Indignación en Europa por polémicas ‘zonas libres de ideología Lgtbi’

Esta iniciativa comenzó en el 2019 en Polonia. La Comisión Europea va en contra de esta medida.

La situación respecto a los derechos de la comunidad Lgtbi en Polonia es preocupante. Este colectivo es tildado de «fascista» por los sectores conservadores del gobierno.

Janusz Kowalski, el ministro polaco de Bienes del Estado, dijo que toda Polonia debería ser una “zona libre de Lgtbi”, señalando que la constitución del país solo reconoce a la familia entre hombre y mujer.

Decenas de provincias polacas se han declarado ‘territorios libres de ideología Lgtbi’ luego de que en marzo de 2019 se creara la denominada ‘Carta de los derechos a las familias’, un documento que promueve valores conservadores. Y aunque no tiene ningún valor legal, sí tiene una altísima carga simbólica.

“No debemos permitir que se le quite ni un solo euro a Polonia, a los gobiernos locales polacos, a ninguna institución polaca por cumplir la ley, por decir ‘no’ a la ideología Lgtbi, por proteger a la familia polaca”, dijo Kowalskien una alocusión.

Los activistas de los derechos humanos han tildado la iniciativa de «discriminatoria».

Enfrentamiento

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que en la Unión Europea no hay lugar para las llamadas ‘zonas libres del colectivo Lgtbi’ e hizo una dura crítica al gobierno nacionalista polaco.

«Las zonas libres de Lgtbi son zonas libres de humanidad. Y no tienen cabida en nuestra Unión Europea», apuntó Von der Leyen.

Por su parte, el viceministro de Justicia polaco, Michal Wójcik, recalcó que la Unión Europea quiere introducir normas que violan la constitución local «al presionar por las demandas de la comunidad Lgtbi».

«Recomendaría a la presidenta Ursula von der Leyen que lea la constitución polaca, en la que está claramente escrito de qué se trata el matrimonio»,  dijo Wojcik al diario católico ‘Nasz Dziennik’.

Von der Leyen también anunció una próxima estrategia para reforzar los derechos de la comunidad Lgtbi. y dijo que propondrá extender la lista de «delitos de odio», incluyendo a los motivados por la raza, la religión, el género o el sexo.

«Ser tú mismo no es tu ideología: es tu identidad, y nadie te lo puede arrebatar», sostuvo la funcionaria.

Ser tú mismo no es tu ideología: es tu identidad, y nadie te lo puede arrebatar.

Anunció, asimismo, que nombrará al primer coordinador antirracismo, para ayudar a poner ese problema en lo más alto de la agenda europea.

«No descansaré hasta construir una Unión de igualdad en la que puedas ser quien eres y amar a quien quieras sin miedo ni recriminación», cerró.

Fuente: https://www.eltiempo.com/mundo/europa/criticas-al-gobierno-polaco-por-las-zonas-libres-del-colectivo-lgtbi-538338

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Constitución y derechos sexuales en Cuba: Avances y principales desafíos

Redacción: Foro Debate

Cuba cuenta desde abril del 2019 con la primera Constitución en su historia y una de las pocas en el mundo que respalda de modo explícito los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales y trans (LGBTI).

La nueva Carta Magna es el resultado de más de una década de activismo ciudadano e institucional por los derechos sexuales de las personas LGBTI, de una progresiva labor política y gubernamental en función de la educación integral de la sexualidad, y de la creciente superación de la homofobia y la transfobia entre la población cubana.

Varios son los artículos del nuevo texto constitucional que sostienen la base sobre la cual debe edificarse e interpretarse el ordenamiento jurídico en lo adelante, que impactarían directa o indirectamente en esta lucha por garantizar los derechos sexuales.

En el artículo 1 se habla de los principios fundamentales y se hace alusión a la igualdad, que en esta ocasión se acompaña de la equidad. Ello debe impactar en el resto del texto y la legislación que a partir de la misma se estructure. Como valores esenciales de nuestro contexto político – social, este será uno de los fundamentos que acompañe en primera instancia la modificación del Código de Familia.

Por primera vez, hay una alusión muy concreta y menos dispersa a la cuestión de los derechos y sus garantías. Nuestra Constitución habla de Derechos Humanos, un término que no es ajeno a nuestra realidad política, aunque por mucho tiempo lo manipularon quienes tienen el propósito de generar dificultades al desarrollo de nuestro proyecto social.

En este sentido, el artículo 40 contiene el fundamento utilizado en todos los contextos avanzados en temas de derechos sexuales, particularmente en cuestiones relativas al tema de la orientación sexual e identidad de género, que suelen ser los más controversiales unido a los temas reproductivos, como el caso del aborto. En él, nuestra Constitución reconoce como valor supremo la dignidad humana, para el reconocimiento del ejercicio de los deberes y derechos consagrados en el texto.

El artículo 41 incorpora además un grupo de principios como el de progresividad –que no estaba en el texto anterior-, y es un límite claro al legislador u autoridades que generan normas jurídicas. Indica que nunca puede haber retrocesos en el reconocimiento de derechos: los que están, se quedan; y lo que debe suceder es que se amplíe dicho catálogo.

A la progresividad también se le conoce como “efecto escalera” en materia de derechos humanos: siempre ascendente, nunca descendente. Esto genera una seguridad jurídica importante porque fija límites a la producción legislativa en temas de derecho.

Por otra parte, el artículo 42 tiene un amplio impacto y alcance. Introduce el principio de no discriminación por razones de sexo, género —esto es un asidero constitucional para atender las realidades intersexuales, utilizando el sexo con la implicación biológica que tiene—, orientación sexual e identidad de género.

Esto no tiene precedentes en el área y a nivel mundial, somos pocos los países – específicamente hay 10 – que proscriben la discriminación por orientación sexual e identidad de género, elevándolo al rango constitucional.

Este acápite obligará al legislador a revisar todas las normas jurídicas que en nuestro país resulten inconstitucionales, si generaran alguna discriminación por orientación sexual e identidad de género.

Discriminación en una norma no es necesariamente que se denigre, subvalore o se prohíba el acceso a algún servicio a un grupo de personas; es también cuando se omite, no se es claro, cuando solo se reconoce a un grupo de personas y se omiten a otros grupos y/o cuando no se regulan determinadas realidades o necesidades.

Habrá que repasar entonces también nuestro Código Penal para incorporar, con la fórmula más atinada, una protección a las personas cuyos derechos resultan lesionados por motivo de su orientación sexual e identidad de género.

A la luz de este artículo habrá que echarle un vistazo también a la Ley de salud y todo lo que las investigaciones en el país están revelando con respecto a las desigualdades, inequidades y brechas en el acceso a servicios de salud.

Habría incluso que diseñar mecanismos para que las personas que sientan no tener acceso al servicio puedan generar las quejas pertinentes y obtener las respuestas necesarias, así como los procedimientos en caso de que se necesiten por vía judicial.

Se debe revisar además, todas aquellas normas en los procesos de enseñanza y aprendizaje que generan brechas de discriminación y estereotipos de género.

Igualmente se ha de trabajar en la Ley de registro civil y su reglamento, que actualmente veda la posibilidad – sobre todo por la interpretación de la norma – de que las personas transgénero puedan modificar su nombre por vía administrativa, y quede como único camino la cirugía de readecuación genital para entonces acceder a estas modificaciones.

Otro de los elementos estrechamente vinculado al reconocimiento y ejercicio de los derechos sexuales en el texto constitucional y que deben hallar una necesaria expresión en las leyes complementarias es el derecho a formar una familia, a tener hijos e hijas o no tenerlos.

Nótese que el capítulo III habla de las familias, en plural. Las normas no solo buscan retratar una realidad social particular y organizarla, ordenarla y regularla; también tienen una vocación educativa, modificar el contexto que están regulando.

El artículo 81 establece que “Toda persona tiene derecho a fundar una familia. El Estado reconoce y protege a las familias, cualquiera sea su forma de organización, como célula fundamental de la sociedad y crea las condiciones para garantizar que se favorezca integralmente la consecución de sus fines”.

Estos fines no fueron colocados en el texto constitucional, una interesante decisión, porque se desmarca la procreación como fin último de la familia, algo armónico con la idea de comprender las distintas regulaciones de las familias.

Este artículo es reconocimiento y garantía de manera directa de un grupo de derechos sexuales consagrados a nivel internacional, como el derecho a formar una familia sin importar la configuración de estas y a tener hijos o hijas o no tenerlos.

El artículo 82 destierra toda distinción o alusión al binarismo hombre-mujer en lo relativo a la relación jurídica matrimonial y habla solo de cónyuges. Define el matrimonio de manera sintética y remite a una ley de desarrollo. Reconoce las uniones de hecho, estables, singulares, que antes no estaban consagradas en el texto constitucional y habla de las uniones en términos generales.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/especiales/2020/05/14/constitucion-y-derechos-sexuales-en-cuba-avances-y-principales-desafios/#.Xr3hd_9KjMw

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Feminismo y generismo

Por: Victoria Sendón de León

Es una buena noticia que el Feminismo se encuentre en la cresta de la ola del debate, porque toda polémica nos obliga a esclarecer y conceptualizar muchas de las contradicciones ocultas tras postulados aparentemente lógicos, pero que no lo son, lo cual nos obliga a poner al descubierto sus falacias. Es curioso que un fenómeno reciente, que se ha incrustado en el movimiento feminista como si fuera algo propio, está a punto de conseguir que IU expulse al Partido Feminista de España de su coalición, un referente para el movimiento feminista desde los años 80. Me refiero a la plataforma “trans” dentro de las siglas LGTBIQ+ (de momento) Y no digo que el transformismo sea reciente, pero sí como movimiento reivindicativo. Me parece muy justo que se hayan organizado y luchen por sus derechos, tanto como por salir a la luz con dignidad y sin tener que esconderse en las cloacas de una sociedad bienpensante.

Dicho esto, aclaro que si el concepto de género nos sirvió para analizar los roles que mujeres y hombres adoptamos según el tipo de sociedad que nos culturiza, ha terminado por retorcerse hasta constituir el concepto central en la teoría feminista de la pasada “tercera ola”. Usurpó un lugar que no le correspondía, desplazando al sexo, que pasó a formar una entelequia performativa sin existencia alguna fuera del lenguaje. Si el sexo no existe, tampoco existen hombres ni mujeres, sólo género, géneros infinitos según los deseos de cada quien.

En esta situación hay que empezar a deslindar conceptos y derivaciones de ellos. El feminismo es un movimiento político de emancipación colectiva de las mujeres, originado por su situación de opresión y subordinación a lo largo de la historia. Hemos tomado conciencia de esta injusticia y ello ha generado una lucha que afecta a todas las mujeres, mientras que el generismo es una cuestión particular y privada, por el que ciertas personas se consideran nacidas en un cuerpo equivocado o que son “no binarias”, es decir, que no se adaptan a la imposición de tener que pertenecer a un sexo/género o a otro, decidiendo sobre la marcha qué son, de acuerdo con “lo que se sienten”. Pero lo que sienten no es una categoría política ni universal. Si quieren ser queer y cambiar de género como de camisa… está bien, pero ¿qué tiene que ver eso con el feminismo? Este último es un asunto político y lo primero, particular, psicológico si se quiere. Cuando Kate Millet apuntó muy acertadamente que “lo personal es político”, se refería a las reivindicaciones feministas que habían sido definidas como privadas cuando se trataba de temas generales que afectaban a las mujeres y, por tanto, temas políticos. No se puede legislar para casos privados ni para sentimientos.

Identificarse con un tipo de personalidad o con otro ya lo definió Jung como resultado de la influencia de los arquetipos, aunque se trataba de una identificación psicológica hasta llegar al self, el sí-mismo más profundo. Ya lo dijo Nietzsche: “Sé quien eres”, y escribió todo un libro, Ecce homo, para explicar cómo se llega a ser quien uno es. Es un camino largo y arduo, lleno de laberintos, recovecos, noches oscuras y fastuosos amaneceres. Pero díganme si una criaturita de ocho años, a la que no se le han desarrollado ni de lejos los lóbulos frontales, que dan un cariz de racionalidad a nuestros juicios y constituyen el centro ejecutivo de la personalidad, y que no llegarán a su cenit hasta los 25 años, puede tomar ya una decisión a futuro tan definitiva que le llevará a tener que hormonarse de por vida e inhibir su sexo de niño para ser algo que ni siquiera sabe qué es y nunca lo sabrá. Y esto sin asesoramiento psicológico, y esto con el beneplácito de los padres, y esto aplaudido por un Parlamento como si fuera la revelación de un mundo nuevo. Y esto como ejemplo y soporte para una ley “trans”, que preparan partidos que se creen muy progres y que mezclan churras con merinas -como feminismo y LGTBIQ- sin darse cuenta de que con la “proliferación de los géneros” se despeja a corner el sexo mujer, se afianzan los estereotipos que nos hemos empeñado en desterrar (los trans suelen ser más femeninos que cualquier fémina) y se invade el campo propio del feminismo despojándolo de sentido.      

con la “proliferación de los géneros” se despeja a corner el sexo mujer, se afianzan los estereotipos que nos hemos empeñado en desterrar (los trans suelen ser más femeninos que cualquier fémina) y se invade el campo propio del feminismo despojándolo de sentido.      

El error original es que un feminismo oficialista y académico ha empleado la palabra “género” para todo: violencia de género, perspectiva de género, leyes de género, experta en género, etc. convirtiendo a la mujer en un concepto vacío. Y al feminismo en la mera consecución de una igualdad formal sin cuestionar el modelo. Pero lo más absurdo es que parte del feminismo haya acogido a todo el LGTBIQ+ como su hijo bienamado, cuando a ellos las feministas les importamos un bledo. El argumento, muy femenino y maternal, que me dio una de ellas era que “ellos han sufrido mucho”. Vale: incorporemos a todo el mundo sufriente. No íbamos a caber. Si algún o alguna “trans” quieren pertenecer al movimiento feminista, estupendo, pero no porque su transexualidad sea un tema feminista en sí. Últimamente su “asunto” acapara todos los debates. Y, claro, estamos perdiendo un tiempo precioso en tratarnos de defender de acusaciones de transfobia cuando, sin complejos, como Lidia Falcón, intentamos, honestamente, aclarar conceptos. O, simplemente, decir lo que pensamos.

Todos y todas nacemos de mujer, de una mujer que es madre.

Cada persona es única e irrepetible y, por tanto, no hay que coaccionarla en un sentido u otro. No haría falta ser “trans” para sentirse bien en la propia piel. Es lo que afirmaba Miquel Missé (una mujer trans hacia hombre) que si no hubiéramos tenido ausencia de referentes de mujeres masculinas, tal vez ella no hubiera tenido que transformarse en él. Memoria histórica feminista es lo que hace falta. Hubo cantidad de mujeres guerreras, filósofas, exploradoras, científicas o escritoras enterradas en un olvido culpable. Y para los niños igual. Muchos artistas han sido homosexuales o se vestían de mujer sin tener que renunciar a su sexo. Hay que conseguir que las niñas más masculinas y los niños más femeninos puedan encontrar referentes valiosos en su historia y en su cultura y puedan ser ellas y ellos mismos sin que tengan que sufrir bullying en el colegio, pudiendo además ser llamados como gusten. De todos modos, hablar de niñas masculinas y niños femeninos es un equívoco, pues son simplemente modos diversos de ser niño y modos diversos de ser niña sin tener que cambiar de sexo. En esos modos radica la diversidad.

hablar de niñas masculinas y niños femeninos es un equívoco, pues son simplemente modos diversos de ser niño y modos diversos de ser niña sin tener que cambiar de sexo. En esos modos radica la diversidad.

Lo que está sucediendo en torno a este tema es todo un despropósito que sólo se explica cuando intereses muy poderosos están detrás mientras hacen caja, claro. Lo que no me acaba de cuadrar es que partidos de izquierda y algunas feministas estén tan desorientados. Se olvidan de que el género es lo que deseamos desterrar definitivamente y conseguir así la libertad de las mujeres en su propia realización. Y, sin embargo, el o la “trans” inciden tanto en reproducir un “género”, que están dispuestos a cambiar de sexo incluso. Las feministas liberándonos del género y los trans empeñados tanto en él que pueden pasar su vida hormonándose. ¿Cómo van a converger estos dos movimientos? Ambos muy respetables, pero cada uno debe ir por su camino. Incluso es posible que nos tengamos que enfrentar si se da la opción de ser “madres” comprando vientres de mujeres explotadas. O si son madres auténticas, pero designadas como “progenitor gestante”, negando de nuevo el sexo mujer y la realidad de que todos y todas nacemos de mujer, de una mujer que es madre.

Me parece una total injusticia y falta de perspectiva de IU el querer demonizar al Partido Feminista, pero yo le diría a Lidia Falcón que no se preocupe, que ahora sí tendríamos a quien votar muchas feministas, separada ya de estructuras tan patriarcales. Sería una buena lección y un buen aprendizaje político. Si te “botan”, te “votamos”.

Fuente: https://tribunafeminista.elplural.com/2019/12/feminismo-y-generismo/

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Así operan la censura y los recortes de Bolsonaro contra la producción audiovisual en Brasil

Redacción: Actualidad

Al veto de algunas películas relacionadas con la dictadura o la diversidad de género y sexual, se añade el control de los temas en la televisión pública.

La ejecución de las políticas conservadoras promovidas por el presidente Jair Bolsonaro y su equipo desplazan la producción cultural a un segundo plano y debilitan el sector de la producción audiovisual en Brasil.

«La situación actual de censura y recortes que estamos viviendo tiene mucho que ver con la primera vez que Bolsonaro habla sobre cine abiertamente en este Gobierno, que es cuando él critica ‘Bruna Surfistinha’ y dice que películas como esta no pueden ser financiadas con dinero público», declara Elder Gomes Barbosa, cineasta e investigador.

‘Bruna Surfistinha’, que Bolsonaro calificó de ‘pornográfica’, es una producción brasileña sobre la historia real de una joven que se adentra en el mundo de la prostitución. «El presidente inaugura una nueva forma de ver y pensar cine en Brasil que es: ‘Yo mismo decido, como presidente, lo que es y no es bueno para que las otras personas vean’«, afirma Barbosa.

El veto a algunas películas brasileñas relacionadas con la dictadura o con asuntos LGBTI

La película documental ‘Chico-Artista brasileño’, que relata la vida del cantante brasileño Chico Buarque, opositor de la dictadura militar (1964-1985), fue privada de participar en el festival de cine brasileño, 8° Cine Fest Brasil-Montevideo, que comenzó el pasado 3 de octubre, en Uruguay. Según las primeras informaciones divulgadas, la decisión habría sido resultado de una petición de la Embajada de Brasil en Uruguay. No obstante, la productora cultural Inffinito, una de las organizadoras del evento, afirmó que se debía a motivos administrativos de fechas de realización de las películas y negó la censura.

Marcela Morê, cineasta brasileña.
«Me siento directamente agredida y amenazada con este acto. Soy cineasta y lesbiana (…) Ahora vamos a necesitar dirigirnos al mercado internacional para poder conseguir realizar nuestras producciones».Marcela Morê, cineasta brasileña.

Esta información se hizo eco poco después de que la película ‘Marighella’, del conocido director brasileño Wagner Moura, también sufriese un revés. Con financiación aprobada de la Agencia Nacional de Cine de Brasil (Ancine) la producción recibió la negativa del desembolso de una parte del dinero así como la anulación del estreno previsto para noviembre. Mientras que su llegada a las grandes pantallas brasileñas continúa bloqueada, la película –que cuenta la historia de Carlos Marighella, político y guerrillero durante el periodo dictatorial– continúa rodando por varios festivales internacionales. «Es imposible no pensar que existe una articulación política para crear este tipo de ambiente», afirmó el director Moura a la revista Época en septiembre.

En agosto, el ministro de Ciudadanía, Osmar Terra, suspendió un programa de financiación pública que afectó principalmente producciones audiovisuales con temáticas de diversidad de género, sexualidad o cuestión racial, entre otras. La decisión oficial fue publicada en el Diario Oficial nacional y el propio presidente Jair Bolsonaro compartió en Twitter el anuncio. En sus emisiones en vivo en redes sociales, Bolsonaro ya había anunciado que si esos contenidos con temáticas LGBTI querían ver la luz, tendrían que buscar recursos privados.

«Me siento directamente agredida y amenazada con este acto. Soy cineasta y lesbiana, y entre mis planes estaban algunas películas con temática lésbica», declara Marcela Morê, con experiencia de diez años de trabajo audiovisual que explica que el objetivo es resistir. «Ahora vamos a necesitar dirigirnos al mercado internacional para poder conseguir realizar nuestras producciones», alega.

Sobre una de las películas vetadas, el presidente afirmó que «la vida privada de cualquiera no le importa a nadie, pero hacer una película mostrando la realidad vivida por negros homosexuales en el Distrito Federal no es comprensible. (…) No procede hacer una película con esa temática«. Sobre otra de las producciones vetadas, declaró: «Mira el tema, ‘sueños y realizaciones de cinco personas transgénero que viven en Ceará (estado del noreste de Brasil)’. Conseguimos abortar esa misión».

En oposición a lo que calificó como censura, el secretario de Cultura, Henrique Pires, dimitió de su puesto pocos días después, el 21 de agosto. Osmar Terra, ministro de Ciudadanía, le habría ofrecido a Pires un puesto de dirección en una fundación, que este rechazó y añadió: «Cargo en fundación no es premio de consolación para quien no está afinado con la censura».

En un evento frente a varios periodistas en São Paulo, Terra negó la censura: «Nadie está impedido de hacer nada en Brasil (…) Pero si va a implicar recursos públicos, nosotros tenemos el derecho de opinar sobre los temas que son importantes«. Cuando fue cuestionado sobre el espacio para temáticas LGBTI, el ministro respondió: «Solo quiero saber si hay alguna cosa que sea más prioritaria que eso».

Censura y autocensura en la televisión pública

La autocensura permea a las personas que realizan contenidos audiovisuales, incluso antes de que el Gobierno ejerza la propia censura, según explica Mario Alcântara (nombre ficticio), miembro de la TV Brasil, red brasileña de televisión pública propiedad de la Empresa Brasil de Comunicación (EBC), que solicita anonimato por miedo a represalias.

«Antes incluso de sufrir una censura de arriba para abajo, existe entre los trabajadores públicos un sentimiento de autocuestionamiento y de miedo a producir contenidos que no agraden al presidente del país, que generen enemistad con el gobierno, justamente porque existen rumores de que la EBC pueda cerrarse», explica Alcântara. «El mayor cambio desde que llegó este Gobierno es la estrategia de intentar eludir contenidos más sensibles, como el de los derechos reproductivos o el de la dictadura militar. Estos contenidos, cuando abordados, se toman con pinzas», añade este productor, que explica cómo la EBC viene siendo desprestigiada por Bolsonaro desde la campaña electoral con diversas amenazas de despido o cierre de la institución.

Carol Barreto, directora del sindicato de los periodistas de Río de Janeiro.
«En el momento de la ‘des-conmemoración’ del aniversario del golpe militar hubo toda una polémica interna porque no se podía usar la palabra ‘golpe’ ni ‘dictadura’, a no ser que fuese para negar la existencia de dictadura en Brasil».Carol Barreto, directora del sindicato de los periodistas de Río de Janeiro.

«Ha habido censura en todos los medios de la EBC, en algunos con mayor o menor intensidad, va desde temas censurados hasta palabras vetadas», afirma Carol Barreto, directora del sindicato de los periodistas de Río de Janeiro. «En el momento de la ‘des-conmemoración’ del aniversario del golpe militar hubo toda una polémica interna porque no se podía usar la palabra ‘golpe’ ni ‘dictadura’, a no ser que fuese para negar la existencia de dictadura en Brasil, por lo que los periodistas tenían que cambiar las palabras por otras más suavizadas como régimen militar», declara Barreto, que explica que la EBC recibió un comunicado del Gobierno pidiendo sustituir la palabra «fusilado» por «afectado por 80 tiros» en la cobertura del asesinato de un músico a manos de militares.

«Vivimos una situación de censura también en relación a algunos asuntos, escasamente cubrimos temas de manifestaciones, movimientos sociales, derechos humanos, asuntos de género, indígenas, LGBTI, que antes tratábamos bastante. Todo para no desagradar al conservadurismo que gobierna», enfatiza la directora del sindicato.

Recortes de financiaciones públicas y cambios en las instituciones

Además de la censura, las instituciones relacionadas al sector audiovisual están sufriendo alteraciones. En julio, el Gobierno publicó una medida oficial para alterar la composición del Consejo Superior de Cine que ha pasado a estar mayoritariamente compuesto por miembros del Gobierno, en detrimento de lo que anteriormente era una composición equitativa con representantes del audiovisual y de la sociedad civil.

Desde que Bolsonaro comenzó su mandato en enero, la Agencia Nacional de Cine de Brasil (Ancine), responsable del fomento, regulación y fiscalización de financiación pública de la producción audiovisual nacional, ha sufrido una drástica reducción de su presupuesto y una modificación de su estructura, además de la dimisión de su antiguo director, Christian de Castro, por investigaciones contables. Un director interino ocupa el cargo a la espera del nombramiento de uno definitivo que, según ya defendió el presidente, podría ser alguien con valores cristianos que promueva un aumento de las producciones audiovisuales en esta línea.

Marcela Morê, cineasta brasileña.
«Este mercado no es fácil pero, independientemente de las políticas, los cineastas vamos a continuar realizando nuestros proyectos, sea con ‘crowfunding’, incentivos privados, colaboraciones o, incluso, por amor al arte».Marcela Morê, cineasta brasileña.

En la aplicación de una austeridad sobre incentivos a la cultura, el Gobierno ha reducido un 43 % los recursos del Fondo Sectorial del Audiovisual (FSA), que se alimenta con tributos de productoras y empresas de telecomunicaciones, y está gestionado por la Ancine. «Hace seis meses que trabajo en una serie financiada por el FSA, frente a los recortes vamos a tener que inventar otras formas de viabilizar estas producciones. Este mercado no es fácil pero, independientemente de las políticas, los cineastas vamos a continuar realizando nuestros proyectos, sea con ‘crowfunding’, incentivos privados, colaboraciones o, incluso, por amor al arte», explica la cineasta Marcela Morê, que alerta de las amenazas del Gobierno de acabar con la ley de cotas que obliga a que una parcela de la emisión de televisiones por cable y de salas de cine se dedique a la producción nacional.

«El Festival de Río, tras 20 años de existencia y éxito nacional e internacional, pasa por su mayor desafío en términos financieros». La organización del Festival de Cine de Río de Janeiro destacó la situación de crisis por la falta de inversión pública en este sector y lanzó recientemente una campaña de financiación colaborativa para intentar evitar que uno de los más importantes eventos cinematográficos del país desaparezca.

«Nosotros no vamos a perseguir a nadie, pero Brasil ha cambiado. Con dinero público no veremos más ciertos tipos de obras. Esto no es censura, esto es preservar los valores cristianos, es tratar con respeto nuestra juventud y reconocer la familia«, declaró Bolsonaro este sábado 5 durante su participación por videoconferencia en un simposio conservador de Ribeirão Preto, São Paulo.

Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/329487-censura-recortes-bolsonaro-produccion-audiovisual-brasil

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«La Persecución de las Brujas permitió el Capitalismo» Entrevista a Silvia Federici

Entrevista de Maite Garrido Courel publicada en la revista Números Rojos

Hace unos siglos la hubieran quemado en la hoguera. Feminista incansable, la historiadora y autora de uno de los libros más descargados de la red, “Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria”, habla con Números Rojos y expone de forma rigurosa las razones políticas y económicas que se ocultaron tras la caza de brujas. Su último libro,“Revolución en punto cero”, es una recopilación de artículos imprescindible para conocer su trayectoria intelectual.

Con ojo escrutador, la italiana Silvia Federici lleva más de 30 años estudiando los acontecimientos históricos que dieron lugar a la explotación social y económica de las mujeres. En su libro “Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria” (Traficantes de sueños, 2010), fija su punto de mira en la violenta transición del feudalismo al capitalismo, donde se forjó a fuego la división sexual del trabajo y donde las cenizas de las hogueras cubrieron de ignorancia y falsedades un capítulo esencial de la Historia. Federici habla para Números Rojos desde su despacho del departamento de Historia en la Hofstra University de Nueva York sobre brujas, sexualidad y capitalismo, y se propone “revivir entre las generaciones jóvenes la memoria de una larga historia de resistencia que hoy corre el peligro de ser borrada”.

¿Cómo es posible que la matanza sistemática de mujeres no se haya abordado más que como un capítulo anecdótico en los libros de Historia? Ni siquiera recuerdo haberlo dado en la escuela…
Este es un buen ejemplo de cómo la Historia la escriben los vencedores. A mediados del siglo XVIII, cuando el poder de la clase capitalista se consolidó y la resistencia en gran parte fue derrotada, los historiadores comenzaron a estudiar la caza de brujas como un simple ejemplo de supersticiones rurales y religiosas. Como resultado de ello, hasta no hace mucho, pocos fueron los que investigaron seriamente los motivos que se esconden tras la persecución de las ‘brujas’ y su correlación con la instauración de un nuevo modelo económico. Como expongo en “Calibán y la bruja…”, dos siglos de ejecuciones y torturas que condenaron a miles de mujeres a una muerte atroz fueron liquidados por la Historia como producto de la ignorancia o de algo perteneciente al folclore. Una indiferencia que ronda la complicidad, ya que la eliminación de las brujas de las páginas de la historia ha contribuido a trivializar su eliminación física en la hoguera. Fue el Movimiento de Liberación de la Mujer de los años 70 el que reavivó el interés por la caza de brujas. Las feministas se dieron cuenta de que se trataba de un fenómeno muy importante, que había dado forma a la posición de las mujeres en los siglos venideros, y se identificaban con el destino de las ‘brujas’ como mujeres que fueron perseguidas por resistirse al poder de la Iglesia y el Estado. Esperemos que a las nuevas generaciones de estudiantes sí se les enseñe la importancia de esta persecución.

Hay algo, además, que inquieta profundamente, y es el hecho de que, salvo el caso de los pescadores vascos de Lapurdi, los familiares de las supuestas brujas no se alzaran en armas en su defensa después de haber luchado juntos en los levantamientos campesinos.
Desafortunadamente, la mayoría de los documentos que tenemos sobre la caza de brujas fueron escritos por aquellos que ostentaban el poder: los inquisidores, los magistrados, los demonólogos. Esto significa que puede haber ejemplos de solidaridad que no hayan sido registrados. Pero hay que tener en cuenta que era muy peligroso para los familiares de las mujeres acusadas de brujería que se les asociara con ellas y más alzarse en su defensa. De hecho, la mayoría de los hombres que fueron acusados y condenados por brujería eran parientes de las mujeres sospechosas. Esto, por supuesto, no minimiza las consecuencias del miedo y la misoginia que la propia caza de brujas produjo, ya que propagó una imagen horrible de las mujeres convirtiéndolas en asesinas de niños, sirvientes del demonio, destructoras de hombres, seduciéndolos y haciéndolos impotentes al mismo tiempo.

Expones dos consecuencias claras en lo referente a la caza de brujas: que es un elemento fundacional del capitalismo y que supone el nacimiento de la mujer sumisa y domesticada.
La caza de brujas, así como la trata de esclavos y la conquista de América, fue un elemento imprescindible para instaurar el sistema capitalista moderno, ya que cambió de una manera decisiva las relaciones sociales y los fundamentos de la reproducción social, empezando por las relaciones entre mujeres y hombres y mujeres y Estado. En primer lugar, la caza de brujas debilitó la resistencia de la población a las transformaciones que acompañaron el surgimiento del capitalismo en Europa: la destrucción de la tenencia comunal de la tierra; el empobrecimiento masivo y la inanición y la creación en la población de un proletariado sin tierra, empezando por las mujeres más mayores que, al no poseer una tierra que cultivar, dependían de una ayuda estatal para subsistir. También se amplió el control del Estado sobre el cuerpo de las mujeres, al criminalizar el control que estas ejercían sobre su capacidad reproductiva y su sexualidad (las parteras y las ancianas fueron las primeras sospechosas). El resultado de la caza de brujas en Europa fue un nuevo modelo de feminidad y una nueva concepción de la posición social de las mujeres, que devaluó su trabajo como actividad económica independiente (proceso que ya había comenzado gradualmente) y las colocó en una posición subordinada a los hombres. Este es el principal requisito para la reorganización del trabajo reproductivo que exige el sistema capitalista.

Hablas del control de los cuerpos: si en la Edad Media ejercían las mujeres un control indiscutible sobre el parto, en la transición al capitalismo “los úteros se transformaron en territorio político controlados por los hombres y el Estado”. 
No hay duda de que con el advenimiento del capitalismo comenzamos a ver un control mucho más estricto por parte del Estado sobre el cuerpo de las mujeres, llevado a cabo no solo a través de la caza de brujas, sino también a través de la introducción de nuevas formas de vigilancia del embarazo y la maternidad, y la institución de la pena capital contra el infanticidio (cuando el bebé nacía muerto, o moría durante el parto, se culpaba y ajusticiaba a la madre). En mi trabajo sostengo que estas nuevas políticas, y en general la destrucción del control que las mujeres en la Edad Media habían ejercido sobre la reproducción, se asocian con la nueva concepción que el capitalismo ha promovido del trabajo. Cuando el trabajo se convierte en la principal fuente de riqueza, el control sobre los cuerpos de las mujeres adquiere un nuevo significado; estos mismos cuerpos son entonces vistos como máquinas para la producción de fuerza de trabajo. Creo que este tipo de política es todavía muy importante hoy en día porque el trabajo, la fuerza de trabajo, sigue siendo crucial para la acumulación de capital. Esto no quiere decir que en todo el mundo los patrones quieran tener más trabajadores, pero sin duda quieren controlar la producción de la fuerza de trabajo: quieren decidir cuántos trabajadores están produciendo y en qué condiciones.

En España, el ministro de Justicia quiere reformar la ley del aborto, excluyendo de los supuestos la malformación del feto, justo cuando las ayudas a la dependencia han desaparecido.
En Estados Unidos también están tratando de introducir leyes que penalicen gravemente a las mujeres y limiten su capacidad de elegir si desean o no tener hijos. Por ejemplo, varios estados están introduciendo leyes que hacen que la mujer sea responsable de lo que le ocurre al feto durante el embarazo. Ha habido un caso polémico de una mujer a quien han acusado de asesinato porque su hijo nació muerto y luego se descubrió que había utilizado algunas drogas. Los médicos excluyeron el consumo de cocaína como causa de la muerte del feto, pero fue en vano, la acusación siguió su curso. El control de la capacidad reproductiva de las mujeres es también un medio de controlar la sexualidad de las mujeres y nuestro comportamiento en general.

Tú misma lo planteas: ¿por qué Marx no se cuestionó la procreación como una actividad social determinada por intereses políticos?
Esta no es una pregunta fácil de responder, ya que hoy nos parece evidente que la procreación y crianza de los hijos son momentos cruciales en la producción de fuerza de trabajo y no por casualidad han sido objeto de una regulación muy dura por parte del Estado. Creo, sin embargo, que Marx no podía darse el lujo de ver la procreación como un momento de la producción capitalista porque se identificaba con la industrialización, con las máquinas y la industria a gran escala, y la procreación, como el trabajo doméstico, parecía ser el opuesto de la actividad industrial. Que el cuerpo de la mujer se mecanizara y se convirtiera en una máquina para la producción de fuerza de trabajo es algo que Marx no podía reconocer. Hoy en día, en Estados Unidos al menos, el parto también se ha mecanizado. En algunos hospitales, obviamente no los de los ricos, las mujeres dan a luz en una línea de montaje, con tanto tiempo asignado para el parto, si exceden ese tiempo se les hace una cesárea.

La sexualidad es otro tema que abordas desde un punto de vista ideológico, siendo la Iglesia quien promovió con gran virulencia un férreo control y criminalización. ¿Era tan fuerte el poder que confería a las mujeres que continúa ese intento de control?
Creo que la Iglesia se ha opuesto a la sexualidad (aunque siempre lo han practicado a escondidas) porque tiene miedo del poder que ejerce en la vida de las personas. Es importante recordar que a lo largo de la Edad Media, la Iglesia también estuvo implicada en la lucha para erradicar la práctica del matrimonio de los sacerdotes, que lo veían como una amenaza para la conservación de su patrimonio. En cualquier caso, el ataque de la Iglesia sobre la sexualidad siempre ha sido un ataque a las mujeres. La Iglesia teme a las mujeres y ha tratado de humillarnos de todas las maneras posibles, retratándonos como el pecado original y la causa de la perversión en los hombres, nos obliga a esconder nuestros cuerpos como si estuvieran contaminados. Mientras tanto, se ha tratado de usurpar el poder de las mujeres, presentando al clero como dadores de vida e incluso adoptando la falda como vestimenta.

En una entrevista afirmas que sigue teniendo lugar una caza de brujas ¿Quiénes son los herejes ahora?
Ha habido caza de brujas desde hace varios años en diferentes países africanos, así como en la India, Nepal, Papúa Nueva Guinea. Miles de mujeres han sido asesinadas de esta manera, acusándolas de brujería. Y está claro que, como en los siglos XVI y XVII, esta nueva caza de brujas se conecta con la extensión de las relaciones capitalistas en todo el mundo. Es muy conveniente tener campesinos luchando unos con otros mientras que en muchas partes del mundo estamos viviendo un nuevo proceso de cercamiento, con la privatización de la tierra y un gran saqueo a los medios básicos de subsistencia. También hay pruebas de que parte de la responsabilidad de esta nueva caza de brujas, que a su vez se dirige especialmente a las mujeres mayores, debe atribuirse a la labor de las sectas cristianas fundamentalistas, como el movimiento pentecostal, que han traído de nuevo al discurso religioso el tema del diablo, aumentando el clima de sospechas y el miedo existente generado por el dramático deterioro de las condiciones económicas.

“Omnia sunt communia!”, “Todo es común”, fue el grito de los anabaptistas cuya lucha y derrota, como cuentas en el libro, fue barrida por la Historia. ¿Sigue siendo igual de subversivo ese grito?
Ciertamente lo es, ya que estamos viviendo en una época donde sunt omnia privata. Si las tendencias actuales continúan, pronto no habrá aceras, ni playas, ni mares, ni aguas costeras, ni tierra, ni bosques a los que podamos acceder sin tener que pagar algo de dinero. En Italia, algunos municipios están tratando de aprobar leyes que prohíben a la gente poner sus toallas en las pocas playas libres restantes y esto es solo un pequeño ejemplo. En África, estamos siendo testigos de las más grandes apropiaciones de tierras en la historia del continente por parte de empresas mineras, agro industriales, agro-combustibles… La tierra africana se está privatizando y las personas están siendo expropiadas a un ritmo que coincide con el de la época colonial. El conocimiento y la educación se están convirtiendo en mercancías disponibles solo para aquellos que pueden pagar e incluso nuestros propios cuerpos están siendo patentados. Así que omnia sunt communia sigue siendo una idea radical, aunque hay que tener cuidado de no aceptar la forma en que está siendo usado este ideal distorsionado, por ejemplo, por organizaciones como el Banco Mundial, que en nombre de la preservación de la ‘comunidad global’ privatiza las tierras y los bosques y expulsa la población que ganaba su sustento de ello.

¿Cómo se podría abordar la cuestión de los comunes actualmente?
El tema de los comunes es cómo crear un mundo sin explotación, igualitario, donde millones de personas no se mueran de hambre en medio del consumo obsceno de unos pocos y donde el medio ambiente no sea destruido, donde la máquina no aumente nuestra explotación en vez de reducirla. Este creo que es nuestro problema común y nuestro proyecto común: crear un mundo nuevo.

Fuente: https://www.traficantes.net/noticias-editorial/la-persecucion-de-las-brujas-permitio-el-capitalismo-entrevista-silvia-federici
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Argentina: «Enfocar la educación sexual en el embarazo adolescente es un retroceso»

Argentina/26 de Marzo de 2018/Primera Edición

Lo advirtió la decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Graciela Morgade, quien afirmó además que la Ley de Educación Sexual Integral se aplica en las jurisdicciones de manera desigual.

Afirmó hoy que la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas públicas y privadas «es un paso en visibilizar la temática», pero advirtió que «el programa nacional está reducido y enfocado al embarazo adolescente y eso es un retroceso».
 
La doctora en Educación precisó que «el énfasis en el discurso sobre el embarazo adolescente, que lo llaman ‘no intencional’ en el Gobierno actual puede ser un retroceso en las políticas de prevención y, en cambio, conceptualiza a la sexualidad como amenaza y problema».
 
En ese sentido, sostuvo la necesidad de mirar la ESI «con mucho detenimiento cuando hablan de prevención del cuerpo de las adolescentes».
 
En una entrevista con NA, la decana de Filosofía y Letras se quejó que «el Gobierno de Cambiemos no desmanteló en un sentido amplio ni violento en forma estricta la norma, pero sí fue reduciendo gradualmente el presupuesto del Programa, a través de descentralizar la ejecución de las políticas en manos de las provincias, que hace que ellas manejen las decisiones».
 
«Sabemos que hay muchas provincias que no trabajan los programas de Educación Sexual Integral y no sólo es preocupante el financiamiento que destinan sino los contenidos que son reorientados a dos temas solamente: embarazo adolescente y violencia de género, que parecen importantes pero vuelven atrás el sentido del Programa», advirtió Morgade.
 
Asimismo, consideró que la aplicación de la ESI en las jurisdicciones es «realmente desigual», ya que sostuvo que «no priorizan a la educación sexual ni el presupuesto y le dan preferencia a otras cuestiones».
 
«Tienden a torcer el brazo a las políticas nacionales y el Estado no puede abandonar su papel de garante de las políticas públicas», agregó.
 
En cuanto a la puesta en práctica del Programa en escuelas públicas y privadas, la decana celebró que «hay una cuestión interesante y es que entre ellas no hay diferencias».
 
Respecto a los colegios confesionales, Morgade afirmó que «sostienen que aplican la ESI con el enfoque más clásico moralizante, que tiene derecho a existir, pero en el Programa tienen derecho a existir otras formas de vida que están consagradas en las leyes y la Constitución».
 
Según la especialista, la puesta en marcha de la ESI según los niveles educativos «tiene que ver bastante con las tradiciones y con las realidades de los sujetos».
«En el nivel inicial hay una tendencia al interés y la aceptación, porque hace tiempo aparecieron familias con dos papás y dos mamás», indicó la decana, quien destacó que también «cambió la vida de las maestras, lo que mejoró a cambiar las alarmas que durante mucho tiempo tuvieron sobre juegos y roles».
 
Acerca del objetivo general de la norma, resaltó que «se pensó como un programa para ampliar la dimensión de la sexualidad, pero no presentado como un problema sino como una fuente de disfrute, de vinculación con el otro y ese enfoque está disuelto con el resorte de pensar la sexualidad y las relaciones sexogenéricas como un problema».
 
La Ley 26.150, de Educación Sexual Integral, sancionada en octubre de 2006, establece que «todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de todos los niveles educativos, desde el inicial hasta el terciario» y se entiende que esa disciplina transversal «articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos».
 
La norma también contempla un Programa que abarca cinco ejes: «Reconocer la perspectiva de género; respetar la diversidad; valorar la afectividad; ejercer nuestros derechos; y cuidar el cuerpo y la salud».
Fuente: http://primeraedicion.com.ar/nota/269296/enfocar-la-educacion-sexual-en-el-embarazo-adolescente-es-un-retroce.html
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