Protesta de Éric Toussaint frente a la desinformación de la cual deberían hacerse responsables varios medios de comunicación
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Varios medios de comunicación argentinos afirmaron el día 17 de abril de 2020, que «Referentes y personalidades políticas, sindicales,…» de las cuales hago parte
«…firmaron una amplia convocatoria de respaldo a la decisión de la Argentina de ir a fondo en la negociación con los acreedores externos.»
Página 12 escribió: «También se destaca la firma del belga Éric Toussaint, portavoz de la Red Internacional CADTM» (https://www.pagina12.com.ar/260244-respaldo-a-la-renegociacion-de-la-deuda)
El portal digital Ámbito.com tituló: «Deuda: la propuesta del Gobierno sumó apoyo de personalidades» (https://www.ambito.com/economia/deuda/deuda-la-propuesta-del-gobierno-sumo-apoyo-personalidades-n5096275) y mencionó mi firma: «También se destaca la rubrica del belga Éric Toussaint, portavoz de la Red Internacional CADTM ».
Protesto contra esta campaña de desinformación. Ninguna lectura seria de la convocatoria en cuestión puede concluir que se trata de apoyar la manera en que el gobierno de Alberto Fernández lleva a cabo la negociación con los acreedores http://www.cadtm.org/Llamamiento-La-deuda-prioritaria-es-con-la-salud-de-los-pueblos
La convocatoria dice muy claramente que es necesario declarar «la suspensión inmediata del pago del capital y de los intereses de todas las deudas soberanas». Sin embargo, el gobierno de Alberto Fernández no cumplió con esa acción. Por lo tanto, afirmar, como lo hacen algunos medios de comunicación, que los firmantes apoyan la estrategia de negociación del gobierno es instrumentalizar una convocatoria con el objetivo de sostener al gobierno. Y es inaceptable.
La convocatoria anuncia que después de la suspensión de pagos, se tratará de «Impulsar acciones internacionales consensuadas para legitimar aplazamientos de pagos y quitas imprescindibles en las deudas públicas, ante organismos multilaterales y acreedores privados.»
Firmé esa convocatoria como tantas otras personas que había consultado como Julio Gambina y María Elena Saludas de ATTAC-CADTM Argentina o Jorge Marchini porque el texto afirmaba la necesidad de suspender, inmediatamente, todos los pagos de todas las deudas públicas soberanas. Para nosotros es una pre-condición, una cuestión previa a cualquier negociación.
Pero el gobierno de Alberto Fernández negocia sin haber declarado, previamente, una suspensión total de pagos, lo que repruebo al 100% ya que es contrario a los intereses del pueblo y de la Nación Argentina.
Y agrego un argumento muy importante: la convocatoria que firmé afirma que «« los países periféricos deberán generar decisiones —basadas en investigaciones y auditorias públicas previas, meticulosas y transparentes— que lleven al necesario control de legalidad y legitimidad de los compromisos financieros, los eventuales requerimientos vinculados a la anulación de los mismos, la condonación total o parcial de deudas, las reestructuraciones y reprogramaciones de pagos de la deuda declarada legítima.»
No obstante, el gobierno de Alberto Fernández se niega a apoyar la instauración de una comisión de auditoria de la deuda con participación ciudadana. Cuestión que también denuncio.
La víspera del día en que algunos medios de comunicación argentinos manipularon e instrumentalizaron mi firma y la de muchas personas totalmente sinceras, el diario suizo Le Courrier publicaba una entrevista que me hicieron en la que sostenía críticas muy claras a propósito de la orientación del gobierno de Alberto Fernández: https://lecourrier.ch/2020/04/16/le…. La entrevista finaliza con mi opinión en relación a la política del gobierno de Alberto Fernández con respecto a la deuda. A continuación está la traducción fiel de mi declaración publicada el 16 de abril de 2020 en respuesta a la pregunta del periodista del diario publicado en Ginebra:
«Argentina acaba de decidir posponer el pago de su deuda hasta 2024-2025. ¿Está dando el ejemplo?»
Éric Toussaint: «Esta es una medida totalmente incompleta. El nuevo presidente antineoliberal Alberto Fernández, que asumió el cargo en diciembre pasado, tenía todas las cartas en la mano para poner en marcha una auditoría de la deuda argentina controlada por los ciudadanos. No lo ha hecho. Los nuevos préstamos de su predecesor, Mauricio Macri, de 44.000 millones de dólares al FMI, fueron fuertemente impugnados, incluso mediante procedimientos legales, alegando que violaban la constitución.
El propio Alberto Fernández los había denunciado durante su campaña. Una vez en el gobierno, habría sido perfectamente legítimo que denunciara los acuerdos firmados. Pero prefirió entrar en negociaciones con el FMI y así, en efecto, reconocer la deuda contraída por Mauricio Macri. Desde entonces, la situación de la Argentina se ha deteriorado y ha entrado en una suspensión selectiva de pagos.»
También debo decir que el día 8 de abril envié a la redacción de Página 12 una propuesta de artículo de opinión pidiendo su publicación. El titulo era: ¿Por qué y cómo se ha de suspender inmediatamente el pago de la deuda para combatir el Covid-19?
Página 12 decidió no publicar este artículo de opinión [1], que luego fue publicado por el diario español Publico.es, el día 10 de abril:
https://blogs.publico.es/dominiopublico/31944/por-que-y-como-se-ha-de-suspender-inmediatamente-el-pago-de-la-deuda-para-combatir-el-covid-19/
Está claro que en mi artículo demuestro que considero como una absoluta necesidad la suspensión inmediata de todos los pagos de deuda soberana [2]
Página 12 tiene por supuesto el derecho de seleccionar las opiniones que publica pero su decisión de no publicar mi opinión para luego instrumentalizar mi firma a favor del gobierno se aparenta a una manipulación de la opinión pública. Espero que esto sea corregido porque el público de Página 12 lo merece.
Por supuesto, varios firmantes del http://www.cadtm.org/Llamamiento-La…, apoyan al gobierno de Alberto Fernández, pero no pueden instrumentalizar las firmas de los demás en una operación que es contraria al contenido de llamamiento.
Reafirmo lo siguiente: La extensión geográfica de la epidemia del coronavirus produjo una crisis sanitaria mundial y creó una situación totalmente nueva.
Existe un medio simple de liberar recursos financieros: consiste en suspender inmediatamente el pago de la deuda pública. Las sumas economizadas podrán ser canalizadas directamente hacia las necesidades prioritarias en materia de salud. Otras medidas muy fáciles que se pueden tomar para liberar recursos financieros son: establecer un impuesto de crisis sobre las grandes fortunas y los ingresos muy altos, imponer multas a las empresas responsables de los mayores fraudes fiscales, congelar los gastos militares, poner fin a los subsidios a los bancos y a las grandes empresas…
Los Estados pueden decretar de manera unilateral la suspensión del pago de la deuda, respaldándose en el derecho internacional y especialmente en tres argumentos: el estado de necesidad, el cambio fundamental de circunstancias y la fuerza mayor.
Cuando un Estado invoca un estado de necesidad, el cambio fundamental de circunstancias o la fuerza mayor para suspender el pago de la deuda, el carácter legítimo o ilegítimo de esa deuda no tiene ninguna importancia. Aunque la deuda reclamada al país fuera legítima, eso no impide, en absoluto, que suspenda su pago. Pero hay algo fundamental: la población de dicho país debe estar segura de que el dinero, efectivamente, liberado por el impago de la deuda, sea utilizado en beneficio de la lucha contra el coronavirus y contra la crisis económica. Eso implica que la población ejerza un control estricto sobre la acción del gobierno, que se movilice y que esté preparada para expresar enérgicamente su descontento si el gobierno no actúa a favor de los intereses del pueblo y debe estar preparada también para derrocarlo si fuera necesario.
Por otra parte, desde el punto de vista de la mayoría de la población, es fundamental que se organice una auditoria de la deuda con activa participación ciudadana con el fin de identificar las partes ilegítimas, odiosas e ilegales que deben ser anuladas en forma definitiva.
Las declaraciones de los jefes de Estado actuales o de los responsables de las organizaciones internacionales, sobre las necesarias anulaciones de las deudas, no hay que tomarlas en serio, y es evidente. Su único objetivo es de quedar bien ante la opinión pública. Los jefes de Estado siempre podrán decir a sus pueblos que trataron de obtener la anulación de la deuda pero que no lo consiguieron. Así que será necesario continuar pagando. En cuanto al FMI, también con la vieja cantinela desde hace décadas: afirma periódicamente que los acreedores deben anular una parte de las deudas pero, precisando, que como institución internacional, no puede renunciar a recuperar todo lo que se le debe. No es la primera vez que los más poderosos pronuncian amables discursos y, todos los casos, los efectos sobre el bienestar de las poblaciones son prácticamente nulos. En general, más bien son nefastos o funestos.
Actos y no discursos: suspensión inmediata y unilateral del pago de la deuda
Es el primer medio que un Estado puede utilizar con el fin de encontrar, bajo la presión y el control popular, los recursos financieros necesarios para combatir el coronavirus y los brutales efectos de la cada vez más grave crisis económica mundial.
Reorientar los gastos destinados al pago de la deuda y a otros gastos (militares, suntuarios, correspondientes a mega-infraestructuras que deben ser abandonadas o pospuestas) dando prioridad a la salud pública, estas medidas pueden conducir a un comienzo de cambio fundamental y saludable.
En efecto, un aumento radical de los gastos en salud pública tendrán, también, efectos benéficos muy importantes para combatir otras enfermedades.
Es el momento más adecuado para actuar, utilizando prioritariamente el poderosísimo instrumento de la suspensión del pago o la anulación de la deuda.
En cuanto al interés del pueblo argentino, es necesario señalar que los acuerdos firmados con el FMI son nulos, porque son contrarios al interés del pueblo y de la Nación. Hay que romper definitivamente con el FMI.
Notas
[1] El diario Le Monde de Francia lo publico https://www.lemonde.fr/idees/articl…
[2] Yo expresé la misma posicion respecto a la deuda de Mexico y al gobierno de AMLO: https://www.jornada.com.mx/2020/04/…
Eric Toussaint es doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, es el portavoz del CADTM Internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia. Es autor de diversos libros, entre ellos: Sistema Deuda. Historia de las deudas soberanas y su repudio, Icaria Editorial, Barcelona 2018; Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria, 2010; La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002. Es coautor junto con Damien Millet del libro AAA, Audit, Annulation, Autre politique, Le Seuil, París, 2012. Coordinó los trabajos de la Comisión de la Verdad Sobre la Deuda, creada por la presidente del Parlamento griego. Esta comisión funcionó, con el auspicio del Parlamento, entre abril y octubre de 2015. El nuevo presidente del Parlamento griego anunció su disolución el 12 de noviembre de 2015. A pesar de ello, la comisión prosiguió sus trabajos y se constituyó legalmente como una asociación sin afán de lucro.
Fuente: http://cadtm.org/Protesta-de-Eric-Toussaint-frente-a-la-desinformacion-de-la-cual-deberian
Autor: Eric Toussaint
Fuente de la Información: https://rebelion.org/protesta-de-eric-toussaint-frente-a-la-desinformacion-de-la-cual-deberian-hacerse-responsables-varios-medios-de-comunicacion/