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Estados Unidos: David Johnson, pionero del aprendizaje cooperativo: “La clave es entender que los esfuerzos individuales no serán en beneficio propio”

Estados Unidos / 8 de octubre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: The Clinic Online

“Si las escuelas promueven la cultura de ser el número uno, a la vez están animando a esos mismos alumnos a desalentar y obstruir los esfuerzos de los otros. En las competiciones solo ganan unos pocos”, dice.

En conversación con el diario El País, David Johnson, precursor en Estados Unidos de la educación basada en la cooperación, habla de este modelo que es todo lo opuesto a la competitividad que se promueve en casi todos los lugares del mundo.

“Mucha gente tiene una idea equivocada. Juntar a personas en la misma habitación, sentarlas en círculo y decirles que son un grupo no quiere decir que vayan a cooperar de forma efectiva. Es necesario que se den cinco elementos esenciales que son los que integran nuestra metodología. El más importante es la interdependencia positiva, que implica que todos los integrantes del grupo perciban que el éxito individual no se dará si no triunfan todos. Si uno falla, todos pierden. La clave es entender que los esfuerzos individuales no serán en beneficio propio, sino del grupo. Este método de trabajo consigue que las personas se preocupen por el éxito de los demás, un elemento básico para la convivencia. Si las escuelas promueven la cultura de ser el número uno, a la vez están animando a esos mismos alumnos a desalentar y obstruir los esfuerzos de los otros. En las competiciones solo ganan unos pocos”.

A propósito de que la competitividad no mejora los rendimientos de los alumnos, según sus estudios, se le consulta que por qué entonces se sigue privilegiando este método.

“A mediados de los sesenta cuando Roger y yo comenzamos a interesarnos por el tema, la competitividad y el individualismo dominaban los sistemas de enseñanza en primaria, secundaria y en la Universidad. Era el llamado darwinismo social, que consiste en aplicar la teoría de la evolución de Darwin al campo educativo: los estudiantes tienen que aprender a sobrevivir en un mundo en el que unos se comen a otros y solo los más aptos sobreviven. En ese momento, el aprendizaje cooperativo era relativamente desconocido e ignorado por los educadores. Afortunadamente, hoy es una de las metodologías escogidas en todos los niveles educativos. Es muy raro encontrar a un profesor que no conozca este tipo de aprendizaje”, responde.

La cruzada de David comenzó en los años 60 cuando, junto a su hermano Roger, Fundaron el Centro de Aprendizaje Cooperativo de la Universidad de Minnesota.

Fuente de la Noticia:

David Johnson, pionero del aprendizaje cooperativo: “La clave es entender que los esfuerzos individuales no serán en beneficio propio”

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Los atajos de la neurociencia para eludir problemas de la enseñanza

Argentina / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Conversaciones Necesarias

Entrevista a Patricia Sadovsky, investigadora en Didáctica de la Matemática, profesora de la Universidad Pedagógica, integrante de la Secretaría de Cultura del SUTEBA

Conversaciones Necesarias: ¿Cómo interpretás este avance de las neurociencias en la política educativa? ¿Qué efectos tiene en el campo educativo?

Patricia Sadovsky:  Pareciera que desde las políticas oficiales se ofrece el atajo de las Neurociencias Educativas, a través de una relación mecánica entre diagnóstico e intervención docente. Te cuento una anécdota con la que tomé contacto en estos días que puede ser útil para reflexionar un poco sobre esta relación. A través de una amiga me llama una mamá desesperada porque su hija, que está en sexto grado, “no puede aprender las cuentas y en la escuela la mandaron a hacer un diagnóstico”. Buceo un poco en la conversación y, en realidad, pareciera que olvida sistemáticamente los mecanismos convencionales de las cuentas. Le pregunto si puede resolver problemas y me dice que sí, que con eso no tiene dificultad, que reconoce bien cuándo tiene que sumar, restar, etc. Pero ahora viene lo interesante: para que en la escuela le permitan usar la calculadora a la alumna, le dicen, necesitan un diagnóstico de discalculia!; la mandan a un instituto de neurociencias para obtenerlo y le trasmiten que lo pide el Ministerio y que “sería injusto sino mediara el diagnóstico que use calculadora si los otros chicos no la usan”. El diagnóstico cumpliría la función de justificar el uso de la calculadora! Quedo perpleja. Me sorprende la posición reactiva frente al uso de la calculadora en sexto grado pero más me sorprende que algo que es claramente del ámbito de la decisión de los docentes, de la institución, se transfiera a un diagnóstico que se realiza fuera de la escuela por personas que no tienen que ver con la enseñanza. Dejo de lado la discusión sobre calculadora sí, calculadora no, muy transitada por otra parte,  para resaltar otra cuestión: la embestida a favor de las neurociencias le arrebata a la escuela algo que es inherente a su responsabilidad. Esa es la operación extractiva que hay que analizar con cuidado: la ajenidad que se les propone a los docentes respecto del contenido de su propio trabajo. Esto vacía la escuela.

Vemos en general, que se despliegan por todos lados acciones de carácter propagandístico por parte de instituciones dedicadas al estudio del funcionamiento cerebral en las que sin ningún respaldo se ofrecen cifras exageradas sobre la extensión de la población escolar que padece déficits de tipo atencional, discalculia o dislexia debido a problemas biológicos en el funcionamiento cerebral. Asimismo pareciera que los estudios que dan cuenta de las activaciones cerebrales que se producen a raíz de ciertos estímulos resultan suficientes para prescribir actividades en la escuela que estimulen las zonas cerebrales que comprometerían tal o cual adquisición. Aún en el caso de que algunos de esos estudios detectaran problemas reales, proponer soluciones que actúen en el nivel funcional no dice nada respecto de la enseñanza que favorecería los aprendizajes.

No es la primera vez que se intenta desde afuera del sistema educativo aplicar resultados de una disciplina que se producen en contextos que están completamente alejados de los propósitos de la institución escolar para ofrecer soluciones a los problemas de enseñanza. Creo que hay dos efectos graves: por una parte la patologización de los estudiantes y, por otra, al retirar desde las políticas públicas condiciones para que se produzcan respuestas por parte de los propios actores de las instituciones, se desconoce el lugar de los docentes como productores de conocimiento sobre la enseñanza a partir del análisis crítico de sus prácticas. Creo que los docentes quedan en una posición de mucha soledad, de mucha desprotección.

Conversaciones Necesarias: Hay mucho escrito sobre la relación entre las neurociencias y las matemáticas (por ej. la edición en Argentina del libro de Stanislas Dehaene, El cerebro matemático). ¿Qué opinás sobre esa asociación entre el avance de la investigación sobre las operaciones cerebrales vinculadas con la matemática y la enseñanza de las matemáticas en las aulas?

Patricia Sadovsky: Me detengo en esta idea de operaciones cerebrales vinculadas con la matemática. Dehaene habla de algo que denomina sentido numérico. ¿Qué es? Se trata de la capacidad humana de percibir tempranamente cantidades aproximadas de objetos de modo tal que un niño puede registrar “a simple vista” en una pequeña colección de objetos que algo ha cambiado si se retiran o se agregan elementos. Las diferentes experiencias de laboratorio que relata dan cuenta de  las zonas del cerebro que se activan frente a tareas de percepción, a veces de comparación de números o de sumas elementales. ¿Por qué se afirma que estos datos demuestran que el cerebro es el órgano que nos permite crear la matemática? ¿Es que se aprendió a operar por la activación de una determinada zona cerebral o por participar de manera activa de un grupo social en el que se movilizan ciertas herramientas para enfrentar determinados problemas? Entendemos, en cambio, que lo que nos permite crear matemática es la posibilidad de integrar una comunidad –científica, escolar- en la que se trabaja con las ideas matemáticas ya producidas para resolver problemas, es la búsqueda de coherencia entre lo que dicen unos y lo que argumentan otros, son los mecanismos de generalización, extensión, abstracción, deducción que se van poniendo en juego cuando se examinan colectivamente las relaciones utilizadas en una cierta situación, es la posibilidad de apelar a diferentes formas de representación en función de los aspectos que se quieren hacer visibles. O sea, la matemática es una producción cultural y social y en tanto tal, se desarrolla en interacción con otros y con lo ya producido.

Al pensar la enseñanza es importante revisar algunas de las ideas que se transmiten en El cerebromatemático. Se sostiene, por ejemplo, que para algunos niños las fracciones “son muy difíciles de aprender porque su maquinaria cortical resiste a un concepto que va en contra del sentido común”. Se trata de una opinión. No hay como fundamentar semejante argumento. Pero aun aceptándolo, ¿qué herramientas aporta para la acción docente? Cuando los niños entran en contacto con las fracciones en la escuela, llevan años viéndoselas con los números naturales. Han construido en su vida escolar unas cuantas certezas que la introducción de las fracciones viene a romper. Conocer cuáles son esas rupturas, analizarlas, tomar conciencia de ellas permite a los docentes elaborar estrategias de intervención a través de las cuales podrán discutir con sus alumnos las diferencias entre números naturales y números fraccionarios. Es el análisis de las exigencias que el nuevo concepto supone para el alumno lo que podrá constituir una ayuda para los maestros. La circulación de “diagnósticos” no fundamentados sobre las dificultades infantiles no orienta el accionar docente. El ejemplo apunta a subrayar que ciertas explicaciones basadas en la arquitectura cerebral, aun aceptándolas, están lejos de contribuir al trabajo de enseñanza.

Otro aspecto que me preocupa mucho se refiere a las interpretaciones que se hacen sobre la base del modo en que niños de nivel inicial resuelven ciertas tareas aritméticas básicas. Efectivamente, se concluye que si los chicos responden correctamente ciertos ejercicios es porque tienen intuición temprana de las magnitudes lo cual a su vez permite predecir éxito escolar futuro. Esta posición atribuye a algo llamado “intuición temprana” lo que en realidad es resultado de las experiencias de interacción social con lo numérico que los niños tienen oportunidad de vivir. Nuevamente el diagnóstico que predetermina se antepone a la propuesta de ofrecer un encuentro con lo numérico que enriquecería la experiencia infantil y generaría buenas condiciones para el aprendizaje.

Conversaciones Necesarias: Cuando sostenés que la matemática es más que un jueguito de ingenio ¿Con quién estás discutiendo? ¿Con qué concepción de la enseñanza de las matemáticas?

Patricia Sadovsky: Estoy discutiendo con quienes piensan que una colección de acertijos que podrían resultar atractivos o divertidos para los estudiantes es un buen sustituto para descartar prácticas muy fragmentadas o mecánicas que todavía suelen ser predominantes en muchas aulas de matemática. Como si se pudiera de un modo casi mágico, retirar un producto del escritorio de los alumnos –la enseñanza mecánica- y reemplazarlo por otro –los juegos de ingenio-. Sin embargo, una sucesión de actividades no permite entablar un vínculo potente con una cierta disciplina. Para ello es necesario reflexionar con los estudiantes sobre las ideas que se van poniendo en juego, relacionar unas con otras, analizar qué mecanismos están detrás de su utilización, considerar su alcance, encontrar sus límites, y sobre todo, ir construyendo una historia en la que las ideas se utilicen, se reutilicen, se resignifiquen, se revisen, se retomen a lo largo del tiempo. La escena de una actividad tras otra, aunque sea más entretenida que la de una cuenta tras otra, (que por supuesto quisiéramos superar) sigue produciendo una gran fragmentación del conocimiento.

Conversaciones Necesarias: En algunos casos la divulgación de las neurociencias oscila entre las propuestas mágicas de aplicación o la resonancia selectiva (hay cerebros mejor dotados que otros, según la situación social,  la nutrición, el entrenamiento mental, etc.) ¿Cómo intervenir frente a esos enfoques?

Patricia Sadovsky: Claro, la aplicación de soluciones mágicas o la clasificación de la población escolar. Pastilla o expulsión. Creo que una clave es restituirles a los docentes su derecho a repensar la enseñanza que desarrollan tomando en cuenta el contexto en el que se desenvuelve. La convicción de que todos los chicos pueden aprender en función de las condiciones institucionales, pedagógicas y didácticas que se generen no se puede imponer, tampoco se puede asumir acríticamente como un dogma. Se puede ir elaborando en una trayectoria en la que la exploración de posibilidades, la discusión colectiva, el análisis de lo que se va intentando, el apoyo de los directivos, la discusión con otros la vayan fortaleciendo. En este clima de trabajo institucional y colectivo se puede apelar a las producciones de diferentes campos de conocimiento que contribuyan a repensar los problemas desde adentro de la institución escolar.

Fuente de la Entrevista:

Los atajos de la neurociencia para eludir problemas de la enseñanza

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Grafiteros y jóvenes sirios le dan color a un campo de refugiados en el Líbano

Líbano/22 de Mayo de 2017/Sinembargo.MX

“Painting On Camps Walls” formó parte de una iniciativa mayor llamada Cosmic Future que busca usar el arte como una herramienta terapéutica con los jóvenes sirios.

El campo de refugiados sirios en el valle de Beqaa, en el Líbano, donde viven casi un millón de refugiados, ahora tiene un toque de color gracias a un proyecto donde niños sirios ayudados por un dúo brasileño de grafiteros llamado Cosmic Boys decoraron una escuela con arte tecnicolor.

La campaña llamada “Painting On Camps Walls” (Pintando en los muros del campo) formó parte de una iniciativa mayor llamada Cosmic Future (Futuro Cósmico) que quiere usar el arte como una herramienta terapéutica con los jóvenes sirios. Participan Conexus Project, colectivo de arte nómada; Al Caravan, que organiza talleres educativos, de entretenimiento y culturales para niños y adultos sirios desplazados; Cosmic Boys, formado por Rimon Guimarães y Zéh Palito; encargada Sheila Zago; y la documentalista francesa Agathe Champsaur.

Todos lanzaron una campaña para financiar su trabajo y publican actualizaciones sobre el progreso de su trabajo en Facebook y YouTube.

Sus motivaciones aparecen a continuación:

“En un momento de fuerte flujo de inmigración debido a los conflictos internacionales, la gente busca oportunidades para sobrevivir, lugares para vivir –para esperar o comenzar una nueva vida. Muchos terminan viviendo en condiciones no ideales entre campamentos de refugiados y asentamientos, donde no se accede fácilmente a la educación y los niños y adolescentes a menudo dejan de estudiar.
[…]
Creemos que el arte puede traerles un poco de alivio, perspectiva y habilidades para hacer su espera menos dolorosa –y darles una voz para expresar lo que están experimentando, junto con la visibilidad internacional. Por lo tanto, nuestro objetivo es participar con niños y adolescentes refugiados que viven en estos espacios, tratando de convertir sus expectativas de vida baja, ¡en la esperanza de un brillante Futuro Cósmico!

Zeh Palito (delante), Rimon Guimarães (centro) y Khaldoun Al Batal (atrás). Foto: Facebook de Conexux Project.

AL CARAVAN 

Desde 2013, Al Caravan ha estado llevando arte y otros esfuerzos educativos a los sirios desplazados. Para la organización, la idea nació un año antes, cuando la fuerza aérea del régimen sirio lanzó bombas sobre la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, durante el día, lo que obligó a sus habitantes a escapar y a abandonar sus hogares temporalmente.

Khaldoun Al Batal, cofundador de Al Caravan, contó a Global Voices la historia completa:

 “Éramos dos amigos, Kasem Hammad y yo, que sentimos el potencial de un lugar móvil para restaurar los bienes de la gente mientras estaban lejos de sus hogares, idealmente caravanas distribuidas en esa área para miniproyectos agrícolas. Piden a un fabricante que haga una “Caravana Mágica” para las actividades para niños. Nuestro equipo quedó roto cuando mi amigo murió en una incursión de las fuerzas sirias, pero insistí en continuar con el proyecto.

En enero de 2013, Al Caravan se dedicó a recorrer las zonas remotas para proporcionar aprendizaje básico, educación y actividades de entretenimiento a los niños desplazados. No sustituye a la escuela, sino que es una especie de refuerzo de la sociedad civil. El equipo creció a 15 activistas que sirven a cerca de mil 500 niños en tres provincias sirias, Idlib, Aleppo y Latakia. Hoy en día, Al Caravan está actuando en varias zonas de Siria y algunos campamentos de refugiados en Turquía, Líbano e incluso Alemania”.

A pesar de contar con una financiación limitada, Al Caravan reunió a un equipo de alrededor de 100 voluntarios dentro y fuera de Siria, junto con activistas del campo educativo para ofrecer su experiencia y trabajo a niños sirios y utilizar las redes sociales para comunicarse con el mundo exterior.

Los objetivos del proyecto son crear una generación que disfrute de las artes como parte esencial en la formación de la personalidad de los niños, lejos de la violencia, y también apoyo psicológico.

El trabajo de alrededor de 3 mil niños que participan en estas pinturas se expuso en París y Montreal, con planes de formar a 25 niños para presentar un espectáculo sobre los derechos de la niñez de las Naciones Unidas con sol vocal y canciones folclóricas.

En una reciente publicación en Facebook, Zeh anunció su visita a Damasco, Siria para pintar más paredes de esperanza:

“Cuarto día en Siria: En medio de la guerra, comenzamos a pintar nuestro mural en el centro de la capital del país. Un día muy importante en mi vida por la importancia que este mural lleva y por toda la situación que enfrenta este país. No quiero ser pretencioso pero, tal vez, también sea un día muy importante para el momento que vive el país. La chispa que inició la guerra en 2011 fue un grafiti hecho por adolescentes. Hoy, 2017, estamos aquí pintando un mural con el objetivo de difundir el amor y la esperanza a través del arte. Si conseguimos cumplir nuestra misión de pintar este mural sin ningún problema, este mural será el más grande del país. Algo que nos anima mucho y nos da la energía para seguir pintando en medio de todos los riesgos que corremos y toda la dificultad a la que nos enfrentamos por estar aquí. Pequeño detalle: llegamos al país en coche blindado y pintamos rodeados de seguridad armada.

Los sirios en general son gente muy receptiva, muy amistosa, siempre nos tratan de la mejor manera posible. En las calles, muchos soldados armados, revistas de autos y personas en todas las avenidas y varios puntos estratégicos de la ciudad. Sonido de bombas, aviones, disparos durante el día que se intensifican por la noche. Creo que ahora podemos “abstraer” los ruidos de la guerra que tiene lugar a seis kilómetros de donde estamos. La tensión está en todas partes, pero la alegría también. Algo difícil de explicar. El casco antiguo es magnífico y lleno de historias, el mercado, la arquitectura, la comida, todo muy único. La gente es hermosa y cariñosa a pesar de los pesares. Hoy el secretario de Cultura del país hizo un hermoso discurso público diciendo que llevamos “armas”… nuestros pinceles traen esperanza”.

Fuente: http://www.sinembargo.mx/14-05-2017/3216639

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Cambio de énfasis.

Por: Raymond J. Wennier

Dos verdades, entre otras, usadas en el campo educativo, veremos hoy. Una, el maestro sigue siendo persona esencial en la formación integral de los alumnos. Segunda, la clave para la mejor ejecución de los maestros en el aula, es la planificación de clase.

El 19 de julio recién pasado, hubo bloqueo, efectuado por maestros, en vías públicas en diferentes departamentos del país.

Pregunto si los maestros que participaron en los bloqueos, utilizaron seis horas de esa semana para la planificación de sus clases para la semana siguiente, 25 a 29 de julio; si lo hicieron, imagino que incluyeron nuevas estrategias educativas en beneficio de sus alumnos. Deplorable lo que enseñan con el ejemplo.

Este siglo se conoce como la época del cambio. Estimados lectores, piensen por un momento sobre los cambios en su propia vida y a su alrededor en los dieciséis años que van de este siglo. ¿Qué han hecho para enfrentarlos?

Cuando hay cambio de condiciones en nuestra vida, necesariamente cambia nuestra conducta, cambian hábitos arraigados por muchos años. No son fáciles esos ajustes sin pensar en las actitudes que nutren nuestras acciones.

En educación hay resistencia al cambio. ¿Por qué? Porque esos cambios obligan a los maestros a cambiar lo que hacen en el aula y no continuar en el siglo pasado. Lo que hacemos está arraigado por la práctica de mucho tiempo y separarse de ese modo de actuar “duele” porque provoca inseguridad. ¿Quién quiere salir de su comodidad para tratar de implementar acciones bajo condiciones nuevas que son desconocidas?

Hay nuevo énfasis en el quehacer educativo. Poner en segundo lugar los datos e información, enormes en cantidad, y más bien priorizar otros aspectos que son más importantes que el contenido de una materia académica.

Dentro de múltiples aspectos, veamos los de mayor interés:
1. Aprender a saber quién soy realmente. ¿Cómo reacciono ante obstáculos? ¿Qué me saca de quicio? Si sé cómo reacciono en distintas situaciones, puedo anticiparlas antes de perder el control. Esa es la base de la madurez, conocerse a sí mismo.
2. Nutrir las interrelaciones y las comunicaciones con otras personas para conocer sus necesidades y sus sentimientos.
3. Aprender a escuchar. Cuando estamos en una discusión o en una conversación con otros, a menudo estamos pensando en cómo contestarle en vez de escucharla para entender su pensamiento mientras nos ofrece lo que piensa traducido en palabras, gestos e inflexión de la voz, que me ayudan a conocerla. Esta atención puesta a la otra persona y a su perspectiva, demuestra el interés que tengo en ella.
4. Retroalimentación. Tiene tres aspectos, dos exteriores y uno interior. Cuando una persona nos expresa lo que piensa de nosotros y de nuestras acciones, nos está dando retroalimentación externa. Otra de este tipo, es cuando nosotros pedimos la opinión de terceras personas sobre nuestras acciones. La interna es la metacognición, es pensar obre nuestros pensamientos. Es evaluarnos a nosotros mismos.

Ninguno de los cuatro puntos tiene que ver con el contenido de una materia; demuestran la inteligencia emocional de la persona. En el aula, son elementos más importantes que saber un dato informativo que puede cambiar dentro de unos meses. Así son los cambios, rápidos y profundos.

¿Podemos ajustarnos y cambiar también?

Fuente: http://lahora.gt/cambio-de-enfasis/

Imagen: http://bp0.blogger.com/_DgacknRWtbk/R8YSMJ9sKMI/AAAAAAAAAOQ/XgjtjLHTPzM/s320/maestro1.jpg

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