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Frantz Fanon: de la descolonización al pensamiento crítico

Autor: Raúl Zibechi

Uno debe ponerse del lado de los oprimidos en cualquier circunstancia, incluso cuando están equivocados, sin perder de vista, no obstante, que están hechos del mismo barro que sus opresores (Emil Cioran)

Frantz Fanon fue un ser extraordinario. Vivió su breve vida entre cuatro países: en su Martinica natal, en Francia y en Argelia-Túnez, donde se comprometió con la lucha por la independencia integrándose como militante al Frente de Liberación Nacional (fln). La coherencia entre su vida y su obra es un faro que nos debe guiar en estos momentos de incertidumbre, cuando afloran riesgos notables que ponen en peligro la existencia misma de la humanidad de abajo.

Intervino en una de las guerras más crueles de la historia moderna. El fln estimó que fueron asesinados un millón 500 mil de argelinos entre el comienzo de la guerra en 1954 y la proclamación de la independencia en 1962, lo que representa el quince por ciento de una población que no llegaba a los 10 millones. Historiadores franceses reducen esa cifra a un tercio, lo que sigue siendo un porcentaje asombroso. Una cantidad similar de argelinos fueron torturados.

Como médico-jefe del hospital psiquiátrico de Blida (nombrado en 1953), Fanon tuvo una experiencia fenomenal: recibió y atendió tanto a franceses torturadores como a argelinos torturados, lo que le permitió acceder a los recovecos más recónditos de la opresión y la humillación coloniales. Uno de los aspectos menos conocidos de su maravillosa vida fue haber convertido el hospicio-prisión en “una nueva comunidad que introdujo el deporte, la música, el trabajo, y donde se tiraba un periódico escrito por enfermos”.

Su profesión como psiquiatra le permitió comprender actitudes de los seres humanos que nunca fueron explicadas adecuadamente por el pensamiento crítico. En esos años se había consolidado el giro hacia el economicismo y el materialismo vulgar, que todo lo apostaban al desarrollo de las fuerzas productivas, camino en el cual las ideas emancipatorias tendieron a mimetizarse con los postulados capitalistas.

La interiorización de la opresión

La generación militante de las décadas de 1960 y 1970 conocimos a Fanon a través de Los condenados de la tierra , su obra póstuma publicada en 1961. Es el libro/manifiesto de un combatiente que afirma la necesidad de la violencia para enfrentar y superar la colonización, porque sabe que “el colonialismo no cede sino con el cuchillo al cuello”.

Los condenados… es un texto luminoso, plagado de ideas que marchan a contrapelo del sentido común revolucionario de la época, como su defensa del campesinado y del lumpen-proletariado como sujetos políticos, ya que observa que en las colonias los proletarios son el sector más “mimado por el régimen colonial”. Critica también la cultura política de las izquierdas, que se dedican a captar a las personas más “avanzadas” –“las élites más conscientes del proletariado de las ciudades”, constata Fanon- sin comprender que en el mundo del colonizado el lugar central, y liberador, lo juegan la comunidad y la familia, no el partido o el sindicato.

Su apasionada defensa de la violencia del oprimido debe ser tamizada. Siempre es necesario recordar, como enfatiza Immanuel Wallerstein, que “sin violencia no podemos lograr nada”. No es un tema menor, porque el grueso de los partidos y movimientos antisistémicos parecen haberlo olvidado en su apuesta por incrustarse en las instituciones estatales.

Pero también es cierto, como reconoce el sociólogo, que la violencia por sí misma no resuelve nada. Fanon va más lejos cuando afirma que “la violencia desintoxica”, porque “libra al colonizado de su complejo de inferioridad”. En esa línea de argumentación, en Los condenados de la tierra concluye: “La violencia eleva al pueblo a la altura del dirigente.” Sabemos que las cosas son más complejas, como lo enseña medio siglo de lucha armada en América Latina.

Pese a la importancia que tuvo en nuestra generación el último libro de Fanon, considero que el primero, Piel negra, máscaras blancas, de 1952, es el que nos brinda mejores pistas sobre un siglo de fracasos de las revoluciones triunfantes. Aporta una mirada desde la subjetividad del oprimido, algo que los marxistas nunca habíamos conseguido desentrañar de forma tan cristalina. Nos dice que el complejo de inferioridad del colonizado tiene dos raíces: la económica y la interiorización o “epidermización” de la inferioridad. El varón negro desea blanquearse la piel y tener novia rubia. La mujer negra se plancha el pelo y sueña con un varón blanco. Deben abordarse ambos aspectos o la liberación será incompleta.

Fanon pone el dedo en la llaga cuando afirma que “el colonizado es un perseguido que sueña permanentemente en convertirse en perseguidor” (Los condenados de la tierra). En consecuencia, el colonizado no sólo quiere recuperar la hacienda del colono, sino que también desea su lugar, porque ese mundo le suscita envidia. Mira de frente el núcleo duro de los problemas legados por las revoluciones y que no podemos seguir eludiendo, en vista de dramas como los que atraviesa Nicaragua. ¿Por qué los revolucionarios se colocan en el lugar, material y simbólico, de los opresores y los capitalistas, y en ocasiones de los tiranos contra los que lucharon? Nos deja con la pregunta, ofreciendo apenas pistas sobre los caminos posibles para salir de este terrible círculo vicioso que reproduce la opresión y el colonialismo interno en nombre de la revolución. Fanon recorre los vericuetos de la psiquis del oprimido, con el mismo rigor y valor con que cuestiona a los revolucionarios que, cegados por la rabia, cometen abusos en el cuerpo de los colonizadores.

Las similitudes entre oprimidos y opresores sólo pueden desbordarse desde una lógica distinta a la del poder, y sólo pueden desarmarse si somos capaces de reconocerlas. Los dirigentes sandinistas comenzaron ocupando las residencias de Somoza y usando sus coches por razones de “seguridad”, hasta que el clan gobernante terminó actuando como el dictador.

La zona del no-ser

Fanon comprendió en carne propia que existe una zona de nuestras sociedades donde la humanidad es vulnerada sistemáticamente por la violencia del opresor. Se trata de un lugar estructural, que no depende de las cualidades de las personas. Estima que es justamente en esa zona, que denomina “zona del no-ser”, donde puede nacer la revolución por la que está dando su vida, y advierte que el mundo colonial tiene compartimentos cuyas fronteras están señalizadas por cuarteles y estaciones de policía. Esos dos mundos tienen vida propia, reglas particulares y se relacionan jerárquicamente. Sostengo que el período actual de acumulación por despojo/cuarta guerra mundial, implica la actualización de las relaciones coloniales. Es probable que la potente actualidad de Fanon venga de la mano de la creciente polarización entre el uno por ciento más rico y la mitad más pobre y humillada de la humanidad, rasgos propios del período colonial.

En todo su trabajo, el autor se empeñó en mostrar que lo que vale para una zona, no necesariamente puede trasladarse a la otra. Que los modos de hacer política en la metrópoli no pueden ser los mismos que en la colonia. Que las formas de organización legales y abiertas de las zonas donde rigen los derechos humanos de los ciudadanos, no pueden ser copiadas por quienes viven en territorios arrasados como las favelas, los palenques, las comunidades de los pueblos originarios y las barriadas de las periferias urbanas.

Para Fanon, los pueblos oprimidos no deben caminar detrás de los partidos europeos de izquierda, cuestión que en el mismo período denunció su maestro Aimé Césaire en la Carta a Maurice Thorez, donde enuncia el “paternalismo colonialista” del Partido Comunista Francés, que consideraba la lucha de los pueblos contra el racismo como “una parte de un conjunto más importante”, cuyo “todo” es la lucha obrera contra el capitalismo.

*

En América Latina existen varios movimientos que muestran cómo los oprimidos y las oprimidas van resolviendo a su manera los dos asuntos que he abordado. Los textos “Economía Política i y ii ” del subcomandante insurgente Moisés del ezln , las memorias del dirigente nasa-misak del Cauca colombiano, Lorenzo Muelas, así como las reflexiones y análisis de autoridades mapuche, entre muchas otras que no puedo citar, son buenos ejemplos de pensamiento critico en la zona del no-ser.

En el mismo sentido, las voces de las mujeres de abajo pueblan el grueso volumen recopilado por Francesca Gargallo, Feminismos desde Abya Yala. Ideas y proposiciones de las mujeres de 607 pueblos en nuestra América. A esa multiplicidad de voces habría que sumar otras formas no occidentales de expresar cosmovisiones, desde el tejido y la danza hasta el cuidado de los animales, las plantas y la salud.

En segundo lugar, descubren que para despojarse de la imagen del opresor no alcanza con recuperar los medios de producción. Es un paso necesario sobre el que debe crearse algo nuevo, pero sobre todo diferente al mundo viejo, tejido de relaciones sociales no jerárquicas ni opresivas. La historia de las revoluciones nos enseña que este es el aspecto más complejo y la piedra con la que hemos tropezado una y otra vez.

Fanon advirtió los riesgos de que la acción rebelde termine reproduciendo la lógica colonial, en una luminosa y premonitoria referencia a Nietzsche: al final de Piel negra, máscaras blancas advierte que siempre hay resentimiento en la reacción. Sólo la creación de lo nuevo nos permite superar las opresiones, ya que la inercia reactiva tiende a invertirlas.

Medio siglo después podemos celebrar que muchos movimientos están empeñados, aquí y ahora, en vivir con dignidad en la zona del no-ser, esquivando las jerarquías estadocéntricas y patriarcales. Imaginemos que en esas creaciones late el corazón generoso de Fanon, desbordante de compromiso y creatividad.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=245239

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La muerte de una niña en la letrina del colegio empuja a Sudáfrica a renovar sus instalaciones

África/Sudáfrica/16 Agosto 2018/Fuente: ABC

Más de 4.500 escuelas en todo el país tienen letrinas u otras instalaciones sanitarias inapropiadas

Una de cada cinco escuelas sudafricanas tienen sanitarios con letrinas de pozo, o lo que es lo mismo más de 4.500 de los casi 25.000 colegios que hay en Sudáfrica dispone de instalaciones sanitarias deficientes. A pesar de que el acceso a un saneamiento adecuado es un derecho humano básico recogido en la constitución del país, muchos alumnos no tienen más remedio que usar letrinas de pozo que, en su mayoría, están hechos de metal barato y de mala calidad. Este tipo de inodoros están clasificados como saneamiento básico, sin embargo la realidad es que ni son higiénicos ni mucho menos seguros, especialmente para los más pequeños.

En marzo de este año una niña de cinco años se ahogó tras caer a una letrina de este tipo ubicada en el Colegio de Primaria Luna, en Bizana, en la provincia rural de Eastern Cape (lugar de nacimiento de Winnie Madikizela-Mandela y Oliver Tambo). El cuerpo de la pequeña Lumka Mkhethwa fue encontrado por los perros rastreadores en el fondo de un inodoro lleno de heces. Su muerte indignó a la sociedad como ya lo hiciera la del joven Michael Komape en 2014. El pequeño, también de 5 años, se cayó y murió en una letrina en la escuela de primaria Mahlodumela en Limpopo. La familia de Komape está inmersa en una batalla legal contra el departamento de educación de dicha provincia por negligencia y pide 3 millones de rands (unos 180.00 euros) por daños y perjuicios. A estas dos trágicas muertes hay que sumar la de otro pequeño de 3 años, que se ahogó después de precipitarse por la letrina de casa de su tía el pasado mes de julio en Limpopo.

Esfuerzo colectivo

Tras la muerte de Lumka, el presidente Cyril Ramaphosa pidió que se eliminaran todas las letrinas de pozo de las escuelas sudafricanas para finales de 2018 y encargó a la Ministra de Educación Básica, Angie Motshekga, que realizara una auditoría en los centros educativos con estructuras inseguras.

Por su parte, la organización Educación equitativa acudió a los tribunales para presionar a la ministra para que reemplazase todas las escuelas inseguras del país, algo se aprobó en 2013 y que tenía como fecha límite noviembre de 2016. El departamento de educación no cumplió con este cometido y, a día de hoy, en Eastern Cape hay 61 escuelas sin ningún tipo de inodoros y 1.585 centros solo disponen de letrinas de pozo; además 171 colegios no tienen agua corriente y 569 escuelas no disponen de electricidad. KwaZulu-Natal y Limpopo son las otras provincias que presentan más deficiencias sanitarias en los centros educativos.

Dos meses después de la fecha límite inicial del Departamento de Educación Básica (DEB) para elaborar un plan de emergencia en relación a la inseguridad en las escuelas, el presidente Ramaphosa anunció el martes el lanzamiento de la iniciativa de Saneamiento Adecuado para la Educación (Safe). El gobierno ha recaudado más de 100 millones de rands (unos 6 millones de euros) para reemplazar todas las letrinas de los centros educativos, una cifra muy por debajo de los 7.800 millones de rands (unos 480 millones de euros) que el departamento de educación estima que costará dicho proyecto. Por ello, el jefe del ejecutivo pidió una «acción colectiva», que espera contar con el apoyo del sector privado, para garantizar que esta iniciativa se haga realidad : «Estamos aquí para pedirle que forme parte de una iniciativa social para garantizar que todas las escuelas del país cuenten con instalaciones sanitarias seguras y adecuadas», dijo el presidente. La nueva fecha límite propuesta por Cyril Rampaphosa para lograr este objetivo es el año 2020.

Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Presidencia, la Fundación Nelson Mandela y Unicef entre otras, está destinada a salvar vidas y a restaurar la dignidad de decenas de miles de niños sudafricanos.

Legado del Apartheid

A la hora de señalar culpables de esta situación, algunos analistas apuntan a que es parte del legado del apartheid debido a que el gobierno de la minoría blanca no asignó los recursos necesarios para desarrollar escuelas para los más pobres, que eran mayoritariamente negros. Por su parte, los gobiernos demócratas que le siguieron también han fallado en su deber de mantener en buen estado la infraestructura existente y de hacer que se cumplan las normas básicas de saneamiento.

Veinticuatro años después de que se celebraran las primeras elecciones democráticas, se han logrado algunos hitos muy importantes, pero a menudo estos se han visto afectados por la continua marginación de grandes segmentos de la sociedad sudafricana, que viven sin las necesidades básicas necesarias. Se estima que el 27% de los sudafricanos no tienen acceso ni siquiera al saneamiento básico, según denuncia la organización benéfica Water Aid.

Fuente: https://www.abc.es/sociedad/abci-muerte-nina-letrina-colegio-empuja-sudafrica-renovar-instalaciones-201808150232_noticia.html

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El homicidio de la literatura en educación especial

Por: Laura del Carmen Muñoz Guzmán

El tres de agosto del 2018 en la edición matutina en el segundo punto, se emite en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo número 14/07/18 por el que se establecen los planes y programas de estudio de las licenciaturas para la formación de maestros de educación básica.

En el Artículo 1. establecen los planes y programas y mencionan en el anexo 15. Plan de Estudios de la Licenciatura de Inclusión Educativa, es decir, antes Educación Especial.

En el segundo transitorio amablemente señalan que queda sin efectos el Acuerdo 349 por el que se establece el Plan de Estudios para la Formación Inicial de Profesores de Educación Especial publicado el 3 de diciembre del 2004, la pretensión es que NADIE puede cursar a partir de este ciclo escolar este plan, clara directa a la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen que mediante mayoría evidente decidimos el aplazamiento de la Reforma Curricular de Normales 2018, sin considerar que pese a la publicación en el DOF para la Reforma de las Licenciaturas de Preescolar y Primaria en el 2012, publica el INEE “Educación Normal en México elementos para su análisis” y aseveran que hubo normales operando en la Lic. de Educación Primaria el plan anterior, es decir, el de 1997.

Para muchas personas este cambio en Educación Especial puede no significar mucho, incluso no significar nada, sin embargo, para quienes somos egresados de esta Licenciatura y que hemos laborado en la modalidad de Educación Especial en cualquiera o en sus tres servicios (Orientación, Escolarizado y Apoyo), significa todo, porque no sólo es el cambio de nombre, es la eliminación de nuestra especialidad, de lo que nos caracteriza, de nuestra formación y en la práctica, quienes hemos estado en ella de lo que ejercemos y que gracias a ella tenemos herramientas para atender a niñas, niños, jóvenes, incluso adultos con algún signo de discapacidad que un docente de inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior, incluso, superior no tiene. Implica en lo subsecuente la eliminación de Educación Especial en educación básica y obligatoria.

En el anexo 15, aseguran que el Plan 2004 de la Licenciatura en Educación Especial prevalecía la formación por atención específica de deficiencia orgánica, con base en el modelo médico, sin embargo, quienes operamos este plan desde su inicio hasta este momento (y esperan su término sea en el 2021 tal como planea la SEP, vía DGESPE), sabemos que no se sustenta en este modelo, lo retoma, tal como lo hace su propuesta de Lic. en Inclusión Educativa.

Es necesario remontarme a la historia para evidenciar el poco sustento de esta Licenciatura en Inclusión Educativa;  en el 2001 en Veracruz fui consultora del equipo base del entonces Proyecto de investigación e innovación integración educativa, ofrecíamos cursos para docentes de Educación Especial y primaria donde se ubicaban las USAER y esto da sustento al posterior Programa Nacional de fortalecimiento de la Educación Especial y de la integración educativa en el 2002, no en el 2000 como lo afirman en este anexo.

En el Programa Nacional de Educación 2001-2006 la tarea era alcanzar la justicia educativa y la equidad, por ello, este fue el primer objetivo estratégico de la educación básica nacional, donde pretendían: Garantizar el derecho a la educación expresado como la igualdad de oportunidades para el acceso, la permanencia y el logro educativo de todos los niños y jóvenes del país en la educación básica; se reconoce la necesidad de poner en marcha acciones decididas por parte de las autoridades educativas para atender a la población con discapacidad. Las acciones que se promovieron para ello tienen como antecedente los cambios en la orientación de los servicios de Educación Especial, entre los cuales destaca el tránsito de la atención casi exclusivamente clínica y terapéutica, hacia una atención educativa cada vez más incluyente, por ello, Educación Especial se conformó principalmente, como un servicio de apoyo a las escuelas de educación básica, ante esto ¿dónde está lo médico en planteamiento?

Otro elemento fundamental en el que sustentan esta licenciatura es la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que fue aprobada el 13 de diciembre de 2006 en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. En México, la Convención entra en vigor el 3 de mayo de 2008, convirtiéndose en el primer tratado sobre derechos humanos del siglo XXI en entrar en vigencia en todo el mundo, esto incluye México.

El 3 de septiembre de 2009 el gobierno de México designa al Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (CONADIS) como mecanismo gubernamental de coordinación para la adopción de medidas relacionadas con la aplicación de la Convención. Así que por eso las modificaciones posteriores a leyes nacionales se dan desde el 2011, pero eso no lo mencionan, lo dicen como si operara desde el 2006, así que no pueden ni deben asegurar que el Plan 2004 se sustentó meramente en el modelo médico y que por eso se organizó por áreas específicas de atención (esto es desde el 1985) atendiendo a la justicia y la equidad educativa de una diversidad de población, entre esta a quienes presentaban algún signo de discapacidad.

Ahondaré sobre esta Convención, porque si tanto peso le dan ¿por qué eliminan en su malla curricular el conocimiento que implica detectar, evaluar, atender y dar seguimiento a las personas con algún signo de discapacidad en los diferentes contextos donde se desenvuelven como especialidad de formación? ¿quién lo hará? ¿el docente de educación básica y obligatoria?

Bien, la Convención define a las personas con discapacidad como “aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás” y en ella se reafirma que todas las personas con todos los tipos de discapacidad deben poder gozar de todos los derechos humanos y libertades fundamentales. Sus principios generales son:

  • Respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar sus propias decisiones y la independencia de las personas.
  • La no discriminación.
  • La participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad.
  • El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad y condición humanas.
  • La igualdad de oportunidades.
  • La accesibilidad.
  • La igualdad entre el hombre y la mujer.
  • El respeto a la evolución de las facultades de niños, niñas y adolescentes con discapacidad y su derecho a preservar su identidad.

El 3 de mayo de 2018 conmemoramos 10 años de la entrada en vigor de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y hubo en el H. Congreso de la Unión una reunión precisamente con especialistas del CONAPRED, CONADIS y otros más así como con personas con discapacidad, ya sea de AC, particulares, incluso de escuelas regulares y de CAED (Centro de Atención a Personas con Discapacidad), donde hicieron este balance y como conclusión mencionan avances, sin embargo, nos falta mucho para garantizar el derecho pleno, de inicio del Artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de ahí de los establecidos en las diferentes leyes y documentos internacionales ¿y a causa de qué? De la falta de conocimiento sobre las acciones necesarias para la detección, evaluación, atención y seguimiento de las necesidades de las personas con discapacidad.

Después, arguyen a la Ley General de Educación, Artículo 41, y de este con fines de contextualización cito algunos apartados básicos “La Educación Especial tiene como propósito identificar, prevenir y eliminar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación plena y efectiva en la sociedad de las personas con discapacidad, con dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación, así como de aquellas con aptitudes sobresalientes… se favorecerá su atención en los planteles de educación básica, sin que esto cancele su posibilidad de acceder a las diversas modalidades de Educación Especial atendiendo a sus necesidades. Se realizarán ajustes razonables y se aplicarán métodos, técnicas, materiales específicos y las medidas de apoyo necesarias para garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje de los alumnos y el máximo desarrollo de su potencial para la autónoma integración a la vida social y productiva. … Las instituciones educativas del Estado promoverán y facilitarán la continuidad de sus estudios en los niveles de educación media superior y superior. La Educación Especial deberá incorporar los enfoques de inclusión e igualdad sustantiva. Esta educación abarcará la capacitación y orientación a los padres o tutores; así como también a los maestros y personal de escuelas de educación básica y media superior regulares que atiendan a alumnos con discapacidad, con dificultades severas de aprendizaje, de comportamiento o de comunicación, o bien con aptitudes sobresalientes. … atenderán las disposiciones en materia de accesibilidad señaladas en la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, en la Ley General de la Infraestructura Física Educativa, y en las demás normas aplicables”.

Con lo anterior, se entiende con claridad que México está comprometido a implementar acciones de sensibilización pública y trabajar en favor de la inclusión y desarrollo integral de las Personas con Discapacidad en nuestro país, sin embargo ¿la solución es convertir la Licenciatura en Educación Especial en Inclusión Educativa?

Analizando esta licenciatura que proponen como la panacea de la Educación Inclusiva ¿qué aborda que ya no será necesario formar especialistas en lo que se especifica en los documentos mencionados en líneas anteriores?

Esta licenciatura de manera literal asegura que “hay que considerar una población que, sin discapacidad, tiene trastornos de aprendizaje, es decir, tiene alguna patología o enfermedad de orden neuropsicológico por diversas etiologías, esto tras investigaciones psicogenéticas”, pretenden que TODO el alumnado esté en las aulas de las escuelas de educación básica y obligatoria para que diseñen “tareas dentro del aula y logren superar las barreras que sus diversos síndromes conllevan”, además que “tengan el conocimiento de las diversas discapacidades , nociones para identificar los diversos trastornos  corticales y experto en la co-enseñanza para trabajar” con el profesorado de básica, hablan de que debe ser capaz de realizar “diagnósticos” y esto se atenderá en tres cursos de la malla: desarrollo neuropsicológico, trastornos neuropsicológicos del aprendizaje, así como diagnóstico y adecuación curricular (las adecuaciones curriculares surgen con la Integración Educativa por cierto), y si esto no es desde el modelo médico ¿qué es?, por favor, Educación Especial se apoya de este modelo como un elemento más para comprender la condición del niño, niña o joven con alguna necesidad en particular, sea o no discapacidad, pero desde hace muchos años no se fundamenta ni actúa bajo este, en nuestra práctica profesional como especialistas en Educación Especial retomamos diferentes modelos de atención, sí como el médico, pero también el social, universal, biopsicosocial, de derechos humanos, por mencionar algunos, así que como el Plan 2004 también lo retoma sin fundamentarse en este.

Ahora, dentro del perfil de egreso en esta licenciatura sólo enuncian competencias genéricas que no menciona ni una sola vez “discapacidad” y en las profesionales de ocho enunciados y que de este se desprenden mínimo dos aspectos a desarrollar solo en una, en la primera mencionan al alumnado con discapacidad, dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación ¿y las específicas? Es decir ¿lo nuestro como especialistas? ¿lo que nos caracteriza y define? Y viene lo mejor de los 52 cursos que constituye la malla curricular solo siete cursos responden de manera clara y directa a esta población y las asignaturas son: Lengua de señas mexicana nociones básicas, modelos de atención que sustentan la Educación Especial, comprensión del sujeto en situación de discapacidad, lengua de señas mexicana avanzado, braille nociones básica, braille avanzado y estrategias de intervención en el aula de alumnos con TEA y ya, eso es todo en la formación de cuatro años y con ello deben de responder a los servicios de Educación Especial que actualmente quedan y desde luego, a la diversidad de la escuela de educación básica y obligatoria. No puede faltar el inglés, de hecho son tres cursos que hacen un total de 324 horas en comparación de lengua de señas mexicana que en toda la formación 216 horas, lo mismo con Braille.

De los 52 cursos, 13 los mencioné, cuatro son optativos, es decir, aún no se sabe lo que se abordará porque esa es la gran flexibilidad curricular que la DGESPE amablemente nos permite, así que 35 abordan cursos sobre educación inclusiva que lo traducen en bases teórico metodológicas para la enseñanza, formación para la enseñanza y el aprendizaje que retoma por niveles educativos el modelo de educación obligatoria y práctica profesional se supone en servicios de Educación Especial (mientras existan).

La embajadora académica mencionó en reuniones de la Licenciatura en Educación Especial y se ratifica en este anexo 15 que, dentro de los cursos, por ejemplo: pensamiento matemático en preescolar, aborda el desarrollo del alumnado en este nivel, como favorecerlo, sus posibles “alteraciones” y como se atiende en la discapacidad, mi duda ¿en cual discapacidad? ¿en todas? Y además ¿TODAS las alteraciones que pueden darse en estudiantado sin discapacidad? Y todavía ¿identificar barreras que limitan el aprendizaje y participación en cualquier contexto? Espero que quienes diseñen e impartan estos cursos sean especialistas de Educación Especial y además hayan estado en servicio, en la realidad.

Así mismo, en el perfil de egreso mencionan que quienes egresen de esta licenciatura se desempeñarán en los servicios de Educación Especial, sin embargo, nos informaron en estas reuniones que al egresar podrán concursar para una plaza en educación preescolar o primaria, pero realmente ¿tendrán los elementos para atender a alumnado con discapacidad, con dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación, así como de aquellas con aptitudes sobresalientes o bien ser un docente de grupo de preescolar y primaria?

Sabemos y proponen en esta licenciatura que la educación inclusiva es, agrego, corresponsabilidad de todas las personas involucradas, se debe responder a las necesidades de personas con un signo de discapacidad, con dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación, así como de aquellas con aptitudes sobresalientes, aplica la perspectiva de género, la interculturalidad con las personas indígenas , migrantes nacionales e internacionales, diversidad sexual desde inicial hasta el nivel superior, abarca temas de sostenibilidad, cuidado ecológico del medio ambiente y de agua, ética del cuidado para la formación ciudadana mundial , y dese luego dominar os aprendizajes clave del nivel educativo, conocer el desarrollo y procesos evolutivos, saber diseñar estrategias grupales en el aula secuencias didácticas, trabajar con las familias, el profesorado y de ser posible favorezca a transdisciplinariedad y en serio ¿esta licenciatura con 4608 horas distribuidas en cuatro años lo logrará?

Los otros planes de estudio de educación normal para básica abordan curso o cursos de educación inclusiva y sí educación inclusiva y no inclusión educativa ¿y no que esta última favorece a la primera? Realmente se está formando para atender a la diversidad, a TODA la diversidad.

Como Educación Especial jamás nos hemos negado a transitar a la educación inclusiva, es más lo hemos hecho antes del diseño del modelo educativo, evaluamos las dimensiones que considera el índice de inclusión que retoma políticas, prácticas y cultura, a medida de las posibilidades (porque cuatro años de formación en un área como intelectual, auditiva y de lenguaje, visual y motriz no son suficientes), se incorpora el uso de la lengua de señas, braille, orientación y movilidad, actividades de vida diaria, diferentes métodos para la adquisición de la lectoescritura, para la comunicación, para la conducta, entre muchas otras acciones más, sólo debemos especificar, sí a la educación inclusiva, sí continuamos este caminar pero como especialistas, no como pseudo algo, porque no se tiene claro qué.

En las escuelas de educación básica ¿quién va a orientar liderar, sobre y operativizar la atención del alumnado con discapacidad, con dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación, así como de aquellas con aptitudes sobresalientes? La realidad es que, de no atenderse las necesidades de esta población, de esta parte de la diversidad caeremos en la discriminación a causa de desconocimientos, prejuicios por el simple hecho de ser diferentes porque el especialista de Educación Especial inicia con esta gran barrera ¿quién lo hará ahora si desconocerá tanto de la atención a esta población?

Si la realidad fuera la atención a la diversidad, las acciones deben dirigirse a la práctica docente cotidiana, a las instituciones, al gobierno para que aplique las leyes y de no cumplirse se apliquen sanciones sea quien sea, por ejemplo, por ley está estipulado que debemos ofrecer educación a una persona sorda en su lengua, que es la de señas, de no hacerlo que se sancione, que se aplique la ley.

Pero, la verdad ¿Cuál es el trasfondo de estos cambios? ¿Es político, social, económico, todos los anteriores? ¿a qué política internacional responde? ¿a qué o con quién nos alineamos?

Desde hace mucho el gobierno federal y estatal dice que Educación Especial sale cara, pero eso nada tiene que ver con la presión que se ha ejercido dentro de Educación Especial respecto a que se debe de cubrir cierta cantidad de niños y niñas con discapacidad para que continúe el servicio (orientación, escolarizado o de apoyo), y además si no cumple con la matrícula mínima debe de buscar otras u otras escuelas dejando la que no cumple el requisito de cantidad para atender ¿entonces si llegas a 12, pero si a 10 no vale la pena? ¿no es ese el trabajo? ¿atender a las familias y al profesorado y en muchos casos a la propia comunidad no cuenta? Es decir, ¿todo se centra en la población con discapacidad y ahora que se amplió a dificultades severas de aprendizaje, de conducta o de comunicación y aptitudes sobresalientes no se llega a la cuota para justificar la existencia del servicio? Por favor, desde hace mucho se amenaza que de no cubrir la población en servicios de orientación y escolarizado los cierran y reorientan a USAER, que implica que cada vez más docentes los que hay y haya hasta el 2021 que egresa la última generación de especialistas en Educación Especial, se asignen a una escuela, sea ahí su adscripción, como sucede con las y los educadores físicos, hasta llegar el punto de diluirnos, incluso de no ser necesaria nuestra intervención, aunque lo sea.

¿Qué se espera de Educación Especial? Que si se requieren especialistas lo hagan en lo privado, favoreciendo esta iniciativa y del alumnado que necesita esta atención específica ¿lo hará en escuelas particulares? Que por cierto ya abundan. ¿y las familias que tienen la posibilidad de llevar al niño, niña o joven con discapacidad a una escuela especializada particular volverá a su casa? ¿regresar a la exclusión? ¿regresar a encontrar nuevamente niñas y niños con discapacidad y/o TEA amarrados a su cama? O como en España, con eso de que nos encanta seguir sus pasos, ¿serán centros concertados?  Es decir, a un particular el gobierno le paga para dar la atención especializada sin costo a la población, pero sí un coste a los impuestos del pueblo.

La diversidad del alumnado en las escuelas será corresponsabilidad de esta, así que si hay población sorda y no saben lengua de señas mexicana, con la autonomía de gestión deberán cubrir esta necesidad, otro ejemplo, el diseño universal y el diseño universal para el aprendizaje será atendido por las escuelas, siempre y cuando lo vean como una necesidad y se retome en su ruta de mejora, de otra manera se genera la exclusión.

Con todo lo anterior, es un craso error del gobierno federal el homicidio de la Licenciatura en Educación Especial de la educación normal, ojalá que el gobierno entrante sea inteligente, procure los intereses y necesidades de la gente y de esta población en particular y su primer paso sea derogar este acuerdo número 14/07/18 por el que se establecen los planes y programas de estudio de las licenciaturas para la formación de maestros de educación básica.

Referentes:

http://diariooficial.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5533910&fecha=03/08/2018

http://publicaciones.inee.edu.mx/buscadorPub/P3/B/108/P3B108.pdf

https://www.educacionespecial.sep.gob.mx/pdf/publicaciones/ProgNal.pdf

https://www.gob.mx/sedesol/es/articulos/sabes-que-es-la-convencion-sobre-los-derechos-de-las-personas-con-discapacidad?idiom=es

https://www.sep.gob.mx/work/models/sep1/Resource/558c2c24-0b12-4676-ad90-8ab78086b184/ley_general_educacion.pdf

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/el-homicidio-de-la-licenciatura-en-educacion-especial/

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El 61 % de los niños y adolescentes de Brasil vive en la pobreza, dice Unicef

América del sur/Brasil/16 Agosto 2018/Fuente: La vanguardia

El 61 % de los niños y adolescentes en Brasil vive en la pobreza, según un informe publicado hoy por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) que tiene en cuenta factores que van más allá de la renta.

En el estudio «Pobreza en la infancia y en la adolescencia», Unicef resalta que, al hablar de pobreza, es necesario observar el conjunto de privaciones de derechos a los que son sometidos los menores en Brasil.

En el documento se analiza la renta de los niños y adolescentes y su acceso a seis derechos: educación, información, protección contra el trabajo infantil, vivienda, agua y saneamiento básico.

Los resultados revelan que en Brasil 32 millones de niños y adolescentes (61 %) viven en la pobreza, teniendo en cuenta sus múltiples dimensiones.

Dieciocho millones de niños y adolescentes están en situación de pobreza monetaria, mientras que otros catorce millones, a pesar de alcanzar los niveles mínimos de renta, están privados de uno o más derechos, según Unicef.

La falta de saneamiento básico es uno de los principales problemas y afecta a 13,3 millones de niños y adolescentes, seguido de educación (8,8 millones), agua (7,6 millones), información (6,8 millones), vivienda (5,9 millones) y trabajo infantil (2,5 millones).

De acuerdo con Unicef, los negros sufren más que los blancos, lo que considera «reflejo de la discriminación racial y la exclusión que muchos niños y muchos adolescentes sufren en Brasil», en especial en las zonas rurales.

Por regiones, los habitantes del norte y noreste del país, las más pobres de Brasil, afrontan más dificultades que los del sur y el sureste.

Para Unicef, «comprender cada una de esas dimensiones es esencial para diseñar políticas públicas capaces de revertir la pobreza en la infancia y en la adolescencia».

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20180814/451325652832/el-61–de-los-ninos-y-adolescentes-de-brasil-vive-en-la-pobreza-dice-unicef.html

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“Educación para la Vida Ciudadana” Guía metodológica

Ficha bibliográfica:

Guía metodológica / Instituto Interamericano de Derechos Humanos – San José, C.R. : Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 66 p. ; 27.94 x 21.59 cm. ISBN 9968-917-21-4

Introducción:

El Instituto Interamericano de Derechos Humanos, en consecuencia con su mandato fundamental, ha desarrollado a través de los años una amplia estrategia educativa que alcanza a los más diversos destinatarios de la sociedad civil y del Estado en el continente americano. De esta manera, el IIDH pone en práctica acciones escalonadas y diferenciadas según el área de trabajo, especialidad, necesidades prácticas de los agentes y sus organizaciones y las prioridades temáticas que en un momento dado hayan sido identificadas en la región o país. Esta estrategia contempla, en general, cuatro tipos de acciones articuladas, a saber, investigación, asistencia técnica, capacitación y producción de materiales. Hablando específicamente del trabajo con educadores y educadoras del sistema educativo formal y no formal de todos los niveles, el IIDH se ha constituido en un dinámico impulsor de la educación en derechos humanos a nivel regional, a través del desarrollo de investigaciones en esta materia, asistencias técnicas a Ministerios de Educación, ONG y organismos internacionales y capacitación a miles de educadores en más de 23 países.

Asimismo, es un prolífico productor de materiales educativos alcanzando más de 100 títulos en esta materia que han sido ampliamente distribuidos en todo el continente. Luego de trabajar durante toda la década de los 90, con gran éxito, por la legitimación e incorporación efectiva de la temática de derechos humanos en el ámbito educativo, el IIDH percibió la necesidad de acompañar este proceso con una propuesta dirigida a abordar la perspectiva de la educación para la vida en democracia, complementaria de la primera y necesaria para lograr un avance sustancial en el fortalecimiento del sistema democrático. En algunos casos, pareciera existir una percepción errónea de que la democracia se limita al campo electoral-institucional y que su existencia reside únicamente en la promulgación de un sistema jurídico que así lo establezca. Desde luego estos son presupuestos necesarios pero no suficientes para el establecimiento de un sistema democrático. La visión del IIDH en este campo coincide con aquellos que ven a la democracia como un modo de vida, como un aspecto cultural que sustenta y mantiene sus expresiones jurídico-políticas.

La combinación de elecciones libres, Estado de Derecho y respeto a los derechos humanos, en una auténtica democracia, se traslada necesariamente a la vida cotidiana. Las relaciones sociales, empezando por la familia y la escuela, deben constituirse sobre principios de convivencia inspirados en los derechos humanos y la democracia: la igualdad, la tolerancia, el respeto a las diferencias, la solidaridad, la participación y la libertad. Si bien los procesos de transición a la democracia que vivieron la mayoría de los países de la región supusieron acciones jurídicas y políticas para refundar el régimen, su mantenimiento y perspectivas futuras requieren que las relaciones sociales del día a día se inspiren en esos principios y que, a su vez, se transformen en el motor que impulsa desde abajo el fortalecimiento del sistema y en fiscalizador de las acciones de quienes gobiernan. Por supuesto, esto implica un compromiso de los individuos y grupos para conseguir ese objetivo, para transformar en democrático todo rasgo autoritario que persista en nuestro imaginario cultural y para introducir nuevas maneras de resolver conflictos y asignar roles en nuestra sociedad. Desde luego, esto no se puede encargar ni se produce por generación espontánea. Es mucho más que buenos deseos. Implica participar, interesarse e involucrarse en los asuntos públicos, comunitarios o nacionales. Se trata de convertirnos en agentes multiplicadores de la democracia. Pero, ¿cómo se logra una tarea semejante? Hay diferentes maneras (todas importantes) para propiciar la vivencia de la democracia en la cotidianidad, pero, sin, lugar a dudas, la educación es un herramienta fundamental en este esfuerzo. Y es que vivir en democracia, como es vivir conforme a los derechos humanos, implica conocimiento, actitudes y habilidades que se aprenden del mismo modo que se deconstruye el modo de vida basado en el autoritarismo.

Antes esta perspectiva, el IIDH, a través de su Unidad Pedagógica y con el decidido apoyo de la Agencia Noruega para el Desarrollo Internacional –NORAD-, inició un proyecto a largo plazo para el diseño de una propuesta de educación para la vida en democracia que sirviera a los educadores y educadoras de la región para incorporar esta temática en los planes de estudio y en la cultura de los centros educativos. Este esfuerzo inició, en 1998, con una investigación de campo aplicada a un universo constituido por todos los agentes del último grado de enseñanza media del sistema educativo –directores, docentes, estudiantes y padres de familia- en Costa Rica y Panamá. Posteriormente, los resultados cuantitativos fueron confrontados con grupos focales formados por una muestra de los mismos agentes. El informe de resultados fue validado, posteriormente a nivel centroamericano en un encuentro regional de educadores organizado para tal efecto. A partir de este proceso, se inició una profusa producción de informes, materiales de consulta, bibliografía especializada y materiales didácticos elaborados por la Unidad Educación para la Vida Ciudadana Pedagógica y consultores expertos, todo en permanente consulta y validación con educadores y educadoras de distintos países quienes participaron en distintos Seminarios Talleres de Educación para la Vida en Democracia.

Los tres módulos que nos complacemos en presentar son un resultado más de este proceso y presentan una propuesta metodológica para poner en práctica en el aula. Esta fue elaborada con el concurso de un equipo de trabajo de nuestros amigos de EDUCA, dirigidos por la educadora peruana Elizabeth Evans, sobre la base de sugerencias y aportes concretos de los y las docentes y del Documento de Trabajo sobre Educación para la Vida en Democracia elaborado por la educadora colombiana Magdala Velásquez, colaboradora del IIDH. Esta primera edición de los módulos, publicada gracias al apoyo del Gobierno de España, aspira a ser una base útil de intercambio con los y las docentes, a quienes desde ahora les solicitamos retroalimentar nuestro trabajo con su experiencia y conocimiento. De esta manera se enriquecerán sus contenidos teórico-metodológicos con miras a una segunda edición que ofrezca las soluciones pedagógicas más oportunas a los y las educadoras latinoamericanas según sus necesidades y prioridades de trabajo. Con este fin, encontrarán en la última página de cada módulo una pequeña evaluación. Además, las direcciones de la Unidad Pedagógica del IIDH para quienes deseen establecer contacto directo con nuestro equipo de trabajo. Esperamos que este esfuerzo redunde en un apoyo efectivo a la labor de los Ministerios de Educación, ONG, organismos internacionales y, especialmente, los y las docentes en su compromiso por difundir los valores democráticos y los derechos humanos con miras a contribuir en la construcción de sociedades más libres, justas y solidarias.

Descargar: coleccion-educacion-para-la-vida-ciudadana-2003

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India: La comunidad transexual de Kerala aplaude el esfuerzo del estado indio para cubrir operaciones de cambio de sexo

Asia/India/13.08.18/Fuente: www.europapress.es.

Activistas LGBT han instado esta semana al resto de gobiernos estatales de India a que «tomen nota de la lección» impartida por los estado de Tamil Nadu y de Kerala, pioneros en el país tras comprometerse a costear con sus arcas las operaciones de cambio de sexo, estimadas en unos 2.500 euros.

«Y si hace falta más dinero, está disponible», ha declarado el director de Justicia Social del estado de Kerala, Jaffar Malik, director del departamento de justicia social del estado, a la Fundación Thomson Reuters el lunes.

Kerala ha asignado tres hospitales para desarollar la cirugía y ha asegurado que también pagaría procedimientos fuera del estado y reembolsar a quienes ya se hubieran sometido a la intervención.

Maya Urmi Aher, activista por los derechos humanos y una de las beneficiadas por esta decisión, ha descrito la iniciativa como un «paso bienvenido». «Otros estados deben aprender una lección de Kerala. Al ser una comunidad tan estigmatizada y discriminada, la mayoría no tiene educación trabajo, lo que significa que no tienen mucho dinero», explica.

CASI 20.000 PERSONAS AGUARDAN

Según una encuesta del gobierno de 2015 descubrió que había alrededor de 25.000 personas transgénero en Kerala, más del 80 por ciento de las cuales deseaban someterse a la cirugía, pero necesitaban ayuda financiera.

Faisul Fasu, también activista transgénero en Kerala, ratifica que el dinero es, a menudo, el mayor obstáculo para la cirugía, y agrega que «esto animará a aquellos que planean ir a una cirugía de reasignación de sexo».

Se estima que India tiene alrededor de 2 millones de personas transgénero, que a menudo están confinadas a los márgenes de la sociedad.

Aunque en 2014 el Supremo dictaminó que tenían los mismos derechos que la ley y les otorgó un estatus legal al «tercer género», otorgándoles el derecho a casarse y heredar la propiedad, la realidad es que el abuso y la explotación siguen siendo abundantes.

La mayoría no tiene educación formal y se les niegan empleos, a trabajar en la industria del sexo, a mendigar o a bailar en las bodas para llegar a fin de mes.

La comunidad transexual de Kerala aplaude el esfuerzo del estado indio para cubrir operaciones de cambio de sexo

Kerala, uno de los estados más preocupados con las tribulaciones de la comunidad transexual, ha implementado medidas para mejorar el acceso a la educación y al empleo. El mes pasado, anunció que reservaría lugares en la educación superior para estudiantes transgénero.

La India en su conjunto gasta poco más del 1 por ciento de su PIB en salud pública, uno de los porcentajes más bajos del mundo, y su sistema de salud pública está sobrecargado y carente de fondos.

Fuente de la noticia: http://www.europapress.es/internacional/noticia-comunidad-transexual-kerala-aplaude-esfuerzo-estado-indio-cubrir-operaciones-cambio-sexo-20180811143817.html

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Sueños y desafíos de la infancia trans

Autora: Violeta Gorodischer

«Yo soy, yo soy, yo soy», repetían las voces infantiles en el salón angosto con pisos de madera. Dos ventanas dejaban entrar la luz tibia del sol. La ronda giraba y el mantra iba subiendo el tono mientras los pies golpeaban el piso. «Más fuerte», arengaba Victoria Lagos, profesora de expresión corporal de la asociación Infancias Libres. Y las vocecitas agudas seguían, «yo soy, yo soy, yo soy», se potenciaban, subían cada vez más para que ese «yo soy» latiera, como rezaba la consigna, «al ritmo del corazón». El final del ejercicio fue un grito colectivo con muchos nombres superpuestos. Identidades secretas que salían, por fin, a la luz. Ese día, Guadalupe gritó bien fuerte Guadalupe y se empezó a reír. Seis años, el pelo rubio por los hombros, el short celeste y la remera de volados. Volvió a su casa feliz. Cuando su papá le regaló un diario íntimo de Soy Luna, se dibujó sin ropa, con el pelo muy largo y los genitales de varón. «Soy Lupe y soy trans», escribió.

Hubo una época en que Guadalupe tuvo otro nombre; uno que ahora ni ella, ni sus padres, Silvia y Sebastián, quieren recordar. De los berrinches, en cambio, sí se acuerdan. Y de la dermatitis que ardía y picaba y no se iba pese a las cremas y la ropa de algodón. Sebastián y Silvia cuentan que su hijo estaba siempre callado, tenía broncoespasmos, dormía mal, comía lo mínimo. Un día le regalaron un disfraz de Superman, pero solo usó la capa de pollera. Con cada torta de cumpleaños, un llanto distinto: no quería Cars, ni jugadores de fútbol, ni siquiera a los Minions. «Apenas sabía hablar cuando me contó que había soñado que era una nena», dice Sebastián, médico traumatólogo. «Me contó que en el sueño había usado un vestido y, cuando me lo contaba, tenía una sonrisa tan grande que yo no sabía qué hacer». Junto con su mujer, también médica, consultaron a las maestras del jardín de infantes a ver si habían conocido algún caso parecido. «Pensé que teníamos un nene gay. No entendíamos la diferencia entre género y sexualidad», se reprocha Sebastián. En la casa nadie dormía, todo era un caos. Más tarde llegaron los psicólogos, la terapia de pareja, la terapia familiar. Angustiado, Sebastián habló con el área de salud mental del hospital donde trabaja, pero como su hijo tenía 4 años, las respuestas era siempre las mismas: «Es muy chico, esperen, esto no quiere decir nada».

MAURO «Mi marido cambió el ‘reina’ por el ‘facha’, fue lo que pudo aceptar en ese primer momento y después le quedó como apodo», cuenta Bárbara, la mamá de Mauro Fuente: LA NACION – Crédito: Ignacio Coló

Pero sí quería decir. Al menos eso le explicaron un tiempo después los médicos del equipo interdisciplinario del hospital Durand, solo con ver los dibujos en los que Guadalupe se autorrepresentaba. «Lxs niñxs trans son niñxs en lxs que la identidad de género (es decir, la forma en que se autoperciben) no coincide con el sexo asignado al nacer», explica el doctor Adrián Helien, coordinador del Grupo de Atención a Personas Transgénero Gapet (adultxs, adolescentes y niñxs) y autor del libro Cuerpxs equivocadxs. El doctor pide expresamente que su discurso se escriba así, con la x que engloba un plural fuera de cualquier división binaria. Y agrega: «Al nacer se nos asigna un sexo y una identidad basada en la biología. En lxs niñxs trans, esa asignación no coincide con la identidad de género. Pero es importante aclarar que lo expresan de manera persistente, coherente e insistente a través del tiempo. En los seres humanos, el género define la identidad por sobre la biología. Entonces, si nació biológicamente varón, pero se autopercibe mujer: ¡es mujer! Lo mismo sucede con las mujeres biológicas: si se sienten varones, son varones. La ley de identidad viene a apoyar esta realidad. Esto es un aspecto humano normal, pero llama la atención porque solo una minoría de niñxs lo presenta y por la enorme ignorancia que tenemos al respecto». ¿Qué les aconsejaron a Silvia y Sebastián estos médicos? Algo más simple de lo que ellos se habían imaginado: que le dijeran (a su hijo) que lo iban a amar más allá de la ropa o el largo de pelo que quisiera tener. Y entonces ellos, que hasta entonces no se habían animado, que no querían cometer errores o incitar a algo que no sabían si era correcto, lo sentaron a la mesa y le dijeron una frase que fue el principio del cambio, mejor dicho, de la transición: «Te vamos a respetar siempre».

El caso de Guadalupe se parece al de los otros 35 niños y niñas que hoy se nuclean en la asociación Infancias Libres, creada por Gabriela Mansilla, madre de Luana, la primera niña trans que obtuvo su DNI en la ciudad de Buenos Aires a los 6 años de edad. En 2013, su caso fue pionero y recorrió el mundo. Gabriela tuvo mellizos varones, pero antes de cumplir el primer año de vida uno de ellos empezó a dar señales de que no estaba bien. Lloraba mucho. Se le caía el pelo. Se golpeaba la cabeza contra la pared cuando lo obligaban a vestirse como nene o cuando no lo dejaban bailar como Bella frente a la película de Disney. Terminaba robándole remeras a Gabriela y usándolas como vestido. Entre las primeras palabras que dijo, hubo cuatro que su mamá nunca olvidará: «Yo nena, yo princesa», le dijo. Tenía dos años.

DIFERENCIA «Pensé que teníamos un nene gay. No entendíamos la diferencia entre género y sexualidad», se reprocha Sebastián, papá de Guadalupe Fuente: LA NACION – Crédito: Ignacio Coló

En esa época, Gabriela no era activista ni experta en cuestiones de género; era un ama de casa del conurbano profundo que vendía pizzas y que solo quería que su criatura se dejara de lastimar. Así que aguantó que su marido la abandonara, que en el barrio los vecinos de toda la vida le quitaran el saludo, que no le quisieran vender ropa de nena, que los médicos pediatras de los hospitales públicos las humillaran (a ambas) en cada visita. Aguantó todo para que Luana fuera Luana. Y logró, con el asesoramiento de Valeria Pavan, coordinadora del área de salud de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), que su hija hiciera su propio camino de transición y tuviera un DNI con su nueva identidad.

Con la llegada de Luana, en 2011, la CHA inauguró un universo nuevo de acompañamiento, porque hasta ese momento solo trabajaba con jóvenes y adultos. «Habíamos escuchado recuerdos infantiles, pero no habíamos trabajado directamente con niños -cuenta Pavan-. Lo que me llamó la atención es que por primera vez encontré una madre que escuchaba lo que su hija le decía sin responder con violencia. Gabriela se comprometió a acompañar a su hija, y se puso al hombro el objetivo de que los derechos fueran para todos los niños y niñas». Hoy, la asociación Infancias Libres, que hace menos de un año Gabriela fundó con sus padres y hermanos para ayudar a quienes vivan algo similar, pasó de nuclear ocho familias a 35. Y no son los únicos. Según datos de la Secretaría de Infancias y Adolescencias Trans y sus Familias de la Federación Argentina GLBT, creada en 2016, en el lapso de dos años se acercaron 80 familias, entre las cuales hay niños y niñas trans de entre 2 y 5 años.

En conjunto con Casa Trans y el hospital Pedro de Elizalde les ofrecen acompañamiento psicológico y encuentros de diálogo para intercambiar experiencias. Desde el hospital Durand, en tanto, aseguran que la edad de la primera consulta actualmente descendió por debajo de los 18 años y que por esa razón el año pasado crearon el equipo que atiende niños, niñas y adolescentes. Desde entonces, es la consulta que más creció y hoy acompañan a 50 pacientes en este rango de edad. ¿Por qué hasta hace poco nada de esto existía? ¿Es la infancia trans un fenómeno reciente? «Nosotros tenemos una encuesta del Grupo de Atención a Personas Transgénero que indica que la gran mayoría se descubrió trans en la primera infancia: el 88% antes de los 10 años y el 67% antes de los 5», detalla el doctor Helien. Pero nadie estuvo ahí para escucharlos.

Armar red

Hoy, a Gabriela Mansilla su casa de Merlo le quedó chica como sede de la fundación y busca nuevo lugar. Allí tienen encuentros de diálogo, clases de expresión corporal, acompañamiento terapéutico. Cada día le escriben de diferentes provincias; de otros países, también. «Los padres llegan a mí muy angustiados. Algunos sienten alivio cuando hablan conmigo; otros en cambio se enojan, no me quieren escuchar», cuenta desde el living de su casa, el mismo donde días atrás escuchó durante cuatro horas a una madre de la localidad de Mercedes que no dejaba de llorar por lo que acababa de confirmar, por todo lo que se venía a partir de ese momento. «Llegan acá con miedo, con vergüenza, con culpa y con muchos prejuicios. Yo abrazo a los padres, pero no les abrazo sus prejuicios. Les digo la verdad. ¿Qué preferís? ¿Acompañar desde ahora a tu hijo o hija o abandonarlo y que se te suicide antes de llegar a los 35?», dice con tono firme, la convicción de alguien que ya lleva peleando demasiado tiempo. Sobre la mesa hay dibujos que dejaron Luana y su hermano mellizo, Elías. No tocar, reza el cartel escrito con marcadores de colores y caligrafía infantil sobre una cajita cerrada. Desde el cuarto llegan sus risas. «No te puedo mostrar, son unos tesoros que trajeron del patio», bromea Gabriela.

Fuente: LA NACION – Crédito: Ignacio Coló

«Ante la situación de un hijx trans, la aceptación es la mejor opción -plantea el doctor Helien-. Primero, porque todos necesitamos ser validados en nuestra identidad, luego porque no es una enfermedad, y porque la aceptación salva vidas en esta temática. Hay trabajos científicos que nos dicen que el rechazo familiar multiplica por ocho el riesgo de suicidio en personas trans y por seis el riesgo de depresión. Lxs niñxs son muy vulnerables en su primera infancia, necesitan de la aceptación y del amor de sus padres, tanto como del alimento. Muchas veces, los familiares que los tienen que proteger son los que los niegan, discriminan o ejercen violencia. Cuando hay un niñx trans, los que tienen que salir del closet son los padres».

Silvia y Sebastián tuvieron reacciones distintas con respecto a la aceptación. Silvia sintió alivio. Por fin podía darle una muñeca a su hijo; podía dejarlo vestirse como quisiera y verlo sonreír sin sentirse culpable. Sebastián, en cambio, se debatía con él mismo. «Yo quería una explicación científica, hacerle un estudio genético, que hubiera un protocolo a seguir… Primero, pensé: ¿por qué me pasa a mí? Yo, la víctima. Pero nunca fui yo la víctima de nada, era Lupe, que no la podíamos escuchar ni entender». Con ayuda de Silvia salió de ese lugar y empezó a asumir, a aceptar. En la transición de Guadalupe, sin embargo, tuvo un período de depresión. Un duelo, en realidad. Porque él sabía que iba a pasar, pero pensó que iba a ser más tarde, en el paso al secundario. «Sucedió antes», dice con voz calma. Por eso el duelo, porque de un día para el otro el hijo con el que él se proyectaba jugando al fútbol desde que estaba en la panza de Silvia ya no estaba más. «Lo que pasa es que los proyectos son de la persona, no míos, y esa persona sigue existiendo. Se trata de entender que cambian las proyecciones o los proyectos, y entonces el duelo es más corto, más simple, por eso ahora estoy en otra etapa».

Bárbara Magarelli, coordinadora de la Secretaría de Infancias y Adolescencias Trans y sus Familias, es la madre de Mauro, el primer varón trans en haber obtenido el DNI en la ciudad. Ella asegura que los hijos siempre dan señales, pero los padres tienen que poder escuchar. En su caso fue una frase muy concreta, algo que le dijo su hija antes de llegar a los 9: «Mamá, voy a cagar a palos a la cigüeña. Me trajo nena y soy varón». Bárbara recuerda el abrazo y el silencio posterior a esa charla. Quería decir algo, pero no sabía qué. Estaba shockeada. Primero vio un documental de infancias trans; después se puso a buscar en internet y así conoció a otra madre de un niño trans en Japón, de la que se hizo amiga y con quien todavía habla por WhatsApp. «Lo único que sabía era que lo iba a acompañar. No sabía cómo, pero no lo iba a dejar solo». Cuando su marido se enteró, llegó un nuevo problema: por más que quisiera aceptar el camino de la transición, no podía llamar en masculino a quien, hasta entonces, había sido su «nena», su «reina», su «beba». Quería, pero no podía. Entonces le empezó a decir Facha. «Mi marido cambió el ‘reina’ por el ‘facha’, fue lo que pudo aceptar en ese primer momento y después le quedó como apodo», cuenta Bárbara. «El nombre Mauro era el de mi papá. Lo elegimos juntos. Parece simple, pero es tan complejo… Yo por nueve años la llamé como nena, cuesta de un día para el otro cambiar el nombre, por eso digo que hay que tenerles paciencia a los padres. Permitirles que se equivoquen. Siempre les aconsejo lo mismo cuando vienen a Casa Trans en busca de ayuda: busquen un sobrenombre, un apodo, algo que para empezar les resulte más fácil. Está bueno que los padres se involucren en la elección del nombre, vuelve a nacer un hijo para vos, con su verdadera identidad».

Fuente: LA NACION – Crédito: Ignacio Coló

Tal vez, uno de los principales objetivos de Infancias Libres sea enseñarles a los niños y niñas trans (y a sus padres) a querer sus cuerpos como son. Un objetivo complejo que obliga a salir de la lógica binaria (hombre/mujer) y busca que, desde pequeños, entiendan la diferencia que existe entre nociones como género, genitalidad y orientación sexual sin recurrir necesariamente a tratamientos de hormonización u operaciones de reasignación de sexo. «Ese es uno de mis grandes miedos con Luana, que ya está cerca de la adolescencia. Nosotros apuntamos a la aceptación, ese es el trabajo que queremos hacer desde acá», dice Gabriela, que nunca olvidará la tarde en que se desesperó porque vio que Luana se quería arrancar el pene. Ese día decidió explicarle que podía ser una nena y tener genitales masculinos; decirle, en sus propias palabras, aquello que teóricos como Judith Butler llevan años tratando de difundir: que el género, el «ser hombre» o «ser mujer» es una construcción cultural. La decisión final, en última instancia, siempre será de Luana.

Hay una diferencia fundamental, clave a la hora de abordar esta temática: la identidad de género no es lo mismo que la orientación sexual. Según Valeria Pavan, la identidad de género incumbe a nuestro ser en el mundo porque es algo propio. La orientación sexual, en cambio, acontece a partir de nuestro deseo respecto de terceras personas, afectiva y eróticamente. «La orientación sexual tiene que ver con el afuera; la identidad es algo propio, ligada a la pregunta quién soy, cómo me paro en el mundo. El gran obstáculo es el prejuicio ligado a representaciones tradicionales respecto del sexo y el género. Concluyen en una mirada binaria a partir de un dato biológico: el genital que porte ese niño o niña mientras lo están gestando. Manejamos una concepción muy biologicista».

Identidades flexibles

Claro que dejar que los niños y niñas transiten y expresen identidades flexibles no es una propuesta fácil y genera contradicciones incluso en los mismos padres. «Hacé pis sentada», le decían hasta hace poco Sebastián y Silvia a Guadalupe, hasta que se dieron cuenta de que la estaban obligando a comportarse como una nena repitiendo los esquemas de los que precisamente querían escapar. También está el caso de Martín, un nene trans de 5 años que hoy es Martín, pero mañana no saben porque se cambia el nombre todos los días y seguirá fluctuando hasta que elija uno definitivo. Tal vez entonces hagan el cambio de DNI, «que es un derecho y no una obligación», cuentan Martín y Florencia, sus papás, remisero y empleada doméstica, respectivamente. En un camino muy similar al de los otros, estos padres se informaron, se comprometieron, se volvieron prácticamente defensores de una causa: la de su hijo trans. De alguna manera, todos los padres que apoyan a sus hijos en este camino se vuelven militantes. Su voz es la de los chicos, que todavía no pueden hablar o no tienen las herramientas para hacerlo. Son los mismos padres los que, entre el amor y la actitud defensiva, asumen la responsabilidad de educarse, incorporar nuevos conceptos, explicar todas las veces que sea necesario, darles pelea al mundo y a un discurso heteronormativo que se expande como un pulpo por todos los frentes. «Yo decidí dejarme el pelo largo y ponerme aritos para que mi hijo vea que no hay un único modelo de masculinidad, que no hay una sola manera de ser varón», dice Martín padre, con su voz grave y sus casi dos metros de altura. Además, quiere que cuando su hijo llegue a la pubertad, él mismo pueda explicarle cómo usar toallitas femeninas.

Fuente: LA NACION – Crédito: Ignacio Coló

Para Bárbara, el bloqueamiento hormonal de Mauro fue una opción desde el primer momento, para evitar en el futuro una masectomía. «A él le gusta estar en cuero desde que nació y así puede hacerlo. Es un tratamiento inocuo, cuando se deja de aplicar, las hormonas reaparecen. Se utiliza desde hace 30 años con niñas que tienen pubertad precoz. No tiene contraindicaciones. Es un trabajo con endocrinólogas y estudios que se hacen cada seis meses en el hospital Pedro de Elizalde», explica.

Para que estas nuevas identidades se respeten en todos los ámbitos, tanto en Infancias Libres como en Casa Trans aseguran que el trabajo en la escuela resulta fundamental. Al fin y al cabo, ahí es donde los chicos y las chicas pasan la mayor parte del día, de sus vidas. El problema es que al no haber, todavía, políticas públicas, la única opción que queda es apuntar a la buena voluntad de la institución y a planes personalizados de integración. «Antes esto era invisibilizado, pero hoy estos niños son cada vez más y eso es lo que intentamos trabajar con las escuelas para organizar estas situaciones en las instituciones -dice Valeria Pavan-. Yo en cada escuela tengo que armar un proyecto de acompañamiento que depende de lo que la escuela esté dispuesta a hacer». Su intervención más reciente fue en una escuela religiosa, donde hay dos niñas trans en el mismo grado. Valeria se juntó con todos los padres y escuchó con respeto a los que estaban enojados, los que tenían bronca ante lo diferente. Después les habló. E invitó a las familias de las niñas trans a contar lo que les estaba pasando en la casa. Cómo había sido el proceso y qué significó para ellos poder escuchar y validar a sus hijas. «Al final terminaron todos llorando abrazados. La verdad es que es más la gente que entiende que la que no, al menos en nuestra experiencia», dice Valeria. Con la ley de identidad de género de su lado, padres y especialistas coinciden en que el mayor límite lo encuentran hoy en la Educación Sexual Integral (ESI). «En los materiales, los cuerpos de los niños trans no están representados. En ese sentido es el cambio cultural que necesitamos que se empiece a organizar en todos lados, haya o no haya niños trans en esa institución», plantean.

Que va a llevar tiempo no hay dudas. Se trata de una apuesta titánica: escribir de otra manera las leyes de la cultura, el mandato social, el familiar. Aun así, hay brazos, discursos y personas que trabajan para que estos niños y niñas puedan tener una infancia como la de cualquiera. Y quizá, con el tiempo, los paradigmas y las representaciones que nos moldean sean otros. Más flexibles. Más tolerantes. Más humanxs.

Más información:

  • Según datos de la Secretaría de Infancias y Adolescencias Trans y sus Familias de la Federación Argentina GLBT, creada en 2016, en el lapso de dos años se acercaron 80 familias, entre las cuales hay niños y niñas trans de entre 2 y 5 años.
  • Son 35 los niños y niñas que hoy se nuclean en la asociación Infancias Libres, creada por Gabriela Mansilla, madre de Luana, hace menos de un año. «Los padres llegan a mí muy angustiados».
  • «Tenemos una encuesta que indica que la gran mayoría se descubrió trans en la primera infancia: el 88% antes de los 10 años y el 67% antes de los 5», detalla el doctor Adrián Helien, coordinador del Grupo de Atención a Personas Transgénero y autor del libro Cuerpxs equivocadxs.
  • «Muchas veces, los familiares que los tienen que proteger son los que los niegan, discriminan o ejercen violencia. Cuando hay un niñx trans, los que tienen que salir del closet son los padres».
  • Tanto en Infancias Libres como en Casa Trans aseguran que el trabajo en la escuela resulta fundamental.
  • Una diferencia clave a la hora de abordar esta temática: la identidad de género no es lo mismo que la orientación sexual.

Fuente: https://www.laprensagrafica.com/tendencias/Suenos-y-desafios-de-la-infancia-trans-20180805-0051.html

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