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Miedo no, pero preocupación sí

Por: Juana M. Sancho

No le tengo miedo al móvil, va a estar ahí y vamos a tener que vivir con él, aprovechando todo lo que nos pueda aportar. Pero como educadora e investigadora me preocupa su impacto, por lo que entiendo que nuestra misión es investigarlo y garantizar que no acabe siendo un caballo de Troya.

Tal como he comentado en columnas anteriores, comencé mi colaboración en El Diario de la Educación, con una la columna El parlamento de las cosas. Cuando decidí titularla así, creo que casi pensaba más en el sentido de mis contribuciones que en el de una sola columna. Es algo que he vuelto a pensar tras visitar el Mobile Wolrd Congress (MWC) 2019, celebrado del Barcelona del 25 al 28 de febrero y, en particular, asistir al encentro “mSchools Changing Education Together and Mobile Learning Awards”.

Llevo muchos años dedicándome al campo de las tecnologías de la educación y desde que participé en el primer programa de informática educativa puesto en práctica en este país (Centro de Estudios de Informática Educativa y Profesional, CRIEP), he defendido la idea de que nuestra misión como educadores e investigadores, no es la de ser meros comerciales (gratuitos) de las compañías tecnológicas, sino educadores con criterio capaces de valorar los pros y contras de cada desarrollo industrial. Para mí la “tecnología”, en este caso digital, no es solo para aplicar sino y, sobre todo, para pensar. Y es evidente que para pensar necesito conocer y en el proceso utilizo distintas aplicaciones tecnológicas. Que, además, he de conocer en profundidad si quiero emitir un post-juicio y no un pre-juicio. Pero, sobre todo, quisiera poder pensar y decidir (aunque parezca una utopía), el tipo de “herramientas”, de desarrollos tecnológicos, que necesitamos para el tipo de educación y sociedad que quisiéramos contribuir a construir.

Desde esta perspectiva, el MWC me ha permitido un año más (ver mi columna del año pasado) plantearme una serie de preguntas sobre si los desarrollos presentados contribuyen al tipo de sociedad que muchos quisiéramos: más acogedora, amable, justa y cuidadosa, para todos los seres humanos y todos los habitantes del planeta. Y los siento, pero, una vez más, me tuve que contestar que no. La gran protagonista ha sido la conexión 5G, que se presenta como capaz de alojar hasta mil veces más dispositivos de los que hay en la actualidad y ser hasta 10 veces más rápida. Una actuación estrella fue el desarrollo de una operación quirúrgica a distancia con una extraordinaria precisión de movimientos. Y yo que siempre miro el “fuera de campo” pensaba: “Me parece genial, estupendo que una persona o varias se puedan beneficiar de semejante aplicación, pero ¿y los millones de personas que no tienen acceso a atención médica primaria y menos a operaciones quirúrgicas? ¿Por qué no desarrollar tecnologías para que todos los seres humanos tengamos acceso a los servicios de salud, educación, agua potable, instalaciones sanitarias…?”. Sí, ya sé, se trata de los pobres, ahí no hay glamour, pero es el tipo de mundo que a mí me gustaría contribuir a construir.

Preguntas parecidas me sugirieron las luchas de los gigantes de telefonía móvil por desarrollar el aparato más flexible, potente, con más aplicaciones… Para asegurarse de que seguimos comprando sin parar, sin preguntarnos si realmente lo necesitamos, de dónde salen las materias primas y a dónde va la basura que generan. Lo mismo pensé de los drones, los coches autónomos, etc. En definitiva, un buen negocio para unos pocos. ¿Un buen negocio para la humanidad?

El segundo bloque de cuestiones me lo planteó el encuentro “mSchools Changing Education Together” y, en particular, un nuevo proyecto del Departament d’Educació catalán de promover el uso de tecnologías móviles en 100 centros de enseñanza. Al final de la presentación, el consejero de Educación expresó que no les tenía miedo a los móviles y lo repitió varias veces con convicción. Entonces pens: “Yo miedo no les tengo, pero como educadora e investigadora me producen preocupación”. Y me la producen por las muchas facetas que nos ocultan. Por cómo sus aplicaciones desarrolladas mediante tecnologías persuasivas modelan nuestro comportamiento. Por las aplicaciones que, sin apercibirnos, pueden grabar todas las acciones que realizamos poniendo esta información en diferentes manos. Pero, sobre todo, por el impacto que pueden tener en el desarrollo cognitivo y emocional. La sobrexposición a la información está influyendo en nuestra capacidad de concentración y dotación de sentido. La “conectividad inteligente”, publicitada por el MWC, además de aumentar la adicción tecnológica, parece llevarnos a no querer estar en el lugar en que nos encontramos. Estamos en la clase, quedamos con amigos, estamos con nuestra familia y estamos conectados con otras personas y lugares. Pero mi mayor inquietud deriva de una reflexión realizada por una jefa de estudios de una escuela primaria pública de un barrio popular. Comentó que estaban llegando niños y niñas de 3 años con grandes dificultades para hablar, relacionarse y responder a los estímulos del entorno. Su hipótesis era que la sobreexposición a su nueva niñera, la pantalla, les impedía desarrollar un buen número de funciones básicas.

Por todo ello, no le tengo miedo al móvil, va a estar ahí y vamos a tener que vivir con él, aprovechando todo lo que nos pueda aportar. Pero como educadora e investigadora me preocupa su impacto, por lo que entiendo que nuestra misión es investigarlo y garantizar que ni en la clase ni en la vida de niños, niñas y jóvenes (también adultos) acabe siendo un caballo de Troya.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/03/07/miedo-no-pero-preocupacion-si/

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Colombia: La educación desapareció de la nueva Misión de Sabios

América del sur/Colombia/07 Marzo 2019/Fuente: Semana

El excoordinador de la Misión de Sabios de 1994, Carlos Eduardo Vasco, planteó, a través de una carta abierta, cinco puntos por los cuales cree que esta Misión fracasará.

Carta abierta sobre la nueva Misión de Sabios al Sr. Presidente, a la Sra. Vicepresidenta, a los 43 miembros de la nueva Misión y a todos los académicos y académicas del país, del comisionado coordinador de la antigua Misión de Sabios, Carlos Eduardo Vasco Uribe.

Estimado Sr. Presidente, apreciada Sra. Vicepresidenta, queridos miembros de la nueva Misión de Sabios y colegas académicos y académicas:

Dejé pasar 20 días desde aquel memorable jueves 8 de febrero en el Jardín Botánico, fecha de la cual ya no quisiera acordarme, para darme el tiempo de “contar hasta diez” dos veces antes de enviarles esta misiva, profundamente sentida, tal vez insolente por demasiado sincera y muy probablemente impertinente, defectos de los cuales les pido de antemano me excusen con mucha empatía por encontrarme ahora avanzando lentamente por el noveno piso de mi vida, a mis 81 años de edad, ya por encima del bien y del mal.

Las trivialidades de la convocatoria

Todavía no puedo creer lo que viví el jueves 8 de febrero en el Jardín Botánico. Recuerdo claramente el día 24 de julio del año pasado, hace ya siete meses. Nos reunimos en la sede de la Academia Colombiana de Ciencias tres antiguos comisionados de la antigua Misión de Sabios, Eduardo Posada, Fernando Chaparro y yo, su antiguo comisionado coordinador, y los presidentes de la Academia de Ciencias y del Colegio de Academias.

Agradecimos mucho al entonces Sr. Presidente electo que nos aceptara sin tardanza nuestra invitación a conversar con él y con la Sra. Ministra de Educación, recién nombrada y aún no posesionada, sobre la posible convocatoria de una nueva Misión de Sabios. Grande fue mi alegría e ilusión ese día, en el que, después de 25 años, parecía resurgir de su tumba oscura la primera Misión, y parecía que el informe “Colombia, al filo de la oportunidad” iba a tener una segunda.

Pero, después de seis meses de silencio total, ese jueves 8 de febrero en el Jardín Botánico, a las nueve de la mañana del día de la instalación de la nueva Misión, nos enteramos tres de los antiguos comisionados que habíamos sido excluidos de la misma y, eso, por parte de uno de los acomodadores.

Tres de mis colegas de la antigua Misión de Sabios, el Dr. Rodolfo Llinás, el Dr. Eduardo Aldana y el Dr. Fernando Chaparro, estábamos esperando la llegada del Sr. Presidente para la inauguración, conversando sentados en la segunda fila de las sillas, cuando el acomodador llegó con el Dr. Eduardo Posada. Le pidió al Dr. Llinás pasar con él a la primera fila, y nos indicó a los otros tres que nos sentáramos unas filas más atrás, pues esas sillas estaban reservadas para los comisionados.

Al decirle que nosotros tres también éramos comisionados, releyó su lista y nos confirmó que no figurábamos en ella. Nos pasamos para la cuarta fila, y al empezar a llegar los otros 40 comisionados, nos volvió a pedir levantarnos de allí y pasar al lado izquierdo de la sala. Solo entonces nos dimos por enterados.

Según nuestras expectativas, que creí que eran acuerdos, el entendimiento inicial en la reunión del 24 de julio y en los primeros documentos que entregué al Dr. Enrique Forero, era que a cada uno de los seis o siete comisionados de la antigua Misión que aceptáramos seguir colaborando con la nueva nos nombrarían una persona más joven de nuestra confianza como nuevo comisionado para seguir llevando nuestra antorcha, y que se escogerían unas diez o quince personas más con los criterios muy loables de presencia internacional, de mayor participación femenina y de personas que vivieran fuera de la capital.

Tanto la Dra. Ángela Restrepo como yo enviamos algunos nombres de la persona que podría acompañarnos y de otros candidatos más, como sugerencias a la Sra. Vicepresidenta, a quien el Presidente Duque había encargado por decreto de la organización de la nueva Misión, a través del Dr. Forero, presidente de la Academia y del Capitán Ariza, pero nunca recibimos ninguna consulta, pregunta ni respuesta, a menos que pueda considerarse como tal la respuesta tajante del acomodador de marras.

No esperaba yo de dama tan bien educada este tratamiento, y aunque por algún motivo pudiera tal vez explicarse su conducta con nosotros los tres comisionados varones, no veo cómo justificarla con la Dra. Ángela Restrepo, quien estaba presente virtualmente ese día jueves, y quien, por supuesto, no se atrevería jamás a quejarse, como sí me atrevo yo a cometer tal atrevimiento.

2. Las infortunadas coincidencias con el Bicentenario

Es verdad que no se le puede pedir mucha profundidad de memoria histórica a tan joven Presidente, pero no puedo pasar por alto recordar ahora que hace precisamente 200 años, en la reconquista española de nuestra patria de 1815 a 1819, Morillo y Sámano estaban fusilando a nuestros pocos sabios sobrevivientes de la Expedición Botánica.

Por ello me impresionó mucho, tal vez indebida pero inevitablemente, que en este bicentenario de la independencia y la república se nombrara a una persona de nacionalidad española para coordinar a los nuevos sabios de Colombia. No es culpa de ella, por supuesto.

Esto sería simplemente una infortunada coincidencia, si no me asaltara al mismo tiempo la comparación con otros recientes nombramientos en otras comisiones de memoria o falta de ella, y por lo tanto no puedo disimular mis encontrados sentimientos. Me refiero a la ausencia de la dimensión histórica en la nueva Misión y en quienes la convocaron.

Obviamente parece que el gobierno y el partido de gobierno no consideran la historia como ciencia, sino como herramienta de indoctrinación y control, al tiempo que proponen un proyecto en el congreso para penalizar a los maestors que señalen a sus estudiantes las dimensiones críticas, éticas y políticas de la historia. Una Misión sin historia no es misión.

Por ello entiendo y me parece apropiado, como lo hicieron los profesores de historia de la Universidad Nacional, pedirle a Darío Acevedo su renuncia, y si no renunciare, pedirle al Sr. Presidente la revocatoria de su nombramiento. Me uno a ellos.

Entiendo, pues, y hasta me alegro ahora de que nuestro antiguo comisionado, Marco Palacios, no hubiera querido formar parte de la nueva, y no veo en ella ningún colombiano que tome su lugar. Por más que, afortunadamente, se nombró al Dr. Johan Schot, no creo que su especialidad en la historia de la tecnología le permita llenar ese vacío.

Tal vez este alejamiento de la historia no ocurra por culpa del Sr. Presidente ni su Vicepresidenta, sino por ciertos expresidentes, congresistas, y partidos antidemocráticos que comparten con Torrijos o Acevedo, con Plinio Apuleyo o José Obdulio, esa extraña enfermedad degenerativa que llamo “amnesia doble”: no tienen memoria ninguna de los discursos y argumentos que hace pocos años esgrimían tan elocuentemente contra el capitalismo, y parecen haber olvidado totalmente que hubiera habido algún conflicto social y político en Colombia en los últimos 50 años.

No se acuerdan tampoco de los millones de víctimas ni de los falsos positivos, pero sí estoy seguro de que recuerdan algo, porque ellos también se declaran víctimas de los “sicarios morales” que alguna vez los criticamos y quieren ahora impedir a toda costa el trabajo de la Comisión de la Verdad y el de la Justicia transicional. No entiendo cómo se convoca una Misión a espaldas de nuestra historia.

Por supuesto, todo esto no quiere decir nada negativo sobre la persona misma de la nueva coordinadora, la Dra. Cristina Garmendia, muy sabia, exitosa e inteligente exministra del gobierno español. Su nombramiento es un acierto. Estoy seguro de que no solo no tomará ella a mal mi ambigua nota histórica, sino que se sentirá muy estimulada y obligada a hacer todo lo posible para apoyar a los otros 42 comisionados en el éxito de esta nueva Misión, así sea por resarcir en algo a nuestra patria de lo que otros gobiernos anteriores hayan podido hacer tan mal (no me refiero al gobierno del presidente Santos sino al del Rey Fernando VII).

Es claro que yo mismo, por mi edad y mi estado de salud, no podría de ninguna manera coordinar a tantos sabios, ni hubiera aceptado ese nombramiento, pues con solo nueve ya me quedó otrora bien difícil. No creo ni siquiera haber podido colaborar con los actuales durante diez meses y, por eso, en esta carta no quiero que se tome nada como resentimiento personal o egolatría (aunque confieso que la tengo, pero no creo que influya en este escrito).

Ya hablé con la Dra. Cristina, quien me sedujo a primera vista (en el buen sentido de la palabra), y le entregué personalmente la antorcha de la antigua Misión: el informe “Colombia, al filo de la oportunidad”. Le manifesté mis mejores augurios para una exitosa coordinación y mi disponibilidad, que ahora le renuevo, para ayudarla en lo poco en que pueda asesorarla, por más que después de esta carta, cualquier ayuda mía más bien la perjudique.

3. La relación con el Plan Nacional de Desarrollo

Debo confesar públicamente que tampoco se cumplieron las expectativas ni las propuestas, que creíamos que eran acuerdos entre los que estuvimos presentes en esa reunión inicial en la Academia respecto a la convocatoria de la nueva misión de sabios. Como dije arriba, ese día acordamos convocar la nueva misión para asesorar al Sr. Presidente en la formulación de políticas públicas para su gobierno y de políticas de Estado por otros 25 años. Sentí mucha alegría con su decisión de acoger esa propuesta lo más pronto posible.

La misma Sra. Ministra de Educación, recién nombrada aunque todavía no posesionada, le indicó al Sr. Presidente la necesidad de reunirnos pronto, ojalá comenzando en ese mes de agosto mismo, para revisar las conclusiones de la antigua Misión que estuvieran aún vigentes y lograr que quedaran de una vez integradas al articulado del Plan Nacional de Desarrollo que el nuevo gobierno debía elaborar en los seis meses siguientes, desde agosto del año pasado hasta enero de este año, y presentarlo al Congreso para su aprobación.

La misma Sra. Ministra le recordó que las recomendaciones que no se integraran al articulado del Plan de Desarrollo, tanto en educación como en ciencia y tecnología, tendrían que esperar otros cuatro años para llevarse a la práctica.

Es claro que fue culpa mía haber creído que el presente gobierno estaba inclinado al cumplimiento de acuerdos, y mucho menos en este caso, en el que ni siquiera eran acuerdos. Pero, de todas maneras, me siento obligado a confesar públicamente mi sorpresa mayúscula cuando me llegó la convocatoria para la inauguración de la nueva Misión el jueves 8 de febrero en el Jardín Botánico cuando se anunció al mismo tiempo para el día anterior la radicación en el congreso del Plan Nacional de Desarrollo.

Quedaron así mis colegas de la nueva Misión en la misma triste condición que nosotros con la antigua, condenados de nuevo a que los ocho documentos de propuestas y las recomendaciones globales que se entreguen al país dentro de diez meses se queden de nuevo en los anaqueles, esperando tal vez una tercera oportunidad en el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno siguiente dentro de cuatro años. Y anoto, con temor, que, si el gobierno siguiente lo va a encabezar el Dr. Holmes Trujillo, tendrían que esperar ocho.

4. La exclusión de la educación

Me extrañó más todavía, especialmente por lo orgullosos que nos sentíamos del nombre y del informe de nuestra antigua Misión: Ciencia, Educación y Desarrollo, y por haber empezado a organizar la nueva Misión con la Sra. Ministra de Educación para poner en el centro de los nuevos documentos las recomendaciones sobre la educación, notar ahora que precisamente todos los aspectos y personas de la educación hubieran desaparecido de la nueva Misión y prácticamente también del articulado del Plan de Desarrollo.

Afortunadamente, dos de los coautores de un celebrado informe sobre la educación, Guillermo Perry y Sandra García, me ahorran páginas de análisis. Indican ellos que solo se plantean en el nuevo Plan de Desarrollo algunas metas de aprendizaje para el grado 11, y no para los demás grados de básica y media y que no hay metas para las áreas específicas. De los 73 artículos que quedaron en el pacto por la equidad, solo 4 son de la “subsección” de educación y solo uno de los 4 artículitos se relaciona con la calidad de la educación básica y media, y eso solo para el mejoramiento de infraestructura.

¿Dónde están las principales metas de la antigua Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo, casi todas orientadas a la educación? ¿Dónde está la planeación y la garantía de financiación de los acuerdos logrados en diciembre con los maestros, con los estudiantes universitarios, sus profesores y rectores? No encuentro nada en el Plan de Desarrollo ni en el encargo a los comisionados de la nueva Misión ni en las personas seleccionadas para ella.

Fue nadie menos que el mismo Premio Nobel Serge Haroche, nombrado ese día como nuevo comisionado, quien le tuvo que recordar al Sr. Presidente al día siguiente de la instalación que lo más importante para impulsar la ciencia y la tecnología en un país en desarrollo es la educación. Lástima que tampoco tuvo tiempo el Sr. Presidente para haberse quedado a escuchar el discurso de aceptación por parte del Dr. Wasserman, en el que él hizo también el debido énfasis en la educación en todos sus niveles.

¿Se excluyó al MEN, a la Comisión Académica y a la Comisión Gestora de la conformación del Plan Decenal de Educación, tanto de la elaboración del articulado del Plan de Desarrollo como de las decisiones sobre las temáticas y sobre todo sobre los miembros de la nueva Misión de Sabios?

Francamente, aunque es claro que sí hay una despreocupación real por la educación en buena parte del gobierno y en todo el partido de gobierno —ojalá no en el Sr. Presidente mismo y ciertamente no en la Sra. Vicepresidenta— la realidad es que no nombraron a nadie relacionado con la educación en la nueva Misión ni insertaron ninguna de las propuestas de la antigua en el articulado del Plan, excepto tal vez los consabidos saludos a la bandera en la retórica introductoria del documento, en la que me extrañó también el inusitado elogio nominal a un personaje nefasto para la ciencia, la educación y la paz.

Se desatendió también la propuesta de involucrar a la Academia Colombiana de Pedagogía y Educación, y la sugerencia de nombrar en la nueva Misión a su presidente, el Dr. Rafael Campo, cuya amplia visión de la educación debería tenerse especialmente en cuenta por ser él invidente.

Infortunadamente, no se me ocurre ningún otro criterio que se hubiera tenido en cuenta para excluir a los antiguos comisionados más directamente relacionados con la educación, como a Ángela Restrepo, a Eduardo Aldana, a Fernando Chaparro y a mi. No es grave el caso de Fernando ni el mío, pero sí siento muchísimo que se haya excluido a la Dra. Ángela Restrepo por haber sido ella quien había ofrecido avanzar en una propuesta específica sobre enseñanza de las ciencias y preparación de docentes, y más que todo, que se haya desechado al Dr. Eduardo Aldana con su propuesta sobre los Institutos regionales “Innovar” para cada departamento (y a mediano plazo para cada cuenca hidrográfica), la propuesta más valiosa de la antigua Misión de sabios para la educación secundaria, media y terciaria en el sector rural. No somos las personas: es la educación.

Siento pues tener que decir que la educación desapareció del todo en la convocatoria de la nueva Misión de ciencia, tecnología e innovación, y casi totalmente del articulado del Plan de Desarrollo. No es pues, ni de lejos, la nueva Misión una continuación y perfeccionamiento de la antigua. Es más bien el entierro de tercera de la sección más importante del informe “Colombia al filo de la oportunidad”, en el que esta lápida funeraria le cambia totalmente el sentido a aquella frase del Maestro Gabo sobre la educación: que debería ser “una educación desde la cuna hasta la tumba”. Pero no esta tumba…

Me temo ver pronto de nuevo en las calles a los maestros, a los estudiantes de educación media, a los estudiantes y profesores universitarios, esta vez también con sus rectores, exigiendo el cumplimiento de todos los acuerdos de diciembre y la reinserción de la educación en el centro de todas las políticas de Estado y de gobierno.

5. La contradicción entre políticas de gobierno y políticas de estado

Finalmente, lo que me tiene más apesadumbrado es que después de redactado el Plan Nacional de Desarrollo no haya en este momento ya lugar para que la nueva Misión pueda formular políticas para este gobierno, sino solo algunas políticas de Estado a largo plazo. Así intentamos hacerlo hace 25 años en la antigua Misión, con la intención de que nuestras conclusiones comprometieran a futuros gobiernos. Lamentábamos expresamente que en Colombia solo hubiera políticas de gobierno y de ministro, pero no políticas de Estado.

Pero hay aquí una contradicción fundamental, para mí insoluble. En los últimos meses del año pasado y los dos primeros de este año, el Sr. Presidente, varios de sus ministros y todo el partido de gobierno han estado proclamando a todo el mundo civilizado el incumplimiento de muchos compromisos que, como Estado colombiano, deberíamos cumplir, con la excusa de que habían sido firmados por gobiernos anteriores.

No faltaría ya, Sr. Presidente, sino que otro de sus ministros decidiera no pagar los próximos vencimientos de la deuda externa por haber sido esta contraída por gobiernos anteriores.

Siento decirles, Sr. Presidente y Sra. Vicepresidenta, que en esas condiciones yo me sentiría moralmente impedido para asesorar a su gobierno en la elaboración de políticas de Estado. Menos mal no me nombraron ustedes en la nueva Misión, para evitarme el penoso incidente de tener que rechazar mi postulación. Si acaso la hubiera aceptado antes, ahora tendría que decir que yo sí siento una incompatibilidad moral que me obligaría ahora a renunciar a una Misión que no fuera de educación, que tuviera memoria histórica de la antigua ni aceptar su diferenciación entre políticas de gobierno y políticas de Estado.

Espero, eso sí, que mis colegas de la nueva Misión no sientan tan profundamente como yo esta incongruencia que ahora siento y continúen pacientemente con su trabajo de elaborar políticas de Estado para un próximo gobierno, a pesar del fundado temor de que el siguiente no acepte nada de lo elaborado en el presente.

Propongo pues a los 43 comisionados que sigan calladamente su tarea de formular políticas de Estado a largo plazo, pero sin entregar ningún documento hasta que el Sr. Presidente no se posesione realmente como Jefe de Estado, como rector y representante responsable del Estado colombiano, no de un partido antidemocrático y unos votantes engañados.

Siento decirle, Sr. Presidente, que no por culpa suya sino más bien de cierto partido de extremo centro, de cierto senador ya tristemente célebre y de cierto expresidente conocido de autos, usted no se ha posesionado todavía como Jefe de Estado sino como jefe de gobierno, y de un gobierno que no reconoce obligaciones del Estado, como para nuestra vergüenza nos lo han tenido que reprochar públicamente los gobiernos de Alemania, de Noruega y de Cuba.

No veo que haya rechazado usted, ni su embajador, ni sus ministros con toda la contundencia requerida que cualquier Mister Bolton mande 5000 soldados a Colombia sin ni siquiera consultarlo con usted, con su embajador en Washington ni con su ministro de relaciones exteriores. Humillar así a un país no es asunto para risas y bromas con regalitos de bloques amarillos.

Lamento decirle Sr. Presidente, que en mi no muy humilde opinión, usted no se ha posesionado todavía como Jefe de Estado de la digna y altiva República de Colombia, sino solo como mayordomo de la finca de cierto expresidente, que resultó ser, como lo temíamos, una plantación colonial más de los Señores Trump, Pence y Bolton, amenazando así con revertir otra vez 200 años de la tenue independencia de nuestra república.

Posesiónese usted, Sr. Presidente, como Jefe del Estado soberano de Colombia; autojuraméntese si es necesario, como está de moda, como se lo pidió Daniel Samper Ospina; pero yo no se lo digo en broma, sino con toda la seriedad del caso: no permita que ni cierto senador, ni cierto expresidente, ni cierto partido antidemocrático quieran reducirlo a manejarles la finca a los señores Trump, Pence, y Bolton, y menos todavía, exigiéndole que se ofrezca a administrarles también la finca vecina.

Si por fin en algún momento de este año logra usted posesionarse como Jefe de Estado y no solo de gobierno, y empieza a comprometerse a mantener en alto el honor de Colombia ante los países civilizados, especialmente ante Alemania, Noruega y Cuba y a excusarse ante ellos, jurando cumplir todos los compromisos de Estado adquiridos por los gobiernos anteriores, tendremos alguna oportunidad de que las políticas de Estado que acuerden los nuevos comisionados sean respetadas y seguidas por los gobiernos posteriores.

Si así, como lo espero, sucediere en algún momento de este año, podrán con tranquilidad los 43 comisionados continuar su difícil labor de elaborar a conciencia esas políticas de Estado, no de gobierno y menos de ministro. Termino pues pidiéndole y animándole a hacerlo cuanto antes: Sr. Presidente, asuma usted su misión histórica de ser nuestro Jefe del Estado colombiano. Dios y la Patria os lo demandan; que Él y Ella os lo concedan.

Imagen: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2019/3/4/603736_1.jpg

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/criticas-del-excoordinador-de-la-primera-mision-de-sabios-al-presidente-duque/603741

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Cuba: La educación y la ciencia al servicio del desarrollo

América Insular/Cuba/Por: LILIAN KNIGHT ÁLVAREZ/ Fotos: MARTHA VECINO ULLOA

La Ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), Elba Rosa Pérez Montoya, explicó en entrevista exclusiva a la revista BOHEMIA, la posición del país respecto a la relación entre las universidades y empresas, de forma tal que la ciencia sea una inversión y no un gasto

“Hasta el momento se han aprobado 11 políticas para el perfeccionamiento del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación en el país; una de ellas tiene que ver con la relación entre universidades, centros científicos y empresas.

“Esta debe contribuir al cierre del ciclo de investigación, desarrollo y producción, y a generar encadenamientos productivos. Se ha decidido que se implemente por un año a modo experimental, a cargo del Ministerio de Educación Superior, teniendo en cuenta que es en las universidades donde se desarrolla la mayor parte de las investigaciones, además de contener en ellas centros de estudios y personal científico.

“Por su parte el CITMA tiene la responsabilidad de conducir esta política y validarla una vez que sea aprobada en el consejo de Ministros.

“Una de las formas en que se implementa esta política es el establecimiento de parques científicos-tecnológicos. Hoy solo existe uno en el país, ubicado en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI). Este convive con la casa de altos estudios y a la vez, alberga empresas y otros centros productivos que aplican y desarrollan las investigaciones generadas en esta institución universitaria.

“Este parque no tiene un solo eje temático, pero apunta sobre todo, al desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones.

“Además existen otras experiencias que se están desarrollando en otras universidades como la de Matanzas, Holguín y Villa Calara, que, aunque aún están creando condiciones de orden tecnológico, pronto se estarán presentando ante el Consejo de Ministros para su aprobación.

“Los parque científicos- tecnológicos están llamados a dinamizar, promover y aplicar los resultados de estudios de forma más rápida, y por ende a cerrar el ciclo de investigación-desarrollo-innovación, además de la comercialización de los productos generados.

“La gama de especialidades para los parques está abierta, aunque creo que, además de la industria biotecnológica y biofarmacéutica, tenemos condiciones para avanzar en las tecnologías de la informática y las comunicaciones, así como en sectores de la industria y las energías renovables.

“El establecimiento de los parques también nos ayuda al posicionamiento a nivel internacional, porque implica la existencia de un personal altamente calificado, la aplicación de buenas prácticas higiénico-sanitarias y la certificación de nuestros laboratorios según las normas internacionales. Esto se traduce en competitividad, excelencia y la posibilidad de exportación de nuestros bienes y servicios.

“Por otra parte, una vez que la relación universidad y empresa sea cada vez mayor, posibilitará la trasmisión de tecnologías y el empleo de recursos mutuos, y se establecerán unidades docentes totalmente equipadas, a fin de que cuando el joven se gradúe ya tenga una idea de la práctica productiva cotidiana. Además, los estudiantes, que siempre tienen ideas buenas y frescas aportarán directamente a la innovación y a la industria de alta tecnología, motor impulsor del desarrollo y el producto interno bruto (PIB) de países como el nuestro, carente de muchos recursos naturales.”

Por último, la ministra también se refirió a la inserción de la Tarea Vida en los planes de estudio de todos los niveles de enseñanza.

En la conferencia impartida por la ministra durante el evento Pedagogía 2019, se resaltó el papel de la educación en la sensibilización de la familia con la tarea vida

En la conferencia impartida por la ministra durante el evento Pedagogía 2019, se resaltó el papel de la educación en la sensibilización de la familia con la tarea vida

La inclusión de la Tarea Vida ha sido transversal, en todos los organismos e instituciones. Específicamente Educación, tiene doble tarea, porque no solo tienen el encargo de incluir este contenido en todas sus asignaturas y niveles educativos, sino también, tienen la responsabilidad de sensibilizar a la familia desde y a través de los estudiantes.

La directora de Ciencia y Técnica de este ministerio, la doctora Eva Escalona Serrano, junto a los de otros organismos, forma parte del grupo de trabajo del CITMA para la implementación del Plan del Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático: Tarea Vida.

Ellos garantizan la implementación de este plan al interior de todas las entidades ministeriales y sus acciones son controladas y asesoradas por nosotros.

En el caso de Educación, se ha introducido el contenido en todos los contenidos, gracias al III Perfeccionamiento, que nos dio la posibilidad de cambiar al Plan E de estudio. Además ellos han organizado capacitaciones nacionales donde participan especialistas del CITMA.

El plan es joven, tiene solo un año pero creo que hemos avanzado y ya hoy se habla de la Tarea Vida, tiene un apoyo gubernamental, financiamiento, chequeo por parte del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. Es a largo plazo y nos ayudará a adaptarnos y a hacer sostenible la vida en nuestro país.

Fuente: http://bohemia.cu/ciencia/2019/02/la-educacion-y-la-ciencia-al-servicio-del-desarrollo/

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UNESCO: ¿Cómo la inteligencia artificial puede reforzar la educación?

UNESCO/14 Febrero 2019

El poder transformador de la inteligencia artificial (IA) abarca todos los sectores económicos y sociales, incluido el de la educación.

“La IA transformará profundamente la educación”, declaró Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO. “Se van a revolucionar los métodos de enseñanza, las formas de aprender, de acceder al conocimiento, de capacitar a los docentes”.

La IA tiene un fuerte potencial para acelerar el proceso de consecución de los objetivos globales de educación mediante la reducción de las dificultades de acceso al aprendizaje, la automatización de los procesos de gestión y la optimización de los métodos que permiten mejorar los resultados en el aprendizaje.

Es por eso que el tema de la próxima Semana del aprendizaje móvil de la UNESCO  (del 4 al 8 de marzo de 2019) será la IA y sus consecuencias en el desarrollo sostenible. El evento, de cinco días de duración, que se organiza anualmente en la sede de la UNESCO en París, prevé un programa muy interesante de reuniones de alto nivel, talleres y demostraciones prácticas. Unos 1.200 participantes ya se han inscrito en este evento que constituye una oportunidad única para que la comunidad de docentes, los gobiernos y demás partes interesadas del sector educativo debatan acerca de las oportunidades y los riesgos de la IA en el ámbito de la educación.

Los debates abarcarán en general cuatro temas clave:

  • Garantizar una utilización inclusiva y equitativa de la IA en la educación – en particular mediante acciones que permitan abordar las desigualdades vinculadas con el estatus socioeconómico, el género, el origen étnico y la situación geográfica y mediante proyectos exitosos o soluciones relacionadas con la IA cuya eficacia ha sido demostrada con miras a eliminar los obstáculos que impiden que los grupos de personas más vulnerables accedan a una educación de calidad.
  • Utilizar la IA para mejorar la enseñanza y el aprendizaje – mediante la mejoría del sistema de gestión de la educación, los sistemas de gestión del aprendizaje asistidos por la IA u otras aplicaciones del ámbito de la IA en la educación, y por la identificación de nuevas formas de aprendizaje personalizado para apoyar el trabajo de los docentes y hacer frente a los desafíos de la enseñanza.
  • Promover el desarrollo de las capacidades en el trabajo y la vida cotidiana en la era de la IA – mediante el apoyo a la creación de estrategias y políticas en los planos local, regional e internacional, la consideración de la disponibilidad de los encargados de formular políticas y otros líderes y partes interesadas de la educación, y el examen de los medios que facilitan la utilización de los instrumentos relativos a las tecnologías móviles basados en la IA para apoyar el desarrollo de las capacidades y la innovación.
  • Proteger la utilización transparente y verificable de los datos relativos a la educación – mediante la reducción de los riesgos y peligros que pudiera representar la IA en la educación; la identificación y promoción de pruebas fehacientes que sirven de base a las políticas que garantizan la transparencia y la adopción de algoritmos transparentes y comprensibles por parte de las partes interesadas del sector educativo.

Durante la Semana del aprendizaje móvil, la UNESCO organiza una Conferencia Global sobre Inteligencia Artificial (lunes 4 de marzo) con el objetivo de sensibilizar y promover la reflexión sobre las oportunidades y los desafíos que representa la IA y sus tecnologías conexas, fundamentalmente en términos de transparencia y responsabilidad. Bajo el lema de “La Inteligencia Artificial (IA) para el Desarrollo Sostenible”, esta conferencia examinará el potencial de la IA en lo relativo a los ODS.

Fuente: https://es.unesco.org/news/como-inteligencia-artificial-puede-reforzar-educacion

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Colombia: Universidad Nacional lanza primer curso con certificación blockchain

América del sur/Colombia/14 Febrero 2019/Fuente: Semana

El uso de tecnología blockchain en diversas universidades del mundo está cambiando la forma de certificar a los estudiantes en distintas partes del mundo. En Colombia, la Nacional es de las primeras en atreverse a implementar esta herramienta.

La tecnología  blockchain está de moda en el mundo. Desde su uso más popular, registrar las transacciones de las criptomonedas, hasta guardar su historial médico en línea o verificar el origen exacto de las lechugas que está comprando en Walmart (una aplicación que empezará a pilotear la multinacional este año), los horizontes de esta tecnología son inmensos en casi todas las áreas laborales.

La educación no es la excepción. Este año, la Universidad Nacional empezará un piloto para entregar certificados en línea con esta tecnología para los estudiantes que aprueben el curso “Blockchain con énfasis en desarrolladores de contratos inteligentes” ofrecido por el Programa de Educación Continua.

De esta manera, la información de quienes aprobaron el curso estará protegida en línea. La tecnología blockchain hace que la información sea prácticamente imposible de hackear.

El sistema funciona así: la Universidad Nacional pagará para acceder a una red de Blockchain que mantendrá el registro de la información. Cuando termine el curso, un funcionario de la institución debidamente certificado subirá el registro de los estudiantes que lo aprueben. Los creadores del sistema incluso están considerando la posibilidad de aplicar una clave de seguridad biométrica, para proteger mejor esta información.

Lo interesante de este proyecto es que resguarda la información de los certificados y permite que cualquiera pueda consultar en una plataforma web la autenticidad de ese documento académico”, dice Mauricio Tovar, codirector del Grupo de Investigación InTIColombia, que diseñó la tecnología, y uno de los profesores que dictará la clase que ofrecerá esta certificación.

Esta no es la primera institución educativa en el mundo en aplicar este tipo de herramienta tecnológica. El Instituto Tecnológico de Massachusetts creó su propio diploma por blockchain, Blockcerts, junto a la empresa Learning Machine en 2017. La Universidad de Nicosia, la más grande de Chipre, hizo lo propio en 2014. La Universidad de Princeton, Cornell y la Universidad de California cuentan con esta tecnología también, por nombrar algunas.

De hecho, en Colombia, la Universidad Javeriana también empezará a usar en el futuro próximo la tecnología blockchain de Credly, uno de los principales proveedores mundiales de insignias digitales, gracias al contrato que firmaron recientemente con Acreditta, prestador de este servicio en el país.

En el futuro, lo más probable es que todos los certificados académicos estarán a salvo en una red de servidores en distintas partes del mundo gracias a la tecnología blockchain, en vez de quedarse colgados en una pared.

¿Por qué? La ventaja de este modelo es, principalmente, la seguridad. La tecnología blockchain permite guardar de manera segura los certificados en un ecosistema digital, donde tienen una utilidad más grande que los diplomas tradicionales.

Un estudiante que apruebe “Blockchain con énfasis en desarrolladores de contratos inteligentes”, recibirá un correo con un enlace. Con este, podrá, por ejemplo, colgar el certificado en su perfil de LinkedIn, donde un futuro empleador pueda verificar la validez del título.

Y es que la verificación de las credenciales es un paso cada vez más crítico de la selección de personal. “Hay estudios que demuestran que hay una gran cantidad de certificaciones académicas que son falsificadas; algunos, hablan de entre un 5 y un 10% de las certificaciones en el mercado laboral, dice Tovar.

Por otro lado, en Colombia son bien conocidos los casos de servidores públicos que dicen tener una formación que no tienen. Esta tecnología soluciona esos problemas, precisamente.

“La idea es probar en la tecnología en este curso y llevarla más adelante a otras clases de Educación Continua; después, por qué no, llevarlo a programas de pregrado”, afirma Tovar.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/blockchain-en-la-universidad-nacional/600676

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Los niños digitales

Por: Eduardo Andere

Hace unos siete años la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomendaba “cero tiempo” frente a las pantallas digitales para bebés de dos años o menos de edad. En octubre de 2016 la AAP modificó su posición, no tanto porque ahora piense que el uso de los artilugios electrónicos sea sano, sino porque la realidad es que los niños del siglo XXI crecen en un entorno digital. Dada esa realidad, ¿qué es lo recomendable? Según la AAP “los pequeños menores de dos años aprenden y crecen mejor cuando interactúan y juegan con sus padres, hermanos, cuidadores y otros niños y adultos”.

De ahí se deriva que es mejor, si hay opción, no usar los artilugios. Si de plano se utilizan los artilugios, en ese rango de edad, el uso “debería ser muy limitado y solamente cuando un adulto está cerca para co-ver, hablar y enseñar”. Para bebés entre 18 y 24 meses de edad, y dado que los papás “quieran introducir los medios digitales” debe seleccionarse programación de alta calidad y usar los medios junto con los padres; nunca solos.

Finalmente, la AAP sugiere para pequeños entre dos y cinco años, no más de una hora por día de exposición con medios interactivos, no violentos, educacionales y prosociales, y siempre que los papás encuentren otras actividades para sus pequeños. La AAP está en lo correcto. De manera creciente surgen noticias que listan a ejecutivos y desarrolladores de programas y videojuegos que son más estrictos que la AAP y de plano prohíben el uso de los teléfonos para sus pequeños. El NYT publicó, en octubre pasado, una columna con un fuerte título: “Un consenso oscuro acerca de las pantallas y los niños empieza a surgir en Silicon Valley”. ¿Qué sucede? ¿Por qué algo tan revolucionario, como el iPhone (y artilugios similares) está tan cuestionado por las ciencias del aprendizaje y de las emociones?

La oposición no es contra los artilugios per se. La oposición se finca en su uso. ¿Cómo y cuánto tiempo se usa? ¿Qué otras actividades se dejan de hacer por el uso de los artilugios? Son las preguntas adecuadas. Hoy sabemos gracias a dichas ciencias que los niños aprenden mejor, el mismo contenido, cuando es enseñado por un ser humano presencial que por una pantalla. Sabemos que los niños han dejado de realizar actividades esenciales para su desarrollo mental y físico por estar más tiempo pegados a la pantalla. Ahora juegan, exploran e interactúan menos con otros seres humanos. Entre menos jugamos, exploramos e interactuamos, menos permitimos el crecimiento de redes neuronales intrínsecas que nos harán más estables emocionalmente, más sociales, más lectores y más creativos.

El tiempo que los niños, y sobre todo los jóvenes, dedican a las pantallas es mucho mayor que el que duermen. Además, debemos recordar que los artilugios y sus programas están diseñados para explotar la ansiedad de todos nosotros –porque cada notificación del teléfono equivale a un ruido extraño en la selva–. El cerebro automáticamente responde a la distracción y deja de concentrarse en la actividad profunda que implica la lectura, el estudio, el pensamiento crítico o la creatividad.

También sabemos que los jóvenes que están menos tiempo frente a las pantallas reportan ser más felices. Dichas ciencias, junto con la de los hábitos (lo que hacemos con frecuencia se incrusta en el cerebro como patrón o red neuronal), cambiarán, por completo, las formas en las que criamos y educamos a los niños, en las que resolvemos los problemas de depresión, soledad, angustia, rencor y tristeza y las formas en la que enseñamos valores y formamos a los líderes del mañana. Una manera de resolver el dilema entre la marcha tecnológica y el aprendizaje es que los medios y artilugios digitales deben ser vistos como complemento a la interacción humana real, presencial, de carne y hueso, pero nunca como sustituto.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/los-ninos-digitales/

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Rusia implementará la tecnología blockchain para examinar la calidad de la educación

Europa/Rusia/07 Febrero 2019/Fuente: Coincrispy

El Servicio Federal Ruso de Supervisión en la Esfera de la Educación y la Ciencia (Rosobrnadzor) empezará a utilizar la tecnología blockchain en el examen principal de graduación de Rusia, el Examen de Estado Unificado en 2019. Así lo ha informado una importante agencia de noticias del país, TASS, este martes 5 de febrero.

La noticia fue presentada por el jefe del Servicio Federal de educación Sergey Kravtsov, en la III Conferencia Internacional “Big Data: Nuevas oportunidades de monitoreo en la educación”. Durante el evento, Kravtsov hizo mención de la necesidad de una transición informática que incluya la cadena de bloques para el próximo año académico:

“Discutimos la transición a la informática, ya se decidió que el próximo año académico sería una oportunidad… También hablamos sobre el uso de la tecnología blockchain en el USO, y este año esta tecnología también se usará en el USO, teniendo en cuenta la nueva tecnología de impresión y Escaneando en la audiencia, implementaremos esta tecnología”.

El Examen de Estado Unificado es la principal forma de exámenes preliminares en las universidades de Rusia, y es la única forma de exámenes de graduación de las escuelas.

La conferencia se organiza conjuntamente con el Rosobrnadzor y el gobierno de Moscú, y participan jefes de las autoridades ejecutivas, coordinadores de estudios comparativos internacionales de la calidad de la educación, directores, maestros y otros especialistas.

Se trata de un evento enfocado en el desarrollo de un sistema de gestión que permita evaluar la calidad de la educación, haciendo énfasis en el diagnóstico de la alfabetización funcional de los estudiantes y próximos niveles. Además, como su nombre lo indica, en la conferencia se estudia el uso de big data para mejorar los mecanismos de gestión de evaluación de la calidad de la educación.

Aunado a ello, Rusia anunció días atrás la implementación de un sistema blockchain para el rastreo de diamantes dentro del país a fin de garantizar su autenticidad.

Fuente: https://www.coincrispy.com/2019/02/05/rusia-tecnologia-blockchain-calidad-educacion/

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