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Mundo: El límite de calentamiento global de 1,5 ℃ pronto podría volverse imposible

El límite de calentamiento global de 1,5 ℃ pronto podría volverse imposible

Limitar el calentamiento global a 1,5 ℃ en este siglo es un objetivo central del Acuerdo de París. En los últimos meses, los expertos en clima y otros, han sugerido que el objetivo ya es imposible.

Si la Tierra puede mantenerse dentro de un calentamiento de 1,5ºC implica dos cuestiones distintas. Primero, ¿es física, técnica y económicamente factible, considerando la física del sistema terrestre y las posibles tasas de cambio social? La ciencia indica que la respuesta es “sí”, aunque será muy difícil y las mejores oportunidades de éxito se encuentran en el pasado.

La segunda pregunta es si los gobiernos tomarán medidas suficientes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta respuesta depende de la ambición de los gobiernos y de la eficacia de las campañas de las organizaciones no gubernamentales y otros.

Entonces, científicamente hablando, la humanidad todavía puede limitar el calentamiento global a 1,5 ° C en este siglo. Pero la acción política determinará si realmente lo hace. Combinar las dos preguntas equivale a una erudición fuera de lugar y es peligroso.

Calentamiento global de 1.5 ℃ no fue sacado de la nada

El  Acuerdo de París  fue adoptado por 195 países en 2015. La inclusión del límite de calentamiento global de 1,5 ℃ se produjo después de un largo impulso de los países vulnerables, de islas pequeñas y menos adelantados, para quienes alcanzar ese objetivo es su mejor oportunidad  de supervivencia. Fueron respaldados por otras   naciones vulnerables al clima y una  coalición de países de gran ambición.

El límite de 1,5 ℃ no se tomó de la nada, sino que se basó en la mejor ciencia disponible. Entre 2013 y 2015, un extenso proceso de revisión de las Naciones Unidas   determinó que limitar el calentamiento a 2 ℃ de este siglo  no puede evitar  un cambio climático peligroso.

Desde París, la ciencia sobre 1,5 ℃ se ha expandido rápidamente. Un Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC)  informe  en 2018 sintetiza cientos de estudios y se encontró rápida escalada de los riesgos en el calentamiento global de entre 1,5 y 2 ℃ ℃.

El informe histórico también cambió la narrativa del riesgo climático de un mundo de invernadero algo inimaginable en 2100, a una amenaza muy real dentro de la mayoría de nuestras vidas, una que la acción climática ahora podría  ayudar a evitar.

El mensaje no se perdió en un mundo que experimenta cada vez más impactos climáticos de  primera mano. Impulsó a un movimiento juvenil y activista mundial sin precedentes que   exigía una acción compatible con el límite de 1,5 ℃.

Los beneficios a corto plazo de una estricta reducción de emisiones son cada vez más claros. Puede reducir significativamente las  tasas de calentamiento a corto plazo  y aumentar las perspectivas de  desarrollo resiliente al clima.

Una cuestión de probabilidades

El IPCC examinó detenidamente las reducciones de emisiones necesarias para alcanzar el límite de 1,5 ℃. Encontró que es factible llegar a 1,5 ℃, pero requeriría reducir a la mitad las emisiones globales para 2030 en comparación con 2010 y alcanzar emisiones netas cero a mediados de siglo.

No encontró vías de reducción de emisiones publicadas que den al mundo una probabilidad (más del 66%) de limitar el calentamiento máximo de este siglo a 1,5 ℃. Pero identificó una variedad de vías con una probabilidad de una en dos de lograrlo, con un rebasamiento limitado o nulo.

Tener una probabilidad entre dos de limitar el calentamiento a 1,5 no es lo ideal. Pero estas vías suelen tener una probabilidad superior al 90% de limitar el calentamiento a muy por debajo de 2 ℃, por lo que son  totalmente compatibles  con el objetivo general de París.

No confíe en los presupuestos de carbono

Los presupuestos de carbono muestran la cantidad de dióxido de carbono que se puede emitir para un determinado nivel de calentamiento global. Algunos apuntan a los presupuestos de carbono para argumentar que el objetivo de 1,5 ℃ ahora es imposible.

Pero las estimaciones del presupuesto de carbono están matizadas y no es una forma adecuada de concluir que un nivel de temperatura ya no es posible.

El presupuesto de carbono de 1,5 ℃ depende de varios factores, que incluyen:

  • la probabilidad con la que se detendrá el calentamiento en 1,5 ℃
  • la medida en que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero distintas del CO₂, como el metano
  • incertidumbres sobre cómo el clima responde a estas emisiones.

Estas incertidumbres significan que no se pueden sacar conclusiones sólidas sobre la base de una única estimación del presupuesto de carbono. Y, en la actualidad,  los presupuestos de carbono  y otras  estimaciones  no respaldan ningún argumento de que limitar el calentamiento a 1,5 ℃ sea imposible.

No se puede garantizar mantener los aumentos de temperatura por debajo de 1,5 ℃, dado el historial de acción hasta la fecha, pero el objetivo ciertamente no es imposible. Como diría cualquier médico que se embarque en una cirugía crítica, una probabilidad de supervivencia de uno en dos no es ciertamente una razón para no hacer todo lo posible.

Más cerca de lo que nunca hemos estado

Es importante recordar el papel especial que juega la meta de 1,5 ℃ en la forma en que los gobiernos responden al cambio climático. Cinco años después de París, se muestran los logros de incluir esa ambición superior en el acuerdo.

Unos 127 países apuntan a lograr emisiones netas cero para mediados de siglo como muy tarde, algo que se consideraba poco realista hace solo unos años. Si se logra a nivel mundial y se acompaña de estrictas reducciones a corto plazo, las acciones podrían estar en línea con 1,5 ℃.

Si todos estos países cumplieran con estos objetivos de acuerdo con la  mejor ciencia disponible sobre cero neto , es posible que tengamos una probabilidad de uno en dos de limitar el calentamiento de este siglo a 2,1 ℃  (pero una escasa de uno en diez que se mantiene a 1,5 ° C). Se necesita mucho más trabajo y más países deben dar un paso al frente. Pero por primera vez, la ambición actual acerca el límite de 1,5 ℃ al alcance de la mano.

Los próximos diez años son cruciales, y el enfoque ahora debe estar en los objetivos de los gobiernos para 2030 para la reducción de emisiones. Si estos no se establecen lo suficientemente cerca de una ruta de emisiones compatible con 1,5 ℃, será cada vez más difícil alcanzar el cero neto para 2050.

El Reino Unido y la Unión Europea se están acercando a este camino. Los  nuevos objetivos climáticos de Estados Unidos son un gran paso adelante y China se está moviendo en la dirección correcta. Australia está ahora bajo un intenso escrutinio mientras se prepara para actualizar su inadecuada meta para 2030.

La ONU quiere que una vía de 1,5 ℃ sea el centro de atención en la cumbre climática COP26 de este año en Glasgow. Los riesgos no podrían ser mayores.

Este artículo fue escrito por un equipo de expertos. Se vuelve a publicar de The Conversation. Artículo en inglés

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/paises/el-limite-de-calentamiento-global/

 

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La pandemia es un ultimátum ante el cambio climático, dice la Organización Meteorológica Mundial

El clima extremo combinado con la covid-19 fue un doble golpe para millones de personas en 2020, pero ni siquiera la desaceleración económica causada frenó el calentamiento global, y sus impactos cada vez se aceleran más, aseguró un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) divulgado este lunes 19.

Petteri Talas, secretario general de esa agencia de las Naciones Unidas, dijo que “tenemos 28 años de datos que muestran aumentos significativos de temperatura en la tierra y el océano, aumento del nivel del mar, derretimiento de hielo marino y glaciares, y cambios en los patrones de precipitación”, en todo el planeta.

La década 2011-2020 fue la más cálida de la historia, 2020 uno de los tres años más calientes, y la temperatura media mundial estuvo 1,2 grados Celsius por encima del nivel preindustrial (1850-1900), siendo que la meta mundial, ante el creciente calentamiento, es no pasar de,15 grados antes del año 2050.

Al presentar el estudio “El estado del clima mundial”, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que “en este informe se demuestra que no hay tiempo que perder. El clima está cambiando, y los impactos ya son demasiado perjudiciales para las personas y el planeta. Es indispensable adoptar medidas este año”.

“Tenemos 28 años de datos que muestran aumentos significativos de temperatura en la tierra y el océano, aumento del nivel del mar, derretimiento de hielo marino y glaciares, y cambios en los patrones de precipitación” Petteri Talas.

El informe precede una cumbre virtual de líderes sobre el tema, que se realizará los días 22 y 23 de abril, y la 26 sesión de la Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP 26), prevista para noviembre próximo en Glasgow, Reino Unido.

En 2020, la covid agregó una dimensión nueva a los peligros meteorológicos, climáticos y los relacionados con el agua, impactando la salud y el bienestar humanos, explica el informe.

Las restricciones de movilidad, las recesiones económicas y las perturbaciones del sector agrícola exacerbaron los efectos de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos a lo largo de toda la cadena de suministro de alimentos.

Eso elevó los niveles de inseguridad alimentaria y ralentizó la prestación de asistencia humanitaria. La pandemia también interrumpió las observaciones meteorológicas y complicó los esfuerzos de reducción del riesgo de desastres.

La desaceleración económica deprimió temporalmente las nuevas emisiones de gases de efecto invernadero (causantes del calentamiento global), pero no tuvo un impacto perceptible en las concentraciones atmosféricas.

Las concentraciones de esos gases aumentaron en 2019 y 2020, las de dióxido de carbono superaron las 410 partes por millón (eran 280 ppm en el siglo XVIII). Si  siguen ese patrón podrían alcanzar 414 ppm en 2021.

Más de 80 por ciento del área oceánica experimentó al menos una ola de calor marina en 2020, y el nivel promedio del mar ha aumentado a un ritmo mayor en parte debido al mayor derretimiento de las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida.

Solo en Groenlandia la pérdida de hielo por desprendimiento de icebergs batió los récords de 40 años. En total, se perdieron unas 152 gigatoneladas de hielo de la capa de hielo de Groenlandia entre septiembre de 2019 y agosto de 2020.

En 2020 se produjeron fuertes lluvias e inundaciones en gran parte de África y Asia, y en contraste una severa sequía afectó a muchas partes del interior de América del Sur, como el norte de Argentina, Paraguay y las áreas fronterizas de Brasil y Uruguay, con pérdidas cercanas a 3000 millones de dólares.

En el Ártico siberiano y en Australia las altas temperaturas se acompañaron de incendios forestales, y en Estados Unidos los incendios más grandes jamás registrados ocurrieron a fines del verano y otoño.

El Valle de la Muerte en California, Estados Unidos, alcanzó los 54,4 grados centígrados el 16 de agosto, la temperatura más alta conocida en el mundo en los últimos 80 años.

Con 30 tormentas con nombre, la temporada de huracanes del Atlántico Norte tuvo la mayor cantidad registrada de la historia de estos fenómenos, y al otro lado del planeta, el ciclón Amphan fue el más costoso registrado en el norte del océano Índico, con pérdidas solo en India de 14 000 millones de dólares.

Más de 50 millones de personas se vieron doblemente afectadas en 2020 por desastres relacionados con el clima (inundaciones, sequías y tormentas) y por la pandemia, incluidos fuertes desplazamientos de comunidades enteras en América Central, África y el sureste de Asia.

Los países “deben comprometerse a lograr emisiones netas de valor cero, a más tardar, en 2050. Deben presentar planes nacionales sobre el clima ambiciosos con suficiente antelación a la COP 26. Y deben actuar ahora para proteger a las personas contra los efectos desastrosos del cambio climático”, urgió finalmente Guterres.

Fuente: https://rebelion.org/la-pandemia-es-un-ultimatum-ante-el-cambio-climatico-dice-la-organizacion-meteorologica-mundial/

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Mundo: ‘Momento decisivo’ para los bosques

Mundo/30-04-2021/Autor(a) y Fuente: news.un.org

Los bosques son el núcleo de nuestros esfuerzos para restaurar nuestra relación con el mundo natural, dijo el lunes el subjefe de la ONU en el Foro de la ONU sobre Bosques . 

La Vicesecretaria General Amina Mohammed dijo que estábamos en un “momento decisivo” y agregó que los bosques cumplen funciones vitales, incluso como guardianes de las fuentes de agua dulce y la protección de la biodiversidad. 

“Los bosques están en el centro de las soluciones que pueden ayudarnos a hacer las paces con la naturaleza”, subrayó, y enfatizó que “necesitamos la mano de obra” para apoyar a los bosques en todo el mundo. 

Además, no protegerlos tendría un impacto negativo importante en las emisiones de carbono dañinas y crecientes. 

El subjefe de la ONU dijo que los bosques deben ser financiados adecuadamente, incluso mediante el alivio de la carga de la deuda de aquellos Estados que se espera que hagan más por la protección de los bosques y la agricultura sostenible en general.  

‘Crisis globales de amplio alcance’ 

Al señalar que el mundo se enfrenta a «crisis globales de gran alcance» que están «intrínsecamente vinculadas» a la salud y la sostenibilidad de nuestro medio ambiente, el presidente de la Asamblea General, Volkan Bozkir, calificó la discusión como «particularmente oportuna».  

“Claramente nuestro mundo nos está diciendo que hay un problema en nuestra relación con la naturaleza”, dijo, y señaló el impacto de COVID-19 , una enfermedad zoonótica que resalta los riesgos asociados con la invasión humana; tasas de extinción de especies, que oscilan entre 100 y 1000 veces por encima de la tasa de referencia; y el aumento del calentamiento global, con 2016 y 2020 empatados como los años más cálidos registrados. 

“Desafortunadamente, como sociedad, tendemos a enfocarnos en los síntomas y no en las condiciones subyacentes, y hemos ignorado los mensajes de la Tierra durante demasiado tiempo”, dijo el presidente de la Asamblea. «Con suerte, podemos ayudar a cambiar eso».   

Generar impulso político 

El funcionario de la ONU llamó la atención sobre un diálogo de alto nivel el 20 de mayo que se centrará en la recuperación de la pandemia y destacará cómo ayudar a abordar la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía.  

Abarcará un «fuerte impulso en torno a la necesidad de utilizar este esfuerzo de recuperación trascendental para crear puestos de trabajo y proyectos listos para comenzar que apoyen la restauración de la tierra, la agricultura regenerativa, la energía renovable y la eficiencia energética, así como las inversiones en la gestión sostenible de la tierra», dijo el Sr. .Bozkir.  

Esperaba que la discusión también ayudara a respaldar la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación , los objetivos de neutralidad de la degradación y los planes nacionales de sequía , en línea con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres , las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional de los compromisos de los países para incrementar las acciones climáticas hasta 2015 Acuerdo de París y compromisos futuros en el marco del Marco Mundial para la Diversidad Biológica posterior a 2020 . 

El presidente de la Asamblea señaló que 2021 será “un año histórico para las tres Convenciones de Río sobre Desertificación, Biodiversidad y Cambio Climático ”, y agregó que estos importantes temas están vinculados y las acciones deben coordinarse para lograr el máximo impacto.  

Los bosques ofrecen esperanza para sanar a las personas, el medio ambiente y la economía: jefe de la FAO

“Al pasar de la Década de la Lucha contra la Desertificación a una nueva Década de Restauración de Ecosistemas , aprovechemos esta oportunidad para renovar nuestro compromiso de crear un futuro más equitativo, donde todas las personas se beneficien de vivir en armonía con la naturaleza”, dijo. 

Avanzando 

Liu Zhenmin, jefe del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU , habló sobre una nueva investigación que vincula la restauración forestal exitosa con la reducción de la pérdida de biodiversidad y la extinción de especies.  

Sostuvo que los hábitats bien conservados y la agricultura saludable son caminos clave a seguir y también subrayó la importancia de los pueblos indígenas en la protección y preservación de los bosques, calificando su función de “primordial”. 

“Invertir en bosques es invertir en nuestro futuro”, dijo. “Debemos fortalecer nuestros esfuerzos globales para proteger y restaurar los bosques y apoyar los medios de vida de las comunidades que dependen de los bosques. Sólo entonces podremos hacer realidad nuestra visión compartida de un mundo más justo, equitativo y sostenible ”. 

© FAO / Xiaofen Yuan
El progreso en la protección de los bosques del mundo está en riesgo debido a los devastadores impactos de la pandemia COVID-19 y la escalada de las crisis climáticas y de biodiversidad, según el Informe de los Objetivos Forestales Mundiales 2021.

Los bosques son clave

En su mensaje en video , QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ( FAO ), dijo que los bosques saludables son la clave para “reconstruir mejor”.

Dado que proporcionan energía, seguridad alimentaria e ingresos al mismo tiempo que almacenan carbono y albergan la mayor parte de la biodiversidad terrestre de la Tierra, dijo que «los bosques ofrecen esperanza para sanar a las personas, el medio ambiente y la economía». 

«Nuestra generación debe ser la que detenga la deforestación, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático … y logre una mejor nutrición, una mejor producción, un mejor medio ambiente y una mejor vida», dijo el jefe de la FAO.

Informe sobre los objetivos forestales mundiales 

El evento también lanzó el Informe de los Objetivos Forestales Globales 2021 , que evalúa la situación del mundo en la implementación del Plan Estratégico de las Naciones Unidas para los Bosques 2030 . 

Si bien el mundo ha estado progresando en áreas clave, como el aumento de la superficie forestal mundial a través de la forestación y la restauración, los hallazgos revelan que el empeoramiento del estado de nuestro entorno natural amenaza estos y otros logros.  

“Antes de la pandemia, muchos países estaban trabajando arduamente para revertir la pérdida de bosques nativos y aumentar las áreas protegidas designadas para la conservación de la biodiversidad”, escribió el Secretario General António Guterres en el prólogo del informe.  

“Algunas de esas ganancias están ahora en riesgo con las preocupantes tendencias de una mayor deforestación de los bosques tropicales primarios”.

Fuente e Imagen: https://news.un.org/en/story/2021/04/1090622

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Músicos del mundo celebran Día Internacional de la Madre Tierra

Un concierto virtual con géneros como jazz, soul, indie, góspel y música fusión celebran desde esta noche la fecha.

Un gran concierto virtual de músicos del mundo se celebran este miércoles en espera del jueves 22 de abril el Día Internacional de la Madre Tierra desde el canal de Youtube de National Geographic.

Un amplio repertorio de géneros será defendido por artistas como la cantante beninesa Angélique Kidjo, la productora noruega Aurora, el guitarrista sueco de indie folk, José González, la cantautora Maggie Rogers, los multi-instrumentistas Rostam y Valerie June y el guitarrista de música country de Estados Unidos Willie.

También regalan su arte reflexivo el violonchelista Yo-Yo Ma y el jamaiquino Ziggy Marley, con interpretaciones acompañadas de entrevistas a grandes exploradores como el fotógrafo marino Brian Skerry, y a científicos como la doctora Jane Goodall, la ecóloga Rae Wynn Grant, la periodista ambiental Lillygol Sedaghat y la bióloga Lucy Hawkes.

Las Naciones Unidas emitió un comunicado en que se recuerda el propósito concientizador de la fecha. El secretario general del organismo internacional recordó que “la naturaleza está sufriendo” por problemas como el cambio climático, y sus desastrosas consecuencias (incendios, océanos ácidos, pérdida de biodiversidad, y transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos.

“Recordemos más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta“, dijo Gutérres, y añadió, «con este panorama general y el escenario del coronavirus, nuestra prioridad inmediata es prevenir la propagación del Covid-19, pero a largo plazo, es importante abordar la pérdida de hábitat y biodiversidad. Estamos en esta lucha junto con nuestra Madre Tierra.»

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra desde 2009, con el fin de «ampliar y diversificar el movimiento ambiental en todo el mundo y movilizarlo eficazmente para construir un medio ambiente saludable y sostenible, hacer frente al cambio climático, y proteger la Tierra para las generaciones futuras».

El planeta llega a la fecha con más de 143 millones de contagios por el virus de la Covid-19 y rebasa los 3 millones 50 mil fallecimientos por esa causa. Además, el deterioro del clima y los ecosistemas, y numerosos problemas derivados, complejizan el panorama natural.

 Fuente: https://www.telesurtv.net/news/musicos-mundo-celebran-dia-internacional-madre-tierra-20210421-0035.html

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Entrevista a Ferran Puig Vilar: “Desde la Ilustración, hemos creído que siempre más es mejor, que todo está en la razón”

Por: Juan Bordera 

La gota que desborda el vaso. La última vez que el hacha golpea el árbol antes de caer. El último barril rentable de extraer en un pozo de petróleo. Hay tantos ejemplos de Tipping points (TP) como se quieran buscar. Son puntos de vuelco, de no retorno, y están de moda. Aunque menos de lo que debieran.

Múltiples informes llevan tiempo indicando que había que prestar atención a los que afectan a subsistemas climáticos como el Amazonas, el hielo de Groenlandia o el permafrost. Hace ya más de 20 años empezaron a provocar debates. Desde entonces, se han escrito miles de páginas describiendo sus interrelaciones, alertando del desastre venidero. Como en este paper en Nature de figuras clave en la ciencia climática, o este artículo de National Geographic. Sin embargo, y pese a la gravedad del asunto, el silencio mediático sigue siendo atronador. Incluso aún se oyen algunos berridos negacionistas en prime time.

En nuestro país, creo que no ha habido un trabajo de divulgación más valiente, desinteresado y completo, que el que lleva haciendo durante más de una década –por amor al arte y sobre todo al Ártico– el ingeniero y periodista Ferran Puig Vilar, que ahora está publicando información sobre el estado de esos puntos clave en su prestigioso blog, que fue reconocido con un premio entregado por la actual ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

¿Qué es un tipping point climático? 

Es un punto de vuelco, de inflexión en el equilibrio de un elemento o subsistema significativo (permafrost, Amazonas, corriente termohalina, Groenlandia) cuyo rebasamiento lo desestabiliza y genera un cambio de fase, llevando al sistema a un nuevo estado que puede –o no– ser de equilibrio. Hay 15 especificados y 9 de ellos están en fase de degradación o ya sobrepasados. Entre ellos se interrelacionan provocando cascadas de efectos.

¿Cuál es el estado de esos TP y cómo se relacionan?

Groenlandia está asumido que se va a fundir por completo. Ya no nieva tanto como se está deshelando. La Antártida occidental, con toda probabilidad, también. Entre esos dos, el nivel del mar ya subiría 10 metros. Pero, claro, si sólo fuera eso. Resulta que al verter el deshielo grandes cantidades de agua dulce  –por ejemplo en las costas de Groenlandia– esto afecta a las corrientes por factores de salinidad, densidad y temperatura. La corriente termohalina, ya ralentizándose mucho, incluso podría llegar a detenerse, acentuando los inviernos fríos en el norte. Además, como todo está conectado, la corriente termohalina influye también en el Pacífico, en los fenómenos de El Niño-Super Niño amplificándolos y haciéndolos más frecuentes. Estos eventos tienen asociados sequías –y por tanto megaincendios– en el Amazonas. Eso aumenta la deforestación acercando al propio Amazonas a su punto de no retorno, en el que se irá convirtiendo en sabana. Todo ello aumenta las emisiones de carbono, con lo cual el ciclo de realimentaciones se autorrefuerza.

Y aún nos quedaría hablar, entre otros, del enorme problema del permafrost –esa bomba de relojería–. Hasta ahora se decía que sus emisiones no eran netas por el efecto limitado de fertilización del carbono –tan cacareado por la industria de los combustibles–. Eso ya ha cambiado. Hay un modelo reciente, desarrollado por gente de mucho prestigio como Jørgen Randers –uno de los firmantes del crucial informe a los límites del crecimiento de 1972 que tanto acertó–. Su modelo muestra que el permafrost se fundiría aunque mañana cesaran las emisiones. Es decir, muy probablemente, tipping point superado.

¿Podríamos decir que son como los órganos de un cuerpo, es decir, si falla el hígado, el riñón, el resto de órganos, obviamente van a sufrir? 

Está bien visto, efectivamente. Se influyen mutuamente y dependen unos de otros. Y siguiendo con esa metáfora, ahora tenemos que dejar de ser los patógenos que degradan esos subsistemas u órganos de la Tierra y ser más bien glóbulos blancos, el sistema inmunitario. Regenerarlos, en la medida de lo posible. Dejar de degradar y comenzar a reparar. Y esperar que no sea demasiado tarde para evitar la cascada sistémica que supondría haber rebasado el punto de no retorno global, que nos llevaría a la Tierra Invernadero anticipada por algunos de los mejores científicos vivos que tenemos.

¿Hay relación directa entre la degradación de los TP y el aumento de los fenómenos extremos tipo Filomenas, DANAs, etc.? 

Si vas buscando la causa encuentras obviamente el aumento del CO2 y el aumento de la temperatura en todos esos fenómenos, es una causa indirecta. Las Filomenas se dan con más frecuencia por una debilidad de la corriente en chorro o Jet Stream que pierde su adherencia al polo norte y esto provoca que se desestabilice el patrón de temperaturas y fenómenos habituales también más al sur.

Peor de lo esperado. Así ha definido una tendencia: que las previsiones científicas suelen pecar de conservadoras y son revisadas habitualmente a peor. Como ha ocurrido en el caso de los TP, que se pensaba que no se verían comprometidos hasta llegar a los 5º, luego a los 3º, a los 1’5º… ¿Por qué ocurre esto?

Están los factores inevitables, la ciencia no solo es un método, es un proceso, y a veces hay tanto debate, que se obvia el problema hasta que no haya una conclusión más consensuada. Por eso las opiniones más extremas no suelen considerarse. Empujar el conocimiento científico hacia adelante tiene riesgos; por ejemplo, si la ciencia fuese más atrevida, el negacionismo organizado aprovecharía para seguir retrasando el avance. Todo esto ayuda a que se den otros factores de autocensura que podrían ser más evitables. Y que ocurren también porque a según qué posiciones, muy contrarias a la “lógica” del sistema, no les renovarían los fondos de investigación si dicen cosas demasiado catastrofistas o revolucionarias. Es complicado, ellos mismos se preguntan si están fallándonos comunicativamente al resto.
El sexto informe del IPCC es en 2021. Con semejante panorama ¿qué esperas?

De momento tenían que sacarlo en abril y lo han alargado hasta junio. Tienen un marrón. Los sucesivos informes han ido empeorando las previsiones gradualmente, pero ahora los cambios son muy sustantivos. La diferencia será más grande y más difícil de justificar. Hasta ahora los Acuerdos de París y demás se han basado en el informe de 2013, así que la actualización es importante.

Entremos en el tema de la biodiversidad y su relación con las pandemias, ¿esto evidencia que no es un problema simplemente de “emisiones” sino de un sistema que presiona excesivamente a los ecosistemas que lo sostienen? 

Sí, hablar de “biodiversidad” es el eufemismo para hablar del extraordinario ritmo de extinción de especies. La invasión del espacio natural por parte de la especie humana no puede tener otra consecuencia que la invasión de algunos aspectos no deseados –patógenos, pandemias, mosquitos transmisores, especies invasoras– del mundo natural en los hábitats de la especie humana.

Hay valores que cuando uno los observa se estremece: En los últimos 50 años según el “Living Planet Report” de 2020 hemos liquidado nada menos que el 68% de todos los individuos vertebrados del mundo: mamíferos, pájaros, peces, anfibios y reptiles. Una masacre gigantesca en solo en 50 años. Y esta heroicidad del progreso mal entendido sí se podría detener mañana. Tenemos que reaprender nuestra relación con la Tierra, salir del dualismo y el mecanicismo.

Y esto evidencia que ni la geoingeniería ni los proyectos de secuestro y captura de carbono (BEECS) son soluciones. Acaso, quizá, ojalá, para una parte del problema, pero el problema es más amplio y cultural.

Sí, y no hemos hablado de los océanos, que también tienen su tipping point. Cada vez más acidificados, llenos de microplásticos que acaban en nuestros estómagos. Hay que ir entendiendo que la tecnología, y la producción tal y como las entendemos, lejos de ser la solución, son el problema. Desde la Ilustración, nos hemos ido creyendo que siempre más es mejor, que todo está en la razón. Y eso no es cierto. Quizá habría que recuperar lo que el romanticismo reabrió y cerró a la vez, un romanticismo 2.0 cuya óptica no sea sólo la del hombre occidental. Se me ocurren por ejemplo, las ideas de la filósofa Marina Garcés.

La geoingeniería espero que se evite, sería el último estertor, la última arrogancia: creer que se puede dominar el conjunto del planeta. Es una ilusión de control. La cantidad de peligros, efectos no deseados que tienen es tal –estoy pensando en los sistemas de gestión de la radiación solar–, que mejor ni intentarlo. No estoy en contra de que se estudie, pero las soluciones no van por ahí.

En cuanto al secuestro de carbono, habría que retirar tanto –volver a entre 300 y 350 partes por millón de CO2– para estabilizar el clima, que de momento es una quimera absoluta, pretender enterrar mágicamente nuestros residuos es nuestra forma de esconder el problema debajo de la alfombra. Y de momento, los acuerdos de París y demás, se basan en esto. No tiene sentido.

Y además está el problema energético. Wil Steffen, uno de los científicos más eminentes que tenemos, firmó y promovió un manifiesto que dice que el colapso es ahora mismo el resultado más probable para nuestra civilización.

Sí, algunos consideramos que estamos en esa fase –puede ya que de primeras etapas de colapso– en la cual los problemas no se pueden solucionar como se han solucionado hasta ahora, añadiendo complejidad. Si la energía neta no crece, la complejidad existente irá disminuyendo, queramos o no. Las organizaciones internacionales, que se supone saben de todo esto, están tan atadas al sistema actual, que tienen el “desarrollo” en su ADN. Entienden el “desarrollo” como crecimiento. Cambiar este chip es imprescindible, pero complicado.

¿Y qué propondría? 

Pues mi opción es ir generando comunidades adaptadas, resilientes, en los intersticios del sistema, al problema que se avecina. Al mismo tiempo que no se niega la posibilidad de la transformación política y sistémica –que no parece fácil– ni tampoco seguir dando la batalla cultural –que ya no llega a tiempo-. Todas las vías suman.

Lo que debería hacer el poder político es asegurar la supervivencia de todos, no la riqueza de algunos. Aunque, eso sí, el miedo tiene mucho peligro. Hay que estar atento al uso del miedo como herramienta de control.

Teresa Ribera, la actual ministra de Transición ecológica, fue la que le entregó el premio a la labor divulgativa de su blog ¿Qué le pediría? ¿Activar ya la Asamblea climática para tratar de acelerar el lento proceso del cambio político?

Yo no querría estar en su piel. Todo esto que hemos hablado, ella lo sabe. Es importante tener en el gobierno a alguien que, al menos, lo sepa. Tengo aprecio por ella. Le diría que, pese a que hace lo que puede, y que enfrente tiene verdaderos mastodontes –organizaciones, multinacionales, lobbies– y que su margen de actuación es limitado, apriete y dé juego.

Las asambleas, no sólo la climática, también una energética, debidamente asesorada por expertos valientes, como por ejemplo, Antonio Turiel, nos ayudarían a prepararnos mejor para lo que ha de venir.

Bueno, hasta ahora no ha habido apenas acción, precisamente, quizá, por un exceso de tibieza, de moderación. Lo que sabemos es que no infundir miedo no funciona. Mira por ejemplo la ley de cambio climático, no son más que patadas hacia los lados en el espacio, externalizando el problema hacia otros países, y patadas hacia adelante en el tiempo, cargando adicionalmente sobre los años venideros. Parece que se hace algo pero no resuelven climáticamente nada significativo. Lo que debería hacer el poder político es asegurar la supervivencia de todos, no la riqueza de algunos. Aunque, eso sí, el miedo tiene mucho peligro. Hay que estar atento al uso del miedo como herramienta de control.

Pese a todo lo antes descrito, Timothy Lenton, uno de los grandes divulgadores de esta materia, está hablando ahora de TP positivos, refiriéndose a los parámetros sociales de difusión y avances tecnológicos que pueden ayudar a acelerar la reacción a tiempo al menos de salvar lo máximo que podamos. ¿Qué opina? 

Que es como cuando un editor le dice al que escribe, “oye, tienes que acabar bien”. El libro no puede acabar mal, un punto de esperanza. Todo el mundo es libre de opinar. Puede producirse, entre las asambleas climáticas, quién sabe. Ahora la gente cada vez es más consciente. Antes te tomaban por loco. Ya no se niega que el clima va a mucho peor, si acaso se aparta, para poder seguir con la inercia, pero podría darse un punto de vuelco positivo. Concienciarse sobre estos temas genera muchos momentos dolorosos, pero también genera mucha felicidad, es profundamente transformador saber que estás activo, y en el lado correcto de la historia.

Fuente e imagen: https://ctxt.es/es/20210401/Politica/35626/Ferran-Puig-Vilar-entrevista-tipping-points-cambio-climatico-permafrost-biodiversidad-Juan-Bordera.htm

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Los indígenas protegen mejor los bosques de América Latina

Las tasas de deforestación en América Latina y el Caribe son más bajas en las áreas indígenas y tribales donde los gobiernos han reconocido formalmente los derechos colectivos territoriales, de acuerdo con una revisión de más 300 estudios realizada en conjunto por la FAO y el FILAC.

Los pueblos indígenas y tribales, “y los bosques en sus territorios, cumplen un papel vital en la acción climática global y regional, y en la lucha contra la pobreza, el hambre y la desnutrición”, señaló Julio Berdegué, representante regional de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).

Sus territorios “contienen alrededor de un tercio de todo el carbono almacenado en los bosques de América Latina y el Caribe y 14 por ciento del almacenado en los bosques tropicales de todo el mundo”, agregó Berdegué.

La FAO y el FILAC (Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe), presentaron este jueves 25 en esta capital su informe “Los pueblos indígenas y tribales y la gobernanza de los bosques”.

La conclusión central del informe, con análisis de más de 300 estudios científicos realizados en los últimos 20 años, es que los pueblos indígenas y tribales han sido mejores guardianes de sus bosques en comparación con los responsables de los demás bosques de la región.

Los mejores resultados se observaron en los territorios de los pueblos indígenas que cuentan con títulos legales colectivos reconocidos: entre 2000 y 2012 las tasas de deforestación en varios de estos territorios en la Amazonia fueron solo entre la mitad y un tercio de las de otros bosques con características ecológicas similares.

Según los análisis de FAO-FILAC, la tasa de deforestación en los bosques indígenas donde se ha asegurado la propiedad de la tierra es 2,8 veces menor que fuera de esas áreas en Bolivia, 2,5 veces menor en Brasil y dos veces menor en Colombia.

Los territorios colectivos titulados evitaron cada año, en esos tres países, entre 42,8 y 59,7 millones de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono (CO2), gas de efecto invernadero que causa calentamiento global.

Esas emisiones ahorradas equivalen a sacar de circulación entre nueve y 12,6 millones de vehículos durante un año.

De las 404 millones de hectáreas ocupadas por los pueblos indígenas, los gobiernos han reconocido formalmente sus derechos de propiedad colectiva o usufructo sobre cerca de 269 millones de hectáreas.

En la cuenca amazónica “45 por ciento de los bosques intactos se encuentran en territorios indígenas, y la evidencia de su papel vital en la protección forestal es clara como el agua”, según Myrna Cunningham, presidenta de FILAC.

“Mientras que el área de bosque intacto disminuyó solo 4,9 por ciento entre 2000 y 2016 en las áreas indígenas de la región, en las no indígenas se redujo en 11,2 por ciento”, dijo Cunningham.

Agregó que “eso hace evidente por qué su voz y su visión deben tenerse en cuenta en todas las iniciativas y marcos globales relacionados con el cambio climático, la biodiversidad y la silvicultura, entre muchos otros temas”.

Los pueblos indígenas y tribales participan en la gobernanza comunal de entre 320 y 380 millones de hectáreas de bosques en la región, que almacenan alrededor de 34 000 millones de toneladas métricas de carbono, más que todos los bosques de Indonesia o de la República Democrática del Congo.

Mientras que los territorios indígenas de la cuenca del Amazonas perdieron menos de 0,3 por ciento del carbono en sus bosques entre 2003 y 2016, las áreas protegidas no indígenas perdieron 0,6 y otras zonas que no eran territorios indígenas ni áreas protegidas perdieron 3,6 por ciento.

Como resultado, a pesar de que los territorios indígenas cubren 28 por ciento de la cuenca del Amazonas, solo generaron 2,6 por ciento de las emisiones brutas de carbono de la región.

Sin embargo, la investigación sugiere que su función protectora está cada vez más en riesgo, en un momento en que la Amazonia se acerca a un punto de inflexión, que podría tener impactos preocupantes en las precipitaciones y en la temperatura y, eventualmente, en la producción de alimentos y el clima global.

El informe pide a los gobiernos, a los financiadores climáticos, al sector privado y a la sociedad civil que inviertan en iniciativas que fortalezcan el papel de los pueblos indígenas y tribales en la gobernanza forestal, refuercen sus derechos territoriales comunales y los compensen por los servicios ambientales que brindan.

Fuente: https://rebelion.org/los-indigenas-protegen-mejor-los-bosques-de-america-latina/

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Uno de cada cinco niños en el mundo vive sin agua suficiente, según informe de Unicef

Uno de cada cinco niños en el mundo vive sin acceso suficiente a agua, según denunció este miércoles Unicef, que alertó de que el problema no va a hacer más que empeorar por el cambio climático.

En un estudio, la agencia de las Naciones Unidas para la infancia destaca que más de 1.420 millones de personas, incluidos 450 millones de niños, residen en zonas de alta vulnerabilidad en materia de agua.

Se trata de áreas donde la falta de agua se combina con servicios de suministro pobres y donde las comunidades dependen a menudo de agua que se acumula en superficies o que proviene de fuentes poco fiables o donde se necesita mucho tiempo para recolectarla.

Según Unicef, hay niños que viven en esa situación en más de 80 países, con la región de África Oriental y Meridional con las proporciones más altas.

Allí, más de la mitad de los menores -un 58 %- se enfrentan a dificultades para acceder a agua suficiente todos los días. También hay proporciones importantes de niños en esa situación en África Occidental y Central (31 %), Asia Meridional (25 %) y Oriente Medio (23 %).

Según Unicef, las circunstancias son especialmente complicadas en 37 países que incluyen Afganistán, Etiopía, Haití, Kenia, Nigeria, Pakistán, Sudán o Yemen.

“La crisis mundial de agua no está en camino, está aquí y el cambio climático solo va a hacerla peor”, señaló en un comunicado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, que subrayó que los niños “son las mayores víctimas”.

“Cuando los pozos se secan, los niños son los que no van a la escuela para buscar agua. Cuando las sequías menguan los suministros de comida, los niños sufren de malnutrición y retrasos en el crecimiento. Cuando llegan las inundaciones, los niños enferman con enfermedades que se transmiten por el agua. Y cuando los recursos hídricos disminuyen, los niños no pueden lavarse las manos para prevenir enfermedades”, enumeró.

El informe destaca que la demanda de agua sigue aumentando de forma dramática mientras los recursos se reducen, por lo que se calcula que para 2040 casi uno de cada cuatro niños del mundo vivirán en áreas con graves problemas de escasez.

Unicef anunció además la puesta en marcha de una iniciativa que busca combatir esta situación, movilizando recursos para dar soluciones a las regiones más afectadas.

Fuente:  https://holanews.com/uno-de-cada-cinco-ninos-en-el-mundo-vive-sin-agua-suficiente-segun-unicef/

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