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Algunas sequías terrestres comienzan en alta mar

Los océanos padecen sequías por falta de lluvia que luego emigran hacia tierra, donde provocan efectos más devastadores que las sequías terrestres. Un fenómeno global que afecta a todos los continentes.

Científicos de la Universidad de Stanford han identificado un nuevo tipo de «sequía que toca tierra»: se origina sobre el océano antes de viajar a la tierra y puede causar condiciones más grandes y secas que las sequías que ocurren únicamente sobre la tierra.

El nuevo tipo de «sequía marina» se puede predecir antes de que afecte a las personas y los ecosistemas terrestres, según los investigadores.

Descubrieron que estas sequías, que se forman sobre el océano y luego migran hacia la tierra, pueden causar condiciones peores que las sequías que ocurren únicamente en la tierra.

De todas las sequías que afectaron áreas terrestres en todo el mundo, desde 1981 hasta 2018, aproximadamente una de cada seis fueron sequías que tocaron tierra procedentes del mar, según esta investigación, cuyos resultados se publican la revista en Water Resources Research.

“Normalmente no pensamos en las sequías en el océano, incluso puede parecer contradictorio. Pero, al igual que en tierra, puede haber momentos en los que grandes regiones del océano experimentan menos lluvia de lo normal”, explica el autor principal, Julio Herrera-Estrada, en un comunicado.

«Descubrir que algunas sequías comienzan en alta mar, con suerte, motivará conversaciones sobre los beneficios de monitorear y pronosticar sequías más allá de los continentes», añade.

Difíciles de predecir

Para identificar las sequías a gran escala que se originaron en el océano, los investigadores utilizaron un algoritmo de seguimiento de objetos para identificar y seguir grupos de déficits de humedad en todo el mundo, que se remontan a décadas en el tiempo.

Descubrieron que las sequías originadas en el mar que luego tocaban tierra, crecían aproximadamente tres veces más rápido que las sequías solo terrestres y, por lo general, tardaban varios meses en llegar a un continente.

“No todas las sequías que causan daños a los seres humanos y los ecosistemas van a ser estas sequías que llegan a tierra”, señala el segundo autor del estudio Noah Diffenbaugh.

Y añade: “hay algo en las sequías que comienzan sobre el océano que las hace más propensas a convertirse en eventos grandes e intensos».

Patrones atmosféricos

Los investigadores analizaron los procesos físicos de las sequías que llegan a tierra en el oeste de América del Norte, donde ocurren con una alta frecuencia.

Descubrieron que las sequías que tocan tierra en la región se han asociado con ciertos patrones de presión atmosférica que reducen la humedad en el mar, similar al patrón de “Cresta ridículamente resistente”, en anticiclón persistente que fue una de las principales causas de la sequía de California de 2012-2017, que acabó con la vida de más de 100 millones de árboles.

Los autores afirman que análisis similares pueden confirmar explicaciones similares para las sequías que llegaron a tierra en otras áreas del mundo, incluidos Chile, Argentina, Nueva Zelanda y el este de Australia.

“Nuestro documento muestra que las sequías que llegan a tierra son un fenómeno global que afecta a todos los continentes”, dijo Herrera-Estrada.

Investigar más

Debido a los grandes impactos humanitarios y económicos de las sequías severas, el potencial para pronosticar sequías que toquen tierra puede justificar una mayor investigación, según los investigadores.

“Este es un hallazgo importante porque es probable que estas sequías que toquen tierra sean estadísticamente más grandes y más severas en relación con las sequías que no tocan tierra”, dijo Diffenbaugh.

«Debido a que por lo general tardan varios meses en migrar a la tierra, existe la posibilidad de que el seguimiento de los déficits de humedad sobre el océano pueda proporcionar una advertencia anticipada para ayudar a proteger contra al menos algunas de las sequías más severas».

Referencia

Landfalling Droughts: Global Tracking of Moisture Deficits From the Oceans Onto Land. Julio E. Herrera‐Estrada,  Noah S. Diffenbaugh. Water Resources Research, Volume 56, Issue 9. DOI:https://doi.org/10.1029/2019WR026877

Fuente: https://tendencias21.levante-emv.com/algunas-sequias-terrestres-comienzan-en-alta-mar.html

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Mujeres tienen poca representación en el campo de las ciencias, dice ONU Mujeres

ONU Mujeres dice es necesario abrir más espacios de trabajo para las féminas.

Si bien en las últimas décadas se han logrado notables avances en cuanto a la participación de la mujer en el campo de la investigación, a nivel global todavía existe un número muy reducido de investigadoras mujeres en el campo de las ciencias, según el informe que publicó recientemente ONU Mujeres denominado «Las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en América latina y El Caribe».

El documento señala que de acuerdo a datos del Instituto de Estadística de la UNESCO hasta julio de 2019 la participación promedio de la féminas en este sector era de 29,3%.

“De cara a algunos principales desafíos del futuro, como la mejora de la salud hasta la lucha contra el cambio climático, será preciso emplear todo el talento existente. En este sentido, la igualdad de género en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas es clave para alcanzar cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030”, resalta el informe.

Otro dato relevante es que sólo el 3% de los Premios Nobel en ciencias ha sido otorgado a mujeres. En los campos de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas esta brecha resulta evidente incluso en el nivel de la educación superior: solo el 35% de los estudiantes de carreras y programas en estos campos son mujeres.

A nivel mundial sólo el 22% de los profesionales que trabajan en el ámbito de la inteligencia artificial son mujeres, indica el informe de ONU Mujeres.

Fuente: https://www.vostv.com.ni/actualidad/14812-mujeres-tienen-poca-representacion-en-el-campo-de/

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Ciencia y Docencia, a distancia (II y última)

 Juan Carlos Miranda Arroyo

Como lo comenté el miércoles pasado, en esta ocasión comparto la lista de demostraciones prácticas, escenarios de acción, situaciones “desencadenantes” o “provocadores”, que tienen la finalidad de despertar interés y curiosidad en las y los alumnos como puntos de partida para diseñar proyectos de aprendizaje escolar en ciencias, tanto naturales como sociales, mismas que pueden desarrollarse en contextos presenciales o de educación a distancia.

Es necesario precisar que no son experimentos, sino sólo demostraciones prácticas, hechos o fenómenos que el o la docente realiza para generar ideas y abordarlos desde alguna visión del pensamiento científico con fines educativos. Cabe aclarar también que estas “provocaciones” tienen propósitos didácticos, por lo que pueden ser adaptados a las necesidades y condiciones específicas de las y los estudiantes de diferentes niveles o modalidades educativos.

Farmacéutica: Observación comparativa de las reacciones químicas que producen dos tabletas, una efervescente y otra no, en distintos tipos de sustancias como agua, alcohol, vinagre, agua oxigenada, agua azucarada, etc. Hay que pedir a las y los estudiantes que propongan variantes y se comprometan a colaborar otras sustancias para rehacer el evento en una segunda sesión.

La moneda: Observación descriptiva y explicativa de una moneda de calce legal. Se escriben dos columnas: Una, donde se describe lo que caracteriza a la moneda y otra, donde se explica el porqué de esas características.

Cuerpos geométricos: Principio de la circularidad, a partir de la observación del movimiento de diferentes cuerpos geométricos: Circulares, cuadrados, triangulares, etc. Destaca la reflexión en torno a cuerpos circulares y sobre la importancia de objetos circulares y la rueda en la historia de la humanidad.

Globo con gas: Reacción química de bicarbonato de sodio y vinagre en una botella, cuyo tapón elástico (globo) se infla automáticamente al combinar las sustancias. Se coloca el bicarbonato en el globo y el vinagre en la botella. Luego se unen las bocas del globo y la botella, para vaciar el bicarbonato sin soltar el globo.

Electrostática: Observación del fenómeno de frotación de los cuerpos (globo) y activación de otros (azúcar, confeti, sal, etc.), sin tocarse, a partir de principios físicos (electricidad). También se puede realizar con botes de aluminio vacíos.

Pompas de jabón o burbujas de colores: Con jabón, glicerina, agua y colorantes se elaboran burbujas a través de popotes y se dejan registrados en hojas blancas o de papel revolución.

Microuniverso: En una botella de plástico se pone agua, aceite, colorantes y diamantina, con ello se producen efectos parecidos a los observados en el firmamento. Ver la botella de noche con iluminación de una lamparita.

El arcoíris: En un recipiente (tina o cubeta) se pone agua y a contraluz, especialmente en un día soleado y al aire libre, se sumerge un espejo, con el cual se produce el bello fenómeno. Se puede plasmar la imagen de colores sobre una hoja blanca o cartulina.

El péndulo eléctrico: Un péndulo elaborado con corcho y palitos de madera, cuyo movimiento está sujeto a la electrostática, a través de la frotación de un globo sin tocar el corcho.

Temperatura: (tacto) Las temperaturas del agua. Análisis comparativo al tocar tres recipientes con agua y con distintas temperaturas (caliente, tibia y fría). Las y los estudiantes participantes habrán de taparse los ojos para realizar el ejercicio (en éste y todos los ejercicios de percepción, excepto el de la vista).

Sabores: (gusto) Se presentan alimentos con distintos sabores: café, azúcar, sal, jugo de limón, vinagre, etc.

Fósiles: Con plastilina, aceite de cocina y yeso, se pueden elaborar fósiles de distintos objetos (rocas, hojas, etc.) y animales (modelos o prototipos de plástico u otros materiales).

Flotación: En un recipiente con agua se colocan distintos objetos (trozos de madera, metal, esponjas, etc.) para observar cuáles sí flotan y cuáles no.

Percepción: (vista) Juegos visuales en los que no sólo se trata de “ver” sino de “mirar” (por ej. Los dos cuadrados, las dos flechas, las dos banderas, los dos floreros, el cubo móvil, etc.).

¿Qué cosa es?: (Tacto) Discriminación o reconocimiento de diferentes objetos físicos, colocados en una bolsa negra, a través del tacto.

¿Qué cosa es?: (Olfato) Discriminación de diferentes objetos físicos (alimentos, sustancias, medicinas, etc.) a través del olfato.

Alimentos: Observar la descomposición de alimentos: plátano, manzana, una tortilla, pan de caja, etc. Tomar nota y hacer dibujos.

Germinación: Semillas de frijol, maíz, alpiste, etc., por separado claro, envueltas en algodón húmedo, se ponen en un frasco y expuestas a la luz solar.

El árbol: Observación de los cambios que se dan en un árbol o planta (Jacaranda, Rosal, Nochebuena, por ej.) durante distintas temporadas del año. Se pide a las y los alumnos que hagan una narración y tomen fotografías o hagan dibujos.

El volcán: (en erupción): Preparación en maqueta de un volcán sobre una pabla, con plastilina, tubo de ensayo, vinagre, bicarbonato de sodio y colorantes.

Gravitación y “conducción” del agua: Observación en torno a la “conducción” del agua a través de 2 vasos desechables, los cuales están conectados mediante algún material “conductor”: Algodón, papel, tela, etc. Se utiliza agua, pero la idea es provocar variantes no sólo de material “conductor”, sino también material “conducido” (líquidos diferentes). Para hacer tangible el evento, se sugiere utilizar pintura vegetal. Ver cómo sube el agua contra la gravedad.

Los imanes: Se utilizan dos o más imanes para mover virutas de acero o metales similares (clips, agujas, etc.) sobre medio pliego de cartulina blanca. Se mueven los imanes por debajo de la cartulina para hacer diferentes figuras al azar.

La brújula: Se construye una brújula sencilla con tapas de alguna botella grande (garrafón de agua, por ej.) con agua, una aguja imantada y una hoja de árbol que flota. Se coloca la aguja sobre la hoja flotante.

Lo que no sube, baja: Se observa un fenómeno sorprendente a la percepción: Con dos embudos unidos por sus bocas mayores, se desliza el cuerpo sobre unas tablas inclinadas y en formación no paralela, de tal manera que lo que debe subir no sube, sino que baja.

La vela que vuelve a encender: Fenómeno producido mediante el encendido de una vela, con cerillos, y que al ser apagada, deja una línea de humo… Cuando se pone otro cerillo encendido en algún punto lejano de dicha línea de humo, con respecto a la vela, esta se vuelve a encender.

Observar un hormiguero: Se pide a las y los estudiantes que busquen en el patio de la escuela o de su casa, un hormiguero. Se observa durante 5 min., se toman notas y se elabora un dibujo.

Juegos con agua: Se llena una botella de litro y medio de PET, con agua, y luego se cierra. Posteriormente se realizan perforaciones con una aguja. En la parte alta, media y baja de la botella. Para observar variables como peso, masa, presión, vacío, gravedad, etc. Antes, se pueden plantear hipótesis.

Torres de vasos y palitos: Construcción creativa de una torre, a partir de la unión, por niveles, de vasos desechables de unicel y palitos de madera (abate lenguas). Para observar la resistencia de materiales y distribución de peso y masa.

Gravitación: Comparación de dos papeles que se tiran desde la misma distancia (aprox. desde 2.5 m.). Primero, ambos abiertos, y luego, uno abierto y otro compactado. Escribir lo que se observa.

Bola de unicel suspendida: Se coloca una bola de unicel (tamaño mediano) sobre una máquina expulsora de aire. La bola se mantendrá flotando sobre su espacio, dando vueltas sobre su propio eje.

Observar una telaraña: Se pide a las y los estudiantes que busquen en el patio de la escuela o de su casa, una araña y su telaraña. Se observa durante 5 min., se toman notas y se elabora un dibujo.

Observar lombrices: Se pide a las y los estudiantes que busquen en el patio de la escuela o de su casa, lombrices. Se observan durante 5 min., se toman notas y se elabora un dibujo.

Observar a un mamífero: Se pide a las y los estudiantes que busquen en el patio de la escuela o cerca de su casa, a un mamífero (perro, gato, etc.). Se observa durante 10 min., se toman notas y se elabora un dibujo.

Observar a un insecto volador: Se pide a las y los estudiantes que busquen en el patio de la escuela o de su casa, un insecto volador. Se observa durante 5 min., se escriben notas y se elabora un dibujo.

Observar un evento social: Se pide a las y los estudiantes que observen un evento social (una fiesta, un partido de algún deporte en un estadio, una ceremonia cívica, un mercado, etc.). Se observa durante 10 min., se escriben notas y se elabora un dibujo o se toman fotografías.

Es importante que después de realizar estas “provocaciones” didácticas, las y los estudiantes generen preguntas y sigan los pasos señalados en la primera parte de este texto.

jcmqro3@yahoo.com

Fuente: https://profelandia.com/ciencia-y-docencia-a-distancia-ii-y-ultima/

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Ciencia y Docencia, a distancia (parte I)

 Juan Carlos Miranda Arroyo

 

Esta semana, participamos una vez más, como ponentes, en el Taller de Ciencia para Profesor@s (TCP), en uno de los segmentos de dicho evento académico que, en su conjunto, es un espacio coordinado por el Centro de Geociencias de la UNAM, (Campus Juriquilla), y que cuenta con la colaboración de otras instituciones de educación superior. La parte sustantiva de nuestra participación está orientada a discutir las tendencias actuales, internacionales y locales, sobre la didáctica de las Ciencias, es decir, sobre los conceptos, nociones y procesos científicos que se abordan en la escuela. Esto lo desarrollamos a través de un enfoque didáctico centrado en el aprendizaje (las y los estudiantes como protagonistas de los procesos educativos), y una propuesta específica de acción docente, a través del método de proyectos de aprendizaje en ciencias. (1)

Este año, en la versión virtual (en tiempo real), tuvimos la participación de alrededor de 200 profesores y profesoras en el bloque correspondiente; adicionalmente, se registraron 479 comentarios de las y los participantes en torno a los contenidos abordados en nuestro segmento; hemos recibido 65 mensajes de correo electrónico en los cuales ellas y ellos solicitan las demostraciones prácticas o “provocadores” utilizados en la práctica docente (que por cierto ya les enviamos); finalmente, compartimos que hasta el momento se han contabilizado 2 mil 100 reproducciones del video (duración de casi 2 horas y media) registrado en la plataforma de Facebook, de ese mismo segmento:

https://www.facebook.com/TcpCgeoUnam/videos/306176467274915

Ahora el taller se realiza de manera virtual (2020), debido a la pandemia (durante esta semana). La intención académica de la coordinación de nuestro módulo, dentro de este TCP dirigido a docentes de educación secundaria y media superior, es reflexionar acerca de los procesos de construcción del conocimiento científico y, específicamente, abordamos el papel de las y los profesor@s en los procesos de creación y recreación del pensamiento científico, tanto por parte de ellos mismos (en su responsabilidad docente) como desde la experiencia de sus estudiantes.

Luego de hacer un recorrido histórico acerca de la didáctica de las Ciencias (con especial énfasis en las rupturas científicas, más que en las “continuidades”), incluimos algunos de los siguientes puntos críticos para transitar, luego, a la sección de alternativas para la acción docente. Los puntos de análisis son: a) La Enseñanza de las ciencias estaba centrada sólo en la exposición verbal del docente, sin actividades diseñadas para propiciar la participación de los alumnos; b) En los años 60´s y 70´s del siglo pasado se puso de moda el enfoque de “Aprender haciendo”; c) Se crearon laboratorios para simular escenarios reales, pero sin desarrollar aprendizajes significativos y de impacto social para las y los alumnos; y d) Prevalecieron los excesos en el ejercicio de la “memorización y acartonamiento” de guiones científicos.

Tendencias actuales en didácticas de las Ciencias

Lo más reciente que se ha dicho al respecto en este campo de formación, es que: “La investigación educativa, durante las últimas décadas, ha estado muy interesada en el estudio de los modelos conceptuales que los alumnos desarrollan para razonar. Sobre todo en el campo de la enseñanza de las ciencias, se ha trabajado mucho en la investigación acerca de los mecanismos por los cuales los alumnos conceptualizan un fenómeno natural estudiado.”… “Simultáneamente, también ha ido creciendo la preocupación de los educadores por (analizar) las dificultades que presentan los alumnos en la comprensión de los conceptos científicos y matemáticos”. Por todo lo anterior, se ha observado que: “El interés por las ideas acerca de los fenómenos naturales que los niños (y jóvenes) traen a sus clases de ciencias, antes de recibir una enseñanza formal en dicho campo, ha aumentado notoriamente durante los últimos años, justificado por la implicación que tienen estas concepciones en el aprendizaje de las nociones científicas”. (2)

El énfasis que se da con esta orientación pedagógica-didáctica, es que los estudiantes entren en acción para: Observar hechos, preguntar acerca de ellos, plantear problemas, formular hipótesis, registrar y organizar datos, analizar la información, redactar explicaciones (teorías y crítica de las teorías). Así mismo, en la parte actitudinal, se busca entrar en acción para: Trabajar en equipo, ser solidarios, tolerantes, responsables y respetuosos; originales, comprometidos, esforzados y perseverantes.

Algunas ideas para la acción

Por su parte y de manera esquemática, proponemos once pasos para desarrollar y sistematizar los proyectos de aprendizaje en Ciencias, que se resumen así: 1. Observar fenómenos o hechos. 2. Preguntar o cuestionar. 3. Buscar información. 4. “Conceptualizar” (escribir frases sencillas y claras sobre lo observado). 5. Planear acciones o diseñar variantes. 6. Formular hipótesis (supuestos a través de afirmaciones). 7. Poner en acción (contrastar, comprobar, verificar). 8. Registrar y analizar resultados. 9. Explicar científicamente el fenómeno observado. 10. Comunicar resultados. 11. Evaluar el proyecto (por parte de los alumnos). Algunos de estos pasos podrían ser modulares, es decir, son flexibles y podrías realizarse en distinto orden.

Por último, las recomendaciones que ponemos a consideración de los docentes de Educación Secundaria y Media Superior (y que pueden ser de interés para los docentes de Educación Básica, en general), en materia de didáctica de las Ciencias, son las siguientes: 1) Organizar secuencias didácticas a partir de “experiencias desencadenantes” o “provocadores”, que generen ideas interesantes y procesos reflexivos para fortalecer el crecimiento intelectual de los alumnos. 2) Evitar la explicación anticipada: Permitir que los alumnos arriesguen sus propias hipótesis y explicaciones (promover la idea del “error” como fuente de innovación). 3) Promover situaciones retadoras, y que los planteamientos y resoluciones de problemas estén a cargo de los alumnos; y por último, 4) Registrar, junto con los estudiantes, las experiencias desarrolladas con este método.

En la segunda parte de esta colaboración, daremos a conocer 38 “provocaciones” o demostraciones prácticas para poner en acción en el aula, que tienen la finalidad de generar curiosidad e interés entre los y las estudiantes para que, a partir de ahí, se diseñen proyectos de aprendizaje tanto en los contenidos de las ciencias naturales como sociales.

Fuentes consultadas y notas:

(1) En parte, estos talleres se realizan con recursos otorgados por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico. Dirección de Apoyo a la Docencia. UNAM. Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza (PAPIME). Responsable: Dr. Juan Martín Gómez González (CGEO), quien está a cargo del proyecto y que cuenta con un equipo de académicos en la parte operativa del mismo. Cabe mencionar que colaboró en este segmento del taller, la Mtra. Minerva Ramírez Meza, de USEBEQ.

(2) OREALC/UNESCO (2009). Aportes para la Enseñanza de las Ciencias Naturales. SERCE-LLECE, Santiago de Chile.

Nota: Los docentes que estén interesados en participar en estos talleres de verano, pueden comunicarse a: tcp.cgeo@geociencias.unam.mx


Fuente: SDPnoticias

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Descolonizar la ciencia: ¿qué es “parachute science”?

Por: Paola Estrada Villafuerte

 

Siglos después del dominio imperial, la academia no occidental continúa en la construcción de mecanismos para afianzar la investigación y el talento científico local. 

Durante el siglo XVII, tras las constantes invasiones occidentales a su territorio, los indígenas del Amazonas cayeron enfermos por padecimientos hasta entonces desconocidos por los médicos locales. Sus tratamientos ancestrales no resultaron eficaces y tuvieron que recurrir a la ciencia y hospitales de aquellos que introdujeron la enfermedad.

Las acciones realizadas por parte de los imperios europeos para el control de los contagios en estas comunidades llevaron al control de dietas, rutinas y movimientos de sus habitantes. David Arnold denominó este proceso político como la “Colonización del Cuerpo”, donde la medicina occidental se convirtió en un arma para asegurar el dominio imperial.

En estas circunstancias, la ciencia se utilizó para establecer una jerarquía definitiva en función del poder europeo, donde el pensamiento hegemónico se posicionó como verdad absoluta e indiscutible y terminó por monopolizar el conocimiento. Según Jorge Molero-Mesa, profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), la estrategia tras su “infalibilidad” residía en un menosprecio y descrédito constante de los métodos indígenas. Este discurso se diferenciaba de otros mecanismos de colonización, ya que, a diferencia de conceptos religiosos, de orden social y económicos, la medicina no admitía ninguna discusión de su validez universal.

Desde el punto de vista imperialista, el pueblo indígena, al desconocer las metodologías occidentales, se encontraba en un “atraso secular” significativo, por lo que colocaban al proceso colonizador como un medio moralmente justificado. Sophie Bessis lo explica de la siguiente manera: “La paradoja de la ciencia occidental reside en su facultad de producir universales, elevarlos al rango de lo absoluto, violar con un fascinante espíritu sistemático los principios que de ellos derivan y elaborar las justificaciones teóricas de estas violaciones”.

La subordinación epistemológica entonces generada, pretendió alargar la dependencia científica y tecnológica de los países colonizados el mayor tiempo posible. Estos conocimientos eran ofrecidos como un regalo divino de lo que significaba para las autoridades europeas, “el fin de la barbarie y el comienzo de la civilización”, relegando así la medicina nativa a un papel secundario en el desarrollo de investigaciones científicas.

El éxito científico europeo en este periodo se basó en el saqueo de pueblos colonizados, ya que los mismos procesos violentos que le otorgaron al imperialismo su poder, fueron utilizados para generar el conocimiento científico de la época. “La ciencia moderna se construyó efectivamente sobre un sistema que explotaba a millones de personas. Al mismo tiempo, ayudó a justificar y sostener esa explotación, en formas que influyeron enormemente en cómo los europeos veían a otras razas y países”, menciona Rohan Deb Roy para Smithsonian Magazine.

La medicina occidental es considerada como una de las herramientas más poderosas y penetrantes de todo el proceso de colonización, y este último, como uno de los legados más duraderos que prevalecen aún en las tendencias de la ciencia actual.

“Colonial Science” o “Parachute Science” en la academia moderna 

Asha de Vos, fundadora de Oceanswell, la primera organización de investigación y educación sobre conservación marina de Sri Lanka, explica para Scientific American, el término parachute science como “el modelo de conservación donde los investigadores del mundo desarrollado llegan a países subdesarrollados, investigan y se van sin ninguna inversión en capacidad humana o infraestructura.” Consecuentemente, esto “crea una dependencia de la experiencia externa y paraliza los esfuerzos locales de conservación. El trabajo es impulsado por motivos y necesidades personales, lo que lleva a un desequilibrio de poder desfavorable.”

Este método implica que distintas instituciones educativas poderosas y corporaciones privadas se benefician de investigaciones y cuerpos académicos que se encuentran bajo la dependencia financiera y disciplinaria de sus países originarios. E igualmente, da prioridad a las experiencias y descubrimientos de las primeras mencionadas.

A raíz, se ha tenido como resultado diversos llamados a “descolonizar la ciencia”. La revista científica Nature define esto último como un movimiento para eliminar, o al menos mitigar, el legado desproporcionado del pensamiento y la cultura europea en la educación; teniendo como objetivo principal la generación de fuentes de investigación equitativas, a la par de inversiones continuas en talento e infraestructuras científicas locales.

En distintos escenarios, la huella de la jerarquía científica puede observarse aún muy presente. La mayoría de las revistas, investigaciones académicas y rankings pertenecen a las instituciones de Estados Unidos y Europa Occidental. “La colaboración científica entre países puede ser una forma fructífera de compartir habilidades y conocimientos, y aprender de las ideas intelectuales de los demás. Pero cuando una parte económicamente más débil del mundo colabora casi exclusivamente con socios científicos muy fuertes, puede tomar la forma de dependencia, si no de subordinación”, menciona Deb Roy.

Un estudio de la Academia Húngara de Ciencias elaborado en el 2003, analizó las publicaciones revisadas por pares de más de 7000 revistas en todas las ciencias y encontró que las publicaciones de investigación realizadas en los países menos desarrollados, no tienen coautoría de institutos de investigación locales en el 70 % de los casos, y que la mayoría de los trabajos son publicados por institutos de investigación de los países más industrializados del mundo.

En el mismo estudio, se examinaron las posibles causas de estas tendencias entre las opiniones de los autores antes mencionados y muchas de ellas definen las tácticas utilizadas por investigadores de países desarrollados que avalan la importancia del reconocimiento en la contribución, pero excluyen deliberada y sistemáticamente la coautoría de instituciones más pequeñas, como una forma de neocolonialismo científico.

“Descolonizar y no solo diversificar los planes de estudio es reconocer que el conocimiento está inevitablemente marcado por las relaciones de poder”.

También se encontró que, en la mayoría de los estudios elaborados, los científicos locales eran mucho más propensos a realizar trabajo de campo en su propio país para investigadores extranjeros. Igualmente, la poca representación y discriminación hacia investigadores que pertenecen a minorías étnicas –aún más si son mujeres–, habla mucho acerca de los obstáculos que la ciencia todavía aloja para todos aquellos que no forman parte del prototipo científico occidental.

Pew Research Center encontró que las personas de etnias racializadas trabajando en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés) son cuatro veces más propensas que las personas caucásicas a decir que su lugar de trabajo no presta suficiente atención al aumento de la diversidad racial y étnica. Cerca de la mitad de ellos menciona que han llegado a experimentar discriminación laboral, y “aproximadamente uno de cada ocho (12 %) de este grupo dice que se han enfrentado a barreras específicas en la contratación, promociones y salarios en forma de salarios más bajos o menos oportunidades de promoción que sus compañeros blancos”. “El lugar de trabajo todavía está orientado a la promoción de los blancos sobre las minorías, independientemente de las leyes vigentes para promover la igualdad en la fuerza laboral”, explica uno de los encuestados.

En casos donde la subordinación sistémica racial se une con el sexismo, el escenario se torna menos alentador. La UNESCO afirma que en Sub Sahara, solo el 30 % de los investigadores en todas las ramas son mujeres. Muchas de las que se encuentran en los campos STEM, tienden a abandonar carreras de investigación científica en su segundo año, ya que el sistema en el que se encuentran no fue creado ni se ha adaptado para su protección e impulsión académica. Y para aquellas que ya se encuentran trabajando profesionalmente, las responsabilidades y el poder para tomar decisiones se encuentran bastante minimizadas.

Consecuencias en esta problemática tras la pandemia

Asha de Vos también explica cómo en áreas de conservación ambiental, las investigaciones en países extranjeros se vieron afectadas tras el confinamiento por el coronavirus. Muchos de los investigadores que no trabajaron en la capacitación continua de socios locales para el trabajo de campo, tendrían que afrontar un agujero de datos en recolecciones científicas que ya llevaban años trabajando.

Mientras las fronteras permanecen cerradas y el mundo en práctico aislamiento, Asha afirma que “este período resalta la necesidad de asociaciones sólidas en el terreno si queremos tener éxito en nuestros esfuerzos de conservación”.

Pasos en el proceso de descolonización científica

Rohan Deb Roy sugiere que se debe alentar a las instituciones, organizaciones y museos que cuentan con colecciones imperiales a reflexionar los procesos políticos violentos en los que estos objetos de conocimiento global fueron adquiridos. Esto con el propósito de proporcionar investigaciones mucho más éticas y democráticas.

En el mismo rubro, las colaboraciones científicas mencionadas con anterioridad deben sufrir cambios transversales en los métodos de reconocimiento para coautorías e investigaciones científicas fuera del mundo hegemónico. Comenzar la conversación sobre los limitantes que la academia no convencional ha tenido que sufrir también generaría un cambio significativo en la participación de estas dentro de la creación científica.

“Un currículum descolonizado traería al diálogo cuestiones de clase, casta, raza, género, habilidad y sexualidad, en lugar de pretender que existe algún tipo de identidad genérica que todos compartimos”.

La difusión de un aprendizaje con fuentes equitativas es crucial para la reflexión y memoria colectiva consciente acerca del camino no siempre ético que el descubrimiento científico recorrió durante la historia. Los alumnos deben tener la oportunidad de conocer el uso que la medicina occidental tuvo en el proceso colonizador y en la creación de prejuicios raciales y sexistas que aún persisten en el mundo moderno. Deb Roy también afirma que una reconstrucción en el conocimiento dominado por el hombre blanco europeo es necesaria, y aún más, que esta historia descolonizada del desarrollo de la ciencia llegue a las escuelas.

Priyamvada Gopal, profesora de la universidad de Cambridge señala que “descolonizar y no solo diversificar los planes de estudio es reconocer que el conocimiento está inevitablemente marcado por las relaciones de poder. Un currículum descolonizado traería al diálogo entre sí cuestiones de clase, casta, raza, género, habilidad y sexualidad, en lugar de pretender que existe algún tipo de identidad genérica que todos compartimos”. También apunta que aquellas minorías no acostumbradas a verse reflejadas en el desarrollo científico del mundo moderno tienen el mismo derecho que “los hombres blancos de élite para comprender cuál ha sido su propio papel en la forja de logros artísticos e intelectuales”.

Aunque la mayoría de las universidades que ha decidido realizar acciones al respecto, ha empezado por incrementar el número de investigadores provenientes de estos grupos, distintas fuentes aseveran que una evolución del conocimiento únicamente occidental deberá empezar a destacar la contribución histórica de comunidades marginalizadas en la historia y enfrentar ciertos aspectos desagradables de la historia en la ciencia.

El llamado hacia la eliminación del parachute science, es un tanto más complejo que sólo un aumento en el número de autorías de investigadores minoritarios en papeles científicos (aunque también muy necesario). Principalmente, es transformar la manera en la que se leen los textos convencionales y hacer preguntas incómodas acerca de los procesos científicos que se llevaron a cabo en siglos anteriores. “La descolonización va a suceder en la mente”, dice Siyanda Makaula para Nature.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/ciencia-colonialismo

 

 

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Investigación: Ozono puede neutralizar Covid-19: científicos japoneses

Científicos de la Universidad de la Salud de Fujita lograron reducir la potencia del virus en más de 90% al someterlo a niveles bajos de ozono durante 10 horas.

Investigadores japoneses dijeron este miércoles que bajas concentraciones de ozono pueden neutralizar las partículas de coronavirus, proporcionando una potencial forma para que los hospitales desinfecten las salas de exámenes y áreas de espera.

Científicos de la Universidad de la Salud de Fujita dijeron en una conferencia de prensa que habían demostrado que el gas ozono en concentraciones de 0.05 a 0.1 partes por millón (ppm), niveles considerados inofensivos para los humanos, podría matar al virus.

El experimento utilizó un generador de ozono en una cámara sellada con una muestra de coronavirus. La potencia del virus se redujo en más de 90% cuando se sometió a niveles bajos de ozono durante 10 horas.

“La transmisión del nuevo coronavirus puede reducirse mediante un tratamiento continuo con ozono de baja concentración, incluso en entornos donde hay personas, utilizando este tipo de sistema”, dijo el investigador principal del estudio, Takayuki Murata.

“Descubrimos que es particularmente eficaz en condiciones de alta humedad”, agregó.

Se sabe que el ozono, un tipo de molécula de oxígeno, deja inactivos muchos patógenos, y experimentos anteriores demostraron que concentraciones más altas, de entre 1 y 6 ppm, eran efectivas contra el coronavirus pero potencialmente tóxicas para los humanos.

Un estudio reciente del Instituto de Tecnología de Georgia mostró que el ozono puede ser eficaz para desinfectar batas, anteojos y otros equipos de protección médica.

El Hospital Universitario Médico de Fujita, en el centro de Japón, instaló generadores de ozono para reducir las infecciones en las áreas de espera y en las habitaciones de los pacientes.

La universidad también realizó un ensayo clínico del medicamento Avigan de Fujifilm Holdings Corp en pacientes con Covid-19.

Fuente: https://www.forbes.com.mx/noticias-ozono-puede-neutralizar-covid-19-cientificos-japoneses/

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Entrevista a Ann Druyan: «Precisamos más que nunca historias que nos den esperanzas»

A 40 años de su estreno, en 2020 ha vuelto Cosmos en una nueva temporada, ‘Cosmos: Possible Worlds’. Su productora y guionista explica las razones por las cuales esta serie documental es más importante que nunca y por qué es necesario el optimismo en esta época marcada por el cambio climático, pandemias y los movimientos anticientíficos.

La voz de Ann Druyan suena débil, distante como un eco en una profunda cueva. Parece diluirse en el teléfono. Sin embargo, sus ideas son potentes. Ganadora del Premio Peabody y del Emmy, esta mujer de 70 años es escritora, productora, directora y una de las comunicadoras de ciencia más importantes de nuestro tiempo. Escribió libros como Sombras de antepasados olvidadosEl mundo y sus demonios y la novela en la que se basó la película Contact (1997). Y aún así para algunos es la «viuda de Carl Sagan». 

Hace 40 años, tuvo una epifanía. Druyan engendró con el popular astrónomo la serie Cosmos, a través de la cual llevó al público en un viaje por el espacio y el tiempo, al pasado, presente y futuro de la historia de nuestra especie. «Cuando empezamos a escribir Cosmos en 1978 —recuerda—, con Carl sentimos la urgencia de compartir el asombroso poder de la ciencia, de transmitir la elevación espiritual que nos revela el universo, así como la necesidad de amplificar las alarmas que los científicos estaban haciendo sonar sobre nuestro impacto en el planeta».

En un escenario actual dominado no por la posibilidad de un armagedón nuclear sino por el cambio climático y los movimientos anticientíficos, esta escritora estadounidense sintió otra vez aquella necesidad.

Por eso, acompañada esta vez por el guionista Brannon Braga —conocido por su trabajo en Star Trek—, decidió que era hora de volver. En esta oportunidad con Cosmos: Possible Worlds, una producción de 13 episodios que, tras estar en un limbo durante meses por denuncias de conducta sexual inapropiada contra el famoso astrofísico Neil deGrasse Tyson —descartadas después de una investigación—, finalmente se estrenó por el canal National Geographic en marzo en España y en América Latina.

En 2014, con el impulso del productor Seth MacFarlane, Cosmos volvió a la televisión con un nuevo conductor, el astrónomo del Museo Americano de Historia Natural, Neil deGrasse Tyson, en Cosmos: A Spacetime Odyssey. ¿Qué la llevó a apostar por una nueva temporada?

El universo es un lugar tan grande con un número casi infinito de historias para contar. Estamos en un momento crítico de nuestra historia en el que debemos dejar de ser sonámbulos. Debemos despertar, ponernos de pie. Precisamos más que nunca de historias que nos den esperanzas. Cosmos es un faro de inspiración.

En los nuevos capítulos, el actor Patrick Stewart interpreta al astrónomo William Herschel y Judd Hirsch a Robert Oppenheimer, el padre de la bomba atómica. ¿A qué se refieren los “mundos posibles” del título?

Exploramos exoplanetas recientemente descubiertos y también nuestro universo interior, como el conectoma o las iniciativas por cartografiar el genoma humano. En especial en esta nueva temporada investigamos cómo podría ser nuestro futuro dentro de mil años si usáramos la ciencia y la tecnología con sabiduría.

Vivimos en una época en la que la cortina de la noche se ha levantado: ahora podemos conocer a la naturaleza como nunca antes. La ciencia es nuestra herramienta más poderosa para aprehender la realidad. Hemos puesto tantas veces nuestros sentidos en mundos distantes que prácticamente ya no es noticia. Podemos hacer cosas asombrosas pero a la vez estamos arruinando nuestro medio ambiente.

Los peligros también provienen de las fake news y los movimientos anticientíficos. ¿Cómo cree que los científicos deberían reaccionar ante los terraplanistas, antivacunas y demás negacionistas?

Creo que no deberían regodearse de lo que saben frente a las audiencias, sino buscar conectarse emocionalmente con ellas. Esa ha sido la misión de Cosmos: asombrar, entretener, incentivar la curiosidad, excitar, recordar que la ciencia nos rodea, que es relevante en nuestras vidas y en nuestra cultura.

Transmitir información es solo una fracción del deber de la comunicación de la ciencia. Hay que conectar el cerebro con el corazón. Se trata de entablar un encuentro personal, debemos derribar los muros que rodean la ciencia y que nos han excluido e intimidado a muchos de nosotros y traducir las ideas de la jerga técnica al lenguaje que todos compartimos para poder apropiarnos de ellas.

Cosmos es un poema visual. Combinan música y un gran despliegue visual. ¿Cree que estos elementos son necesarios para lograr esa conexión con la audiencia?

La narración de historias es clave para involucrar al público. La misión de Cosmos es similar a algo que Albert Einstein dijo en un discurso pronunciado en la Feria Mundial de Nueva York en 1939: «Si la ciencia, como el arte, ha de cumplir su misión de manera verdadera y plena, sus logros deben entrar no solo superficialmente sino con su significado interno en la conciencia de las personas».

¿Qué historias le interesan?

Vivimos en una época en la que nos sentimos indefensos, perdidos en estos tiempos oscuros, pero no lo somos: somos poderosos. Quería contar historias que mejoraran la autoestima humana, historias de nuestros antepasados y su coraje, cómo lucharon valientemente por una comprensión más profunda y precisa de la naturaleza. Si estos hombres y mujeres fueran nuestros ídolos, nuestras celebridades, si fueran personas admiradas por nuestros hijos e hijas, creo que estaríamos en otra situación.

¿De qué personas habla?

En esta temporada, contamos historias de científicos que han sido ignorados por la historia. Conocemos a Einstein y Galileo, pero el edificio de la ciencia es resultado del trabajo de incontables personas, hombres y mujeres en su mayoría olvidados. Soy una coleccionista, una cazadora-recolectora de historias. Siempre quise contar lo que tuvo que atravesar Nikolay Vavilov, un científico ruso que tenía el sueño de erradicar el hambre y viajó por el mundo coleccionando semillas.

En los peores días de las purgas estalinistas, fue perseguido y encarcelado por su enfrentamiento con Trofim Lysenko, propulsor de teorías pseudocientíficas, que además de negar a Darwin contaba con el apoyo de Stalin. Vavilov murió de hambre en prisión y su equipo pereció protegiendo el banco de semillas de Leningrado en un asedio nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Imagen de 'Cosmos Mundos Posibles' con Neil deGrasse-Tyson / © Cosmos Studios- Nat Geo
Imagen de ‘Cosmos Mundos Posibles’ con Neil deGrasse-Tyson / © Cosmos Studios- Nat Geo

La serie viene acompañada por un nuevo libro que usted escribió. Allí habla de la importancia del optimismo. En esta era de pandemias y cambio climático, ¿por qué cree que esta perspectiva optimista es necesaria?

Eso me pregunta mi hijo también. Baso mi optimismo en lo que sé de nuestros ancestros, en la tenacidad de la vida. Mi loco optimismo está basado en la ciencia y en la tecnología. Nuestra visión del futuro es distópica. Es un reflejo de los graves desafíos que enfrentamos. Todos sentimos la sombra que se cierne sobre nosotros. En Cosmos, contamos las historias de personas que en momentos críticos han defendido la ciencia. Esperamos que estas historias inspiren y nos ayuden a rechazar a aquellos líderes que niegan la realidad. La verdad importa. En materia climática, tenemos que empezar a tomar en serio lo que nos vienen diciendo los científicos desde hace 70 años.

Este año se festeja también el 30 aniversario del Pale Blue Dot (un punto azul pálido), una de las más famosas fotos de la Tierra tomadas por la sonda Voyager 1 cerca de Saturno. La imagen tuvo un gran impacto. ¿Necesitamos un sacudón similar en la actualidad?

“Contamos las historias de personas que en momentos críticos han defendido la ciencia”

Necesitamos una dosis saludable de escepticismo: probar ideas a través de la observación y la experimentación. Y cuestionar todo, incluida la autoridad. Debemos compartir estas historias de nuestros ancestros y su perseverancia. Somos sus descendientes. Nos sentimos impotentes, pero tenemos los medios para comunicarnos entre nosotros.

No podemos tolerar líderes que nos engañan con sus mentiras. Los pasos hacia atrás que hemos dado en los Estados Unidos en los últimos años son desalentadores. Pero creo en la democracia. Es ahora nuestro turno de enfrentar los desafíos como lo hicieron en su momento nuestros antepasados. Debemos actuar en defensa de nuestra civilización para no ser manipulados tan fácilmente y rechazar a aquellos líderes que tienen desprecio por la ciencia y por la realidad.

¿No cree que ya es un poco tarde?

Para nada. Hay otro futuro, otro mundo posible. El Antropoceno podría ser la era del despertar humano, cuando aprendemos a usar la ciencia y la alta tecnología en armonía con la naturaleza.

¿Imagina en un futuro una conductora mujer en Cosmos?

Absolutamente. Conozco a un gran número de talentosas científicas que tienen el poder de comunicar. Ese ha sido un gran cambio que he visto a lo largo de mi vida.

Fuente: https://www.publico.es/ciencias/cosmos-ann-druyan-precisamos-historias-den-esperanzas.html

https://rebelion.org/precisamos-mas-que-nunca-de-historias-que-nos-den-esperanzas/
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