Azahara Palomeque: La Inteligencia Artificial vapulea el futuro del trabajo. Europa

Varios estudios pronostican la desaparición de millones de puestos de trabajo como consecuencia de los diferentes usos y desarrollos de la Inteligencia Artificial. La clase media y los trabajos feminizados serían los más afectados.

Se puede afirmar sin titubeos que una de las mayores preocupaciones en los centros de poder occidentales es el futuro del trabajo. Desde quienes apuntan a las sustanciales mudanzas en el mercado laboral como consecuencia de la crisis climática, hasta los fenómenos azuzados por la COVID-19 –como la llamada ‘Gran Dimisión’– pasando por el impacto que tendrá la Inteligencia Artificial (IA), los debates no paran de sucederse. Específicamente, los efectos de la IA en el empleo ocuparon buena parte de la reunión que mantuvieron los congresistas estadounidenses en el Capitolio con Sam Altman, creador de OpenAI (la empresa que inventó ChatGPT), quien no supo detallar las disrupciones que traerá su criatura. Aunque los distintos actores políticos y económicos difieren en cuanto a los números, existe unanimidad a la hora de afirmar que habrá cambios drásticos, una gran conmoción que, dependiendo de cómo se gestione, puede acabar con millones de personas en la calle.

Millones de afectados

Los peores augurios vienen de la mano de Goldman Sachs. Según un informe reciente de la multinacional bancaria, 2/3 de los trabajos actuales en EE.UU. y en Europa podrían estar sujetos a algún tipo de automatización provocada por la IA generativa, y sería esta tecnología la causante de la pérdida de 1/4 del empleo en dichas regiones. Extrapolados los datos a nivel global, se estima que desaparecerían 300 millones de puestos de trabajo. Aunque algunos expertos apuntan a la creación de nuevas profesiones y un posible incremento de la productividad en algunos sectores, estos avances son más difíciles de predecir y dependerían tanto del desarrollo de la tecnología como del marco regulativo en que esto ocurra. En este sentido, es significativo que la nueva Ley europea sobre Inteligencia Artificial haya dejado fuera de la clasificación como “alto riesgo” el uso de estos sistemas generativos en el mercado laboral y en entornos educativos, lo cual añade más incertidumbre a un tejido social atravesado por la inflación y la guerra en Ucrania.

Mucho más detallado es el último estudio realizado por el Foro Económico Mundial (FEM), conocido como “Foro de Davos” y radicado en Suiza. FEM pronostica que un 23% del mercado mundial experimentará una sacudida debido a varios factores, entre los que destaca la IA, pero también una tendencia a la desglobalización –o relocalización, el término utilizado en la investigación medioambiental– y la transición hacia una economía verde. Así, proporciona números más halagüeños: 83 millones de puestos de trabajo serían eliminados, pero, a cambio, se crearían 69 millones a nivel global. En cualquier caso, los riesgos seguirían siendo notables, principalmente impulsados por la ralentización del crecimiento económico, una subida del coste de los insumos y la reducción del poder adquisitivo de la ciudadanía. Es relevante que en los ámbitos académicos ecologistas se estén discutiendo circunstancias similares, relacionadas con el agotamiento de los recursos naturales y las adversidades climáticas, cuestiones que no suelen tenerse en cuenta en los círculos financieros. El último libro de Gonzáles Reyes y Almazán realiza un análisis pormenorizado por sectores en un contexto de colapso ecosocial, y prevé la disminución de empleos (en el turismo, la pesca, la ganadería, etc.) bien por su carácter insostenible o el daño medioambiental que causan.

Trabajos de clase media y feminizados

La dominación del tejido productivo por parte de la IA presenta algunas novedades: a diferencia de otras épocas en que las máquinas han sustituido el trabajo manual, ahora estaríamos hablando de “tareas que requieren razonamiento, comunicación y coordinación”, asegura el informe del FEM, o, como afirma The Guardian“trabajos de clase media”. Una lectura comparativa de los documentos citados, junto a la investigación de Business Insider, nos devuelve los siguientes empleos amenazados: aquellos que requieren análisis o procesamiento de datos en el ámbito tecnológico (incluyendo programadores e informáticos); análisis de mercado o financiero (asesores fiscales, gestores, profesionales del marketing); asistentes de varios tipos; diseñadores gráficos, periodistas y creadores de contenido en general; y hasta abogados y profesores, aunque en torno a la docencia hay discrepancias, pues para el éxito de los procesos pedagógicos son importantes la interacción humana y la empatía. Además, un estudio citado por Bloomberg subraya el sesgo de género en los peligros laborales que entraña la IA, la cual podría reemplazar a miles de mujeres en puestos tradicionalmente feminizados, como el de secretaria, traductora, o personal de recursos humanos. A grandes rasgos, el análisis del mercado laboral español efectuado por FEM coincide con los sectores identificados como en decadencia internacionalmente, aunque el mayor varapalo estaría desencadenado por la caída del crecimiento global.

Ante este panorama nada alentador, cabe preguntarse, con pensadoras como Yayo Herrero, qué sentido tiene el trabajo como vía de acceso a distintos derechos sociales (sanidad, pensión) y de qué manera orientar la política hacia la obligación de “proteger personas”, no sectores económicos; o por qué las cifras de empleo siguen dominando la opinión pública en lugar de hacerlo la utilidad social del mismo, de acuerdo con David Graeber. Este último autor ya abogaba por la implementación de una Renta Básica Universal (RBU) con el objetivo de blindar cierto bienestar al ciudadano y ahorrarle el desgarro moral que conlleva dedicarse a un “trabajo de mierda”. Puede parecer mentira, pero no hace tanto que los empresarios de Silicon Valley, incluido el mismísimo Altman, abrazaban también esta medida, conscientes de la inestabilidad social que provocarían sus hazañas algorítmicas. Buscar herramientas de protección colectiva, comunitaria, y no sólo predecir la catástrofe empieza a tornarse perentorio en un mundo plagado de incertidumbres.

Fuente: https://www.lamarea.com/2023/07/12/la-inteligencia-artificial-vapulea-el-futuro-del-trabajo/

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Cuando la clase media toma la escuela pública

Por: Xavier Bonal 

Los actuales procesos de segregación social en los entornos urbanos no hacen más que incentivar las estrategias de diferenciación y búsqueda de exclusividad en la elección

Una de las consecuencias de los efectos de la crisis económica en la educación es el aumento de demanda de escuela pública por parte de una clase media que ve menguadas sus posibilidades económicas de recurrir a la educación privada para escolarizar a sus hijos. No hablamos, por supuesto, de una clase para la que la educación pública no es siquiera una de las posibles opciones de escolarización, sino de aquellas fracciones sociales de demanda muy elástica, que suelen moverse entre el mercado y la provisión pública en función de variables como la renta familiar disponible, la calidad educativa o la percepción del riesgo entre las distintas opciones de escolarización.

Son estas fracciones de clase las que son más activas en la elección escolar. Utilizan estrategias muy calculadas para maximizar la inversión educativa, conscientes de que se juegan las posibilidades de reproducción de las posición social en esa inversión. Antes de tomar la decisión sobre dónde escolarizar a los hijos, visitan numerosas escuelas, participan de reuniones de puertas abiertas o se entrevistan con las direcciones escolares. Comparten grupos de whatsapp con otras familias para intercambiar información y sobre todo, para saber qué estrategias utilizan otras familias afines en estilos de socialización. En el cálculo de la elección escolar intervienen muchas variables: el proyecto educativo del centro, las aportaciones económicas, la cantidad y calidad de actividades complementarias y, sobre todo, la composición social de la escuela.

Es en este contexto en el que ha crecido la demanda de un tipo de escuela pública muy determinada, caracterizada por una oferta escolar que se presenta como una educación distinta y pedagógicamente alternativa. Son escuelas de apariencia muy innovadora, en las que el lenguaje se adapta a los retos de la educación del siglo XXI: centrada en competencias más que en conocimientos, no memorística, alternativa en la organización escolar o flexible en las estrategias de evaluación. Esta oferta escolar refuerza su mensaje cuanto más accede a una clientela de un perfil social que, de forma explícita o implícita, le reclama ir de la mano en las estrategias de clausura social. De este modo, el proyecto educativo puede garantizar la calidad si, y sólo si, se asegura que las familias que acceden al centro escolar están convencidas del mismo (se lo creen y lo defienden). La escuela obtiene a cambio una imagen de prestigio educativo y social y ser un foco de atracción para familias de clase media, siempre más fáciles de educar que las familias pobres.

Los actuales procesos de segregación social en los entornos urbanos no hacen más que incentivar estas estrategias de diferenciación y búsqueda de exclusividad en la elección. Algunos autores han denominado a este fenómeno “colonización o gentrificación escolar”. La llegada de sectores de clase media a algunas escuelas públicas “de barrio” produce un fenómeno de desplazamiento (voluntario o no) de algunas familias y sobre todo genera mecanismos de exclusividad y exclusión que convierten a la escuela en especialmente atractiva para sus nuevos ocupantes y a menudo extraña para parte de la comunidad en la que se ubica. Es común que las familias de clase media “tomen” la asociación de padres, colaboren activamente con el profesorado del centro o fijen nuevas cuotas para cubrir actividades complementarias.

Sin duda, la cobertura y la calidad del Estado de Bienestar depende de que las clases medias crean en los servicios públicos como alternativa al mercado y clamen por una educación o sanidad públicas y de calidad. Sin embargo, si esta reivindicación supone la búsqueda de exclusividad y clausura social, se corre el riesgo de construir servicios de distinta velocidad y calidad. Si abundamos en la jerarquización de la escuela pública, nos jugamos algo tan importante como son sus virtudes como institución igualadora de oportunidades. Impedirlo depende de la política educativa.

Fuente: https://elpais.com/ccaa/2019/08/28/catalunya/1566996191_105330.html

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El desafío de ser universitario de escasos recursos

 Autor: Christian Guijosa / Fuente: Observatorio ITESM

Mientras que para los universitarios de clases media y alta es provechoso estudiar y trabajar al mismo tiempo, para los alumnos de clase baja resulta ser un obstáculo más en su formación profesional, sugiere una investigación realizada por la Universidad de Georgetown, EE. UU. ¿A qué se debe esta discordancia?

Según el reporte Balancing Work and Learning: Implications for Low-Income Students, los estudiantes estadounidenses de escasos recursos necesitan trabajar largas jornadas y generar ingresos en empleos alejados de sus áreas de estudio, como cafeterías o restaurantes de comida rápida, además de cumplir con la demandante carga académica. A diferencia de los alumnos de familias de estratos sociales medio y alto que gozan de apoyo económico y pueden realizar prácticas laborales más provechosas.

Puntos clave del reporte

  • En EE.UU. existen 14 millones de universitarios que combinan el estudio y el trabajo, de los cuales 6 millones son de escasos recursos, y  de estos 3.5 millones son mujeres.
  • El 60% de estudiantes de escasos recursos que trabajan más de 15 horas semanales obtienen calificaciones más bajas (C o menos, de acuerdo al sistema de calificación estadounidense) a comparación de sus similares de clases medias y altas (B o más).
  • El 14% de los estudiantes con mayores ingresos tiene pasantías bien remuneradas en campos profesionales de STEM, negocios o atención médica, en comparación del 6% de los estudiantes de bajos ingresos que se emplean en actividades como el de servicio de alimentos, ventas o apoyo administrativo.
  • Los estudiantes de bajos ingresos son menos propensos a completar su carrera universitaria.
  • En Estados Unidos el 69% de los estudiantes de bajos ingresos se matricularon en la universidad en el 2015, en comparación con el 83% de los estudiantes de mayores ingresos.
  • Al menos en Estados Unidos, es menos probable que los estudiantes de bajos ingresos tengan seguridad financiera, como cuentas corrientes o de ahorro, y es más probable que elijan tarjetas de crédito para pagar sus estudios. Los estudiantes de mayores ingresos a menudo tienen acceso a más herramientas financieras y es más probable que dependan de préstamos estudiantiles para pagar su carrera.

¿Cómo rectificar el camino?

Aunque los datos anteriores representan la realidad educativa de Estados Unidos, la problemática es global. Las universidades necesitan asesorar de mejor forma a los estudiantes acerca de qué tipos de experiencias laborales tienen más probabilidades de producir resultados positivos. Los estudiantes deben ser guiados para sincronizar mejor lo que están estudiando con los trabajos y con sus objetivos profesionales a largo plazo.

Por otro lado, se debe enfocar más atención en construir conexiones más sólidas entre la educación y el trabajo a partir de los niveles educativos previos a la universidad.

Es cierto que los expertos educativos demandan mayor conexión entre el trabajo y la educación superior; la mayoría de los empleos de nivel inicial requieren una rica combinación de habilidades y experiencia laboral. En este escenario ¿dónde quedan los estudiantes de escasos recursos si viven atados a deudas y trabajos ajenos a sus intereses profesionales?

Sin duda, para un estudiante de nivel socioeconómico bajo es más complicado tener acceso una carrera universitaria y lograr aprovecharla. Las instituciones educativas, gobiernos y los empleadores necesitan colaborar para crear experiencias educativas más equitativas.

Fuente del Artículo:

https://observatorio.itesm.mx/edu-news/el-desafio-de-ser-universitario-de-escasos-recursos

ove/mahv

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Estados Unidos: Una huelga indefinida de maestros en Los Ángeles deja sin clase a más de medio millón de alumnos

Estados Unidos / 20 de enero de 2019 / Autor: Pablo Ximénez de Sandoval / Fuente: El País

La izquierda demócrata abraza la lucha por las escuelas públicas de la ciudad, el segundo distrito más grande de EE UU, como un campo de pruebas para todo el país

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 20 de enero de 2019: hora tras hora (24×24)

20 de enero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 20 de enero de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

 

00:00:00 – Cuatro Premios Nobel discuten el futuro de la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298624

01:00:00 – Programa Pedagogía al Día: Tendencias contemporáneas de la educación, nuevos enfoques y metodologías para el aprendizaje (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/285273

02:00:00 – Estados Unidos: Una huelga indefinida de maestros en Los Ángeles deja sin clase a más de medio millón de alumnos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298642

03:00:00 – 50 citas de Paulo Freire imprescindibles en el mundo educativo (Artículo de Miguel Ángel Ruíz Domínguez)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/281587

04:00:00 – 1184 herramientas web para docentes sin necesidad de registrarnos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298659

05:00:00 – Entrevista a Ignacio Calderón. Profesor titular de la Universidad de Málaga.: “Pensar que la mera presencia de todo el alumnado convierte a la escuela en inclusiva es una falacia»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298646

06:00:00 – Libro: Didáctica de la Historia en el Siglo XXI (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298669

07:00:00 – Fracaso escolar, una deuda que se acumula (Artículo de Daniela Leiva Seisdedos)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298654

08:00:00 – Libro: El planteo socialista en educación: contra las reformas educativas capitalistas (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298673

09:00:00 – Xavier Aragay: “Uruguay empieza a tener las condiciones para cambiar el ADN de su educación”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/287838

10:00:00 – Libro: El planteo socialista en educación. Segunda Parte (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298676

11:00:00 – La Educación, la Evaluación y las inconsistencias de Backhoff (Artículo de Juan Carlos Miranda Arroyo)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298679

12:00:00 – Chile: Piñera y la educación con signo peso

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298628

13:00:00 – José Carlos Mariátegui- Serie Maestros de América Latina (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/289562

14:00:00 – México: OCDE creará con el gobierno de AMLO nuevo proyecto educativo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298663

15:00:00 – El bárbaro modelo educativo neoliberal (Artículo de Rafael Silva)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/298500

16:00:00 – Cómo puedes saber si tu hijo sufre ‘bullying’ (Audio)

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17:00:00 – Reflexiones sobre pedagogía crítica: contexto teórico de la transversalidad (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/285245

18:00:00 – Inger Enkvist: Un profesor que no se preocupa de su bienestar tiende a descuidar el de sus alumnos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/288280

19:00:00 – La OCDE y la educación (Artículo de Enrique del Val Blanco)

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20:00:00 – Educación Inclusiva Latinoamericana (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/285885

21:00:00 – ¿Cómo será la universidad del futuro? Estas son las iniciativas más innovadoras

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/285281

22:00:00 – “Los artesanos de la enseñanza”. Reseña bibliográfica

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/286653

23:00:00 – Radio Asamblea Nacional de Ecuador: Embarazo adolescente…hablemos de educación sexual (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/284684

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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La educación ante el auge del fascismo

Por: Enique Díez Gutiérrez

En Finlandia, Alemania, Dinamarca, Francia, Suecia, Grecia, Hungría, Croacia, Letonia, Lituania, Polonia, Ucrania, Italia y desde el 2 de diciembre de 2018 España, se ha asentado la presencia del fascismo en los parlamentos europeos.

El fascismo radicaliza los valores conservadores, para atraer y canalizar el enfado de clases medias, trabajadoras y populares que se sienten abandonadas e indefensas ante las políticas europeas de austeridad. Políticas de austeridad aplicadas a “los de abajo”, como medidas únicas e inmutables, ante la crisis económica y social. Una crisis que se percibe ya como un “saqueo sin fronteras” de las élites financieras, que han conseguido, sin embargo, salir reforzadas y más enriquecidas aún, si cabe, de esa “crisis” provocada por su propia voracidad sin límites.

El fascismo que vuelve a asentarse en Europa y que se extiende de forma imparable por buena parte del mundo (Estados Unidos con Donald Trump, Brasil con Jair Bolsonaro, Filipinas con Rodrigo Duterte, etc.) no tiene nada de antisistema, sino que constituye el plan B autoritario del sistema a través del discurso antiélites. Un discurso, profundamente neoliberal, pero teñido de aspectos y elementos simbólico-emocionales conservadores (banderas, himnos, símbolos, etc.), que rechaza toda forma de organización colectiva (organizaciones sociales, sindicatos, partidos políticos, etc.) que demanda derechos sociales y justicia, alentando el mesianismo y los “líderes autoritarios” como salvadores en quienes confiar ciegamente.

En el tablero diseñado por el neoliberalismo, el fascismo cumple una función clave: la de ocultar las raíces reales de la injusticia social y la crisis para, de esta forma, neutralizar la posibilidad de que se cuestione la responsabilidad en aquellas de las élites económicas y financieras.

Lo que hace la extrema derecha es sembrar la discordia entre los perdedores del modelo neoliberal, fomentando, por una parte, el orgullo de sentirse superior y, por otra, canalizando la ira popular hacia los colectivos más vulnerables. Así, mientras se alimenta la guerra entre pobres, los cenáculos neoliberales siguen repartiéndose el pastel y la fractura social se acrecienta.

Con dos efectos colaterales terribles: el primero, que vemos como gran parte de los postulados de la extrema derecha están siendo asumidos por la derecha y los liberales, especialmente las políticas migratorias, claramente discriminatorias y punitivas, y las políticas represivas en materia de derechos y libertades. El segundo, que reconstruyen el imaginario colectivo, amplificado por los medios de comunicación, situando a todo movimiento progresista de “izquierdas” (Unidos Podemos) como si fuera el otro extremo de la ecuación, en la “extrema izquierda”. De tal forma que el centro del tablero político queda redefinido por el conservadurismo (PP) y el neoliberalismo (C’s) que se convierten automáticamente en opciones de centro, “moderadas” y “responsables”.

Se está así redefiniendo el campo de disputa, tildando de forma similar de populistas tanto a las opciones fascistas (totalitarias y antidemocráticas) como a las opciones comunitarias de defensa del bien común, el reparto de los recursos y la justicia social. Ocultando la gravedad de esta equiparación, mediante el epíteto vacío de “populismo” que oculta e invisibiliza el fascismo. Como se ha usado también en algunos análisis históricos del golpe de estado del 36 y la dictadura franquista, pretendiendo mantener una “equidistancia” entre víctimas y verdugos, entre fascistas alzados y un gobierno republicano elegido democráticamente.

Una segunda causa del auge del fascismo es la tragedia que ha supuesto la gestión de la crisis por parte de la socialdemocracia en toda Europa. Los partidos socialdemócratas han aplicado los mismos principios del neoliberalismo y las políticas de austeridad. Ante lo cual, buena parte de la población se ha sentido engañada por quienes en otras épocas fueron los defensores del Estado Social y de Bienestar. Esto ha sido crucial para provocar una sensación generalizada de hundimiento de los principios de democracia, justicia social y solidaridad, que podemos situar como tercera causa del auge del fascismo. Y una cuarta causa: el desarrollo del precariado como condición de vida de buena parte de la población joven, base del descontento social de generaciones hipotecadas, ante la perspectiva de futuro de “vivir pagando para morir debiendo”.

Pero la causa fundamental del auge del fascismo se debe a que el modelo neoliberal ha ganado actualmente la guerra ideológica. Hemos asistido a una guerra ideológica, irregular y asimétrica, en la que la batalla por la narrativa ha sido clave en la fabricación de una determinada percepción de la población y las audiencias mundiales de cara a imponer imaginarios colectivos impregnados de contenidos y sentidos afines al pensamiento dominante, que cada vez une más y “simbiotiza” capitalismo, neoliberalismo y fascismo. Las élites económicas y financieras sí que han tenido claro que hay una permanente lucha de clases, y que, esta batalla, ellos la están ganando por goleada. Y, justamente, porque están ganando esta guerra ideológica, es por lo que también ganan la guerra económica y el poder, a pesar de (o, precisamente por) la corrupción, la memoria del fascismo, la represión, etc., etc.

Sus proclamas han colonizado el pensamiento, los deseos e, incluso, las esperanzas de gran parte de la población. Aplicaron el análisis de Gramsci: si controlan la mente de la gente, su corazón y sus manos también serán suyos. Pasado el tiempo de la conquista por la fuerza, llega la hora del control de las mentes y las esperanzas a través de la persuasión. La ‘McDonalización’ es más profunda y duradera en la medida en que el dominado es inconsciente de serlo. Razón por la cual, a largo plazo, para todo imperio que quiera perdurar, el gran desafío consiste en domesticar las almas. De tal forma que el discurso neoliberal ha acabado siendo visto como condición natural y normal.

Lo privado frente a lo público. La libertad individual frente al bien común y la justicia social. El rechazo a los impuestos frente a la aportación colectiva para la protección social y solidaria. La ideología del esfuerzo que externaliza las causas de las dificultades y convierte a la víctima en culpable, revictimizándola. La ideología del emprendimiento que responsabiliza a las víctimas de su suerte y su futuro. La cultura de la autoridad, la sumisión y la obediencia debida. La ideología del pensamiento positivo, complemento necesario para ayudar a autorregular la conciencia opresiva de la explotación y sentirse incluso un colaborador libre y proactivo en la propia explotación, mediante técnicas de management y coachingemocional.

Se ha instaurado así una constante, permanente y sólida pedagogía del egoísmo, base esencial de la ideología neoliberal, que hunde sus raíces en el interés propio como impulso vital y trascendental. Una pedagogía que está reconstruyendo, a través de los medios, las prácticas y los discursos sociales y educativos, un nuevo sujeto neoliberal que ve en el egoísmo y las relaciones de competencia y de mercado la forma natural y normal de estar y ser en el mundo. Un sujeto cuyo primer mandamiento es “ayúdate a ti mismo”. Que desprecia cualquier obligación moral vinculada a la solidaridad colectiva. Una persona formada en la lógica de la competición, cuyas relaciones y prácticas sociales se transforman en cálculos e intercambios regidos por el cálculo del máximo interés individual.

Debemos combatir esta pedagogía del egoísmo, no solo en la escuela sino a través de todos los medios de educación formal y no formal, si queremos superar de una vez por todas el fascismo. Es necesario, claro está, acabar con las políticas de austeridad, poner coto a los beneficios, los paraísos fiscales y el rescate de los bancos y fondos financieros y establecer medidas para conseguir un estado de bienestar social global, que contemple los límites del planeta. Es imprescindible que los partidos gobernantes sean más transparentes y menos oligárquicos y corruptos. Pero, sobre todo, debemos fortalecer la autonomía de pensamiento y de crítica para combatir la posverdad y la política de las emociones de la ideología neoliberal. Porque es más fácil evadirse de una prisión física que salir de esta “racionalidad” neoliberal elegida “libremente”, ya que esto supone liberarse de un sistema de normas instauradas mediante técnicas de interiorización y control del yo.

No podemos seguir siendo “indiferentes” ni “obedientes” ante la pobreza y el hambre, ante la guerra y la crueldad, ante la insolidaridad y el egoísmo brutal, ante el saqueo del bien común, ante la intolerancia y el fascismo. La verdadera munición del capitalismo no son las balas de goma o el gas lacrimógeno; es nuestro silencio. Ya lo decía Martin Luther King: “Tendremos que arrepentirnos en esta generación no tanto de las malas acciones de la gente perversa, sino del pasmoso silencio de la gente buena” que miramos para otro lado ante el auge del fascismo.

Como diría Ernesto Sábato: “Estamos a tiempo de revertir esta masacre. Esta convicción ha de poseernos hasta el compromiso”. Nos jugamos el futuro de nuestros hijos e hijas, y el de la sociedad en su conjunto. Educación o barbarie, no hay neutralidad posible.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/12/04/la-educacion-ante-el-auge-del-fascismo/

 

 

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Estados Unidos: Profesores a un paso de la pobreza

Estados Unidos / 4 de noviembre de 2018 / Autor: Joan Faus / Fuente: El País

Una huelga de maestros pluriempleados y con salarios bajos exhibe la sangrante desigualdad en la primera potencia mundial

Lynneia Atkinson, de 39 años, decidió permanecer con un marido que la maltrataba por temor a perder su seguro médico. Ahora que está divorciada y tiene una póliza de salud mucho peor evita a toda costa ir al médico porque los costes son astronómicos. Sus dos hijos viven con ella y llegar a fin de mes le supone un esfuerzo ingente. Los 16 dólares a la semana que cuestan las clases de violín de su hija son un quebradero de cabeza. Y se está planteando levantarse a las cuatro de la mañana para ganar 40 dólares más por enseñar inglés a niños chinos durante cuatro horas a través de Internet.

Podría parecer lo contrario, pero Atkinson ya tiene un empleo. Es profesora en una escuela pública en Shenandoah Junction, un pueblo de Virginia Occidental, pero ese trabajo apenas le permite subsistir. “Nadie con este nivel de educación debería estar luchando por su vida”, denuncia en su aula.

No es un caso aislado. Muchos de los otros 30 profesores de la escuela primaria T. A. Lowery tienen dos o tres empleos. Enseñan inglés, dan clases extraescolares, trabajan en gasolineras o en restaurantes. De los 50 Estados de Estados Unidos, Virginia Occidental es el tercero con los sueldos más bajos para los profesores de la escuela pública y el segundo con menores ingresos por habitante. La situación salarial, junto al aumento del coste del seguro médico que reciben los profesores y la percepción de una erosión continuada de la calidad de los colegios, fue el embrión de una ola de indignación que derivó en febrero y marzo pasados en una inusual huelga con un seguimiento masivo.

Unos 20.000 maestros abandonaron las aulas durante nueve días lectivos consecutivos en los 55 condados que integran el Estado. La movilización fue tal que forzó al Congreso, de mayoría conservadora, y al gobernador, el republicano Jim Justice, que es el hombre más rico del Estado, a subir un 5% el sueldo a los profesores y a congelar los recortes de sus prestaciones sanitarias. Atkinson, que preside un sindicato local de maestros, participó activamente en el paro.

En un país donde las huelgas son muy infrecuentes y los sindicatos se han debilitado enormemente, los profesores de Virginia Occidental lograron tener a la opinión pública de su lado y propiciaron movilizaciones similares en otros cinco Estados del país. Este resurgir del activismo será palpable en las elecciones legislativas del 6 de noviembre: cientos de maestros optan a cargos electos bajo la promesa de mejorar la educación pública.

La huelga expuso el impacto de los tijeretazos en la inversión escolar llevados a cabo en buena parte de EE UU en la última década. Por ejemplo, Atkinson se queja de que en su aula no funciona correctamente la calefacción (sus alumnos llevan a veces abrigos), de que le falta material o falla la conexión a Internet. La protesta también exhibió cómo muchos ciudadanos, en palabras de esta profesora, constatan que “la sanidad no es un derecho” asegurado. El único seguro médico al que puede optar —el que recibe de la escuela— le cuesta 100 dólares al mes y ella debe costear los primeros 6.000 dólares de gasto en cualquier consulta o prescripción médica. El hartazgo de los maestros revela un riesgo: la creciente desigualdad rampante en el país más rico del mundo golpea al primer escalafón de la sociedad, como son las escuelas públicas donde se forman a las generaciones futuras.

La clase media estadounidense se ha desmoronado lentamente en el último medio siglo. El ascensor social se ha estancando. La media de ingresos por hogar apenas ha variado: de 44.895 dólares en 1967 a 57.230 en 2015, según datos del censo que tienen en cuenta la inflación. En cambio, los ingresos de los más ricos se han disparado, mientras los sueldos de la clase baja y media han caído o han permanecido planos.

Un muro de la escuela T.A. Lowery Elementary en Shenandoah Junction, Virginia Occidental.
Un muro de la escuela T.A. Lowery Elementary en Shenandoah Junction, Virginia Occidental. XAVIER DUSSAQ

Pérdida de renta

Los profesores públicos son un ejemplo sintomático: ganan de promedio menos que en 1990, según datos del Departamento de Educación ajustados por la inflación. En Virginia Occidental, el sueldo medio era en 2016 de 45.622 dólares al año, 13.000 menos que el promedio nacional, según la Asociación Nacional de Educación. Atkinson gana unos 2.200 dólares netos al mes. Unos 1.300 van destinados al pago de su hipoteca. El precio medio de una casa en su condado es de 300.000 dólares, lo que, en su caso, supone pagar su hipoteca actual durante 19 años. Ella y sus dos hijos, de nueve y seis años, viven con los 900 dólares restantes de su sueldo y una ayuda económica de su exmarido. “Incluso con esa asistencia casi no me las puedo arreglar”, lamenta.

Atkinson, que enseña inglés y matemáticas a niños de entre cinco y nueve años con necesidades especiales, lleva 17 años ejerciendo de profesora. Empezó en Nueva York, luego se trasladó a Ohio y desde 2010 vive en Virginia Occidental. En realidad, quería ser arqueóloga pero, irónicamente, decidió ser maestra para optar a mejores sueldos. Su salario base actual es 8.000 dólares superior al que tuvo por primera vez como profesora en 2001 pese a que entonces no tenía ni un título de máster ni experiencia laboral. “En este momento, no sé cuánto tiempo más voy a seguir enseñando”, admite.

FUGA DE MAESTROS A ESTADOS CON MEJORES SALARIOS

Cada Estado de Estados Unidos gestiona las condiciones que ofrece a los profesores de su escuela pública y el modelo de financiación. En Virginia Occidental, los maestros ganan lo mismo, según su escala salarial, independientemente del condado en el que vivan. Eso crea disrupciones dado que el sur del Estado es más pobre que el norte y el coste de vida es muy inferior que en pueblos como Shenandoah Junction. Pero en el norte los profesores tienen mayores alternativas: el condado de Jefferson está a poca distancia de Virginia y Maryland, dos Estados con mayores sueldos para el personal escolar.

“Si conduzco 20 o 30 minutos, podría estar ganando 15.000 o 20.000 dólares más al año y con un seguro médico por el que no me tendría que preocupar”, dice Lynneia Atkinson. Inicialmente, desestimó esas posibilidades porque prefería estar cerca de sus hijos pero, ahora como madre con apuros económicos, admite que lo está considerando.

Las mejores condiciones en los otros Estados hace que en el condado de Jefferson haya una fuga de hasta 40 profesores al año. En todo Virginia Occidental, hay cerca de 750 plazas vacantes sin un profesor certificado. Algunas de ellas las cubren profesores de sustitución que no están preparados.

“Esto afecta mucho a la educación de los niños”, denuncia Atkinson, como también lo hace que los maestros necesiten varios empleos para sobrevivir. Ella se declara una defensora convencida de que las escuelas públicas son “el gran ecualizador” de la sociedad estadounidense. En su colegio hay alumnos de todas clases económicas, pero denuncia que las escuelas sufren un “ataque constante” y advierte de cómo EE UU se sitúa por debajo de muchos países avanzados en las clasificaciones internacionales de educación. En las pruebas PISA de 2015, de los 35 miembros de la OCDE, EE UU ocupó la posición 30 en el ránking de matemáticas y la 19 en ciencia.

Fuente de la Noticia:
https://elpais.com/internacional/2018/10/28/estados_unidos/1540687646_447023.html
ove/mahv
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