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La crisis millonaria de las universidades colombianas (Audio)

Colombia / 18 de noviembre de 2018 / Autor: En Órbita / Fuente: Sputnik News

El Gobierno de Colombia anunció para 2019 una partida de 167 millones de dólares para las universidades. Fue tras las masivas marchas estudiantiles de este miércoles 10, en las que participaron más de 450.000 personas. Se estima que las 32 universidades públicas del país tienen un déficit de más de 1.000 millones de dólares en su funcionamiento.

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Venezuela: Comunicado de los trabajadores universitarios de la revolución

Redacción: FTUV

Los sindicatos afiliados al área docente de la FTUV luego de realizar un análisis de la situación actual en
cuanto a los resultados obtenidos hasta el momento en las mesas instaladas con el MPPEUCT queremos expresar lo siguiente:

1. Debido a que el día de hoy miércoles 24 de octubre no se obtuvo respuestas a las solicitudes expuestas en la mesa, ya hace dos semanas, de iniciar las tablas salariales del sector universitario en 4,75 Salarios Mínimos y la aplicación de las interescalas suscritas en la III CCU, convocamos a una jornada de
movilización y *paralización de actividades docentes en las IEU este jueves 25 y viernes 26 (no presencial)*, sustentándonos en la violación del artículo 91 de la CRBV en cuanto a los derechos laborales adquiridos, su progresividad e irrenunciabibilidad los cuales debe proteger el estado y mucha más el gobierno bolivariano y revolucionario.

2. Recibimos con beneplácito la decisión de adelantar el pago del bono de fin de año (aguinaldos), pero a la vez solicitamos se haga con los ajustes señalados en el punto anterior.

3. El día viernes 27 realizaremos una nueva evaluación donde acordaremos una agenda de conflicto nacional ante lo que consideramos una violación e incumplimiento a los derechos laborales descritos en
nuestra III CCU y de la cual somos actores.

4. Continuaremos en todos los espacios defendiendo el plan de recuperación económica a pesar de las debilidades que viene presentando en cuanto al distanciamiento de los precios acordados (entre el gobierno
y los empresarios) y los salarios de los trabajadores, brecha que está induciendo a los trabajadores a un
estado caótico de inestabilidad económica y profundización de la pérdida de su capacidad de compra,
repercutiendo altamente en el núcleo familiar.

5. Rechazamos el instructivo que círculo la semana pasada para la revisión de las convenciones colectiva elaborado por el Ministerio del Proceso Social del Trabajo, institución del estado que más bien debe ser un intermediador entre el estado y los trabajadores y no puede dictar normas que contravengan la propia LOTTT en relación a las Convenciones Colectivas que se encuentran amparadas y protegidas por la CRBV.

6. Rechazamos el descuido programado que se tiene a las instituciones universitarias y sobre todo a las áreas académicas en aquellas IEU dependientes del propio MPPEUCT, donde continúa el retraso en la emisión de los certificados de aprobación de los trabajos de ascensos, cambios de dedicación, revisión y re contextualización de los PNF, autorización de años sabáticos, apertura de los concurso de ingreso del personal docente, y la inexistencia de políticas de formación y crecimiento profesional de los docentes, entre
otros.

7. Instamos al MPPEUCT a activar planes para evitar el decaimiento absoluto de las grandes universidades más allá de las diferencias políticas e ideológicas que se tengan con las autoridades de estas instituciones, pues el estado en el que se encuentran es verdaderamente catastrófico.

8. Estamos a tono con los principios de lealtad, justicia social y equidad, por ello no compartimos una gestión ministerial que ha venido desatendiendo y mal tratando a las IEU al cerrar las vías de diálogo fecundo con los trabajadores y primordialmente con los trabajadores docentes.

Finalmente, rechazamos nuevamente cualquier intento por colocar a este movimiento revolucionario en la acera del frente para justificar la incapacidad de una gestión ministerial para atender con transparencia las exigencias y necesidades de los trabajadores universitarios y brindar las respuestas oportunas que exige la actual coyuntura política y económica.

El presente acuerdo es suscrito por la Junta Directiva Nacional del área Docente de la FTUV y los sindicatos
de base: ORSINPRES-IUTY, SIMPRES, SINTAPRES-IUTAI, SINAPUNESR, SINBOPROCULTCA,
SINBOPROIUTLL, SINDIUTPUMA, SINPRESIUTAG, SINPROFIUTFRP, SINPROIUTAP, SINPROIUTDELTA,
SINTRADAIUTOMS, SINPROIUTVAL, SINPRUDONS, SINSPROUNESUR, SINPRUESTE, SINSODIUTM,
SINTRADUPEL, SINUPROESCOL, SIPPUDONB, SIPPUDONB, SIPRODOIUTAEB, SIPROIUTEBA, SIPROIUTJAA,
SIPROIUTLAF, SIPROUDO-MONAGAS, SIBPROUDONA, SIPROUPTEM, SIUBOPROUNERMB, SUBPROS-IUTET, SUBTRAUPTA, SUDES-IUTPC, SUDIUTC, SUNAPROFS-UNELLEZ, SUPIUTECU, SUPRIUT, SUPRUTBAL, SUPROIUTEP, SUSPROUNEG, SIPROUNEFM, APUNELLARG, SIPROUMAS, SINUTRALUZ, SINPROIUTOMS,
SINPREUCUFM, SUPROIUTEP, SINDUNEXPO GUAYANA.

_*La ley y los principios revolucionarios nos asisten en estos momentos cuando se está creando una crisis que está dejado desvalidos a los trabajadores, sin motivo alguno.*_

Fuente: http://800noticias.com/comunicado-universitarios-chavistas-anuncian-paralizacion-por-la-escala-salarial

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La educación pública universitaria en estado de coma

Colombia / 21 de octubre de 2018 / Autor: Miguel A. Herrera Zgaib / Fuente: Radio Macondo

En este último año, 2018, se incrementó la letanía de la Ley 30 de 1992, que estableció las bases para el estatuto que rige la educación superior en Colombia. Ley que volvió a la liza política, una vez que los estudiantes colombianos, organizados en la Mane impidieron la contra-reforma educativa, pero no tuvieron la fuerza y el consenso suficiente para darle curso, vía Congreso, a una reforma progresista a dicho estatuto.

Este estatuto ya había revelado un diseño financiero inapropiado, en materia de presupuesto para la educación superior, cuando estableció que el incremento de la financiación estatal quedaba atado al incremento anual del IPC, mientras que a partir de 1993, al mismo tiempo se producía un incremento exponencial en la demanda de estudiantes al Sistema Universitario Estatal, SUE, sin que los recursos tuvieran un aumento siquiera proporcional a la nueva población estudiantil in crescendo.

La ley 32 decía corresponder a los primeros años de la reforma del Estado autoritario y excluyente que fue creado en 1886, el que después de guerras intestinas, dirigidas por los señores de la tierra, se reproducía, con poquísimas reformas; ninguna apta para romperle el espinazo a los privilegios socio-económicos celosamente mantenidos desde la colonia por una intelectualidad en su gran mayoría obsecuente y sumisa.

Todo esto a pesar de lo sostenido por Darío Echandía, cancerbero de la reforma del 36, durante los años dorados de “la revolución en marcha” de Alfonso López Pumarejo, un avezado centenarista a quien la Nacional rinde homenaje en un espacio rebautizado con su nombre, que hace parte de las que fueran las residencias Uriel Gutiérrez, cuya parte posterior colapsó hace varios años, disimulada por un improvisado corral de latas de zinc.

Este grotesco cercamiento simboliza bien el abandono presupuestal de la principal universidad de la nación, que empezó llamándose Central, de acuerdo con la Ley de 18 de marzo de 1826, junto a su otras dos hermanas en el fugaz tiempo de la Gran Colombia, la de Quito y de Caracas, que aún conservan el nombre original que le dieron los próceres masones e ilustrados, Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, removido de la plaza central de la Ciudad Blanca, para rebautizarla como Ché hasta nuestros días.

La joya de la corona de la educación pública, bajo el cobijo de la sentencia latina “omnium potentior est sapientia”, esto es, que “la sabiduría todo lo puede”, por el contrario, ha estado sometida por largos años a una sequía presupuestal regada por un rosario impenitente, despiadado de años de desidia y olvido gubernamental, que la tienen en literal estado de coma, jugándose sus restos.

Tal abandono y postración se encuentran probados de sobra, hasta el absurdo, para todo el que haga la experiencia de recorrer sus vías, principales y adyacentes, para descubrir con estupor, que la Nacho, como le decimos cariñosamente, es un “fractal negativo”, que copia la situación de la ciudad capital que la aloja.

Este recorrido digno de un camino de herradura, hasta la fecha no lo hizo, ni el atento presidente de Colombia, Iván Duque, formado en el exterior, bajo el generoso cobijo del BID, que paga en parte la riqueza social colombiana, y mucho menos la actual ministra de educación, María Victoria Angulo, salida de las canteras de la administración distrital.

Sin embargo, en el papel, y para la Ley que rige el gobierno antidemocrático de la Universidad Nacional, el presidente es quien encabeza el CSU, la instancia máxima del gobierno universitario, donde el (a) ministr@ del ramo, lo reemplaza casi de manera inveterada.

La saga incumplida de la igualdad social

La educación pública superior era, y pretende seguir siéndolo una de las ventanas para la promoción del principio liberal de la “igualdad de oportunidades”, tantas veces negado en la práctica, que primero exige para su materialización igualdad de condiciones básicas en términos de vida, condiciones que nunca ha ofrecido la maltrecha república nacida en 1819. Para el año 1993, los privilegiados, porque accedían a los pregrados, eran 159.218, que para el año 2016, ascendieron a 611.800.

Entonces, el presupuesto asignado a las universidades públicas era de 1,72 billones, mientras que para el 2016 se incrementó en 2,93 billones, cuando con una operación simple queda claro que la población estudiantil se triplico en 23 años, el presupuesto para la educación superior ni siquiera alcanzó a duplicarse. Un estudiante en 1992, recibía en promedio $10.825.890, mientras que uno que estudiaba en 2016, apenas le correspondía $ 4.785.338.

Tal y como lo recordó en una conversación histórica, Estanislao Zuleta hablándole a la guerrillerada de clase media y popular, al M-19 reunido en las montañas del Cauca, que preparaba con optimismo el frustrado diálogo nacional de aquel entonces, que la democracia requiere condiciones que la Colombia ni tiene ni obtiene.

Este aserto, la gran brecha de la desigualdad social, no sólo persiste, sino que se amplía. Lo recordó con cifras actualizadas el pasado martes, Alicia Puyana, economista formada en Praga, en interlocución directa con Ota Sick, y en Oxford, en las líneas principales, más sustanciosas, del discurso de aceptación de su ingreso como miembro de número de la Academia Colombiana de Economistas.

Esta realidad se reafirmó en la respuesta que le dio la otra académica, Consuelo Ahumada, para corroborar su decir, a la vez que resaltaba el tremendo drama de las minorías étnicas, que, en número superior a dos millones, prueban que la igualdad social es un “trágico sueño guajiro”.

Es lo que se establece 27 años después de que se inauguró el nuevo orden con optimismo circunspecto de los subalternos, de los trabajadores, de los pobres, de los excluidos, de la insurgencia subalterna. Era el promisorio debut de la nueva estructura constitucional sancionada en 1991, cuya arquitectura normativa definía al orden político de Colombia como un estado social de derecho, con una explícita participación ciudadana, y la protección efectiva de los derechos humanos fundamentales, que han hecho célebres millones de veces el socorrido derecho de amparo, la célebre tutela que por estos días quería suprimirse de un plumazo.

A la muerte de la Constitución de 1886, longeva hasta más no poder, en beneficio de los privilegios decimonónicos del bipartidismo forjado al calor de heroísmo y cálculo de los “patricios” que hicieron la guerra de independencia, al frente de sus peones, el ponente de la Ley 30 era el senador Ricardo Mosquera Mesa, probado antes como rector de la Nacional al final de la segunda mitad de la década del 80.

Ahora, en la crisis más severa en la existencia de la Universidad Nacional, de modo paradójico, le toca liderar su salvación en articulo mortis a una rectora, Dolly Montoya, esposa del rector citado, quien fuera activista estudiantil en el año 1971, como ella misma lo ha recordado, cuando enfrentaba la imposición del modelo Atcon, de reforma universitaria, y la financiación injerencista de los Estados Unidos.

Tal reforma, como la reforma agraria eran parte de la prueba dizque de la Alianza para el Progreso, apuntalada a comienzos de los años 60, por la visita de la pareja destruida por los tristes augurios del reino de Camelot. Aquella vez el anfitrión fue Alberto Lleras Camargo, primer secretario de la OEA, el denominado ministerio de colonias del hegemón estadounidense.

La reforma de la Nacho era prenda de garantía para espantar el fantasma del comunismo, cuya tormenta ya había barrido a la vecina Isla de Cuba, donde pronto se estableció la educación pública gratuita, y se alfabetizó a millones de analfabetos, a pocas millas, con brigadas de voluntarios movilizados de la ciudad al campo.

De la consulta anticorrupción a la defensa de la universidad pública

Cuando el nuevo orden de la participación, cuando la democracia, cuando la paz están detenidos, cuando no corrompido el orden constitucional de 1991, por el repetido incumplimiento de la promesa de promover de manera inmediata que la igualdad sea real y efectiva, y en cambio hacer la guerra de exterminio interno de insurgentes y disidentes, el conjunto de los colombianos, y de modo particular, las minorías, cada vez más excluidas, explotadas y oprimidas, se toman las calles a través del estudiantado universitario, y los demás grupos subalternos.

Unos y otros desfilaron, como multitud abigarrada, sin desmanes el pasado miércoles, en las grandes capitales, Bogotá y Medellín, y en las otras superando de acuerdo a cálculos conservadores el medio millón de personas. Todos reclaman el futuro en términos de presente a cumplirse, sin tretas ni engaños.

Así, los jóvenes de Colombia han tomado, cuando no arrebatado simbólicamente, cuando más lo necesita, la batuta de la mano de los mayores, expectantes ante el triunfo electoral de la reacción, la derecha y los tibios en sordina, pegados como lapa a las vetustas fórmulas bipartidistas ampliadas, que, en la sesión de la cámara, con los rectores a borde, apenas tuvo en el coro de representantes a 8 de ellos.

Estas minorías del país político siguen saboteando el tránsito de toda la nación envilecida y desplazada, por millones, de la guerra civil interna, regionalizada a la paz incluyente con las reformas exigidas. Prueba fehaciente de ello fue la actitud del presidente del senado, Macías, del CD, cabeza del bloque reaccionario, hoy dominante, quien descalificó la intervención de la estudiante Jennifer Pedraza, representante al CSU de la Universidad Nacional, para sabotear y cortar su intervención, durante el mismo día en que algo más de 50.000 personas llenaban las principales vías, y copaban la plaza de Bolívar.

El actual presidente y sus coequiperos, de manera descarada, vienen aplazando el avance real de los acuerdos propios de una paz incluyente, porque la paz de Santos, con todo, quedó encerrada en los postulados neoliberales, que le señalaron una suerte de muerte prematura a éstos, y a la educación pública superior, desangrando sus presupuestos; aplicándole el préstamo gota a gota.

En la comisión del presupuesto actual, la senadora Aída Abella se enteró que los anunciados $500.000 millones para la educación superior no serían ejecutados, entregados para la vigencia presente de 2018, donde las universidades públicas están estranguladas, empezando por la Universidad Nacional. El plan era que esto ocurriera para el año 2019, y con una orla de exigencias múltiples para su desembolso.

La denuncia pública de la senadora electa por la lista de la decencia, sobreviviente de la masacre de la UP, y sobre todo, la multitudinaria presencia estudiantil en las calles, hicieron que al día siguiente el gobierno de Duque/Uribe cambiara los planes y anunciara que dicha partida, sin afectar el presupuesto tendrá ejecución inmediata.

Hoy, más que nunca con el estudiantado movilizado quedó más que claro, que los acuerdos de paz de La Habana, en sus más de 400 páginas guardaron silencio sobre la suerte del SUE, y la educación pública estatal, porque en ellos no tuvo la comunidad universitaria una vocería real, una representación en las negociaciones.

Todo lo cual prueba que la disputa hegemónica de los subalternos, sociales e insurgentes, adolecía para entonces de una propuesta que encare el agujero negro de la reforma intelectual y moral, de la que es pieza maestra la reforma educativa integra, herencia abandonada, por una modernidad contrahecha como la de Colombia, “conducida” casi sin excepción por una intelectualidad cosmopolita, separada de los grupos y clases subalternas, con notables excepciones.

Saldando una deuda histórica

Tal divorcio histórico, entre intelectuales y pueblo que Jorge E. Gaitán, advirtió para los tiempos de la generación de los nuevos, se mantiene. A él han respondido los herederos del grito de Córdoba de 1918, cuando organizaron el paro nacional universitario del año 1971, que acordó un Plan Mínimo.

Era la respuesta a la reforma Patiño, que no pocos alaban, porque aclimató en últimas la universidad de entonces a los imperativos de la modernización capitalista, como antídoto al socialismo triunfante en la Cuba de entonces.

De nuevo, en 2011, el estudiantado en lucha recogió y amplió con lucidez las banderas de 1971, pero sucumbió ante un Congreso reaccionario, que impidió la prosperidad de una reforma progresiva de la Ley 30 de 1992, a la cual respondieron en el clímax del movimiento con un proyecto que quedó sepultado en los cajones del Congreso entonces controlado por el bloque en el poder del reformista neoliberal, Juan Manuel Santos.

Esta contra-reforma siguió, sin embargo, avanzando, a través de la asfixia al presupuesto de las universidades públicas, drenándolas con el “invento” del programa “ser pilo paga”, que utilizó a los pobres inteligentes y aprovechados, en número superior a 40.000, para subsidiar groseramente a la universidad privada de elite.

Ahora, siete años después, con renovadas banderas, y dos organizaciones estudiantiles nacionales, animadas por dos proyectos políticos de signo diverso, la responsabilidad con la reforma y la salvación de la universidad colombiana, experimentan su prueba de fuego en público y en privado.

En la plaza pública, ante una imponente movilización, se dieron dos indicios contraproducentes, el intento de impedir la intervención de Jennifer Pedraza, militante del proyecto organizativo de la OCE, del que es animador político el PDA/MOIR. Ella hablaba en nombre del estudiantado como representante electa ante el CSU, de la U. Nacional.

El segundo fue la censura, a posteriori, de la participación de Gustavo Petro, el candidato presidencial de la oposición, senador comprometido con la causa de la educación pública; a la que se sumó la imposibilidad que interviniera la senadora Angélica Lozano, de la Alianza Verde, que apenas le fue permitido subir a la tarima.

Después de la movilización del 10 de octubre, las 32 universidades están deliberando, y más de 10 han decretado como resultado, un paro hasta el 21 de octubre, al ser notificados de los $500.000 millones que entregará el gobierno nacional para paliar la crisis, cuando el funcionamiento de las universidades públicas requiere $ 4,5 billones para el año 2019.

Todas las universidades en paro, o en asamblea permanente han convocado a una mega manifestación nacional para el 17 de octubre. Las direcciones del movimiento estudiantil, y en particular, dos, la UNES, y la ACRES, tienen que rescatar la pluralidad, y corregir los errores del inmediato pasado, ahora cuando han vuelto a la calle con cientos de miles de estudiantes, profesores y padres de familia. Ellos que encarnan, la parte de los sin parte, tienen que convocar con el ejemplo, sin exclusiones.

Para mostrar la madurez del conjunto del movimiento estudiantil, y el empuje de la democracia subalterna. Y convencer a la gran mayoría de la nación que los respalda como respuesta a su efectiva pedagogía ciudadana, azotada como está, por demás, por las afujías producto la crisis del modelo minero energético y agro-exportador impuesto por la vulgata neoliberal.

El curso de este y los siguientes días nos probarán a todos si la intelectualidad joven corrige con audacia e ingenio propositivo el mundo de los mayores, y que está preparada para hacer las reformas urgentes, así como para convocar, si la negativa gubernamental se empecina en quemarle billones a la guerra, en vez de invertirlos en desmontar la desigualdad social, a una Constituyente Educativa.

Ella será el portal de entrada a la Constituyente Social que le de concreción a los acuerdos de paz, que la reacción y la derecha quieren “festinarse” impunemente, como si la nación colombiana aguantara otra guerra. Mientras hacen sonar en contravía de la paz los tambores a somatén.

Fuente del Artículo:

https://www.radiomacondo.fm/columna/la-educacion-publica-universitaria-en-estado-de-coma/

ove/mahv

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Colombia: “La forma de acabar la guerra es la educación, no las armas”: rectora de la Universidad Nacional

Redacción: Noticias Caracol/17-10-2018

“La sociedad no se ha enterado de que el conocimiento genera riqueza”, dice Dolly Montoya al analizar la crisis de las universidades públicas. Acá la entrevista.

¿Están tan graves las universidades públicas en Colombia?

Sí, por una razón: nacimos como universidades del Estado y el Estado financiaba el ciento por ciento de las universidades. Y, como podemos ver, los aportes de la Nación a la Universidad Nacional de Colombia son de 701.308 millones y los recursos propios ya van llegando casi a los aportes de la nación, a los 634.106 millones.

¿Eso quiere decir que la universidad pública se está privatizando?

Eso lo que quiere decir es que a la universidad pública cada vez se le exige más con menos. Hemos pasado, entre 1993 y 2017, de 26.962 estudiantes a 53.880. Así mismo, de 189 programas a 450, y de 323 a 913 grupos de investigación con recursos propios, generados por nuestra propia comunidad universitaria a través de proyectos, de investigaciones, de recursos internacionales.

El Gobierno Nacional ha dicho que se le va a aumentar al presupuesto, para el 2019, 500 mil millones de pesos. ¿Cómo ve esta cifra?

Esta cifra es un poco menos de la mitad (…) para lo que estamos necesitados y para las 32 universidades públicas.

Le entiendo que, de esos 500 mil, casi la mitad va para funcionamiento de las 32 universidades. ¿El resto va para ‘Ser pilo paga’?

Hay dos programas. El ‘Ser pilo paga’ se modificó, ya no son las mismas reglas, ha cambiado también de nombre, pero de todas maneras también es una bolsa donde concursan públicas y privadas. Y el otro rubro que hay es para apoyar la formación de cero, uno y dos.

¿’Ser pilo paga’ no lo hacían antes las universidades públicas, es decir, darles educación superior gratuita a los estratos 1, 2 y 3?

Para nosotros siempre, en las universidades públicas, ser pilo ha pagado. Quien pasa en las universidades públicas, de estratos 1, 2 y 3, es el 81 %. Nosotros tenemos los mejores estudiantes. Desgraciadamente, como no hay más recursos, no podemos recibir más. Recibimos cerca del 12, 13% de los estudiantes en cada examen.

¿Cuántos estudiantes se presentan a la Universidad Nacional?

Le voy a dar el último dato: se presentaron 75 mil para 7 mil cupos. Nos gustaría recibir muchos más porque es buen negocio invertir en la educación pública, porque tenemos infraestructura para hacerlo.

La Universidad Nacional es de las mejores de Latinoamérica. ¿Por qué no invertirle más dinero?

Porque la sociedad no se ha enterado de que el conocimiento genera riqueza. Los coreanos se enteraron de eso hace treinta años y ahora son ricos. Los países escandinavos se enteraron también y, si ustedes ven los indicadores en ciencia y tecnología, son equivalentes a los indicadores de desarrollo económico. La locomotora de Europa, que es Alemania, invierte realmente en educación pública, todas las universidades son públicas. Eso quiere decir que es un buen negocio. Si invertimos en educación, ciencia y tecnología e innovación, vamos a tener un país desarrollado.

Pero se destina mucha más plata del presupuesto nacional para el Ministerio de Defensa que para la educación. ¿Cómo corregir eso, por qué no entienden eso que usted dice si es tan sencillo?

La guerra solo puede acabarse cuando tengamos una población totalmente educada. La forma de acabar la guerra es la educación, no las armas. Por eso hay que invertir en educación.

¿Cuánto se necesita para sacar de la crisis a la educación pública en Colombia?

Hay un cálculo… para un cubrimiento del 84% de toda la cobertura universitaria, de toda la población que podría ingresar, son 18.8 billones de pesos. Lo que pasa es que tenemos que hacer una política de Estado porque hay que mirar, desde la educación media y básica, jardines infantiles, educar en el ser y no en el tener. Y después continuar con los técnicos y tecnológicos, y hacer que la gente que llegue a las universidades realmente pueda investigan y sean científicos, o que desarrollen cosas nuevas. La educación no ha sido vista por la sociedad como tan importante. Es el fin de la guerra, la educación es el fin de la guerra.

Fuente: https://noticias.caracoltv.com/colombia/la-forma-de-acabar-la-guerra-es-la-educacion-no-las-armas-rectora-de-la-universidad-nacional

 

 

 

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Haití: Senador Latortue funge como mediador en crisis universitaria

Centro América/Haití/08 Febrero 2018/Fuente: Prensa Latina
La crisis de la Universidad Pública de Artibonite en Gonaives (UPAG), cerrada tras semanas de protestas, permanece hoy y el senador Yuri Latortue funge como nuevo mediador.
Desde hace casi un mes, profesores y estudiantes exigen la expulsión del rector Roldano Auguste por mala gestión administrativa y la toma de decisiones arbitrarias que afectan al instituto.

Luego de una decisión del Ejecutivo, Latortue se reunió con alumnos y académicos de ese centro universitario para escuchar las demandas de los manifestantes y servir como intermediario entre ambas partes.

A la cita no asistió el actual rector de la UPAG, quien dice no haber sido invitado.

‘No puedo sentarme con delincuentes’, declaró Auguste al medio digital Loop Haiti y añadió que ninguna invitación formal había llegado a su despacho recientemente, aunque estaba al tanto del mitin.

Peterson Joseph, uno de los principales cabecillas de las manifestaciones, señaló, por su parte, que la presencia del rector ‘no habría agregado nada a la reunión’, y afirmó que los profesores y estudiantes ya no lo reconocen como líder de la institución.

La crisis ha tomado auge desde que, en diciembre, un grupo de catedráticos denunciaron la mala gestión administrativa de Auguste y enviaran una carta al coordinador de Universidades Públicas de la Región, Narcissus Fever.

A pesar de la negativa del funcionario a renunciar, los manifestantes refieren que resulta necesario salvar la institución y continúan cerrando el paso a quienes intenten acercarse a la entidad.

Mañana está programada en la capital una reunión entre los protestantes, el primer ministro Jack Guy Lafontant, y Pierre Josué Agenor Cadet, titular del Ministerio de Educación Nacional y Formación Profesional.

La UPAG es la segunda casa de altos estudios que enfrenta una crisis en este mes. Recientemente la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de Haití reabrió sus puertas tras casi un año de protestas.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=150587&SEO=senador-latortue-funge-como-mediador-en-crisis-universitaria
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Retrato de una universidad en crisis: menos financiación pública, más gasto privado y más lejos de Europa

España / 21 de enero de 2018 / Autor: Daniel Sánchez Caballero / Fuente: El Diario

*En seis años de crisis las comunidades autónomas han bajado su inversión en universidad un 27%, caída que han tratado de compensar subiendo las tasas un 31%

*Pese al aumento de los precios públicos, los campus han perdido un 20% de sus ingresos entre 2009 y 2015

*España es el sexto país que menos invierte en educación terciaria respecto al PIB de toda Europa y ha pasado de hacerlo por encima de la media a quedar por debajo

Cada vez peor financiada por el estado, cada vez más cara para los estudiantes, cada vez más lejos de los modelos europeos. La Universidad española se desangra por las decisiones políticas tomadas durante la crisis, según el retrato que realiza el Observatorio del Sistema Universitario catalán, presentado el martes en Madrid.

El trazo grueso del informe ¿Quién financia la universidad? Comparación entre comunidades autónomas en España, Europa y la OCDE, que se presentó ayer en la Universidad Complutense de Madrid, dibuja una universidad española que ha visto cómo disminuían sus ingresos totales un 20% entre 2008 y 2015 (último año del que hay datos oficiales) porque la subida de los precios públicos (un 31%) no compensó el desplome de la financiación de las administraciones (-27%). Aunque la caída de una partida y el aumento de la otra se manejan en porcentajes similares, el montante total de la financiación pública es mucho mayor que lo que reciben las universidades por las tasas, de ahí el descenso.

La radiografía del sector también revela que nunca fue más cierto el dicho de que hay 17 sistemas universitarios en España, según demuestra la disparidad de comportamientos —y resultados— que ha habido durante los años de crisis según la Comunidad Autónoma (quienes tienen la competencias en educación). Al menos en cuanto a la estructura de ingresos, hay 17 Españas, sostienen los autores del informe.

Evolución de la financiación pública de la Universidad entre 2009 y 2014.
Evolución de la financiación pública de la Universidad entre 2009 y 2014.

Así, por citar algunos indicadores, tras ocho años de vaivenes, las universidades riojanas ingresan 10.000 euros por estudiante, un 54% más que Islas Baleares (6.479); los centros vascos reciben casi el doble de financiación pública por alumno que los madrileños (8.429 euros frente a 4.730); Andalucía gasta casi el cuádruple en relación al PIB que Islas Baleares (0,87% frente al 0,23%) y el precio de las tasas en Cataluña más que duplica el gallego (2.123 euros frente a 832). Son solo algunos ejemplos.

Desde el Observatori, Vera Sacristán, profesora de la Universidad Politécnica de Catalunya y autora del estudio, destacó que estas variaciones tanto en la financiación como en el valor de las tasas no responde ni a la evolución de la riqueza de las comunidades autónomas ni a cómo ha variado el número de estudiantes. O sea, son decisiones políticas. «La Universidad pública española tienen un problema estructural de financiación», zanjó Carlos Andradas, rector de la UCM y anfitrión del evento.

Las que más recortan son más caras

Bajando al detalle, se observa una tónica común en cuanto a la evolución de los ingresos de las universidades: cae la financiación de las administraciones públicas (las comunidades autónomas aportan el 95% de estas partidas) mientras suben las tasas universitarias, el dinero que aportan los estudiantes. Dicho de otro modo, los gobiernos regionales han cargado a las familias sus recortes.

Así, de media las universidades reciben un 27,7% de fondos menos hoy que hace seis años. Destacan en este apartado Castilla-La Mancha (-38,2%), la Comunidad Valenciana (-35,3%) y Madrid (-33,7%). Las que menos han recortado son Navarra (-18,4%), La Rioja (17,5%) y Aragón (17%).

Estos datos se entienden mejor cuando se cruzan con las subidas en el precio de las tasas aplicadas en estos años. Con algún pequeño cambio, las regiones que más recortaron son las que más han elevado sus precios públicos. Cataluña (un 67,6% más cara), Comunidad Valenciana (59,4%) y Madrid (40,7%) lideran esta tabla, que cierran País Vasco (2,2%), La Rioja y Galicia (que los han rebajado un 7,2% y un 15,7%, respectivamente).

Esto, a nivel nacional. El informe también evalúa la universidad en relación al resto de Europa y a la OCDE. Y el sistema español sufre en la comparativa.

Cada vez más lejos de Europa

El estudio del Observatorio  recoge un informe elaborado por la European University Association que divide los países del continente en cinco grupos según el comportamiento que hayan tenido con sus universidades respecto a la crisis. Según los datos, España, Grecia y Chipre componen la categoría de naciones que han rebajado la financiación universitaria más de lo que ha caído su PIB. Los otros grupos reúnen a países que han subido la financiación bien sea por encima del PIB o por debajo o que la han bajado menos de lo que ha caído el PIB o lo han hecho pese a que ha subido el PIB, caso este último de las naciones del Reino Unido, Letonia, Lituania, Hungría y Suecia.

Por último, Sacristán explicó que la crisis está alejando a España cada vez más de sus vecinos europeos en el sector universitario. Así, nuestro país invertía 14.191 dólares constantes por estudiante en 2009, por encima de la media tanto de la UE de los 21 como de la OCDE. Cinco años después, España se ha pasado al otro lado de la tabla: gasta 13.464 dólares por alumno y está por debajo tanto de la UE como de la OCDE.

Esta circunstancia se repite en todos los indicadores. En el gasto en universidad respecto al PIB, España ha pasado del 1,11% al 1,08% (y con un PIB en retroceso, lo que quiere decir que si el gasto no se hubiera tocado el porcentaje habría subido). En este apartado, España es el sexto país de la UE que menos gasta y cinco comunidades autónomas (Baleares, Navarra, La Rioja, Cataluña y Castilla-La Mancha) están por debajo de todos los países europeos en inversión en educación terciaria.

Fuente del Artículo:

http://www.eldiario.es/sociedad/Espana-Grecia-Chipre-universitaria-PIB_0_729677855.html

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México: Crisis financiera de universidades es estructural: Anuies

México / 30 de diciembre de 2017 / Autor: La Jornada / Fuente: Vanguardia

Las jubilaciones, las nóminas y prestaciones no reconocidas por los subsidios estatales y federales, y endeudamiento, son algunas de las causas de la crisis

Para solucionar la crisis financiera que enfrentan algunas universidades públicas en México, se requieren reformas estructurales, de acuerdo con el secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Jaime Valls Esponda.

Universidades como la Autónoma Benito Juárez de Oaxaca o la Michoacana de San Nicolás de Hidalgo están en quiebra y no cuentan con recursos suficientes para cubrir los pagos de sus nóminas de fin de año y prestaciones como los aguinaldos de su personal.

Valls dijo este martes en un encuentro con periodistas que la crisis financiera de las universidades es “un problema estructural y que tiene que resolverse no solamente para coyunturas de cierre de año. Tiene que haber un replanteamiento fundamental en las universidades, hay algunas que han hecho reformas profundas a, por ejemplo sus sistemas de pensiones”.

Planteó que “no puede pasar todos los años lo mismo. El planteamiento de la ANUIES es una reforma estructural para resolver los problemas de origen y no tener estos problemas”.

Las jubilaciones, las nóminas y prestaciones no reconocidas por los subsidios estatales y federales, y endeudamiento, son algunas de las causas de la crisis.

La Asociación propone que haya cambios en las universidades con problemas financieros. Señaló que es necesario implementar y mejorar los esquemas de transparencia y rendición de cuentas para resolver en el largo plazo la situación de las universidades que se encuentran en quiebra.

Dijo que las soluciones deben ser “de responsabilidad compartida”, es decir, de las universidades con los gobiernos y con sus sindicatos y comunidades universitarias.

Valls Esponda dijo además que que el próximo año la ANUIES presentará a los candidatos presidenciales una propuesta para la renovación de la educación superior, en el que se planteará un programa de trabajo de 12 años que abordará temas como la gobernanza universitaria, la calidad de la educación y su evaluación, la responsabilidad social de las instituciones, y la necesidad de un nuevo esquema de financiamiento.

La ANUIES, que integra a 191 universidades, trabaja en un proyecto para renovar la ley que rige a la educación superior en el país, que data de 1968. “Lo planteamos con absoluto respeto a la autonomía de las instituciones, para que la ley sea más flexible, que pueda haber más dinamismo en los temas de educación superior”.

Valls Esponda, aseguró que no sería conveniente cancelar la reforma educativa, como lo plantea Andrés Manuel López Obrador, precandidato presidencial de Morena. «Es una de las reformas estructurales más importantes que hemos tenido en los últimos años. Es una reforma que le da al Estado esta capacidad de poder regular la educación y nosotros estamos totalmente a favor, estamos trabajando en los temas de capacitación de los docentes. Nosotros creemos en la capacitación, creemos en la evaluación».

Dijo que en el centro de la reforma está la capacitación y evaluación de los maestros para mejorar la calidad del sistema educativo. “Lo que no se evalúa no se puede mejorar», planteó.

Fuente de la Noticia:

https://www.vanguardia.com.mx/articulo/crisis-financiera-de-universidades-es-estructural-anuies

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