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Primera infancia, la estrategia de equidad

Por: David Calderón

En Mexicanos Primero hemos insistido en la importancia de atender el derecho de los niños desde sus primeros años de vida: garantizar su derecho a aprender, a la salud y nutrición, a la vida libre de violencia, a la participación. Si la desigualdad se enraíza desde el inicio, después los programas son compensaciones y ajustes remediales de muy limitado impacto.

La estrategia para alcanzar cobertura universal en educación inicial no es consistente: la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres en México (ENIM, 2015) registró, en 2015, que 40 por ciento de las niñas y los niños de 36 a 59 meses no asistió a ningún tipo de programa educativo organizado para la infancia temprana.

La estrategia de inversión en el Desarrollo Integral de la Primera Infancia (DIPI) es gravemente insuficiente. Las personas de 0 a 5 años son el grupo de edad con mayor incidencia de pobreza y menor desarrollo humano del país (UNICEF, 2015). A pesar de ello, en 2015, el gasto en las políticas sociales vinculadas con la primera infancia representó en México sólo 0.77 por ciento del PIB, y apenas cuatro por ciento del gasto público total (GPT) del país.

El comparativo internacional muestra que, por ejemplo, Perú invierte por arriba del doble que México con ambos referentes (UNICEF/ IIPE-UNESCO/OEI, 2015). El mínimo horizonte de inversión efectiva, para un país de nivel de desarrollo que tiene el nuestro, se sitúa por encima de 1% del PIB (Sayre et al., 2015); el GPT directo para primera infancia – la política más progresiva en sus efectos – es hoy en México inferior al altamente regresivo GPT destinado al subsidio de tarifas eléctricas (Pérez-Escamilla et al., 2017).

Prevalece aún una tajante distinción en el marco legal, el financiamiento público y la organización administrativa entre la fase de 0 a 3 años y la de 3 a 5 años cumplidos, en detrimento de la primera fase. Más grave todavía es que, representando 33 por ciento del grupo “niños” del país (las personas de 0 a 17 años de edad), a los de 0 a 5 les corresponde sólo 20 por ciento del gasto en desarrollo humano (UNICEF, 2015). En resumen, las estrategias de equidad pensadas para jóvenes o adultos son valiosas, pero seguimos propiciando el círculo de marginación y dependencia si la concentración de los esfuerzos se da ya cuando muchas lagunas de bienestar se empantanaron en infancias empobrecidas.

Insuficiente es también el esfuerzo de formación inicial y continua de los agentes designados. Con todas sus dificultades, el preescolar está sujeto a los apoyos y ofertas de aprendizaje profesional que marca la Ley General de Servicio Profesional Docente; es decir, las educadoras en los jardines de niños tienen una formación prevista como requisito y, con diversa fortuna y calidad, reciben apoyos posteriores, a lo largo de su trayectoria, para seguir puliendo sus capacidades para propiciar el aprendizaje en las y los pequeños a quienes se deben.

En la práctica, la formación de las maestras de preescolar es todavía un proceso con un logro por debajo de lo óptimo, pero no se compara con la desoladora pobreza de actividades formativas y oportunidades de superación profesional que, salvo raras excepciones, plagan la trayectoria de promotores, puericultistas, cuidadores y personal de los servicios de educación inicial. Las recomendaciones para su formación en las prácticas pedagógicas adecuadas todavía están en documentos conceptuales (por ejemplo, lo que publicaron el INEE en 2013 o la SEP en 2014), pero seguimos sin contar con una estrategia nacional vigorosa, financiada y atenta a la diversidad.

Las estrategias para el DIPI se atomizan en multitud de servicios diferentes que no tienen prevista una efectiva complementariedad entre sí (estancias, guarderías, CENDIs, CONAFE), y menos aún una homologación de las metas de desarrollo a alcanzar. La diferencia entre los distintos tipos de servicio no es una celebración de la diversidad propia de niñas y niños, deliberada e institucionalmente asumida, sino una deriva fortuita de decisiones poco meditadas y casi nunca evaluadas en el tiempo.

Un mapeo de intervenciones de política pública que atendieron y promovieron el DIPI durante 2013 en México, realizado en una muestra de campo, arrojó un total de 105 intervenciones diferentes: 45 fueron esfuerzos federales y 60 esfuerzos estatales. La mayoría de los esfuerzos se canalizaron hacia los derechos al desarrollo y a la supervivencia, y en mucho menor medida a los derechos a la participación y a la protección (UNICEF/Fundación IDEA, 2014).

En el país carecemos de un marco explícito para garantizar un mínimo exigible y justiciable de parámetros acerca de las capacidades, formación y retribución de los agentes designados (Mexicanos Primero, 2014). Esa dispersión no se va a convertir en coherencia sólo porque un decreto lo marque; una preocupante decisión es que, desde 2016, se ha propiciado la “equivalencia” entre diversos servicios de estancias y guarderías, por un lado, y el logro de aprendizaje del primer año de preescolar, por el otro, a través de la firma de convenios (Presidencia, 2016).

Es contradictorio suponer, sin ninguna verificación basada en evidencia, que el personal de los servicios mencionados –de formación dispareja y frecuentemente sin ninguna dinámica de aprendizaje profesional (Mateo, Rodríguez y Grafe, 2014)– puedan propiciar los hitos de desarrollo deseable y oportuno en niñas y niños, tal como por su parte se exige a los docentes idóneos de preescolar, agentes que son regulados con parámetros derivados de la Ley General del Servicio Profesional Docente.

Así, al gobierno entrante le quedan al menos dos grandes retos: uno, tomarse en serio la consigna de “primero los pobres” y transitar de un esquema que favorece transferencias monetarias a mayores de edad legal, para pasar el centro de gravedad a los primeros años; dos, buscar una alternativa para la formación continua de educadoras que vaya sumando a los demás tipos de cuidadores en estancias y guarderías. La evidencia es contundente: la estrategia maestra de equidad es comienza por lo primero.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/primera-infancia-la-estrategia-de-equidad/

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UE aboga por respeto a los derechos de los niños

Unión Europea/25 Noviembre 2017/Fuente: Prensa Latina

La Unión Europea (UE) abogó hoy por el respeto a los derechos de los niños y reiteró que la protección de los migrantes menores de edad debe ser una prioridad de cada Estado miembro.
En un comunicado firmado por la alta representante para Asuntos Exteriores Federica Mogherini y varios comisarios, el bloque ratificó su compromiso con la seguridad y educación de los más pequeños y lamentó los peligros a los que se enfrentan muchos de ellos.

Más de 16 mil niños mueren a diario en el mundo por causas que se pueden prevenir o tratar, 152 millones son obligados a trabajar y alrededor de 50 millones han tenido que migrar o son obligados a hacerlo, alerta el texto.

Asimismo, advierte sobre los miles de menores víctimas de abusos sexuales o violencia.

Los niños son los ciudadanos más vulnerables de nuestras sociedades. Es nuestro deber continuar trabajando para garantizar su futuro, sus derechos y su protección, señala.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, más de 500 pequeños murieron cuando intentaban llegar a Europa a través del mar Mediterráneo.

Desde el inicio de la actual crisis migratoria, numerosas organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado la pasividad de la UE ante este fenómeno y la ausencia de vías de tránsito seguras para los solicitantes de asilo.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=132701&SEO=ue-aboga-por-respeto-a-los-derechos-de-los-ninos

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Costa Rica: IMAS quiere presupuesto de educación para ampliar Red de Cuido

Costa Rica/22 junio 2017/Fuente:

Los niños de la comunidad de San Juan de Dios, en Desamparados, llegan a las 6 a. m. al Centro de Cuido y Desarrollo Infantil (Cecudi) y se van a las 6 p. m. En la primera mitad del día están a cargo de una maestra de preescolar del Ministerio de Educación Pública (MEP), y después son atendidos por personal del centro.

Como reciben clase con el mismo programa que se utiliza en los centros educativos convencionales, al completarlo se graduarán y pasarán directamente a primer grado.

En ese modelo se atienden 914 niños en 29 establecimientos de la Red de Cuido. La ambición del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) es extender el beneficio a más centros, y para ello quiere echar mano de una porción del Presupuesto de la República destinado a educación.

Atención de la niñez durante el 2016 (.)

Actualmente, la Red de Cuido se financia con el 4% de los recursos anuales del Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares (Fodesaf), pero según Emilio Arias, presidente ejecutivo del IMAS, esos fondos ya no alcanzan para darle el beneficio a las familias pobres en espera.

Ante esa situación, el IMAS plantea pedirle a los diputados que eliminen una restricción señalada en el artículo 15 de la ley que regula la Red de Cuido, la cual impide que se usen recursos de educacion para la atención en guarderías.

«Los servicios de la Red de Cuido no son sustitutos, sino complementarios de los servicios de educación estatal definidos en el artículo 78 de la Constitución», dice también la norma.

Según Arias, el proyecto de ley que presentará contará apenas con un par de artículos, para facilitar su trámite.

«(…) Su financiamiento (de la Red de Cuido)no podrá considerarse dentro del 8% del PIB que dicho artículo constitucional (art. 78) establece como el financiamiento mínimo de la educación estatal”. Artículo 15 de la ley 9220, la cual crea la Red Nacional de Cuido

 «Una de las cosas que más me mueve para presentar este proyecto es obtener recursos frescos del Estado para poder utilizarlos en materia de cuido (…) Los niños cuando tienen intervención temprana tienen garantizada la posibilidad de ser más exitosos en el proceso de formación y de incorporación en el sistema educativo, que la que tiene un niño que nunca ha tenido ese tipo de contacto», dijo el jerarca.

Emilio Arias no especificó qué porcentaje de los recursos para educación esperaría que se le trasladen a la Red de Cuido.

Actualmente, el presupuesto para ese sector es de 7,6% del PIB (¢2.564.941 millones o ¢2,5 billones). Por orden de la Sala Constitucional, tal porcentaje debe elevarse hasta un 8%.

Según el funcionario, el aumento en recursos serviría no solo para atender un número mayor de familias pobres, sino también para otorgar un subsidio parcial a las familias de clase media y que así accedan al mismo beneficio.

Inicialmente, Arias indicó que estaría presentando el proyecto de ley a la Asamblea Legislativa «en los próximos días». No obstante, despues indicó que no llevará la iniciativa a los diputados hasta que la hayan valorado los jerarcas del MEP, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y Cen Cinái, las otras dos entidades que ejecutan la Red de Cuido.

La oficina de prensa del MEP informó de que la entidad no ha sido informada oficialmente de la iniciativa del IMAS.

Preescolar en las guarderías

Aunque al Cecudi de San Juan de Dios asisten niños con edades entre los cuatro meses y los seis años, las clases de preescolar de 7:30 a. m. a 11:45 a. m. las reciben solamente aquellos con las edades señaladas en los programas de Educación del MEP.

En ese establecimiento, el primer grupo en esa modalidad es el que empezó apenas este año, compuesto por niños entre los cuatro y cinco años. A ellos se les enseña con el programa de Materno Infantil, en 2018 pasarán a Transición y al año siguiente saldrán del Cecudi e ingresarán a primer grado.

«El programa es un poco diferente, en común (con la maestra del Cecudi) vemos la parte de conducta y la disciplina del grupo, para ir de la mano», explicó Melissa Mora, la profesora del MEP.

De momento, el Estado cuenta con 43 profesionales en preescolar distribuidos en 29 Cecudi. De acuerdo con Kabidia Ramírez, asesora del despacho de la ministra Sonia Marta Mora, se espera que antes de las vacaciones se asignen 40 nuevas plazas a 35 Cecudi, con lo que se atenderían a unos 800 niños más.

Yorleny Solano (izquierda) es la docente del centro, y Melissa Mora está nombrada por el MEP. El lunes 5 de junio, entrevistaron juntas a varias mamás de sus alumnos. (Melissa Fernández)

En cada centro, los docentes del MEP deben coordinar su trabajo con el encargado del establecimiento, pero su jefe es el director de una escuela cercana.

«La actitud con la que se integra una docente MEP va a hacer que la experiencia sea muy rica y complementaria (…) Ella (la docente Mora) vino, se integró y ya conoce nuestra inspiración. Hay respeto mutuo, entonces lo que propone no se divorcia de lo que está ocurriendo en el centro, y eso para los niños es una experiencia coherente», aseguró Adriana Alfaro, directora ejecutiva de Fundación Dehvi, la cual opera el Cecudi de San Juan de Dios.

Al terminar la clase con la maestra del MEP, los niños se quedan con Yorleny Solano, la profesional de la Fundación. Actualmente, con ambas docentes, los niños estudian los alimentos.

Niños del Cecudi de San Juan de Dios aprenden sobre los alimentos

Esteban Reyes, director del centro, explicó que se aplica un modelo de aprendizaje basado en proyectos, lo que permite seleccionar temas del interés de los niños y a partir de ellos se planear actividades en las que se generan conocimientos.

Para Alfaro, incluir preescolar en la Red de Cuido hace más accesible la educación, pues la alianza público-privada facilita que más niños reciban la atención, sin necesidad de que el MEP construya infraestructura propia.

«A las familias que atiende la Red de Cuido (en pobreza y vulnerabilidad), se les dificultaba asistir a los jardines de niños del MEP por un tema de horarios (…) Ahora las familias, generalmente mujeres jefas de hogar, llevan a sus hijos en la mañana y ahí permanecen con todo el cuido que requieran hasta las 6 p. m., entonces podemos grarantizar el derecho a la educación de estos niños y niñas», coincidió Ramírez.

Plan de reforma

La propuesta de Arias para impartir clases de preescolar en las guarderías estatales es parte de un plan en trámite para reformar la Red de Cuido.

El jerarca aspira a convertirla en un sistema nacional de cuidados, en el que además de niños y adultos mayores, se asistan personas con discapacidad.

Para ello, el IMAS trabaja con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en un proyecto de cooperación no reembolsable. Para eso, el Banco revisa el uso que le da el país a los recursos destinados al cuido.

Arias espera que en agosto se aplique un censo con el que se pretende identificar el número de personas que requieren cuidados, así como el tipo de atención que necesitan.

«Podríamos tener una fotografía de dónde se están utilizando los recursos de cuido y proyectar dónde requerimos ponerlos, para generar sostenibilidad y que lo que vayamos a hacer con la política pública sea consecuente con la natalidad, la mortalidad y la expectativa de vida de los costarricenses», explicó el presidente del IMAS.

Arias aspira dejar, al menos, listo el planteamiento, pues está consciente del poco tiempo que le queda a este Gobierno.

Fuente: http://www.nacion.com/nacional/educacion/IMAS-presupuesto-Educacion-financiar_0_1638436219.html

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Atender todos juntos a los niños pequeños

David Calderon

En todas las personas, pero lo podemos entender claramente con las niñas y los niños pequeños, el derecho a la vida, la salud, el desarrollo, la participación, la expresión y la educación no están segmentados. Con sus limitaciones, la mayoría de las estrategias y servicios dirigidos al desarrollo infantil temprano reconocen al menos nominalmente, la interacción de los factores; si avanzamos con solidez en esa convergencia, en su complementariedad, la acción colectiva no solo correrá en beneficio de los infantes, sino que nos ayudará a pensar las conjunciones igualmente necesarias en otras etapas de la vida.

Hay que superar una visión que podemos designar como “sucesiva” y que en su acartonamiento ha resultado empobrecedora. En dicha visión lo importante en los primeros tres años es la ingesta y las vacunas; después, entre los tres y los cuatro años, la motricidad y luego, a marchas forzadas a los cuatro, cinco y antes de los seis años, la “preparación para la escuela”, que en la práctica es cada vez más entendida –mal entendida– como instrucción para seguir instrucciones, con una forzada anticipación a la lectura y a cierto dominio de operaciones matemáticas que resultan mecánicas y sofocantes.

Nosotros, en cambio, sostenemos una visión “simultánea”: desde el inicio se han de remover las barreras, asegurar los nutrientes y facilitar la ejercitación y expansión en todas las dimensiones. Los fundamentos de la libertad y la capacidad de cada persona no pueden tratarse tan superficialmente, como bloques inertes que se agregan apilándolos. Todas las dimensiones se necesitan entre sí y se escalan en forma recíproca, de manera que lo sensorial es fundamental para lo afectivo, el reconocimiento para la coordinación muscular, la adquisición del lenguaje para el sentido del tiempo, el equilibrio para la autoeficacia.

Cuestionar el enfoque sucesivo de los servicios es destacar una segunda invisibilidad: no hemos visto con detenimiento las duplicidades, las falencias y los vacíos en los servicios públicos para el desarrollo de la infancia temprana. No se trata de que cada agente de desarrollo infantil temprano sea neuropediatra y terapista del lenguaje, sino de cuestionar que la atención social a la primera infancia se encuentre en una situación tan burda, deficiente y empobrecida, sin rendición de cuentas ni estrategia de participación como lo está ahora en nuestro país.

Aunque las personas integran, los servicios dividen: por especialidad y tradición, los funcionarios de salud quieren que los niños crezcan, los de educación que se escolaricen, los de desarrollo social que tengan asistencia, que “dejen trabajar” a sus madres, que no cuesten más a la sociedad si se puede prevenir; los de planeación o economía quieren que se oriente desde el inicio a los niños para que aporten, incrementando sus oportunidades de acceder al empleo, ahorrar y formar un patrimonio. Los equipos en los diferentes sectores gubernamentales compiten entre sí por recursos, por prestigio, por relevancia, a veces en un peligroso juego de suma cero. Otras dos tensiones notables son la que se refieren a la relación entre los servicios y las familias, por un lado, y por el otro la tensión entre el aumento de la cobertura de los servicios, contrapuesto al alcance de la calidad y relevancia de las prácticas y sus resultados.

Claramente es válido y necesario que la integración colectiva de esfuerzos gubernamentales y ciudadanos se ponga al servicio de cada familia, y que en ellas y para ellas se reconozca el principio de interés superior de la infancia.

En el ámbito del Desarrollo de la Infancia Temprana debe ponerse mucha atención a que los deberes del Estado para con los derechos de los niños se relacionen con las posibilidades y decisiones de las familias. Especialmente en contextos marginados y empobrecidos, los padres y las comunidades mismas no podrían ofrecer a veces ni lo mínimo, y menos lo deseable, sin la presencia de las agencias del Estado.

Los niños y las niñas de 0 a 6 años nos han resultado socialmente invisibles. Aquí la pequeñez es nuestra, no de ellos y ellas; no los vemos porque no se quejan mucho, porque no le suman al poder político y, por ello, pareciera que “no cuentan”. Toda nación necesita plantearse una visión estratégica sobre los primeros años de sus ciudadanos, y toda sociedad está obligada a considerar los derechos humanos inherentes a sus miembros desde el primer día de vida. “Lo bueno de los chiquitos –tal parece decirse– es que necesitan poquito”. No, no necesitan “poquito”; necesitan, y merecen, mucho. Y lo necesitan de todos nosotros: de sus padres, de los agentes de salud y de educación, de todos los ciudadanos.

Fuente del articulo: http://www.mexicanosprimero.org/index.php/educacion-en-mexico/nuestra-opinion/item/atender-todos-juntos-a-los-ninos-pequenos

Fuente de la imagen: https://image.isu.pub/140528132742-c752340886cd46fa8c0363ae4bd52b7d/jpg/page_1.jpg

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Niños en Nigeria: la escuela ayuda a Ali a olvidar a Boko Haram

Nigeria/11 marzo 2017/Fuente: Unicef

Ali es uno de los miles de niños de Nigeria reclutados forzosamente por Boko Haram en el conflicto del noreste del país.

Ali vivía en Bama. Pasaba los días felizmente, yendo a la escuela islámica y jugando al fútbol con sus amigos después de clase.

Un día, mientras Ali estaba en la escuela, su pueblo fue atacado por Boko Haram. Mientras huía de los disparos se encontró los cuerpos sin vida de su padre, su abuelo y sus dos hermanos. Muerto de miedo, logró esconderse debajo de la cama. Pero no duró mucho porque, como los hombres de Boko Haram registraban casa por casa, acabaron encontrando a Ali y se lo llevaron.

Los soldados enmascarados de Boko Haram forzaron a sus cautivos a caminar hasta un pueblo vecino, donde fueron encarcelados en chozas de barro. Tristes y atemorizados, los jóvenes niños no tenían idea de dónde estaban ni de lo que les iba a pasar.

Después de un tiempo, Ali se armó de valor para escapar aprovechando que los soldados estaban distraídos. Corrió a buscar a su hermana, que estaba retenida por Boko Haram en otra zona del campamento. Afligida, estaba demasiada asustada para ir con él, ya que habían amenazado con matar a cualquiera que intentara escapar.

En la huida, Ali se encontró con una anciana que le mostró el camino de vuelta a Bama. Cuando regresaron a su pueblo fueron detenidos por el Ejército nigeriano, que quería valorar su vinculación con Boko Haram y proporcionarle cuidados médicos.

Cuando el Ejército terminó de atenderle, Ali volvió a casa, donde descubrió que su madre también había muerto poco después de que sufrieran el ataque. Solo, una vez más, Ali encontró a un tío que accedió a cuidarlo en un campamento de desplazados.

Ahora trata de acostumbrarse a la rutina del campamento, donde todavía se acuerda de todas las cosas que le han pasado. Los traumas impregnan sus sueños.

El día no ofrece escapatoria a sus experiencias. El estigma por haber estado con los insurgentes es ineludible. A medida que el tiempo pasa, Ali se encuentra más cómodo contestando a las personas que lo acusan de ser un espía y de suponer una amenaza para el campamento. Ya ha sufrido lo suficiente y quiere centrarse en su futuro.

Aunque ha vuelto a la escuela y sueña con convertirse en un hombre de negocios, lo único que realmente quiere Ali es recuperar la vida que tenía antes del conflicto. Echa de menos a sus padres y a sus tres hermanas, que siguen en manos de Boko Haram. No sabe si volverá a verlas otra vez, pero piensa que se reunirán y vivirán juntos cuando la violencia acabe.

En la escuela del campamento, Ali está recibiendo atención psicológica. Es la forma de curar los traumas provocados durante el tiempo que pasó con los insurgentes y ayudarlo a ser fuerte y afrontar la vida en el campamento.

Fuente: https://www.unicef.es/blog/ninos-en-nigeria-la-escuela-ayuda-ali-olvidar-boko-haram

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Cuando las sentencias vulneran derechos infantiles

Alejandra Perinetti

Aldeas Infantiles SOS concibe su trabajo desde un enfoque de protección, promoción y restitución de derechos de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Desde el área de Protección Infantil y de modo transversal en toda la organización, nos focalizamos en la concientización y sensibilización de todos los colaboradores y la sociedad en general para crear condiciones que garanticen el ejercicio pleno de tales derechos.

Desde esta mirada, estamos en continua alerta sobre los efectos negativos que impactan en el desarrollo psicológico y emocional de los niños, y es por eso que queremos manifestar nuestro más enérgico repudio a la sentencia del Tribunal de Casación de la Provincia de Buenos Aires.

Son graves las consecuencias en la salud de los niños, niñas y adolescentes cuando el abuso sexual infantil no se denuncia inmediatamente, y más graves aún cuando desde las instituciones que deben resguardar y restituir derechos no se brindan respuestas que contribuyan a una reparación del daño. La denuncia tiene como principal objetivo salvaguardar al niño/a contra una posible reiteración del abuso así como también trabajar en las acciones necesarias para que el niño, niña y adolescente pueda elaborar la situación desde una perspectiva terapéutica y reparadora.

Desde Aldeas Infantiles SOS Argentina entendemos que la reiteración de las situaciones de abuso sufridas por el niño, al contrario de pensar que son «elecciones sexuales», podrían producir el acomodamiento del niño a la situación de abuso tornándolo más expuesto al riesgo de victimización sexual crónica y provocando consecuencias devastadoras para su desarrollo emocional y social. En su libro Abuso sexual infantil. En las mejores familias, Irene Intebi escribió que «los ofensores parecen contar con un «radar» para detectar niños y jóvenes con carencias emocionales[i]», lo que expone al niño a un riesgo mayor si no cuenta con el apoyo y contención de quien es responsable de su cuidado.

Fuente del articulo: http://www.lanacion.com.ar/1798189-cuando-las-sentencias-vulneran-derechos-infantiles
Fuente de la imagen:https://encrypted-tbn2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRaFH9NxTUiXOsIc1LiwcQYjZB0Ac8LXEIhuYsUWT5yRRAaD_aI
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Entreculturas: «La educación es clave para ofrecer alternativas al campo de batalla a los menores soldado»

Por: Europa Press

El director de Entreculturas, Daniel Villanueva SJ, recalca, con motivo del día Internacional contra la Utilización de los Menores Soldados, este 12 de febrero, la importancia de la educación para ofrecer alternativas para salir del campo de batalla. «Los niños suelen ser reclutados porque son más dóciles, más obedientes y más manipulables que las personas adultas, la educación les aporta las herramientas para la autoprotección y el logro de competencias para el empleo», afirma en una entrevista con Europa Press. Además, los niños huérfanos, que viven solos o en un ambiente familiar desestructurado, pueden encontrar en el reclutamiento una solución a sus problemas.

Por ello, los proyectos que tiene la ONG en países como República Centroafricana, Sudán del Sur o Colombia trabajan, principalmente, en la reinserción de los niños y niñas soldados, un proceso largo y difícil, que supone un trabajo conjunto con las familias y las comunidades. «Con el niño es fundamental trabajar su recuperación psicológica y emocional, por lo que hace falta tiempo y un acompañamiento adecuado», explica.

Volver a la escuela o empezar a aprender un oficio es «clave» para este proceso así como el papel de las familias. «Cuando se comunica a los padres que hemos encontrado a su hijo o hija y que está bien, que está con nosotros en una formación o recuperando su vida escolar, hay una mezcla fuerte de sentimientos –añade–. Por un lado la alegría inmensa de saber que están vivos, pero por otro lado cierto miedo y muchos interrogantes. ¿Cómo estará? ¿Cómo volverá? ¿Cómo será su reacción al vernos?»

Desde los programas de Entreculturas apuestan por dejar pasar un tiempo entre el momento en que se comunica a la familia la noticia del encuentro del menor y la reinserción en la comunidad. Además, se trabaja la comunidad local, haciéndoles partícipes y «evitando la estigmatización, facilitando la reconciliación y trabajando con la comunidad las razones y consecuencias del reclutamiento», explica.

En esta parte es muy importante el trabajo con las niñas ya que la mayoría han sufrido abusos sexuales o han sido forzadas a matrimonios y embarazos tempranos. «Lograr que vuelvan a la niñez significa, en la mayoría de los casos, que vuelvan a ser escuchados y tenidos en cuenta», añade.

El trabajo con las comunidades es «fundamental» ya que, si no se hace un buen proceso de inclusión, los niños tienen riesgo a volver a ser reclutados. «Las causas que provocaron que fueran reclutados siguen ahí: la pobreza, el contexto de violencia, la marginalidad, la falta de trabajo o de oportunidades», afirma.

«Serge, uno de los niños de los que hablamos en la campaña, sigue construyendo Kalachnikov de madera para jugar», cuenta. «Debemos seguir hablando con Serge, escuchándole, acompañándole. Poco a poco, ojalá, otros juegos, los cuentos, los libros, serán su mejor juguete».

Entreculturas y el Servicio Jesuita a Refugiados, a través de la Red Mundial de Oración del Papa, se han sumado a la intención del Papa Francisco de orar y movilizarse por la causa de los menores soldados y piden a España que las iniciativas para acabar con el reclutamiento de niños y niñas tengan «carácter prioritario» dentro de su papel como miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Fuente:http://www.lainformacion.com/asuntos-sociales/familia/Entreculturas-educacion-alternativas-batalla-soldado_0_998900278.html

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