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¿Todavía es necesario tener una habitación propia?

Texto de: Karina Canseco/Diana Rojas

Margo Glantz impartió en el Festival Internacional de Literatura de León la conferencia magistral “¿Necesitamos aún las mujeres una habitación propia?: Virginia Woolf”

La escritora mexicana Margo Glantz Shapiro nació en 1930 y creció rodeada de libros, hija de inmigrantes judío-ucranianos desarrolló desde muy joven el gusto y apego por las letras. Tiene en su haber un número importante de premios literarios y distinciones académicas —es profesora emérita por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y doctora Honoris Causa por la misma casa de estudios—.  A sus 90 años continúa con su labor creativa y de investigación.

Participó en la primera edición del Festival Internacional de Literatura de León, Guanajuato, realizado de manera virtual por la pandemia de COVID-19, con la conferencia magistral ¿Necesitamos aún las mujeres una habitación propia?: Virginia Woolf.

En el conversatorio, analizó la obra de Woolf (Londres 1882), particularmente el ensayo Una habitación propia escrito en 1929, en el que la autora británica plantea la premisa de que una mujer debe tener dinero y una habitación propia si quiere dedicarse a escribir ficción.

“Yo quisiera hablar de Virginia Woolf porque creo que con los últimos acontecimientos, en relación con lo femenino y con el feminismo, es muy importante volver a trabajar a una de las figuras señeras del feminismo en la literatura”, observó Glantz Shapiro.

La mujer en la narrativa

La académica universitaria explicó que Una habitación propia es un ensayo con mucha ficción, en donde Woolf hace una reflexión tanto histórica como literaria y política sobre los problemas que les impidieron a las mujeres escribir como siempre escribieron los hombres. Sin embargo, indicó que fue concebido desde el punto de vista particular de una aristócrata, en una época en que la mayoría de las mujeres escribían poco, no tenían acceso libre a la universidad y era difícil que se ganaran la vida.

“El ensayo ha sido uno de los referentes más constantes del feminismo y muchas de las cosas que dijo Woolf son importantes y siguen vigentes”. Sin embargo, “pienso que se ha leído mal, que no se trabaja profundamente el texto, que basta con decir Una habitación propia para ser feminista, que se utiliza como  eslogan y que no se analiza todo lo que significa lo que ella escribió”, advirtió.

Glantz Shapiro dijo que, “muchos de los problemas que Woolf plantea en su ensayo siguen sin resolverse no sólo en la escritura, sino en todos los ámbitos de la realidad”.

Enlistó como temas pendientes en México y en el mundo a la violencia de género, el derecho al aborto, el rechazo a la transexualidad y a la unión entre personas del mismo sexo, la androginia o el ser binario —no identificarse con ninguno de los géneros e integrarse dentro de uno tercero— y la decisión sobre la procreación.

“Estamos a casi 100 años de Una habitación propia, a 70 de El segundo sexo (Simone de Beauvoir, 1949), y a muy pocos años de las enseñanzas de Judith Butler y de Rita Segato y todavía tenemos que seguir peleando por miles de cosas muy importantes para las mujeres”, acotó.

La ira contamina el discurso y la escritura

La ira ofusca y confunde, “hoy la excesiva corrección política colinda con la intolerancia y a veces con la injusticia, por ejemplo algunas acciones promovidas por el movimiento conocido como #Me Too”, sin menoscabar su importancia”, dijo Margo Glantz.

“Parecería que por desgracia las mujeres deben seguir siendo feministas aunque muchas hayan tenido un cuarto propio y el equivalente actual a las quinientas libras esterlinas que solicitaba Virginia Woolf”, señaló.

“Me asusta todo tipo de fanatismo, no es valioso y produce fascismo, me da miedo que algunas mujeres caigan en cosas muy negativas por una intolerancia total. Entiendo la cólera femenina por la desigualdad en los derechos, entiendo a veces los destrozos, las palabras groseras y las pintas, no lo justifico, pero las entiendo. Mi generación ha sido pionera en cosas que las mujeres de ahora no toman en cuenta porque creen que descubren el Mediterráneo. Por desgracia, las mujeres seguimos siendo feministas porque no basta con tener una habitación propia y dinero en la bolsa”, alertó la autora de Apariciones.

Finalmente, aseguró que “leer a Virginia Woolf ahora es una cosa muy importante, útil, amena, deliciosa y muy profunda”.

Fuente e imagen:  https://desinformemonos.org/todavia-es-necesario-tener-una-habitacion-propia/

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México: Ante violencia, inician organizaciones Misión Civil de Observación a Chiapas

Organizaciones iniciaron este 7 de diciembre la Misión Civil de Observación a Chiapas (MCO) para documentar las «graves violaciones» a los derechos humanos a comunidades indígenas desplazadas por la violencia paramilitar y las agresiones contra los defensores en la entidad.


Entre las organizaciones que registrarán los atropellos a los pueblos y comunidades hasta el 10 de diciembre se encuentran el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) y la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (Red TDT).

La MCO recorrerá las comunidades de Chiapas ubicadas en los municipios de Chilón, Chalchihuitán, Aldama y Tonalá para documentar las violaciones a derechos humanos y visibilizar la situación de desplazamiento forzado y criminalización contra los defensores de derechos humanos.

«Con la información documentada buscaremos, como organizaciones, reunirnos con autoridades del orden municipal, estatal y federal para promover que se garantice la protección y respeto a los derechos humanos», señaló la Misión.

A continuación el comunicado completo:

En este momento en el Estado de Chiapas, está teniendo lugar una situación de graves violaciones a derechos humanos y agresiones contra muchas personas y organizaciones que trabajan  en la defensa de los derechos humanos y por la paz.

Por un lado, vemos con preocupación el incremento de situaciones que criminalizan, hostigan y amenazan a personas y organizaciones defensoras de derechos humanos, lo que queda ejemplificado en las difamaciones públicas sufridas por el Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa, que han ido escalando hasta llegar, reciententemente, a una pega de carteles en el Palacio Municipal de Tonalá donde se desacredita su labor como personas defensoras.

Por otro lado, vemos con preocupación la continuidad de las agresiones armadas contra el pueblo maya tsotsil en el municipio de Aldama. Dichas agresiones, han resultado en lesiones para  habitantes de la comunidad, así como para  integrantes de una caravana humanitaria organizada para brindar apoyo a la comunidad. Además, como señala el CDH Fray Bartolomé de las Casas: A pesar de que el viernes 27 de noviembre de 2020, nuevamente se firmó el Acuerdo Definitivo entre Aldama y Chenalhó, los ataques de armas de fuego continúan […]. El mismo día de la firma, la Comisión Permanente de los 115 Comuneros y Desplazados de Aldama, reportó agresiones, las cuales se intensificaron este fin de semana.

Esta grave crisis de desplazamiento forzado que se ha vivido por años y en la que la ayuda humanitaria externa es esencial, se ha agravado debido a la pandemia de COVID-19 y la dificultad de acceder a recursos básicos de salud y educación.

La sistematicidad de las violaciones a derechos humanos, así como el riesgo en el que se encuentran personas defensoras nos mantiene en  alerta, observantes de que las diversas autoridades generen las condiciones para garantizar la integridad y vida de las poblaciones indígenas desplazadas, así como de las personas defensoras de derechos humanos.

Por ello, las organizaciones Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de Las Casas”, A.C. (CDH Frayba), Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa A.C. (CDH Digna Ochoa), Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, A.C. (CDH Fray Matías), Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez”, Comité de Derechos Humanos “Fr. Pedro Lorenzo de la Nada”, A.C., Comité de Defensa de las Libertades Indígenas Xi’nich, Voces Mesoamericanas. Acción con Pueblos Migrantes, Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER), Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad, A.C. (CCTI), Centro Kalli Luz Marina A. C., Centro de Derechos Humanos de los Pueblos del Sur de Veracruz Bety Cariño, Asociación Jalisciense de Apoyo a los Grupos Indígenas A.C. (AJAGI), Servicios de Inclusión Integral, A.C. (SEIINAC), en representación de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (Red TDT) (Conformada por 86 organizaciones en 23 estados de la República mexicana), y acompañados por el Servicio Internacional para la Paz (SIPAZ), Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), el Movimiento Sueco por la Reconciliación (SweFOR) y el Colectivo de Observación y Monitoreo del Sureste realizaremos esta Misión Civil de Observación a Chiapas (MCO) del 7 al 10 de diciembre.

Esta MCO hará un recorrido por comunidades de Chiapas ubicadas en los municipios de Chilón, Chalchihuitán, Aldama y Tonalá para documentar violaciones a derechos humanos, así como para visibilizar la situación de desplazamiento forzado y la criminalización contra las personas defensoras de derechos humanos que se viven en el estado. Con la información documentada buscaremos, como organizaciones, reunirnos con autoridades del orden municipal, estatal y federal para promover que se garantice la protección y respeto a los derechos humanos.

Finalmente, la MCO a Chiapas dará una conferencia de prensa virtual el 10 de diciembre —a través de las redes sociales de la Red TDT y de las organizaciones participantes—. En ella se expondrán los resultados de la MCO y se adelantarán las actividades para el seguimiento de las mismas.

Para más información o gestión de entrevistas:
Eber Huitzil – Comunicación, Secretaría Ejecutiva de la Red TDT
55 1796 6731, comunicacion@redtdt.org.mx

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/ante-violencia-inician-organizaciones-mision-civil-de-observacion-a-chiapas/

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Uruguay: Plan de Educación en Derechos Humanos

América del Sur/Uruguay/06-12-2020/Autor(a) y Fuente: www.republica.com.uy

La Comisión Nacional para la Educación en Derechos Humanos y la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia presentaron la rendición de cuentas del Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos 2019-2020. Este jueves 3, fueron expuestos más de sesenta compromisos de 27 instituciones educativas, que incluyeron planes operativos anuales con mesas de diálogo, seminarios y capacitaciones.

En la actividad, desarrollada en formato virtual, participaron el director de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Gonzalo Baroni, la directora de Derechos Humanos de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Gloria Canclini, el consejero de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC) Rodolfo Silveira y el prorrector de la Universidad de la República (Udelar), Juan Cristina.

El plan ejemplifica la continuidad de la política pública y la actual administración trabajará para lograr mayor reconocimiento y accesibilidad para todos los actores de la sociedad, indicó Baroni. Agregó que la educación en derechos humanos es un eje transversal para el MEC, que abarca a todos los ámbitos de la educación y no solo los espacios tradicionales. En ese sentido, se potenció el área que trata la temática para apoyar a las distintas reparticiones.

Para el jerarca también es necesario reflexionar sobre lo ocurrido con el vínculo entre educación y derechos humanos durante la pandemia, analizar las nuevas lógicas de socialización presentadas en este nuevo escenario y su repercusión en los derechos, en la convivencia y en las acciones de todas las personas a lo largo de la vida.

Fuente e Imagen: https://www.republica.com.uy/plan-de-educacion-en-derechos-humanos-id801722/

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Boaventura de Sousa Santos: «El capitalismo no funciona sin sexismo y sin racismo»

Por: Bernarda Llorente

Las tres salidas a la pandemia según Boaventura de Sousa Santos.

El sociólogo y ensayista portugués Boaventura de Sousa Santos es el gran pensador actual de los movimientos sociales, autor de una extensa obra en la que se destacan títulos como «Una epistemología del sur», «Democracia al borde del caos: Ensayo contra la autoflagelación» y «El fin del imperio cognitivo» se ocupa desde hace décadas de radiografiar la vida y los modos de subsistencia de las comunidades más vulnerables, un radio de acción que lo llevó a documentar desde las condiciones de un campo de refugiados en Europa hasta las formas de organización de las comunidades originarias de Amazonia o los barrios populares de Buenos Aires.

Sousa Santos nació hace 80 años en la ciudad portuguesa de Coímbra, donde reside la mitad del año tras haberse jubilado como docente de la Facultad de Economía. Obtuvo un doctorado en sociología de la Universidad Yale y dio clases también en la Facultad de Derecho de la Universidad de Wisconsin-Madison (Estados Unidos), donde pasa la otra mitad del año. En sus textos desmenuza los conceptos clásicos de las ciencias sociales para entender el mundo y los revitaliza con el objetivo de construir saberes «que otorguen visibilidad a los grupos históricamente oprimidos».

«El capitalismo no funciona sin racismo y sin sexismo -destaca el pensador-. Por el contrario, la resistencia no está articulada, está fragmentada, es por eso que muchos partidos de izquierda, con vocación anticapitalista, han sido racistas y sexistas. Incluso algunos movimientos feministas han sido racistas y han sido pro-capitalistas. El problema que enfrentamos es una dominación articulada y una resistencia fragmentada. Así no vamos a salir adelante porque sabemos que la intensificación del modelo es lo que agrava la vida de la gente».

Con un lenguaje directo que atraviesa toda su obra, propone un modelo de intelectual como agente de cambio, Sousa Santos analiza la refundación del estado y la democratización de la democracia . Se considera un «optimista trágico» , por eso cree que la pandemia es una gran oportunidad para replantear el modelo neoliberal, que considera agotado.

–¿Qué futuro podemos esperar después de la pandemia? ¿Cómo seremos capaces de pensar y de construir el mundo post pandemia?

–La pandemia ha creado tal incertidumbre que los gobiernos, los ciudadanos, los sociólogos y los epidemiólogos no saben qué va a pasar. Acabo de publicar «El futuro comienza ahora: de la pandemia a la utopía» y lo que planteo es que esta pandemia marca el inicio del siglo XXI. Tal como el siglo XIX no empezó el 1 de enero de 1800, sino en el 1830 con la Revolución Industrial, o el siglo XX en 1914 con la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa de 1917, el XXI comienza para mí con la pandemia, porque va a inscribirse como una marca muy fuerte en toda la sociabllidad de este siglo. Y lo será porque el modelo de desarrollo, de consumo, de producción que hemos creado, ha llevado a que no sea posible en este momento, por más vacunas que existan, poder salir de ella.

Entraremos en un período de «pandemia intermitente»: confinamos-desconfinamos, donde el virus tendrá mutaciones, habrá una vacuna eficaz y otra no, vendrán otros virus. El neoextractivismo, que es una explotación de la naturaleza sin precedentes, está destruyendo los ciclos vitales de restauración, y por eso los hábitats se ven afectados con la minería a cielo abierto, la agricultura industrial brutal, los insecticidas y pesticidas, la contaminación de los ríos, el desmonte de los bosques… Esto, junto al calentamiento global y la crisis ecológica, es lo que hace que cada vez más los virus pasen de los animales a los humanos. Y los humanos no estamos preparados: no tenemos inmunidad, no tenemos cómo enfrentarlos.

–Hay conciencia sobre la gravedad? ¿Hay salidas?
–Veo tres escenarios posibles y no sé cuál resultará. El primero es el que pusieron a circular fundamentalmente los gobiernos de derecha y de extrema derecha -desde el Reino Unido a los Estados Unidos y Brasil- sosteniendo que esta pandemia es una gripe, que no tiene gravedad, que va a pasar y la sociedad regresará rápidamente a la normalidad. Claro que esta normalidad es el infierno para gran parte de la población mundial. Es la normalidad del hambre, de otras epidemias, de la pobreza, de las barriadas, de la vivienda impropia, de los trabajadores de la calle, de los informales. Es un escenario distópico, muy preocupante. Porque esa «normalidad» significa regresar a condiciones que ya la gente no aguantaba y colmaba las calles de muchos países gritando «basta».

El otro escenario posible es lo que llamo el gatopardismo, en referencia a la novela de Lampedusa, de 1958; la idea es que todo cambie para que todo siga igual. Las clases dominantes hoy están más atentas a la crisis social y económica. Los editoriales del Financial Times son un buen ejemplo de este segundo escenario. Dicen muy claramente que así no se puede continuar. Habrá que moderar un poco la destrucción de la naturaleza y cambiar en algo la matriz energética. Es hacer algunas concesiones para que nada cambie, y que el capitalismo vuelva a ser rentable. Por ello la destrucción de la naturaleza continuará y la crisis ecológica podrá ser retrasada pero no resuelta. Europa se encamina un poco por ese escenario cuando se habla de una transición energética, pero me parece que no va a resolver las cosas. Va a retrasar quizás el descontento, la protesta social, pero no va a poder saldar la cuestión pandémica.

El tercer escenario es, quizás, el menos probable, pero también representa la gran oportunidad que esta pandemia nos ha dado. Es la posibilidad de pensar de otra manera: otro modelo civilizatorio, distinto del que viene desde el siglo XVII y que se profundizó en los últimos 40 años con el neoliberalismo. Con el coronavirus, los sectores privilegiados quedaron más tiempo en sus casas, con sus familias, descubrieron otras maneras de vivir. Claro que fue una minoría, el mundo no es la clase media que puede cumplir con el distanciamiento social, lavarse las manos, usar las mascarillas… la gran mayoría no puede. Esta es la gran oportunidad para empezar una transición hacia un nuevo modelo civilizatorio, porque es imposible hacerlo de un día para otro. Y esa transición empezará en las partes donde haya más consensos. Hace mucho tiempo que este modelo está totalmente roto, desde un punto de vista social, ético y político. No tiene futuro. Es un cambio social, de conocimientos, político y cultural.

Difícil saber cuál escenario prevalecerá. Quizás tengamos una combinación de los tres; en algunas partes del mundo el primero, en otras el segundo, y en algunos países mayores avances. La política del futuro dependerá, fundamentalmente, de qué escenario prevalezca. Es el conflicto vital en las próximas décadas.

–El modelo de transición alimenta la esperanza de una sociedad distinta, pero presupone también replanteos y construcciones políticas diferentes, en términos ideológicos, económicos, modelos de desarrollo, sociales, culturales, diversos. ¿Cuáles serían las utopías frente a tantas distopías?

–Lo peor que el neoliberalismo nos ha creado es la ausencia de alternativa. La idea de que con el fin del socialismo soviético y de la caída del muro de Berlín solo queda el capitalismo. E incluso el capitalismo más antisocial, que es el neoliberalismo dominado por el capital financiero. En Argentina tuvieron una experiencia muy dolorosa con los fondos buitres. Hemos vivido estos 40 años en confinamiento -pandémico y político- encerrados en el neoliberalismo. La pandemia nos da una esperanza de que podemos salir del confinamiento. Nos obliga a confinarnos y simultáneamente nos abre las puertas a alternativas. Porque devela que este modelo está completamente viciado; hay un capitalismo corsario que ha hecho más millonarios a quienes ya lo eran. El dueño de este sistema que estamos usando (Zoom) puede ganar 1500 millones de dólares en un mes y hasta el confinamiento poca gente lo usaba o conocía. O el caso de Jeff Bezos, con Amazon. El aumento de las compras online lo convirtieron en el primer trillonario del mundo. Él y otros siete hombres de Estados Unidos tienen tanta riqueza como los 160 millones más pobres de ese país, que conforman más de la mitad de su población. Esa es la actual concentración de la riqueza en un capitalismo sin conciencia ética. La palabra que se me ocurre en este momento es robo. Hubo robo. Y las falencias de este modelo obligan a cambiar la política y eso nos da una esperanza. Lo que más me molesta hoy en día es la distribución desigual entre el miedo y la esperanza. En las barriadas del mundo las clases populares tienen sobre todo miedo. Luchan, siguen luchando, creativamente. Por ejemplo durante la pandemia protegieron sus comunidades. Pero abandonadas por los estados en gran parte de los países, tienen muy poca esperanza.

–Hablaba del peso que hoy tienen las empresas digitales al haberse convertido en las mayores empresas del planeta, incluso superando en dimensiones económicas y poder a muchísimos países. ¿Las GAFA significan un cambio en la matriz del neoliberalismo actual de cara al futuro? ¿Cómo influye este cambio en nuestras vidas?
–Antes de la pandemia ya estábamos todos hablando de la cuarta revolución industrial, dominada por la inteligencia artificial, la robótica y la automoción. Con las impresiones 3D, la robotización, el enorme desarrollo de las tecnologías digitales, nos volvemos cada vez más dependientes de ellas. El tema es determinar si estas tecnologías son de bien público o de unos pocos propietarios. Ese es el problema ahora. Hay sistemas públicos –por ejemplo el de la ONU- que están impedidos de ser ofrecidos al mundo. Las empresas se niegan porque pretenden seguir con sus negocios. Y son muy pocas… Google, Apple, Facebook, y Amazon (GAFA) y Ali baba en China. Son estas las grandes compañías tecnológicas que hoy dominan el mundo y que no aceptan ser reguladas por nadie. En este momento, por ejemplo, la discusión en el Congreso en los Estados Unidos es clara: Mark Zuckerberg ha dicho que no acepta ser regulado. Y como tienen tanto poder, estas empresas desde su arrogancia pretenden autorregularse de acuerdo a sus intereses.

–Al mismo tiempo su poder traspasa el económico y juega un papel fundamental en la política. Las fake news desparramadas en las redes sociales y la desinformación colaboran a la degradación de pilares estructurales de las democracias.

–Claro, por supuesto. Y además la contradicción es esta… en muchas partes del mundo, por ejemplo en Brasil, en Reino Unido con el Brexit, en el Parlamento Europeo, las fake news y el uso de las tecnologías digitales para producir noticias falsas tuvieron un papel fundamental en los resultados electorales. Bolsonaro -por ejemplo- nunca sería presidente de Brasil sin ellas. ¿Twitter intervino en ese momento como hoy lo hace con Trump en Estados Unidos? No, porque el dueño de Twitter no era brasilero. Twitter intervino cuando era la democracia de Estados Unidos la que estaba en juego. Si fuera la de Bangladesh, la de Sudáfrica, o de Portugal, no importa… es libertad de internet. Pero si estamos en los Estados Unidos, ahí no, ahí vamos a cerrar. Eterna contradicción. Claro que eso puede llevar a una regulación más amplia a nivel global de las redes, pero obviamente que estamos en otro paradigma, en el que tenemos que trabajar con estas tecnologías y al mismo tiempo luchar contra todo el sistema de noticias falsas.

–¿Es posible lograrlo? ¿Desde qué mecanismos?
–Esa es la pregunta. Nosotros partimos en esta transición muy desgastados, muy empobrecidos políticamente, porque la política se empobreció muchísimo en los últimos 40 o 50 años. Porque la política es construir alternativas. En su momento el socialismo y el capitalismo tenían cosas en común, por ejemplo, su relación con la naturaleza. Pero había una opción; con la caída del muro de Berlín nos quedamos sin opción, y entonces los políticos se confinaron al capitalismo y se volvieron mediocres. La política dejó de tener interés -incluso para los jóvenes-, la gente se distanció bastante de ella. Hace poco hablé con algunos que trabajan en vivienda en Brasil, que están interesados en darle una casa digna a la población que está sin techo, casi no participaron en las últimas elecciones municipales. Porque decían mira, vamos a elegir uno u otro, no cambia nada, y ese es el peligro. Que la gente piense que los cambios políticos no cambian nada, que son una forma de gatopardismo. La política tiene que volver a construirse. Pienso que de ahora en adelante lo que deberá diferenciar a la izquierda de la derecha será la capacidad entre los grupos políticos de crear alternativas frente a al capitalismo, alternativas de una sociedad distinta, que puede ser de diferentes matices. Quizás sea una sociedad que vuelva a los intereses de los campesinos y los indígenas del continente. Que tenga una relación más armónica con la naturaleza. El capitalismo no puede tener una relación armónica, porque el capitalismo tiene en su matriz la explotación del trabajo, la explotación de la naturaleza. Entonces la izquierda tiene que tomar una dimensión paradigmática de cambio para otra civilización; la derecha, en cambio, va a gerenciar el presente siempre con los dos primeros escenarios. Esa va a ser la diferencia a futuro.

–Usted habla de varios conceptos que ayudarían a transformar las formas de construcción política. Salir de la idea de la utopía como un «todo» para reemplazarla por la de muchas y variadas utopías acordes a la diversidad de realidades y sueños. ¿Cómo se hace para diversificar, segmentar, construir distintas utopías y al mismo tiempo potenciar un proyecto global, que sea capaz de estructurarlas, potenciarlas, unirlas?

–Para mí lo crucial de nuestro tiempo es exactamente esa asimetría entre la dominación que no es simplemente capitalista, sino también colonialista y patriarcal. El capitalismo no funciona sin racismo y sin sexismo, a mi juicio. Por el contrario, la resistencia no está articulada, está fragmentada, es por eso que muchos partidos de izquierda, con vocación anticapitalista, han sido racistas y sexistas. Incluso algunos movimientos feministas han sido racistas y han sido pro-capitalistas. Y algunos movimientos de liberación anti-racial han sido sexistas y han sido pro-capitalistas. El problema que enfrentamos es una dominación articulada y una resistencia fragmentada. Así no vamos a salir adelante porque sabemos que la intensificación del modelo es lo que agrava la vida de la gente, de un modo de dominación que lleva a los otros. En Brasil cuando se intensifica la explotación capitalista, con Temer y después con Bolsonaro, se incrementó de una manera brutal el genocidio de los jóvenes negros en las periferias de las ciudades. Aumentó la violencia doméstica en contra de las mujeres y el feminicidio. O sea, la dominación es particular. Necesitamos de sujetos políticos globales además de los locales, y además de los nacionales. Esta articulación es posible porque cuando los movimientos -Chile o los Black Lives Matter por ejemplo- parten de una demanda, sea feminista o anti-racial, al mismo tiempo, cuando ganan importancia, traen las otras demandas, el hambre o de la desigualdad social. Hoy el movimiento Black Lives Matter tiene una dimensión feminista también, y obviamente de oposición a este modelo capitalista tan desigual e injusto. Yo pienso que tiene que haber un cambio. En la dimensión local hay que volver a las barriadas. Hoy son los pastores evangélicos quienes hablan con la gente y les dicen que hay que votar a la derecha. Por eso pienso que no es solo la organización, sino también la cultura política la que necesita cambios.

–¿Qué prácticas y estrategias deberían modificar o reforzar los partidos y los movimientos sociales frente a esta nueva etapa? ¿Están preparados para el cambio?

–¿Si me preguntan si los partidos opositores tienen ese perfil hoy? No, no lo tienen. Deben cambiar. Los partidos de izquierda se acostumbraron a esta dialéctica oposición-gobierno, ¿no? Y durante 40 años esa dinámica no tuvo alternativa civilizatoria, no se pudo pensar nada más allá del capitalismo. Independientemente del perfil ideológico de los gobiernos, hasta marzo las primeras páginas de los periódicos eran ocupadas por los economistas y las finanzas. Ahora con la pandemia son los médicos, los epidemiólogos, los virólogos. La pandemia nos obligó a cambiar. Entonces, creo que hay que ver otro modo de hacer política y otra manera de gerenciar la política. Yo pienso que parte de las izquierdas deben acostumbrarse a ser oposición para luego saber reconstruir. Tienen que ayudar a mejorar la vida de la gente. Pero las instituciones actualmente no permiten eso, porque tenemos todo un entorno global que no te deja, por ejemplo el capitalismo financiero. Entonces tendremos que encontrar otra forma de gobierno y hay que empezar a pensar en esa dimensión global.

Conversación entre la socióloga Silvia Rivera Cusicanqui y el director del proyecto ALICE, Boaventura de Sousa Santos. 

¿Y cuál sería el rol de las oposiciones? ¿Cómo construirse desde otras lógicas?
–La política de gobierno es una parte de la política: fuera de eso tienes que tener otra política que es extra institucional, que no está en las instituciones sino en la formación de la gente, en la educación, en las calles, en las protestas pacíficas. Miren lo que está pasando en Chile antes de esta pandemia; fueron las mujeres, sobre todo, y los movimientos sociales. Ellos tuvieron un papel fundamental para traer a las calles cosas que la política misma no estaba dispuesta a hacer. Los partidos de izquierda, por increíble que parezca, no habían incluido en sus proyectos la causa mapuche cuando los mapuches habían sufrido con huelgas y asesinatos, y habían sido la oposición a los gobiernos de Chile. Y todavía están abandonados. Es necesario una protesta y un movimiento popular constituyente, donde las mujeres tengan un papel muy importante para tener en la política una gestión plurinacional. Los partidos son importantes pero los movimientos son igual de importantes. Tiene que haber una relación mas horizontal entre ambos.

–¿La protesta, la calle, sigue siendo una de las principales herramientas de visibilización y resonancia política?

–Las comunidades siguen teniendo una gran creatividad y esto forma parte de un movimiento de izquierda reconstruida, más abierta a toda esta creatividad comunitaria. No son simplemente las calles y las plazas, es la vivencia comunitaria que tendremos que intensificar. Porque las calles no son un emporio de las izquierdas, en esta década vamos a ver calles llenas de gente de extrema derecha. Yo vi a la extrema derecha entrar en las manifestaciones en Brasil. Las consignas de la izquierda, aprovechadas por la extrema derecha, y después dominando toda la protesta. Aquí en Europa sabemos muy bien eso, los Estados Unidos hoy, la gente contra Biden que no es propiamente de izquierda, y por otro lado los Prat Boys de la extrema derecha organizada y militarizada que ocupa las calles, y que va a hacer la política extraconstitucional, de las calles, de las protestas.

–En Argentina se ha hablado mucho de «la grieta» como si fuera un fenómeno «nacional», único. Cuando se mira al mundo la polarización, sin embargo, parece ser el signo de estos tiempos. ¿Cómo afecta esta situación el funcionamiento de la democracia?
–A mi juicio, durante mucho tiempo la teoría democrática, la idea más valiente, más segura, era que las democracias se sostienen en una clase media fuerte. Claro que yo, estando en Portugal, trabajando en África y en América Latina, no veía clases medias fuertes, lo que realmente veía era desigualdad social. Siempre me sentí como un demócrata radical, o sea, la democracia es mala porque es poca. Hay que ampliar la democracia en las calles, en las familias, en las fábricas, en la vida universitaria, en la educación. Entonces esta idea de que la polarización es contraria a la democracia, me parece que es cada vez más evidente cuando hablamos de democracia liberal. Sólo tiene sentido, o se refuerza, con una democracia participativa, con otras formas de participación de la gente que no sean democracias electorales, porque si son solo democracias electorales van a seguir eligiendo anti demócratas como Trump, Bolsonaro, Iván Duque, como tantos otros. Por eso la democracia muere democráticamente, por elección, por vía electoral. Hitler ganó dos elecciones en 1932, antes de su golpe. Creo que hay que fortalecer esa democracia con democracias participativas. La polarización, la desigualdad, provienen de esta polarización de la riqueza sin precedentes que hoy tenemos. A mayor desigualdad en la vida económica y social, más racismo, más discriminación y más sexismo. Entonces estamos en una sociedad en retroceso a nivel mundial, en retroceso reaccionario, donde el capitalismo es cada vez más desigual, más racista y más sexista. Esta es la realidad que tenemos hoy.

–¿Como sería la forma de avanzar hacia una mayor participación, imprescindible para recomponer las democracias, con la exclusión social que arroja un modelo tan concentrado y desigual?
–Tenemos que pensar en la transición. Y hoy debemos contar con políticas sociales, romper con el neoliberalismo, y para eso es necesario una reforma fiscal. Es inaceptable que los pobres y la clase media paguen 40% de impuestos, y los ricos el 1%. Que Trump haya erogado de impuestos federales 765 dólares, es impensable. Tiene que haber una reforma fiscal para dar políticas de educación, de salud. La otra cuestión es política, necesitamos una reforma constituyente. Las constituciones que tenemos congelaron una sociedad segmentada, no solo desde un punto de vista capitalista sino también racista y sexista. Tenemos que refundar el Estado. Los únicos países que tuvieron reforma política fueron Bolivia y Ecuador, e igual fracasaron. La misma idea fracasa muchas veces antes de tener éxito, antes de hacer historia. Los derechos de la madre Tierra, por ejemplo, no tuvo muchos resultados en Ecuador, pero veamos lo que pasó en Nueva Zelanda. Jacinda Arden, la primera ministra, una mujer fabulosa, la líder mundial en este momento después del Papa diría yo, esta señora promulgó una ley sobre los derechos humanos del río sagrado de los indígenas, y no fue simplemente eso, ha dado plata para regenerar, revitalizar los ciclos vitales del río. Es una revolución que no logró efecto en Ecuador, en Bolivia, en Colombia, como sí en Nueva Zelanda. Debemos articular los conflictos sociales con esa idea de Naturaleza porque esta es territorio, cultura, memoria, pasado, espíritu, conocimiento, incluso sentimiento paisaje».

Pienso que las constituyentes van a ser un marco del futuro para deslegitimar el neoliberalismo y volver a la soberanía popular que va a permitir la soberanía alimentaria, que muchos países no tienen hoy. soberanía industrial, ¿cómo es posible que los Estados Unidos no produzcan mascarillas ni guantes, ni respiradores? Por eso, ¿es un país desarrollado? No sé. Sudáfrica ha defendido mejor la vida de la gente que los Estados Unidos.

–El gobierno de Alberto Fernández comenzó en diciembre y tres meses más tarde debió enfrentar la pandemia, a la que se sumó la herencia de un país endeudado y una economía destruida. ¿Qué nos recomendaría a los argentinos, a los latinoamericanos, en este momento?

–Yo soy un intelectual de retaguardia, no de vanguardia. No doy consejos: mi solidaridad, que es grande, es conversar con la gente. Yo pienso que es un continente en el que siempre ha habido una creatividad política enorme, y estas experiencias han dejado cosas muy interesantes. He hablado de Chile, también Bolivia, las elecciones ahora en Brasil. Alberto Fernández es un caso muy interesante y los describe mi último libro, porque es el único presidente que llega al poder y después viene la pandemia. Viene con un programa, pero el programa se vuelve la pandemia. Alberto Fernández tuvo un coraje enorme para enfrentarla. Un gran problema es la herencia brutal de neoliberalismo, de destrucción del Estado, de las políticas sociales, de la economía. Esa herencia es brutal y lleva tiempo la reconstrucción. Además, es una sociedad muy movilizada, con movimientos sociales y populares fuertes, el de mujeres es fortísimo y en estos días se expresa en la lucha por el aborto legal. Hay toda una sociedad muy creativa, y eso se nota. Esta es una gran oportunidad para repensar un poco la política y para volver a una articulación continental; yo pienso que la idea de matriz de articulación regional, como el ALCA, o UNASUR, fueron muy interesantes. Esta semana mirá lo que China y los países asiáticos están haciendo: el más grande conjunto de libre comercio, de articulación económica. Sin los Estados Unidos, y sin Europa; es mucho más grande que cualquier acuerdo europeo, mucho más grande que el tratado entre Estados Unidos, México y Canadá. Entonces, ¿por qué no entender que el continente no es el patio trasero de los Estados Unidos? Y tiene que tener más autonomía, porque son todos de desarrollo intermedio, de mucha población. Hay que reinventar y en este momento, sobre todo, hay que hacer una autocrítica. A las personas de izquierda no les gusta, porque viene de la época de Stalin, pero la autocrítica es la auto reflexión, es repensar las izquierdas.

América Latina: el patio trasero

Para entender los procesos políticos latinoamericanos, Boaventura de Sousa Santos pone la lupa en las asimetrías, en lo cultural. Estudia las democracias tribales, mira las economías urbanas, critica los sistemas educativos, se enfoca en lo múltiple, lo pluricultural. Sostiene que el Estado tiene que ser refundado porque esta democracia liberal ha llegado a su límite. Dice que las izquierdas del Norte global sean eurocéntricas no es novedad, pero que las izquierdas del sur sean racistas con los pueblos indígenas y afrodescendientes, es producto de la exclusión que produjo el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado.

–¿Cómo deberían plasmarse estos cambios en América Latina, la cual aparece como una Región en disputa?

–Es esperanzador lo que está ocurriendo y nos tiene que llevar a reflexionar. Por ejemplo, el caso de Bolivia, es el único país que tiene la mayoría indígena del continente, 60% de la población. Yo pienso que los occidentales de izquierda, nosotros los blancos de izquierda, intelectuales, no entendemos los pueblos indígenas. Hay que ser muy humildes, porque no tenemos conceptos. Cuando ganó el MAS de nuevo, la sorpresa fue enorme, porque no imaginaban que los indígenas volverían tan rápido al gobierno. Porque no entienden el alma indígena. Después de la salida de Evo reconstruyeron el MAS, los liderazgos, se animaron de otra manera, con otra gente.

–¿Hubo reflexión? ¿Hubo aprendizaje?

–Estamos repensando todo y las cosas están cambiando. El contexto internacional de esos años hasta el 2014 permitió que en algunos países de América Latina como Brasil o Argentina la gente fuera menos pobre, sin que los ricos dejaran de enriquecerse. Hubo políticas de redistribución por parte de los gobiernos populares pero el ciclo de las comodities cambió y los modelos entraron en crisis. Cualquiera que hayan sido los errores cometidos en los procesos populares, sabemos que no pueden repetirse. Porque los precios de los commodities no están como estaban, porque las condiciones son muy distintas, y porque hay una deslegitimación de todo el modelo neoextractivista. La agricultura industrial tiene que disminuir, puede ser una transición, pero debe lograrse; si no diversificamos la economía, es un desastre. Eso ya lo sabemos. Me parece que ahora estamos en un punto de repensar las cosas. Con Alberto Fernández en Argentina, AMLO en México, son las dos esperanzas. AMLO es un poco más complejo que Alberto, a mi juicio. Tenemos bastantes avances en Chile, y la corriente para iniciar el proceso constituyente, que va a ser muy conflictiva de aquí en adelante. Entonces me parece que las cosas están cambiando, y que de alguna manera en América Latina se están dando respuestas porque la gente está, los movimientos sociales siguen luchando, aunque sea en pésimas condiciones como en Colombia.

* Bernarda Llorente es la presidenta de la agencia Télam.

Fuente e Imagen: https://www.pagina12.com.ar/310091-las-tres-salidas-a-la-pandemia-segun-boaventura-de-sousa-san?fbclid=IwAR01AdDxT7vczxuczoBqghynuUcPlsTWyYRFm37D_3YWPmtbT2YOuPs_mHQ

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Puerto Rico: RUM distribuye $2.5 millones del Cares Act Institucional a sus estudiantes

América Central/Puerto Rico/06-12-2020/Autor(a) y Fuente: www.metro.pr

Los fondos se repartirán el próximo semestre de enero 2021.

El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), de la Universidad de Puerto Rico (UPR), reservó $2.5 millones de la segunda parte del «Cares Act Higher Education Emergency Relief Fund- Institutional Portion» (CARES) para otorgar ayudas a estudiantes con problemas económicos relacionados con la pandemia.

De esa partida, el RUM distribuyó ayudas de $800.00 a 2,300 estudiantes que totalizan a $1,840,000. Los restantes $660 mil, se distribuirán el próximo semestre, también para alumnos con necesidad económica. Estas dádivas se añaden a las previamente asignadas en la primera parte del CARES, destinada exclusivamente a asistencia a los estudiantes, en la que se distribuyeron $9,829,063 a 10,654 alumnos.

El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), de la Universidad de Puerto Rico (UPR), reservó $2.5 millones de la segunda parte del «Cares Act Higher Education Emergency Relief Fund- Institutional Portion» (CARES) para otorgar ayudas a estudiantes con problemas económicos relacionados con la pandemia.

De esa partida, el RUM distribuyó ayudas de $800.00 a 2,300 estudiantes que totalizan a $1,840,000. Los restantes $660 mil, se distribuirán el próximo semestre, también para alumnos con necesidad económica. Estas dádivas se añaden a las previamente asignadas en la primera parte del CARES, destinada exclusivamente a asistencia a los estudiantes, en la que se distribuyeron $9,829,063 a 10,654 alumnos.

“Con la segunda parte del Cares Act, que se otorgó para proyectos institucionales, separamos $3.5 millones para apoyo al estudiantado. De estos, $2.5 millones para becas. Hasta el momento, hemos impactado a 300 estudiantes de nuevo ingreso, 1,800 subgraduados, y 200 graduados, quienes ya recibieron la ayuda económica de $800. El restante millón, se destinó para la compra de equipos, que se prestarían, igualmente, a los jóvenes con necesidad de esas herramientas”, indicó el doctor Agustín Rullán Toro, rector del RUM.

Asimismo, el doctor Jorge Haddock, el presidente de la UPR, indicó que continúan identificando recursos para ayudar a toda la comunidad universitaria y maximizar la experiencia de enseñanza y aprendizaje.

“Como principal centro docente y científico de la isla ofrecemos alternativas y brindamos apoyo a nuestros estudiantes con esta ayuda. La pandemia provocada por el COVID-19 cambió el contexto social en el que nos desarrollamos y eso, a su vez, generó nuevos retos para todos los integrantes de nuestra comunidad universitaria.Continuaremos impulsando, con empatía y compromiso, otras iniciativas para apoyar las gestiones diarias; así, promovemos el máximo desarrollo académico y profesional de nuestros estudiantes y docentes”, afirmó Haddock, al tiempo que agradeció al rector Rullán Toro, así como a su equipo de trabajo, por dar prioridad al bienestar y ayuda para los alumnos.

Por su parte, el doctor Jonathan Muñoz Barreto, decano de estudiantes y líder del Comité del RUM que estipuló la distribución de fondos institucionales, afirmó que para el equipo de trabajo fue bien importante separar una porción adicional para los alumnos.

“Sabemos los retos que han enfrentado nuestros estudiantes en estos tiempos tan diferentes que experimentamos a nivel mundial, por ese motivo, aunque esta segunda porción de fondos Cares iba destinada a otras necesidades de los centros docentes, vimos necesario seguir el apoyo a nuestros alumnos, nuestra razón de ser”, sostuvo.

Fuente e Imagen: https://www.metro.pr/pr/noticias/2020/12/05/rum-distribuye-2-5-millones-del-cares-act-institucional-a-sus-estudiantes.html

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Mundo: ¿Volverán todos a la oficina o seguirán en teletrabajo?

Mundo/06-12-2020/Autor(a) y Fuente: www.elsalvador.com

Fundador de Zoom cree que tras la pandemia habrá modelo híbrido de trabajo.

El fundador y consejero delegado de Zoom, Eric Yuan, cree que cuando acabe la pandemia no se volverá completamente al trabajo presencial y se adoptará un modelo híbrido en el que el teletrabajo todavía estará presente.

“Digamos que la pandemia acaba mañana. ¿Volvemos todos a la oficina? No creo que todos los empleados vuelvan. Es muy probable que tengamos un modelo híbrido”, dijo durante una intervención en la Web Summit de Lisboa, que este año se realiza de forma virtual.

El empresario de origen chino defendió que la forma en que se trabaja, se vive y se aprende “es muy diferente ahora” y, por eso, considera que plataformas como Zoom seguirán teniendo un papel importante cuando acabe la pandemia.

“Es bueno para el cambio climático y para la productividad”, subrayó Yuan, que también consideró que en el futuro se harán menos viajes de negocios porque muchos de ellos se pueden solucionar por videoconferencia.

Por ello, se mantiene optimista sobre el futuro de su plataforma, a pesar de la fuerte caída que sufrió en bolsa cuando se anunciaron avances sobre la vacuna para el coronavirus, y cree que no se utilizará sólo para trabajar, también mantendrá otros usos, como las clases escolares.

Yuan confesó que su equipo nunca imaginó que Zoom se iba a disparar tanto este año, en el que pasó de 10 millones de participantes diarios antes de la pandemia a 300 millones en abril.

“Pensábamos que 2020 sería como 2019”, aseguró el empresario, que reconoció que por un lado estaban “emocionados”, pero por otro se preguntaban cómo podrían sostener tanto crecimiento: “Tuvimos que aprender a reaccionar muy rápido”, dijo.

El líder de Zoom recordó cómo fue su llegada a Silicon Valley (California, EE.UU.) con 27 años y las veces que rechazaron su idea para crear la plataforma que hoy le ha hecho multimillonario, aunque confesó que no se acuerda de cuántas: “Fueron muchas”, bromeó.

Con una experiencia de éxito a sus espaldas, dejó un mensaje para los emprendedores que quieren poner en marcha un proyecto: “Si tienes una idea, no dudes, simplemente hazlo”.

Pero avisó de que es necesario ser paciente y no pensar en el éxito desde el principio, ya que “construir un negocio sostenible es un viaje largo”.

Eric Yuan es uno de los principales oradores de esta edición de la Web Summit, la mayor conferencia tecnológica de Europa, en la que participan de forma virtual unas 100,000 personas. EFE

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/negocios/teletrabajo-zoom-pandemia/783208/2020/
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Este es el impacto que ha tenido la pandemia en la niñez del mundo

Mundo/06-12-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Cerca de 6,7 millones de niños más podrían sufrir retrasos en su crecimiento y malnutrición debido a los impactos socioeconómicos del COVID-19. 1.500 millones de niños no han ido a la escuela, lo que ha provocado una crisis educativa.

Si bien se considera que los niños tienen un riesgo bajo de contraer una infección grave por COVID-19, la pandemia ha afectado sus vidas de innumerables formas. Por ejemplo, de acuerdo con el Foro Económico Mundial, 1.500 millones de niños no han ido a la escuela, lo que ha provocado una crisis educativa, unos 370 millones de niños han perdido las comidas escolares gratuitas (que en Colombia equivaldrían al Programa de Alimentación Escolar-PAE) y 80 millones de niños menores de un año podrían estar en riesgo de contraer otras enfermedades debido a la interrupción de los programas de inmunización.

Así es como el coronavirus ha afectado la vida de los jóvenes de todo el mundo, especialmente a los más pobres:

1. Malnutrición

En marzo de 2020, cuando la pandemia aún estaba en su infancia, la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y el Grupo del Banco Mundial publicaron sus estimaciones conjuntas de desnutrición, que analizaban el retraso en el crecimiento, la emaciación y la obesidad.

En 2019, 47 millones de niños menores de cinco años sufrían emaciación, y 14,3 millones sufrían emaciación grave. La falta de nutrientes y / o enfermedades pueden causar emaciación, lo que reduce la inmunidad de los niños, conduce a retrasos en el desarrollo a largo plazo y es potencialmente mortal en su forma más grave. “Estos niños necesitan alimentación, tratamiento y cuidados urgentes para sobrevivir”, dice el informe.

Otros 6,7 millones de niños menores de cinco años podrían sufrir emaciación debido al impacto socioeconómico de la pandemia, advirtió UNICEF en un informe más reciente. “Cada vez es más evidente que las repercusiones de la pandemia están causando más daño a los niños que la propia enfermedad”, dijo Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF.

“Las tasas de pobreza e inseguridad alimentaria de los hogares han aumentado. Se han interrumpido las cadenas de suministro y los servicios de nutrición esenciales. Los precios de los alimentos se han disparado. Como resultado, la calidad de la dieta de los niños ha disminuido y las tasas de desnutrición aumentarán “.

2. Educación

En agosto, más de mil millones de niños en todo el mundo seguían afectados por el cierre de escuelas. En marzo, esa cifra era de más de 1.500 millones, según la UNESCO, o el 94% de los estudiantes jóvenes del mundo, con hasta un 99% en países de ingresos bajos y medianos bajos.

Antes de COVID-19, la cantidad de niños que no asistían a la educación era de más de 250 millones. El Policy Brief de la ONU “Educación durante COVID-19 y más allá” advierte sobre una crisis de aprendizaje, en la que otros 23,8 millones de niños y jóvenes “pueden abandonar la escuela o no tener acceso a la escuela el próximo año debido únicamente al impacto económico de la pandemia”. El Banco Mundial estima que esta generación de estudiantes perderá $ 10 billones en ganancias con el tiempo.

El movimiento Salvemos nuestro futuro, una coalición mundial guiada por la UNESCO, UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), pide a los líderes que den prioridad a la educación a medida que se reconstruyen mejor después de la pandemia.

3. Refrigerios

En el pico de la pandemia, el cierre de escuelas en todo el mundo significó que 370 millones de niños no recibieran comidas escolares gratuitas.

4. Salud Mental

Durante el encierro en el Reino Unido, la salud mental de los niños pequeños se resintió, y los padres de niños de cuatro a diez años informaron un aumento en el apego y la preocupación. Una encuesta de la Universidad de Oxford pidió a más de 10,000 padres que registraran el comportamiento de sus hijos y cómo se sentían, durante un período de un mes encerrados.

Las dificultades emocionales aumentaron para los niños menores de 10, y también los comportamientos difíciles y la atención. Al comentar sobre la investigación, Tom Madders, director de campañas de YoungMinds, dijo que sugería que “a muchos niños más pequeños les resulta cada vez más difícil de sobrellevar a medida que avanza el período de bloqueo, lo que puede deberse a la soledad, los temores sobre el coronavirus o la pérdida de las rutinas y el apoyo que viene con la escuela”.

Hoy en día, el 99% de los niños del mundo viven bajo algún tipo de límite de movimiento relacionado con la pandemia; El 60% vive en países bajo bloqueo total o parcial y 1.500 millones de niños no van a la escuela. Esto es especialmente trágico para los niños más pobres, que dependen de los programas de alimentación escolar para su única comida diaria constante.

Los niños más pequeños corren un gran riesgo, ya que los altos niveles de estrés y aislamiento pueden afectar el desarrollo del cerebro, a veces con consecuencias irreparables a largo plazo. Muchos niños y jóvenes también se enfrentan a separaciones familiares, al cuidado de parientes enfermos e incluso a la muerte de seres queridos.

Las niñas se ven particularmente afectadas, con medidas de contención que dan como resultado un aumento de la violencia de género, el embarazo infantil e incluso el matrimonio infantil. Todo esto mientras asume una mayor responsabilidad en las tareas del hogar y en el cuidado de los familiares.

Es posible que no se llegue a los niños y familias migrantes y desplazados con información vital en un idioma que entiendan, lo que alimenta la ansiedad.

5. Vacunas

Se cree que alrededor de 80 millones de niños menores de un año corren un mayor riesgo de contraer enfermedades como el sarampión, ya que COVID-19 ha interrumpido las campañas de vacunación. Los datos de la OMS, UNICEF y Gavi, la Alianza de Vacunas, mostraron que los servicios de inmunización de rutina contra enfermedades como la poliomielitis y la difteria se habían visto afectados en al menos 68 países desde marzo.

“Más niños en más países están ahora protegidos contra más enfermedades prevenibles con vacunas que en cualquier otro momento de la historia Debido a COVID-19, este inmenso progreso ahora está amenazado, con el riesgo de que resurjan enfermedades como el sarampión y la poliomielitis. Mantener los programas de inmunización no solo evitará más brotes, sino que también garantizará que tengamos la infraestructura que necesitamos para implementar una eventual vacuna COVID-19 a escala mundial”, dijo el Dr. Seth Berkley, director ejecutivo de Gavi.

La advertencia se produjo antes de una Cumbre Mundial sobre Vacunas en Londres el 4 de junio, que recaudó $ 8,8 mil millones en promesas para ayudar a Gavi a proteger a 300 millones de niños en 68 países de bajos ingresos contra enfermedades mortales entre 2021 y 25.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/impacto-que-ha-tenido-la-pandemia-en-la-ninez-del-mundo/

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