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En un concurso escolar emitido en Jamaica, los adultos no saben perder

   Emma Lewis

El Schools Challenge Quiz, un programa eliminatorio anual emitido por Televisión Jamaica justo antes de su telediario en horario de máxima audiencia, es una institución nacional tras sus 47 años en antena. Es siempre un acontecimiento seguido con interés y gran audiencia. El concurso de este año entre equipos de institutos jamaiquinos ha estado cargada de controversia con quejas, acciones legales e intercambio de insultos entre los seguidores en los medios sociales.

La competencia de 30 minutos incluye una “ronda rápida”, en la que cada equipo tiene la oportunidad de responder tantas preguntas como le sea posible en tres periodos de 60 segundos, así como una “ronda con pulsador”, en la que el primer equipo que presione el pulsador responde la pregunta, aunque puede perder puntos si la respuesta es errónea. Esta última sección ha causado muchos giros inesperados a los equipos en el pasado. Es una competencia por eliminatorias en la que los equipos ganadores pasan a la siguiente ronda.

Los problemas comenzaron el 16 de marzo, cuando Televisión Jamaica retransmitió el concurso entre los dos centros de Kingston, (los actuales campeones, Ardenne High, y Camperdown High), que terminó con la victoria de Camperdown con un margen de dos puntos de diferencia, clasificando a la escuela para los cuartos de final. Sin embargo, después de la retransmisión, Televisión Jamaica reconoció un error en los marcadores en la parte de las preguntas con pulsador, que habría terminado con un empate, pero esto no se corrigió inmediatamente en el programa.

El canal de televisión organizó, por tanto, una repetición (un hecho poco usual) que ganó Ardenne. Camperdown inmediatamente solicitó una orden para detener la temporada actual hasta que el asunto se resolviera, que fue rechazada por el Tribunal Supremo, que ordenó a la escuela que pagara por los daños causados a Televisión Jamaica.

La cólera estaba desatada. Un profesor de Camperdown describió así la situación:

«Nosotros éramos los perdedores esperados. Era un típico caso de “David contra Goliat” que salió mal y toda la situación abrió la caja de Pandora que había estado años en ciernes.»

Los perdedores esperados ganan

Finalmente, Ardenne consiguió la tercera plaza en el concurso.

Más tarde esa misma semana, el expresidente de la Asociación de Exalumnos del Kingston College (“KC”), el embajador Stephen Vasciannie, escribió al director general de la cadena de televisión,quejándose de que los jueces hubieran restado de modo incorrecto e injusto cuatro puntos al equipo de su ex escuela en otro programa clasificatorio. Tras la pausa para publicidad, los jueces mencionaron que tras una “minuciosa comprobación”, el marcador quedaba empatado, cuyo desempate terminó con la derrota del KC. Televisión Jamaica respondió a la queja diciendo que se habían seguido los procedimientos adecuados.

La gran final del 3 de marzo estuvo rodeada de una publicidad deslumbrante y una gran atención en los medios sociales. Dos instituciones conocidas pero con grandes diferencias compitieron: elCampion College de Kingston (considerado un centro para la élite académica) vs. el histórico Titchfield High School, situado en la ciudad rural de Puerto Antonio. Según avanzaba el programa, la atmósfera entre los seguidores y los participantes se volvió extremadamente tensa. El llamamiento “cálmense, cálmense” de uno de los miembros del equipo de Titchfield a sus nerviosos colegas (“sin precedentes” según el maestro de juegos John Paul Menou) acabó con cinco segundos extra para la ronda con pulsador.

Tras la doble comprobación de los resultados, Titchfield ganó por solo dos puntos.

El periódico Gleaner informaba:

«A continuación, Campion usó los últimos segundos para subir su marcador y dio lugar en el concurso a un tiempo extra de muerte súbita. Sin embargo, Campion perdería dos puntos tras responder incorrectamente a la pregunta del desempate y el equipo de Titchfield se volvió loco de alegría, lo que inició las celebraciones en Puerto Antonio.»

Los seguidores de Titchfield (el colegio fue subcampeón en 2011, 2012 y 2013) estaban eufóricos. Un seguidor se regocijaba en la página de Facebook del programa:

Oh Titchfield… ¡¡¡¡FINALMENTE lo hemos conseguido!!!! Nos has enseñado el VERDADERO SIGNIFICADO de la PERSEVERENCIA. Esa pequeña escuela rural en la colina, ¡FINALMENTE han dejado su huella!

El periódico Gleaner tuiteó:

«La gente apiñada en la plaza de Puerto Antonio por la final de SCQ entre Titchfield High y Campion College»

Otro tuit de Portland:

«La plaza de Puerto Antonio está muy animada… Puedo oír la música y estoy a más de una milla. Ven a celebrarlo con Titchfield»

La falta de buen comportamiento deportivo

Como a veces ocurre cuando compite gente joven, sus seguidores adultos no siempre se comportan de un modo ejemplarizante. Los comentarios en Twitter antes, durante y tras la competición se calentaron en exceso. Las burlas y los insultos volaban entre las facciones rivales.

Si bien se lanzaron ataques desde ambos bandos, un joven comentarista tuiteó:

@Petchary@SH3DXZ Había una intensa crítica contra la participación de Campion en el programa. Los estudiantes del colegio se cansaron y respondieron.

Como los seguidores del Campion se mofaban de los graduados de Titchfield sugiriendo que solo están cualificados para trabajar como cajeros de supermercado debido a su nivel educativo inferior, otros cuestionaron la organización del programa y, en particular, una supuesta parcialidad entre los jueces:

Titchfield abre la puerta a que las escuelas “rurales” del siglo XXI ganen. @televisionjam necesitas recuperar credibilidad.

La columnista, empresaria y alumna del Campion College Patria-Kaye Aarons comentaba:

«¿Quién habría pensado que un final negativo en una competencia entre alumnos de secundaria uniría algunas de las mentes más brillantes de Jamaica y suscitaría tanto resentimiento? Las situaciones en cuestión parecen haber escalado a un nivel en el que ni la intervención de la Fundación de Resolución de Conflictos puede ayudar… No ganar, en cualquier ámbito de competencia, quizás pueda ser uno de los mejores momentos educacionales para la gente joven. Como adultos, tenemos la responsabilidad de enseñarles a perder honradamente y a que el resultado final no sea lo único que importe.

Si estuviéramos en el caso contrario (como así ha sido en el pasado), y Campion sufriera una derrota injusta, mi argumento sería exactamente el mismo. Queridos quejosos y detractores, siéntanse orgullosos de que sus equipos dieron lo mejor al representar a sus colegios. Felicítenlos y consuélenlos, y sigan adelante. No siempre conseguimos lo que queremos. Bienvenidos a la vida real

Lealtades a la “vieja escuela”

Ver imagen en TwitterLos jamaiquinos tienen un fuerte sentimiento de lealtad a la “vieja escuela”, expresado de muchas formas (incluidos los chicos y chicas de las recién concluidas competencias atléticas “Campeones”). Mientras que normalmente son inofensivas y amables, las rivalidades en ocasiones muestran un atisbo de una Jamaica dividida en clases, estatus, y una grieta entre la Jamaica rural y urbana que es menos agradable. El educador Damien Williams tuiteó:

El SCQ2016 de este año ha relevado mucho sobre las clases, los privilegios y los estereotipos y los raros momentos creados por su intersección.

Otro tuit le daba la razón:

 Respeta todas las escuelas, respeta todos los trabajos. El clasismo es ofensivo. Simplemente no me importan cuáles sean las circunstancias.

Parece que hay muchas cosas que aprender desde ambos lados antes de que la temporada 2017 del programa comience.

Tomado de: https://es.globalvoices.org/2016/05/17/en-un-concurso-escolar-emitido-en-jamaica-los-adultos-no-saben-perder/

Publicado en OVE: 24 Mayo 2016

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El misterio de la Clase media en América Latina

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Alfredo Serrano Mancilla

En estos últimos años se ha abierto un intenso debate sobre el rol político de la clase media en América latina. Sin embargo, el término clase media es exageradamente ambiguo. Tiene tantas acepciones como enfoques teóricos. La economía ortodoxa apela al ingreso para su definición y la sociología dominante lo limita a un asunto de estratificación social. Otros se centran en una cuestión de identidad, en una nueva subjetividad emergente que se siente incluida en un modo de vida promedio. En cualquiera de sus interpretaciones, la clase media existe actualmente como dilema político de época.

La estructura de clases sociales de la región ha cambiado sustancialmente de forma acelerada. Se conformó un nuevo sujeto gracias a las políticas redistributivas implementadas en la región. En Bolivia, en la última década, el 20% de la población ha pasado de la extrema pobreza a ser considerada como clase media. En Ecuador, en ese mismo periodo, la clase media se duplicó. En Venezuela, durante la Revolución Bolivariana, se triplicó. En Argentina, durante el kirchnerismo, se incorporaron 9 millones de personas a esta categoría. En Brasil, durante los gobiernos de Lula y Dilma, la nueva clase media abarca a 39 millones de personas. Este ascenso social oreenclasamiento positivo es un rasgo característico irrefutable de este ciclo político.

La manera en la que se afronte este fenómeno será decisiva en este momento histórico. Tras la victoria de Macri en Argentina, la derrota electoral del chavismo en la Asamblea de Venezuela, el revés de Evo Morales en el referendo para la reelección en Bolivia, a menos de un año de las elecciones presidenciales en Ecuador, y en medio del intento de golpe contra Dilma en Brasil, el asunto de la clase media se sitúa actualmente en el centro de la controversia política.

La llamada “nueva derecha” latinoamericana del siglo XXI lleva años prestando especial atención en “cómo hablarle” a esta nueva clase media. El objetivo es doble. Por un lado, ha venido prometiendo (desde la oposición sin responsabilidad de gobierno) aquello que reclama la lógica aspiracional de ese nuevo sujeto. Y, por otro lado, busca darle forma e identidad para constituirla como un actor social afín a su proyecto político-económico. Se presenta así a la clase media como si estuviera cansada de confrontar, aparentemente despolitizada, que prefiere la moderación, mayoritariamente urbana, que no le importa ni la justicia social ni la igualdad, que se siente más cómoda con otros valores materialistas (consumo) y postmaterialistas (ecologismo), y cada vez más individualizada.

Seguramente hay parte de verdad en todo esto, pero tampoco se puede dar todo por cierto. Tal caracterización responde a una intencionalidad, la de instaurar un nuevo sentido común conservador acerca de lo que es la nueva clase media. Hecha a medida, construida a su semejanza, y útil como nuevo sujeto.

He aquí la nueva jugada del neoconservadurismo para vencer en medio de este pulso sobre la resignificación de quién es la “naciente clase media”. Aún es un enigma por descifrar. No es la clase media europea de las décadas pasadas, ni siquiera es la clase media latinoamericana preexistente a estos procesos de intensa movilidad social. García Linera la conceptualiza como “clase media de origen popular”, lo que significa que no es una clase media al uso. Es otra clase media, distinta, que ha naturalizado los derechos sociales adquiridos y tiene nuevas aspiraciones; pero esto no significa que haya perdido sus raíces. Es una clase media politizada pero no de la misma manera que lo era hace una década. Tiene una nueva subjetividad que nos toca conocer. Está en constante relación con nuevos medios (redes sociales); tiene otra estética, otros marcos culturales que responden a una etapa posfordista.

El desafío está en caracterizar a esa “clase media de origen popular” en forma más compleja de lo que lo hacen Durán Barba y compañía. Este sujeto emergente es heterogéneo y contradictorio; es un híbrido de lo que fue, lo que es y lo que quiere ser. Es un actor en transición, en conformación. Es más, todavía es una especie de “casi clase media”, que se encuentra al filo del alambre como cualquier recién llegado que siempre puede volver al lugar desde donde salió. A esto, el Banco Mundial le llama “clase vulnerable”, porque dejó de ser pobre pero nunca pasó a ser rica; todavía susceptible de retroceder si la economía no crece lo suficiente. La restricción económica externa pone en riesgo su permanencia.

Seguramente, este término, el de nueva clase media, incomoda al pensamiento tradicional de la izquierda, más acostumbrado a otras categorías teóricas. Esto es comprensible, pero no hay tiempo que perder en un debate en curso que no pide permiso a los manuales clásicos. El misterio de la clase media está omnipresente. O se permite la restauración de una “clase media light” procedente de la visión neoconservadora, o por el contrario, se disputa su significado. De no hacerlo, corremos el riesgo de interpretarla como si fuera una clase media de otro espacio y otro tiempo histórico, importada e impuesta como tantas veces nos lo hicieron con recetas, teorías, categorías, epistemes, marcos analíticos.

Fuente: http://www.celag.org/el-misterio-de-la-clase-media-en-america-latina-por-alfredo-serrano-mancilla/

Fuente de imagen de cabecera: http://www.alainet.org/sites/default/files/styles/articulo-ampliada/public/mujer_joven_protestando_mobile.jpg?itok=K4NgsO5N

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