Educar para la paz en un mundo en guerra

Por: Pablo Imen

La escuela y sus docentes tienen un lugar de privilegio para contribuir a la formación de conciencias pacíficas.

Vuelven a sonar tambores de guerra que preanuncian conflictos que esta vez no tendrán ganadores y perdedores. EEUU y Rusia tienen poder para destruir cuatro veces el planeta: una conflagración llevada hasta las últimas consecuencias pone en riesgo la continuidad de la especie.

La lectura del mundo está siempre condicionada por los anteojos de cada lector: valores, conocimientos, información disponible, análisis cruzados condicionan la comprensión, el modo de comunicarlo. Quien, por su parte, tiene el uso autorizado de la palabra pública (un periodista, un académico, un artista, un legislador), tiene posibilidades de incidir en la interpretación de los fenómenos que nos envuelven y nos interpelan.

La humanidad es —desde el vamos— un proyecto colectivo que desarrolló un largo camino. En ese andar ocurrieron los más diversos procesos históricos que nos permiten entender los dramas del presente y las esperanzas del porvenir. Guerras sociales y nacionales han sido dramáticos modos de desplegar su existencia.

Cuando las sociedades humanas pasaron de las economías de subsistencia a las de excedente, la riqueza socialmente producida fue apropiada por una minoría privilegiada, estructurando las relaciones sociales a través de la injusticia, la opresión y la explotación expresadas de diversos modos. La lucha fue y es entre desposeídos y poseedores y se prolongó en sucesivos órdenes: esclavismo, feudalismo y capitalismo. Modos diferentes de explotar, pero todos organizados alrededor de la exclusión y el exclusivismo.

Guerras sociales

De modo complementario, unas sociedades se disputaron por la fuerza la propiedad de tierras y riquezas, lo que dio lugar a la guerra entre naciones. Quienes resultaban derrotadas, perdían su patrimonio e incluso su libertad: los primeros esclavos y esclavas fueron los pueblos derrotados que quedaban, así, sometidos al dominio de los vencedores.

La historia de la humanidad ha sido, así, una cruel sucesión de guerras sociales y nacionales por el predominio de unos grupos —clases y gobiernos— sobre otros —pobres y poblaciones. En ese cruel y sucesivo despliegue de la historia humana fueron transformándose las relaciones sociales y, frente a cada acto de barbarie, surgieron voluntades que elevaron su voz frente a la injusticia y frente a la violencia. Y hubo y habrá voces que se expresan por un mundo fraternal, solidario, igualitario en el cual no se diriman las diferencias por la fuerza de las armas.

Las guerras son procesos aborrecibles, y las razones que las impulsan suelen tener motivaciones diferentes según cada parte del conflicto. Victimarios que persiguen plasmar latrocinios y genocidios; víctimas quienes luchan para romper las cadenas de la esclavitud y ser libres de toda dominación. Las guerras del siglo XIX de las colonias españolas respondieron a tres siglos de barbarie y estaban impulsadas por una voluntad colectiva de ser libres o morir. Así fue en los campos de batalla, así lo dicen las letras de los himnos nacionales de las patrias chicas nacidas de esa guerra de emancipación.

Entender la guerra, sus raíces, sus actores, sus consecuencias reclama ingentes esfuerzos pedagógicos. Si asumimos que la realidad educa, que la escuela educa, que los medios educan, entonces la educación por y para la paz es un esfuerzo colectivo que atraviesa los muros escolares, pero los incluye también.

La guerra constituye un acto de una violencia feroz. Una diferencia o una ambición se dirimen a través de la fuerza bruta, y los crímenes más horrendos se convierten allí en el modo dominante de las relaciones sociales. En esos momentos se suspenden todos los derechos y garantías que hacen a la condición humana, y se pierde en el campo de batalla y fuera de él nuestra dignidad.

Compromiso colectivo

¿Qué exige una educación para la paz en la Argentina?

Esa educación debe ser un compromiso colectivo, y requiere del Estado (y sus instituciones) una fuerte acción concreta que, comenzando por su política exterior, reafirme la tradición nacional de neutralidad frente a las guerras.

Los medios de comunicación deben ejercer una responsabilidad ético-política y ciudadana brindando informaciones y análisis que permitan comprender las raíces de los conflictos, su historia, los actores e intereses en juego, etcétera.

Las organizaciones sociales y las de la cultura tienen un lugar importante que cumplir en defensa de la paz y contra la guerra.

La escuela y los y las maestras tienen, para nosotros, un lugar privilegiado para contribuir a la formación de una conciencia pacifista. No lo hacen en un marco abstracto ni ahistórico sino muy concreto: el de hegemonía cuestionada del neoliberal-conservadurismo.

El neoliberal-conservadurismo encubre y justifica una sociología de la guerra: para esta corriente, la vida humana es una competencia permanente y la guerra no es más que uno de los modos de expresión de ese estado ineluctable de la sociedad. Su visión se combina con otra explicación nacida de la conquista del continente americano: las ideas de la superioridad de unas razas sobre otras y, en tal visión, el derecho natural a ejercer una dominación tal como ocurre entre los humanos y las especies animales. Se explica la guerra por la legitimidad del latrocinio o la (presunta e inadmisible) superioridad racial.

Es preciso, entonces, que desde la institución escolar se aborde la guerra como un modo inaceptable de dirimir la diferencia o la voluntad de oprimir y explotar. Son tópicos imprescindibles el estudio fundamentado de la historia humana ( y de sus guerras), el análisis contextualizado del poder y su ejercicio, la existencia de alternativas de abordaje y solución de ese y otros conflictos, la traducción a ejemplos de la vida cotidiana, el conocimiento de la legalidad y las luchas por la paz, la capacidad de analizar con cabeza propia los elementos de una realidad compleja. Estos constituyen todos aspectos necesarios de una educación para la paz y contra la guerra.

Si hasta hoy los pueblos debían formarse con lucidez para actuar eficazmente contra la guerra, existe hoy una razón más para fundamentar la pedagogía de la paz: una nueva guerra será la última de la especie. Y la humanidad no merece tal destino.

Fuente: http://www.lacapital.com.ar/educacion/educar-la-paz-un-mundo-guerra-n1381768.html

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Formación docente y cultura de paz

América del Sur/Venezuela/Abril del 2017/Nelly Blanco Uzcanga

 Formación Docente y  Cultura de  paz

Autora: Nelly Blanco Uzcanga

 Un grupo de colaboradores: Investigadores, docentes, abogados, consejo comunal, estudiantes  de la  Misión Sucre, locutores, locales, regionales, interregionales, organizaciones Sindicales. Nos damos cita los días miércoles en la Aldea Universitaria Misión Sucre del Limón. Con la finalidad de establecer las bases en la aplicación del aprendizaje en el curso de Ampliación Para la Promoción de la Cultura de Paz, Programa de Formación  Centro Internacional Miranda.

   Cabe destacar que la Aldea Universitaria Misión Sucre, es uno de los grandes logros como política educativa en el subsistema de educación universitaria en Venezuela, siento pioneros para los países de América latina y el Caribe. y cuenta con un programa de formación (PNF), los egresados  en educación ya ejercen como profesionales de la docencia para el Ministerio del Poder Popular para la Educación en el Subsistema de Educación Básica.

Su ubicación nos exalta a puntualizar que geográficamente está ubicada en el Municipio, Mario Briceño Iragorry en la Avenida El Limón de Maracay, a su izquierda se encuentra la Escuela de Chocolatería de la ALBA  orgullo de Aragua bajo una pedagogía libertaria que descoloniza el pensamiento, y es nodo articulador de la gente, organizaciones e instituciones relacionadas con el cacao.

Seguido a esto  se localiza  la Universidad Central de Venezuela que egresa ingenieros agrónomos y médicos veterinarios, y a su derecha un campo deportivo de fútbol, del cual hace uso la comunidad en general, este colinda con la Escuela de Educación Especial Padre Antonio Leyh. Detrás de la Aldea se encuentra una caballeriza, y al frente  la urbanización de Caña de Azúcar, donde se visualiza la construcción ya avanzada de una Ciudad Socialista.  Como una de las políticas de estado con la Gran Misión vivienda.

En este sentido se señala que  hemos tenido varios encuentros en un ambiente cónsono y pertinente donde los participantes han realizado debates interesantes en relación a la situación actual en la promoción de una cultura de paz desde lo local, regional, nacional e internacional, así como un recorrido por los planes y programas que existen en Venezuela y que se pueden visualizar en la comunidad.

Entre tanto se han desarrollando estrategias mediante exposiciones, presentaciones, conversatorios, ponencias, foros, que contribuyen en la formación de los  participante como ciudadanos con conciencia crítica y responsable para la construcción y consolidación de una cultura de paz, rechazando la violencia  por medio de la educación de la mano con el diálogo y la promoción de valores en nuestras comunidades.

 Se observan las acciones de violencia en estos tiempos  en la nación, que toca la fibra humana, y amerita desde la acción, la paz, el llamado al dialogo, a no disturbios, así como el cese a la campaña mediática y al boicot, contra la nación que tienen como finalidad activar la carta democrática. Tenemos una trayectoria de ser un pueblo de paz, de ejemplo y mediador de la paz en el mundo.

Desde estos espacios de construcción colectiva nos oponemos totalmente a estos desencuentros, a la guerra. y hacemos uso en nuestros contextos educativos, laborales, políticos, comunitarios a la no violencia promoviendo principios de respeto, y convivencia pacífica. Dentro de las acciones sistematizamos y socializamos experiencias, con la pretensión de concebir redes que contribuyan para la promoción y consolidación de una cultura de paz.

Fuente:

Enviado por la autora a OVE.

Foto: Margarita Carias

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/EymE42l5McqRVMph68dILEZkSoHraeCm48CQTS18ej0evKqi-ZERiwtFiEoVcBC6lJWJng=s85

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