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Feminismo y política

Por:Lidia Falcon

Desde 1789 el Movimiento Feminista se constituye como tal en las luchas y reivindicaciones de las mujeres francesas que se suman a la Revolución con sus propias reivindicaciones. Desde entonces, con sus periodos de desánimo, las mujeres del mundo occidental han estado en las calles de todos los países reclamando sus derechos, su existencia, su visibilidad. Otras batallas han dado, y ganado y perdido, las mujeres del mundo entero, aunque nuestra ignorancia haya invisibilizado a las de otros continentes.

En la última época en España, la que se sigue a partir de 1975, el MF se ha batido bravamente por lograr salir de las catacumbas en que lo enterró la dictadura, por aprobar la no discriminación en la Constitución de 1978, por implantar las leyes de igualdad y de avance social. Y ha cosechado grandes triunfos.

Con motivo del II Congreso del Partido Feminista de España, hemos aprobado el programa electoral que ha asumido Izquierda Unida y que se ha implantado en Unidad Popular. Al redactarlo, comparándolo con el que aprobamos en el I Congreso de 1983, la sorpresa y hasta el asombro nos invadió, porque habíamos olvidado las reivindicaciones que llevábamos en él. Porque excepto la abolición de la prostitución, esta línea roja que es más una sima que separa el verdadero avance de las mujeres prostituidas de quienes quieren que permanezcan en la ignominia, todas las reivindicaciones que expusimos en aquel año las hemos alcanzado. Y supongo que esta afirmación sorprenderá a su vez a las mujeres que están sufriendo hoy tantas discriminaciones, pero no hay más que comprobar en el papel lo que digo.

Resulta emocionante leer que el primer artículo del programa de  aquel año, tan cercano, exigía que no hubiese discriminación a las mujeres por su opción sexual y estar  viviendo la legalización del matrimonio homosexual. Como es igualmente conmovedor comprobar que en 1983 todavía solicitábamos la coeducación. En la mayoría de apartados de nuestra vida y de nuestra lucha tenemos que celebrar victorias: la ley de aborto, la ley de violencia, la creación de juzgados especiales para encausar la violencia machista, gabinetes psicosociales para los casos de divorcio, la reforma de la ley de divorcio, los estudios feministas, la ley de igualdad, la ley de paridad. Todas estas reformas han sido aprobadas en estas tres décadas que nos separan de aquel exitoso I Congreso del Partido Feminista.

¿Qué pasa entonces, me preguntarán mis lectoras sorprendidas ante esta declaración, para que los crímenes machistas se produzcan cotidianamente, para que los denostados gabinetes psicosociales estén decidiendo la separación de los hijos a las madres, para que los salarios sigan siendo un 30% menores que los de los hombres, y tantas otras discriminaciones e injusticias que siguen padeciendo las mujeres?.

Es preciso no olvidar que el enemigo nunca descansa. La ofensiva machista de los últimos años ha pervertido los avances alcanzados. O ni siquiera eran tan avances sino más bien maquillajes legales. Así la Ley de Violencia de Género contiene en su redactado, que refleja el espíritu patriarcal con que se aprobó, la ausencia de verdadera protección de la víctima; los juzgados especialistas no son tan especialistas y no disponen de medios, los gabinetes psicosociales están formados por quienes no son ni profesionales ni feministas, la ley de igualdad no es coercitiva por lo que resulta totalmente inoperante, la ley de paridad puede no cumplirse en la práctica. Y seguimos con las diferencias salariales que desde 1789 están denunciando las mujeres.

Las luchas del MF han sido continuadas, valientes y exigentes, y han alcanzado los éxitos señalados y otros más, pero ya vemos que muchos de ellos han sido desvirtuados o nos los han falsificado. Al final quienes legislan y deciden se sientan en el Congreso de los Diputados y en el Senado. Es preciso que se comprenda en el seno de MF que hemos llegado al final de una era. Ya no es rentable seguir reclamando nuestras vindicaciones en la misma forma que lo hemos hecho durante cuatro décadas porque nuestras acciones se repiten y se repiten y la gente se acostumbra a ellas, con el efecto de que se esclerotizan, porque el poder puede perfectamente asumir y digerir una gran marcha que dura cuatro horas, y las manifestaciones, asambleas, encuentros, debates y charlas que organizamos diariamente sin descanso. Hoy ya no erosionamos ni el poder capitalista ni el patriarcal con esas estrategias de lucha.

Por eso ha llegado el momento de que las organizaciones feministas se propongan alcanzar las cotas de poder político que las representen. Porque las leyes y el gobierno no se deciden únicamente en la calle. Nuestro sistema político está basado en los partidos, ellos dirigen la vida de las mujeres y de los hombres. Es imprescindible disponer de esa clase de organización para participar de las decisiones fundamentales que nos atañen a nosotras y al futuro del país.

La opción del Partido Feminista no es un capricho ni una curiosidad ni una experimentación. Nuestro programa es el más avanzado de los que se presentan, porque además de las cuestiones de Estado incluimos todas aquellas que pertenecen a nuestra situación específica. Si las mujeres y los hombres feministas no comprenden que únicamente batiéndonos en la arena electoral llegaremos a situarnos en las instituciones que deciden sobre nuestra vida, seguiremos medio siglo más manifestándonos en la calle por los mismos temas que lo hicimos en el XX y en el XVIII.

Es imprescindible entender que el feminismo es política, que esa artificial división entre feminismo y política únicamente beneficia a los que dirigen los partidos tradicionales, cuyas cúpulas masculinas –con la complicidad tantas veces de mujeres- deciden las que llaman “agendas” en las que los temas de la explotación de la mujer no tienen apenas cabida. Y a la vez hemos de comprender que el feminismo ha de decidir también sobre los grandes temas de toda la sociedad: la República, la defensa, la Iglesia, los tratados internacionales, porque a ninguno de ellos somos ajenas las mujeres.

Si, como recordamos continuamente, constituimos la mitad más dos de la población del mundo y somos las madres de todos,  no hay asunto en el que no estemos implicadas. Si limitamos el feminismo a la lucha por los específicos problemas que nos afectan pero nos inhibimos de la política, la economía, la cultura, hemos limitado nuestra lucha. Esta visión segregadora y reduccionista del feminismo nos hace más débiles, más ignorantes, más marginadas de la gobernación del país.

El Partido Feminista se propone llevar su proyecto político, su programa electoral, a las más amplias capas de nuestra población; organizar cursos de formación feminista y política, difundir los principios de igualdad y fraternidad, tan queridos por los pueblos desde hace doscientos años, para que la mayoría de las mujeres y los hombres de España comprendan que el feminismo es el movimiento social más avanzado, más comprometido con la libertad y por acabar con la explotación  de todos los seres humanos.

Para ello, ya hemos organizado varios cursos en distintas ciudades de España. Después de Sevilla, donde comenzamos la semana pasada, en Madrid, en el Club de Amigos de la Unesco, en la calle Atocha 20, nos reuniremos el jueves 18 de febrero en la primera sesión del curso, para recordar, aprender y homenajear a nuestras antepasadas y pioneras en esta larga lucha. Después seguirán el 22, 25 y 29 de febrero, con el estudio del feminismo, del marxismo y de la lucha política en que estamos inmersas. Os espero a todas y a todos.

Fuente: http://blogs.publico.es/lidia-falcon/2016/02/17/feminismo-y-politica/

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La igualdad empieza en nosotras

Agustín Moreno

El 8 de Marzo de 2017 pasará seguramente a la historia por la dimensión internacional que tuvo y, sobre todo, por las masivas movilizaciones por la igualdad y contra la violencia de género. Por primera vez se convocaba un paro a nivel mundial el 8 de marzo por mujeres de cuarenta países. Su movilización y protagonismo está creciendo desde que las argentinas se echaron a la calle en 2015 con su “¡Ni una menos!”; después han seguido en otros países como México, Perú y Brasil contra el feminicidio y las violaciones. También en la India o en Turquía, en Polonia contra el ataque al derecho al aborto, en Francia defendiendo la igualdad salarial frente a los recortes del gobierno. O en Estados Unidos nada más ser elegido Trump por su actitud reaccionaria, machista y racista.

Con el paro del 8-M se intentaba visibilizar la importancia social de las mujeres en la reproducción, la producción y los cuidados, y plantear sus demandas de igualdad, de rechazo de la sobreexplotación y de todo tipo de violencias. Las mujeres han decidido que no van pagar la crisis económica y no van a permitir que se recorten sus derechos y los avances conseguidos tras mucha lucha por la oleada neoconservadora que vive el mundo.

No hay datos agregados del paro y es difícil de medir su dimensión porque afectaba a todo tipo de actividades, pero a tenor de la asistencia a las manifestaciones, la jornada fue un éxito. El periódico El País titulaba en primera página –eso sí, debajo de la remontada del Barça- que habían participado cientos de miles de personas en el mundo. Sólo en Madrid hubo cientos de miles de personas, en la manifestación más grande en mucho tiempo, que recordaba las grandes marchas contra la guerra de Irak. Ya en 2016 fue impresionante la manifestación de Madrid, cuando las organizaciones convocantes decidieron pasar de la estrecha calle Atocha, donde tradicionalmente se realizaban, a desfilar por las grandes avenidas, el Paseo del Prado el año pasado, en 2017 en la calle Alcalá y Gran Vía. El País devaluaba la manifestación, pero al menos decía algo, y es que ha sido una vergüenza el apagón informativo de una manifestación que algunos han llegado a cifrar en un millón de personas. Gracias a algunos medios digitales como cuartopoder.es, se ha aportado objetividad a lo sucedido.

Nada pasa por casualidad. La gran afluencia a la manifestación la explica el gran trabajo que se viene haciendo desde hace años. También había circunstancias especiales en esta ocasión. En dos meses de 2017 asesinaron a una veintena de mujeres, según uno de los observatorios más objetivo sobre el tema. Por eso un grupo de mujeres mantuvo una huelga de hambre de 27 días hasta las vísperas del 8 de Marzo. Se desconvocó ante el compromiso de los partidos políticos de crear una subcomisión parlamentaria y abordar la negociación de un Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Hay una gran ofensiva de un patriarcado porque cuando se siente acorralado en sus privilegios, reacciona violentamente. Los avances en la liberación y en la mayor igualdad de las mujeres tienen que ver con este repunte de la violencia extrema y la agresividad en las redes sociales contra el feminismo.

Desgraciadamente la violencia no cesa. A algunos les resulta cansino que se hable de ello, pero lo que realmente colma el vaso es que sigan asesinándolas A modo de ejemplo, veo dos noticias cuando escribo estas líneas que son espeluznantes: Detienen a un violento individuo cuando pretendía agredir a su expareja armado con un machete en Calasparra y Detenido un hombre en Tetuán por dar 10 martillazos en la cabeza a su pareja. Pasa todos los días. A veces hay suerte y la intervención policial o de los vecinos impide la desgracia, pero no siempre.

Es importante un Pacto de Estado, las medidas judiciales y policiales, las ayudas económicas, laborales y psicológicas a las víctimas. Pero el tema es más de fondo y hay que dudar sobre si habrá recursos suficientes para evitar lo que se debe calificar como terrorismo machista. La cuestión es, como decía Iñaqui Gabilondo, ¿qué telarañas tenemos los hombres en la cabeza? Cambiar la mentalidad machista coloca a la educación en primer plano.

Nuestra experiencia en el instituto Villa de Vallecas es muy interesante. Llevamos años trabajando el tema de la igualdad, cada vez con un enfoque diferente: el trabajo y la igualdad, la violencia de género, desmontando mitos del amor romántico, los micromachismos, etc. Elaboramos un dossier anual, se organizan talleres, se empapela el centro y se montan instalaciones, videoarte, lectura de poemas, etc. Los platos fuertes son las charlas de una hora que dan grupos de alumnas y alumnos mayores a todas las clases de 1º y 2º de la ESO. Es una concienciación de ellas y ellos mismos en cascada. Un aprendizaje entre iguales que ya está dando sus frutos. En la mesa redonda de cierre del día este año participaron mujeres del grupo “Ve la Luz”, que apoyó la huelga de hambre de Sol, y una feminista histórica. El debate posterior fue muy rico e intenso.

En un centro con esta sensibilización, no es extraño que trescientos alumnos de los cursos superiores participasen en el paro simbólico convocado a nivel mundial. No nos engañamos, sabemos que nos queda mucho trabajo por hacer, pero estamos orgullosos del alumnado y del trabajo en valores que se realiza en la enseñanza pública. Es nuestra pequeña aportación para avanzar, poco a poco, en la formación de una ciudadanía con la conciencia clara de que la igualdad empieza en nosotras, las mujeres, y todas las personas de bien.

Fuente del articulo: https://www.cuartopoder.es/laespumaylamarea/2017/03/18/la-igualdad-empieza-nosotras/1886

Fuente de la imagen:https://www.cuartopoder.es/laespumaylamarea/files/2017/03/Manifestacion-8-marzo-Gran-Via.jpg

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Afganistán detiene una iniciativa para crear el burka infantil

El Ministerio de Educación afgano debía diseñar un nuevo uniforme escolar para niñas y propuso una túnica de pies a cabeza, parecida al burka pero sin cubrir la cabeza. Activistas pro igualdad e incluso el presidente del país, Ashraf Ghani, se han manifestado en contra y conseguido que se paralizara la iniciativa

Asia/Afganistan/ Elmundo.es/AMADOR GUALLARKabul@AmadorGuallar

La idea de que «las niñas a partir de cinco años deberían llevar obligatoriamente túnicas largas y pañuelos para la cabeza para salvaguardar su honor», según informó el Ministerio de Educación afgano a principios de mes, ha estado a punto de socavar, una vez más, los derechos y las libertades de las menores afganas. Una iniciativa muy cercana a las tesis talibán que, gracias al activismo y al presidente del país, Ashraf Ghani, ha sido detenida en seco.Los representantes de educación tenían el encargo de diseñar un uniforme escolar para las niñas afganas, tradicionalmente compuesto por unos pantalones negros, una camisa larga del mismo color y un pañuelo blanco para las mayores de diez años. El nuevo atuendo, que todavía no había sido aprobado y no estaba en producción, iba a consistir en una túnica de pies a cabeza, muy parecida al burka pero sin cubrir la cara, «para proteger a las niñas», según indicaron fuentes del ministerio.Una «protección» que los activistas que luchan por la igualdad de géneros en Afganistán han considerado ridícula e insultante. Además, no han vacilado en acusar al ministerio de conspirar contra los derechos de las menores y, tras la justificación del diseño por parte de los representantes de educación, asegurar que éste convierte a las pequeñas en objetos sexuales. Por ese motivo activistas afganos como Naqsh Murtaza lo han descrito como «una versión 2.0 del burka», según manifestó a través de las redes sociales.

Tradicionalmente, el burka es una prenda que se lleva para que la mujer esconda sus atributos sexuales. Aunque, cabe decir que, muchas mujeres afganas, sobre todo en las provincias, se sienten más seguras llevándolo para evitar así acusaciones infundadas y represalias en la muy machista y desigual sociedad rural en Afganistán, que bien podrían acabar con sus vidas o con tortura, como le sucedió el pasado febrero a Zarina, la joven de 23 años y residente de Balkh, al norte del país, a la que el marido le cortó las orejas tras acusarla de mirar a otros hombres. El activismo afgano se movilizaLos bocetos del atuendo fueron presentados el pasado 14 de Marzo e inmediatamente produjeron una conmoción social, así como la amenaza de manifestaciones multitudinarias en Kabul planeadas para las próximas semanas, en las que iban a «oponerse acérrimamente contra un uniforme severamente restrictivo», según informó Bahar Sohaili, una de las líderes de la organización de las manifestaciones. «Nos han dicho que los uniformes han sido diseñados para proteger los valores Islámicos», añadió indicando que «las niñas estudiantes tienen que sentirse cómodas y tienen que poder hacer ejercicio, cosa que el nuevo uniforme no permite».

La pretensión por parte del ministerio de que todas las niñas de 12 años o más vistiesen una túnica hasta el suelo para ir al colegio también impulsó a varias activistas afganas viviendo en el extranjero a tomar cartas en el asunto, como la escritora afincada en Londres, Zuhra Bahman, que inmediatamente organizó una petición internacional en contra de un uniforme que, según explicó a la estadounidense National Public Radio (NRP), «malinterpreta el Islam y lo que éste indica sobre la vestimenta».»La mujer tiene que ser libre y por lo tanto tiene que poder decidir con qué quiere vestirse. Éste es un hecho fundamental que se debe aprender en las escuelas», añadió. Además, la escritora hizo un llamamiento a «los estadounidenses y europeos para que se opongan firmemente al cambio de uniforme ya que, después de todo, ellos son los que están apoyando financieramente al sistema educativo afgano».

Por su parte, Freshta Ibrahimi, coordinadora de la organización Ascend (Acender, en inglés), la única en el país que apoya a las mujeres escaladoras, hizo hincapié en que el nuevo atuendo significaba volver a tiempos pasados. «Las mujeres de Afganistán no queremos volver a estar gobernadas por los talibán. Un tiempo en el que a todas se nos obligaba a vestir con burka», ha explicado en un email a NPR. «Las mujeres afganas quieren ser libres y esto sólo sucederá si luchamos todas juntas», concluyó Ibrahimi.

La presión ejercida nacional e internacionalmente ha dado resultado y ha obligado al Gobierno afgano ha retractarse oficialmente de la iniciativa del Ministerio de Educación, que ahora está «a la espera de nuevas propuestas» para presentar próximamente nuevos diseños para el atuendo escolar. Por otro lado, y según han informado fuentes del palacio presidencial, ha sido el propio presidente Ghani quien «ha ordenado detener la iniciativa porque no es representativa de la cultura y las tradiciones del pueblo afgano».

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2017/03/22/58d2a290268e3ecb088b45f5.html

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Gran Paro Internacional de Mujeres para el 8 de marzo

18 Febrero 2017/Fuente: Tribuna Feminista

El Paro Internacional de Mujeres (PIM) es un movimiento de base formado por mujeres de diferentes partes del mundo. Fue creado en las últimas semanas de octubre de 2016 “como respuesta a la actual violencia social, legal, política, moral y verbal experimentada por las mujeres actuales en diversas latitudes”. Colectivos como ’Ni una menos’ en Latinoamérica o la Women’s March estadounidense lideran una nueva era en la protesta feminista. “Si nuestras vidas no valen, ¡produzcan sin nosotras!”, afirman.

Este paro se ha convocado ya en 23 países: Alemania, Australia, Brasil, Chile, Corea del Sur, Costa Rica, Ecuador, Escocia, España, Honduras, Irlanda, Irlanda del Norte, Israel, Italia, México, Nicaragua, Perú, Polonia, Rusia, Salvador, Suecia, Turquía y Uruguay.

Según relatan, se trata de una acción contra la violencia física, económica, verbal y/o moral contra las mujeres, y exige a los gobiernos “que dejen de usar insultos misóginos y empiecen a tomar medidas reales para nuestra seguridad, el acceso gratuito a la atención médica (incluyendo los derechos reproductivos), el establecimiento y aplicación de graves sanciones en casos de violación, violencia en el hogar y de todo tipo de crimen de género”.

En España, según el Instituto Nacional de Estadística (EPA), en el cuarto trimestre de 2016, 8,4 millones de mujeres tienen empleo; 2,1 millones está en paro, y a otras 9,2 millones de mujeres de 16 y más años son llamadas ‘inactivas’, pese a realizar más de dos tercios de los 144 millones de horas diarias de trabajo no pagado de alimentación, higiene y cuidado de los demás, en particular de la infancia y las personas en situación de dependencia (a razón de 10 horas diarias por cuidadora familiar, sin domingos ni vacaciones).

“Aunque este año aún no haremos propiamente una huelga en las empresas, en las aulas y en los hogares, empezaremos el 8 de marzo juntas en la calle encendiendo ese poder que está en nuestras manos, porque sin o contra nosotras no se mueve el mundo”.

En España, el Consejo de las Mujeres del Municipio de Madrid, la organización de mujeres cineastas CIMA o la Plataforma del 7N se han sumado a este Paro Internacional de Mujeres el 8 de marzo “para decir no al creciente machismo, convocando una concentración con velas a las 0 horas de dicho Día Internacional de las Mujeres, en las plazas de al menos cinco ciudades del Estado, de forma unitaria con las plataformas unitarias locales”.

Desde las organizadoras, sugieren una forma abierta de protesta, dando varias opciones:

– Paro total – paro en el trabajo o en las tareas domésticas y en los roles sociales como cuidadoras durante la jornada completa.
– Paro de tiempo parcial parando la producción/trabajo por 1 o 2 horas
– En caso de que no puedas parar tu trabajo: usar elementos de negro como ropa negra, cintas negras o cualquier elemento que decidas
– Boicotear las empresas que usan el sexismo en sus propagandas o en su enfoque hacia las trabajadoras
– Boicotear a misóginos locales (a ser elegidos por ti)
– Huelga de sexo
– Corrida bancaria: Retirar dinero de los bancos por un día
– Bloqueo de caminos y calles
– Demostraciones, piquetes, marchas.

Fuente: http://www.tribunafeminista.org/2017/02/gran-paro-internacional-de-mujeres-para-el-8-de-marzo/

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La derrota del feminismo liberal y la era Trump

Por Celeste Murillo

Las restricciones del nuevo gobierno de Estados Unidos del derecho al aborto y la promesa de nuevos ataques plantean la pregunta, ¿cómo defender los derechos de las mujeres en la era Trump?

Una de las primeras órdenes ejecutivas de Donald Trump prohíbe destinar fondos federales de Estados Unidos a organizaciones que practiquen o asesoren sobre el aborto en el exterior. Esto provocó un repudio generalizado en EE.UU. y el mundo entero.

El gobierno holandés propuso formar un fondo internacional para financiar programas en los llamados países en vías de desarrollo para apoyar el derecho aborto y la educación sexual. La medida puede ser un paliativo temporario. Sin embargo, no es una solución al problema de fondo: los derechos conquistados pueden ser arrebatados de un plumazo si no son defendidos con la movilización y la lucha constante para garantizar que todas las personas puedan gozarlos y no solo pequeños sectores.

Los derechos de las mujeres en Estados Unidos están peligro. Porque la administración Trump ya ordenó el desfinanciamiento de las organizaciones que apoyan el derecho de las mujeres a decidir, porque su vicepresidente encabezó la marcha antiaborto y porque la mayoría republicana en la Cámara Baja votó en contra de financiar organizaciones que incluyan el aborto entre sus prácticas de salud reproductiva. Pero no termina ahí.

Los derechos de las mujeres están en peligro porque los demócratas, que gobernaron el país durante 8 años con un presidente autodenominado feminista como Obama, no hicieron nada para frenar la ofensiva de la derecha en varios estados, que votaron leyes que restringen el derecho al aborto y afectan especialmente a pobres, trabajadoras, negras y latinas que dependen de los programas de salud estatales.

Además Trump se comprometió a nominar jueces provida para la Corte Suprema. Esto plantea la posibilidad de un retroceso histórico del fallo Roe v. Wade que garantiza el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, y es el último obstáculo que deberían superar los sectores de la derecha conservadora y cristiana para culminar lo que Ronald Reagan llamó la “guerra de cien años” contra el aborto. La sola posibilidad de que esto suceda es en gran parte responsabilidad del partido Demócrata y el movimiento feminista.

La trampa neoliberal

La situación actual es resultado de la estrategia de presión parlamentaria y los compromisos de la mayoría del movimiento feminista en EE. UU., que cambió las calles por las oficinas gubernamentales y la crítica a la sociedad patriarcal por las “agendas inclusivas”. Así la inclusión de las mujeres, las personas LGBT y las minorías étnicas se transformó en la cobertura de una democracia que negaba derechos básicos a la mayoría de la población pobre y trabajadora, donde contradictoriamente mujeres, personas LGBT, afroamericanos y latinos están sobrerrepresentados.

La trampa mortal de la inclusión permitió, por ejemplo, que G.W. Bush esgrimiera los derechos de las mujeres como una justificación para invadir Afganistán en 2001. En esta y otras causas neoliberales, el feminismo jugó un papel justificatorio, enredado en una “amistad peligrosa” con la democracia capitalista, como señaló Nancy Fraser en 2013 cuando alertaba sobre “como cierto feminismo se convertía en criada del capitalismo”.

La brecha entre las causas del “feminismo neoliberal” y las condiciones de vida de la mayoría de las mujeres explotó con la crisis capitalista iniciada en 2007. Para ese momento, como ya señalaba en 2009 la periodista Nina Power, “el argumento a favor de que las mujeres, las minorías étnicas y los homosexuales ocupen ‘posiciones jerárquicas’ ha sido acaparado por la derecha”. Aunque la llegada de Obama al poder parecía marcar una era de cambio, la inclusión sobre todo de las mujeres en cargos de alto rango ya habían empezado a cuestionar los beneficios de la “igualdad” sin cuestionar la democracia imperialista.

Pero si hubo un momento que evidenció la derrota de ese “neoliberalismo progresista”, volviendo a tomar prestadas las palabras de Fraser, fue la derrota de Hillary Clinton. Su presentación como candidata “natural” del feminismo no hizo más que desnudar su fracaso en sumar a la mayoría de las mujeres a una “epopeya” que no sintieron suya. Y lo que es peor, gracias a los compromisos de ese feminismo, que abrazó el individualismo y la meritocracia disfrazándolos de “libre elección”, el rechazo a Clinton y lo que significaba arrojó a una gran porción de mujeres blancas a los brazos del “feminismo emprendedor” (y conservador) de Ivanka Trump, a minimizar el perfil misógino de su padre y apoyarlo en las urnas.

¿Y ahora qué?

Es innegable que para las mujeres, como para muchos sectores, la llegada de Trump al poder solo empeora las perspectivas de la restricción gradual de sus derechos en los últimos años. Pero, lejos del escepticismo que amarga a liberales y apologistas del partido Demócrata, una de las primeras respuestas se plasmó en una masiva marcha de mujeres en las principales ciudades del país, con múltiples límites y desafíos pero que también marca la llegada de la movilización de las mujeres en todo el mundo al centro del capitalismo imperialista.

En países disímiles como Argentina y Polonia, las mujeres salen a las calles espontáneamente y responden a los gestos más brutales del capitalismo, en forma de violencia patriarcal o reacción conservadora contra los derechos reproductivos. También revitaliza la movilización por la igualdad salarial y desnuda las desigualdades que mantiene el capitalismo incluso en sus paraísos igualitarios como Islandia.

En muchos países, la movilización de las mujeres es a la vez vía de expresión de un descontento más amplio, de la resistencia a los ataques generalizados de los empresarios y sus gobiernos a las condiciones de vida de la clase trabajadora y los sectores empobrecidos, donde las mujeres son mayoría. La misma realidad que muestra la derrota a la que llevó el “feminismo neoliberal” es la que hace cada vez más evidentes los lazos que hermanan la lucha contra la opresión patriarcal y la lucha contra el capitalismo. Por eso las causas que aparecen en principio como “femeninas” movilizan y se ganan simpatía de gran parte de la población que sufre las miserias del capitalismo.

El año inaugurado con la promesa del huracán Trump coincide con el centenario de la revolución que hizo de la emancipación de las mujeres una agenda urgente, otorgándoles sin condiciones libertades elementales, muchas impensadas para las masas femeninas de la época, como el derecho al divorcio o al aborto. En tan solo unos meses, la revolución Rusa mostró la potencia transformadora de la revolución en contraste con el lento y condicional avance de las democracias capitalistas que demorarían cien años en alcanzar algunas de esas medidas. Este aniversario es también la oportunidad de recuperar su legado y unirlo a la perspectiva de un movimiento de mujeres que hermane su lucha con trabajadoras y trabajadores. Nuestra lucha por la emancipación late al ritmo impaciente de esa mayoría de mujeres que aspira no solo a liberarse del sometimiento y la opresión por su género sino a liberar a la humanidad de toda explotación y opresión.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com.ve/La-derrota-del-feminismo-liberal-y-la-era-Trump?id_rubrique=5442

Imagen: www.laizquierdadiario.com.ve/local/cache-vignettes/L653xH435/arton65330-d2d18.jpg?1485698038

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Cómo Túnez se convirtió en el país más feminista del mundo árabe

África/Túnez/17 de enero de 2017/Fuente: el nacional

El 99% de sus poco más de 11 millones de habitantes son fieles musulmanes. Pese a ello, en Túnez las mujeres disfrutan de unas libertades difíciles de encontrar en el resto del mundo árabe .

En las calles de su capital se puede ver a las mujeres vistiendo minifaldas, fumando en los cafés o tomándose una copa de vino en alguna discoteca de moda. Son imágenes consideradas como normales en cualquier país occidental. Pero este no lo es.

El 99% de sus poco más de 11 millones de habitantes son fieles musulmanes.

Pese a ello, en Túnez las mujeres disfrutan de unas libertades difíciles de encontrar en el resto del mundo árabe.

La lista es extensa e incluye el derecho a divorciarse, a abortar, a votar y a postularse a cargos públicos, a crear empresas, a exigir salarios iguales a los de los hombres.

Pero, ¿cómo llegó este país enclavado en el norte de África, vecino de Argelia y de Libia, a convertirse en el país árabe con más derechos para las mujeres?

La explicación se remonta a muchos años antes de la llamada Primavera Árabe, concretamente a 1956, cuando el país se independizó del mandato colonial de Francia.

«Ese trapo odioso»

«Antes de la independencia, las mujeres se quedaban en casa, usaban el velo y, básicamente, no tenían derechos. Lo que disparó el cambio fue la alta tasa de acceso a la educación y la urbanización, y una importante clase media en la que los padres enviaban a sus hijas a estudiar», dijo Dora Mahfoud, profesora de Sociología de la Universidad de Túnez, al programa The Compass de la BBC.

Mahfoud explicó que detrás de ese impulso a la escolarización de las mujeres estaba Habib Bourguiba, el primer presidente del país.

Bourguiba promulgó el Código de Estatus Personal, una legislación radical en el mundo árabe, que prohibía la poligamia y les daba a las mujeres casi los mismos derechos que a los hombres, incluyendo el derecho a divorciarse y el derecho a la educación.

«Tan pronto como llegó al poder, empujó a los padres a enviar a sus hijas al colegio. Él pensó que convertirse en un impulsor de los derechos de las mujeres era algo bueno para la imagen de Túnez como un país moderno e independiente. Fue el inicio del feminismo tunecino promovido por el Estado», añadió.

Bourguiba se hizo famoso también porque en medio de ese impulso modernizador llegó a repudiar públicamente el uso del velo islámico, al que llamó «ese trapo odioso» del que pidió a las mujeres liberarse en 1956.

Dina Mansour-Ille, del Instituto para el Desarrollo Exterior, un centro de investigaciones con sede en Reino Unido, destacó que Bourguiba actuó guiado por el contexto histórico y político, pues en 1929 le había pedido a las mujeres tunecinas que siguieran usando el velo islámico.

«El movimiento nacionalista estaba formado por una tendencia liberal y otra islámica. Con la independencia vino un enfrentamiento entre ambas y como el ala liberal se impuso en aquel momento encontramos a Bourguiba intentando deshacerse del ala tradicional o conservadora. Una parte del esfuerzo para ello pasaba por enfocarse en una Túnez moderna y parte de esa visión tenía que ver con las mujeres», dijo Mansour-Ille a la BBC.

Paridad y nuevos retos

Después de la independencia, las mujeres en Túnez siguieron avanzando en la adquisición de derechos, al punto de la legalización del aborto se produjo ocho años antes que en Estados Unidos.

«Durante la Primavera Árabe, Túnez destacó porque las mujeres protestaban al lado de los hombres y, una vez más, los derechos de las mujeres fueron de la mano con la lucha de todo el país por una mayor libertad», afirmó Mahfoud.

Así, tras la salida del poder del mandatario Zine El Abidine Ben Ali forzada por una revuelta popular, el país aprobó una nueva Constitución y unas nuevas normas en las que, por ejemplo, se establece que la mitad de los candidatos postulados por los partidos políticos a cargos parlamentarios deben ser mujeres.

«Muchos países no tiene mujeres en el Parlamento, pero la Ley Electoral en Túnez establece que las mujeres deben ocupar el 50% de las candidaturas de los partidos. Eso es impresionante y es algo que no ocurre, por ejemplo, en Reino Unido», dijo Henrietta Moore, directora del Instituto para la Prosperidad Global del University College de Londres.

Añadió que Túnez es el ejemplo a seguir en términos legislación de género en el mundo árabe, pues fue pionero en acabar con tabúes y en impulsar los derechos de las mujeres.

«Mientras hay países ricos en Medio Oriente y en el Norte de África como Bahréin, Arabia Saudita, Irán o Qatar que pueden tener niveles mayores de desarrollo humano, están muy por debajo de Túnez cuando se les compara en temas de igualdad de género», agregó la experta.

Un problema social

Pese a ser un país pionero en el mundo árabe en impulsar la igualdad de género, a la sociedad tunecina aún le queda un largo camino por andar en este campo.

Un informe reciente del Ministerio de la Mujer y de la Familia indicó que 53% de las mujeres en Túnez sufre un ataque violento a lo largo de su vida.

«Hay mucho acoso hacia las mujeres. Hay una percepción determinada sobre el papel de las mujeres que existe en algunos sectores de la sociedad, en áreas rurales y en zonas pobres tanto en Túnez como en otros países árabes. Esa percepción procede de la cultura árabe-islámica», dijo Mansour-Ille.

«Si miramos al Islam, no es la religión, es la cultura la que establece el marco en el que se señala que deben operar las mujeres. La ley en Túnez vino a decir que las mujeres podían salirse de ese marco y que pueden ir más allá, pero si miras la sociedad, una parte de ella, aún no acepta eso. Creo que ese es el problema que hay allí», agregó.

Sin embargo, las leyes también pueden mejorarse.

El Código de Estatuto Personal no sanciona los llamados crímenes de honor. La Constitución exime a los hombres de castigo si se casan con la mujer a la que han secuestrado. La violación dentro del matrimonio no es un delito ni tampoco lo es el tráfico de mujeres para la explotación sexual.

Henrietta Moore considera que en Túnez, como en el resto del mundo, lo que ha hecho la diferencia en esta materia han sido la educación y las leyes, lo que no evita el conflicto que surge del derecho que algunos hombres creen tener sobre la mujeres, sobre todo sobre las que dependen de ellos como sus esposas o sus hijas.

«No creo que los problemas que hay sean por culpa de Túnez. Hay una tendencia global alrededor del tema del terrorismo y de la seguridad que siempre se mueve en contra de los derechos de las mujeres. Dondequiera que surge una crisis nacionalista o una amenaza fronteriza, a la cultura o a la religión, lo primero que sufre son los derechos de las mujeres», dijo Moore.

La experta recomendó poner atención en la educación.

«Hay que fijarse en cómo educamos a las mujeres, pero también en cómo ellas educan a sus hijos. También hace falta que reconozcamos que lo que es malo para las mujeres también lo es para los hombres», concluyó.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/bbc-mundo/como-tunez-convirtio-pais-mas-feminista-del-mundo-arabe_75901

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México: UNAM impartirá cátedras sobre igualdad de género en Marruecos

América del Norte/ México/ 5 Enero 2017/ Fuente: Azteca Noticias.

UNAM impartirá cátedras sobre derechos humanos e igualdad de género en la Universidad Mohammed V de Rabat, Marruecos.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) impartirá cátedras sobre derechos humanos e igualdad de género en la Universidad Mohammed V de Rabat, Marruecos.

El rector Enrique Graue Wiechers y el presidente de la casa de estudios marroquí, Saaid Amzazi firmaron un convenio para establecer de manera paralela las cátedras Graciela Hierro y Fátima Mernissi.

“La Universidad tiene interés en temas actuales de las sociedades árabes, así como fortalecer la concepción humanista de las mujeres y promover la paridad de género”, afirmó Graue Wiechers en un comunicado.

Graciela Hierro Pérezcastro fundó el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la UNAM y quien introdujo el feminismo como objeto de estudio de la filosofía mexicana.

Propuso una concepción que contribuyera a que las mujeres reflexionaran acerca de la posesión y control de su cuerpo, sus placeres y sus productos.

Con la cátedra extraordinaria Fátima Mernissi se buscará educar y concientizar desde la perspectiva de los derechos humanos y de estudios de índole lingüístico, jurídico, social, antropológico y cultural, la realidad de las sociedades árabes contemporáneas.

En gira de trabajo por ese país, el rector de la máxima casa de estudios dictará ante la comunidad académica de la Universidad Mohammed V la conferencia magistral: Función social de la universidad en los países emergentes y la ventana de oportunidad que ofrece la cooperación académica México-Marruecos.

Acompañado por el titular de la coordinación de las Humanidades, Alberto Vital Díaz, se reunirá con el presidente del Consejo Económico y Social de Marruecos, Nizar Baraka; el presidente del Senado, Hakim Benchamach y el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Driss El Yazami.

También con la directora del Centro de Estudios Femeninos en el Islam, Asma Lamrabet; el presidente de la Academia del Reino de Marruecos, Abdeljelil Lahjomri; y el embajador de México en esa nación, Juan Andrés Ordóñez Gómez.

Disponible: http://www.aztecanoticias.com.mx/notas/tecnologia-y-educacion/269761/unam-impartira-catedras-sobre-igualdad-de-genero-en-marruecos

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