Yemen/31 de Marzo de 2018/Europa Press
Escuelas cerradas por el conflicto y profesores sin cobrar el sueldo privan a los niños yemeníes de su ansiada educación.
La situación en Yemen sigue agravándose y cada vez son más los millones de personas necesitadas de ayuda para sobrevivir pero dentro de la que es ya la mayor crisis humanitaria se está produciendo «una crisis más silenciosa» de la que no se habla tanto: los dos millones de niños que no pueden ir a la escuela y la falta de docentes para que los que sí van puedan recibir la educación que les corresponde.
«La de la educación es una crisis más silenciosa que no ha llamado la atención pero que puede tener efectos devastadores para el futuro», advierte la representante del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) en Yemen, Meritxell Relaño, en una entrevista con Europa Press con motivo del tercer aniversario del conflicto en el país, que ya era uno de los más pobres del mundo antes de la guerra.
Es una crisis, explica Relaño, «que se ha ido larvando poco a poco», puesto que ya antes de que estallara el conflicto en el país había 1,5 millones de niños que estaban fuera del sistema de educación primaria, en su mayoría niñas. Ahora, son casi dos millones los que no van a clase, principalmente porque muchas escuelas han cerrado, pero los que aún continúan haciéndolo están recibiendo una formación muy incompleta.
FIRMA DE LA FOTO: UNICEF/Abdullah Alsamai
«Casi 4,5 millones sufren de falta de profesores» ya que casi tres cuartas partes de estos no han cobrado sus salarios desde octubre de 2016, es decir, desde hace dos cursos escolares, subraya. En el caso de las escuelas de chicas, dado que el profesorado es solo femenino, algunas profesoras que tienen en sus casas a otro miembro de la familia que pueda tener ingresos han seguido «dando clases gratis por sentido del deber».
Pero hay que tener en cuenta que el 73 por ciento del profesorado son hombres, incide. Muchos de ellos han tenido que dejar de dar clase y buscarse otras vías de ingresos con los que sostener a sus familias. El problema es especialmente acuciante en el norte, la zona controlada mayoritariamente por los rebeldes huthis, donde hay unos 173.000 profesores sin sueldo.
A esto se suma el que 2.500 escuelas no están operativas, dos tercios porque han resultado dañadas por la violencia, un 27 por ciento porque han sido cerradas y el 7 por ciento porque son utilizadas por las partes beligerantes o usadas como refugio para los más de dos millones de desplazados internos que hay en el país.
FIRMA DE LA FOTO: UNICEF/Algabal
Dos millones de niños sin ir a la escuela, la crisis silenciosa que afronta Yemen
«SE HA PERDIDO LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN»
Así las cosas, los que tienen la suerte de poder seguir yendo a clase se encuentran con que la jornada solo dura unas horas, ya que los profesores al no cobrar su sueldo no pueden dedicar todo su tiempo a impartir lecciones, por lo que «se ha perdido la calidad de la educación».
Este mismo fin de semana, el director regional para Oriente Próximo de UNICEF, Geert Cappealaere, contó al término de su visita a Yemen que una chica de unos 13 años se le acercó y le mostró su libro de texto: «Esto es lo que tenemos para aprender en Yemen, libros de texto de hace 30 o 40 años», lamentó la menor.
«Los niños yemeníes aprenden de libros de texto de hace décadas mientras que otros en otras partes del mundo tienen acceso a Internet, tienen iPads y aprenden con ello», lamentó el responsable de UNICEF. Según contó, la niña insistió: «¿Cómo vamos a convertirnos en los médicos, los profesores, los ingenieros que Yemen tanto necesita si tenemos que aprender de aquí?». «Una pregunta para la que no tenía respuesta», admitió Cappelaere.
La consecuencia de que todos estos niños no vayan a la escuela es que los más pobres «van al frente», lamenta Relaño. UNICEF ha conseguido contabilizar el reclutamiento de casi 2.500 niños, aunque sabe que esta cifra es aún mayor. En el caso de las niñas, sus padres optan por casarlas a edad temprana «para ‘librarse’ de una boca más a la que alimentar y para obtener la dote», añade.
EL 80% VIVE EN LA POBREZA
FIRMA DE LA FOTO: UNICEF/Obadi
En otros casos, dado que el 80 por ciento de la población vive en la pobreza, algunos padres envían a sus hijos a mendigar en las calles o a que realicen pequeños trabajos con los que contribuir a la manutención de la familia. Además, incide la responsable de UNICEF, hay que tener en cuenta el «nivel de estrés» que la situación impone sobre las familias y el impacto que ello tiene en el niño.
En todo caso, la situación de los niños en Yemen es funesta. Casi 11 millones necesitan ayuda, subraya Relaño, mientras que otros 5.500 han muerto o han resultado heridos, unos datos que han aumentado en los últimos meses que han «sido especialmente terribles» para los niños, ha lamentado. En concreto, UNICEF ha contabilizado casi 2.200 muertos y casi 3.400 heridos.
A esto se suma que 1,8 millones de niños sufren malnutrición entre los que hay 400.000 con malnutrición aguda severa, lo que les deja al borde de la muerte, una cifra que, lamenta la responsable de UNICEF, se mantiene sin cambios. Además, hay 1,1 millones de mujeres embarazadas y lactantes desnutridas, con las consecuencias que ello tiene para sus hijos.
En la actualidad, 8,4 millones de yemeníes necesitan ayuda alimentaria urgente para poder comer al menos una vez al día, una cifra que ha aumentado. Esto significa, resalta Relaño, que aquellos que van a la escuela «van sin comer, con el estómago vacío, con lo que cual su capacidad de aprendizaje se ve reducida».
«Esto a la larga significa que el ciclo de la pobreza se mantendrá» puesto que si no consiguen siquiera terminar la educación primaria les «resultará difícil engancharse a la vida productiva», lamenta la responsable de la agencia de la ONU, asegurando que todos los niños con los que habla «quieren ir al colegio, no quieren sentirse excluidos».
LLAMAMIENTO A UNA SOLUCIÓN NEGOCIADA
Por todo ello, una vez más, ha llamado a «todas las partes en el conflicto y a los países con influencia sobre ellos a que intenten promover una solución negociada». «Es la única solución», insiste. Pero mientras esto no ocurre, ha reclamado «contribuciones generosas» por parte de los donantes en la conferencia que se celebrará el próximo 3 de abril en Ginebra. Para este año, la ONU ha solicitado casi 3.000 millones de dólares.
También es fundamental, según Relaño, el acceso a quienes necesitan ayuda. Aunque la situación ha mejorado tras el bloqueo impuesto por la coalición que lidera Arabia Saudí a finales de 2017, «el acceso es nuestra lucha diaria». Para hacer llegar un camión con ayuda, explica, «es una odisea» porque «hay que negociarlo todo, se tarde mucho y gastamos muchos esfuerzos y energías» lo cual, no solo complica el reparto de ayuda, sino que lo encarece, lamenta.
Fuente: http://www.europapress.es/internacional/noticia-dos-millones-ninos-ir-escuela-crisis-silenciosa-afronta-yemen-20180327083653.html