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La lucha por los sentidos del derecho a la educación

Por: Camila Croso

Más allá de los falsos consensos

ivimos una disputa intensa sobre los sentidos, valores y prácticas de la educación. Siendo una actividad inherentemente política, la educación no puede ser inmune o indiferente a los conflictos que se plantean acerca de sus funciones y de los fundamentos que la definen como derecho humano. Aunque ciertas nociones parecen tener aceptación universal (la “calidad educativa”, la “universalización de la escuela”, la “mejora de las prácticas docentes” o la necesidad de “evaluar” los sistemas escolares), todas encierran un profundo debate, intensas controversias y, muchas veces, multitudinarias movilizaciones acerca de los significados y facultades que corresponden a cada una de ellas. Lejos del consenso y de la unanimidad, la orientación que asume la práctica educativa y la promoción del derecho a la educación, se ha vuelto un campo de batalla cuyo resultado es hoy incierto y preocupante. La defensa y la transformación democrática de la escuela pública está en juego.

El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, en su Observación General Nº 11, afirma que la educación “se ha clasificado de distinta manera como derecho económico, derecho social y derecho cultural. [Pero ella] es todos esos derechos al mismo tiempo. También es un derecho civil y un derecho político, ya que se sitúa en el centro de la realización plena y eficaz de esos derechos. A este respecto, el derecho a la educación es el epítome de la indivisibilidad y la interdependencia de todos los derechos humanos”.

Durante los últimos años, los debates que tuvieron lugar alrededor de la definición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular del Objetivo 4 dedicado a la educación, así como de la definición del Marco de Acción de la Agenda de Educación 2030, ambos adoptados en el 2015, pusieron de relieve un conjunto de querellas y disensos que antecedían a esas negociaciones.

En efecto, la Estrategia Sectorial de Educación 2020 del Banco Mundial lanzada poco antes del inicio de las negociaciones sobre los ODS, ya daba pistas sobre las grandes disputas que marcarían la agenda del debate educativo durante los años siguientes. El documento Aprendizaje para Todos, publicados en el 2011, sostenía que el foco central de los sistemas educativos debía ser el aprendizaje de algunas habilidades y particularmente la medición de estos aprendizajes, tomando como base pruebas estandarizadas internacionales y como horizonte el crecimiento económico.

El desplazamiento semántico de Educación para Todos (estrategia liderada por la UNESCO junto a otras agencias del sistema de Naciones Unidas desde 1990) hacia Aprendizaje para Todos, subrayaba así una disputa de liderazgo y de paradigma por parte del Banco Mundial y sus aliados. Aunque es innegable que aprender resulta fundamental y es una de las condiciones ineludibles para que la educación sea un derecho efectivo, el énfasis sobre las pruebas estandarizadas y la medición de algunos resultados específicos, comenzó a distanciarse del debate, la fundamentación y los propósitos enunciados históricamente por la UNESCO y establecidos por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas.

Dos años después del lanzamiento del documento sectorial del Banco Mundial, tuvo lugar el Encuentro Global sobre la Consulta Temática de Educación en la Agenda de Desarrollo Post 2015, que presentó como planteamiento central la redefinición del eje político asumido por las naciones en el documento del Banco Munidal, Aprendizaje para Todos. ¿Coincidencia? Parecería que no. En este contexto, se redobló el esfuerzo de algunas agencias internacionales, gracias también a la presión de algunos de los países más desarrollados, en que las metas del ODS 4, dedicado a la educación, deberían girar alrededor de los resultados mensurables de aprendizaje en lectoescritura y matemática. Las pruebas estandarizadas internacionales ganaron así un relieve central. La argumentación que fundamentaba ese conjunto de planteamientos dialogaba directamente con los principios de la Estrategia Sectorial del Banco Mundial. Por otra parte, dicho Encuentro Global puso de relevancia la configuración de un significativo campo de poder constituido por el Banco Mundial, otras organizaciones multilaterales, los gobiernos de algunas poderosas naciones y un reducido número de think tanksconservadores que se alineaban de manera cada vez más articulada alrededor de una concepción economicista y reduccionista de la educación. Los principios rectores que volvieron a ganar fuerza (o quizás nunca la perdieron) fueron: aprender para actuar competitivamente en el mercado y medir aprendizajes para determinar el grado de ajuste entre el sistema educativo y el desarrollo económico.

Vale destacar que, a diferencia de otros momentos en que estos principios también quisieron ser impuestos por algunas agencias internacionales, la definición de la nueva agenda se establecía con reiteradas referencias a la importancia de defender el derecho de todos a una educación de calidad. Una acción que puso de relieve que, además de la recurrente disputa acerca de los significados de la “calidad” educativa, un ahora complejo debate acerca de los significados del “derecho a la educación”. ¿Derecho para quién o para quiénes? ¿Diferentes calidades de derecho para diferentes calidades de educación? ¿Diferentes calidades de derecho para diferentes “calidades” de personas o de naciones?

El debate sobre el futuro de la educación como derecho humano, ganó así relevancia en el contexto más amplio del debate acerca de los sentidos del denominado “desarrollo sostenible”. La propuesta del Banco Mundial, asumida como guía orientadora por numerosas naciones y organismos internacionales, al poner los sistemas educativos al servicio del crecimiento económico, no sólo trajo implicaciones profundamente regresivas en los contenidos, valores, prácticas y relaciones de las prácticas educativas, sino que planteó una perspectiva que aspiraba a contrarrestar los grandes avances democráticos y éticos que exponían los debates y controversias acerca de los nuevos Objetivos del Desarrollo Sostenible. La perspectiva del Banco Mundial pretende consolidar un modelo de desarrollo educativo, económico y social que profundiza las brechas e injusticias generadas por un mundo cada más desigual. Una perspectiva que despolitiza el derecho a la educación y transforma a las pruebas y los resultados de aprendizajes estandarizados en el epítome de la calidad educativa.

El interés del Banco Mundial en la educación reducida a un sistema de medición de aprendizajes no parece ser sólo un distorsión tecnocrática, meritocrática o economicista. El organismo posee relación directa con algunas de las grandes corporaciones internacionales que actúan en el campo educativo. En la Estrategia Sectorial 2020 del Banco Mundial, por ejemplo, se afirma que “para ayudar la capacidad de entrega de educación de calidad por parte del sector privado, laCorporación Financiera Internacional creó un departamento específico para financiar proveedores de educación privada, y en el 2004, asumió el sector educativo como uno de sus pilares estratégicos”. Asimismo, el hecho de que la educación sea parte de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), como el GATS y el TISA, en donde las corporaciones tienen poder por encima de los Estados, pone una vez más de relieve el imperativo del lucro, a la vez que pone en jaque el rol ciudadano en el seno de democracias activas y participativas.

Niña trabajadora guatemalteca.
Niña trabajadora guatemalteca. ASIER VERA SANTAMARÍA

Como ya se han destacado diversos analistas, los sistemas educativos centrados en los resultados de pruebas estandarizadas promueven competencia e individualización, contraponiéndose a la noción de colaboración, solidaridad, colectividad y bien común, actuando al mismo tiempo como factores que debilitan, fragmentan y desarticulan la acción de sujetos colectivos como son los sindicatos docentes y las organizaciones estudiantiles. Estas perspectivas desvalorizan y deslegitiman un enorme conjunto de saberes y alejan la cultura, el deporte y las artes de la educación; desconocen las condiciones y los procesos de enseñanza-aprendizaje, ignorando todos los valores, conocimientos y posturas que desde ahí se desprenden, pasando por encima de cualquier reflexión o cuestionamiento sobre el status quo de nuestro mundo, el medio ambiente y las relaciones económicas, sociales y políticas; homogeneizan los saberes sometidos a prueba, y con eso los estudiantes y los docentes, quitándoles la autonomía pedagógica, deconstruyendo el pensamiento crítico, la capacidad de crear, imaginar, discordar y debatir; retirando y poniendo bajo sospecha el placer, la alegría y el disfrute de la educación, mientras se introducen altísimos niveles de presión y un mal estar que puede llegar a niveles extremos de infelicidad, anomia o frustración.

El Comité de los Derechos del Niño, en su Observación General Nº 1, del 2001, hace señalamientos de gran relevancia sobre la necesidad de poner en marcha una educación coherente con los propósitos señalados en los marcos de derechos humanos. Afirma, por ejemplo, que “los valores que se inculcan en el proceso educativo deben consolidar los esfuerzos destinados a promover el disfrute de otros derechos. En esto se incluyen no sólo los elementos integrantes del plan de estudios, sino también los procesos de enseñanza, los métodos pedagógicos y el marco en el que se imparte la educación”. Señala también que “los conocimientos básicos no se limitan a la alfabetización y a la aritmética elemental sino que comprenden también la preparación para la vida activa, por ejemplo, la capacidad de adoptar decisiones ponderadas; resolver conflictos de forma no violenta; llevar una vida sana, tener relaciones sociales satisfactorias y asumir responsabilidades, desarrollar el sentido crítico, dotes creativas y otras aptitudes que den a los niños (y niñas) las herramientas necesarias para llevar adelante sus opciones vitales”. Apunta además hacia la importancia de una educación para el medio ambiente, subrayando que “el respeto del medio ambiente ha de enseñarse en el hogar, en la escuela y en la comunidad y hacerse extensivo a problemas nacionales e internacionales”.

El Comité “insiste en la necesidad de un planteamiento holístico de la educación que garantice que las oportunidades educativas disponibles reflejen un equilibrio satisfactorio entre la promoción de los aspectos físicos, mentales, espirituales y emocionales” e insiste que “debe hacerse hincapié en que el tipo de enseñanza que se concentra fundamentalmente en la acumulación de conocimientos, que estimula la competencia e impone los niños (y las niñas) una carga excesiva de trabajo puede ser un grave impedimento para (su) desarrollo armonioso hasta realizar todo el potencial de sus capacidades y aptitudes. La educación debe ser favorable a los niños (y niñas) y debe inspirar y motivar a cada uno de ellos (y ellas). Las escuelas deben fomentar un clima humano y permitir a los niños (y a las niñas) que se desarrollen según la evolución de sus capacidades”.

Con respecto a procesos de evaluación, el Comité recuerda que debe estar al servicio y para garantizar el respeto de los sujetos educativos, contando con su amplia participación. En ese sentido, reconoce “la importancia de los estudios que puedan brindar una oportunidad para evaluar los progresos realizados, basados en el análisis de las ideas de todos los participantes en el proceso, inclusive de los niños (y niñas) que asisten ahora a la escuela o que ya han terminado su escolaridad, de los maestros y los dirigentes juveniles, de los padres y de los supervisores y administradores en la esfera de la educación”.

Las negociaciones sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Marco de Acción de la Educación 2030 apuntó finalmente hacia un horizonte bastante más promisorio que aquél que se dibujaba en el 2013, bajo las presiones del Banco Mundial y sus aliados. Los Objetivos y agenda de la Educación 2030 no se estructuraron alrededor de la búsqueda de resultados mensurables de aprendizaje y de sus sistemas de pruebas internacionales, sino de una perspectiva bastante articulada y en sintonía con un enfoque de derechos humanos, entendidos como principios universales, indivisibles, interdependientes y relacionados entre sí. En ese sentido, el ODS 4 adoptado por las Naciones Unidas se propone “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Asimismo, lejos de un enfoque basado solamente en el resultado de aprendizajes mensurables de matemática y lectoescritura, las 7 metas y los 3 medios de implementación aprobados por la ONU refuerzan el derecho a la educación a lo largo de toda la vida, aspiran a garantizar 12 años de educación gratuita, destacan la importancia de valorizar la profesión docente, la educación para la ciudadanía, el medio ambiente y los derechos humanos. Además, subrayan la importancia de garantizar condiciones dignas de infraestructura e inversión pública, entre otros aspectos.

Niño trabajador.
Niño trabajador. SOFÍA MORO

Por más promisoria que sea la conclusión de las negociaciones de los ODS y delMarco de Acción de la Educación 2030, esta también refleja las tensiones y disputas que precedieron su aprobación. Tensiones y disputas que continúan y se han vuelto cada vez más intensas no sólo a nivel internacional, sino también a nivel local, en las acciones de gobiernos conservadores que se han multiplicado tanto en el Norte como en el Sur, de la acción de parlamentos y sistemas judiciales dominados por grupos de poder y por élites políticas reactivas a la ampliación de la democracia y los derechos humanos, de una sistemática reducción de la cooperación internacional destinada a promover la educación como un derecho ciudadano, así como la acción de algunos poderosos medios de comunicación que silencian o desfiguran los debates y las controversias en curso, reduciendo la educación a un mero sistema de capacitación, ajuste y disciplinamento a las necesidades de un mercado injusto, excluyente y desigual.

El desafío de afirmar los derechos humanos y de construir democracias activas y participativas no puede perder impulso. Los Objetivos del Desarrollo Sostenible y la agenda de la Educación 2030, así como las Metas Educativas 2021, nos ofrecen un marco de gran valor doctrinario y operativo. Fortalecer el espacio público es una de las condiciones imprescindibles para resistir a los embates que se ciernen sobre los principios que fundamentan una ética ciudadana que supera el individualismo posesivo y apuesta a la construcción de la igualdad, la justicia social y el bien común. El derecho humano a una educación de calidad tiene mucho que ver con estas luchas. Su ampliación, nos ayudará a construir sociedades donde la dignidad y el bienestar de todos los seres humanos se imponga a los intereses de unas élites económicas y políticas que siempre han lucrado y se han beneficiado con la injusticia y la desigualdad.

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México, segundo lugar latinoamericano en excluir a jóvenes de la educación superior

América del Norte/México/20 Mayo 2017/Fuente: Arena pública

Acceder a educación universitaria es un privilegio que tiene menos del 10% de los habitantes del país, mientras que en otras naciones de América Latina es cercano al 50%, según un informe del Banco Mundial.

Solo en Guatemala un joven latinoamericano tiene menos oportunidades de ingresar a una institución superior que en México.

La tasa de matrícula, el porcentaje de población de entre 18 y 24 años que puede acceder a educación universitaria, es menor a 30%, establece un estudio del Banco Mundial.

En otros países de la región como Argentina, Chile y Uruguay este indicador se acerca al 50%, mientras que México únicamente supera a Guatemala, donde solo 9 de cada 100 jóvenes acceden a la educación superior, según lo indica el documento Momento decisivo: la educación superior en América Latina y el Caribe, del organismo internacional.

En 13 años, la tasa de matrícula en nuestro país subió menos de 10 puntos porcentuales al pasar de 21% a 28% entre el año 2000 y el 2013, mientras que en otras naciones como Chile, Bolivia, Colombia y Perú el incremento fue mayor a 20 puntos porcentuales.

Tasa de matrícula entre los años 2000 y 2013. Fuente: Banco Mundial.

Nuestro país tampoco lleva el liderazgo en cantidad de estudiantes universitarios que acuden a instituciones públicas. En Uruguay, Panamá, Bolivia, Argentina y Honduras hay un mayor porcentaje de alumnos en universidades de gobierno que en México, donde 7 de cada 10 estudiantes acuden a instituciones públicas.

“En México la ausencia de una política de Estado para la educación superior ha favorecido un crecimiento sin precedentes de la educación superior privada”, consideró el sociólogo y especialista en temas educativos de la UNAM, Axel Didriksson, en un libro publicado el año pasado.

Porcentaje de alumnos que van a instituciones públicas y privadas en 2000 y 2013. Fuente: Banco Mundial.

Por si fuera poco, México tampoco se destaca por promover la igualdad de género en el acceso a la educación universitaria. Menos de la mitad de los alumnos de nivel superior son mujeres.

En la mayoría de los países latinoamericanos, el porcentaje es mayor al 50%.

Porcentaje de alumnos universitarios que son mujeres en 2000 y 2013. Fuente: Banco Mundial.

La buena noticia es que, México es de los pocos países de la región que tiene una tasa de deserción, es decir, alumnos que inician una carrera y la abandonan por diversos motivos, similar a la de Estados Unidos.

“En promedio, alrededor de la mitad de la población de 25 a 29 años que comenzaron la educación superior en algún momento no finalizaron sus estudios. Sólo en México y Perú la tasa de graduación está cerca de la estadounidense (del 65%)”, indica el documento del Banco Mundial.

Otro dato que muestra un avance es que ahora más jóvenes de bajos ingresos pueden acceder a la educación superior con respecto a lo que ocurría a principios del siglo.

Cada vez hay más oportunidades de ingresar a la educación superior para los sectores más desafavorecidos.

En el 2000, solo 6% de la población con menos ingresos del país accedía a la educación superior, en el 2013, aumentó a 13%, se duplicó.

También destaca el acceso de la educación de la población indígena.

“El acceso de la población indígena a la educación superior no ha cambiado desde el 2000. En Perú y México, los países con mayor participación, los estudiantes indígenas representaron el 22% y 17%, respectivamente, en 2013”, añade el informe.

¿Y al salir, qué pasa?

Aunque terminar una carrera universitaria en México sí representa una oportunidad para tener mejores ingresos, tener el título es 24% menos redituable que hace 17 años, según el informe del Banco Mundial.

En el año 2000, una persona con estudios superiores ganaba, en promedio, 112% más que alguien que no pasó por la universidad. 15 años después la diferencia ente los ingresos de uno y otro es de 85%.

De esta forma México ocupa la séptima posición de los países de Latinoamérica en los que es más rentable estudiar una carrera. Sin embargo, hay que destacar que supera a naciones como Argentina, Venezuela, Uruguay, Perú, Bolivia y Ecuador.

En nuestro país es necesario acercar las necesidades productivas con la oferta laboral, consideró el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, durante  la presentación del informe.

“Se deben impulsar carreras que puedan ser fuente de desarrollo económico y personal para nuestros jóvenes. Los empresarios estamos seguros que será posible superar los desafíos que enfrenta la nación, siempre y cuando todos hagan lo que nos corresponde”, explicó.

Tipo de profesionistes que se están forman en las universidades. Fuente: Banco Mundial.

En México 66% de los graduados universitarios son en áreas de ingeniería, industria, construcción, administración de empresas, derecho y ciencias sociales. El promedio en América Latina es de 55% y en Estados Unidos, de 39% para estas carreras.

Fuente: http://arenapublica.com/articulo/2017/05/18/5764

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Informe: Momento decisivo: La educación superior en América Latina y el Caribe.

20 Mayo 2017/Banco Mundial 

El número de estudiantes de programas de educación superior prácticamente se duplicó en América Latina y el Caribe (ALC) en la última década. Pero dado que apenas la mitad de ellos se gradúan a tiempo, aún queda mucho por hacer en términos de eficiencia y calidad, de acuerdo a un nuevo informe del Banco Mundial publicado hoy: Momento decisivo: La educación superior en América Latina y el Caribe.

“La educación superior es clave para incentivar el crecimiento y reducir la pobreza y la desigualdad”, dijo el Vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Jorge Familiar. “Para asegurar la igualdad de oportunidades, la región debe mejorar la calidad de su educación y brindarles a sus estudiantes una mejor información respecto a programas, incentivos adecuados y opciones de financiamiento, así como generar nexos con el mercado de trabajo. También se debe optimizar la normativa que regula a las instituciones de educación superior para mejorar su rendición de cuentas respecto a los servicios que prestan”.

Una buena educación juega un papel importante al momento de mejorar las perspectivas de ingreso. Específicamente, el informe encuentra que en promedio para ALC, un estudiante con título de educación superior percibirá más del doble que un estudiante con un diploma de secundaria.

El porcentaje de individios, entre los 18 y 24 años de edad, inscritos en educación superior en ALC creció de 21 por ciento en 2000 a 40 por ciento en 2010. Si bien la desigualdad en el acceso aún abunda, se han registrado avances considerables, en particular entre grupos de ingreso bajo y medio. En promedio, el 50 por ciento más pobre de la población representaba el 16 por ciento de los alumnos de educación superior en 2000, pero esa cifra creció a alrededor de 25 por ciento en 2013.

Al mismo tiempo, alrededor de un cuarto de las instituciones de educación superior (IES) que existen hoy abrieron sus puertas en ese mismo período —muchas del sector privado— elevando la cuota de mercado de las IES privadas de 43 a 50 por ciento entre comienzos de la década de 2000 y 2013. De todas maneras, la región apenas posee unas diez de las 500 mejores IES del mundo, un número solo superior al de África.

“Hemos visto una gran expansión en el número de instituciones de educación superior y en la tasa de inscripción, especialmente entre alumnos de bajos recursos”, dijo la autora principal del informe, la economista sénior del Banco Mundial María Marta Ferreyra. “Sin embargo, los resultados están por debajo de su potencial, apenas la mitad de los estudiantes que ingresan a la educación superior obtiene su título entre los 25 y 29 años de edad, ya sea porque continúan estudiando o porque abandonaron los estudios”.

Algunas de las causas de la elevada tasa de abandono incluyen la falta de preparación académica, debida en parte a la educación de baja calidad que reciben en la escuela secundaria, y la falta de medios económicos entre alumnos de escasos recursos. También puede deberse a la larga duración de algunos de los programas así como la falta de flexibilidad para cambiar de carrera —asuntos que son de particular importancia hoy en día dado que hay más personas que nunca cambiando de trabajo y carrera a lo largo de sus vidas—.

Entre las políticas que pueden ayudar a resolver algunos de estos problemas se incluyen:

  • Generar y divulgar información sobre el desempeño de instituciones y programas para que los alumnos puedan tomar decisiones fundamentadas.
  • Diseñar mejores sistemas de financiamiento que incentiven la obtención de buenos resultados por parte de instituciones y estudiantes; eliminar obstáculos financieros al acceso a la educación superior a través de instrumentos como becas, becas de manutención y préstamos estudiantiles.
  • Ayudar a los alumnos a insertarse en el mercado laboral.
  • Mejorar la supervisión y la normativa para asegurarse que las instituciones rindan cuenta de sus servicios.

De todos modos, el informe concluye que la formación de capital humano calificado no es suficiente para elevar la productividad, el crecimiento y la equidad. También debe existir un entorno en donde las empresas puedan generar puestos de trabajo de calidad que a su vez hagan un uso productivo de esa fuerza laboral más capacitada.

Descargar informe aquí: https://openknowledge.worldbank.org/bitstream/handle/10986/26489/211014ovSP.pdf?sequence=5&isAllowed=y

Fuente: http://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2017/05/17/higher-education-expanding-in-latin-america-and-the-caribbean-but-falling-short-of-potential

Fuente de la imagen: http://eventos.itam.mx/sites/eventos.itam.mx/files/momento-decisivo_poster_1.

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Banco Mundial dona medio millón de dólares al Ministerio Educación dominicano

Centro América/República Dominicana/15 Abril 2017/Fuente: Metrord

El Banco Mundial (BM), donó hoy medio millón de dólares para fortalecer el sistema de información estadística del Ministerio de Educación de la República Dominicana con un proyecto cuya ejecución pondrá en su portal electrónico datos y estadísticas de las escuelas y sus distritos escolares.

El convenio fue suscrito por el representante del BM en el país, Alessandro Legrottaglie; y por el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), Isidoro Santana, en la sede de su Ministerio, informó esta cartera en un comunicado.

Tras agradecer la donación en nombre del órgano rector de la cooperación internacional, al que está adscrita la Oficina Nacional de Estadística, Santana dijo que este aporte contribuirá a organizar y robustecer la base de datos estadísticos del Ministerio de Educación, con el nivel de transparencia que demanda el país, en el marco del Gobierno Electrónico.

Por su parte, Legrottaglie afirmó que el Banco Mundial está presto siempre a contribuir a la modernización y al desarrollo de las instituciones dominicanas y a su pueblo.

Fuente: https://www.metrord.do/do/destacado/2017/04/10/banco-mundial-dona-medio-millon-dolares-ministerio-educacion-dominicano.html

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Perú: Saavedra será jefe de Educación del Banco Mundial desde abril

América del Sur/Perú/18 Marzo 2017/Fuente: El Comercio 

El ex ministro Jaime Saavedra, quien fue censurado por el Congreso, ocupará el máximo cargo en Educación en el Banco Mundial

El Banco Mundial eligió al ex ministro Jaime Saavedra, quien fue censurado por el Congreso, para asumir la jefatura en materia de Educación para todo el globo.

Según pudo conocer este Diario, Saavedra Chanduví iniciará sus funciones como Director Senior de la Práctica Global de Educación del Banco Mundial el próximo 3 de abril.

Con esta designación, el economista regresa a la mencionada institución donde trabajó por varios años como gerente y director del área de Reducción de Pobreza e Igualdad.

En diciembre pasado, Jaime Saavedra tuvo que dejar el Ministerio de Educación (Minedu) por la censura del Congreso impulsada por la bancada de Fuerza Popular.

Fuente: http://elcomercio.pe/economia/peru/jaime-saavedra-jefe-educacion-banco-mundial-desde-abril-noticia-1976651

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Perú: BM. Reforma en educación superior de Perú es fundamental para crecer

América del Sur/Perú/03 Diciembre 2016/Fuente: Andina

Se pone orden en las universidades y se prioriza al alumno, señala

El director del Banco Mundial para los países andinos, Alberto Rodríguez, destacó hoy en CADE 2016 que la reforma de la educación superior en el Perú es fundamental para crecer a niveles de 5% y ser un país competitivo en la economía mundial.

“En el tema de la educación superior, la reforma realmente acerca al país (Perú) a las mejores prácticas internacionales, la educación superior es fundamental para el crecimiento económico del país, para la innovación y la productividad”, subrayó.
Desde Paracas, donde participará en la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) 2016, señaló que la reforma de educación superior es importante, porque brinda los instrumentos para evaluar a una institución educativa, y da un sello de calidad con la acreditación.
“Creo que hay que trabajar todos juntos para que la reforma siga su camino porque más allá de las personas es el camino correcto para un país como el Perú que aspira a ser miembro de la OCDE y que quiere crecer a los niveles de 5% y ser competitivo”, afirmó.
Indicó que “hacía falta darle un orden a la educación superior” y lo que el Gobierno ha hecho con el ministro de Educación Jaime Saavedra, “es, precisamente poner a andar una reforma en la educación superior, que acerca a las prácticas de la OCDE”, donde las universidades se centran en el estudiante y no en los propietarios.
Educación básica
De otro lado, refirió que si bien el Perú empezó sus reformas educativas un poco tarde, comparado con la que empezaron México, Colombia y Chile, es un camino emprendido que no se puede cambiar.
“En el tema de la educación básica, la evaluación de maestros, todo el fortalecimiento de la infraestructura, la capacidad pedagógica y de los currículos, es un camino que ya se empezó a dar”, afirmó en RPP.
En ese sentido, indicó que próximamente se darán a conocer los resultados de la evaluación de la prueba PISA de la OCDE y espera que el Perú obtenga mejores resultados, porque las reformas educativas toman en promedio de 10 a 20 años en mostrar resultados.
“La educación es un servicio público, estás invirtiendo en los jóvenes a largo plazo”, subrayó, por lo que reiteró la necesidad de continuar con estas reformas.
Fuente: http://www.andina.com.pe/agencia/noticia-bm-reforma-educacion-superior-peru-es-fundamental-para-crecer-642918.aspx
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Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional apoyarán a Colombia durante el posconflicto

Colombia/22 septiembre 2016/Fuente: hsbnoticias.com

El Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, confirmó que la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el presidente del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, confirmaron su asistencia a la firma del acuerdo de paz entre gobierno y Farc el 26 de septiembre en Cartagena.

Desde ya, el jefe de la cartera de Hacienda indicó en el foro Diálogos para una Nueva Economía, realizado en la Institución de Educación Superior Tecnológico de Antioquia. que ambos directivos mostraron su respaldo económico al proceso.

“Este miércoles en la noche recibimos esta noticia positiva para el futuro económico del país y que nos llena de regocijo. Ese respaldo económico al posconflicto es fundamental. Quiere decir que los dos principales organismos económicos mundiales están comprometidos con la paz de Colombia”, manifestó el Ministro.

Cárdenas, además, reiteró que la paz es la mejor noticia para la economía de Colombia, pues, entre otras cosas, se avanzará más rápidamente en el pago de sus obligaciones y traerá mayores beneficios a los jóvenes colombianos, brindando más oportunidades en la educación superior.

“Vamos a poder consolidar a la educación como el sector líder en materia de recursos en Colombia. Hoy 50 de cada 100 estudiantes que terminan la educación media, dan el paso a la educación superior. Soñemos que sean 60, 70 e incluso 80 de cada 100 jóvenes que puedan ingresar a una institución de educación superior, que tengan cómo hacerlo, eso lo podremos hacer en paz”, puntualizó.

Fuente: http://hsbnoticias.com/noticias/economia/banco-mundial-y-fondo-monetario-internacional-apoyaran-col-235724

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