachillerato Popular Germán Abdala y educadora de Educación Sexual Integral (ESI) afirmó que “el objetivo principal es lograr la regulación de la gestión social y cooperativa de la Educación -incluida en la Ley de Educación Nacional-para entender que el monopolio de la educación hoy no la tiene solamente el Estado o los privados”, y que por eso buscan “el reconocimiento de tareas, prácticas e instituciones que ya existen”.

Por su parte, Juan ignacio Tami Arias, director del Bachillerato Vientos del Pueblo, destacó que la potencia del lanzamiento es la “articulación política entre varias organizaciones de diversos recorridos, y los consensos para salir a disputar la normativa que es un espacio del Estado, ya que somos muchas organizaciones que pertenecemos a diversas experiencias sociales y políticas”.

Marcos González, miembro del Bachillerato Popular 20 Flores, reconoció que el lanzamiento condensó “más de un año de trabajo y fue reconocido por referentes de la educación popular con interesantes proyectos de Argentina y todo Latinoamérica”.

Una disputa abierta en la ciudad

Las organizaciones participantes del Movimiento por la Educación Popular de Gestión Social y Cooperativa han sido opositoras a toda la política educativa de la gestión macrista en 14 años en la Ciudad de Buenos Aires, y eso se manifestó en el evento.

Para Damián Drescher, educador popular del jardín comunitario Luces del Bajo del Movimiento Popular La Dignidad “el de la ciudad es un gobierno nefasto, desfinancia el sistema educativo y recorta presupuesto año tras año. Hay que seguir denunciando eso”.

Además de la inversión en infraestructura edilicia, uno de los reclamos más importantes al GCBA tiene que ver con el pago de salarios al cuerpo docente y su reconocimiento dentro de la Planta Orgánica Funcional (POF) de las instituciones. Por eso, para Claudio del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), resulta importante valorar que “venimos llevando adelante educación, atendiendo a población que el sistema no pudo contener. El acompañamiento y la contención dan resultados, provocando que les egresades concreten su título secundario y puedan continuar sus estudios universitarios”.

Finalmente, Mercedes Rabanal, docente y coordinadora del Bachillerato Popular Marielle Franco de Luganoremarcó otros reclamos como la asistencia alimentaria para los estudiantes, la oficialización de la figura de la pareja pedagógica presente en las propuestas de bachillerato, y la pelea por que se respete el acuerdo para que “nuestros compañeros y compañeras que también son docentes” puedan vacunarse en la CABA.

Permitida su reproducción total y/o parcial, citando debidamente la fuente.

Fuente de la Información: https://ansol.com.ar/2021/06/12/se-lanzo-el-movimiento-por-la-educacion-popular-de-gestion-social-y-cooperativa/

 

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Los Bachilleratos Populares de Argentina (Reseña y vídeo)

Reseña: Fernando Gómez

Conversatorio sobre los Bachilleratos Populares de Argentina

 

El viernes 16 de abril tuvo lugar el conversatorio Los Bachilleratos Populares. Historia de luchas y desafíos, organizado por la Cooperativa de Educadorxs e Investigadorxs Populares Histórica de Argentina (CEIPH). Las voces principales puestas en juego fueron las de Fernando Santana, Fernando Lázaro, Ezequiel Alfieri, Andrea Zilbersztain y Leticia Pacheco (integrantes de la CEIPH). A continuación algunas líneas destacadas, para interesar en el tema a nuestros lectores.

El conversatorio versó sobre las experiencias educativas para jóvenes y adultos (Bachilleratos Populares) que llevan años de existencia (inician en 2004) en Argentina. Un modelo que se fue replicando en América Latina y el Mundo.

La actividad inició refiriendo el contexto de fundación de dichas experiencias, contextualizando la realidad Argentina en pleno neoliberalismo.

Adelantando la conversación, el equipo, mediante una voz coral, logró historizar sobre el encuentro con la educación popular, con esa otra educación (Alfieri). En ese momento había corrientes pedagógicas latinoamericanas (pedagogías críticas) que iban a plantear (ese) otro tipo de educación, más cercana a las ideas de Paulo Freire.

Andrea Zilbersztain abordó el desafío de pensar la educación popular gestionada desde las organizaciones sociales, en un esquema contrario al verticalismo de la educación (oficial) pública, destacando la gran diferencia que existe entre ambas. Destaca también las características de una educación pública popular autogestionada, referenciando el arduo trabajo para que la formación y la experiencia sean reconocidas por el sistema educativo oficial.

Fernando Santana, que fue puntuando temas durante toda la jornada, de manera sistemática abrió la discusión fijando temas y trabajando con el público que interactuaba en los distintos Chats (y que desde allí aportó elementos de relevancia al debate).

Fernando Lázaro acercó a los Bachilleratos Populares a una imaginaria línea de Paulo Freire (pero) recreada, comentando esta recreación como otra rebeldía que porta el espacio: “Las teorías se desvanecen en la práctica del día a día”; Lázaro también habló de las educaciones populares (plural).

Se afirmó que desde la educación popular se puede estar en la educación pública tensionando cuestiones de la misma. Se detalló en parte el proceso de inclusión en el sistema formal de la educación; con esta inclusión en la educación pública las experiencias referidas, en palabras de Leticia Pacheco generan educación, generan una política y una pedagogía, desde dentro del monopolio del Estado. La CEIPH ha sabido abrir un espacio que no existía con anterioridad.

Ezequiel Alfieri retomó la idea de la militancia en la educación, desde el lugar de educadores populares nuestras intenciones pasan por la transformación de la educación, y esa transformación pasa por la militancia. Enfocando en el sentido de la educación como transformadora; la batalla por el reconocimiento del Estado de los Bachilleratos (que no son reconocidos cuando nacen) se gana con la militancia.

Zilbersztain se refirió a la producción colectiva de conocimiento en función de las realidades con las que toman contacto, en la práctica, en los espacios pedagógicos, anclados en las problemáticas de los estudiantes: por ejemplo, problemáticas con drogas, de violencia institucional, todos estos elementos se conjugan para poder producir conocimiento ahí.  

Santana también planteó a los Bachilleratos Populares como Otro modelo de escuela dentro del marco de lo posible.

El conversatorio fluyó por las principales preocupaciones de quienes tomaron la palabra, y se pudo también caracterizar de forma concreta las experiencias y a quienes estudian en los Bachilleratos. Desarrollando también los aspectos principales de cuál es la propuesta político pedagógica de los Bachilleratos Populares, que son más de ciento veinte en toda la Argentina, donde se podría decir que se intenta, tensionando el saber tradicional, desocultar la politicidad del hecho educativo.

Al final hubo tiempo para dos rondas de preguntas (del público) y respuestas a cargo de los cinco principales oradores y de otros participantes del interesante conversatorio. Las, los y les invitamos a mirar completo en el video que adicionamos a continuación.

La  Coordinación de la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares de Argentina, nos cuentan el cómo contribuyen a la formación escolar de grupos vulnerables.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=GoxFQiqcYgU

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Educación popular, pedagogía en la formación de escuelas

Educación popular, pedagogía en la formación de escuelas
Mario Hernández
Rebelión

 

Ponencia presentada en el VII Encuentro Internacional de la Economía de los trabajadores/as realizado entre el 25 y 29 de setiembre de 2019

La educación popular (EP) surge a fines de los 60 como un movimiento de renovación y luego de transformación del mundo a través del poder de un saber popular. La educación popular ha pretendido ser un movimiento pedagógico que pretende fundar una educación liberadora, luego un movimiento popular que incorpora un movimiento pedagógico y finalmente una propuesta política a través de la educación al servicio de proyectos, sujetos y movimientos populares de construcción de una nueva hegemonía en el interior de la sociedad capitalista. El pasaje de una educación para el pueblo hacia una educación que el pueblo crea al interior de los movimientos sociales de orientación popular y de los movimientos populares de liberación. La forma propia de la educación popular es el movimiento emergente contestatario que se orienta hacia la realización de su proyecto, sin descuidar la confrontación con la institución consagrada. Para la educación popular el sentido del trabajo pedagógico es convertir el trabajo social de la comunidad local en movimiento popular de dimensión política. Es la posibilidad de la educación de ser no solo comprometida y militante, sino una anticipación de la liberación.

En Pedagogía del oprimido, Paulo Freire desarrolla su propuesta de principios y metodológica.

Allí cuestiona la relación educador-educando dominante en la escuela actual a la que califica de narrativa de contenidos, que implica un sujeto que narra y objetos oyentes (los educandos). El educador se refiere a una realidad estática y compartimentada ajena a la experiencia existencial de los educandos donde aparece como su agente indiscutible cuya tarea es llenar a los educandos con los contenidos de su narración. Estos deben memorizar mecánicamente el contenido narrado y cuanto más y mejor se dejen llenar dócilmente, tanto mejor educados serán. Tal es la concepción “bancaria” de la educación donde el saber es una donación de aquéllos que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes. Estas posiciones serán siempre rígidas negando a la educación y al conocimiento como procesos de búsqueda.

Al contrario, Freire propone que la educación debe comenzar por la superación de la contradicción educador-educando, de manera tal que ambos se hagan, simultáneamente, educadores y educandos. Cuanto más se conviertan los educandos en depósitos, tanto menos desarrollarán la conciencia crítica de la que resultaría su inserción en el mundo como sujetos transformadores de la situación que los oprime, que es lo que pretenden evitar los opresores.

La acción del educador revolucionario debe estar imbuida de una profunda creencia en los hombres y su poder creador, lo cual exige en su relación con los educandos que sea un compañero de éstos. Mientras la concepción “bancaria” que sirve a la dominación, mantiene la contradicción educador-educandos.

La pedagogía crítica se propone convertir la educación en una herramienta al servicio del cambio y la transformación de las sociedades latinoamericanas. En esto consiste la educación popular que desarrolló Paulo Freire. El sujeto oprimido no solo debe liberarse de la opresión mediante el proceso educativo, sino promover cambios en las estructuras existentes y en las relaciones de poder. Así la pedagogía de Freire se convierte en una pedagogía crítica, liberadora y problematizadora del ámbito educativo y social y ofrece una propuesta revolucionaria en tanto el sujeto educando, mediante su participación, se convierte en actor indispensable al redimensionar la realidad social que le es propia. La responsabilidad, percepción, comprensión y conocimiento de la realidad se convierten en un hecho compartido, no obstante, como sostiene Freire: “Esta enseñanza y este aprendizaje tienen que partir, sin embargo, de los ‘condenados de la tierra’, de los oprimidos, de los desarrapados del mundo y de los que con ellos realmente se solidaricen”.

Cuanto más articulada esté la práctica pedagógica con la experiencia y la vivencia de los ámbitos en que los sujetos se forman -es decir, familia, barrio, comunidad, instituciones, espacios, grupos humanos formales e informales, etc.-, mayores posibilidades encontrará el reconocimiento de la identidad cultural y popular de cada individuo, grupo social o comunidad.

En ello juegan un papel fundamental los métodos educativos que rescaten y revaloricen las tradiciones populares y culturales de los educandos, en estrecho vínculo con las prácticas culturales que garantizan el proceso de formación e integración de sus identidades culturales.

El proceso educativo no solo debe consolidar un espacio de aprendizaje cognoscitivo, sino que debe propiciar una experiencia cultural, política, ideológica, estética y ética, en la que los sujetos puedan percibir, problematizar, re-significar y transformar críticamente su realidad social. Desde la articulación de los saberes con las prácticas y vivencias culturales, desde la cotidianidad y los diferentes ámbitos de socialización en los que educando/educador participan, se aportará un aprendizaje diverso y comprometido con las problemáticas y realidades de sus espacios sociales.

La mayoría entiende que la Educación Popular se define por el público hacia el cual va dirigido el esfuerzo educativo, que con tal de ser realizado al interior de los sectores populares corresponde a la Educación Popular. Evidentemente, esta conceptualización tan amplia no es suficiente. Aunque va dirigida hacia los sectores populares, tiene proyectos estructurados en base a un profundo cuestionamiento al sistema educativo tradicional en cuanto estructura reproductora de las desigualdades sociales. Dentro de esta corriente, el cuestionamiento radical apunta a la jerarquía del conocimiento en el sistema formal de educación, a la forma en que éste se aborda en la relación asimétrica entre “el que sabe” y el que “carece” de dicho conocimiento. El esfuerzo educativo se centra en una modificación de la forma en la que se estructuran las clases, colocando el énfasis en la horizontalidad y la desaparición del educador en la figura de un acompañante. Aunque debemos alertar sobre la concepción que pone énfasis en la forma desdibujando la intencionalidad transformadora que debe poseer todo proyecto de Educación Popular. Muchas veces se oculta la evidente asimetría existente entre quienes dominan determinados conocimientos y quienes los desconocen. El extremo son quienes no conducen ni guían, inspirados en definiciones de un Paulo Freire tardío, de Educar con Libertad, por ejemplo, o en posicionamientos teóricos posmodernos.

Entendemos que la Educación Popular es todo proceso educativo intencionado y orientado hacia el campo popular, que tiene por finalidad elevar la conciencia social a un plano político, desde una mirada radicalmente crítica del orden de dominación imperante, y con una perspectiva transformadora revolucionaria de la sociedad.  

¿Por qué una fábrica recuperada o un movimiento social han decidido construir sus propias escuelas?  

El surgimiento de los Bachilleratos Populares (BP) se presenta como una opción educativa en el campo de la educación de jóvenes y adultos, campo totalmente abandonado por las políticas públicas estatales de las últimas décadas en Argentina.

La creación de escuelas desde el campo de lo popular, gestionadas en y desde los movimientos sociales y fábricas recuperadas propone una alternativa pedagógica que rompa con la lógica piramidal y el discurso monolítico de la escuela estatal. A su vez pone en debate la existencia de lo público no estatal, ya que los BP son experiencias educativas, es decir, escuelas públicas populares, no estatales, gestionadas desde movimientos, organizaciones sociales y fábricas recuperadas.

Los BP se constituyen durante la última década y media como reacción y en oposición al modelo neoliberal, como respuesta al abandono por parte del Estado en el campo de la educación de jóvenes y adultos. Sus protagonistas buscan generar nuevos procesos sociales, que tienen como base la democracia y la participación. Desde estas experiencias sostienen una concepción de escuelas como organizaciones sociales, remarcando una nueva forma de desarrollar estas escuelas, pensadas desde la gestión social y enmarcadas en movimientos y organizaciones sociales que tienen como uno de sus objetivos la transformación social y la educación en clave de educación popular, como una de las herramientas para lograrla.

La idea de toda actividad educativa es política, por más pretensión que haya de una educación única, neutra y universal, no existe práctica pedagógica que no sea a su vez una práctica política. La escuela es un ámbito donde se desarrolla un trabajo político pedagógico que parte de una práctica política pedagógica.

Los BP responden a las formas y a los principios políticos de su movimiento y organización y no a normas, reglamentos y estatutos elaborados desde el Estado . A su vez, van generando formas de funcionamiento propias como bachillerato, a partir del trabajo que tienen en asambleas con docentes y estudiantes que se realizan en el horario de clase y en días rotativos para que puedan participar todos los profesores. Las asambleas de profesores también se realizan mensualmente.

Una primera diferencia que podemos establecer entre la propuesta político-pedagógica de los BP en relación a la escuela tradicional, es que ésta funciona en el Estado o desde el ámbito privado y los BP son escuelas gestionadas desde organizaciones y movimientos sociales y no obedecen a los patrones políticos pedagógicos hegemónicos sino que intentan construir un proyecto propio, teniendo en cuenta los objetivos de la organización . No significa que los BP se conviertan en asistencialistas o paternalistas. Quienes llevan adelante esta tarea educativa parten de reconocer la situación de clase de los y las educandos. Es a partir de este reconocimiento y de este reconocerse que se trabaja desde una educación clasista, que no reproduzca las injusticias sociales sino que sea crítica, transformadora y reveladora de las relaciones de opresión. Cada estudiante, docente o integrante de los BP y del movimiento, son fundamentales para lograr el proyecto político pedagógico que se construye.

No creemos que sean la respuesta al capitalismo, ni la alternativa pedagógica por excelencia, pero entendemos que es necesario construir proyectos políticos pedagógicos que apunten a formar sujetos políticos activos para el campo popular. En este sentido, los BP tiene lógicas diferentes no solo desde sus contenidos y objetivos, sino también desde sus prácticas y formas de organización.

En los BP trabajamos con sectores de la clase trabajadora para los que el Estado tiene destinada una educación de baja calidad. En el sistema educativo argentino existe una diferenciación clasista. Desde la reforma educativa de la década del 90 hasta hoy, la avanzada del capital sobre la educación ha sido feroz. La reforma educativa menemista siguió la concepción neoliberal de entender el presupuesto del Estado en educación como un gasto y parándose en el concepto progresista de descentralización educativa, inició el desmantelamiento más profundo que el sistema educativo argentino haya visto jamás. La educación pasó de ser una necesidad a ser un gasto y de ser un derecho a ser un bien de consumo. Por otro lado, los empresarios aprovecharon los agujeros que iba dejando el Estado para acercar a la sociedad sus ofertas educativas financiadas por el propio Estado mediante subsidios. Las escuelas públicas quedaron para los sectores populares, los hijos de la clase trabajadora y algún sector de la clase media y la escuela privada destinada a los sectores medios y más acomodados de la sociedad.

Los BP se presentan como una posibilidad concreta de dar educación de calidad a estos sectores de clase para los que el Estado reserva una educación de bajísimo nivel. Trabajan con jóvenes y adultos expulsados del sistema educativo tradicional.

En todos los BP hay talleres culturales, de oficio, comunicacionales, dentro de la currícula, pero la diferencia no es solo de contenido, los estudiantes también son participantes activos formando parte central en la toma de decisiones en igualdad de posibilidades con los docentes. Vamos reevaluando los programas en forma conjunta, por lo tanto, los estudiantes también definen la didáctica participativamente y no de manera normativa. Somos los docentes quienes ejecutamos y diseñamos el planeamiento de manera colectiva, pero al mismo tiempo lo vamos poniendo a consideración de los estudiantes. Las asambleas, las discusiones, los talleres de formación y los planes de lucha de los que participamos siguen siendo el motor de nuestras experiencias y son parte de nuestra currícula. Entendemos que educar es un acto político y tomamos partido a favor de los intereses históricos del pueblo trabajador. Somos la contracara de la educación privada empresarial que forma un sujeto individualista, aislado de las luchas populares e incapaz de pensarse colectivamente. También ponemos en cuestionamiento la supuesta neutralidad del Estado y de la educación estatal/pública.

Esto no implica desconocer la discusión en torno a la defensa de la asignación de cargos docentes vía acto público, mecanismo que democratiza el acceso al trabajo, pero que no impide que los contenidos políticos e ideológicos de la educación y las decisiones estratégicas las sigan tomando las clases dominantes por medio de sus funcionarios. Intentamos poner de relieve que el Estado es un Estado de clase, y que si bien debe ser el garante de la educación, las organizaciones populares debemos conservar nuestra autonomía política a la hora de desarrollar nuestras experiencias político-pedagógicas.

Creemos que para constituir una Educación Popular, es el Estado quien debe financiar los espacios educativos, mediante un financiamiento directo, que garantice la cobertura de todos los gastos tanto materiales como pedagógicos (salarios, alimentación, infraestructura, libros, computadoras, insumos educativos y servicios como agua, luz, gas, etc.). Los recursos estatales son nuestros, por tanto, tenemos derecho a autogestionar la educación y ser financiados con los recursos que legítimamente nos pertenecen.

Debemos lograr que el trabajo docente no sea realizado únicamente en nuestro tiempo libre sino que sea parte de la producción social, el lugar donde recibimos nuestros ingresos para vivir, permitiendo la sustentabilidad del proyecto de educación transformadora. Planteamos la autogestión como un proceso de autonomía de los trabajadores de la educación, en el que somos los trabajadores en conjunto con la comunidad educativa, quienes gestionamos las escuelas, logrando reproducir nuestra existencia.

Renunciamos a ver al Estado como única fuente de soluciones a la educación, por el contrario, podemos utilizar recursos del Estado para administrarlos y en proyectos político-pedagógicos que construyan relaciones cooperativas, autogestivas y emancipatorias.

El desarrollo de la Educación Popular debiera apoyarse fundamentalmente en los movimientos sociales, pueblo organizado o sociedad civil.

Uno de los problemas más graves que atraviesan las escuelas estatales es la relación con la comunidad, en este plano, al estar insertos en organizaciones barriales, los BP y la comunidad están unidos por lazos estrechos de solidaridad y pertenencia mutua.

Autor: Mario Hernández

 

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Brasil: Escuela de formación de formadorxs en educación popular «Dora Barrancos» (CEIPH)

Dirigido a movimientos y organizaciones sociales, docentes, sindicatos, educadorxs populares de todo el país.

Duración: 1 año

Ejes de trabajo:

-Educación popular

-Movimientos sociales

-Feminismo

-Teatro de las personas oprimidas

-Extractivismo

-Bachilleratos populares

-Pedagogía crítica

-Educación de adultos

Comienza en abril. Cupos limitados

informe de inscripción: escuelaceiph@hotmail.com

 

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