CCOO: «La legislación homófoba aprobada en Hungría es un atentado a los Derechos Humanos»

El 12 de noviembre de 2020, la Comisión Europea (CE) publicaba su primera estrategia para la igualdad de personas lesbianas, gais, bisexuales, trans, no binarias, intersexuales y queer (LGBTIQ), en la que se establecían acciones específicas de cara a luchar contra la discriminación, garantizar la seguridad y construir sociedades inclusivas para las personas LGBTIQ, así como hacer un llamamiento para conseguir la igualdad de las personas LGBTIQ en todo el mundo».

Comunicado

Como se subraya en esta estrategia, la Unión Europea (UE) «tiene que estar a la vanguardia de esfuerzos para proteger mejor los derechos de las personas LGBTIQ«, en un momento en que «la discriminación por motivos de orientación sexual, identidad/expresión de género y características sexuales está aumentando en la UE» y «hay una tendencia preocupante en algunas partes de la UE de incidentes anti-LGBTIQ más frecuentes, como los ataques a eventos públicos LGBTIQ, incluyendo las marchas del Orgullo, las llamadas declaraciones de zonas libres de ideología LGBTIQ» y «el aumento del movimiento antigénero (y antiLGBTIQ)» en todas las esferas de la vida, incluido el trabajo.

La igualdad y la no discriminación son valores esenciales y derechos fundamentales, y es responsabilidad compartida de las instituciones de la UE y los Estados miembros proteger estos derechos y garantizar la igualdad de trato y la igualdad de derechos para todo el mundo.

Sin embargo, vemos cómo gobiernos de varios Estados miembro continúan en su afán persecutorio al colectivo LGBTIQ, y cómo el de Hungría destaca por sus continuos atentados contra el espíritu y políticas europeas, los Derechos Humanos y el sentido común.

La extrema derecha lleva tiempo señalando a sus víctimas: personas LGTBIQ, mujeres, clase obrera organizada, personas migrantes y, en general, cualquier persona libre y demócrata que luche, bien con sus acciones de vida pública y privada, bien reivindicando, libertad, justicia e igualdad.

El gobierno de Viktor Orbán encuentra refrendo y apoyo en partidos de marcado carácter fascista en distintos lugares de la UE. También en España. Pero, como sucede en Hungría, una mayoría social, demócrata y proeuropea, está dispuesta a luchar y defender el acervo común de paz e igualdad que garantiza seguridad, derechos fundamentales, el fin del discurso y las acciones de odio y de la violencia.

Es inaceptable que el gobierno húngaro no reconozca la paternidad o el estatuto matrimonial de personas LGBTIQ, limitando así su derecho fundamental a circular libremente en la UE. Las organizaciones firmantes acogemos con satisfacción la iniciativa legislativa horizontal europea propuesta por la CE, con la que se reconocerá la paternidad entre los Estados miembros, y apoyaremos al gobierno de España y a la CE para que exijan a Hungría su cumplimiento.

Asimismo, queremos hacer mención específica a las personas LGBTIQ solicitantes de asilo, grupo especialmente vulnerable, que en el caso de Hungría se enfrentan a una doble discriminación legal y, con frecuencia, se ven en la diana de ataques de todo tipo alentados por el discurso del presidente Orbán. Dejamos constancia del apoyo, solidaridad y compromiso de todas las organizaciones firmantes.

Queremos también solidarizarnos con las organizaciones sindicales, políticas y sociales húngaras que luchan en las calles contra los ataques a la clase trabajadora en aquel país. Los derechos de los y las trabajadoras LGBTIQ forman parte de las reivindicaciones y el trabajo sindical, que enfrenta, también, el ataque a la negociación colectiva, una herramienta vital para asentar derechos en todas las esferas de la vida privada, familiar, social y laboral. Trabajamos y trabajaremos mano a mano con nuestros compañeros y compañeras húngaras que procuran un futuro mejor a su país, a través del diálogo, el esfuerzo y la defensa de los derechos cívicos y humanos.

Los medios de comunicación, la cultura y el deporte pueden contribuir a promover la tolerancia y la inclusión en nuestras sociedades. Sin embargo, el gobierno ultraconservador de Hungría practica de manera sistemática el acoso a estos sectores y ejercita numerosas formas de censura y represión directa o indirecta, frustrando la libertad de expresión y socavando el potencial que éstos ofrecen para construir sociedades más justas e igualitarias. También aquí, los ataques de Orbán, afectan al conjunto de la sociedad, y son inadmisibles en una sociedad democrática.

Las organizaciones firmantes se solidarizan con el pueblo húngaro, que sufre el abuso de la acción política ultraconservadora y antieuropea de su gobierno. Las decisiones antidemocráticas que lleva adoptando el Gobierno húngaro desde hace más de una década, deben urgir a las instituciones europeas a tomar urgentemente, cartas en el asunto y garantizar la protección de la ciudadanía húngara.

Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es

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