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CGT València convoca huelga general feminista el 8M

Por: Tercera Información

  • La Federación local de València de la Confederación General del Trabajo (CGT) ha convocado para el próximo 8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora, huelga general feminista para la provincia de València.

CGT València ha realizado el preaviso de convocatoria de huelga general feminista para el próximo 8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora, después que la plenaria de sindicatos de la federación local valenciana de la organización anarcosindicalista ratificara la decisión de la afiliación mostrada en las asambleas celebradas previamente.

La convocatoria tendrá carácter provincial y servirá según fuentes de CGT València para “hacer patente que continúa habiendo motivos suficientes para reclamar el fin de las desigualdades que  tanto en el ámbito laboral como en el económico y en el social, siguen sufriendo las mujeres y que quedan reflejadas tanto en el acceso al empleo, en la promoción profesional, la brecha salarial y las pensiones”.

Además desde la organización anarcosindicalista señalan que “las actuales políticas siguen resultando insuficientes para acabar con las violencias machistas  en todos los ámbitos de la vida, creemos que es nuestra obligación defender los intereses de la clase trabajadora ejerciendo el derecho fundamental de la huelga y haciendo un llamamiento a la movilización de toda la sociedad”.

El anuncio llega unos días después que la Asamblea feminista de València informara que en 2023 volvían a llamar a la huelga general feminista como ya hicieron en 2018 y 2019.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/28/02/2023/cgt-valencia-convoca-huelga-general-feminista-el-8m/

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España: Las profesoras universitarias pagan la maternidad con un 11% de su sueldo

Europa/España/10-12-2021/Autor: ALFONSO TORICES/Fuente: www.elcomercio.es

La crianza y los cuidados lastran su carrera investigadora en la treintena, lo que repercute en menos remuneración y ascensos que sus compañeros.

La maternidad, pero sobre todo la ulterior crianza y los cuidados familiares, tareas que siguen asumiendo de forma mayoritaria las mujeres por el reparto de roles machista, les cuestan mucho dinero y sacrificar buena parte de su carrera profesional a las más de 50.000 profesoras universitarias españolas.

No es una especulación. Es la conclusión de un estudio monográfico impulsado por la conferencia de rectores (CRUE) y el Ministerio de Universidades, destinado a determinar si en los campus hay brecha salarial de género, cuál es su dimensión, a quién afecta y cómo se produce.

La brecha salarial, por supuesto, existe. De media, una docente universitaria española cobra un 11% menos de sueldo bruto al año que sus homólogos masculinos, detalla el trabajo coordinado por Pilar Carrasquer y elaborado por las investigadoras Matilde Massó y Montserrat Golías. Las áreas de conocimiento en las que la brecha es mayor, superior al 15%, son Ciencias, Artes y Humanidades y Ciencias de la Salud. Pese a la relevancia del porcentaje, el desfase remunerativo de género en los campus es inferior al de otros sectores productivos, ya que la media española está sobre el 19%, con unos 5.000 euros menos al año de ingresos por ser mujer.

La explicación de esta discriminación no está en el salario base universitario, que es prácticamente idéntico para ambos sexos, sino en los complementos de cada nómina, donde el desfase de género escala hasta el 17%.

El estudio de los complementos y de las remuneraciones por edades dejan clara la génesis de la brecha. Los docentes universitarios comienzan su trabajo sin apenas diferencias de sueldo (un máximo de un 1%), pero con la llegada a la treintena (de 29 a 39 años) el desfase salarial llega al máximo, para pasados los 40 ir disminuyendo, hasta no sobrepasar un 3%. Lo que ocurre en esa década es que la profesora media gana mucho menos, algunas pierden su empleo por el camino y demasiadas ven como progresan menos que sus compañeros.

La sima fundamental está en el complemento por participación y liderazgo en proyectos de investigación. Las mujeres cobran un 41% menos de media por este capítulo. La razón es que su capacidad para integrarse en grupos de investigación es menor a esa edad, sobre la treintena, porque sacrifican parte de su jornada laboral anual en ser madres, criar a los hijos y apoyar o cuidar a otros miembros de la familia.

No solo les genera un agujero económico. También sufren una ralentización e incluso un parón en su carrera profesional. No investigar lo suficiente repercute en una menor productividad científica, lo que hace que después cobren un 26% menos por sexenios de investigación, y que unos méritos académicos menores lastren su progresión a categorías laborales más estables, altas y con mejores salarios.

El círculo vicioso se remata con la también baja remuneración femenina por complemento específico. Cobran de media un 19% menos que sus compañeros de facultad. Es el complemento que se recibe por estar en escalas laborales altas, como catedrático o similar. Los obstáculos culturales y sociales hacen que una minoría de universitarias alcancen esos puestos, pese a que inicialmente son más de la mitad de los titulados españoles en educación superior y quienes cosechan mejores notas. De todos los catedráticos del país solo el 22% son mujeres.

Roles machistas

La prevalencia de roles machistas adquiere toda su plenitud si se atiende a quienes disfrutan de permisos no retribuidos, sobre todo el permiso por responsabilidades familiares, el más vinculado a los cuidados, en el que la enorme mayoría de peticionarios son de mujeres. Cuando hombres y mujeres no solicitan estas licencias tienen unos sueldos base idénticos; no así los complementos, casi siempre condicionados por la maternidad y los cuidados. Por contra, la profesora universitaria que logra tiempo para cuidados familiares gana un 21% menos que sus homólogos, debido a un desplome del salario base, más un 28% menos si solo se atiende a los complementos.

La LOSU, la nueva Ley de Universidades que prepara el Gobierno, incluye una serie de medidas, entre ellas discriminaciones positivas, para tratar de cerrar las brechas de género. Prevé comisiones de evaluación y selección de proyectos y plazas paritarias y que a igual idoneidad se dé preferencia de asignación a la mujer. Promueve la paridad en los equipos de investigación y en los órganos colegiados, el incremento de investigadoras principales y que se implanten facilidades y compensaciones para la conciliación de la vida laboral y familiar y para caminar hacia la corresponsabilidad en los cuidados.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/maternidad-cuidados-penalizan-20211203163133-ntrc.html

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Fútbol femenil y formación universitaria

Por:

El 53.3 % de las futbolistas profesionales en la liga mexicana cuentan con al menos una licenciatura.

La semana pasada se celebró el Día internacional del Fútbol Femenino, también bajo el contexto de la recientemente disputada e histórica Copa Champions Femenil y el próximo cierre del torneo de la LIGA MX Femenil, podemos hablar de un deporte que ha crecido de una manera extraordinaria en estos últimos cinco años.

En artículos anteriores hemos hablado sobre intersecciones importantes entre el deporte, la educación física y la equidad de género. Hoy nos parece importante plantearnos la siguiente pregunta: ¿Cómo intersecta el fútbol no solo con la oportunidad de una formación universitaria, sino con qué tantos atletas aprovechan esta oportunidad? Una nota de El Economista sostiene que de las 489 jugadoras registradas en la LIGA MX Femenil en 2021, el 53.3 % cuenta con estudios de licenciatura o de posgrado.

Si bien podemos hablar de un mercado laboral más establecido en las divisiones varoniles, la relación de los atletas masculinos con una educación tradicional es mínima. El tiempo de entrenamiento para un futbolista profesional es de 4 a 6 horas diarias, esto sumado al tiempo de operaciones administrativas, el tiempo de descanso y recuperación, además de los viajes para asistir a encuentros deportivos. Con un cronograma así de saturado, un jugador profesional difícilmente podrá repartir su atención entre el fútbol y una formación académica tradicional. Este es un problema que afecta a ambas divisiones, pero su efecto tiene mucho mayor impacto en la liga femenil, en la que se exige este compromiso de las jugadoras sin empatar con una estructura de seguridad que les afiance un futuro económico aún cuando se encuentran jugando en ligas profesionales como la mexicana. Ante esta deficiencia, la educación universitaria es una necesidad básica.

La brecha salarial y su relación con la educación superior

La diferencia entre la producción de activos económicos y del fútbol masculino como negocio en comparación con el femenino no se discute, y aunque sí hay un tema crítico de dignidad humana y trato laboral justo en cómo se gestionan las divisiones femeniles, no podemos comparar los valores de producción monetaria de un aparato deportivo varonil que comenzó su proceso de profesionalización en 1863, con un hómologo femenil que no tuvo una federación propia ni un mundial hasta 1971.

Lo anterior no solo influye en la necesidad de las futbolistas para perseguir una formación universitaria y de posgrado que les procure estabilidad económica fuera de la cancha, sino el tiempo que pueden estar dentro de esta. Desde el inicio de su carrera en fuerzas básicas, las mujeres tienen que preocuparse por la formación académica y la capacitación que les conseguirá sustento tras una carrera futbolística que todavía no ofrece dividendos suficientes.

El rango de tiempo que dura la trayectoria futbolística de una mujer, en comparación con la de un hombre, también es un factor determinante. Durante la Copa Mundial Femenina disputada en Francia en 2019, el promedio de edad de las jugadoras era de 26 años, mientras que en Rusia 2018, la media se perfilaba en 27.4 años. Los jugadores masculinos tienden a quedarse más tiempo ejerciendo la profesión porque las exigencias físicas y psicológicas están más que empatadas con la compensación financiera, privilegio que muchas ligas femeninas todavía no gozan.

Esta disparidad puede leerse como un aspecto negativo del deporte, pero una perspectiva más positiva puede encontrarse al poner a la educación como activo eje en la conversación, como menciona la analista y periodista deportiva, Marion Reimers, en un reciente video sobre el perfil educativo de la liga mexicana femenil.

“Si vas a ser futbolista profesional, ten una red de contención que no únicamente tenga que ver con el dinero, no algo que te genere satisfacción, pura curiosidad intelectual y capacidad de asombro”.

Reimers agrega que el fútbol femenil tiene toda la capacidad para generar una nueva narrativa que beneficie la fibra del deporte mismo, visibilizando el valor de crear una red de contención más allá del ejercicio profesional de cualquier disciplina física, esto a través de de la formación académica, la educación continua y el aprendizaje a lo largo de la vida.

¿Piensas que la formación didáctica es importante para cualquier atleta? ¿Cómo crees que la práctica de un deporte puede mejorar la disponibilidad y seguimiento de ofertas educativas? ¿Consideras que el deporte en sí mismo tiene el potencial de ser una herramienta de aprendizaje? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/futfem-educacion-universitaria

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Día Internacional de la Mujer: el trabajo de la mujer durante la pandemia

Día Internacional de la Mujer: el trabajo de la mujer durante la pandemia

La pandemia ha tenido efectos muy diversos en diferentes generaciones, razas, naciones, sectores y géneros. Casi un año después, los datos muestran que las mujeres en el Reino Unido no han tenido más probabilidades de perder sus trabajos, pero se han visto más afectadas de muchas otras formas.

Son más de la mitad de la población, por lo que un enfoque de un día al año seguramente parecerá simbólico. Eso no significa que no valga la pena intentarlo.

Entonces, para el Día Internacional de la Mujer, echemos un vistazo a la forma en que la pandemia las ha afectado, particularmente en el lugar de trabajo. El 8 de marzo trae mucha evidencia nueva.

  • En sectores que incluyen trabajadores clave (atención médica, escuelas, atención social y supermercados), las mujeres superan en número a los hombres en 4,8 a 1,6 millones, según la Living Wage Foundation.

Sin embargo, dentro de estos sectores, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de ganar menos que el salario digno real (el salario no legal calculado sobre las necesidades básicas, a £ 9,50 por hora y más en Londres). En las escuelas, encontró que esto es cierto para el 22% de las mujeres y el 8% para los hombres. En los supermercados, es cierto para el 50% de las mujeres y el 41% de los hombres.

  • Es más probable que las mujeres propietarias de negocios hayan encontrado estresante la pandemia.

NatWest / Royal Bank of Scotland informa de su propia encuesta que encuentra que es cierto para el 71% de las mujeres de negocios y el 55% de los hombres emprendedores. La brecha es mayor cuando se les pregunta sobre las demandas empresariales que luchan con la vida familiar.

  • La publicación The Economist ejecuta un índice anual de Glass Ceiling Index en 29 países de economía desarrollada, que combina datos sobre educación superior, participación en la fuerza laboral, salario, costos de cuidado infantil, derechos de maternidad y paternidad, solicitudes de escuelas de negocios y representación en puestos de alto nivel.

Para sorpresa de nadie, el norte de Europa lo hace bien, con Suecia en la cima, seguida de Islandia, Finlandia y Noruega. Gran Bretaña ocupa el puesto 20 de 29, tres puestos más que el año pasado porque le va relativamente bien en la proporción de puestos de responsabilidad ocupados por mujeres. Estados Unidos está dos lugares más arriba.

  • Se cree que el trabajo a domicilio durante la pandemia ha llevado a mujeres con una carga de trabajo desproporcionada en el cuidado de los niños y la educación en el hogar, mientras que persisten las disparidades en las tareas del hogar.

Con los centros de cuidado infantil cerrados o restringidos a través de encierros, el Instituto de Estudios Fiscales señaló que el sector del cuidado infantil remunerado ha sido particularmente vulnerable a las dificultades financieras.

Muchas de estas empresas están dirigidas por mujeres y emplean principalmente a mujeres, y tienen márgenes muy estrechos. La caída en los ingresos corre el riesgo de que muchos quiebren por completo, con el riesgo de empeorar el acceso a servicios de cuidado infantil asequibles cuando termine la fase de crisis.

Médicos con mascarillas y escudos

  • ¿Es la brecha salarial de género importante y una de las principales prioridades en este momento? En una encuesta reciente de 1,000 británicos para Ipsos Mori y el Instituto Global para el Liderazgo de la Mujer en Londres, el 28% dijo que tiene esa urgencia.

Eso fue mucho más bajo que otras naciones de Europa occidental, con Francia en el 51%, España con el 46% e Italia con el 44%.

Pero, ¿son reales las afirmaciones sobre la brecha salarial? El estudio comparó 28 países y encontró que los británicos son más propensos que otros a estar de acuerdo en que es un problema (61% de las mujeres, 48% de los hombres).

Pero el 18% piensa que es un ejemplo de corrección política que ha ido demasiado lejos, y el 15% de los hombres encuestados piensa que los informes de los medios al respecto son «noticias falsas».

Julia Gillard, ex primera ministra australiana que preside el Instituto Global para el Liderazgo de la Mujer, comentó: «Se ha dicho que estamos en una encrucijada del coronavirus: enfrentamos una elección entre reconstruir mejor o permitir que el progreso en la igualdad de género se detenga o incluso se revierta. .

«Si queremos tener alguna posibilidad de garantizar que las mujeres no pierdan más debido a la crisis, debemos mantener este tema en un lugar destacado de la agenda».

  • ¿Cuáles son los hechos?

Esto es lo que la Biblioteca de la Cámara de los Comunes publicó la semana pasada: «El salario medio semanal de las empleadas a tiempo completo era de 543 libras esterlinas en abril de 2020. Esto se compara con las 619 libras esterlinas de los empleados masculinos a tiempo completo.

«Después de ajustar por inflación, el salario medio de las empleadas a tiempo completo fue alrededor de un 2% más alto que el nivel de 2008, mientras que el salario medio de los hombres fue un 8% más bajo».

(La mediana es la persona que se encuentra en la mitad de la población: en este caso, la mitad paga más, la mitad paga menos).

Mujer ingeniera

  • Se solía asumir que se requería fuerza muscular masculina para conducir un tren y más para palear el carbón.

Eso fue hace un tiempo, pero el sindicato ferroviario Aslef reconoce que solo el 6,5% de los conductores de trenes británicos eran mujeres en 2019.

LNER, el operador de propiedad pública de East Coast Main Line, dice que ha aumentado las solicitudes de conductores femeninos del 7% del total en 2017 al 17%, y apunta al 40% dentro de cuatro años.

  • El mes pasado, la Resolution Foundation, un grupo de expertos que se especializa en cuestiones del mercado laboral, informó sobre muchas tendencias del mercado laboral durante la pandemia.

No confirmó la expectativa de que las mujeres tienen más probabilidades de perder sus trabajos, porque es más probable que trabajen en los sectores más afectados. Eso es cierto para los jóvenes, pero no para las mujeres.

La pérdida de empleo ha sido mucho menor de lo esperado, con un 1,9% de los hombres perdiendo puestos de trabajo y un 1,1% de mujeres.

Sin embargo, un estudio sobre el encierro realizado el año pasado encontró que las mujeres tenían significativamente más probabilidades que los hombres de ser suspendidas.

Las encuestas para la Resolution Foundation durante el año pasado encontraron que no hubo una diferencia de género significativa entre la proporción de personas que fueron suspendidas, perdieron sus trabajos o perdieron su salario.

Cita una investigación de la London School of Economics que concluye que los hombres han tenido más probabilidades de enfrentar la pérdida de puestos de trabajo durante las recesiones recientes.

Debenhams

Sin embargo, existe alguna evidencia de que es menos probable que los empleadores complementen la paga por licencia, por encima del 80% proporcionado por el gobierno del Reino Unido.

El informe también señala evidencia de Public Health England de que las mujeres se enfrentan a un impacto más severo en la salud mental a través de la pandemia.

  • Close the Gap, un grupo de presión escocés sobre la desigualdad de las mujeres en el lugar de trabajo, no está de acuerdo con todos los hallazgos de la Resolution Foundation: cita una investigación publicada el año pasado que sugiere que las mujeres han sido más propensas a perder empleos a causa de esta recesión.

Una sesión informativa para los MSP antes del Día Internacional de la Mujer aumenta sus expectativas de mejoras después de las elecciones de Holyrood en mayo: «La acción sobre la desigualdad del mercado laboral de las mujeres se ha vuelto aún más crucial debido a la actual crisis de Covid-19.

«Los impactos sociales, económicos y en el mercado laboral de Covid-19 tienen el potencial de revertir los avances en materia de igualdad de género y exacerbar la desigualdad preexistente de las mujeres».

  • Una investigación de los parlamentarios sobre la respuesta del gobierno del Reino Unido a Covid encontró casos repetidos en los que las medidas de emergencia diseñadas rápidamente no habían tenido en cuenta las diferencias de género.

El Plan de apoyo a la renta de los trabajadores por cuenta propia tiene varios agujeros, que han sido controvertidos. Uno de los que ha recibido menos atención que la mayoría es que su dependencia de las declaraciones de impuestos recientes no tiene en cuenta a las que tomaron descansos por maternidad.

Salón de belleza

Señaló que «las prioridades gubernamentales para la recuperación están fuertemente condicionadas por el género. Los planes de inversión sesgados hacia sectores dominados por los hombres (‘listos para usar’, etc.) generan resultados desiguales y exacerban las desigualdades existentes.

Los parlamentarios del Comité de Mujeres e Igualdad de los Comunes también informaron el mes pasado que estaban «gravemente preocupados por las pruebas de prácticas potencialmente ilegales y discriminatorias hacia las mujeres embarazadas y las mujeres con licencia de maternidad durante la pandemia».

En los primeros 15 años de trabajo, las mujeres aportan dos tercios de la suma que los hombres jóvenes aportan a las pensiones. ¿Por qué? Mayormente descansos profesionales para criar hijos.

Mientras tanto, hay aspectos positivos que sacar de los efectos secundarios de la pandemia. Se puede hacer que el trabajo a domicilio funcione para las mujeres que están haciendo malabarismos entre carreras y responsabilidades familiares.

Si trabajar desde casa se está convirtiendo en la norma y es probable que dure una rutina más flexible, entonces las mujeres tienen más posibilidades de combinar la vida familiar con el trabajo y la progresión profesional.

También hay algo positivo para los padres, al menos para aquellos que tienen el papel tradicional como principal fuente de ingresos del hogar. Donde sus trabajos exigen muchas horas, y antes significaban ausencias en la oficina o mientras viajaban por trabajo, tienen más posibilidades de ser padres activos y ver crecer a sus hijos, ¿en un mercado laboral más justo, quizás?

Fuente de la Información: https://www.bbc.com/news/uk-scotland-56318364

 

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La brecha de género en la ciencia: una tarea pendiente

Por: Karina Fuerte

Desde el 2015, todos los años se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia (11 de febrero) para promover el acceso pleno y equitativo a la ciencia y reconocer el papel fundamental que desempeñan las mujeres y las niñas en los campos STEM.

A pesar de que las mujeres y las niñas constituyen la mitad de la población mundial, su rezago es evidente en comparación con la población masculina. Problemáticas como la violencia contra las mujeres, la desigualdad de género y la brecha salarial constituyen algunos de los mayores desafíos en materia de derechos humanos del mundo. Mucho antes de la llegada del COVID-19, otra pandemia se esparcía en todo el mundo: la violencia contra las mujeres. En el mundo, el 35 % de las mujeres han experimentado algún tipo de violencia física o sexual, en el mayor de los casos, por parte de su pareja. “Ya sea en el hogar, en la calle o en los conflictos armados, la violencia contra las mujeres y las niñas es una violación de los derechos humanos de proporciones pandémicas que ocurre en espacios públicos y privados”, advierte un reporte de las Naciones Unidas.

Con el fin de erradicar esta pandemia social, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró 1975 como el Año Internacional de la Mujer y organizó la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tuvo lugar en Ciudad de México. Otros pasos hacia la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres se han dado desde entonces a través de la creación de ONU Mujeres en el 2010, organismo de las Naciones Unidas centrado en impulsar la igualdad de género en el mundo; y el establecimiento en el 2015 del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, celebrado el 11 de febrero, con el objetivo promover el acceso pleno y equitativo a la ciencia y la participación de mujeres y niñas. La Asamblea General de las Naciones Unidas instauró este evento internacional anual para reconocer el papel fundamental que desempeñan las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología.

Imagen: UN Women.

Imagen: UN Women.

¿Por qué la necesidad de crear un día especial para promover y reconocer el papel de las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología? Por muchos años, los prejuicios y los estereotipos de género han mantenido a niñas y mujeres alejadas de la ciencia. Actualmente, solo el  33 % de los investigadores en el mundo son mujeres. Según datos de la UNESCO del 2019, la región con el mayor número de científicas era Asia Central con el 48.2 %, seguida de América Latina y el Caribe con el 45.1 % de mujeres que se dedican a la ciencia de forma parcial y tiempo completo. El reporte de la UNESCO señala que en 2019 Venezuela era el país latinoamericano con el mayor porcentaje de científicas, con el 61.4 %. A nivel mundial, la matrícula de estudiantes mujeres en el campo de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) es de tan solo 3 %; en las áreas de ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, 5 %; y en ingeniería, manufactura y construcción, solo el 8 % de los estudiantes son mujeres. Es evidente que, en pleno siglo XXI, la brecha de género en todos los ámbitos, particularmente en la participación de las mujeres en la generación de conocimiento científico, sigue siendo una tarea pendiente.

Más allá de los datos duros, es importante destacar e identificar los factores cualitativos que disuaden a las mujeres de seguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés). Factores como la violencia de género, el matrimonio infantil, la trata de mujeres, la mutilación genital femenina y la brecha salarial impactan directamente en la trayectoria formativa y profesional de niñas y mujeres. En el ámbito laboral, particularmente en los campos STEM, numerosos estudios han encontrado que las mujeres publican menos, se les paga menos y no progresan en sus carreras al mismo ritmo que sus colegas hombres.

11 de febrero: Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Desde su establecimiento por la Asamblea General de la ONU en el 2015, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia tiene como objetivo “crear conciencia sobre el tema que celebra la excelencia de la mujer en la ciencia y recordar a la comunidad internacional que la ciencia y la igualdad de género deben avanzar de la mano para abordar los principales desafíos globales y lograr todos los objetivos y metas de la Agenda 2030”.

Este año, el tema de este evento internacional es “Mujeres científicas a la vanguardia de la lucha contra el COVID-19”. La pandemia de COVID-19 ha puesto en evidencia la desigualdad de oportunidades que tienen millones de niñas y mujeres en todo el mundo. Por un lado, el cierre de escuelas a nivel mundial debido al coronavirus podría tener graves repercusiones en la formación de niñas y niños. Las consecuencias de estos cierres van más allá del retraso académico y el aumento de la desigualdad educativa. Un informe publicado en The Lancet, señala que, para finales del 2020, medio millón más de niñas en todo el mundo se habrían visto obligadas a contraer matrimonio y un millón más de niñas quedarían embarazadas como resultado indirecto del encierro provocado por el COVID-19.

Por otro lado, en el ámbito laboral cerca de 11 millones de puestos de trabajo ocupados por mujeres desaparecieron de febrero a mayo del 2020, siendo las mujeres que son madres o cuidan de alguna persona las más afectadas. Las madres en la pandemia han reducido sus horas de trabajo de cuatro a cinco veces más que los padres para hacerse cargo del cuidado de la casa, los hijos y la enseñanza en línea. Durante la pandemia las mujeres se han visto obligadas a dejar la fuerza laboral en números récord, trayendo consigo la llegada de la primera Gran Recesión Femenina.

Imagen: UN Women.

Imagen: UN Women.

Diversos estudios han demostrado que la pandemia de COVID-19 también ha tenido un impacto negativo significativo en las científicas, afectando particularmente a las que se encuentran en las primeras etapas de su carrera. Ciertamente, la pandemia ha exacerbado aún más la brecha de género ya existente en la ciencia. Diversos análisis sugieren que las mujeres están publicando menos manuscritos e iniciando menos proyectos de investigación que sus colegas hombres durante la pandemia. El impacto mayor se lo han llevado las mujeres que tienen hijos. Alessandra Minello, estadística y demógrafa social de la Universidad de Florencia, Italia, publicó un artículo que señala cómo la pandemia elevará el «muro materno» que bloquea el avance de las mujeres en la academia, especialmente ante la constante presión que tienen académicos y académicas por publicar. Estas disparidades de género no se resuelven celebrando la labor de las mujeres en un solo día. Se requiere un cambio sistémico, mediante nuevas políticas, iniciativas y mecanismos de apoyo a las mujeres y las niñas en la ciencia.

Más allá de las problemáticas que han empeorado debido a la pandemia, esta crisis sanitaria mundial ha demostrado claramente el rol fundamental que las mujeres han tenido en la lucha contra la COVID-19. Desde el trabajo de doctoras, enfermeras y personal sanitario que trabajan en primera línea, hasta el ingenio de científicas y su papel fundamental en el avance del conocimiento sobre el coronavirus hasta el desarrollo de técnicas para las pruebas y la vacuna.

Este año, la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia se llevará a cabo el 11 de febrero de 2021 mediante un evento en línea que tendrá interpretación simultánea de los debates en inglés y francés. Para más información visita: https://www.un.org/es/observances/women-and-girls-in-science-day

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/mujeres-en-ciencia

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ONU: Conversaciones para avanzar hacia la igualdad de género

Redacción: El País

Representantes políticos, de la sociedad civil y la ONU debaten en un ciclo de conferencias cómo acelerar el cumplimiento de la Declaración de Beijing sobre los derechos de las mujeres 25 años después de su aprobación.

Hoy, en tiempos de guardar las distancias, sería impensable reunir a 17.000 personas en un mismo foro para debatir cómo mejorar la vida de las mujeres, erradicar la violencia de su alrededor, que tengan las mismas oportunidades que los varones y alcanzar así la igualdad de género. Eso ya sucedió en septiembre de 1995 en Pekín, donde nació la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, que este 2020 celebra sin fastos su 25º aniversario. El balance de lo conseguido es agridulce: algunos avances se han producido, pero todavía queda demasiado camino por recorrer. Y los encuentros internacionales para dar un nuevo impulso al «plan más progresista que jamás había existido para promover los derechos de la mujer», en palabras de la ONU, han sido eclipsados por la pandemia de la covid-19.

Una de las grandes citas era el Foro Generación Igualdad, auspiciado por ONU Mujeres junto con México y Francia. La reunión, prevista para el próximo julio en París, se ha pospuesto al primer trimestre de 2021. Un poco más de tiempo para que los participantes preparen sus propuestas de acciones concretas para lograr la igualdad de género. Las organizaciones feministas y de la sociedad civil se han adaptado a la coyuntura para trasladar sus reuniones preparatorias al entorno digital. Es el caso del ciclo de debates organizado por Futuro en Común, el grupo de género de Coordinadora de ONG para el Desarrollo, la Federación de Planificación Familiar Estatal y Oxfam Intermón, con el apoyo del Ministerio de Exteriores, la Comisión Europea y Countdown 2030. Con el título La igualdad de género para la (re)construcción de un mundo sostenible, se celebrará cada jueves (desde el 4 de junio a las 16.00 horas) una conversación de representantes políticos, de la sociedad civil, la Academia y organismos internacionales, en torno a tres temas: la justicia económica, los derechos sexuales reproductivos y la violencia de género.

«Aunque la pandemia retrasó la revisión internacional de Beijing+25, desde las entidades organizadoras del ciclo vimos pertinente crear un espacio de diálogo entre representantes de la sociedad civil, Gobierno y organismos multilaterales en torno a los avances y desafíos pendientes para la igualdad de género. La agenda de los derechos de las mujeres no puede esperar», explica Ana Barrero, de Futuro en Común. La igualdad plena sigue sin haberse conseguido en ningún país del mundo y el ritmo al que se progresa es muy lento, según la ONU. «Las mujeres y las niñas siguen siendo infravaloradas. Trabajan más, ganan menos y tienen menos opciones. Además, sufren múltiples formas de violencia en el hogar y los espacios públicos», analizan las organizaciones convocantes en su página web.

«Nuestro objetivo es contribuir a la posición que España lleve al Foro Generación Igualdad, con propuestas para llevar los cuidados al centro de las políticas públicas que promuevan la justicia económica, poner fin a las violencias machistas y garantizar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos a nivel estatal e internacional, incluyendo la cooperación al desarrollo», agrega Filomena Ruggiero, de la Federación de Planificación Familiar Estatal.

Por eso, el primero de los debates contará con la participación de Irene Montero, ministra de Igualdad de España; Raquel Coello, especialista de políticas de empoderamiento económico de la Oficina Regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres; Iliana Álvares, catedrática e investigadora de UCA El Salvador especializada en economía de los cuidados; y Begoña San José, representante de la plataforma Impacto de Género Ya. Moderadas por la periodista de Planeta Futuro, Alejandra Agudo, conversarán sobre las implicaciones que supone el hecho de que las mujeres asuman en exclusiva, o de forma desproporcionada, las labores de cuidado, la brecha salarial o la falta de acceso a la propiedad de la tierra.»La covid-19 ha puesto en evidencia la profunda crisis de cuidados que estamos viviendo a nivel global, profundizado las desigualdades estructurales de género previas. Esta realidad no podía estar ausente en los debates de reconstrucción», señala Barrero.

Cada día se dedican en todo el planeta 16.400 millones de horas a trabajos de cuidados no remunerados, lo que equivale a 2.000 millones de personas trabajando ocho horas al día sin cobrar. Y según la Organización Mundial del Trabajo, las mujeres realizan el 76,2% de tales tareas, dedicándole de media 3,2 veces más tiempo que los hombres (265 minutos al día ellas, frente a 83 minutos diarios ellos). En algunos países, la contribución de los varones ha aumentado en los 20 últimos años. Sin embargo, entre 1997 y 2012, la brecha de género en el tiempo dedicado a la prestación de cuidados no remunerada apenas disminuyó en siete mi­nutos en los 23 países que cuentan con series cronológicas de datos. «A este ritmo, cerrar la brecha de género en la prestación de cuidados no remunerada llevará 210 años», denuncia la OIT en su informe El trabajo de cuidados y los trabajadores.

Más de dos siglos llevará también, al ritmo actual, cerrar la brecha salarial, según alerta el Foro Económico Mundial en sus últimas ediciones. ¿Cómo acelerar los progresos? ¿Qué se puede hacer para cerrar estas y otras brechas más rápido? ¿Es la reconstrucción tras la pandemia una oportunidad de conseguirlo? Son cuestiones que los organizadores esperan sean respondidas con propuestas que se hagan realidad.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/06/03/planeta_futuro/1591177378_503997.html

 

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Venezuela: Istúriz: Aquí no se trata que yo estudié y tú no, docentes y obreros cobrarán lo mismo (video)

Redacción: El Carabobeño

https://youtu.be/VNkqjTJ3gww

El ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, aseguró que las tablas salariales del personal administrativo, obrero y docente deben ser iguales, puesto que, a su juicio, no realizar esto conllevaría a una discriminación sectorial.

“Nosotros no podemos hacer discriminación entre ningún sector (…) Aquí no se trata de que yo estudié y tú no estudiaste, ese no es el problema”, alegó el ministro, mencionando que las brechas salariales no se deberían permitir; “ojalá pudiéramos ganar todos lo mismo”.

El también Vicepresidente sectorial para el socialismo defendió al personal obrero alegando que ellos también tienen que cubrir sus necesidades cotidianas. “Si el obrero gana menos tenemos que protegerlo más”.

Finalizó enunciando que los esfuerzos individuales “no dan derecho a que reclames si la brecha es muy alta o muy baja”.

Video insertado

Fuente: https://www.el-carabobeno.com/isturiz-aqui-no-se-trata-que-yo-estudie-y-tu-no-docentes-y-obreros-cobraran-lo-mismo/

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