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Pensar el mundo para transformar la escuela

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  • Educar por el futuro es un proyecto que está dando sus primeros pasos. Una iniciativa que pretende hacer pensar y crear en relación a la emergencia climática. Con esta premisa, centros de primaria, secundaria y adultos de la Comunitat Valenciana están trabajando en participación y creatividad para generar nuevos mundos posibles.

La ubicación del centro educativo obliga al desplazamiento de personas desde diferentes puntos geográficos. Tal vez una buena idea para evitar el impacto ambiental de tanto viaje es que el centro tenga diferentes sedes y así se minimicen. O que cuente con un servicio de préstamo de bicicletas entre el estudiantado para que no se usen medios de transporte contaminantes.

Estas son solo algunas de las ideas que estudiantes de diferentes niveles han podido «inventar» cuando se les ha enfrentado con la necesidad de buscar soluciones a dilemas posibles. Una búsqueda que forma parte del proyecto Educar por el futuro que se está desarrollando durante estos primeros meses de curso y hasta mediados de febrero en diferentes centros de la Comunitat Valenciana dentro de la red Planea.

Un proyecto casi relámpago. Comenzó en octubre y casi cierra sus actividades este mes de diciembre. Todavía quedarán algunas últimas citas en los primeros meses de 2022, pero el trabajo «gordo» ya estará hecho para entonces.

Educar por el futuro, una iniciativa de la Red Planea que se ha estado desarrollando en la Comunitat Valenciana de la mano del Consorci de Museos y de Permea, trata de hacer reflexionar a los claustros y al alumnado sobre la emergencia climática para, desde ese lugar, imaginar futuros posibles; futuros utópicos en los que poder habitar con una mayor armonía con el entorno. Y desde ese pensar futuros positivos posibles, intentar transformar el entorno de los centros educativos y la relación entre ambos.

«El material se plantea como un explosivo que dejas en el centro». Así lo ve Coloma Mestre. Es profesora en el centro de formación de personas adultas Vicent Ventura, en Valencia. Es uno de los que desde hace unos meses se ha embarcado en este proyecto.

Ese explosivo que llega al centro ha sido diseñado por Audrey Lingstuyl y Michael Urrea, diseñadores y expertos en comuncación. Y lo han diseñado para que se utilice en diferentes fases. Como explica Coloma, en la primera hay una serie de «cartas», como si fuera una baraja. En cada una de ellas hay un texto sobre el que el alumnado tiene que realizar una reflexión; por ejemplo, imanginar un mundo en el que no hubiera humanos, o pensar en los millones de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo.

La segunda, cuenta Teresa Rodríguez Maturana, profesora de otro centro de personas adultas, el Giner de los Ríos, en Alicante, tiene que ver con que cada estudiante ha de escribir un relato sobre una base también fijada en una serie de tarjetas que le marcan un «futuro», un «reto» y una «cosa». «La idea es que pienses un futuro en le que tienes un reto que puedes solventar con una cosa», comenta la docente.

Ambos centros, como el resto de los que participan, llevan ritmos diferentes en el desarrollo. En el de Valencia, habían adelantado un poco más, mientras que en el de Alicante, todavía no se habían puesto a escribir del todo. Ambas docentes destacan lo interesante de esta fase de escritura, para fomentar la creatividad, por ejemplo. El objetivo, comentan, es que los futuros de los que hablen los relatos no sean distópicos, sino utópicos; dirigir esa creatividad hacia una acción de mejora y no que se quede en una parálisis provocada por la posibilidad de un futuro negro.

Una vez que se pase esta fase creativa, de redacción de relatos, vendrá el gran acuerdo de tranformación. Una propuesta de cambios posibles en los diferentes centros educativos que respondan a la crisis climática y, también, que modifiquen la relación que tienen cada uno de ellos con el entorno en el que se enmarcan.

El objetivo es que esta fase estuviera terminada en este mes de diciembre. Ambas docentes coinciden en que los tiempos con los que están trabajando son un poco escasos, que una transformación de centro se tarda un poco más en idearla. Aunque, en cualquier caso, están satisfechas con lo que han hecho hasta ahora y con el material del proyecto y ven como una posibilidad seguir desarrollando el proyecto en años venideros, de manera que pudiera ir creciendo.

Desde lugares alejados tienen visiones similares del trabajo que tienen entre manos. Como comenta Natxo Presencio del Diego, director del CFPA Giner de los Ríos, el proyecto del centro que dirige es ser un facilitador, un abridor de puertas para un alumnado que en buena medida viene rebotado de un sistema educativo que no ha podido o sabido darle respuesta o respaldo. Chavales que salieron de la educación en cuanto pudieron y que, pasado cierto tiempo, han vuelto, por ejemplo. Chavales y no tan chavales con historias de vida muy complejas que, principalmente, lo que necesitan es un título que les permita o trabajar o acceder a estudios de siguiente nivel.

«Cualquier estímulo que podamos darles será bienvenido», resume para explicar el porqué se ha metido en este berenjenal. Un motivo nada desdeñable al pensar que el centro tiene 25 docentes, de los cuales cuatro tienen destino definitivo (el resto se irá el próximo curso). Entre todos ellos, unos más que otros, gestionan, además de las materias y las clases, los módulos y los proyectos, toda la burocracia administrativa del centro (tienen a unas 1.400 personas inscritas). La formación de personas adultas no cuenta con la posibilidad de tener personal de administración.

«Intentamos que la gente que pasa por la escuela no lo haga solo con una manera finalista de sacarse un título, sino que la experiencia de estar aquí le aporte experiencias que normalmente, si no pasa por ahí, seguramente por su perfil, no tendría». Así lo entiende Coloma Mestre al hablar del trabajo que hacen desde los CFPA.

Se trata de una tipología de alumnado muy diferente a la que tiene Rosana Soler. Es profesora de filosofía del IES Barri del Carme, de Valencia. En su caso está trabajando casi en solitario, desde la asignatura de Valores Éticos con su alumnado de secundaria obligatoria. Está «encantada», dice, con elementos como el protagonismo que adquieren chicas y chicos, o el trabajo en grupo al que están obligados. Cree, eso sí, que es más fácil trabajar con 3º y 4º curso que con los dos primeros. «Los chavales entienden mejor, les gustra, están motivados y hacen algo fuera de lo normal», explica. «Los materiales artísticos dan otra perspectiva, obligan a situarse en otro lugar», comenta.

Una de las ventajas que tienen los centros de formación de personas adultas es que tienen un mayor margen de maniobra para moldear el currículo y hacer encajar el proyecto en el trabajo que hacen. Algo que para Rosana Soler es más complejo. Esta es la razón por la que ella está trabajando sola en el centro. Otros compañeros, explica, como los de dibujo, lo intentaron, pero no era fácil cuadrar el proyecto con la materia. Sin embargo, el temario de Valores es lo suficientemente amplio como para dar cabida a los temas y técnicas que el proyecto plantea.

En el caso de los CFPA ya habían trabajado y trabajan con las artes de una manera u otra: paseos literarios, cursos de escritura, teatro, música… En el caso del Vicent Ventura, comenta Coloma Mestre, además de la vertiente artística, en el curso pasado ya habían hecho un proyecto anual de sostenibilidad y, de esta forma, la propuesta de Educar por el futuro les encajaba perfectamente.

Para facilitar el proceso, que han de hacer en el centro las y los docentes en solitario con el alumnado, se han desarrollado diferentes reuniones telemáticas en las que han participado todos los centros educativos así como representantes de la red Planea y también las y los artistas que diseñaron los materiales de la caja.

En dichas reuniones los centros han expuesto sus diferentes avances y, además, han recibido formación e información de los siguientes pasos que debían ir siguiendo a lo largo del proyecto.

Allá por febrero o inicios de marzo habrá una reunión presencial en la que estarán las  los docentes de los centros participantes para hacer una puesta en común de los diferentes resultados, de los proyectos de transformación que se hayan acordado en colegios, institutos o centros de adultos. Habrá que ver la forma en la que dichos cambios llegan a materializarse después.

Creación del material

Audrey Lingstuyl y Michael Urrea han sido los encargados de diseñar los materiales que componen el kit que se ha enviado a los centros. Un “detonante”, lo llaman, para generar tiempos y espacios para que las y los chavales, en realidad, la comunidad educativa, pueda pensar, reflexionar sobre los retos que tenemos sobre la mesa en relación a la emergencia climática.

Audrey y Michael son los responsables Äther Studio, una empresa que se dedica, en buena medida, a temas de diseño y comunicación. Se han pasado más o menos un años trabajando en la construcción de los materiales del kit. Primero sobre la premisa de que sería utilizado por un solo centro; después, tras un cambio de planes, para que se utilizara en varios centros de formación de personas adultas. Por último, para que lo pudiera utilizar cualquier centro educativo. De hecho, asegura Audrey, se puede utilizar en contextos que vayan más allá de la educación.

En cualquier caso le han dado las vueltas suficientes al material como para que sea muy versátil y relativamente fácil de utilizar por parte de cualquier docente. Los hay de Filosofía o del ámbito comunicativo. También del científico.

Si algo han sacado en claro en este año de trabajo, así como en las diferentes sesiones que han tenido con el profesorado que ha participado o en las jornadas a las que han podido asistir in situ es que el alumnado demanda, de una manera u otra estos espacios de reflexión. No solo sobre temas ambientales, que también. En general destacan la necesidades de tiempos para hablar de asuntos que les preocupan y que han ido perdiendo en los centros educativos. Centros que, a base de cambios legislativos, también han perdido el peso de las materias relacionadas con la filosofía y el pensamiento.

En cualquier caso, Audrey y Michael se encuentran muy satisfechos. No solo por el trabajo que ellos mismos han desarrollado, sino por cómo se utiliza en cada uno de los centros que participa. Han tenido, hasta la fecha, tres sesiones formativas con los centros. Esa era la idea. Formarles en el uso de cada uno de los materiales. Pero tras la primera de esas reuniones, el resto se han convertido también en las sesiones en las que docentes de diferentes lugares y condiciones han podido intercambiar sus experiencias, saber qué ha funcionado y qué no, hablar sobre qué ideas más o menos locas han desarrollado las y los estudiantes en función de las propuestas.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/arteyeducacion/2021/12/12/pensar-el-mundo-para-transformar-la-escuela/
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La sorprendente caída de la creatividad entre los adolescentes detectada por la OCDE

¿Qué hace que los jóvenes de 15 años se sientan menos creativos, curiosos, persistentes y responsables que los de 10 años? ¿Y cuáles podrían ser las consecuencias de esto para su futuro?

Estas son algunas de las preguntas que aborda un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre habilidades socioemocionales que se consideran cruciales para el desarrollo presente y futuro de los niños y jóvenes en edad escolar.

Para medir estas habilidades a nivel internacional por primera vez, la OCDE realizó una encuesta en diez ciudades: Bogotá y Manizales (Colombia), Daegu (Corea del Sur), Helsinki (Finlandia), Houston (Estados Unidos), Estambul (Turquía), Moscú (Rusia), Ottawa (Canadá), Sintra (Portugal) y Suzhou (China).

Se aplicaron cuestionarios a alumnos de 10 y 15 años sobre sus comportamientos, actitudes y preferencias, para evaluar si veían en sí mismos un conjunto de 15 habilidades socioemocionales: desde la responsabilidad y la curiosidad hasta la perseverancia, resistencia al estrés, cooperación, tolerancia, sociabilidad, autocontrol y creatividad.

Lo que llamó la atención de los investigadores es que, en general, los jóvenes de 15 años parecían tener mucho menos desarrolladas casi todas las habilidades socioemocionales en comparación con los de 10 años.

Es decir, parece haber una caída significativa en estas habilidades a medida que los niños llegan a la adolescencia.

Alumnos de una escuela del área de Bogotá

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,Alumnos de Bogotá estuvieron entre los que participaron en el estudio de la OCDE.

Esta caída fue más marcada en las niñas en la mayoría de las habilidades analizadas: sin bien por un lado las jóvenes mostraron más empatía, espíritu cooperativo y responsabilidad que los niños, estos mostraron más control emocional, sociabilidad y energía que ellas.

«Esta caída (entre las edades de 10 y 15) es muy clara en lo que respecta a la creatividad, que aparece en niveles mucho más bajos entre los jóvenes de 15 años», dijo el director de educación de la OCDE, Andreas Schleicher, durante un reciente seminario.

«Puede ser que estos jóvenes sean más inseguros y tímidos [que los de 10 años], pero también puede ser que nuestros sistemas educativos no estén fomentando la creatividad de los jóvenes».

Schleicher destacó el valor que estas habilidades emocionales tienen para el mercado profesional del futuro y para la conducta de los ciudadanos.

«Sabemos lo importante que son la curiosidad y la creatividad en el mundo en el que vivimos. La capacidad de crear es lo que nos diferencia de la inteligencia artificial de las computadoras».

Además, señaló que la creatividad no es algo aislado: «los estudiantes más creativos también exhiben niveles mucho mayores de empatía, tolerancia y responsabilidad».

Los cambios en la adolescencia

Durante un seminario web en el Centro Nacional de Educación y Economía de EE.UU. (NCEE), celebrado el 27 de octubre, los ponentes destacaron que la adolescencia es un período de gran transformación emocional y física para los jóvenes.

Susan Rivers, una investigadora de habilidades socioemocionales, planteó que los hallazgos de la OCDE quizá no tomen en cuenta «el papel de la pubertad y el crecimiento del cerebro durante la adolescencia».

«También es una época magnífica, rica y desafiante, así que no es sorprendente que los jóvenes necesiten habilidades más fuertes para navegar por estas aguas», dijo.

Adolescentes en un aula

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Pie de foto,La autoconciencia de la creatividad y la curiosidad termina impactando las aspiraciones futuras de los jóvenes, dice la OCDE.

Esta misma observación es planteada por otros investigadores.

«Los niños tienen un tipo de requerimiento de sus habilidades socioemocionales y luego llega la adolescencia y todo cambia», explica Ricardo Primi, investigador del Laboratorio de Políticas y Prácticas Educativas del Instituto Ayrton Senna de Brasil.

Hay una «confusión emocional» que pone estas habilidades bajo control en la adolescencia, haciendo que los jóvenes se vean a sí mismos como menos capaces, agrega Primi.

En el seminario, Schleicher estuvo de acuerdo en que estos factores son relevantes.

Pero sostiene que incluso si este declive en la creatividad es mera autoconciencia, lo que realmente importa es el impacto que tendrá en las expectativas de estos jóvenes sobre su propio futuro.

«Porque si una niña de 15 años se percibe a sí misma como menos creativa, o si una niña de 15 años se ve a sí misma como menos creativa que los niños, esto influirá en la decisión que tomará. Influirá en la carrera a la que aspira», dijo Schleicher.

«La forma en que nos vemos tiene mucha influencia en nuestro desarrollo, por lo que el papel de los adultos es ayudar durante este período, abrir puertas a los jóvenes, en lugar de dejar que se cierren como resultado de esta autoconciencia».

«Armas contra las mayores amenazas de nuestro tiempo»

En su informe, la OCDE sostiene que «el éxito en la educación actual no es el desarrollo cognitivo, sino el desarrollo del carácter«, y cuestiona si a medida que los niños crecen, las escuelas están reduciendo el espacio para este desarrollo.

«Se trata de curiosidad (abrir mentes), compasión (abrir corazones), y coraje (poner a funcionar nuestros recursos cognitivos, sociales y emocionales para actuar)», dice el texto.

«Estas cualidades, llamadas habilidades sociales y emocionales, son también armas contra las mayores amenazas de nuestro tiempo: la ignorancia (una mente cerrada), el odio (un corazón cerrado) y el miedo (el enemigo de la acción)».

Niños en un aula escolar
Pie de foto,Desarrollar habilidades como tolerancia, creatividad, curiosidad, perseverancia y cooperación es considerado crucial por la OCDE para formar ciudadanos y profesionales del futuro.

Otro punto importante es que, de acuerdo con la encuesta de la OCDE, los estudiantes con habilidades sociales y emocionales agudas tienden a obtener mejores resultados académicos.

«Ser intelectualmente curioso y persistente son las habilidades más fuertemente relacionadas con las (buenas) calificaciones escolares, tanto para los 10 años como los mayores de 15 años en lectura, matemáticas y artes «, dice el informe.

Para Andreas Schleicher, estas habilidades deben ser desarrolladas de manera activa (e intencional) en niños y adolescentes, tal como lo hacemos con el conocimiento tradicional de las matemáticas, por ejemplo.

Y este es el gran desafío para las escuelas.

Por su parte, la investigadora Susan Rivers destacó que «ya existe una gran carga para las redes educativas y los educadores», a la par de una falta de apoyo institucional «para que los niños, los profesores y las propias familias puedan fomentar y nutrir estas habilidades» en los jóvenes.

En opinión de Schleicher, puede ser necesario rediseñar los planes de estudio escolares, dando más protagonismo al desarrollo de estas características positivas.

«Algunos planes de estudio se están redefiniendo radicalmente, como en Singapur, ya no con asignaturas (como matemáticas e idiomas) desempeñando un papel central y siguiendo las habilidades socioemocionales», explica.

«Cuando das una clase de educación física en Singapur, no es necesario pensar en cómo el deporte hace que los estudiantes sean más atléticos, sino en cómo puede moldear su carácter, crear empatía y responsabilidad para ellos mismos y los demás «, señala el director de educación de la OCDE.

Niños jugando en un patio escolar

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

Pie de foto,En la práctica de deportes se fomenta el desarrollo de habilidades socioemocionales, señalan los expertos.

Por cierto, Schleicher considera el hecho de que las clases de deportes y artes pierdan espacio en el plan de estudios de los estudiantes adolescentes como una pérdida de oportunidades para desarrollar habilidades útiles.

«Los niños que participan en actividades artísticas demuestran niveles más altos de creatividad y curiosidad, en todos los lugares estudiados», dice.

Además, un ambiente escolar agradable fue identificado en el seminario de NCEE como crucial para permitir que florezca la capacidad socioemocional, especialmente la empatía y el control emocional.

La mayoría de los estudiantes entrevistados por la OCDE dijeron que les gusta su escuela. Pero es preocupante que alrededor de una cuarta parte de ellos dijeran que «no sienten que pertenecen a la escuela, no hacen amigos fácilmente y se sienten solos».

Alumnos en una clase de artes
Pie de foto,Schleicher dice que las habilidades desarrolladas en clases de arte y deportes se ven reflejadas en el desempeño en ciencias.

Kimberly Schonert-Reichl, que estudia el tema en la Universidad de Illinois en Chicago y que también fue oradora en el evento NCEE, dijo que su propia investigación muestra que los maestros o estudiantes estresados terminan «contagiándose» unos a otros con más estrés y ansiedad, lo cual inhibe el desarrollo de habilidades emocionales.

«Cuando los maestros estaban estresados y agotados, un análisis de los niveles de cortisol de los estudiantes (obtenidos de muestras de saliva) indicó que los estudiantes también estaban bajo estrés», señaló.

Finalmente, la OCDE destaca que las desigualdades sociales juegan un papel importante.

«Parece que los estudiantes de entornos menos ricos tienen más desafíos que superar y menos oportunidades y menos apoyo para desarrollar estas habilidades», dice el informe.

Las personas que mostraron mayor capacidad de autogestión (como la perseverancia y la organización), confianza en su potencial y apertura a lo nuevo fueron los que tuvieron más herramientas para superar los obstáculos impuestos por la pobreza y la baja educación.

Así, argumentan los expertos, enseñar y fomentar estas habilidades desde una edad temprana, en la infancia y la adolescencia, ayudaría no solo a mejorar el desempeño escolar de los jóvenes, sino también a prepararlos para los desafíos de la vida adulta.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-59313691

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El Profesor 4.0 en la escuela pública dominicana

Por: Héctor Rodríguez Cruz

Nos merecemos una Educación 4.0. Con Escuelas 4.0. Con Profesores 4.0, para formar los Talentos 4.0 que necesita el país de cara a la Revolución 4.0.

El debate sobre la calidad de la educación del país y la responsabilidad de los profesores  requiere ser reenfocado. Pese a la importancia que tiene el profesor en el proceso de la educación formal de los ciudadanos, para la vida y para el trabajo, resulta extremadamente injusto  culparlos del deterioro, limitaciones y déficits del sistema educativo nacional. ¡En todo caso somos muchos los culpables!

El  mundo 4.0, traducido como “Cuarta Revolución Industrial, exigirá a los docentes enfrentarse con situaciones cada vez más complejas como es formar para una sociedad más justa y democrática, preparar  a los estudiantes para desenvolverse en una sociedad que cambia y demanda  acceso al empleo justo y decente,  desarrollando las competencias necesarias para el trabajo, la creatividad y la innovación.

La educación 4.0 no vive al margen de la industria 4.0. Exigirá, por tanto, un Profesor 4.0, que asuma la educación como un espacio para el fomento de todo tipo de talento, incluido el Talento 4.0.

La Educación 4.0 y el Profesor 4.0, son la respuesta a las necesidades de la nueva revolución industrial y de la nueva revolución educativa donde la tecnología y las personas convergen para crear oportunidades nuevas, creativas e innovadoras.

En este sentido, resulta clave en la educación 4.0, la aplicación de la metodología del aprendizaje basado en proyectos y retos para el desarrollo del Talento 4.0 por medio del enfoque, despliegue y evaluación de programas específicos centrados en áreas claves para el Talento 4.0, y otros desafíos  que deberán estar presentes en el proceso de “reseteo” del docente 4.0.

Para los países que han logrado establecer sistemas educativos centrados en el desarrollo del conocimiento riguroso y actualizado de sus ciudadanos, la irrupción de la Cuarta Revolución Industrial representa una gran oportunidad para continuar manteniendo sus buenas posiciones en los mercados globales.

En cambio, para aquellas sociedades en las que sus líderes políticos, empresariales, sociales y educativos, han mostrado poco o ningún interés por hacer de la educación su principal motor de desarrollo, es muy probable que la revolución tecnológica sólo aumente sus ansiedades y camine lento.

En este sentido, debemos evaluar la educación dominicana  con franca honestidad. Comencemos por preguntarnos si los profesores dominicanos están  capacitados para formar ciudadanos con las debidas competencias para continuar una formación técnico profesional que les permita enfrentarse a los retos que se derivan de la Revolución 4.0.

En ese mismo sentido, habremos de examinar lo que se ha venido haciendo para mejorarlo o cambiarlo si fuera necesario. Sirva como ejemplo el Proyecto de  Formación Docente para la Excelencia, que para  el periodo 2016-2020 pretendía preparar  unos 20,000 “maestros de excelencia”. Sin embargo, sólo ingresaron a la formación docente 5,000 personas, de los cuales terminaron egresando unos 370 maestros.

Pongamos la mirada en las competencias que debe dominar el profesor 4.0,  tales como: Conciencia global. Alfabetización digital. Competencias financieras, económicas y de emprendimiento. Competencias cívicas. Competencias para el cuidado de la salud  y el medio ambiente.  Competencias para aprender e innovar.

Y también de estas otras: Creatividad; Innovación; Pensamiento crítico; Solución de problemas complejos; Comunicación; Colaboración; Razonamiento cuantitativo;  Autonomía; Empatía Toma de decisiones; Productividad y ética; Liderazgo y responsabilidad; Autorregulación; Respeto por los demás y otras.

Se estima  que el problema de la eficacia del perfeccionamiento para modificar la práctica pedagógica no reside solamente en el perfeccionamiento en sí como herramienta de cambio educativo, sino en las concepciones de aprendizaje, de sujeto y de saber en que se sustenta.

La dinámica de la “dignificación”, está centrada en condiciones salariales, seguridad social y condiciones de trabajo dignas y en prácticas educativas como la inclusión, la diversidad, la educación para la paz, la cooperación; ser ejercida como valor, como derecho o como identidad y dar como resultado, la generación de seres humanos activos en una sociedad dignificada y humanizada.

Sólo la Educación 4.0 podrá fomentar el Talento 4.0 que necesita la Industria 4.0. Sin embargo, no se ha dado  en el país un debate amplio y abierto sobre perfeccionamiento docente de cara a la Cuarta Revolución Industrial. ¡De ahí la necesidad de impulsar una discusión amplia más allá de los límites de las universidades y centros de formación de profesores.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/el-profesor-4-0-en-la-escuela-publica-dominicana-9001252.html

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Los increíbles beneficios de enseñar ajedrez a los niños

Por: ABC

Este deporte ayuda a reforzar sus funciones cognitivas en un momento del desarrollo en el que más lo necesitan.

El ajedrez es un ejercicio extremadamente bueno para el cerebro. El ajedrez tiene muchos beneficios para los niños, ayudando a reforzar sus funciones cognitivas en un momento del desarrollo en el que más lo necesitan y en el que puede tener un mayor impacto en el resto de sus vidas. Colegio Ingenio, un nuevo proyecto educativo en grupos reducidos y entorno natural, explica los beneficios que el ajedrez tiene en los niños:

Desarrolla la lógica, el pensamiento crítico y la creatividad. El ajedrez ejercita ambos lados del cerebro. El ajedrez requiere muchos escenarios de «si esto, entonces aquello», lo que exige a los jugadores imaginar todos los movimientos potenciales, las alternativas y los resultados de cada posibilidad.

Aumenta la concentración y la memoria. Los niños que juegan al ajedrez con regularidad mejoran significativamente su memoria visual y su concentración. Un aspecto fantástico del ajedrez es que el juego premia por la concentración y penaliza perderla. Este aspecto del ajedrez proporciona al cerebro del niño un incentivo divertido para mantenerse concentrado mientras juega.

Desarrolla la capacidad de resolver problemas. El ajedrez es un juego de resolución de problemas, planificación y previsión. Ser capaz de pensar en las variables cambiantes y formular un plan basado en varias posibilidades son habilidades inestimables necesarias para el juego y, lo que es más importante, para la vida.

Mejora la capacidad de lectura. El ajedrez requiere que los niños utilicen funciones cognitivas como la decodificación, el análisis, el pensamiento y la comprensión, todas ellas habilidades necesarias para la lectura.

Enseña a planificar y prever. Para ganar en el juego hay que tener la capacidad de prever múltiples posibilidades y resultados para formular un plan exitoso. En última instancia, el objetivo es capturar el rey del adversario, pero la paciencia y la planificación son la clave para conseguirlo.

Hace participar a la mente fuera de las pantallas. No es de extrañar que la cantidad de tiempo de pantalla a la que están expuestos los niños hoy en día pueda disminuir su capacidad de concentración y enfoque. El ajedrez es una forma poderosa de contrarrestar los efectos negativos de la era digital, involucrándolos en una actividad que mejora la concentración mientras les da una actividad divertida para disfrutar fuera de las pantallas.

Conectar con los demás. A diferencia de los videojuegos o la televisión, el ajedrez crea una conexión humana a través de un juego competitivo saludable. Enseñar a un niño a jugar al ajedrez no sólo construye un cerebro sano, sino que también refuerza las relaciones positivas y construye recuerdos duraderos.

Ajedrez en el colegio. A través del ajedrez, los estudiantes mejoran sus habilidades generales de aprendizaje, aprenden importantes habilidades sociales/interactivas y un importante conjunto de habilidades intelectuales. De hecho, en algunos centros, como Colegio Ingenio, este deporte está incluido en el programa como una actividad curricular más.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-increibles-beneficios-ensenar-ajedrez-ninos-202110080043_noticia.html

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El Ritual Escolar: Regla y disciplina

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Los seres humanos no podemos ser por completo obedientes. No podemos nunca ser algo por completo, ni obedientes, ni quietos, ni ordenados… ni buenos, ni malos. Ni todo ni nada.

¿Total obediencia?

Quiero comenzar este artículo (esta fantasía filosófica) hablando sobre los límites de nuestra obediencia. Como todos sabemos, los seres humanos no podemos ser por completo obedientes. Ni siquiera en los regímenes llamados totalitarios (que no son sólo políticos) lo logramos. Y es que, como también sabemos, las personas no podemos nunca ser algo por completo, ni obedientes, ni quietos, ni ordenados… ni buenos, ni malos, ni nada. Ni todo ni nada. Lo sabemos, lo sentimos y además lo hemos oídos siempre en todas partes. La filósofa española María Zambrano lo resume describiéndonos como “una totalidad a la que algo le falta”.  Por eso nos la pasamos fluctuando ―más o menos bruscamente― entre distintas versiones de nosotros mismos, intentando hacer de ese fluctuar un fluir llevadero, manejable, incluso pacífico y, si se puede, feliz de vez en cuando.

Es posible que, con la esperanza de adquirir cierta estabilidad, los seres humanos hayamos creado leyes, inventado penalidades e intentado forjar una disciplina para cumplir con ambas. Sin embargo, las normas y su regularidad siguen siendo algo difícil de establecer y de cumplir. Y aunque hacemos acuerdos unos con otros ―poniendo en ello un denodado esfuerzo―, caemos con frecuencia en la desesperación de no poder tener un refugio permanente.  

Lo receptivo y lo creativo

En el salón de clases los niños y jóvenes se deslizan también entre extremos, por ejemplo, del de la necesidad de resguardo a su opuesto, la de salir al mundo. Estos dos polos dialogan entre sí para que el estudiante aprenda a cuidarse. La escuela busca, en última instancia, contener al alumno y a la vez impulsar su creatividad para que pueda habitar la realidad circundante.

Antiguos filósofos orientales describían ese diálogo (esa comunicación) como un movimiento e intercambio perpetuo entre dos fuerzas, una receptiva y otra creativa, que regían el comportamiento individual y eran también la base de todo lo existente. A esas dos fuerzas las comparaban con lo femenino y lo masculino, la madre y el padre, la Tierra y el Sol, la oscuridad que todo lo resguarda y la luz que todo lo pone al descubierto. Aquellos hombres trazaban analogías entre el mundo exterior y la naturaleza humana, como una forma de comprender y guiar tanto a la persona como a la sociedad.

En un ejercicio semejante, podemos compararnos con un río que nace en el interior de una montaña: ahí el agua pasa largas temporadas acumulándose bajo la tierra, concentrando presión y brotando finalmente a la superficie en forma de manantial. El proceso que sigue se parece a la terquedad infantil y juvenil. El I Ching o Libro de las Mutaciones (texto sagrado de las antiguas doctrinas taoísta y confucianista) nos explica esa necedad más o menos de la siguiente forma: “Al emerger del manantial, de buenas a primeras el agua no sabe adónde dirigirse, pero con su constante fluir va sorteando los obstáculos y rellenando cada hueco que encuentra en el camino. Así acaba por cubrirlo todo y avanzar, obteniendo el éxito”.

El agua, pues, se convierte en río, aumenta su fuerza, entra en calma y en ocasiones se desborda fertilizando el terreno, pero también poniendo en peligro la vida que ella misma ayudó a sostener. Para aquellos maestros chinos, todo lo anterior supone un infinito número de movimientos en que lo receptivo y lo creativo se entrelazan para, como hemos dicho, crear leyes, establecer penalidades y forjar un modelo disciplinario que ayude al cumplimiento de ambas.[i] De acuerdo con este saber milenario, rara vez la disciplina es introyección forzada de una ley o esfuerzo ciego para obtener un logro. Esto se parece más (y probablemente proviene de ahí) a ese pequeño látigo que, en siglos pasados y en lugares como la escuela o el convento, se usaba para reprender a otros y auto-reprenderse.  Se llamaba “disciplina”, y recibir disciplinas era recibir azotes. Es mejor entender el término como perseverancia para armonizar lo personal con lo social, lo natural y lo trascendente, y regir nuestra conducta con base en ello (por ejemplo, contenernos y contener a otros, corregir el rumbo, recuperar fuerzas, arriesgarnos sólo cuando es debido, saber retirarnos, pelear y un largo etcétera antes de alcanzar el éxito).  En resumen, contener y crear ―solos y en comunicación con otros― nuestro flujo vital.

Madre y padre

La época actual se caracteriza por un enfrentamiento arrebatado entre lo femenino y lo masculino, un diálogo controversial para reconsiderar los atributos de ambos. Digo lo anterior porque hablar de función materna y función paterna empieza a sonar un poco anticuado, confuso. Esto, aunque decisivo en la actualidad, no es inédito. Hay que reconocer que desde tiempos inmemoriales existe tanto en la mujer como en el hombre la habilidad de encarnar múltiples matices del espectro femenino/masculino, y que ―hablando específicamente de la crianza de los niños― madre y padre son capaces tanto de proteger a los hijos como de impulsarlos a enfrentar las leyes del mundo. Hoy se busca fortalecer esa equidad, pero los logros son más lentos de lo que se quiere, y todavía hay muchas cosas que no podemos explicar sin la vieja mitología legada en las palabras.

Así, cuando el río se desborda se dice que “se salió de madre”. La frase es sugestiva: de la palabra madre se derivan madera y materia. La madre es la madera, la materia, el soporte; la madre nos otorga un cuerpo, un asidero al cosmos. Salirse de ella conlleva el peligro de desbordarse sin límites, de perderse fuera de uno mismo, de que el río que somos se extienda hasta extraviarse en el mundo.

La madre abraza al hijo como las riberas del río abrazan a éste:

Madre, no es que nos protejas del exterior, es que haces de todo un interior.

Los niños que se salen de madre corren peligro si no está ahí el padre para recibirlos y conducirlos, de la misma forma en que no estarán seguros si no se encuentra ahí también lo materno para recibirlos de vuelta. De la palabra padre viene patrimonio, que evoca aquello que alguien reúne para sí al salir al mundo.  También de ahí viene la palabra patria, mundo exterior al que vamos conociendo, y al que finalmente convertimos en un exterior/interior, llamándole madre patria.

En la escuela también confluyen lo femenino y lo masculino, lo materno y lo paterno. Ahí los maestros nos impulsan a salir a explorar el mundo y nos esperan a la vuelta.  Es el lugar preciso para jugar a extraviarnos y recuperarnos. Si a la lista de los atributos de lo receptivo y lo creativo añadimos los principios básicos de la comunicación (escuchar/ser receptivos, y responder creativamente), comprendemos por qué los docentes cuentan con la comunicación como primera y mejor herramienta para manejar el delicado ir y venir de sus alumnos; comunicación entendida como diálogo donde receptividad y creatividad se unen para conducir nuestro propio andar y guiar a otros.

Exceso y límites

El escritor inglés G. K. Chesterton (a quien algún estudioso llegó a considerar una de las personas más inteligentes de la historia), estaba seguro de su forma de pensar que afirmaba, con su particular humor, que él podría convencer a cualquier persona de sus ideas si pudiera tenerla a su mesa cada noche durante cuarenta años, cenando juntos y platicando.

Pues bien, pongámonos en ese lugar, e imaginemos que somos sabios y que la razón nos asiste. En tal caso quizás, sí, nos bastaría con platicar interminablemente con alguien para conseguir que pensara como nosotros; por ejemplo, para que acatara una regla que estuviéramos seguros de ser justa. Pero como una comunicación así es imposible, aun siendo sabios llega un punto en que, a quien se excede, tenemos que ponerle un “hasta aquí” que lo detenga. Idealmente se trataría de un límite oportunamente impuesto y por completo adecuado a esa persona y a la situación. Pero lo cierto es que ―de nuevo, por sabios que seamos― jamás podremos poner a cada quién el límite perfecto que necesita y merece: no somos Dios y no podemos conocer a nadie como si lo hubiéramos creado. Somos humanos, y en realidad no tan sabios, así que por lo general nos apresuramos a poner un “hasta aquí” severo (de una severidad que nos ayude a ocultar nuestras dudas) o nos ablandamos y aplazamos la determinación, tentados a platicar interminablemente con el infractor hasta convencerlo. Finalmente, salvo en momentos de verdadera inspiración, los límites que ponemos tienen algo de arbitrario y nuestros “hasta aquí” nos hacen dudar.

Tarde o temprano todo maestro, convertido en magister (magistrado), debe tomar la balanza de la justicia en las manos, aguzando el oído para escuchar (siendo receptivo) y disponiendo toda su creatividad para dar respuesta. Sí, incluso si alguien rompe una regla, la comunicación sigue teniendo lugar: la ley nunca es el final del camino, siempre forma parte de la delicada dinámica entre lo receptivo y lo creativo y su intención es corregir el rumbo. Así pues, al menos idealmente ―como también querían los sabios chinos― el lugar del límite debe ser un sitio de paso; un espacio, aunque restringido, internamente ensanchado por la sensación de resguardo, donde de verdad se pueda reflexionar sobre la propia falta y del que la personalidad emerja no sólo entera sino fortalecida.

Pero los maestros no deben sentirse avergonzados si pocas veces atinan a poner el límite justo en el momento exacto. Todos sabemos lo difícil que es poner en equilibrio una balanza. Ejemplos de esa dificultad tenemos todos los del mundo, así que quizás diremos más si mencionamos un caso contrario, uno en que hacer justicia resulta fácil. Yo sólo conozco un ejemplo. Aparece en El Quijote de Cervantes y contiene una enseñanza que siempre podemos tener presente a la hora de juzgar. Se trata del acertijo que unos sujetos bromistas plantean a Sancho Panza cuando éste recibe el cargo de gobernador de una imaginaria isla. El acertijo es, en resumen, aquel del hombre que llega a un puente sobre el que cuelga la advertencia “El que mienta, será colgado”. Desafiando las razones de la justicia, el hombre asegura: “Vengo a que me cuelguen” (si lo cuelgan habrá dicho la verdad, y si no, habrá mentido y tendrían que colgarlo). Es así como, para demostrar sus dotes de gobernante, Sancho tiene que resolver este dilema en apariencia irresoluble. Pero para el ingenuo labrador y escudero no hay dificultad alguna. Incluso se da el lujo de bromear: “Que deste hombre aquella parte que juró verdad la dejen pasar, y la que dijo mentira la ahorquen”. Finalmente presume que resolverá el asunto en dos patadas (véase por favor la nota[ii] al final de este artículo): “Porque si no hay manera de ahorcar a medio hombre dejando en libertad al otro medio; y si la balanza está en el fiel con las mismas razones para condenarle que para perdonarle… lo que sobra es la ley. Con que perdónese a ese hombre, que de doblarse alguna vez la vara de la justicia, más vale que se doble hacia la misericordia y no hacia el castigo”.

[i] Esos movimientos involucran tanto a la persona como a la comunidad y a la naturaleza circundante, y como digo son innumerables. El I Ching reúne 64 especie de parábolas que intentan descifrar esos movimientos. Cada uno de esos relatos se aplica a seis situaciones distintas, y además se transforma, o muta, en otra de las 64 parábolas para añadir algo.

[ii] La presente versión del pasaje de El Quijote está tomada de la obra Sancho Panza en la ínsula, del dramaturgo español Alejandro Casona, que recapitula páginas del original de Cervantes.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/ritual-educativo-regla-y-disciplina
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5 beneficios de la educación bilingüe en edades tempranas

Por: Educación 3.0

Algunas de las ventajas de estudiar otra lengua desde los primeros años de vida son el desarrollo de la creatividad, la sensibilidad comunicativa y conseguir una mejor pronunciación para el futuro.

La inmersión de los menores en la educación bilingüe desde los primeros años es clave para el desarrollo bilingüe completo que acompañará al alumnado el resto de su vida. Además de la adquisición de dos idiomas a nivel bilingüe, el aprendizaje temprano de otra lengua beneficia el desarrollo integral del niño. El British Council School comparte cinco beneficios de educar en bilingüismo desde los primeros años de edad.

  • Favorece la imaginación y el pensamiento crítico. Manejarse en dos lenguas hace que, inconscientemente, los estudiantes tengan que prestar más atención a cómo funciona cada una de ellas y a sus diferencias y similitudes. Una de las consecuencias es que los niños bilingües entienden más rápido que la relación que existe entre una palabra y su significado es arbitraria. Además, este proceso de manejo comparado potencia el pensamiento abstracto, el pensamiento analítico y el desarrollo semántico, que están en la base de nuestra capacidad para generar ideas originales, plantear posibles escenarios, tener un pensamiento crítico y comprender el significado de palabras y oraciones complejas.
  • Desarrolla la capacidad de enfocar la atención. ¿En qué debemos centrar nuestra atención? Parece simple, pero no es evidente para los más pequeños. Sin embargo, dominar dos idiomas de forma bilingüe aumenta la capacidad de diferenciarlos de forma constante, centrándose en uno, sin interferencias del otro. Esto supone la ventaja de poder elegir a qué se presta atención y a qué no. Es una capacidad que los menores bilingües desarrollan de forma extra y que pueden aplicar en diferentes ámbitos de sus vidas.
  • Potencia la creatividad y la flexibilidad de su pensamiento. Lo hace gracias al razonamiento divergente, cuyas habilidades centrales suelen estar más desarrolladas en las personas plurilingües. Al contrario del razonamiento convergente, que avanza en línea recta, el divergente busca múltiples respuestas nuevas y alternativas a un problema dado, basadas en relaciones entre los elementos.
  • Dota a los niños de una gran sensibilidad comunicativa. El bilingüismo en edades tempranas hace que los niños adquieran una mayor capacidad de percibir lo que está ocurriendo en un acto comunicativo y de ser sensibles a las necesidades y características de la persona con la que hablan. De hecho, los resultados de un estudio confirmaron que los niños bilingües son más capaces de ponerse en el lugar de aquellos que experimentan dificultades comunicativas.
  • Permite aprender una perfecta entonación y pronunciación, algo difícil más adelante. Con la edad aumentamos la capacidad de aprender palabras nuevas en todos los idiomas, sin límites, pero no así los sonidos. Los bebés de hasta cinco meses tienen un cerebro muy plástico capaz de reconocer y distinguir cualquier sonido e idioma, una capacidad que paulatinamente se va centrando y especializando sólo en aquellos a los que está más expuesto. En los idiomas la adquisición auditiva nativa es fundamental para un desarrollo bilingüe completo con una perfecta pronunciación.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/beneficios-de-la-educacion-bilingue/

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Robótica para niños: qué es, qué enseña y cómo iniciarse

Por: ABC

Transpórtate a tu infancia. ¿Recuerdas cuánto disfrutabas jugando con tus piezas Lego? La maravillosa sensación de poder convertir en realidad cualquier objeto que tu mente imaginara.

Un barco, una casa, un coche, un robot.

Pues bien. Ahora imagina que hubieras logrado que tus creaciones cobraran vida. Y se movieran.

¿No sería el mejor juego del mundo?

Exactamente eso es lo que ofrece la robótica para niños. La posibilidad de crear sus propios juguetes animados.

Y mientras tanto, los niños aprenden (mucha) ciencia, desarrollan pensamiento lógico y estimulan su creatividad. De forma muy práctica, sin darse cuenta.

Porque la robótica para niños tiene la falsa fama de estar solo al alcance de pequeños Sheldon Cooper.

Pero eso únicamente lo piensan aquellos que no la han probado. Porque en realidad, la robótica puede ser un juego de niños.

Robótica para niños: qué es

Aunque parezca ciencia ficción, la robótica no es más que una disciplina que combina circuitos, movimiento y software para crear una máquina o robot.

Aplicada a niños, los cursos de robótica para niños de Spacetechies , se enfocan en lograr que los niños adquieran destrezas, habilidades y conocimientos a través del diseño y construcción de robots. En definitiva, aprovechar la alta capacidad pedagógica de esta disciplina científica.

Y es que el objetivo de la robótica para niños no es educar futuros programadores. En absoluto.

Lo que la robótica pedagógica busca es fomentar la innovación, autonomía y el pensamiento lógico de los niños desde edades tempranas.

De forma lúdica y mediante la metodología learning-by-doing los niños aprenden ciencia, matemáticas, resolución de problemas y creatividad.

Robótica educativa para niños

Teorías como la Pirámide del Aprendizaje de Glasser o la Taxonomía de Bloom lo demuestran: se aprende haciendo.

Adquirir conocimientos hincando los codos, es cosa del pasado.

Según estos estudios, el cerebro humano recuerda de la siguiente forma:

– 5 % de lo que escuchamos.

– 10 % de lo que leemos.

– 30 % de lo que vemos en funcionamiento.

– 75 % de lo que ponemos en práctica.

Es por esto por lo que la robótica para niños es una herramienta pedagógica tan potente frente a modelos educativos tradicionales.

En la robótica educativa los niños piensan, proponen, construyen, activan y juegan. Ponen en práctica las lecciones de los libros, ven la ciencia cobrar vida ante sus ojos.

Qué enseña la robótica a los niños

La robótica facilita que los niños aprendan conceptos científicos como la fuerza, la energía o la tensión de forma muy sencilla, ya que la robótica hace saltar la ciencia de las páginas de libros al mundo real.

También amplían su capacidad creativa y de resolución de problemas, ya que permiten a los estudiantes experimentar y entender cómo funcionan las cosas.

Los niños pueden crear sus primeros robots siguiendo sencillas instrucciones, para después dar rienda suelta a su imaginación y personalizarlos. O crearlos desde cero. Su creatividad es el único límite en este campo.

También pueden desarrollar sus habilidades de resolución de problemas cuando se encuentran con dificultades al construir el robot. No les importará enfrentarse a estos tropezones, ya que se divertirán montando su robot. Y su ilusión por verlo funcionar hará que se concentren como nunca en encontrar qué falla la forma de solventarlo.

Por eso la enseñanza mediante robótica es tan eficaz durante la niñez. La curiosidad innata de los pequeños juega a favor del aprendizaje.

Iniciación a la robótica para niños

Muchos padres ya son conscientes de que esta materia puede ofrecer un futuro brillante a sus hijos, pero saber iniciarles en ella es otra cosa.

¿Cómo lograr que el niño se interese? ¿Puedo enseñarle en casa? ¿Por dónde empezar? Son dudas habituales de padres confusos.

Y luego está la cuestión de la edad… si los niños son bastante pequeños, puede que los conceptos se les escapen de las manos o que incluso les parezca aburrida la robótica.

Sin embargo, con el enfoque adecuado, un niño puede empezar a introducirse en los conceptos básicos de la robótica tan pronto como se quiera.

Algunos dirán incluso que cuanto antes se empiece, mejor.

Actividades de robótica para niños

Un proyecto de robótica puede ser tan extremadamente sencillo como hacer parpadear una luz, o tan complejo como construir un robot entero que responda a elaboradas instrucciones.

Lo importante es que desde la realización de su primera actividad simple (encender esa luz) los niños van a cambiar su forma de ver el mundo.

Porque los interruptores de luz, la electrónica, los juguetes… la tecnología que nos rodea parece un entorno muy cerrado para las personas. Pero a través de estas actividades de robótica, el niño adquiere la consciencia de que puede influir en ellos. O incluso, directamente, crearlos.

Y es entonces cuando su forma de relacionarse con su entorno cambia.

Proyectos de robótica para niños

Aunque a primera visa los proyectos de robótica puedan parecer complicados e intimidantes, existen muchas formas de enseñar a los niños todo lo que necesitan saber.

Por su propia cuenta, mediante libros o juguetes. Realizando talleres especiales para descubrir si el mundo de los inventores es lo suyo o asistiendo a cursos de programación.

Lo importante es involucrar al niño en los proyectos robóticos de forma gradual y con garantías pedagógicas.

Juguetes de robótica para niños

Lo aventurábamos al comienzo del artículo. Estamos seguros de que en tu infancia aprendiste habilidades STEAM jugando con los bloques de Lego. Y, además, te divertiste muchísimo en el proceso.

Como es lógico, a medida que la sociedad avanza, sus juguetes educativos también lo hacen. Por eso ahora los juguetes de toda la vida se han combinado con tecnología robótica para proporcionar horas de diversión, creatividad y aprendizaje a los niños de forma nueva y altamente efectiva.

Así que, si estás pensando en regalar un juguete a un niño, no lo dudes. La robótica es una opción excelente para convertir el aprendizaje de la ingeniería, la codificación y las matemáticas en algo divertido.

Kits de robótica para niños

Los kits de robótica están de moda. Desde juguetes simples que permiten a los niños construir robots de iniciación con piezas ya preparadas (y con poca o ninguna ayuda de adultos), hasta pequeños ordenadores que pueden impulsar proyectos impresionantes. Estos kits permiten a los niños jugar y aprender con la robótica de forma segura.

Existen kits de robótica para niños de todas las edades. Algunos de los más populares son:

– MBot.

– DocelRobot.

– Skipe.

– Dash and Dot.

– Clementoni Doc.

– Wonder Workshop.

– Tin Can Robot.

– Sntieecr.

Pero en la categoría de kits de robótica infantil existe un claro ganador: la mítica casa de juguetes Lego.

Lego robótica para niños

Desde sus inicios Lego se ha guiado por un lema: si le das un juguete a un niño, se divertirá; si le ofreces los medios para construirlo, se divertirá y además aprenderá del proceso.

Y eso es lo que propone el kit Lego Boost. Una auténtica caja de herramientas creativas que combina los clásicos bloques de construcción con elementos de alta tecnología.

Con sus 847 piezas, incluye instrucciones para construir paso a paso cinco robots programables: un robot, un coche espacial, una guitarra, un gato y un autoconstructor.

Para niños más mayores, te recomendamos el Robot Inventor de Lego Skipe. Aunque su precio sea prohibitivo para muchos, sus posibilidades resultan casi infinitas. Así que, si ya sabes que tu hijo está obsesionado con la robótica, este puede ser el kit definitivo para saciar su curiosidad.

Juegos de robótica para niños

Una vez los robots están construidos y en funcionamiento, llega la parte más divertida. Jugar con ellos.

Elena Gago, directora académica de la escuela de robótica para niños Spacetechies nos explica: «En nuestros cursos de robótica el juego es tan importante como la construcción. Los niños se divierten consiguiendo que sus robots recorran un laberinto o superen obstáculos. Sin olvidar, por supuesto, las apasionantes batallas de robots» .

Por eso se dice que, en la robótica, el juego y el aprendizaje combinan a la perfección.

Libros de robótica para niños

Si quieres extraer el máximo partido a los kits de robótica infantil, una idea excelente es complementarlos con libros especializados.

Aquí te recomendamos tres de los libros más populares en idioma español:

– ‘Actividades de robótica educativa para el profesor ocupado’, de Damien Kee.

– ‘Construcción de robots para aficionados’, de Gordon McComb.

– ’50 proyectos tecnológicos de robótica e impresión 3D’, de Ernesto Martínez de Carvajal

Eso sí, los libros de robótica son más adecuados como material pedagógico para padres y docentes, que como lectura infantil.

Por lo tanto, no los recomendamos para edades tempranas o niveles iniciales, pero les encantarán a los niños mayores de 12 años y aquellos que ya posean conocimientos medios de programación.

Manuales de robótica para niños

Sin embargo, es habitual que a muchos niños les aburran (soberanamente) los manuales de robótica.

Y es que lo divertido es construir, probar y tocar con las manos. ¿No crees? Por ello, muchos padres apuestan por inscribir al niño en cursos presenciales de robótica.

Adiós, manuales. Hola, interacción social.

Y es cuando el niño experimenta la robótica rodeado de compañeros, su diversión se multiplica. Y al hacerlo bajo la guía de un profesor especializado, su aprendizaje se eleva al cubo.

Talleres de robótica para niños

Los talleres de robótica combinan el factor lúdico con la oportunidad de que los niños aprendan competencias STEAM mientras diseñan y construyen robots.

Estos talleres suelen programarse en periodos no lectivos como vacaciones o días sin cole, y son la mejor forma de iniciar al niño en la robótica. En pocas horas el niño conocerá un nuevo mundo y descubrirá si tiene interés por adentrarse en él.

Spoiler: el 90 % de los niños quedan fascinados.

Así nos lo cuenta Antonio Serrano Acitores, fundador de Spacetechies, la escuela de robótica para niños referente en Madrid: «Nuestros talleres de robótica elevan la mentalidad de los niños. Desde el momento en que entienden que tienen poder verdadero para construir el mundo que les rodea, su creatividad se dispara y su forma de ver la ciencia nunca vuelve a ser la misma».

Clases de robótica para niños

Y es que las clases de robótica para niños están diseñadas para preparar a la próxima generación para el futuro.

Para empezar, solucionan un problema habitual en los niños de corta edad: su falta de interés por materias como las ciencias y las matemáticas. En este sentido, las clases de robótica tiene un efecto maravilloso generando curiosidad por estas materias.

Al hacer hincapié en el aprendizaje práctico en lugar de la memorización teórica, los niños entienden (al fin) para qué sirven estos conocimientos.

En ese mágico momento, muchas vocaciones ocultas salen a la luz.

Además, las clases de robótica preparan a los niños para el competitivo mercado laboral del mañana, al potenciar sus habilidades STEAM junto con las sociales.

Estas competencias serán clave para destacar en su vida profesional adulta, donde importará más la capacidad de aprendizaje e innovación, que lo aprendido.

Cursos de robótica para niños

Aunque muchos adultos piensen que los clubes de robótica son solo para los alumnos de secundaria y bachillerato, las investigaciones han demostrado que ya desde preescolar los niños son capaces de dominar las habilidades básicas de robótica.

Elena Gago, directora académica de Spacetechies nos comenta: «Formamos alumnos desde los 5 años hasta la adolescencia. Los niños tienen una curiosidad innata y un deseo de explorar enorme. Todo lo que necesitan es aprender de forma secuencial y contar con los recursos adecuados».

Y solo con adentrarse en la escuela de Spacetechies es evidente que esta escuela de robótica ofrece recursos de primer nivel: impresoras 3D, placas robóticas, circuitos de obstáculos o kits Lego de última generación.

Pero también materiales pedagógicos tradicionales como post-it de colores, pizarras o bloques de construcción. Desde los recursos más clásicos hasta la última tecnología.

En los cursos de programación los niños cuentan con todas las herramientas y dirección académica precisas para aprender competencias digitales mientras se divierten.

Cursos de robótica para niños en Madrid

Así que, si estás buscando cursos de robótica en Madrid para niños, Spacetechies es una apuesta segura.

Dispone de dos escuelas en la comunidad de Madrid, una en la capital, en pleno barrio de Salamanca, y un segundo centro recién inaugurado en Alcobendas.

Sus cursos de robótica son perfectos para pequeñas mentes inquietas que sienten enorme curiosidad por la electrónica, la mecánica, la ingeniería, el diseño 3D y la programación robótica.

Sus programas educativos están diseñados según la filosofía Maker, donde además de construir, se incorporan retos donde se enfrentan robots o se les asignan desafíos que requieren ponerlos a prueba. Un enfoque que divierte y reta a los niños para mejorar día a día.

Pero el concepto educativo de Spacetechies va más allá y adopta los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la UNESCO:

– Garantizando una Educación de Calidad. Al facilitar la futura empleabilidad de los niños enseñándoles competencias digitales.

– Trabajando la Igualdad de Género. Al fomentar las vocaciones STEM en las niñas.

– Construyendo Ciudades y Comunidades Sostenibles. Al inculcar a los niños la importancia de la innovación y sostenibilidad en entornos urbanos.

En definitiva, los cursos de programación para niños se convierten en palanca de cambio para ayudar a los chavales a ser los futuros líderes de una sociedad avanzada.

Qué enseña la robótica a los niños

De forma adicional a la alfabetización STEAM, numerosos estudios demuestran que la robótica para niños fomenta otras habilidades más amplias como la creatividad, la resolución de problemas, la comunicación y el trabajo en equipo.

Así pues, enseñar robótica a un niño no consiste en prepararle para una futura carrera como programador informático o ingeniero, si no en dotarle de las habilidades que necesitará para su educación y su trabajo en un mundo donde dominar la tecnología será la absoluta clave del éxito.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-robotica-para-ninos-ensena-y-como-iniciarse-202108061146_noticia.html

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