Libro: «Tecnologías para la transformación de la educación» (PDF)

Por: fundacionsantillana.

Tecnología y escuela: lo que funciona y por qué fue el título del documento para el debate que redactó Francesc Pedró en 2011 para la XXVI Semana Monográfica de la Educación de la Fundación Santillana, convocada en aquella ocasión bajo el lema «La educación en la sociedad digital». Fue un texto que despertó un gran interés y tuvo gran difusión gracias al análisis riguroso que en él hizo su autor sobre el uso educativo de la tecnología desde una perspectiva crítica y pragmática; alejándose de supuestas utopías tecnológicas, ajenas al complejo análisis que requiere todo lo referido al cambio y mejora de la educación.

En aquel documento, se hablaba de la existencia de evangélicos tecnológicos frente a pesimistas tecnológicos, una referencia tan descriptiva como reiteradamente citada después. En él también se cuestiona la clásica doble categorización de nativos digitales e inmigrantes digitales que se asigna a jóvenes y a adultos, respectivamente, una clasificación ya superada en una sociedad plenamente digitalizada.

La Fundación Santillana asumió el reto de continuar con este análisis y favorecer el debate educativo que, sobre el uso de la tecnología en la educación, se estaba produciendo en América Latina y España. A tal efecto, consideró que este debía ser un eje de trabajo prioritario en el marco de su estrategia global generadora de información y conocimiento educativo, y que su desarrollo y concreción podrían ser especialmente útil para todos aquellos líderes y decisores que llevan a cabo políticas concretas cuyo objetivo es la mejora de la educación; en este caso mediante el uso de la tecnología.

Una estrategia que se llevó a cabo mediante la celebración durante 2016 de cinco seminarios educativos de alto nivel, en los que Francesc Pedró presentó a debate un documento de trabajo que se benefició de las aportaciones de los más de mil asistentes que registraron las sucesivas ediciones celebradas en Bogotá, São Paulo, Lima, Madrid y Santiago de Chile. Eventos que contaron con la participación de los Ministerios de Educación de estos países, responsables de otras administraciones educativas, universidades, expertos, investigadores, directivos y docentes.

Un proceso de trabajo en el que el Dr. Pedró contó con la colaboración y acompañamiento de algunos de los más significados expertos iberoamericanos en esta materia: Claudia Limón de México, Patricia Ames de Perú, César Nunes de Brasil, e Ignacio Jara de Chile.

El resultado final, fruto de todo el trabajo desarrollado a lo largo de un año de análisis, críticas e incorporación de propuestas y sugerencias, es el que presentamos en este texto con el título «Tecnologías para la transformación de la educación». En él la escuela y sus docentes, y no la tecnología, aparecen como protagonistas del necesario proceso de cambio y mejora de la educación, asignando a la tecnología la capacidad de ofrecer más y mejores oportunidades de aprendizaje gracias a su potencial innovador y su muy relevante contribución a la transformación educativa.

Les ofrecemos un documento cuyo contenido es el resultado de un importante debate producido en diferentes lugares de América Latina y en España, circunstancia que le aporta una notable contextualización con diferentes realidades y un amplio consenso al incorporar, en su redacción final, las más variadas aportaciones de instituciones y expertos de diferentes países iberoamericanos.

Descargar el libro completo: Tecnologias para la transformacion de la educacion

*Fuente: http://www.fundacionsantillana.com/PDFs/Tecnologias%20para%20la%20transformacion%20de%20la%20educacion.pdf?fbclid=IwAR3TlkjkcRrqpOoF3Nynrt2Fw4yMtFP_1-4-Drc7NvNX81qNPiZTdNiLaR4

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Principios pedagógicos que todo docente debe implementar en el aula

Por: docentesaldia.com.

La labor del maestro, como sabemos,  es fundamental para que los estudiantes aprendan y trasciendan incluso los obstáculos materiales y de rezago que deben afrontar. Un buen docente, partiendo del punto en el que encuentra a sus estudiantes, tiene la ardua tarea de llevarlos lo más lejos posible en la construcción de los conocimientos y en el desarrollo de su máximo potencial.

Para lograr lo anterior, la práctica docente debe ajustarse a las necesidades actuales, así como aprovechar la información, descubrimientos y recursos disponibles que los estudios recientes ponen a nuestra disposición. Los maestros que cuentan con conocimientos disciplinares y pedagógicos adecuados, las habilidades para aprender por sí mismos y las actitudes y valores para comprender las múltiples necesidades y contextos de sus estudiantes hacen una enorme diferencia.

Por ello es esencial que los docentes transformemos nuestra práctica, dejando atrás el enfoque de transmisor de conocimiento, y adoptando el de mediador del aprendizaje. Este perfil de mediador tiene como fundamento el enfoque constructivista.

Este enfoque, enfatiza una metodología dirigida a orientar la acción pedagógica no en los contenidos, sino en los procesos, actitudes y valores de los alumnos, haciendo relevancia en el cambio de sí mismo, específicamente en lo que se refiere a lo escolar o intencionado; ese cambio conceptual, conduce a nuevos conocimientos, los cuales, se construyen a través de un proceso de interacción entre los estudiantes, el docente, el contenido y el contexto.

A continuación te compartimos una serie de principios pedagógicos, que al ponerlos en acción, podrán ayudarte a mejorar la práctica. Están orientados a fortalecer la función del docente como mediador.

  1. Poner al estudiante y su aprendizaje en el centro del proceso educativo

¿Cómo aplicarlo? Diseñar actividades en las que los alumnos sean los principales protagonistas, cuestionen, respondan y lleguen a conclusiones.

2. Tener en cuenta los saberes previos del estudiante

¿Cómo aplicarlo? Considerar actividades que permitan conocer el nivel de dominio que tienen los estudiantes acerca del contenido o tema a trabajar , para poder realizar ajustes.

3. Ofrecer acompañamiento al aprendizaje

¿Cómo aplicarlo? Prever tiempos dentro de la implementación de la planeación para ofrecer acompañamiento y realimentación formativa a los alumnos que muestren dificultades y así apoyarlos a lograr el aprendizaje.

4. Conocer los intereses de los estudiantes

¿Cómo aplicarlo? Implementar actividades o estrategias que consideren los intereses de los alumnos, ello permitirá la contextualización y  podrán involucrarse más en su aprendizaje.

5. Estimular la motivación intrínseca del alumno

¿Cómo aplicarlo? Diseñar estrategias que hagan relevante el conocimiento, fomenten el aprecio del estudiante por sí mismo y por las relaciones que establece en el aula. De esta manera se favorece que el alumno tome el control de su proceso de aprendizaje.

6. Reconocer la naturaleza social del conocimiento

¿Cómo aplicarlo? Fomentar el trabajo colaborativo, lo cual  permite que los estudiantes debatan e intercambien ideas, y que los más aventajados contribuyan a la formación de sus compañeros. Así, se fomenta el desarrollo emocional necesario para aprender a colaborar y a vivir en comunidad.

7. Propiciar el aprendizaje situado

¿Cómo aplicarlo? Considerar actividades en las que el alumno aprenda en circunstancias que lo acerquen a la realidad, estimulando variadas formas de aprendizaje que se originan en la vida cotidiana, en el contexto en el que él está inmerso, en el marco de su propia cultura.

8. Entender la evaluación como un proceso relacionado con la planeación del aprendizaje

¿Cómo aplicarlo? Implementar la evaluación de manera permanente (diagnóstica, formativa y final o sumativa), planeada mediante una estrategia a la par del diseño de las actividades.

9. Modelar el aprendizaje

¿Cómo aplicarlo? Ejecutar los comportamientos que se desea impulsar en los estudiantes (leer, escribir, buscar información, analizarla, generar conjeturas y realizar cualquier otra práctica que consideren que sus estudiantes han de desarrollar)

10. Valorar el aprendizaje informal

¿Cómo aplicarlo? Emplear estrategias de enseñanza para incorporar el aprendizaje informal adecuadamente al aula. Los aprendizajes formales e informales deben convivir e incorporarse a la misma estructura cognitiva.

11, Promover la interdisciplina

¿Cómo aplicarlo?  Promover la relación entre asignaturas, áreas y ámbitos; trabajar mediante proyectos puede ser una muy buena opción.

12. Favorecer la cultura del aprendizaje:

¿Cómo aplicarlo? Promover que el estudiante entable relaciones de aprendizaje, que se comunique con otros para seguir aprendiendo y contribuya de ese modo al propósito común de construir conocimiento y mejorar los logros tanto individuales como colectivos.

13. Apreciar la diversidad como fuente de riqueza para el aprendizaje ¿Cómo aplicarlo? Sustentar la  práctica en la inclusión, mediante el reconocimiento y aprecio a la diversidad individual, cultural, étnica, lingüística y social como características intrínsecas y positivas del proceso de aprendizaje en el aula.

14. Usar la disciplina como apoyo al aprendizaje

¿Cómo aplicarlo? Propiciar un ambiente de aprendizaje seguro, cordial, acogedor, colaborativo y estimulante, en el que cada niño o joven sea valorado y se sienta seguro y libre.

Este conjunto de principios pedagógicos están basados en las características y necesidades que plantea el mundo actual, por lo que al ponerlos en práctica, conseguiremos mejorar los resultados en nuestros alumnos.

¡Espero que la información te haya sido de utilidad!

Referencias: Aprendizajes Clave para la educación integral, SEP, 2017

Vigotsky, L. (1979) El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona. Crític

Fuente de la reseña: https://docentesaldia.com/2019/03/03/principios-pedagogicos-que-todo-docente-debe-implementar-en-el-aula/

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Innovación social vs. Innovación ciudadana

Juan Freire

La innovación social, como concepto, se ha popularizado a remolque del crecimiento en el mundo empresarial de la importancia de la innovación. En su fase inicial la innovación empresarial se concibió siempre como innovación tecnológica y como parte de un proceso lineal y ordenado, conocido con I+D+i, donde tras un proceso de investigación básica se da el desarrollo de una solución técnica que finalmente se convierte en una innovación cuando se impacta a la sociedad al ser comercializada. La innovación social venía a reclamar la existencia de procesos de innovación que no tenían un objetivo comercial, al menos principal, y que buscaban sobre todo el impacto social (o sea la resolución de problemas que afectan a personas y colectivos).

Esta visión de la innovación social tuvo la virtud de reconocer formas de innovación que hasta ese momento eran invisibles dado que no generaban rentabilidad económica directa. Sin embargo, siguió manteniendo un marco de actuación lineal y en el que son los expertos los que buscan soluciones para los afectados. Este enfoque ha recibido recientemente la denominación de solucionismo tecnológico referido en concreto a las prácticas propias de los entornos de élite tecnológica y empresarial, y en particular a su máximo exponente Silicon Valley, que desarrollan soluciones generales y genéricas que imaginan que pueden resolver problemas sociales globales de una forma sencilla y meramente tecnológica. Esta exacerbación de la ingenuidad tecnológica entiende el mundo poblado de problemas agudos y sencillos que admiten soluciones técnicas pero a su vez su propia acción va generando nuevos problemas derivados. Pero este “solucionismo” no es nuevo ni patrimonio del mundo de la tecnología, el mundo de la cooperación internacional ha estado asentado sobre el modelo “do-good” en que las soluciones “occidentales” se implementan en los países en desarrollo sin atención a la comprensión de lo local y la participación activa de las comunidades de afectados. Pero esta forma de actuación no solo sucede en la cooperación internacional, algo similar puede observarse en todas las escalas geopolíticas, incluso cuando analizamos la actitud de nuestros “centros de innovación”, aquellos que se sitúan en el mundo desarrollado (como universidades, centros tecnológicos etc), respecto a los problemas de la sociedad de la que forman parte.

En paralelo, las corporaciones han desarrollado su propio enfoque social, que han denominado Responsabilidad Social Corporativa, y que sigue los mismos criterios que la innovación social tradicional además de desconectar por completo los objetivos de negocio con los sociales de la organización, lo cual ha sido el caldo de cultivo de incoherencias constantes y una forma de preservar un status quo más que trabajar por la transformación social.

Frente a este concepto de innovación social, se sitúa con fuerza creciente la innovación ciudadana o cívica. No se trata de un simple cambio de etiqueta sino de un enfoque diferente para la generación de innovación con impacto social.

Por una parte, mientras la innovación social se sitúa en los márgenes de la innovación principal (empresarial o comercial), la innovación ciudadana reconoce que innovar es una parte de nuestra idiosincrasia humana y por tanto toda la ciudadanía puede y debe estar implicada. Y dentro de este marco de una sociedad innovadora una parte se realiza con un objetivo empresarial, pero la mayor parte de la innovación no se organiza por razones comerciales (ni por eso mismo es registrada en la mayor parte de métricas convencionales).

Por otra parte la innovación ciudadana opera de otro modo y cuenta con dos ingredientes básicos:

  • Frente al solucionismo basado en enfoques genéricas y en colocar a la tecnología y algoritmos en en el centro de las cadenas de valor, la innovación ciudadana desarrolla enfoques locales o situados que diversifican la innovación al adaptarla a las condiciones locales y colocan a las personas en el centro de las cadenas de valor.
  • Frente al enfoque basado, casi en exclusiva, en expertos disciplinares, la innovación ciudadana trabaja con enfoques inclusivos en que los afectados trabajan de forma activa con expertos de diversas disciplinas (lo que ha venido a llamarse el enfoque “indisciplinar”) en la producción de soluciones. Por tanto, mientras la innovación convencional utiliza métodos de diagnóstico basados en expertos para la comprensión de los problemas que aborda, la innovación ciudadana desarrolla mecanismos de escucha basada en la inmersión y participación activa.

En síntesis la innovación ciudadana entiende la innovación como un proceso colectivo que forma parte de la propia naturaleza humana y que se asienta sobre la capacidad de escucha y sobre lo indisciplinar y que actúa siempre de modo situado. Esta innovación es la que puede abordar los problemas crónicos de una forma orgánica. Por tanto la innovación ciudadana no es algo susceptible de ser planificado ni forzado pero si existen mecanismos que pueden impulsarla por medio de su visibilización, de la toma de conciencia de las personas y de la creación de infraestructuras a su servicio.

Este post es la continuación de La crisis de las políticas públicas tradicionales y ambos introducen a los laboratorios ciudadanos que abordaré en futuros textos. Este texto fue parte de mi aportación al proyecto CO-LAB, Laboratorio de Innovación Ciudadana del Concello de A  Coruña y como el anterior está basado en las aportaciones de Marcos García y Antonio Lafuente.

Fuente del articulo: http://juanfreire.com/innovacion-social-vs-innovacion-ciudadana/

Fuente de la imagen: http://juanfreire.com/wp-content/uploads/2017/02/sk1_jk-zhoo-clem-onojeghuo.jpg

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Argentina: Porque defendemos la educacion publica de calidad reclamamos una nueva ley de financiamiento educativo.

América del Sur/Argentina/14.02.2017/Autor y Fuente:http://www.ctera.org.ar/

En el marco de la Campaña por una nueva Ley de Financiamiento Educativo la CTERA difunde la revista editada por la Secretaría de Educación que inaugura la serie llamada “Pedagogía y Políticas Educativas” de Ediciones CTERA.

En esta publicación se presentan distintas reflexiones y argumentaciones acerca de la necesidad de contar con una nueva Ley de Financiamiento Educativo que permita garantizar el derecho social y humano a la Educación en el contexto actual.

En este número inaugural de la serie escriben referentes sindicales y pedagógicos, e incluye una nota de opinión de Stella Maldonado del año 2010, donde nuestra querida compañera ya planteaba la necesidad de contar con un marco normativo que lleve la inversión en Educación al 10% del PBI. También presenta un informe elaborado por el Instituto de Investigaciones Pedagógicas “Marina Vilte” de CTERA sobre las tendencias privatizadoras de la educación en las definiciones presupuestarias y financieras, y una síntesis de la investigación realizada por el Observatorio Latinoamericano de Políticas Educativas de la IEAL sobre las tendencias actuales en educación.

Fuente: http://www.ctera.org.ar/index.php/educacion/publicaciones/item/2141-porque-defendemos-la-educacion-publica-de-calidad-reclamamos-una-nueva-ley-de-financiamiento-educativo

Imagen:http://www.ctera.org.ar/media/k2/items/cache/872ede1c1b32b96ba8500685aaa6a3f8_L.jpg

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Reseña de Libro: Actores, redes y desafíos .

Juventudes e infancias en América Latina.

Alberto Hernández Hernández. Amalia E. Campos-Delgado. [Coordinadores]

Benjamín Hopenhayn. Carles Feixa. José Manuel Valenzuela Arce. Simone da Silva Ribeiro Gomes. Cheryl Álvarez Torres. Lucina Jiménez López. María de Jesús Pérez García. Joaquín Barragán Rosas. María Nieves González Valles. Alberto Hernández Hernández. Amalia E. Campos-Delgado. [Autores de Capítulo]
ISBN 978-607-479-185-3
CLACSO. El Colegio de la Frontera Norte.
Tijuana.
Febrero de 2016

 

Los capítulos que conforman este libro invitan a repensar los escenarios en los que, niños, niñas y jóvenes, construyen sus particularidades y diversidades en América Latina, reforzando la idea de que no existen recetas dadas ni visiones estáticas para la investigación social. En cada colaboración se distingue el esfuerzo de hacer un cambio de mirada hacia la diversidad de tiempos y contextos que dotan de sentido la vida cotidiana de estos actores, desplegando metodologías novedosas y abordajes desde la impronta disciplinar de cada investigador/a. Esta obra se articula como un diálogo interdisciplinar y transgeneracional entre académicos consolidados y apuestas teóricas y metodológicas de jóvenes investigadores.
Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20160303033708/ActoresRedesyDesafios.pdf
Imagen: http://www.clacso.org.ar/clacso/novedades_editoriales/img_tapas/1083_Tapa.gif
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