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Se venció el ultimátum’ que los indígenas colombianos le dieron al Gobierno de Duque

América del Sur/Colombia/08-12-2019/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Las comunidades indígenas exigen que se cumpla el Acuerdo de Paz, cesen los asesinatos de líderes sociales y pare la violencia en las zonas rurales.

Este sábado se venció el ultimátum que las organizaciones indígenas de Colombia le dieron al gobierno del presidenteIván Duque, para responder a los reclamos sociales que han motivado la ola de manifestaciones sociales que se viven desde el 21 de noviembre en el país.

Las organizaciones y comunidades indígenas advirtieron el pasado jueves al presidente Duque que de no recibir respuesta el sábado 7 de diciembre, movilizarán a más de 30.000 personas hasta Bogotá para protestar frente a la Casa de Nariño (sede de Gobierno).

Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC

@ONIC_Colombia

¡Hemos llegado a la Plaza de Bolívar! Seguiremos movilizándonos por la defensa de la vida y en contra de las reformas regresivas que atentan contra la dignidad y bienestar del país: ¡Sigan contando con los Pueblos Indígenas para la paz, nunca para la guerra! @luiskankui

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«Le pedimos (al Gobierno) que cumpla los compromisos, todos los acuerdos que están firmados desde muchos años atrás, porque de lo contrario saldremos en una caravana la próxima semana», comentó Herney Flor, uno de los líderes del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric).

Desde el 21 de noviembre se vienen registrando en Colombia manifestaciones contra el presidente Duque.

SINTRAIGAC@sintraigac

Las comunidades advirtieron que, si hasta este 7 de diciembre no les han dado respuestas claras, movilizarán más de 30.000 personas a Bogotá para protestar en la Casa de Nariño.@GuardiaIndigena @ONIC_Colombiahttps://www.wradio.com.co/noticias/regionales/indigenas-del-cauca-dan-ultimatum-al-gobierno-nacional/20191205/nota/3987698.aspx 

Indígenas del Cauca dan “ultimátum” al Gobierno Nacional

Las comunidades advirtieron que, si hasta este 7 de diciembre no les han dado respuestas claras, movilizarán más de 30.000 personas a Bogotá para protestar en la Casa de Nariño.

wradio.com.co

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«El Gobierno tiene que cumplir lo que está negando desde los diferentes escenarios», recalcó el miembro del Cric, quien adelantó que la comunidad indígena ya estableció nuevos puntos de protesta en Bogotá, Cali y Monterilla, en el departamento del Cauca.

Los manifestantes exigen que se cumpla el Acuerdo de Paz, cesen los asesinatos de líderes sociales y pare la violencia en las zonas rurales de Colombia. También rechazan diferentes medidas políticas, económicas y sociales del presidente Iván Duque, incluyendo un polémico proyecto de ley de reforma tributaria.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/colombia-indigenas-ultimatum-gobierno-ivan-duque-20191208-0006.html

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Colombia: Un pueblo que exige paz, justicia social y dignidad

Por: John Freddy Gómez, Camila Andrea Galindo/cadtm.org

El pasado 21 de noviembre el pueblo colombiano salió masivamente a las calles, en proporciones nunca antes vistas, en aproximadamente la totalidad de las ciudades del país desde la Guajira hasta Leticia, desde Buenaventura hasta Cúcuta en contra del denominado paquetazo de Iván Duque, la OCDE, BM y FMI.

En Colombia se vive un proceso de disputa entre las clases subalternas y el gobierno nacional, en el cual el gobierno quiere imponer, incluso a sangre y fuego, sus políticas y visión de sociedad, en la que: 1) La sociedad es subordinada a las relaciones del mercado neoliberal; 2) El pueblo debe mantener una dinámica estoica, aletargada y diligente; 3) Se prioriza el capital y los privilegios de clase por encima de la vida y la dignidad; 4) Se cercena la diferencia y se aniquila al diferente; 5) Se conserva el maniqueísmo, el odio y la exclusión como fuente de poder; y, 6) se debe callar ante el sonido aturdidor de una Colombia que se desmorona.

Estas dinámicas que en Colombia y en gran parte de Nuestra América han sobrevivido desde la colonia, que se han reproducido desde la independencia y que se han intensificado en la etapa neoliberal debido a la relación directa con el imperio estadounidense, han conllevado a que nuestro continente sea uno de los más desiguales del mundo y que Colombia se posicione como el segundo país más desigual en todo el continente americano y se encuentre entre los 10 países más desiguales del planeta. (Monterrosa, 2017)

Esta desigualdad se concreta como una violencia directa contra el pueblo colombiano y se sustenta ante el aumento indiscriminado de la explotación, despojo, opresión y exclusión que se materializa por medio de una clase capitalista con características feudales y violentas, la cual se ha enquistado históricamente en las estructuras del Estado colombiano. Estado que según algunas instituciones es la democracia más antigua de América Latina, siendo para estas instituciones democrático el genocidio como práctica social, la exclusión de la política del 99% del pueblo colombiano, la desigualdad como gestión gubernamental, y la desidia y el odio como piedra angular del relacionamiento social y económico.

Teniendo en cuenta esta breve introducción de las relaciones reinantes en Nuestra América y en nuestro país Colombia, hemos observado en los últimos meses un grito de ¡Basta ya! frente a tanto odio, a la exclusión política y social, a la política de guerra, a un sistema que beneficia al 1% de la sociedad, al racismo, al patriarcado, al sexismo, y al ecocidio como modelo de desarrollo, entre otras características funestas impuestas por medio de la violencia en nuestro territorio.

Bajo el Gobierno de Iván Duque, y su regente Álvaro Uribe Vélez, se ha atestiguado el aumento exponencial de la violencia en el país con aproximadamente 746 líderes y lideresas sociales asesinadas entre el año 2009 y junio del presente año, con un aumento, solo en 2019, del 75% de la violencia contra las lideresas y líderes sociales en el país. (La opinión, 2019) Estos asesinatos y amedrentamientos son resultado de la puesta en marcha de una política gubernamental de guerra y en contra de la consolidación de la implementación de los Acuerdos de Paz.

La violación de los derechos humanos es una constante presente por parte del gobierno colombiano. Se vive en una constante zozobra debido a que la persecución a la oposición política es un pilar de la gestión del gobierno, al igual que la criminalización de la protesta aún cuanto es un derecho fundamental pero que se ha pretendido limitar por medio de su regulación legal, lo que se anuda a un contexto en el que se deslegitima todo proceso social, político y comunitario, y se pretenden invisibilizar, por medio del control de los medios masivos de comunicación y su relación directa de clase.

Un ejemplo de la violación permanente de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario es el caso denunciado ante el Congreso de la República en desarrollo de la moción de censura que se pretendía contra el exministro de Defensa Guillermo Botero, en donde se evidenció el asesinato de entre 8 y 18 niños y niñas en un bombardeo por parte del Ejército en la zona rural de San Vicente del Caguán en el departamento del Caquetá. Niños y niñas que fueron presentados como bajas en combate lo que trajo a la memoria del pueblo colombiano los casos de ejecuciones extrajudiciales del período 2002-2008 mal llamados Falsos Positivos. Un caso que sigue siendo rechazado después de conocer que según los relatos de los habitantes de la zona los menores que quedaron con vida fueron perseguidos y acribillados vilmente por las fuerzas militares. (Unidad Investigativa, 2019) Este bombardeo contó con el visto bueno del entonces Ministro de Defensa y del presidente Iván Duque.

Ante esta deplorable operación militar, el pueblo colombiano manifestó su total inconformidad que se evidenció en una presión pública por la cual el Ministro de Defensa presentó su renuncia, siendo homenajeado, reconocido y honrado por parte del Presidente Duque ante sus buenos oficios para el país, una total ironía. Este es uno de los cientos de casos donde se evidencia que el gobierno tiene un papel directo e indirecto en la violencia que asola el país.

Así mismo, las políticas económicas del gobierno de Iván Duque han desembocado en el empobrecimiento de las clases subalternas donde se privilegia los intereses de las élites económicas por encima de las necesidades de un país con grandes brechas sociales y con latentes necesidades de un gasto público que represente un mayor bienestar y satisfacción plena de los derechos económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales en el país (Gómez & Galindo, 2019).

Y, como si no fuera poco, con el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 y la Ley de Financiamiento, el gobierno en manos de sus ministerios y en comunión con los tanques de pensamiento del gran capital colombiano como FEDESARROLLO y ANIF, entre otros, han delineado las nuevas reformas laborales, pensionales y de administración del erario público que van en detrimento de los derechos y dignidad del pueblo colombiano.

En la propuesta de reforma laboral entre otras características encontramos la flexibilización y desregulación del mundo del trabajo con la incorporación del trabajo por horas, la reducción de un 25% del salario a los menores de 28 años; y, la eliminación de las horas extras, de los recargos nocturnos y festivos, y de los intereses de las cesantías.

Así mismo, la reforma pensional pretende el aumento de la cotización y la edad para pensionarse, la eliminación del régimen de prima media pública y el traslado de las cargas de cotización desde el empleador hacia el empleado, entre otras dinámicas totalmente regresivas que solo benefician al gran capital y al capital financiero, y sumen al pueblo colombiano a una mayor tasa de sobreexplotación del trabajo (Semanario Voz, 2019).

Otra política totalmente onerosa es la consolidación del Holding Financiero, que traslada la discrecionalidad de la administración de las empresas estatales desde el Estado a un órgano autónomo y determinado por las necesidades privadas que conlleva el tránsito hacia la privatización de estos con el fin de impulsar las Asociaciones Público-Privadas que no es más que la entrega de los dineros público al gran capital.

Ante esta arremetida de reformas neoliberales en el país, el incremento de la violencia, la criminalización y la estigmatización de los procesos sociales y, el incumplimiento permanente a los acuerdos con estudiantes, campesinos e indígenas se consolidó el Paro Nacional del pasado 21 de noviembre con el fin de exigir el cumplimiento pleno de los acuerdos económicos, la implementación de los Acuerdos de Paz, el rechazo ante cualquier reforma económica regresiva y la construcción de una economía enfocada en el bienestar de la sociedad, entre otras demandas totalmente legítimas y que han desembocado en una movilización permanente, crítica y que ha puesto en el foco los enemigos del pueblo colombiano como es el gobierno de Iván Duque, y las Instituciones Financieras Internacionales como son el FMI, el BM y la OCDE.

El pasado 21 de noviembre el pueblo colombiano salió masivamente a las calles, en proporciones nunca antes vistas, en aproximadamente la totalidad de las ciudades del país desde la Guajira hasta Leticia, desde Buenaventura hasta Cúcuta en contra del denominado paquetazo de Iván Duque, la OCDE, BM y FMI.

Esta masiva movilización no solo puso de manifiesto el hastío por las políticas neoliberales del gobierno de ultraderecha que vive Colombia; sino que fracturó el poder de las élites colombianas al superar el miedo con la esperanza, al gritar a toda voz el anhelo de una sociedad en paz y con justicia social, al fijar como objetivo de transformación a esa estructura económica que determina la violación generalizada de los derechos en el país; es sin lugar a dudas el despertar de una sociedad que ha sido reprimida históricamente, una fuerza incontenible por la dignidad.

Este despertar y comunión entre las clases subalternas en el país supero la movilización del 21 de noviembre y ha planteado la continuidad con movilizaciones pacíficas, cacerolazos, plantones, dinámicas culturales, entre otras actividades que han quebrado el silencio, y han puesto al gobierno y sus élites económicas en actitud defensiva con la militarización de las ciudades y toques de queda, en donde se violan sistemáticamente los derechos humanos, y se ha llevado a cabo una intensificación de la violencia por medio del control de la protesta y su estigmatización por parte de los medios masivos de comunicación, la difusión del miedo con el fin de vender seguridad estatal, entre otras dinámicas hostiles y represivas que fermentan cada vez más la lucha popular.

El Gobierno de Iván Duque mantiene su postura indolente con el pueblo colombiano, mientras crece la indignación y movilización en el país pretende acabar con esta por medio de la violencia, una dinámica histórica en nuestra nación, y no por la vía del diálogo, aun cuando así lo haya manifestado en sus alocuciones presidenciales. Las redes de solidaridad, la visibilización de las problemáticas del país y la caracterización de los responsables aumentan minuto a minuto, la fiesta democrática se da en las calles y la politización que menguaba en algunos sectores en el país está mermando a pasos agigantados.

Lo de Colombia y gran parte de Nuestra América es un tiempo de esperanza, de amor y solidaridad en el que nos encontramos con el otro y otra para desde la diferencia construir una sociedad digna, justa, equitativa y en paz.

 

https://www.cadtm.org/Colombia-un-pueblo-que-exige-paz-justicia-social-y-dignidad


Referencias

Gómez , J., & Galindo, C. (4 de Noviembre de 2018). La ley de financiamiento: La ley del Embudo en Colombia. Obtenido de CADTM: http://www.cadtm.org/La-ley-de-financiamiento-La-ley-del-Embudo-en-Colombia
Gómez, J., & Galindo, C. (17 de Febrero de 2019). El Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022: Una hoja de ruta austeritaria de desarrollo en Colombia. Obtenido de CADTM: http://www.cadtm.org/El-Plan-Nacional-de-Desarrollo-2018-2022-Una-hoja-de-ruta-austeritaria-de
La opinión. (3 de Noviembre de 2019). Violencia contra líderes sociales aumentó en 75% en 2019. Obtenido de La opinión: <href=»#op»>https://www.laopinion.com.co/colombia/violencia-contra-lideres-sociales-aumento-en-75-en-2019-186481#OP
Monterrosa, H. (16 de Noviembre de 2017). Según el Banco Mundial, Colombia es el segundo país más desigual de América Latina. Obtenido de La República: https://www.larepublica.co/economia/segun-el-banco-mundial-colombia-es-el-segundo-pais-mas-desigual-de-america-latina-2570469
Semanario Voz. (9 de Noviembre de 2019). Paro nacional contra el paquetazo de Duque. Obtenido de Semanario Voz: https://semanariovoz.com/paro-nacional-paquetazo-duque/
Unidad Investigativa. (10 de Noviembre de 2019). Secretos del bombardeo que mató a 8 niños y cobró la cabeza de Botero. Obtenido de El Tiempo: https://www.eltiempo.com/unidad-investigativa/asi-fue-el-bombardeo-en-el-que-murieron-8-ninos-en-caqueta-432146</href=»#op»>

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Continúan jornadas de Paro Nacional en Colombia

América del Sur/ Colombia/ Fuente: www.telesurtv.net.

El Comité Nacional del Paro prevé que la movilización del 4 de diciembre sea muy similar o superior a las del 21 y 27 de noviembre pasados, y está encaminada a fortalecer la movilización social en el país.

El Comité Nacional del Paro de Colombia convocó este domingo a una nueva movilización para el día 4 de diciembre, en el marco de las jornadas de protestas que se han sucedido desde el pasado 21 de noviembre.

Este llamado es el tercero que hace la organización durante los últimos días, la cual presentó hace poco los 13 puntos de su pliego de peticiones al presidente colombiano Iván Duque.

El fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, quien forma parte del comité organizador, aseguró que las movilizaciones se llevarán a cabo en todo el país, y contarán con la participación de la Minga indígena del Cauca, que se trasladó a la capital para participar de las marchas.

El paro del 4 de diciembre, que se vaticina sea muy similar o superior a los acaecidos el 21 y 27 de noviembre, está encaminado a fortalecer la movilización social en el país.

Esta vez, según Arias, habrá un ingrediente especial para la negociación con el Gobierno: darle más fuerza al movimiento social.

El punto final del paro aún no se ha definido, debido a que el  alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, anunciara que no permitiría que se realizaran concentraciones en la Plaza Bolívar, por el montaje del alumbrado navideño.

En contraposición, Arias señaló su rechazo a la decisión del alcalde de restringir el paso a este emblemático sitio de la capital colombiana para la concentración prevista por el CUT.

“Nosotros reclamamos nuestro legítimo derecho a la protesta y, obviamente, la utilización de espacios tan representativos y simbólicos en la protesta social en Colombia como la Plaza de Bolívar”, expresó el vocero.

Hasta el próximo 10 de diciembre el Comité Nacional del Paro ha previsto una serie de actividades entre las que figuran un cacerolazo intercontinental, un encuentro nacional de organizaciones, el concierto Enciende tu voz: Un canto por Colombia y la conmemoración del Día Nacional de los Derechos Humanos.

La situación interna de Colombia se tensó luego de los ajustes económicos  y tributarios de la administración de Iván Duque, y el Comité Nacional de Paro, que agrupa a las principales organizaciones civiles movilizadas, demanda un mayor presupuesto para áreas como las educación, así como que se implementen los acuerdos de paz con la exguerrilla de las FARC.

Fuente de la noticia: https://www.telesurtv.net/news/continuan-jornadas-paro-nacional-colombia-diciembre-20191201-0008.html

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¿Por qué la población de Colombia ha tomado las calles?

Por: Samuel Grillo.

Desde la semana pasada, Colombia ha presenciado protestas contra las políticas neoliberales del gobierno, que afectan a los derechos de la ciudadanía

Hace una semana, desde el 21 de noviembre, la población de Colombia ha tomado las calles del país. Estas marchas pacíficas se han caracterizado por la creatividad, la alegría, el arte, el baile y por llegar a todos los rincones de las ciudades y los campos.

Pero, ¿qué ha motivado esta movilización? Según Blanca Cecilia Gómez, de la Coalición Colombiana por el Derecho a la Educación (CCDE), este paro nacional es motivado por razones de peso como:

  1. La negación del derecho a la educación para la mayoría de la población juvenil, al disminuir permanentemente los recursos destinados a la educación pública, principalmente universitaria y técnica laboral, y entregarlos a las universidades privadas.
  2. Un plan sistemático de exterminio contra líderes sociales y comunidades indígenas.
  3. El creciente desempleo, principalmente entre la franja más joven de la población.
  4. Una reforma tributaria que ha incrementado los impuestos de manera desmedida para la población colombiana en favor de las empresas.
  5. Una reforma laboral que disminuye el salario mínimo en un 35% para la franja más jóven, y deja por fuera a la mayoría de la población de la posibilidad de pensionarse, mediante una mayor privatización de los aportes obligatorios de las trabajadoras y los trabajadores para su pensión.
  6. Un sistema de salud privatizado y fracasado.
  7. Una gigantesca corrupción gubernamental, que merma los recursos para los programas sociales.
  8. La liberación de gravámenes para grandes grupos económicos y transnacionales, bajo el supuesto argumento de que así se “genera” empleo, y el aumento de los mismos para la ciudadanía en general.
  9. La creación de un holding de empresas privadas para manejar los recursos públicos, entre otros, los de salud, pensiones y educación.

“En resumen, la ciudadanía se moviliza en contra de las políticas neoliberales que han generado mucha insatisfacción entre los países de la región, como Chile. Asimismo, protestan contra la política de seguridad adoptada por el presidente Iván Duque, que resultó en el crecimiento de la violencia y la guerra en el país”, cuenta Cecilia Gómez.

Represión contra las protestas

Pese a la característica pacífica de las protestas, el Estado colombiano las ha reprimido fuertemente, resultando en 6 personas asesinadas en la última semana. Entre ellos, Juan David Rojas, de 15 años, que cursaba grado séptimo en el Colégio Alfonso López Michelsen, víctima de una bala perdida, y Dilan Cruz, de 18 años, que fue gravemente herido por un integrante del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), que usaba una arma no convencional (prohibida por Naciones Unidas).

“En resumen, la ciudadanía se moviliza en contra de las políticas neoliberales que han generado mucha insatisfacción entre los países de la región”

Cruz falleció el 25 de noviembre, justo el día que recibiría su diploma de bachiller. Como muchos otros estudiantes, soñaba con acceder a la educación superior, pero no logró conseguir un préstamo del Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (ICETEX) para poder acceder a la universidad.

Otra tragedia derivada de la situación de represión en Colombia fue la muerte del soldado Brandon Cely Páez. En un video que se conoció en redes sociales, el soldado anunció que se quitaría la vida tras sufrir matoneo por parte de sus compañeros. Afirmó que fue estigmatizado por apoyar el paro y denunciar falencias en la institución.

Según Cecilia Gómez, una medida extraordinaria instaurada por el gobierno ha sido el toque de queda en Bogotá. El último viernes, 22 de noviembre, se decretó el toque de queda, el primero desde el 1977, cuando un gran paro nacional contra el gobierno liberal de Alfonso López Michelsen derivó en violentos disturbios que dejaron una decena de muertos y miles de heridos.

Próximos pasos

Las marchas en Colombia siguen sin previsión de término. El Comité Nacional de Paro (Duque no ha querido dialogar con el Comité de Paro), en reunión el miércoles 27 de noviembre, hizo un llamado a que las personas y organizaciones movilizadas, a que no participen en conversaciones con el gobierno de manera aislada, sino que exijan las negociaciones directas entre el gobierno y el Comité.

Hay actividades de incidencia programadas hasta el 10 de diciembre, cuando se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, contando con cacerolazos, asambleas cívicas y conciertos, además de manifestaciones populares en las calles y plazas del país.

Fuente del artículo: https://redclade.org/noticias/protestas-colombia/

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Podcast OVE: Carolina Jiménez Martín, nos habla sobre la situación de la mujer en Colombia

Por: Otras Voces en Educación 

No mas Violencia contra la Mujer, derrotemos la cultura patriarcal

Latinoamérica y el mundo viven un despertar de la conciencia colectiva respecto a la situación denigrante del femicidio y el maltrato contra las mujeres. Esta realidad es una muestra de la degeneración social que genera el capitalismo. Las relaciones humanas son cada día más permeadas por la lógica de la mercancía y el lucro, que supone la competencia, la dominación y la violencia verbal, psicológica, física y de clase social.

Desde Otras Voces en Educación nos sumamos al aleteo de millones de mariposas y luciérnagas que le gritamos al mundo que no puede haber libertad, desarrollo sostenible ni humanidad si continua siendo la violencia contra la mujer un problema de nuestras sociedades.

Por ello, le hemos pedido a mujeres de distintas geografías que nos digan que se esta haciendo para saber cómo podemos juntarnos mucho más.

Carolina Jiménez Martín:  Es profesora investigadora del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Colombia , es actualmente la directora de ese Departamento. Es investigadora del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales donde funge actualmente como Coordinadora Nacional de esta importante asociación junto a otros académicos y líderes ha participado en equipos que hacen seguimiento al proceso de paz en Colombia

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Paz, un clamor que se reitera con fuerza en Colombia

América del Sur/Colombia/24-11-2019/Autor(a) y Fuente: www.prensa-latina.cu

Por: Prensa Latina

Paz estable, duradera y con justicia social, es un clamor que se reitera hoy con más fuerza en Colombia, donde se suceden protestas por la vida, contra la violencia y en rechazo a políticas del gobierno.

Cientos de miles de personas se movilizaron a las calles durante el paro nacional del 21 de noviembre último al que se sumaron diferentes sectores de la sociedad durante una jornada calificada aquí de histórica.

Desde entonces tienen lugar expresiones de protesta, en su mayoría pacíficas, en las que las personas manifiestan su inconformidad a través de cacerolazos, concentraciones, haciendo cordones humanos, y utilizando banderas y carteles.

A tres años de la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado y la exguerrilla FARC-EP, muchos colombianos exigen en calles y plazas que lo pactado se implemente de manera integral en un país que ha vivido durante décadas marcada por la violencia.

Hoy más que nunca decimos basta ya de ataques a la paz y la vida, 170 exguerrilleros firmantes de la paz asesinados desde la firma de los acuerdos, escribió en su cuenta en Twitter Rodrigo Londoño, presidente del ahora partido FARC.

Nos reafirmamos en la lucha y defensa de la paz y vida, hoy más que nunca seguimos firmes por el sueño de un país en paz y reconciliado, añadió.

El expresidente colombiano Juan Manuel Santos subrayó que gracias a ese acuerdo los colombianos pasaron de marchar en contra de secuestros, tomas guerrilleras y minas antipersonal, a marchar por más oportunidades y un mejor futuro. ‘Una paz imperfecta siempre será mejor que una guerra perfecta’, opinó.

Por su parte, Carlos Antonio Lozada, senador por al partido FARC, resaltó el hecho de que se llega a esta fecha ‘en medio de la más grande movilización nacional por la paz, la justicia social, la vida y la democratización de la sociedad’.

Ese pacto dio lugar a un proceso de democratización de la sociedad colombiana que permitió que la ciudadanía ejerza sus derechos a la participación, la oposición y la protesta en mejores condiciones, significó Iván Cepeda, de la Comisión de Paz del Senado.

A los tres años del Acuerdo, vemos como la guerra era un dique de contención a la movilización ciudadana. A la paz le debemos que los colombianos nos expresemos libremente y sin miedos. La fuerza del paro nacional del #21N (21 de noviembre) se lo debemos también al Acuerdo, puntualizó Antonio Sanguino, del Partido Verde.

Le corresponde al presidente Iván Duque el cumplimiento e implementación por parte del Estado. Eso es lo que le está pidiendo el país, añadió.

A juicio de Roy Barreras, exintegrante del equipo negociador del gobierno en los diálogos de paz con la exguerrilla FARC-EP en La Habana, ese Acuerdo es una hoja de ruta para Colombia y, sin embargo, todavía hoy hay quienes le dan la espalda a esa paz, a las víctimas del conflicto armado, a los hechos y las libertades que emanan de ese compromiso.

En este tercer aniversario la invitación es a levantar la bandera de la implementación de ese acuerdo, a desarrollar esa hoja de ruta que hará de Colombia una sociedad más justa y equitativa, enfatizó.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=323343&SEO=paz-un-clamor-que-se-reitera-con-fuerza-en-colombia
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