Este martes, en la Mesa Redonda, el Dr. Walter Baluja García, ministro de Educación Superior, dialogó sobre varios temas relevantes relacionados con el reinicio del curso escolar en las universidades cubanas.
Durante la conversación, se abordaron las prioridades de nuestra educación superior, los exámenes de ingreso, el fomento de la ciencia y las adaptaciones que se realizarán en los próximos cursos.
Al iniciar el programa radio-televisivo, Baluja García relató que cursó estudios en Telecomunicación y Electrónica en la Universidad Tecnológica de La Habana, más conocida como la Cujae, y años más tarde decidió quedarse trabajando en este centro de altos estudios asociados a proyectos de redes de computadoras y de datos de esa universidad.
En el año 2002 comenzó a dirigir el departamento docente que tenía una maestría de muy alta aceptación en aquellos momentos, comentó el ministro.
“Se relacionaba con la telemática, la cual unía lo que se planificaba en los proyectos con la enseñanza de postgrado. Esto tiene una gran vinculación con la visión del Comandante en Jefe de vincular la formación de la educación superior con las actividades prácticas”.
Más adelante alcanzó el grado de doctor en el área de ciberseguridad, ocupando en el año 2009 el cargo de decano de la Facultad de Energía Eléctrica de la Cujae. “Durante esos años pasamos por varios procesos de acreditación bien rigurosos. Otro aspecto a destacar es que esta facultad cuenta con varios centros de investigación que tributan a la aplicación de la ciencia en la solución de los problemas de estas ramas del saber”.
Años más tarde, asumió como vicerrector para atender las áreas de informatización y telecomunicaciones de la universidad, cargo que ocupa posteriormente en el Ministerio de Educación Superior. “Fue un momento complejo, pues nos encontrábamos en medio de la interconexión por fibra óptica de los centros. También era el momento de la integración.
«En el año 2018 comienzo a dirigir la Universidad de Ciencias Informáticas y durante esos años tuvimos la oportunidad de crear la carrera de Ciberseguridad, así como consolidar el técnico superior de Seguridad y Administración de Redes. La UCI durante la etapa de la covid se convirtió también en un gran hospital, llegando a tener 2 400 camas”.
Valoró como un gran reto la tarea de ser ministro de Educación Superior del país y destacó el papel de sus antecesores en la conducción de este ramo. “Vamos a hacer todo lo que está a nuestro alcance, con el acompañamiento de toda la comunidad universitaria, por honrar esa labor de servidor público que nos corresponde. Que esta enseñanza tenga cada vez más calidad y sirva a los objetivos de desarrollo que tiene el país”.
Al comentar sobre el desarrollo del curso escolar, comentó que fue un periodo muy importante, pues se desarrolló en condiciones de pospandemia, “retornando a la actividad habitual del sistema educativo cubano. Desde el curso 2018-2019 no teníamos un periodo lectivo de 42 semanas. Este paso era fundamental, pues nos permitió recuperar la presencialidad sin demeritar las buenas prácticas adquirida durante este periodo, en la cual se aplicaron variantes con el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones”.
Este curso será propicio para estabilizar la labor de nuestros procesos. “Retornar al punto en que nos encontrábamos antes de realizar todos los ajustes por la pandemia. Recordar que tuvimos 42 centros de aislamientos con más de 50 000 pacientes”.
Sobre el curso escolar iniciado en 2022, dijo que su contexto es muy retador. “La experiencia del uso de las TIC nos ha ayudado en situaciones de semipresencialidad en varias carreras y diferentes universidades a continuar el proceso docente, sin que esto signifique una pérdida de la calidad”.
Subrayó que en el presente curso, la Educación Superior cubana exhibe 112 carreras y 58 técnicos superiores de ciclo corto. “La educación superior tuvo sus particularidades, pero no se detuvo en su desarrollo”.
Cursos por encuentros
Al responder a una pregunta sobre los cursos por encuentros y las posibilidades de formación durante toda la vida que ofrece en estos momentos el sistema de educación superior en Cuba, el ministro dijo que “los cursos por encuentros son una fortaleza”.
Esta modalidad de estudio “brinda oportunidades de superarse y alcanzar una carrera universitaria a las personas, cuadros y dirigentes a nivel territorial que están desempeñando tareas importantísimas”.
Afirmó Walter Baluja que estamos convocados por la máxima dirección del país a “dominar herramientas para el trabajo científico, para aplicar la innovación a la solución de nuestros problemas”.
“Estamos conscientes de que el curso por encuentro es otra oportunidad más, otra puerta más, de formación continua”.
El ministro comentó que actualmente de los más de 264 000 estudiantes de la educación superior, la mayor parte están vinculados a los cursos por encuentros. “Unos 120 000 son estudiantes del curso diurno donde el MES y Minsap tienen su mayor peso, más de 10 000 están ubicados en la educación a distancia, y el resto en cursos por encuentros”.
Destacó que en los cursos por encuentros, los centros universitarios municipales desempeñan un papel clave. “Estos centros son fruto de otra idea de Fidel durante la Batalla de Ideas, que ahora toman mayor importancia, no solo por la función que realizan en la formación profesional universitaria, sino también en las ofertas de posgrado, en la aplicación de la ciencia y la innovación, así como en el desarrollo local”.
“Es tener la universidad en el municipio; una oportunidad que tenemos que aprovechar y a la que estamos dándole seguimiento para fortalecerlos”.
En ese sentido, comentó que la situación de los centros universitarios municipales se llevó al más reciente periodo ordinario de la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde se subrayó el trabajo que realizan en la gestión del gobierno basado en ciencia e innovación en los territorios, en los municipios, en las provincias.
Campamentos y cursos de verano
En otro momento de la Mesa Redonda, el ministro de Educación Superior se refirió a los campamentos y cursos de verano que ofrecen las universidades cubanas.
“La idea de los campamentos de verano se basa en experiencias anteriores. Reúne jóvenes de diferentes edades, de diferentes procedencias en cuanto a organizaciones e instituciones, y los pone a trabajar juntos en tareas productivas, los lleva a las comunidades, a realizar labores sociales extremadamente sensibles. También los lleva a sitios históricos, a practicar deportes y expresiones artísticas. Son experiencias enriquecedoras”.
Consideró, además, que las familias de amigos que se crean en esos campamentos de verano, son la garantía de que esos jóvenes continúen trabajando –y aportando– de conjunto, en sus sectores, por su desarrollo, y por la base de sus organizaciones.
En las universidades del MES y de otras instituciones del país alojamos a más de 3 000 jóvenes para los campamentos de verano. “Ha sido una experiencia magnífica, no obstante, ciertamente hay que hacer algunos esfuerzos adicionales, siempre con el acompañamiento de los gobiernos de los territorios y con las autoridades políticas de las diferentes provincias”.
En cuanto a los cursos de verano, Walter Baluja dijo que son una tradición y una de las actividades más importantes que se realizan en nuestras universidades. “Brindan la posibilidad de que a través del posgrado los profesionales se sigan superando”.
De acuerdo con el ministro, “se incentivan cada vez más los cursos de verano para los estudiantes del pregrado, de manera tal que se puedan complementar contenidos, se pueden preparar para los exámenes que tienen pendientes o para las materias que van a recibir en el próximo periodo o en el próximo curso”.
También destacó que no se pierde nunca la vinculación con las tareas de impacto. “Más de 7 000 estudiantes nuestros estuvieron vinculados a las tareas de impacto durante este periodo vacacional, y realmente eso siempre tiene muy buena acogida en las comunidades y tributa muy bien a la formación integral de esos estudiantes”.
Comentó que como parte de las actividades realizadas por la educación superior en la etapa de verano, en la segunda quincena de agosto una delegación de la Universidad de Cultura Física y Ciencias del Deporte participó en un festival deportivo en Ekaterimburgo, Rusia. “Competimos en cinco deportes, con resultados destacados”.
Asimismo, “estuvimos preparando el próximo curso 2023-2024, el cual fue un trabajo intenso por parte de la comunidad universitaria”. “Desde ayer se continúa en el segundo periodo del actual curso, lo cual nos coloca en un punto diferente para seguir avanzando en los retos que tiene la educación superior”.
Logística para el actual curso
Sobre los temas de infraestructura de las universidades y el transporte para la movilidad de los estudiantes, Walter Baluja argumentó que están garantizadas todas las condiciones logísticas esenciales para el curso.
Señaló que la pandemia de covid-19 y su enfrentamiento impactaron en la infraestructura de las universidades, en algunos casos porque los locales estuvieron cerrados y en otros porque se sobrexplotaron para poder atender la emergencia sanitaria.
“En varias instituciones esa infraestructura se ha ido recuperando poco a poco, primero con el apoyo presupuestario que eso requiere, a partir de la asignación de los organismos competentes y aprobado por la dirección del país y por la ANPP.
“Ejecutar esos presupuestos es complejo también en la situación actual, y allí los gobiernos territoriales han jugado un papel muy importante. No son pocas las autoridades de las provincias y del Partido que se acercan a las autoridades del MES para gestionar la solución a determinado problema que tiene la universidad de su territorio”.
Por otra parte, el ministro comentó las prioridades para el segundo semestre del actual curso escolar en la preparación, en la formación, en la vinculación con la sociedad de las universidades cubanas.
Explicó que los principales cuadros del MES realizan en estos momentos un recorrido por las instituciones de la educación superior para evaluar el aseguramiento para el desarrollo con calidad de las actividades del segundo periodo del curso.
Asimismo, al decir de Walter Baluja, se le dedica un tiempo a atender otras situaciones que tributan al cumplimiento de nuestra misión, incluyendo un chequeo de la base del cumplimiento de los objetivos estratégicos de cada institución.
Retos para el actual curso
De acuerdo con el ministro, existe un grupo de retos importantes para el actual curso.
“Tenemos las pruebas de ingreso que dan acceso a la educación superior que, como está planificado, se van a desarrollar en el mes de octubre, en su primera ronda de exámenes. Eso lleva un esfuerzo organizativo, académico y logístico muy grande, que hemos discutido en los espacios correspondientes, para garantizar que una vez más los exámenes le den la tranquilidad que necesita nuestra población, que los estudiantes puedan realizarlos con la preparación adecuada”.
El ministro agregó que “tenemos la convocatoria también, por mandato de la Asamblea Nacional, a trabajar de conjunto con el resto de los organismos formadores –coordinados en este caso por el MES– en la Ley de Educación de país, que está en el cronograma legislativo para 2025”.
“Otro reto está vinculado con los estudios de posgrado, con una propuesta que estamos preparando sobre la gestión de becas de doctorado en el país, con los recursos que aportan las instituciones y el sistema empresarial”.
Sobre este tema señaló que “siempre la formación de posgrado en el exterior ha tenido un espacio en las relaciones internacionales de todas las instituciones de la educación superior del país”.
El ministro calificó de reto importante el análisis de las experiencias vividas en estos cursos y cómo vamos a adoptar el calendario docente para la educación superior en el retorno al calendario tradicional. “Se buscan variantes para el retorno a ese calendario a la mayor brevedad posible y con la mayor calidad posible”, dijo.
Añadió Walter Baluja que las universidades colaborarán en los ejercicios que habitualmente realiza la Contraloría General de la República, que comienzan en septiembre.
En cuanto al ejercicio de práctica docente, dijo que como parte de las actividades de retorno a la normalidad se ha priorizado. “Siempre tratando que todo el componente práctico que está dentro de los planes de estudio se vincule a una situación, a una entidad de la sociedad y la economía cubana, para que realmente el estudiante pueda formarse sobre la problemática real de un futuro centro de trabajo”.
Ingreso a la educación superior: Priorizar la calidad
En otro momento de la Mesa Redonda, Walter Baluja explicó las proyecciones para afrontar los procesos de ingreso a la educación superior y la organización del proceso docente. En este sentido, resaltó la importancia de trabajar con mucha seriedad, mantener el rigor, la transparencia y el derecho al acceso a la universidad de todos los estudiantes.
“Las pruebas de ingreso deben tributar a la calidad del ingreso, pero nuestro objetivo es que la mayor parte de los jóvenes en edad universitaria estén en ella. Para eso hemos trabajado y poco a poco vamos avanzando en ese propósito, siempre en una estrecha relación con las instituciones de la educación general”, agregó.
Respecto al proceso de ingreso del próximo mes de octubre, el primero de los dos que afrontarán las universidades en el actual curso, el ministro anunció que se ofertarán más de 115 000 plazas, como parte de los incrementos sostenidos que se evidencian desde el año 2020, siempre con la premisa de la eficiencia en el empleo de los recursos materiales y humanos.
“En el actual curso tendremos los tres exámenes tradicionales en las asignaturas de Español, Matemática e Historia y mantenemos las ocho carreras con requisitos adicionales para el acceso. Estas son las de Relaciones Internacionales, Periodismo y las vinculadas a la Universidad de Arte”, agregó.
Novedades para los próximos cursos en el ingreso a la universidad
Asimismo, Walter Baluja explicó que este año iniciaron experimentos para acercar la demanda de plazas y su otorgamiento a las necesidades de cada territorio. La meta radica en suplir las necesidades de los municipios y fortalecer el uso de la ciencia en los Gobiernos locales.
Al respecto, las provincias de Pinar del Río, Villa Clara y Holguín encabezan este nuevo proyecto, el cual al decir del ministro marcha de forma positiva y aspiran a generalizarlo en todo el país en el año 2025.
Por otra parte, igualmente existe el propósito de brindar una mayor atención a los jóvenes en situación de vulnerabilidad y desvinculados del estudio y el trabajo. El objetivo es apoyarlos no solo en la preparación, sino también en el seguimiento y la tutoría. Incluso, dentro del marco regulatorio ya establecido, ofrecerles algún tipo de ayuda económica.
Al referirse al proceso de ingreso pactado para el mes de mayo de 2024, la fecha en la que tradicionalmente se llevan a cabo los exámenes, el máximo responsable de la educación superior en Cuba explicó que será para los estudiantes que iniciaron ahora el duodécimo grado. Ya existe un calendario propuesto para las convocatorias tradicionales.
“Hemos pensado en otras modificaciones, pero consideramos que en este curso no son factibles. Para 2025 traeremos otras propuestas, con la premisa de que todo el que ingrese a una universidad deba vencer los contenidos de los exámenes, lo cual de por sí fortalece el ingreso. Esto obedece también a la vuelta del calendario docente tradicional entre los meses de septiembre y julio, tras un grupo de análisis que reflejaron las ventajas de esta organización”, explicó el ministro.
En tal sentido, el curso de 2024 iniciará en febrero de ese año, mientras el período lectivo de 2024-2025 lo hará en septiembre. Para ello se ha priorizado proteger la calidad y reducir la afectación a los planes de estudios, en cada caso en construcción colectiva entre los organismos formadores y las universidades.
Ciencia e innovación: Pilares de las universidades cubanas
Al decir de Walter Baluja, si algo distingue a las casas de altos estudios en Cuba son los resultados de la ciencia y la innovación. De hecho, el 76% del claustro está compuesto por másteres o doctores, mientras los procesos de acreditación marchan de forma estable en todo el país.
“Asimismo, la adopción del esquema de la gestión de Gobierno basada en la ciencia y la innovación, nos ha obligado a dar asesorías y vincularnos a más proyectos de desarrollo local. Todas nuestras universidades tienen centros de estudio asociados a las localidades y contamos con más de 1 100 proyectos de investigación en las diferentes modalidades”, aseguró.
De igual manera, más de la mitad de los Premios Nacionales de la Academia de Ciencias de Cuba van a los claustros universitarios, y solo en 2022 más de 90 premios se vincularon a proyectos de desarrollo local. Mientras, 367 doctorantes realizan tesis que tributan a estos proyectos y Cuba cuenta con dos empresas de interfase y mipymes que facilitan el enlace entre la sociedad y las universidades.
Antes de concluir, Walter Baluja destacó la labor del claustro en cada centro universitario, de quienes resaltó su compromiso con la formación continua de los jóvenes para el desarrollo de Cuba.