Cultura de la dependencia tecnológica

La concentración monopólica de tecnología es una amenaza contra las democracias.

Acostumbrados como estamos a consumir (mayormente) lo ajeno, la tecnología no fue ni es excepción que honre a gobierno alguno en términos brutos. Aunque el consumismo tecnológico adquirió modalidades muy diversas, en cantidad y en calidad, el resultado es el mismo

Pagamos sumas incalculables (y con ellas todas sus consecuencias) cada minuto que se posterga la soberanía tecnológica amordazada con palabrerío de ocasión. No confundamos la oferta seductora, y sus facilidades para el endeudamiento, con la verdadera y concreta tarea de sustituir importaciones tecnologías en todas las áreas. Que el mercado se presente “seductor” con la oferta de “maravillas tecnológicas” a granel, deja sobre la mea de nuestras realidades la muy amaga impotencia que nos asalta ante los escaparates de lo inalcanzable o lo contradictorio. Aunque hagamos “sacrificios” para mantenernos al día.

También la concentración monopólica de la tecnología es una amenaza contra las democracias. Y parece que nos acostumbramos, a costos incalculables, a consumir mansamente, planificada y adictamente, todo cuanto nos imponen los consorcios tecnológicos trasnacionales frecuentemente con matriz en la industria bélica. Internet no nos dejará mentor, por ejemplo. Transferimos al aparato empresarial bélico, bancario y mediático -sin frenos y sin auditorias-, sumas ingentes. Entiéndase aquí “dependencia” en su sentido amplio que incluye las adicciones más variadas y las más “novedosas”. Adquirimos tecnología sin soberanía; no consolidamos nuestras fuerzas de producción, no creamos una corriente internacionalista para una tecnología emancipada y emancipadora; no creamos las usinas semióticas para la emancipación y el ascenso de las conciencias hacia la praxis transformadora; en la producción de tecnologías y no creamos un bastión ético y moral para el control político del discurso y el gasto. No es que falten talentos o expertos, no es que falte dinero ni que falten las necesidades con sus escenarios. Hizo estragos, nuevamente, la crisis de dirección política transformadora. Hablamos mucho, hicimos poco. Ni el “Informe MacBride” (1980) supimos escuchar y usar, como se debe.

Estamos bajo el fuego de (al menos) tres guerras simultáneas: una Guerra Económica desatada para dar otra “vuelta de tuerca” contra la clase trabajadora; una Guerra Territorial para asegurarse el control, metro a metro, contra las movilizaciones y protestas sociales que se multiplican en todo el planeta; y una Guerra Cognitivo-Mediática para anestesiarnos y criminalizar las luchas sociales y a sus líderes. Tres fuegos que operan de manera combinada desde las mafias financieras globales, la industria bélica y el re-editado “plan cóndor comunicacional” empecinado en silenciar a los pueblos.

En particular, la guerra cognitivo-mediática es extensión de la guerra económica imperial no se contenta con poner su bota explotadora en el cuello de los pueblos, quiere, además; que se lo agradezcamos; que reconozcamos que eso está “bien”, que nos hace “bien”; que le aplaudamos y que heredemos a nuestra prole los valores de la explotación y la humillación como si se tratara de un triunfo moral de toda la humanidad, como si se tratara de un patrimonio digno de ser heredado. El discurso financiado es un sistema de defensa estratégica transnacional operada desde las centrales imperiales con ayudas vernáculas. Para eso ha servido buen parte de la tecnología que nos imponen y buena parte de nuestras adicciones inducidas para el consumismo de sus “fierros”. Una parte del poder económico-político de las empresas trasnacionales productoras de tecnología tiene sus contrapartes cómplices vernáculas que operan de manera, unas veces desembozada y otras veces maquillada por prestanombres de todo tipo. Se trata de una doble articulación de la dependencia que supera a los poderes nacionales (muchos de ellos no tributan, no respeta leyes y no respeta identidades) mientras ofrece respaldo a operaciones locales en las que se inclina la balanza del capital contra el trabajo.

Nuestra dependencia tecnológica en materia de comunicación es pasmosa; gastamos sumas enormes en producir comunicación generalmente efímera y poco eficiente; nuestras bases teóricas están mayormente infiltradas por las corrientes ideológicas burguesas que se han adueñado de las academias y escuelas de comunicación; no tenemos escuelas de cuadros especializadas y no logramos desarrollar usinas semánticas capaces de producir contenidos y formas pertinentes y seductoras en la tarea de sumar conciencia y acción transformadora. Con excepción de las excepciones.

Han instrumentado modelos bancario-financieros de endeudamiento y dependencia económica inspirados en la retracción del papel del Estado para reducir y suspender el derecho histórico a la soberanía tecnológica. Así les compramos desde medicamentos hasta instrumentos, desde maquinarias hasta Filosofías de la Tecnología. Compramos teléfonos, pantallas, trasponders más la catarata de refacciones pergeñada por la “obsolescencia planificada”. Nuestra independencia tecnológica duerme el sueño del “subdesarrollo” anestesiada por contratos jugosos que, además de someternos nos “educan” para estar agradecidos y embelesados con los avances tecnológicos más sorprendentes. Mayormente ajenos.

Esa dependencia es una emboscada porque incluso algunos intentos por desplegar fabricaciones propias suelen ir pegados a los modelos de producción y consumo diseñados por las ideas y las necesidades empresariales. Tan delicado como imitar contenidos es imitar formas. Las formas tecnológicas no son entidades a-sexuadas o inmaculadas, y no quiere decir esto que no se pueda expropiar (consciente y críticamente) el terreno de las formas para ponerlas al servicio de una transformación cultural y comunicacional pero debe tenerse muy en cuenta, qué realmente es útil y por qué no somos capaces de idear formas mejores.

No obstante, contra todas las dificultades y no pocos pronósticos pesimistas, los pueblos luchan desde fretes muy diversos y en condiciones asimétricas. Con experiencias victoriosas en más de un sentido es necesaria una revisión autocrítica de urgencia mayor. Intoxicados, hasta en lo que ni imaginamos, vamos con nuestras “prácticas comunicacionales” repitiendo manías y vicios burgueses a granel. La andanada descomunal de ilusionismo, fetichismo y mercantilismo con que nos zarandea diariamente la ideología de la clase dominante, nos ha vuelto, a muchos, loros empiristas inconscientes capaces de repetir modelos hegemónicos pensando, incluso convencidos, que somos muy “revolucionarios”. Salvemos de inmediato a las muy contadas excepciones.

Fuente: https://rebelion.org/cultura-de-la-dependencia-tecnologica/

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Italia propone una ley para tratar la dependencia al móvil

Europa/Italia/25 Julio 2019/Fuente: La vanguardia

El M5E compara la nomofobia con la adicción al juego

Un uso continuo del teléfono móvil, tener siempre al lado uno o más dispositivos para cargar la batería, vivir en estado de ansiedad nerviosismo con el solo pensamiento de perder el aparato o que no esté utilizable, comprobar constantemente la pantalla para ver si han llegado mensajes o si tiene suficiente batería, mantener el teléfono conectado 24 horas, irse a dormir con él al lado o incluso utilizarlo en lugares poco adaptados. Todas esas características son, según el Movimiento 5 Estrellas (M5E) italiano, señales de que se sufre la llamada nomofobia (del inglés, ‘no mobile phone phobia’), el uso excesivo y patológico del teléfono móvil que el partido en el Gobierno italiano pretende combatir con su nueva propuesta de ley.

La diputada Vittoria Casa y otra cuarentena de representantes grillini han reclamado al Gobierno a través de la Cámara de Diputados que intervenga contra esta dependencia con atención, tutela y educación de los adultos y menores. Proponen medidas de carácter preventivo como campañas informativas de sensibilización a través de los medios de comunicación y los servicios educativos, la organización de cursos de formación para divulgar sus riesgos e, incluso, medidas de “apoyo y reeducación” de los que sufren nomofobia a través de los servicios sociosanitarios.

La mitad de los jóvenes italianos sufren ansiedad si piensan en quedarse sin el teléfono

El M5E alerta que la situación resulta todavía más preocupante en el caso de los jóvenes, citando una investigación del 2018 que alertaba que ocho de cada diez adolescentes italianos tienen miedo de quedarse sin móvil y el 50% decía que sólo pensar en un posible apagón sentía ansiedad. “A este fenómeno se asocia siempre más frecuentemente el llamado vamping, que indica el hábito de quedarse conectado toda la noche”, reza el texto. “Se trata de chicos que, por el mismo rasero de los vampiros, parecen vivir su propia vida social en las horas nocturnas, sintiéndose después cansados, débiles e incapaces durante las diurnas, en las cuales debería desarrollarse su verdadera vida adolescente, con repercusiones en la vida personal, escolar y profesional”, añade la propuesta de ley.

Esta misma semana una encuesta de la Asociación Nacional de Dependencia a la Tecnología ha aportado más datos reveladores: la mitad de los jóvenes italianos entre los 15 y los 20 años controlan su smartphone unas 75 veces al día. Otro informe publicado en junio estimaba que el 61% de los italianos usan sus teléfonos o tabletas en la cama, un porcentaje que crece hasta el 81% en el caso de las personas entre 18 y 34 años. El M5E, que dice que cuenta con el asesoramiento de psiquiatras, llega a comparar esta adicción con la que provoca el juego.

La dependencia al teléfono móvil es un tema al orden del día en Italia. Recientemente, otra campaña ha llamado mucho la atención de los medios. La región montañosa de las Dolomitas, en el norte del país, ofrecía una semana de vacaciones gratis en refugios y hoteles para quien estuviese dispuesto a estar totalmente desconectado de los dispositivos, tanto móviles, tabletas o ordenadores a cambio de realizar pequeños trabajos para la comunidad, como limpiar los senderos.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20190724/463680004168/italia-ley-adiccion-movil-nomofobia-jovenes.html

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Internet. Se profundiza la dependencia latinoamericana de EE.UU.

Por: Raúl Zibechi

Ocho de los nueve cables submarinos que unen América del Sur con Europa pasan por EEUU. Algo muy grave porque, además, la ciudad brasileña Fortaleza está más cerca de la península Ibérica que de Miami. El noveno es un cable obsoleto y saturado, de modo que el 99% del tráfico de Internet desde Sudamérica es controlado desde Washington.

El dato fue proporcionado por la compañía española Eulalink cuando presentó el proyecto de cable submarino que comenzará a operar en 2018, uniendo Brasil con Sines (Portugal) y Madrid, sin pasar por Estados Unidos. El cable tendrá una gran capacidad, nada menos que 72 Tbps (terabits por segundo), siete veces más que la información que América Latina trasmite actualmente al resto del mundo.

Se trata de un pequeño e insuficiente paso, toda vez que la región presenta un panorama absurdo: un correo electrónico entre Santiago de Chile y Buenos Aires (dos ciudades separadas por 1.400 kilómetros), recorre más de 15.000 kilómetros, primero por el océano Pacífico para llegar a la costa de California, luego atraviesa EEUU hasta Miami y finalmente se hunde en el Atlántico hasta llegar a la capital argentina. En paralelo, la Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile (Subtel) y la compañía Huawei de China, firmaron un acuerdo de pre-factibilidad técnica para el desarrollo de una conexión directa entre Asia y Chile a través de un cable de fibra óptica que unirá China con el país andino a través del Océano Pacífico.

Son pequeños avances en dirección a la independencia en materia de comunicaciones. Hace apenas cinco años la UNASUR había decidido construir un anillo de fibra óptica para permitir la interconexión directa de los países de la región. El objetivo era superar la eterna dependencia económica, política y cultural. Un país como Brasil, que pretende ser una potencia global emergente, vive una grave dependencia en las comunicaciones: el 46% de su tráfico internacional de Internet viene de fuera del país, y de esa cantidad el 90% hace una «parada» (pitstop) en Estados Unidos.

En cuanto a la región en su conjunto, el 80% del tráfico internacional de datos de América Latina pasa por Estados Unidos, el doble que Asia y cuatro veces el porcentaje de Europa. Esto hace que las comunicaciones sean más caras.

El entonces ministro de Industria y Energía de Uruguay, Roberto Kreimerman, señaló luego de la cumbre de UNASUR en Asunción, en 2011, que hay varias razones por las cuales se tomó una decisión de construir el anillo sudamericano: «Los costos actuales son muy elevados ya que en el conjunto de la región lo que se paga a los propietarios de los cables submarinos y las conexiones con los países desarrollados suponen entre el 30 y el 50% del precio final».

La otra razón de peso hace referencia a la soberanía nacional, algo que quedó en evidencia cuando las agencias estadounidenses controlaban las comunicaciones de la presidenta Dilma Rousseff, lo que provocó una crisis diplomática entre ambos países.

El proyecto inicial de UNASUR pasaba por un relevamiento y mapeo de todas las redes existentes en cada uno de los países. Luego se establecieron tres etapas: la conexión de los puntos físicos ubicados en las fronteras, como Argentina, Paraguay, Venezuela Bolivia y Uruguay, y en la siguiente etapa las empresas estatales de comunicaciones, como Telebras de Brasil y Arsat de Argentina, y también las privadas, realizarían el tendido de sus redes. Estaba previsto que el anillo de fibra óptica tuviera una extensión de 10.000 kilómetros y fuera gestionado por las empresas estatales de cada país para que las comunicaciones sean más seguras y baratas. La conexión directa aumentaría la velocidad de conexión entre un 20 y un 30% y sus costos serían menores.

El proyecto implicaba la instalación de varios cables submarinos. Uno de ellos entre Brasil y Estados Unidos, que permite también la conexión con Colombia y Venezuela. Un segundo cable se proponía unir el continente directamente con Europa pasando por Cabo Verde, y un tercero unirá Fortaleza (norte de Brasil) con Angola (África) con una derivación hacia Argentina y Uruguay. La empresa encargada de la construcción de buena parte del anillo óptico era la estatal Eletrobrás y la financiación estaba a cargo del banco de desarrollo BNDES.

Todo esto ha quedado paralizado con la crisis política y los cambios de gobiernos que afectan a los principales países de la región, en particular a Brasil, el país que propuso y diseñó los nuevos tendidos de cables de Internet.

Ahora los pasos que se siguen no son ya de carácter regional sino bilateral, como el caso de Brasil con España y de Chile con China. El gobierno de Michelle Bachelet destacó la importancia que el proyectado puente de comunicación directa entre Asia y Latinoamérica tendrá de cara al desarrollo futuro de las telecomunicaciones en la zona. En 2015 la UNASUR y la Corporación Andina de Fomento llegaron a un acuerdo para construir una «Red de Conectividad Suramericana para la Integración» con una inversión de un millón y medio de dólares. El entonces secretario general de UNASUR, Ernesto Samper, recordó que la velocidad de internet en América del Sur es ocho veces más lenta que la de otros países del mundo, lo que supone una traba para el desarrollo.

Samper también aseguró que la red de conectividad ampliará la seguridad y defensa de la región en el área cibernética. «No es un asunto sobre seguridad física, que afecte a las personas a través de un enfrentamiento armado, ni de cuánto se equipan militarmente los países para defenderse unos de otros; sino de otro tipo de defensa colectiva, como la ciberdefensa», dijo Samper.

Sin embargo, en los dos últimos años no hubo ningún avance consistente en esa dirección. Habrá que esperar que la región supere la crisis política y el viraje conservador, para que se retomen los proyectos que prometían ingresar en una era de independencia en las telecomunicaciones.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227948&titular=se-profundiza-la-dependencia-latinoamericana-de-ee.uu.-

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72% de las computadoras en Panamá usa software sin licencia

Panamá/Marzo de 2017/Fuente: Forbes México

El 72% los usuarios de computadoras en Panamá utilizan software sin licencia una cifra mayor al promedio de la región latinoamericana que es 55%, según la Investigación Global de Software de BSA, The Software Alliance.

El valor comercial del software ilegal utilizado en Panamá asciende a 117 millones de dólares.

“Esta situación, demuestra que el país no ha hecho grandes avances en materia de educación y concientización sobre computación en la nube y correcto uso del programa interno de gestión de activos de software (SAM)” dijo BSA.

Uno de los hallazgos del estudio señala que muchos directores de informática no conocen el alcance del software implementado en sus sistemas o desconocen si el software el legítimo.

“Los directores estiman que un 15% de sus empleados cargan software a sus redes sin su conocimiento. Pero están subestimando el problema de manera significativa; casi el doble (26% de los empleados) dicen que cargan software sin autorización a la red” indicó Rodger Correa, director de Marketing para Latinoamérica de la BSA, The Software Alliance.

Fuente: https://www.forbes.com.mx/72-las-computadoras-panama-usa-software-sin-licencia/#gs.5LrZEuM

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México: Autoridad educativa llama a impulsar desarrollo de la industria nacional

México/18 de Febrero de 2017/Terra

El Director general del Tecnológico Nacional de México (TecNM), Manuel Quintero Quintero, aseguró que se debe impulsar el desarrollo de la industria nacional para reducir la dependencia tecnológica, y con ello tener un país fuerte y competitivo.

Al inaugurar la reunión nacional de la División de Estudios de Posgrado e Investigación (DEPI), Quintero Quintero afirmó que con el impulso que se está dando a la educación superior tecnológica se podrán superar tiempos difíciles.

México, sostuvo, tiene ingenieros altamente competitivos en diversas ramas de los sectores estratégicos, y muestra de ello es que «miles de jóvenes talentos que han egresado del TecNM están fortaleciendo a numerosas empresas del país».

Destacó que el TecNM tiene el honroso compromiso de promover el desarrollo de la investigación científica y tecnológica del país.

Ante los jefes de la DEPI, Quintero Quintero indicó que uno de los ejes principales del TecNM en 2017, y en adelante como sello distintivo, es impulsar el posgrado y la investigación científica para formar a los mejores ingenieros, científicos e investigadores que cooperarán al desarrollo de México y la industria nacional.

La reunión propició un foro de intercambio de conocimientos y experiencias, con el propósito de identificar los programas y proyectos que se están realizando en las áreas de investigación.

Así como actividades que se desarrollarán en coordinación con la Dirección de Posgrado, Investigación e Innovación del TecNM, a fin de impulsar los proyectos existentes.

En titular del TecNM destacó la importancia de unir conocimientos, con miras a consolidar la investigación científica, pues «el Tecnológico Nacional de México cuenta con más de medio millón estudiantes dedicados a la vocación científica y tecnológica, por lo cual debemos fomentar las líneas de investigación».

Exhortó a los asistentes a dar seguimiento al Sistema de Nacional de Investigadores para consolidar la profesionalización de los jóvenes y destacó que en eso están comprometidos con México, además de dar continuidad a las directrices que sobre ese tema estableció el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.

Quintero Quintero invitó a la comunidad del TecNM a unir esfuerzos para implantar nuevos programas de posgrado e investigación en línea.

«Nuestro deber es fomentar el desarrollo tecnológico, los proyectos de innovación y la transferencia de tecnología con empresas privadas y públicas, por lo cual debemos unificar el intercambio y colaboración entre los institutos y buscar plataformas en línea para su difusión», puntualizó.

Finalmente, Yesica Imelda Saavedra Benítez, directora de Posgrado, Investigación e Innovación del TecNM, reconoció las buenas prácticas en el desarrollo y fortalecimiento en la investigación.

Fuente: https://noticias.terra.com.mx/mexico/autoridad-educativa-llama-a-impulsar-desarrollo-de-la-industria-nacional,a0fdc81dea3362899b3489c03c103991tmx7bufa.html

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