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Relatividad y física cuántica sacuden las ciencias sociales

Por: Jesús Ibañez

Estas dos revoluciones distorsionan la relación entre sujeto y objeto.

Los sociólogos y psicólogos que se pretenden científicos (los “cuantivistas”) toman la física como ciencia modelo. Lo malo es que toman como modelo la física de Newton, sin tener en cuenta las revoluciones relativista y cuántica. Pero, al final (y gracias a los sociólogos “cualitativistas”), estas dos revoluciones están sacudiendo la sociología y la psicología porque distorsionan la relación entre sujeto y objeto.

Las mecánicas relativista y cuántica no cancelan la mecánica newtoniana: la delimitan. Hoy sabemos que una vale para móviles de velocidad casi nula en relación a la velocidad de la luz (entonces vale la relativista), y otra para masa casi infinita en relación a la masa de un electrón (entonces vale la cuántica).

Las revoluciones relativista y cuántica distorsionan la relación sujeto/objeto. En mecánica newtoniana, el sujeto está separado del objeto. En mecánica relativista, el sujeto es deformado por el objeto: sus parámetros básicos –como espacio, tiempo y velocidad- quedan transformados cuando observa/manipula el objeto. En mecánica cuántica, el objeto es deformado por el sujeto: al observarlo/manipularlo, lo transforma.

El sujeto es-respectivamente-absoluto, relativo y reflexivo. En mecánica newtoniana, puesto que el sujeto y el objeto no se deforman entre sí, hay una posición absoluta para el sujeto: un lugar privilegiado para el acceso a la verdad, el lugar del sujeto transcendental kantiano. En mecánica relativista, puesto que el sujeto es deformado por el objeto, hay un conjunto de posiciones relativas para el sujeto: el acceso a la verdad exige una conversación entre todos los observadores posibles (pues la observación es relativa a las condiciones de observación), los lugares de la intersubjetividad trascendental.

En ambos supuestos, hay uno o dos lugares transcendentales: el sujeto puede observar/manipular los objetos desde uno o varios lugares exteriores a ellos. En mecánica cuántica, finalmente, puesto que el objeto es deformado por el sujeto, no hay posición exterior –ni absoluta ni relativa- para el sujeto: sujeto y objeto desaparecen en relación/ operación de observación/manipulación, lo que observa/manipula el sujeto no es un objeto, sino la observación/manipulación de un objeto. El sujeto se hace reflexivo

Así como Kant codificó en términos filosóficos la concepción newtoniana del mundo, se está codificando la concepción relativista/cuántica (aún no están unificadas las dos concepciones, pero se procede rápidamente -Hawking, Wheeler, etc. – a la cuanticización de la relatividad). La nueva situación está siendo traducida filosóficamente.

Pruebas paradójicas

Hasta hace poco, se había creído que la verdad era alcanzable conjugando una prueba teórica (coherencia del discurso) y una prueba empírica (adecuación a la realidad). Hoy sabemos que ambas pruebas son paradójicas, porque son autorreferentes: la prueba teórica exige pensar el pensamiento (incompletitud de Gödel), la prueba empírica exige medir la materia con instrumentos hechos de materia (indeterminación de Heisenberg).

Dice Gödel: una teoría no puede ser a la vez consistente (todas las proposiciones son verdaderas) y completa (todas las proposiciones son demostrables); habrá al menos una proposición que siendo verdadera no es demostrable –sentencia gödeliana–.

Dice Heisenberg: no se pueden determinar a la vez la posición y el estado de movimiento de una partícula; puesto que al determinar transformarnos, si determinamos la posición indeterminamos el estado de movimiento (tendremos una partícula), si determinamos el estado de movimiento indeterminamos la posición (tendremos una onda); de ahí la complementariedad parícula/onda.

Así, el proceso de conocimiento empírico y teórico nunca termina. La verdad es perseguible, pero no alcanzable. La incompletitud de Gödel introduce en la teoría una reflexión relativista: la verdad de una proposición es relativa a los axiomas que fundan una teoría.

La indeterminación de Heisenberg introduce en la empiria una inflexión cuántica (reflexiva): observación (extracción de observación) y la manipulación (inyección de neguentropía) son reflexiones del objeto sobre sí mismo; el sujeto (observador/manipulador) es un espejo –refleja y refracta- que el universo se pone en su corazón.

Ondas y realidad social. Foto: Geralt

La memoria de la sociedad

Las ciencias sociales toman como modelo las ciencias de la naturaleza, pero también las ciencias de la naturaleza toman como modelo las ciencias sociales. El proceso es circular: las revoluciones en física reflejan las revoluciones en las tecnologías de la comunicación social.

La memoria de la sociedad se ha depositado: primero en los cuerpos (cuando la comunicación era oral); luego en hojas de papel (cuando la comunicación era escrita); finalmente en bancos de datos (cuando la comunicación es mediante dispositivos electrónicos –computadoras-).

En la fase de comunicación oral, la relación privilegiada era sujeto/sujeto: la verdad se fundaba en la certeza subjetiva (es absoluta). En la fase de comunicación escrita, la relación privilegiada es sujeto/objeto. El modelo era un lector ante un libro. El lector está fuera del libro, y hay muchas lecturas posibles del libro (relatividad). La página del libro era el modelo del objeto. La captación de la verdad del objeto era una simplificación: la página es una superficie plana (esto es, un espacio de n-l dimensiones). Por eso se dice en inglés ex-plain (proyectar sobre un plano) y en castellano ex-plicar  (desplegar, reducir en una dimensión). El modelo de captación de la verdad era analógico (visual): el lector que mira la página es el modelo del sujeto que contempla el mundo.

En la fase de comunicación electrónica, la relación privilegiada es objeto/objeto (sujeto y objeto comparten la propiedad de importar y exportar información). El modelo es un operador manejando una computadora. El modelo de captación de la verdad es digital (táctil): el operador que maneja una computadora es el modelo de un sujeto que maneja el mundo  (hemos pasado de la semántica o extracción de información, a la pragmática o inyección de neguentropía).

La captación de la verdad es una complicación: el sujeto es una dimensión complementaria del objeto (el observador/manipulador introduce una dimensión más en el sistema). El operador es interior a la computación: de momento, establece con la computadora una relación/operación del tipo estímulo/respuesta; cuando las computadoras sean inteligentes podrá conversar con ellas.

Principio de complementariedad

El principio de complementariedad puede extenderse del campo de la física a los campos de la biología y la sociología. La complementariedad partícula/onda tiene ecos biológicos (organismo/especie) y sociales (individuo/sociedad). En un conjunto, podemos distinguir tres niveles: elementos, estructura (conjunto de relaciones entre los elementos) y sistema (conjunto de las relaciones entre relaciones –relaciones entre estructuras o cambios de estructura-).

Un individuo puede ser considerado a esos tres niveles: como individuo, como nudo de relaciones sociales (en el sentido en el que dicen los marxistas que el individuo es el conjunto de sus relaciones sociales) y como operador (observador/manipulador) del cambio de las relaciones sociales.

En el primer sentido, lo trata la psicología, en el segundo la sociología estática (estructura social), en el tercero la sociología dinámica (cambio social). La investigación social puede tener como referente uno de estos tres niveles: la perspectiva distributiva (encuestas) en cuanto elemento; la perspectiva estructural (grupos de discusión) en cuanto nudo de relaciones; la perspectiva dialéctica (socioanálisis) en cuanto operador del cambio.

Diada y triada

La diada partícula/onda se ha transformado en triada (elemento/nudo de relaciones/operador del cambio). Hemos pasado de un sistema dinámico a un sistema lingüístico; de un sistema en el que sólo hay intercambio de energía a un sistema en el que hay –también- intercambio de información. En un sistema dinámico la correlación entre dos estados de un sistema es uno-a-uno: sólo hay un camino. En un sistema lingüístico es uno-a-varios: hay caminos entre los que elegir (de ahí la necesidad de dispositivos de clasificación, ordenación y medida).

Los entes físicos no necesitan saber física; saben biología inconscientemente los entes biológicos; y saben sociología conscientemente (saben que saben) los entes sociales. Los elementos de un sistema lingüístico son reflexivos: están regulados por códigos, genéticos los biológicos, lingüísticos los sociales. En un sistema dinámico, los elementos son pasivos: sus movimientos son resultado de correlación de fuerzas. En un sistema lingüístico son –también- activos (su comportamiento es intencional). La estructura refleja su cara pasiva; el sistema, su cara activa.

La perspectiva de investigación distributiva tiene que ver con la mecánica newtoniana, la estructural con la mecánica relativista, la dialéctica con la mecánica cuántica. Lo mismo que las mecánicas relativista y cuántica no cancelan la mecánica newtoniana –sino que la delimitan-, el grupo de discusión y el socioanálisis no cancelan la encuesta –sino que la delimitan-. Un sociólogo cuantitativo es la proyección lineal de un sociólogo cualitativo (tridimensional).

Fuente: https://www.tendencias21.net/Relatividad-y-fisica-cuantica-sacuden-las-ciencias-sociales_a44295.html

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Libro: La gestión de incidentes críticos en la universidad

Reseña:

La gestión de incidentes críticos en la universidad, bajo la autoría de: Carles Monereo, Manuel Monte,Paola Andreucci ; Francisco Michavila (prol.). Madrid : Narcea, 2015
(Narcea universitaria)

Se trata de una obra recomendada para profesores nuevos, para académicos veteranos que aún piensan en mejorar, y para aquellos profesionales interesados en la

formación, orientación y asesoramiento del profesorado universitario. Esta publicación
presenta quince relatos de académicos universitarios sobre las distintas formas de ser
profesor universitario; se trata de historias extraídas de la realidad en las que se produce un incidente crítico, un conflicto que marcará un antes y un después en la identidad profesional de los docentes.

Link de Descarga: https://www.mecd.gob.es/servicios-al-ciudadano-mecd/dms/mecd/servicios-al-ciudadano-mecd/publicaciones/centro-documentacion-universidades/lecturas-recomendadas/gestion-incidentes-universidad.pdf

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Transformación de conflictos en perspectiva de complejidad

18 de enero de 2017 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Rodrigo Arce Rojas

Abordar un conflicto en la perspectiva de complejidad implica en primer lugar reconocer el sistema en cuestión. Esto significa identificar claramente sus elementos, estructuras y límites. No obstante, se reconoce que esto no siempre es sencillo porque con frecuencia hay diferentes subsistemas al interior que se interrelacionan, se traslapan o van paralelos, que convergen o divergen según la dinámica del sistema mayor o producto de sus propios procesos internos.

Es importante reconocer esta complejidad para poder identificar el peso específico de cada elemento o proceso y así reconocer cuáles son los factores claves, estratégicos, catalizadores que hay que prestar atención. Una perspectiva holística no significa completud sino el reconocimiento de los factores que están haciendo las veces de atractores y generan comportamientos significativos a tomar en cuenta en la transformación de conflictos.

Ahora bien, haciendo abstracción y reconociendo el sistema principal del conflicto más evidente, tenemos que reconocer que un sistema siempre se inscribe en otro sistema tanto en una dirección microfísica como en una dirección macrofísica. Desde una perspectiva de intervención para la transformación del conflicto, significa entonces que tenemos que reconocer cuáles son los límites reales con los cuales podemos actuar precisamente para que podamos ver resultados concretos de la transformación en espacios y tiempos razonables.

Abordar el conflicto desde una perspectiva de conflictividad significa tener una mirada de previsión, gestión y acompañamiento; una perspectiva que integra inteligentemente el corto, mediano y largo plazo; un compromiso con la justicia, la equidad y la sostenibilidad. Por ello se entiende que la perspectiva de transformación de conflictos comprende las dimensiones personales, relacionales, culturales y estructurales. No se trata de soluciones coyunturales con déficits de sostenibilidad.

Si tomamos en cuenta que las personas somos complejas, el cerebro es complejo, la sociedad es compleja, el grupo es complejo, el lenguaje es complejo, entonces tenemos que reconocer que en una situación de conflicto siempre estamos en una complejidad de complejidades. Por tanto no podemos atender los conflictos únicamente desde perspectivas disciplinarias, lineares, reduccionistas, y deterministas. Abrir el pensamiento para enfrentar la complejidad significa reconocer que estamos frente a numerosos elementos (o agentes) que no solo son diversos sino que se interrelacionan, son interdependientes, que pueden adaptarse o evolucionar y que pueden generar comportamientos emergentes que no podrían ser explicados solo a partir de la comprensión del comportamiento de cada uno de los elementos.

En un conflicto las preguntas básicas son: ¿Quiénes están en conflicto?, ¿Sobre qué están en conflicto?, y ¿Cómo afrontan el conflicto? Todos estos elementos son importantes pero tiene un papel preponderante la persona humana en toda su integralidad. Estas personas tienen posiciones, intereses y necesidades; tienen percepciones, emociones y desarrollan acciones; tienen historias y se ubican en contextos determinados. Todo este complejo de situaciones nos lleva a reconocer la importancia de entender la dinámica de la comunicación, el lenguaje y las actitudes en el marco de la diversidad que se da aún entre los propios actores. Por ello es importante entender la sociodiversidad y la diversidad interno de cada grupo, género o edad.

En el reconocimiento que la complejidad significa reconocer las múltiples expresiones de la diversidad, entonces es importante abrir todas las posibilidades. En este sentido se busca que los actores en pugna no se queden únicamente con pensamientos dicotómicos o binarios que reduzcan la realidad a pocas opciones. Por el contrario se busca que los actores tengan apertura a nuevas formas de pensar, sentir y expresarse; que desarrollen perspectivas de integración y síntesis que les ayuden a capitalizar los conocimientos, experiencias y energías que trae cada grupo. Asimismo, se busca que los actores flexibilicen el abordaje de las causas y efectos, en el entendimiento que estos son muy cambiantes, depende del ángulo con lo miren, del patrón de referencia, del sistemas de creencias, y que no siempre siguen direcciones aparentemente secuenciales. En la práctica, se producen fracturas, quiebres, irrupciones, discontinuidades.

Se busca también que los actores enfrentados no se queden en los promedios, en las regularidades, en las generalizaciones, en el discurso dominante o incluso en el pensamiento inmediato. Se busca que los actores sean capaces de reconocer aquellos aspectos que normalmente no han querido mirar, escuchar o sentir. Se les invita a que tengan la capacidad de aceptar y acoger afectivamente las disonancias, las perturbaciones, los elementos raros, imprevistos.

Esta apertura a lo inesperado a lo irregular o disonante busca que cada expresión del sistema sea adecuadamente valorado. En ese sentido se valora y se recibe amorosamente cada expresión, incluso cuando pueda ser un elemento perturbador. Existen razones y motivaciones por qué existe una emoción, una expresión, una actitud determinada. Es lo contrario a desconocer, subestimar, minimizar, reducir o incluso a obviarlo. Justamente ahí está la diferencia de perspectivas simplificadoras y dominantes.

En esta perspectiva de complejidad se busca la integración de enfoques de gestión de conflictos, gestión pública efectiva, y gestión de seguridad humana. El tema central de la seguridad humana es la reducción del riesgo colectivo (y compartido), por medio de análisis, decisiones, prevención y acciones que disminuyan, más allá de sus expresiones sintomáticas, las causas y circunstancias de la inseguridad (Rojas y Goucha, 2002).

Se busca además que se entienda los conflictos en términos de la gestión territorial para no caer en procesos transaccionales únicamente entre los actores directos que están en los conflictos. Lo que se haga o se deje de hacer termina afectando (aunque a veces favoreciendo) a otros actores y procesos que están en el territorio. Pero también porque la perspectiva no es únicamente tener capacidad de enfrentar los conflictos sino también avanzar hacia una cultura de paz. Como afirman Muñoz y Molina (2010) la Cultura de Paz es una respuesta que busca mayor grado de organización, de equilibrio y armonía en el conjunto de la especie y con su medio, ya que una y otro se retroalimentan. Por tanto, como afirman los autores, podríamos afirmar que la paz significa alcanzar el máximo de equilibrio interno y, en esa medida, el menor grado de entropía, de desorden de la energía, de los recursos (Ibíd.).

Transformar los conflictos por lo tanto significa pasar de los triunfos coyunturales, muchos de ellos pírricos, a triunfos de la cultura democrática y cultura de paz. Es anteponer los Objetivos de Desarrollo Sostenible a los objetivos personales o de grupo. Avanzar hacia una sociedad que aprenda no solo a procesar sus diferencias sino por un compromiso por sociedades sustentables.


Bibliografía citada:

Muñoz, Francisco y Molina, Beatriz. 2010. Una Cultura de Paz compleja y conflictiva. La búsqueda de equilibrios dinámicos. En: Revista Paz y Conflictos. Instituto de la paz y los conflictos. 3:44-61

Rojas Aravena, Francisco; Goucha, Moufida, eds. 2002. Seguridad humana, prevención de conflictos y paz en América Latina y el Caribe. FLACSO-Chile; UNESCO Santiago, Chile, 414 p.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/rodrigo-arce-transformacion-de-conflictos-en-perspectiva-de-complejidad/

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Libro: Nuestra América: complejidad y unidad dialéctica de la humanidad y la naturaleza en el siglo XXI

Resumen: Los contenidos de este volumen entretejen una propuesta compleja y bien argumentada ante el desafío de la sostenibilidad de la vida en el planeta Tierra.

Autores: Camilo Valqui Cachi, José Gilberto Garza Grimaldo, Jaime Salazar Adame, Medardo Reyes Salinas, ángel Ascencio Romero y Cyntia Raquel Rudas Murga (Coordinadores)

Link de Descarga: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=214389&titular=nuestra-am%E9rica:-complejidad-y-unidad-dial%E9ctica-de-la-humanidad-y-la-naturaleza-en-el-siglo-

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