Ayotzinapa y la “justicia” cómplice

Ayotzinapa y la “justicia” cómplice

 

Fuentes: Rebelión

Muy lamentable resulta comprobar, otra vez, que buena parte del Poder Judicial a nivel federal forma parte de la complicidad corrupta e inhumana que pretende perpetuar en un manto de impunidad el Crimen de Estado ya reconocido, respecto a la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

La decisión de la jueza de distrito Yazmín Eréndira Ruiz de otorgar la suspensión definitiva al ex titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, relativa a su vinculación a proceso por los delitos de tortura, contra la procuración de justicia y desaparición forzada, relacionados con el caso Ayotzinapa, es otro granito de la montaña de cinismo que desde del 26 de septiembre tiene a la nación en vilo respecto a la falta de justicia, si ya desde esa trágica noche se sabía que los hechos respondían a un Crimen de Estado, ahora está más que claro que la red de intereses sigue vigente y continúa por todos los medios encubriendo la verdad y tratando de desvirtuar los esfuerzos reales que se efectúan por esclarecer los hechos. En otras palabras, nadie puede seguir jugando a dudar sobre la violencia de lesa humanidad cometida por los tres órdenes de gobierno con la participación abierta de las Fuerzas Armadas de México sobre los 43 normalistas y sus familiares. Hoy, más de ocho años después, falta mucho para terminar de limpiar las instituciones y dependencias de gobierno de la podredumbre moral, ética y social que la lógica capitalista ha instaurado a través de grupos políticos en las esferas más altas del poder y la “justicia” en nuestra nación.

Aunque la suspensión de la vinculación a proceso de Murillo no significa su liberación inmediata por la posibilidad de impugnación de la decisión por parte de la Fiscalía General de la República (FGR), el hecho significa, de manera inmediata, un retraso en las investigaciones que otorga tiempo a los grupos que pretenden la impunidad de formular nuevas estrategias de interferencia, además, hay que sumar a esta acción, la gravísima filtración de información publicada en algunos medios nacionales, poniendo en riesgo buena parte de las actuales líneas de indagación, todo, en un contexto de exacerbación política entre grupos y partidos que únicamente beneficia a los intereses privados, dejando de lado las necesidades urgentes populares como es el esclarecimiento pleno del caso Ayotzinapa.

Ahora, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha realizado una denuncia sobre la evidente intromisión de la Fiscalía y el Ejército de México que con las acciones ya mencionadas y otras obstruyen las investigaciones sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, este mismo grupo, ya había hecho público desde marzo pasado, un documento donde señala que el Ejército espió a los involucrados en el caso, tanto criminales como autoridades y familiares, sumado a esto el hecho de la comprobada infiltración de al menos un elemento de las fuerzas armadas entre los normalistas tiempo antes de su desaparición.

No es difícil –si se quiere- ver lo obvio, el caso Ayotzinapa está rodeado de los más oscuros intereses de grupos políticos, militares y económicos que no desean se conozca la verdad, encubriendo su propia participación como la de otros actores aún pendientes de ser juzgados como el ex presidente Enrique Peña Nieto. Un sector amplio de la “justicia” es cómplice de la más vil impunidad.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/ayotzinapa-y-la-justicia-complice/

 

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El Salvador: Ser mujer trans en un país donde su esperanza de vida es de 33 años

Centroamérica/El Salvador/14 Febrero 2019/Fuente: El país

La activista Bianka Gabriela Rodríguez lucha por los derechos LGTBi en El Salvador, uno de los lugares más peligrosos de Latinoamérica

Bianka Gabriela Rodríguez, mujer transexual y activista salvadoreña de 25 años, mantiene durante la entrevista un tono amable que acompaña regularmente con una sonrisa. El gesto solo se le ensombrece al final, ante la pregunta de cómo es que parece optimista después de haber recordado una infancia que hubiera doblegado a muchos, los asesinatos atroces de dos compañeras de lucha por los derechos del colectivo LGTBi, un amplio catálogo de violencias y discriminaciones cotidianas y el escalofriante dato de que la esperanza de vida de las mujeres trans en El Salvador es de 33 años, 40 menos que para la población general del país, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “Siempre digo que aunque haya marea alta al final tiene que bajar, pero es triste que muchas mujeres trans hayan tenido que morir para conseguir los derechos que tenemos ahora, los pocos”, contesta.

La conversación tiene lugar el primer miércoles de febrero en la antigua estación de trenes del barrio de Benalúa, en Alicante, sede de Casa Mediterráneo, una institución promovida por el Ministerio de Asuntos Exteriores a la que Rodríguez ha sido invitada a participar junto a otras 18 mujeres latinoamericanas, del África Subsahariana y el Magreb, además de españolas, en un debate sobre la violencia contra las mujeres en zonas de conflicto y los liderazgos femeninos en la construcción de la paz. Una jornada organizada por la Generalitat valenciana con la colaboración de la Fundación Mujeres por África y la entidad anfitriona.

El Salvador forma, con Guatemala y Honduras, el triángulo norte centroamericano, la región más peligrosa de Latinoamérica para las personas LGTBi, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La principal amenaza, afirma Rodríguez, presidenta de la asociación Comunicando y Capacitando Mujeres Trans (Comcavis Trans), son las maras –las pandillas juveniles altamente organizadas que controlan amplias zonas del territorio– y lo que describe como “grupos de exterminio” vinculados a la extrema derecha. “Muchas mujeres trans se ven empujadas al trabajo sexual al no haber podido estudiar ni tener acceso a empleos formales. En la calle, las maras las asedian, las golpean, abusan de ellas y tienen que pagarles una cuota para que les dejen trabajar en las cuadras”. La policía, añade, constituye normalmente otra fuente de extorsión y el nivel de esclarecimiento de los crímenes de que son objeto es ínfimo: “Desde 2015 se han registrado 40 asesinatos de mujeres trans que siguen en la impunidad”.

Entre los homicidios sin resolver figura también el de la activista Tania Vásquez, que desapareció tras salir de una reunión de la asociación que dirige Bianka Rodríguez hace seis años. Vásquez fue hallada al día siguiente en un parque de San Salvador envuelta en un plástico negro y atada de pies y manos. Había sido torturada y violada, le habían cortado los genitales y se los habían colocado a la altura de los pechos. En mayo de 2015, otra activista LGTBi, Francela Méndez, integrante de la Red Salvadoreña de los Derechos Humanos fue asesinada a golpes en el municipio salvadoreño de Sonsonate. El autor o los autores del crimen le cortaron el cabello con un machete.

La discriminación persigue con frecuencia a estas mujeres después de la muerte. Rodríguez explica que la familia de Tania Vásquez no quiso reconocer el cuerpo ni hacerse cargo del entierro, y fueron sus compañeras de Comcavis Trans las que compraron el féretro. “Hay muchos casos de asesinadas en los que la familia no quiere hacerse responsable. Y si lo hacen, suelen enterrarlas con el género masculino; les cortan el pelo, no las maquillan, las visten con ropa de hombre”.

Huérfana de padre, la madre de Rodríguez reprimió desde niña su identidad encerrándola días enteros en una habitación. “La escuela era la única vía de libertad que yo tenía. Cuando cumplí 15 años, como todas las niñas, empecé a usar brillo en los labios y un poco de polvo. Una maestra la mandó llamar y mi madre me dijo enfrente de toda mi escuela que no me podía aceptar porque ella había tenido un niño, no una niña, y que para ella yo era una aberración”. Poco después, Rodríguez se fugó de casa. Encontró trabajo en una panadería, donde la explotaban y dormía sobre los sacos de harina y azúcar. A los 18, su abuela materna la acogió, la animó a retomar los estudios y le permitió desarrollarse como mujer.

Para explicar la discriminación institucional que padecen las mujeres trans en El Salvador, Rodríguez abre el bolso y saca el pasaporte, en el que al lado de su foto figura un nombre masculino. “Cada vez que voy a la dirección de migración para salir del país, al verlo los agentes se codean, se burlan. Y eso, además de incomodar, es una forma de violencia. Lo mismo pasa con el Documento Único de identidad. Tenemos muchos problemas para acceder a trabajos porque no se nos reconoce el derecho a que aparezca en él nuestro nombre y nuestra identidad”.

El prejuicio que da por sentado que todas las mujeres trans tienen el VIH y la discriminación adicional que sufren las personas portadoras del virus también les cierra el paso a las consultas médicas y a la atención sanitaria, afirma Rodríguez. “Nuestra organización ha tenido que intervenir ante las instituciones de salud porque hay mujeres trans que llegan a los centros apedreadas, acuchilladas o con heridas de bala y no son atendidas porque el personal se niega a tocarlas”.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/sociedad/imagenes/2019/02/11/actualidad/1549878197_752515_1549879133_noticia_normal_recorte1.jpg

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/02/11/actualidad/1549878197_752515.html

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Chile: Bancada evangélica pide al gobierno terminar con manuales de diversidad sexual

América del Sur/Chile/16.07.18/Fuente: www.latercera.com.

Diputados pedirán al Mineduc que retire la circular 768, de 2017, que estableció una serie de definiciones vinculadas con los derechos de los niños transgénero.

En el que será el tercer intento de la diputada Francesca Muñoz por evitar la entrega de material sobre diversidad sexual en colegios, el 30 de julio la parlamentaria, junto a sus pares de la “bancada evangélica” de RN, Eduardo Durán y Leonidas Romero, se reunirá con el ministro de Educación, Gerardo Varela.

El objetivo es pedir que el Mineduc retire la circular 768, de 2017, que estableció una serie de definiciones vinculadas con los derechos de los niños transgénero, y que se enmarca en el acuerdo de solución amistosa al que llegó en 2016 el Estado con el Movilh ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Según los parlamentarios de RN, esa circular motivó la creación y distribución en los establecimientos escolares de manuales sobre educación sexual, diversidad de género y derechos de los estudiantes lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales sin consulta a los padres y apoderados. A juicio del diputado Romero, eso “vulnera el derecho preferente de los padres en la educación de sus hijos”.

“El gobierno anterior ingresó la circular 768, que se ha estado implementando en los colegios a través de charlas, talleres y textos sobre ideología de género y homosexualidad, sin previo aviso a los padres y apoderados”, sostuvo Muñoz, quien denunció -en su calidad de presidenta de una agrupación evangélica profamilia- la “ilegalidad” del documento ante la Contraloría regional del Biobío, en junio de 2017.

Además, a comienzos de julio de este año la diputada acompañó a un grupo de apoderados del Colegio Marcela Paz de Concepción en la presentación de un recurso de protección por maltrato psicológico, luego que los alumnos de cuarto básico fueran -según se planteó en el texto- “obligados a participar de talleres inductivos a la homosexualidad y la ideología de género, sin previo aviso a los apoderados, e impartidos por alumnos de tercero medio del establecimiento”. Así, la diputada explicó que en la cita con Varela plantearán “nuestra preocupación por los casos que se han ido generando en establecimientos educacionales, donde los padres han tenido que recurrir a la justicia porque sienten que sus derechos están siendo vulnerados”.

En la misma línea, Durán agregó que “es gravísimo que en algunos colegios sean alumnos de enseñanza media los que instruyen a alumnos de básica sobre sexualidad”. Además, criticó que “el Mineduc valide material confeccionado por el Movilh”.

Fuente de la noticia: https://www.latercera.com/politica/noticia/bancada-evangelica-pide-al-gobierno-terminar-manuales-diversidad-sexual/243123/

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CIDH culmina visita de trabajo a El Salvador con observaciones a la situación de los derechos de las mujeres y de las niñas.

 América del Norte/Washington, D.C./María Isabel Rivero/Oficina de Prensa y Comunicación de la CIDH –

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó una visita de trabajo a El Salvador del 20 al 22 de noviembre de 2017. La visita tuvo como objetivo monitorear la situación de derechos humanos en El Salvador y, en particular, la situación de los derechos de las mujeres y de las niñas. La delegación estuvo integrada por la Comisionada Margarette May Macaulay, en sus calidades de Relatora de la CIDH para los Derechos de las Mujeres y de Relatora de país, así como por especialistas de la Secretaría Ejecutiva de la CIDH.

La CIDH sostuvo reuniones de trabajo con diversas autoridades de los tres poderes del Estado, con el objetivo de conocer la situación actual de los derechos humanos en el país y, en especial, la situación de los derechos de las mujeres y de las niñas en El Salvador. En reuniones con representantes del Estado, la CIDH obtuvo información relativa a legislación, políticas nacionales y mecanismos de protección de los derechos de las mujeres y de las niñas.

La delegación de la CIDH sostuvo una reunión con representantes de diversas agencias de Naciones Unidas presentes en el país. En esta reunión, se trataron temas relativos a las consecuencias del contexto de inseguridad ciudadana en el país y al panorama actual de derechos de las mujeres y de las niñas en El Salvador. De manera particular, se abordó la situación actual relativa a los derechos sexuales y reproductivos, a la participación política de las mujeres, a la situación de vulnerabilidad de las mujeres migrantes y a los desafíos que siguen enfrentando las niñas y las adolescentes en el país.

Asimismo, durante su visita de trabajo la CIDH se reunió con organizaciones de la sociedad civil salvadoreña. En particular, las organizaciones enfocadas en la defensa de los derechos de las mujeres y de la niñez destacaron la prevalencia de la discriminación y de la violencia de género contra las niñas y las mujeres. Por otra parte, diversas organizaciones de derechos humanos informaron principalmente sobre los desafíos relacionados con las violaciones a los derechos humanos derivadas de la situación de inseguridad ciudadana, así como los obstáculos a los que se enfrentan personas pertenecientes a grupos en situación de especial de vulnerabilidad, como las personas LGBTI, las mujeres defensoras de derechos humanos, las mujeres periodistas y las mujeres con discapacidad.

De igual forma, durante su visita a El Salvador la CIDH participó en dos eventos organizados por organizaciones de la sociedad civil y por instancias académicas con el fin de promover estándares interamericanos de derechos humanos. En particular, la Comisionada Macaulay participó en el evento “Mujeres y Niñas en El Salvador: situación de derechos sexuales y reproductivos” y en el foro “Estándares Interamericanos sobre la Elección de Jueces en Altas Cortes: aportes para la designación de la Sala de lo Constitucional en El Salvador”.

La CIDH observa algunos avances por parte del Estado de El Salvador en materia de seguridad ciudadana y de los derechos de las mujeres y otros grupos en situación especial de riesgo, como el “Plan El Salvador Seguro” o el programa “Ciudad Mujer”. Al mismo tiempo, la CIDH expresa su profunda preocupación por las vulneraciones a los derechos humanos derivadas de la inseguridad ciudadana, la falta de acceso universal a servicios básicos y la ausencia de recursos presupuestarios para el correcto funcionamiento y desarrollo de las políticas dedicadas a derechos humanos. Respecto de los derechos de las mujeres y de las niñas, la CIDH advierte la prevalencia de violencia y discriminación contra ellas, que se refleja claramente en la situación de criminalización total del aborto en el país.

En sus Conclusiones y Observaciones sobre la visita de trabajo de la CIDH a El Salvador, en anexo a este Comunicado de Prensa, la CIDH ha observado los temas relativos a seguridad ciudadana y presencia militar en tareas de seguridad pública; los impactos diferenciados del contexto de criminalidad en mujeres, niñas, personas migrantes y otros grupos en situación de vulnerabilidad; la política criminal y la situación de las personas privadas de libertad; la situación de discriminación y violencia estructural contra personas LGBTI; la situación de derechos humanos de las mujeres con discapacidad; así como las amenazas y acoso que sufren las mujeres defensoras de derechos humanos, las mujeres periodistas y las mujeres con compromisos políticos.

De igual forma, en las Conclusiones sobre la visita de trabajo realizada a El Salvador, la CIDH observa con gran preocupación la situación de derechos humanos de mujeres y niñas en el país en lo relativo a la prevalencia de violencia contra las mujeres, incluyendo asesinatos, desapariciones y violencia sexual contra mujeres, muchas de ellas mujeres jóvenes y niñas, así como la situación general de impunidad en lo referente a estos casos. De igual forma, la Comisión se refiere a la prohibición del matrimonio infantil en el país así como al elevado número de adolescentes en unión de hecho en El Salvador, y a los numerosos impactos negativos que sufren los derechos de las niñas y adolescentes que entran en una unión de hecho antes de los 18 años.

Durante su visita a El Salvador, la CIDH conoció con gran preocupación la normativa que penaliza el aborto en todas circunstancias. Como observa la Comisión en las Conclusiones sobre la visita de trabajo realizada a El Salvador, el artículo 133 del Código Penal rige actualmente la penalización absoluta de la interrupción voluntaria del embarazo, incluso cuando la vida de la mujer estuviere en riesgo. Además, el artículo 1o de la Constitución Política del país establece el reconocimiento de la persona humana desde el momento de la concepción. En este sentido, la Comisión insta a El Salvador a tener presentes los estándares interamericanos desarrollados en la sentencia del caso Artavia Murillo y otros v. Costa Rica (“Fecundación in Vitro”) donde la Corte Interamericana de Derechos Humanos concluyó que el embrión no puede ser entendido como persona para efectos del artículo 4.1 de la Convención Americana.

Como ha reiterado la Comisión en informes anteriores, la criminalización absoluta del aborto tiene consecuencias directas en las cifras de morbilidad y mortalidad materna. Sin opciones legales, seguras y oportunas, muchas mujeres han de someterse a prácticas peligrosas e incluso mortales; se abstienen de requerir servicios médicos o tienen emergencias obstétricas sin la necesaria atención médica. La Comisión reitera que la criminalización absoluta del aborto en El Salvador, al imponer una carga desproporcionada en el ejercicio de los derechos de las mujeres y las niñas y crear un contexto facilitador de abortos inseguros, desconoce las obligaciones internacionales que tiene el Estado de respetar, proteger y garantizar los derechos de las mujeres a la vida, a la salud y a la integridad.

De igual forma, la Comisión expresa su preocupación ante el hecho de que, si bien si bien el Código Penal establece penas de hasta 12 años en lo relativo al aborto, muchas mujeres que sufren complicaciones obstétricas o abortos espontáneos son condenadas por homicidio agravado y sentenciadas hasta con 40 años de cárcel, en base a la sospecha de haberse inducido un aborto y en posible violación de su derecho al debido proceso. Como lo señala la CIDH en las Conclusiones sobre la visita de trabajo realizada a El Salvador, estas sentencias se darían en el marco de juicios que no respetarían las garantías judiciales de las acusadas. Igualmente, la normativa en la que se basan estas sentencias estaría en clara contradicción con el derecho al secreto médico, lo que impediría que los profesionales de salud cuenten con condiciones de seguridad jurídica necesarias para el correcto ejercicio de su responsabilidad como garantes de la salud de sus pacientes.

Según las informaciones obtenidas por la CIDH durante la visita, 27 mujeres estarían actualmente cumpliendo sentencias de este tipo. En este sentido, compartiendo las recomendaciones realizadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas tras su visita al país, la CIDH exhorta a El Salvador a emprender un moratorio a la aplicación del artículo 133 del Código Penal; a revisar detenidamente las condenas en cada uno de estos 27 casos mencionados en miras a asegurar el juicio justo y libre de estereotipos a cada una de las mujeres y, de probarse lo contrario, a poner en libertad a estas mujeres.

Asimismo, la CIDH insta a El Salvador a adoptar legislación dirigida a garantizar a las mujeres el ejercicio efectivo de sus derechos sexuales y reproductivos, en el entendido que la denegación de la interrupción voluntaria del embarazo en determinadas circunstancias puede constituir una vulneración a los derechos fundamentales de las mujeres, niñas y adolescentes.

La CIDH agradece al Estado, las organizaciones de la sociedad civil, las agencias internacionales y el pueblo de El Salvador por su colaboración en el desarrollo de esta visita. La CIDH seguirá dando seguimiento a los esfuerzos del Estado en el cumplimiento de sus compromisos internacionales en materia de derechos de las mujeres y de las niñas. De igual forma, como ha sido reiterado por la Comisionada Macaulay durante la visita de trabajo, la CIDH espera tener la oportunidad de realizar una visita in loco a El Salvador próximamente, con el fin de observar de manera más amplia los logros y los desafíos de ese país en  materia de derechos humanos.

Este comunicado tiene un anexo con las conclusiones de la Comisión sobre la situación de derechos humanos que ha observado durante la visita al país.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

Anexo: Conclusiones y observaciones sobre la visita de trabajo de la CIDH a El Salvador

Fuente: http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2018/011.asp

Imagen tomada dehttp://periodicoleo.com/img/2017/12/IZT-PRE-17-797×445.png

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Informe temático sobre Pobreza y Derechos Humanos de la CIDH subraya el papel fundamental de la educación

El “Informe sobre pobreza y derechos humanos en las Américas”subraya la persistente situación de pobreza y pobreza extrema que afecta seriamente el goce efectivo de los derechos humanos, así como el riesgo de retroceso sobre algunos logros que ya se habían alcanzado y, con base en este panorama, presenta una serie de recomendaciones dirigidas a los Estados a fin de reducir la pobreza y garantizar que los derechos humanos sean debidamente respetados y protegidos.

Con informaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)

Entre las preocupaciones se señala la tendencia al estancamiento en materia de la reducción de la pobreza y que, en términos de desigualdad, la región de América Latina y el Caribe continúa siendo la más desigual del mundo. De acuerdo con el PNUD, diez de los quince países más desiguales del mundo se encontrarían en América Latina.

El informe señala que los obstáculos que enfrentan las personas, grupos y colectividades que viven en situación de pobreza se amalgaman entre sí, siendo particularmente afectadas las mujeres, niños, niñas y adolescentes, las personas indígenas, poblaciones afrodescendientes, migrantes, personas privadas de libertad, personas con discapacidad, población LGBTI y las personas mayores.

En lo que respecta al derecho a la educación, el informe subraya varios puntos. Así por ejemplo señala que la ausencia de una educación sexual integral vulnera la autonomía reproductiva de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, y que la ausencia de contenidos que informan y educan a las niñas sobre educación sexual hace que la sexualidad se perciba como un tabú, que se debe silenciar porque es algo negativo y que no se debe compartir, ni denunciar cuando se cometen abusos. Agrega que la mayoría de niñas madres abandona la escuela y que la realización del derecho a la educación de las adolescentes y jóvenes embarazadas y madres se enfrenta a una práctica discriminatoria muy extendida en los sistemas educativos de los países latinoamericanos.

Los/as niños/as que viven en la pobreza tienen más probabilidades de abandonar los estudios, o de ni siquiera asistir a la escuela, siendo las niñas las que se ven privadas con más frecuencia que los niños del derecho a la educación. En los barrios y zonas más afectados por la pobreza, la calidad educativa con frecuencia suele ser deficiente y supone que en la práctica la educación no cumpla su importante cometido.

Otro de los puntos que se resalta es que, a pesar de que se ha logrado un aumento en la asistencia escolar de los niños y niñas indígenas de todos los grupos de edad, persisten brechas significativas entre la asistencia escolar de niños y niñas indígenas o no indígenas, y que la probabilidad de que los niños o niñas indígenas terminen la educación primaria y secundaria sigue menor que la de los/las no indígenas.

Según el informe, la población afrodescendiente se encuentra entre los grupos más empobrecidos del continente, siendo actualmente unos 150 millones de personas, lo que equivale al 30% de la población total, las que enfrentan serias limitaciones en el goce del derecho a la educación. Con respecto al derecho a la educación, la información disponible evidencia que la discriminación racial es un determinante en el goce limitado de ese derecho.

El informe también aborda la situación de la educación de las personas con discapacidad y las personas LGBTI, destacando el fuerte vínculo que existe entre pobreza, exclusión y violencia por prejuicio, y llamando la atención sobre la discriminación y violencia contra niñas, niños y jóvenes con orientaciones sexuales e identidades de género diversas. “Los Estados tienen la obligación de garantizar que sus políticas de educación estén especialmente diseñadas para modificar patrones sociales y culturales de conducta, contrarrestar prejuicios y costumbres, y para erradicar prácticas basadas en estereotipos de personas LGBTI que pueden legitimar o exacerbar la violencia por prejuicio”, señala.

Algunas cifras mencionadas en el Informe:

• en América Latina y el Caribe, más de 80 millones de niños, niñas y adolescentes viven en situación de pobreza o pobreza extrema, lo que representa más del 45% de la población menor de 18 años.

• 1 de cada 5 niños/as vive en condiciones de pobreza extrema, lo que equivale a más de 32 millones en la región.

• los/as niños/as indígenas y afrodescendientes son los/as más afectados/as por la condición de pobreza: 1 de cada 3 niños/as indígenas y afrodescendientes vive en extrema pobreza y 2 de cada 3 en pobreza.

• 1,4 millones de niños/as nunca ha asistido a la escuela.

• el 5,6% de los y las niños/as de la región ha abandonado la escuela (10 millones).

• los/as niños/as que viven en la pobreza tienen más probabilidades de abandonar los estudios, o de ni siquiera asistir a la escuela.

• las niñas se ven privadas con más frecuencia que los niños del derecho a la educación

Acceda al informe completo aquí

Fuente de la noticia: http://v2.campanaderechoeducacion.org/es/noticias/817-2017-12-22-14-18-08.htm

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