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Bolivia: Educación habilita línea 800-10-0050 para denunciar a maestros que den tareas para vacación

Bolivia/29 junio 2017/Fuente: La Razón

El inciso II del artículo 13 de la Resolución Ministerial 001/2017 prohíbe dar tareas a los estudiantes en el descanso pedagógico. El incumplimiento de la disposición es pasible a un proceso disciplinario.

El inciso II del artículo 13 de la Resolución Ministerial 001/2017 prohíbe dar tareas a los estudiantes en el descanso pedagógico.  El incumplimiento de la disposición es pasible a un proceso disciplinario con sanciones desde una llamada de atención hasta el descuento en planilla a los infractores.

El 3 de julio comenzará el descanso pedagógico en ocho departamentos excepto Tarija, que dará inicio a la vacación el próximo 10.  El calendario escolar prevé que el receso concluya el 17 de julio, aunque una eventual ampliación estará sujeto a informes de Educación y el Senamhi sobre el el recrudecimiento o no del frío.

“Ya se tiene la línea habilitada (para la denuncia)”, informó el lunes el viceministro de Educación Regular, Valentín Roca.

La Razón publicó el sábado que el Ministerio de Educación recomienda para este receso que los estudiantes practiquen una lectura en casa, más cuando esta actividad está dispuesta en el Reglamento General de Lectura y Escritura, aprobado en 2016, que establece 30 minutos de lectura de libros, textos o revistas.

Fuente: http://www.la-razon.com/sociedad/Educacion-habilita-denunciar-maestros-vacacion_0_2736326359.html

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Educación infantil: del aburrimiento a la creación

Por: Alicia Halperin

Es preciso elaborar propuestas que contemplen el desarrollo psicomotriz de las criaturas, que fomenten su autonomía, que les permitan expresarse de múltiples maneras y relacionarse con quien desean. Y dejar atrás las fichas.

“Profe, ¿por qué este ratón camina tantas veces para llegar al queso?” me preguntó una niña mientras terminaba un “trabajo” en la clase de 4 años de Infantil. Imaginé que ella, que había tenido que repetir varias veces la acción de unir las líneas de puntos entre el ratón y su comida para dibujar sendos trazos continuos de izquierda a derecha, se había puesto en la piel del ratón y había pensado: “Pero no entiendo, ¿cuántas veces hay que ir a un mismo lugar para llegar?”. No supe responderle. Su pregunta era mucho más lógica que cualquier excusa que yo pudiera inventar.

Si tenemos claro que la orientación espacial, la direccionalidad, la ubicación en los diversos planos del espacio, las formas, el ritmo… se aprenden jugando con el cuerpo en el espacio compartido con los compañeros y poblado de objetos, ¿por qué suponemos que este tipo de trabajos sobre el papel van a suplir esas experiencias vitales? Porque, si bien este tipo de ejercicios son el final de un proceso de experimentación, en la realidad, las aulas de Infantil se han llenado de fichas elaboradas por el profesorado o compradas a las editoriales, y en muchos casos son la actividad central de las aulas.

¿Por qué sigue habiendo niñas de dos años a las que les pedimos que pongan una pegatina redonda dentro de un círculo? El hecho de que puedan hacerlo no significa que hayan aprendido algo sobre formas circulares y orientación espacial, simplemente puede significar que han aprendido a pegar una figura en el lugar indicado. Tal vez se supone que ese resultado es la muestra de una competencia y se mande a casa para que sus padres vean su capacidad y sientan satisfacción por lo que sus hijas saben hacer. Pero es una vez más la muestra de lo alejados que están de las necesidades reales de los pequeños muchos de los contenidos que se trabajan en esta etapa.

A los niños les encanta jugar a disfrazarse, ser personajes que admiran, ponerse ropas que usan los mayores, pero… ¿20 criaturas al mismo tiempo eligen disfrazarse de abejas, de robots o de seres prehistóricos? Preparados para la foto, para gustar a los mayores, hacerlos reír con su imagen de adultos en miniatura, ¿qué entienden esos niños de todo esto, qué sentido tiene para ellos? ¿Quién elige jugar a esos personajes y con qué objetivos?

¿Por qué uniformamos las actividades que realizan los niños y niñas en la Escuela Infantil? Podemos ver a todos haciendo lo mismo al mismo tiempo como ocurre en general en primaria, de una forma repetitiva, abstracta, totalmente descontextualizada, leyendo libros que describen los espacios de una casa, los ingredientes del desayuno o la ropa que usamos, donde no hay historias o, si las hay, son planas y no provocan ninguna emoción o interés.

Es una forma fácil de presentar a las criaturas lo que se supone que tienen que aprender y, posteriormente, una forma fácil y menos trabajosa de evaluar su aprendizaje. Pero hay muy poco de potenciación del desarrollo personal, de respetar los procesos y los tiempos de cada uno, cosas sobre las que paradójicamente tanto se insiste cuando leemos los objetivos y las programaciones anuales de las escuelas. También hay muy poco de basarse en la curiosidad y promover el descubrimiento a través de la acción y el movimiento, que tanto necesitan. Si no es así en estas edades ¿cuándo será?

Probablemente estemos preparando a los niños para ser seres obedientes y ordenados, para el trabajo escolar “en serio y en serie”, para el aprendizaje “puro y duro”. Sentando las bases del trabajo organizado. Lamentablemente todo esto a costa de pasar por encima de los procesos naturales del desarrollo infantil, de respetar sus individualidades, aplastando su curiosidad, que es lo más vital que hay en ellos.

Desde hace bastante más de un siglo, grandes pedagogos como Froebel, María Montessori, Decroly, Malaguzzi o Emmi Pikler nos han enseñado que en estas edades el desarrollo infantil se produce de una forma global; todos los sentidos están abiertos y las criaturas aprenden y se hacen competentes a partir de las experiencias vividas y de las conexiones que puedan establecer en función de esas experiencias: investigar, hablar, relacionar unas cosas con otras, volver a pensar en lo vivido, escuchar y observar lo que otros niños y los adultos hacen y dicen, seguir investigando, experimentar con su cuerpo en el espacio, con los objetos, dar lugar a la expresión y la comunicación en todas las formas posibles. El juego y la experimentación son el medio natural en el que viven y se desarrollan, es su forma privilegiada de conocimiento.

Que el aprendizaje sea significativo, como se escucha tanto últimamente, expresa precisamente que tiene que significar algo para los niños: hablar de las cosas que les pasan en casa, en la calle, en la escuela, con las personas que los rodean, que todo tiene que estar relacionado con cosas que conocen, que les gustan o disgustan, que les provocan emociones, que dan lugar a su imaginación.

En muchas escuelas infantiles se están adoptando estas propuestas educativas que requieren de la presencia y acompañamiento de adultos formados, conocedores y observadores de los recorridos de los niños y niñas, dispuestos a entenderlos y valorarlos en su accionar cotidiano y a establecer buenas relaciones afectivas con ellos. El trabajo por proyectos sobre temas elegidos con los niños, en rincones de juego-trabajo, zonas de actividad utilizando todos los espacios que dispone la escuela, en ambientes adecuados a las necesidades de su edad, que los pequeños puedan elegir a qué juegan y con quién, son las formas que nos permiten llevar a cabo nuestros objetivos. Es preciso elaborar propuestas que contemplen el real desarrollo psicomotriz de las criaturas, que fomenten su autonomía, que les permitan expresarse de múltiples maneras y relacionarse con quien desean, en síntesis que les permitan un desarrollo armónico y adecuado.

La documentación a través de dibujos, fotos, grabaciones, descripciones de las cosas y los procesos que realizan las criaturas, son los elementos que nos facilitan comprender y evaluar su evolución, también nos dan la posibilidad de mostrarlas a las familias y a los equipos docentes y así sacar conclusiones acerca de qué nuevos elementos podemos introducir. Todas estas propuestas -en las que es importante dar lugar a la participación de las familias y a la conexión con el entorno escolar- son tal vez bastante más trabajosas que las instaladas tradicionalmente en las aulas, pero indudablemente son mucho más respetuosas con las necesidades y derechos de las niñas y niños y mucho más estimulantes para pequeños y adultos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/06/educacion-infantil-del-aburrimiento-a-la-creacion/

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Niños de 0 A 3 ¿En casa o en la escuela?

Por: Carina Farreras

La crianza de los ­niños pequeños vuelve a suscitar azoradas discusiones políticas. Con el fracaso de la Lomce, la malhadada ley del PP, el Gobierno ha propuesto un pacto nacional por la educación en el que algunos profesionales proponen la universalización y gratuidad de la escolarización en cualquier edad.

En Catalunya, el debate propuesto por la Conselleria d’Ensenyament, Ara és demà, recoge la posibilidad de adelantar a los 2 años la entrada de los alumnos a las escuelas de forma que se acorte el periodo más duro de conciliación laboral de los padres y se den oportunidades educativas tempranas a los más desfavorecidos.

La educación obligatoria se inicia en nuestro país a los 6 años, pero la Administración garantiza las plazas en centros a partir de los 3 años. Esta estructura acaba influyendo: más del 95% de la población infantil está escolarizada en su tercer cumpleaños, frente al 55% de los niños de 2 años. A punto de conocerse las conclusiones del Consell Escolar, cristaliza la idea de pedir la garantía del P2 y ampliar los conciertos económicos.

Finalmente, el tercer debate se focaliza en Barcelona. El Ayuntamiento acaba de abrir un proceso participativo social. Este es, de todos los debates, el que da altavoz a fórmulas nuevas ya existentes que conectan con nuevas demandas sociales realizadas por una generación de padres y madres de la ciudad, muchos de los cuales reivindican o buscan fórmulas de trabajo más sostenibles con el periodo de la crianza y piden una estructura del sistema más flexible que la actual. En espacios, horarios, servicios… En octubre se elaborarán las conclusiones para empezar a implementar medidas el próximo año.

Hasta los 2 años: Médicos y psicólogos coinciden con las políticas de países más ricos: mejor en casa

Desde el punto de vista de salud física y mental, los especialistas consideran que hasta los 2 años los niños crecen mejor en el hogar, cuidados por sus padres o por referentes familiares, sin que se ponga en cuestión la buena labor que realizan las guarderías. Los países europeos con mayor renta no ofrecen servicios educativos hasta los 3, 4, 5 o incluso 6 años (Alemania, Irlanda, Grecia, Holanda, Finlandia y Suiza), y las familias reciben ayudas económicas o profesionales para facilitar la crianza en sus primeros años, con espacios de contacto con otros niños. Se ofrecen permisos a los padres de hasta 68 semanas (Suecia) o 52 (Reino Unido). Y existe mayor flexibilidad laboral.

La doctora Amalia Arce, portavoz de la Societat Catalana de Pediatria, explica que la maduración del sistema inmunitario del bebé aumenta con la edad, así como su autonomía. Un crío de 2 años puede exponerse con menos riesgo a los gérmenes que un bebé de menos edad, y la protección aumenta con cada año de vida ganado.

“Desde el punto de vista emocional y psicológico, si sólo pensamos en el niño, y no en las necesidades de las familias, donde mejor está es en casa”, apunta Silvia Blanch, doctora en Psicología de la Educación y coordinadora de Educación Infantil de la UAB, que subraya la excepción de aquellos niños que requieren estímulos afectivos y educativos para progresar. También resulta aconsejable para aquellos que hablan otra lengua. “Cuanto antes sea la integración, mejores serán sus posibilidades de éxito”, apunta.

Los centros se aconsejan en niños que reciben pocos estímulos afectivos o culturales

“En Catalunya, muchos niños de 7 años son maduros como escolares. Saben leer, resuelven operaciones matemáticas… pero son infantiles emocionalmente: siguen tomando biberón, se hacen pipí en la cama y no saben frustrarse”, afirma Blanch, que se pregunta si ciertas exigencias, como no llevar pañal a los 3 años, convienen más al centro escolar o al niño. “Si creamos un P2, generaremos la necesidad de matricularlos para que no pierdan plaza en el lugar que los padres quieren que se eduque y aceleraremos aún más su ilia de un contexto desfavorecido, emocionalmente inestable o culturalmente pobre, antes se garantiza smaduración”.

La equidad y la conciliación

El enfoque sobre cuáles son las condiciones ideales para criar a los niños, si en casa o en centros educativos o sociales, plantea, inevitablemente, dos grandes cuestiones. Por una parte, la necesidad de la conciliación laboral y familiar, que sigue incidiendo especialmente en la vida laboral de muchas mujeres. Por otra, la cuestión de la equidad. Está demostrado que cuanto antes se escolarice un niño nacido en una fam

u éxito escolar. Es por ello que muchos profesionales y organizaciones como Unicef proponen la universalización de la escolarización infantil 0-3.

Para muchos expertos, estos condicionamientos sociales de tanto peso no deben ocultar el bien que perseguir, el bienestar del niño, lo que el Parlamento europeo definió en el 2006 como “parentalidad positiva” en el sentido de que es deber de la comunidad acompañar a los padres en su tarea de crianza.

Los centros. Menos rigidez en horarios y más presencia de padres

“En la parentalidad positiva hay que preguntarse qué necesitan los padres”, cuestiona Blanch y “apoyarles en esa decisión”. Actualmente el recurso más utilizado para los niños de 0 a 3 años son las guarderías, que resultan escasas para la demanda, especialmente en Barcelona. “Estos centros están muy profesionalizados, ofrecen los estímulos educativos adecuados a cada edad y dan un marco de estabilidad a las familias”, apunta Blanch.

Además, avanzan en innovación pedagógica. Pero las asociaciones de padres se quejan de las ratios de maestros con niños (de 8 niños por maestro antes del año y de 20 a los dos años) y de la barrera que significa la puerta de entrada a la escuela que les separa de sus hijos, independientemente de su estado emocional. Y lamentan la rigidez de horarios que imposibilita combinar distintas posibilidades a las que podrían acogerse aquellos que trabajan en horarios no matinales o días sueltos a la semana.

“Habría que preguntarse si resultaría más conveniente que la etapa infantil se realizara en el mismo centro, de modo que el niño, entrara a la edad que entrara, terminara con 5 o 6 años”, recomienda Jaume Blasco, autor del informe sobre la pequeña infancia de la Fundación Jaume Bofill.

En Barcelona, el Ayuntamiento ha anunciado que abrirá nuevas guarderías públicas en dos años. Junto a estos centros se instalarán “espacios familiares”, de los que ya existen cuatro públicos en la ciudad. Se trata de un recurso socioeducativo que permite a los padres con niños encontrarse con otras familias dos días a la semana.

Al margen del mercado regulado, existen otras iniciativas comunitarias, como los grupos de crianza. “Se trata de padres que se autogestionan en el cuidado de sus hijos, usando locales o los bajos de una casa”, indica Blasco. Están en el Raval, en Sant Martí, Sants, Gràcia… Comparten convicciones sobre el cuidado de los niños (próximos al colecho y a la educación libre). En algunos grupos están siempre los padres, pero en la mayoría se alternan los progenitores en el cuidado de todos los niños.

Estas organizaciones no cuentan con la transversalidad de los espacios familiares (no hay inmigración ni planteamientos de vida excesivamente distintos) ni con la estabilidad. Pero los miembros comparten un interés pedagógico alto y contratan charlas sobre temas concretos. “Son alegales y de difícil reconocimiento por parte de la administración pública que, en el caso de la municipal, sí se plantearía su apoyo”.

En situación similar se encuentran las madres de día (hogares de crianza) que dan atención a un grupo de bebés (cuatro como máximo) de diferentes edades. Suelen tener una titulación educativa y ofrecen el ambiente de un hogar con una persona de referente. Presentan el problema de la alta rotación de niños y la dificultad para que cuadren los ingresos del cuidador.

Están en revisión las ratios, los horarios y las propuestas de espacios de crianza

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20170529/423018906283/ninos-crianza-casa-escuela.html

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57 juegos educativos para disfrutar aprendiendo

Por: Nati Bergadá Bofill

Los juegos de mesa son un excelente recurso educativo para trabajar con los niños. Es una herramienta estimulante y motivadora para predisponer a los niños a un aprendizaje más activo.

Los juegos de mesa tienen muchos beneficios:

  • Permiten trabajar la atención y la concentración.
  • Fomentan la memoria visual y la velocidad.
  • Favorecen la creatividad.
  • Potencian la capacidad de deducción, la lógica y el ingenio.
  • Permiten trabajar la tolerancia a la frustración y la paciencia.
  • Potencian el trabajo en equipo y favorece las habilidades de relación social.
  • Trabajan los valores del juego: respetar las normas, saber ganar y saber aceptar una derrota, saber esperar el turno …
  • Potencian el desarrollo psicológico y emocional de los niños.

En este artículo he hecho una recopilación de juegos educativos que considero que pueden ser útiles para trabajar con los niños.

Los juegos están organizados en los siguientes apartados:

  • Juegos para potenciar la atención, la memoria visual y la concentración.
  • Juegos de estrategia
  • Juegos cooperativos
  • Juegos para trabajar la lengua
  • Juegos para trabajar las matemáticas
  • Juegos de habilidad

En el artículo encontrará juegos clásicos y otros más actuales. En cada juego hay una pequeña descripción de la temática y normas del juego. También consta la edad recomendada para jugar, aunque esta es orientatiuva.

Nota: Hay algunos de estos juegos que tienen una dinámica y unas normas un poco complejas. Te recomiendo que antes de dar el juego a los niños lea conjuntamente las instrucciones para asegurarse de que las entienden correctamente.

Recopilación de juegos de mesa

  • Juegos para potenciar la atención, la memoria visual y la concentración.

Dobble

Dobble es un juego con más de 50 símbolos, 55 cartas y sólo un símbolo idéntico entre cada carta. Serás capaz de descubrirlo?

Busca el símbolo idéntico en dos cartas, dilo en voz alta y coge o deja una carta, según las reglas del mini-juego al que esté jugando. Un juego muy útil para trabajar la atención, la velocidad, la observación, los reflejos … (A partir de 6 años) sardinas

Sardinas es un juego de memoria bastante sencillo, intuitivo y divertido. Sólo hay que sacar un determinado número de sardinas, las cuales estarán ante nosotros durante un tiempo limitado. Después se esconden y tendremos encontrarlas. Ganará el que más sardinas encuentre (Edad: a partir de 5 años)

PICTUREKA

PICTUREKA es un emocionante juego de encontrar los objetos perdidos. Contiene 100 tarjetas y 3 categorías diferentes para aumentar la diversión. Con nuevas baldosas para que el juego sea aún más divertido. Se el primero en encontrar el objeto perdido! (Edad: a partir de 6 años) Bataflash

Un juego de batalla que desarrolla el sentido de la observación de los más pequeños. Gana el más «rápido». Cada jugador pone sus cartas ante su boca abajo y le tendrá que dar la vuelta, al tiempo que el resto, a la carta superior de su mano. El primer jugador a encontrar un animal común a todas las cartas giradas, siempre que sea posible, grita el nombre de este animal. Cuando uno de los jugadores consigue todas las cartas ha ganado la partida. Se incluyen 32 cartas (Edad: A partir de 5 años) El fantasma Blitz

El juego es muy sencillo. Encima de la mesa tenemos 5 figuritas de objetos de colores diferentes: un fantasma blanco, un sillón rojo, un libro azul, una empollar verde y un ratón gris. También hay una baraja de cartas que tenemos que mezclar. La partida comienza dando la vuelta a una carta. En ella veremos dibujados 2 objetos como los que hay en la mesa. Si alguno de los objetos de la carta coincide en color y forma con un objeto que hay en la mesa, gana el que coge la figurita que se corresponde con el objeto. Si ninguno de los 2 objetos de la carta coincide en color y forma con los de la tabla, entonces tenemos que coger la figurita, la forma o color que no aparezca en la carta (A partir de 8 años) Jungle Speed

Jungle Speed es un juego de cartas de partidas cortas que incluye 1 tótem de madera, las reglas del juego, 80 cartas y una bolsa de transporte. Es por entre 2 a 10 jugadores, cada jugador recibe una pila de cartas de las cuales deberá entregarse para ganar la partida. Los jugadores, uno a uno, sacando cartas y cuando aparezcan dos cartas exactamente iguales, los dos jugadores que las han sacado deben competir para coger el tótem, una pieza de madera en el centro de la mesa. Lo que consiga coger el tótem primer da parte de sus cartas al que no lo ha conseguido y se reanuda el juego. Pero alerta: algunas cartas parecen mucho sin ser iguales, y coger el tótem en estos casos tiene penalización (Edad: a partir de 7 años)

Tip top clap

Es un juego de memoria para varios jugadores. Las cartas se colocan en el centro de la mesa. E l siguiente jugador coge otra carta, la coloca boca arriba y realiza el ruido o mímica del jugador anterior y después el ruido o la mímica de su carta. El próximo jugador coge una carta, la coloca boca arriba encima de las cartas y realiza el ruido o mímica del primer jugador, el ruido o mímica del segundo jugador y el ruido o la mímica de su carta. Y así sucesivamente hasta que uno de los jugadores se equivoque. El juego termina cuando uno de los jugadores se equivoca al hacer la secuencia de ruidos o mímicas.

matamoscas

Se trata de un divertidísimo juego de acción y velocidad, donde el jugador más rápido conseguirá el mayor número de moscas y ganará. El sistema de juego es muy sencillo: se reparten todas las cartas y los jugadores hacen con ellas una pila que dejan delante de ellos boca abajo. Siguiendo el sentido de las agujas del reloj, los jugadores van girando sus cartas y las van poniendo sobre la mesa (Edad: A partir de 6 años)

Mechanlou

Es un juego de cartas inspirado en el cuento clásico Caperucita roja. El juego consiste en obtener las 6 cartas que explican la historia del cuento, pero ten cuidado con el lobo que siempre se encuentra a la espera para comerse a Caperucita. El juego termina cuando un jugador completa el cuento (Edad: a partir de 4 años) Mosquito

Un juego muy útil para trabajar la atención y la concentración. Todos los jugadores tienen un montón de cartas boca abajo delante de él. Para empezar, todos a la vez le dan la vuelta a la primera de las cartas. Si 2 jugadores le dan la vuelta a la misma carta, deberán reaccionar rápidamente y hacer una acción (coger un objeto, colocar una figurita …). Gana el más rápido que no se equivoque (Edad: a partir de 5 años)

mini family

El objetivo es conseguir el mayor número de familias posibles, cada una está constituida por cuatro personajes (el padre, la madre, el hijo y la hija). El juego contiene 28 cartas y 7 familias: sapos, brujas, reyes, fantasmas, trovadores, caballeros y hadas. Ganará el jugador que más familias consiga reunir (Edad: a partir de 4 años) batallas waf

Bata Waf es un juego en el que la suerte y la rapidez serán los factores determinantes. Para jugar, se distribuirán todas las cartas. Cada jugador forma un paquete con sus cartas y las pone ante su boca abajo. Los jugadores dan la vuelta al mismo tiempo en la primera carta de sus respectivos paquetes. El que saque la carta con el perro más grande es el que gana. Pero, ¿qué pasa si los jugadores tienen cartas con perros del mismo tamaño? Entonces deben decir ‘Bata-vaho! Cada uno de ellos sacará una nueva carta boca abajo y luego otra más boca arriba. El que haya sacado la última carta con el perro más grande es el que gana y se lleva todas las cartas del bloque (Edad: a partir de 3 años) el mundo

El objetivo del juego es observar atentamente una ilustración que está impresa en una tarjeta durante 10 segundos. Después, el dado decidirá qué pregunta de las 6 que hay en el dorso de la ilustración deberá contestar el concursante. La temática del juego es sobre la vuelta al Mundo (Edad: A partir de 8 años) Lince

Lince es un juego de agudeza visual y reflejos. Consta de un tablero y más de 500 fichas con imágenes, y aunque se puede jugar de varias maneras, el objetivo es ser el primero en localizar la imagen de una o varias fichas en el tablero. Cada jugador coge tres fichas y debe buscar en el tablero en el menor tiempo posible. G ANANCIAS lo que más fichas ha conseguido reunir.

  • Juegos de estrategia

Piratatak

Piratatak es un juego de astucia, en el que ganará aquel jugador que utilice una mejor estrategia. El objetivo es llegar a componer el barco de su color. Por turnos, iremos cogiendo cartas de la baraja con el objetivo de ser los primeros en construir nuestro barco formado por 6 cartas. Pero cuidado! Si te sale un pirata, te robará 3 cartas. Todas las cartas se enseñan. Las diferentes posibilidades son: carta barco, carta pirata, carta cañón y carta moneda (Edad: a partir de 5 años)

Piou Piou

Pánico en el gallinero, el zorro está rondando y los pollitos todavía no han salido del cascarón. El objetivo del juego es ser el primero en conseguir 3 polluelos. Se reparten 4 cartas a cada jugador, el resto se colocan en el centro boca abajo. Los huevos también se colocan en el centro con la cara «huevo» hacia arriba. Siempre debemos tener 4 cartas en la mano. El primer jugador que consigue 3 polluelos es el ganador de la partida (Edad: a partir de 5 años)
Una noche el hombre lobo

Una noche el hombre lobo es un juego de rol donde cada jugador tomará un papel: un chico hombre lobo, la maliciosa camorrista, la servicial vidente o cualquier otro de una docena de diferentes personajes, cada uno con una habilidad especial. En una mañana, tu pueblo tendrá que decidir quién es un hombre lobo porque lo único que necesita es encontrar un hombre lobo para ganar (Edad: A partir de 8 años) Bogoss

En este juego deberás encontrar las seis partes de un esqueleto. Pero cuidado con los huesos rotos. Se reparten 6 cartas a cada jugador. El resto forma la pila. Se juega en el sentido de las agujas del reloj. Comienza el jugador más joven y pide al jugador que él quiera una parte del cuerpo que le falte para reconstruir un esqueleto entero. Cuando un jugador completa un esqueleto, lo pone frente a él. Ganará la partida el jugador que consiga 2 esqueletos no rotos o un esqueleto roto. Además, podrás jugar también en la oscuridad, ya que son fosforescentes (Edad: A partir de 6 años)

Diamoniak

Diamoniak es un juego de aventuras y de estrategia. Es juega en el sentido de las agujas del reloj. Para ganar, tienes que conseguir formar un castillo de un mismo color reuniendo las 6 cartas necesarias. Mientras lo intentas, aparecerán cartas de hadas, brujas y diamantes, con diferentes significados y que te ayudarán o te harán la lata para conseguir tu objetivo (Edad: A partir de 5 años)

recto Verso

El juego de estrategia ‘Recto Verso’ tiene cartas con dos caras diferentes, y en cada cara tienen un animal. Tu objetivo será ser el primero en conseguir todas las cartas de un mismo animal. Ten cuidado! Cada carta que juegues implica una acción concreta que puede volverse en tu contra. Para ganar, es muy sencillo: sólo se tendrán cartas de un mismo animal en la mano (Edad: A partir de 6 años) 3 en raya

Es un juego que se juega con un tablero con nueve puntos conectados verticalmente y horizontalmente, además de dos grandes diagonales. Cada jugador tiene tres piezas. Por turnos, cada uno de los jugadores coloca sus piezas, cuando todas están en el tablero, comienzan a mover sus piezas por turnos. Lo primero que consigue hacer una fila con sus tres piezas, gana (Edad: A partir de 3 años) conecta 4

Este juego también es conocido con el nombre de 4 en raya. En este juego participan dos jugadores. El objetivo es alinear antes que tu contrincante cuatro fichas del mismo color. Las 4 fichas pueden ser colocadas de forma horizontal, vertical o en diagonal. Por turnos, los jugadores deben introducir una ficha en la columna que prefieran (siempre que no esté completa) y ésta caerá en la posición más baja. Gana la partida el primero que consiga alinear 4 fichas consecutivas de un mismo color (Edad: a partir de 6 años) Hundir la flota (o hundir los barcos)

Cada jugador coloca sus barcos en las casillas del tablero (Cada jugador tiene su propio tablero). Los jugadores no pueden ver el tablero de su contrincante. Al inicio el jugador dice las coordenadas donde caerán sus bombas. Si en las coordenadas se encuentra un barco o parte de él, el barco recibe el impacto y el jugador que ha acertado dice unas nuevas coordenadas. Si en las coordenadas no se encuentra un barco, entonces el otro jugador dice «AGUA» y habrá fallado el tiro. Cuando un barco ha recibido un impacto en cada una de las casillas que ocupa, entonces el barco se hundió. El otro jugador debe decir «BARCO HUNDIDO». Todas las coordenadas se marcan en el tablero, para que no se repitan. Gana el jugador que hunda primero los 8 barcos de su enemigo (Edad: a partir de 6 años)

Ajedrez y damas

El ajedrez es un juego para dos personas, cada una de las cuales dispone de 16 piezas móviles que se colocan sobre un tablero dividido en 64 cuadros. Se trata de un juego de estrategia en el que el objetivo es «derribar» al rey del oponente.

Las damas son un juego de mesa para dos contrincantes. El juego consiste en mover las piezas en diagonal a través de los cuadros negros o blancos de un panel de 64 o 100 cuadros con la intención de capturar (comer) las piezas del contrario saltando por encima de ellas (Edad: a partir de 9 años)

Monopoly

El objetivo del juego es obtener un monopolio de calles e inmuebles. Los jugadores mueven sus fichas por turnos en sentido horario alrededor de un tablero, basándose en la puntuación de los dados, y caen en propiedades que pueden comprar de la banca, o dejar que la banca las subaste en caso de no ser compradas (Edad: a partir de 8 años)

  • Juegos cooperativos

Hop, hop, hop

Hop! Hop! Hop! Es un juego cooperativo donde la pastora, sus ovejas y su perro tienen que volver al refugio antes de que el viento se lleve el puente sobre el río. ¿Podrán cooperar los jugadores para llevar a todas las ovejas en el corral? Las ovejas irán avanzando y han de conseguir cruzar el puente y llegar al corral antes de que el puente se caiga. El puente se sostiene con unos pequeños troncos madera que se deben ir retirando cuando salga el símbolo de viento en el dado. Un juego con una combinación perfecta de cooperación y azar (Edad: entre 3 y 7 años)

Woolfy

En este juego de cooperación, tenemos que trabajar juntos para ayudar a los tres cerditos. Aunque el lobo atrapa alguno, podremos rescatarlo entre todos y cuando los tres cerditos estén bien protegidos, ¡Todos habremos ganado! El objetivo del juego es construir la casa de ladrillo para poder llevar y proteger allí a los tres cerditos (Edad: de 4 a 8 años)

Le Petit Poucet

En este juego los jugadores representan Pulgarcito y sus hermanos, que son el bosque intentando encontrar el camino de vuelta a casa antes de que el Ogro los atrape. Al principio del juego, los jugadores tienen aproximadamente 15 segundos para fijarse bien en los lugares por donde han pasado. Después, siguiendo las indicaciones del guía deberán acordarse del camino a seguir. El camino cada vez será más difícil de encontrar y el ogro cada vez estará más cerca. Por suerte tendrá a su disposición varios objetos mágicos que te servirán de gran ayuda (Edad: A partir de 7 años)

La isla prohibida

La Isla Prohibida es un emocionante juego colaborativo en el que los jugadores tratan de hacerse con los tesoros de una mítica isla misteriosa, antes de que las aguas la cubran por completo (Edad: a partir de 10 años) La torre encantada

La princesa ha sido capturado por un brujo malvado. Uno de los jugadores toma el papel del brujo y esconde una llave bajo uno de los 16 espacios del tablero. Los otros jugadores colectivamente intentan encontrar la clave antes de que vuelva el brujo. Para complicar más las cosas, hay seis cerraduras donde poder insertar la llave y sólo uno de ellos liberará la princesa, así que no será nada fácil conseguir adelantarse al brujo (Edad: A partir de 5 años)

Hanabi

Hanabi es un juego colaborativo único, los jugadores jugarán con las cartas al revés (de esta manera no verán sus cartas pero si verán las de los otros) y deberán dar información a los compañeros para que éstos decidan qué hacer. Cada carta representa un cohete de fuegos artificiales, con un número y un color. El objetivo final de la partida es que los jugadores lancen cohetes en orden, formando así 5 series (1 de cada color) que empiezan por el 1 y acaban por 5 (Edad: A partir de 10 años) Little cooperation

Little Cooperation es un juego cooperativo de la casa Djeco. Sobre el hielo, cuatro pequeños animales intentan volver a su iglú. Pero alerta porque el puente está a punto de romperse! Un juego cooperativo en el que ganan o pierden todos juntos (Edad: A partir de 3 años) ¡Rescate!

Es un juego cooperativo de lucha contra el fuego. Los jugadores son un equipo de bomberos que a un incendio con el objetivo de rescatar a todos los ocupantes de un edificio. A lo largo de la partida el fuego se irá extendiendo, a menos que los jugadores se dediquen a extinguirlo, aunque el tiempo corre en contra de los bomberos y lo más importante es poner a todo el mundo fuera de peligro antes de que el fuego haga caer del edificio (Edad: A partir de 10 años) el frutal
El frutal es un juego cooperativo. O todos ganan o todos pierden. Los niños, por turnos, deberán tirar el dado. Los puede salir el color rojo, amarillo, verde o azul. Cuando les salga un color, podrán coger una fruta de este mismo color y meterla en su cestita. Para ganar, los niños deberán recolectar toda la fruta antes de que llegue el cuervo. Si no es así, el cuervo se comerá toda la fruta que queda y los pequeños habrán perdido (Edad: A partir de 3 años) Escape

Un juego cooperativo que se juega en tiempo real, es decir: todos juegan en el mismo momento con sus dados tan rápido como puedan sin esperar turnos. Disponemos sólo de 10 minutos para que todos salimos del templo que se está hundiendo, pero tendremos que intentar activar el mayor número de piedras mágicas para acabar con la maldición que impide salir del templo (Edad: A partir de 8 años)

  • Juegos para trabajar la lengua

Story Cubes

Story Cubes es un juego muy divertido, que agudiza tu ingenio y afina tu imaginación. Cada dado tiene 6 imágenes o iconos, un total de 54 ideas que mezcladas pueden generar … más de 10 millones de combinaciones! Lanza los dados y, empezando por «Había una vez …», inventa una historia que involucre a los 9 resultados de los dados (Edad: a partir de 8 años)

Dixit

Un juego para dejar volar la imaginación. En cada turno, un jugador narra una historia basada en una de las cartas de su mano. Los jugadores tienen que decidir en cuál de ellas se ha basado la historia, recibiendo puntos por aciertos o errores (Edad: a partir de 8 años) scrabble

Es un juego de mesa en el que cada jugador intenta ganar más puntos mediante la construcción de palabras sobre un tablero de 15 x 15 casillas. Las palabras pueden formarse horizontalmente o verticalmente y se pueden cruzar siempre que aparezcan en el diccionario estándar (Edad: a partir de 10 años) Happy family

El objetivo del juego es conseguir el máximo número de familias. En cada juego siempre hay un total de 7 familias formadas por 4 personajes diferentes. Se trata de preguntar al jugador sobre un miembro específico de la familia que queremos formar. Aquel jugador debe responder sinceramente; si tiene la carta la tiene que dar y si no la tiene el jugador que ha preguntado debe coger una carta del mazo central y luego ya le toca al siguiente jugador. En cambio, si el jugador ha recibido la carta correspondiente, éste puede volver a preguntar otra vez más a otro jugador (Edad: A partir de 5 años) tabú

El Tabú es un juego de mesa que se juega en equipos de dos o más personas. El juego consiste en que uno de los miembros del equipo debe conseguir que su compañero acierte una palabra antes de que se agote el tiempo marcado. Para ello, el miembro del equipo le irá dando pistas. Pero está prohibido decir las llamadas palabras tabú. Las palabras tabú son palabras relacionadas con la palabra que el compañero debe adivinar.

Intelect

Es el mismo juego que el Scrabble. El juego de palabras cruzadas donde dependes de azar en coger las letras y de tu habilidad en componer palabras para obtener la máxima puntuación (Edad: a partir de 9 años) Quién es quién?

Es el juego de adivinanzas más divertido! Adivina el personaje secreto de tu adversario con preguntas como: «Tiene ojos marrones?» O «Lleva un sombrero?» Una vez tengas la respuesta, haz tu suposición y descubre el personaje misterioso (Edad: más de 6 años)

  • Juegos para trabajar las matemáticas

Rummikub

Es un juego de mesa que consta de un total de 106 fichas, 104 de las cuales están numeradas del 1 al 13, y 2 comodines. Las fichas numeradas tienen asociado un color (hay 4 colores diferentes). Cada jugador (entre dos y cuatro) recibe catorce fichas que no ha de enseñar al resto. Las fichas que no han sido repartidas se ponen boca abajo o de forma que no se vea su numeración. Las fichas deben intentar ligar formando combinaciones. Estas combinaciones se ponen en el centro de la mesa y son visibles para todos los jugadores. Hay dos tipos de combinaciones: escalas y grupos. Los comodines se pueden cambiar por cualquier ficha, ya la vez pueden ser sustituidos por la ficha numerada que están representando. En caso de que el jugador no pueda colocar ninguna ficha, debe coger una de las que están boca abajo. Gana quien acaba antes sus fichas, y acumula tantos puntos como la suma de las numeraciones de las fichas que han quedado en poder de los otros jugadores (Edad: a partir de 7 años)

Blokus

La base de juego es un tablero de 20 x 20 casillas cuadradas (400 en total). Los jugadores reciben al inicio de la partida un mismo grupo de 21 piezas de diferentes formas y tamaños formadas por pequeños cuadrados, cada jugador con un color diferente (azul, rojo, amarillo y verde). Comenzar cada jugador desde una de las cuatro esquinas del tablero, van colocando por turnos sus piezas en los espacios vacíos del tablero con la única regla que cada pieza que coloquen debe tocar por alguna esquina a alguna de sus piezas ya colocadas, nunca de forma adyacente. La partida finaliza cuando un jugador consigue colocar todas sus piezas (lo que le da la victoria) o cuando ningún jugador puede colocar ninguna ficha más. Es un juego de planteamiento puramente estratégico en el que el objetivo es abrirse el máximo espacio posible desde el principio para evitar quedar cerrado, lo que dificultaría enormemente el despliegue (Edad: a partir de 7 años)

Uno

El objetivo del juego es deshacerse de todas las cartas que se te tocan inicialmente, diciendo (o gritando, si es que hay ambiente) la palabra «Uno». Cuando queda la última carta en la mano, si el jugador no dice «Uno» cuando tiene sólo una carta, será penalizado con 2 cartas. El juego y stá compuesto de 108 cartas de las cuales unas son cartas normales y las otras cartas especiales: Cambio de sentido, carta pierde el turno, carta coge dos cartas, comodín de color y carta comodín coge 4 cartas (Edad: a partir de 7 años)

Triominos

Es una variante de dominó pero utilizando fichas triangulares. Haz que coincidan los números de los lados de cada triángulo y si completas figuras geométricas ganas puntos extra. Con reglas muy sencillas y un sinfín de posibilidades (Edad: a partir de 6 años) bingo

El Bingo es un juego de azar para varias personas que se juega con 90 bolas numeradas y al menos un cartón por persona. Un juego muy útil para trabajar la numeración y para pasarlo bien en las comidas familiares (Edad: a partir de 6 años) Tangram

El Tangram es un juego chino muy antiguo llamado Chi Chiao Pan, que significa tabla de la sabiduría. El puzzle consta de siete piezas o «tantos» que salen de cortar un cuadrado en cinco triángulos de diferentes formas, un cuadrado y un paralelogramo. El juego consiste en usar todas las piezas para construir diferentes formas. Un juego muy útil para trabajar la geometría (Edad: a partir de 4 años)

  • Juegos de habilidad

jenga

El Jenga o La Torre es un juego de habilidad física y mental, en el que los participantes, deben retirar bloques de una torre por turnos y colocarlos en la parte superior, hasta que ésta se caiga. Se juega con 54 piezas de madera que se ubican en formación cruzada por niveles de tres piezas juntas hasta conformar una torre de 18 niveles de altura. En su turno, cada jugador deberá retirar una pieza de cualquiera de los niveles inferiores de la torre utilizando sólo dos dedos y procurando que no caiga la torre, y poner en el nivel superior para completarlo y hacer crecer su tamaño. Gana el jugador que ha hecho la jugada anterior a la que ha hecho caer la torre (Edad: a partir de 6 años)

Mikado

Se trata de un juego de destreza que se basa en la habilidad de controlar el movimiento de la mano y la coordinación entre ojo y mano; por lo tanto, ayuda al desarrollo de la motricidad. Se juega con un conjunto de varillas con bandas pintadas de varios colores. Los palillos son de colores comunes: rojo, verde, amarillo y azul, y de todos los palillos, sólo uno de ellos es de color negro, o en algunos casos blanco. El palito negro (o blanco) es único e importante en el juego. Los otros palillos de colores son de cantidades variadas, y tienen valores de puntuación diferentes según su color, siendo el de más valor del palillo único (Edad: A partir de 3 años) Gestos. El juego de preguntas.

Es un divertidísimo juego de mímica con 3 niveles de habilidad. Actúa deprisa mientras el cronómetro cuenta. Toma cartas antes de que desaparezcan. El juego incluye más de 600 palabras para representar (Edad: A partir de 8 años)
Pictionary

Es un juego que consiste en adivinar una palabra a través de un dibujo hecho en papel. Gana el jugador o el equipo que más palabras o frases adivine. Pictionary es un juego donde la única comunicación permitida es el dibujo: Para equipos, consiste en adivinar una palabra viendo los dibujos que hace nuestro compañero, en una carrera contrarreloj en la que gana el equipo que adivina más palabras. Lo más difícicil es dibujar verbos, palabras muy rebuscadas, o sustantivos abstractos (Edad: A partir de 8 años)

Ritmo y bola

Ritmo y Bola es un juego donde deberás dar palmas tus piernas al ritmo de ‘We Will Rock You’. A partir de ahí, comenzará una cadena de signos que deberás seguir con atención: cuando te toque deberás repetir tu signo y hacer el de otro participante sin equivocarte! El sentido del ritmo, la capacidad de observación y tu astucia serán tus armas! (Edad: A sufrir de 8 años)

Simón said

El objetivo del juego es medir nuestra capacidad para memorizar una secuencia de eventos, en este caso: colores y sonidos. El jugador las debe repetir hasta donde recuerde (Edad: a partir de 8 años)

  • Juegos de azar

mística

Precioso juego de cartas en el que para ganar, se harán parejas hasta descubrir el gato enmascarado misterioso … es así de fácil! Todas las cartas tienen su propia pareja, excepto la carta Mistigri, de la que nos tenemos que deshacer por todas las vías posibles. (Edad: A partir de 4 años)

el parchís

El parchís es un juego de mesa muy popular. Se juega con 1 dado y 4 fichas para cada uno de los jugadores (de dos a cuatro, aunque también hay tableros para 6 u 8 jugadores). El objeto del juego es que cada jugador lleve sus fichas desde la salida hasta la meta intentando, en el camino, comerse a las otras. El primero en conseguirlo será el ganador (Edad: a partir de 6 años) Juego de la oca

El juego de la oca es un juego de mesa para dos o más jugadores. Cada jugador avanza su ficha por un tablero en forma de espiral con 63 casillas con dibujos. Dependiendo de la casilla en la que caiga, se puede avanzar o por el contrario retroceder, y en algunas de ellas está indicado un castigo. En su turno cada jugador tira dos dados (o un dependiente de las diferentes versiones) que indican el número de casillas que debe avanzar. Gana el juego el primer jugador que llega a la casilla 63 (Edad: a partir de 6 años)

conclusión

Los juegos de mesa no sólo son un entretenimiento, sino que pueden ser muy educativos y ayudan a que los niños desarrollen sus capacidades motrices, mentales y sensoriales. Los juegos mantienen la mente activa y aumentan la capacidad de aprender.

Otro aspecto muy importante a destacar es que los juegos de mesa están pensados para compartir buenos momentos con otras personas. En estos ratos los niños mejoran sus habilidades sociales, ya que aprenden a relacionarse ya trabajar en equipo.

Una vez descubiertos los grandes beneficios educativos de los juegos de mesa sólo nos falta incorporarlos a las aulas. Necesitamos encontrar momentos en el horario apretado de asignaturas, tareas, exámenes … que tenemos diariamente, para poder ver cómo los niños aprenden jugando !!!

Como maestros puede recomendar a las familias estos juegos ya que jugar con familia refuerza los vínculos tan entre padres / madres e hijos como entre los hermanos.

Espero que la recopilación de juegos te sea útil y disfruta juntos de unos buenos momentos!

Si conoces algún otro juego que quieras recomendar, hazlo escribiendo un comentario por favor. Muchas gracias 😉

Fuente noticia: https://translate.google.co.ve/translate?hl=es&sl=ca&u=http://natibergada.cat/&prev=search

Fuente imagen: http://www.diegoweb.net/juegos educativos/juego1.jpg

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Uruguay: Una deuda que se paga en la escuela

Uruguay/22 mayo 2017/Fuente: El País

Cada vez más niños son diagnosticados con trastornos de desarrollo. Las mutualistas tienen problemas para lidiar con sus tratamientos, pero la situación se agrava para los pacientes de ASSE. La largas esperas para acceder a especialistas dejan a cientos de niños pobres sin rehabilitación.

El niño que fuimos, desde la gestación y hasta los tres años, período durante el cual los estímulos del entorno son esenciales para que el cerebro desarrolle funciones como caminar, hablar e interactuar en sociedad, determina qué tipo de adulto seremos. Pero, ¿qué pasa cuando hay un retraso en el desarrollo y un niño debe esperar seis meses, un año, dos o tres para ver a un especialista?

La carga biológica, emocional y ambiental que se acumula en la primera etapa de la niñez es como un código de barras grabado a fuego, que con el tiempo va a ir moldeando un carácter, una identidad, un número en la estadística. El número que falta es de los niños abandonados en listas de esperas eternas, que los dejan afuera de los tratamientos de rehabilitación que necesitan.

Crecer es una tarea difícil, y demasiados bebés no son estimulados por sus padres como deberían. En países como Uruguay, con el 20,6% de los niños menores de seis años viviendo en hogares pobres, alcanzar el desarrollo mental óptimo es una suerte. Cada año, esa suerte abandona a unos 200 millones de niños en el mundo.

El neurólogo infantil Gabriel González, profesor grado cinco, director de la cátedra de Neuropediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República e integrante de esta cátedra en el Pereira Rossell, dice que en nuestro país hay dos escenarios de crianza que son extremos: uno que se parece al de los países escandinavos y otro que recuerda al sudeste asiático. A pesar de las diferencias socioeconómicas, en los dos grupos, y a nivel mundial, se está dando una tendencia que rompe los ojos de los pediatras: el 1% de los niños es diagnosticado con trastornos de desarrollo neuroconductuales, lo que compromete su capacidad de aprendizaje y comportamiento.

En los últimos 15 años, el diagnóstico que más aumentó es el trastorno de espectro autista, que engloba distintos grados de severidad. Otras de las consultas más comunes son por alteraciones en los niveles ideales de desarrollo del lenguaje. Para todos estos pacientes el tiempo es oro, no solo en cuanto a la detección del riesgo, sobre todo en el acceso a un tratamiento precoz y oportuno.

El gran problema que desvela a la pediatría local surge cuando estos diagnósticos se vinculan a un contexto de pobreza. «Ese es el punto clave», explica González. «El mayor problema de este país es la educación y está muy vinculado a estos diagnósticos de alteraciones en manejo de la conducta, desarrollo cognitivo, problemas de lenguaje, futuro aprendizaje y comportamientos impulsivos».

El Ministerio de Salud Pública reconoce esta emergencia y estableció como uno de los Objetivos Sanitarios 2020 «disminuir la prevalencia de alteraciones del desarrollo en niños de cero a cinco años» y, en el caso de los diagnosticados, «atenuar la severidad de sus síntomas». Alfredo Cerisola, profesor agregado de neuropediatría y presidente de la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP), asegura que «lo que tienen en particular estos trastornos es que muchos pueden ser reversibles si se actúa rápido, cuando el cerebro aún es plástico». Dice, que entre los niños que presentaron dificultades de comunicación compatibles con un diagnóstico de espectro autista y fueron intervenidos adecuadamente, «el 20% logra rehabilitarse y alejarse del síndrome».

Cuestión de lógica.

A pesar de que la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y el Ministerio de Desarrollo Social tienen recursos distribuidos por todo el país para detectar a los niños que presentan este tipo de riesgo (Uruguay Crece Contigo, programa Aduana, plan CAIF, entre otros), el lento acceso a tratamientos de rehabilitación de fisioterapia, fonoaudiología y psicomotricidad, y el mal funcionamiento de algunos programas específicos, dejan a los más vulnerables en una eterna lista de espera.

Los olvidados de la salud pública son justamente esos niños a los que les urge mejorar para tener un futuro lejos de la pobreza. Es que la mayoría de los pacientes que se atienden en ASSE están excluidos de las prestaciones que otorga el Banco de Previsión Social (BPS) para ayudar a costear estos tratamientos en clínicas privadas, que son costosos y largos.

Las Ayudas Extraordinarias (AYEX) les corresponden a los hijos de trabajadores de la actividad privada y a los hijos de los funcionarios del BPS. Solo a ellos. De esta manera, todos los hijos de padres desempleados, profesionales independientes, empleados públicos, y de trabajadores informales (es decir, el 25% de la población) no tienen otra opción que anotarse en una lista de espera y cruzar los dedos para conseguir una hora con los especialistas de ASSE.

El neuropediatra Cerisola y varios colegas suyos que trabajan en policlínicas barriales, opinan que «el sistema de acceso a especialistas para concretar un diagnóstico y comenzar un tratamiento puede ser perverso». La demora para conseguir una hora con fonoaudiólogo o psicomotricista es de un año, dos y tres. Por eso, dice: «Detectar y no tratar es incoherente. Los criterios que fijó el BPS para las AYEX no tienen ningún tipo de lógica de salud. No sabemos cuántos niños están en esta situación porque se pierden en las demoras. La realidad es que ASSE no tiene capacidad y no tiene equipos para atenderlos en casi ninguna de sus unidades ejecutoras».

El lenguaje oral es la puerta de entrada al aprendizaje. Un niño de tres años con problemas en el habla, que no recibe un tratamiento rápido para adqui- rir los precursores del aprendizaje, cuando llegue a la escuela no logrará escribir ni leer correctamente. Diana Sastre, pediatra de la policlínica del Cerro, delegada del núcleo de base por el Sindicato Médico del Uruguay, continúa con esta crónica de un mal crecimiento anunciado: «Como habla mal y sus compañeros no lo entienden, va a quedar aislado. También fracasará en el aprendizaje. Su familia va a creer que no puede, él va a convencerse de que no puede, y cuando llegue al liceo va a desertar. Y después, ¿qué tipo de trabajo va a conseguir cuando sea adulto?».

Cerisola advierte que si a un niño se lo interviene uno, dos o tres años tarde, sus posibilidades de evolución son muy pocas. «Este es un camino que empieza en la primera infancia y se va continuando toda la vida. Por eso hay que resolverlo, porque ya es un tema frustrante, es una deuda enorme que estamos contrayendo con estos futuros adultos», advierte.

Para plantear esta urgencia, se reunió con la directora de salud del BPS en 2014. En 2015 envió una nota al MSP y a la ministra de Educación y Cultura. Y en 2016 presentó una propuesta en el Diálogo Social —una iniciativa del gobierno para recoger inquietudes de distintas organizaciones civiles—, donde pidió «universalizar los tratamientos de rehabilitación a través de las ayudas extraordinarias del BPS a todos aquellos niños y adolescentes que lo requieran». En uno de los primeros párrafos, escribió: «La situación actual constituye una violación al principio de igualdad del derecho a la salud».

Las autoridades le dieron la razón en la falta de lógica de los criterios establecidos para estas prestaciones, pero aún no se encontró la forma de resolverlo. «La verdad es que esperaba más reacción, incluso me sorprendió cómo ningún otro sindicato de trabajadores exigió este derecho para sus hijos», dice.

Ayuda huérfana.

Serenar (Seguimiento de Recién Nacidos de Alto Riesgo Neurológico) es uno de los más específicos programas públicos para captar niños nacidos en contextos vulnerables que podrían tener trastornos de desarrollo. Idealmente, estos equipos deberían estar conformados por neuropediatra, pediatra, psicólogo, psicomotricista, fonoaudiólogo y fisioterapeuta, pero algunas unidades están lejos de esta realidad y apenas cuentan con dos especialistas. Su objetivo es acompañar la evolución del niño hasta que cumple los siete años. Estos médicos los diagnostican y, en varios casos, derivan el tratamiento. Cuando esto ocurre, lo habitual es que tengan que suplicar por una hora para sus pacientes.

En agosto, las nueve unidades que funcionan en siete departamentos del país (tres de ellas en la capital) celebrarán el onceavo aniversario desde que, en 2006, abrieron sus puertas gracias a un capital español, para luego, a partir de 2007, quedar en manos de ASSE y la cátedra de Neuropediatría del Pereira Rossell. Antes del festejo, en julio, una de estas unidades cumplirá dos años sin neuropediatra: la especialista que diagnostica al paciente y propone el tratamiento a seguir. El equipo no tiene guía porque nunca se llenó esta vacante. La médica que ocupaba este cargo se fue al sector privado, donde el salario llega a ser el doble del que abona ASSE, las horas extras se cobran y los niños acceden a los tratamientos indicados.

Más grave aún: en octubre, el programa entero cumplirá un año sin director ni coordinador: otras dos funcionarias que renunciaron cansadas de angustiarse por la falta de respuestas ante los recursos perdidos y los prometidos que nunca llegaron. Ver cada día una sala llena de niños puestos en lista de espera las convenció de que hay males que sí parecen durar 100 años.

En 2015, la OPP auditó a Serenar y determinó que, a pesar de que la población objetiva del programa es de 18.358 niños, la detección alcanzó únicamente al 13,1%. También advierte que no hay estadísticas que indiquen cuántos niños reciben tratamiento y cuántos no, porque no hay ningún tipo de registro.

El 30% de los nacimientos en ASSE conllevan un riesgo de vulnerabilidad. La catástrofe de las demoras para especialistas alcanza a toda la pediatría de primer nivel de atención. Una funcionaria de una policlínica barrial, dice: «Es tan vergonzosa la espera que tienen las derivaciones a especialistas de todo tipo que yo ya no hago pases, porque siento que estoy engañando a esos padres, prometiéndoles un tratamiento para su hijo que nunca van a tener».

Cuando médicos como ella se cansan de la música de espera y los niños son menores de tres años, se reúnen con psicomotricistas de los centros CAIF para planear algún tipo de intervención posible, como alternativa a los tratamientos que no reciben. Algunos pocos pacientes, los más afortunados, pueden llegar a conseguir un cupo en el programa DIME para niños con dificultades de aprendizaje, «una isla en este sistema fallido», dice la pediatra Sastre, porque allí sí tienen un equipo de especialistas completo. Agrega que si cada mes hay cuatro niños que consiguen un lugar allí, hay otros 25 que lo esperan.

Sastre y otros pediatras creen que la pelea debe darse para que los tratamientos de rehabilitación sean incluidos en el Plan Integral de Atención de Salud, formando parte de la canasta de prestaciones básicas. Una alternativa que a Cerisola le parece bien: «No importa de qué manera y dónde se solucione este problema, el tema es que sea ya».

Puede y debe mejorar.

No es cuestión de envidiar el funcionamiento de los servicios de salud privados, porque según varios testimonios casi todas las mutualistas tienen problemas para cumplir con estos tratamientos sin demoras y respetando la cantidad de sesiones necesarias para lograr una mejora en el paciente.

A los padres de Antonio les llevó un año concretar el diagnóstico de espectro autista debido a las largas esperas para sacar hora con un especialista. Y como son empleados independientes no acceden a las ayudas extraordinarias del BPS, así que deben pagar los tratamientos. Las mellizas Lucía y Belén, que tienen tres años y apenas hablan, esperaron seis meses para ver a una fonoaudióloga. A la mamá de Joaquín la mutualista le dijo que psicomotricistas no había. No le quedó otra opción que terminar el diagnóstico y comenzar la rehabilitación en una clínica privada. Estefanía se atiende con un psicólogo, pero la derivación es para consultas de media hora y por un período de seis meses. Todas estas familias gastan entre $ 7.000 y 11.000 cada mes en tratamientos que deberán continuar por lo menos durante algunos años más.

La psiquiatra Mercedes Pazos opina que la reforma de la salud mejoró muchísimo el acceso a las psicoterapias, pero «estamos lejos de que haya un servicio eficaz y tenga un alcance universal porque los servicios están saturados».

También cuenta que últimamente recibe en consulta a muchos niños que se sienten solos, tristes, desatendidos, aburridos, «que no tienen un eco humano en la vida porque el tiempo de compañía de la familia está siendo muy escaso». Cree, como otros especialistas, «que el ambiente en el que crece un niño puede reforzar o empeorar los síntomas de un trastorno de desarrollo». Por eso dice que la psicoterapia es «una herramienta sensacional, porque es más frecuente que los niños respondan a las circunstancias ambientales del contexto en el que crecen, a que tengan una patología por sí misma.»

Sucede que algunas veces los niños pueden comportarse como si tuvieran un síndrome, pero no tenerlo. «Considerando esto, que las derivaciones sean para consultas de media hora y por seis meses es una farsa. Es como hacer de cuenta que se hace algo útil cuando es un barnicito que no alcanza para producir modificaciones sustanciales», dice.

Mientras los expertos le piden al sistema que se organice mejor, cada vez hay más niños que llegan a las consultas con miradas perdidas, pocas palabras y conductas repetitivas e hiperactivas. Las investigaciones que se realizan en el mundo entero aún no pudieron determinar cuál es el origen del espectro autista, el principal síndrome que agrupa estos trastornos de desarrollo. Entre demasiadas causas posibles, todavía es difícil dar en la tecla. Tanto, co-mo encontrar la solución para que funcione un sistema de salud que tiene a la niñez más débil abandonada en una lista de espera, y que algún día no muy lejano se cobrará esta deuda.

En contextos pobres muchas consultas son por trastornos de lenguaje. Foto: F. Ponzetto

Psicoanálisis en el tratamiento

Los trastornos de desarrollo son diagnosticados por neuropediatras y psiquiatras. Gabriela Porras, psiquiatra de niños y adolescentes y psicoanalista en formación de la Sociedad Psicoanalítica del Uruguay, dice que si bien «el trastorno de espectro autista es fácil de diagnosticar por sus conductas contundentes, el debate radica en entender qué hay detrás de eso». Aunque el origen aún no se sabe, algunos investigadores apuntan a una carga biológica, otros a una genética y otros a una de orden emocional.

«Se ha debatido si el origen podría ser emocional o no y si el abordaje psicoanalítico podría hacerles bien o no a niños con estos trastornos.

Hay escuelas que lo niegan radicalmente pero otros creemos que estos síndromes necesitan ayuda de todas las áreas, incluyendo la psicoterapia psicoanalítica».

Tanto es así, que el año pasado hubo un congreso de psicoanálisis en Cartagena durante el cual especialistas de todo el mundo realizaron una declaración en la que reivindicaron el papel de la terapia psicoanalítica en estos tratamientos de rehabilitación.

Su colega, la psiquiatra Mercedes Pazos, opina que el aumento de diagnósticos de este trastorno puede deberse a que hay «una mayor consciencia en captar dificultades en los niños que antes no se consideraban. Ahora se cree que puede haber un trastorno detrás de ciertas conductas y por eso ser tratable».

Pazos agrega que también podría haber una intención de captar más población factible de ser tratada por el sistema de salud y mediante fármacos. Es que en 2013 el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5 amplió el criterio que determina el diagnóstico psiquiátrico de espectro autista, lo que generó que varios grupos detractores argumentaran que hay más diagnósticos porque hay más alerta para generar una «marketinización» de la salud. «La medicina se volvió más preventiva, se detecta a un paciente de riesgo y enseguida se lo quiere tratar», opina Pazos.

Porras dice que todos los niños son distintos y no todos los criterios que ayudan a diagnosticar un síndrome tienen las mismas causas. Cree que en los casos en que el espectro no es tan severo ni está acompañado de otras patologías como epilepsia o retardo mental, el psicoanálisis podría jugar un rol importante. «El psicoanálisis cree que el encapsulamiento y otros comportamientos sociales podrían ser un modo de defenderse ante un nivel de angustia importantísimo que tiene origen en los primeros meses y años de vida», plantea.

Esta especialista sabe que a veces el tiempo es un factor esencial cuando se opta por incluir este abordaje en los tratamientos. «No tenemos respuestas ni soluciones rápidas, porque esto es como una investigación que en el caso de los niños incluye a las familias, que muchas veces no quieren entrar en contacto con estas angustias. Desandar el camino de un ser humano es complejo, pero en muchos casos destraba síntomas».

Síndrome con origen aún desconocido

Los niños con trastorno de espectro autista presentan problemas de comunicación social, del lenguaje y de motricidad. El autismo tiene distintos grados de severidad, pero sumando todos los diagnósticos representa el 1% de la población y sigue en ascenso. Desde hace algunos años se están realizando todo tipo de investigaciones a nivel mundial. Todavía no se encontró la causa. El neuropediatra Alfredo Cerisola cuenta que se detectaron grupos de riesgo pero no se sabe por qué los afecta a ellos. Por ejemplo, en general hay más autistas hombres que mujeres. Por otra parte, en Estados Unidos, los más afectados son los caucásicos y los menos los descendentes de hispanos y afrodescendientes. «En esto siempre hay predisposición genética y también influyen factores ambientales que modifican la expresión de los genes», explica el neuropediatra Gabriel González.

«Lo primero que pregunto es si tienen agua y luz»

Paula Schiappacasse es psicóloga infantil en la policlínica de Ciudad Vieja. Antes lo fue en la de Casavalle. Cuenta que suelen acercarse padres que no saben qué hacer con la conducta de sus hijos. «Es común que me digan no puedo con él, cuen- ta. Cuando son muy pequeños, la psicoterapia se realiza con los padres y pocas veces está el niño presente. «Se trabaja sobre estructuras y rutinas estables, algo así de simple, que no existe en ciertos sectores», explica. «Mis primeras preguntas son si tienen agua y luz en la casa, si tienen una cama y abrigo», dice. Muchos llegan con cartas de maestros que notan hiperactividad, déficit atencional o trastornos oposicionistas (no respetar límites). En esos casos estoy en contacto con la escuela para saber cómo avanzan».

Fuente: http://www.elpais.com.uy/que-pasa/deuda-que-se-paga-escuela.html

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12 años de autismo: Avances

Por: Daniel Comin

En los últimos 12 años han habido miles de estudios de investigación sobre autismo, de hecho una búsqueda rápida sobre Pubmed (Una base de datos sobre estudios de investigación) usando el término autismo, nos arroja más de 28.000 resultados. Una cifra espectacular sin duda alguna.

Se han dado muchos avances en el conocimiento sobre el autismo, tanto a nivel de neurofisiología, genética, biología, intervención, …, aunque ciertamente falta mucho aún por conocer.

Sabemos que el autismo genera una construcción diferente del cerebro durante el proceso de gestación. No se sabe exactamente qué produce esta construcción distinta, aunque la genética está dando grandes pasos en este ámbito, de hecho, uno de los aspectos relacionados con la genética, apunta al peso herencia paterna en el autismo. Aunque, dada la heterogeneidad del autismo y sus manifestaciones, hace que sea todo mucho más difícil, pero los avances en genética están dando ya algunas explicaciones al misterio de la génesis del autismo.

A día de hoy hay ya una fuerte evidencia científica sobre los desórdenes sensoriales ligados al autismo, aunque este factor parece estar, no solo relacionado con el autismo, sino con otros trastornos del neurodesarrollo y dificultades del aprendizaje. También sabemos que la intervención temprana de estos desórdenes sensoriales genera efectos muy positivos en el desarrollo de los niños.

En lo relativo a la comunicación, el uso de las tecnologías ha sido otro de los grandes impulsores de este campo. Hemos visto como el uso correcto de dispositivos como tablets, se han convertido en un medio genial para el uso de los apoyos visuales como potenciadores de la comunicación y el lenguaje. De igual forma, a día de hoy, se siguen perfeccionando metodologías para el trabajo de los aspectos relativos a la comunicación y el lenguaje.

Los aspectos relacionados con la salud emocional están adquiriendo una gran relevancia, tanto es así, que se está generando un fuerte cambio en la visión del correcto abordaje de estos aspectos. Hasta hace poco, se entendía como un aspecto de atención puramente farmacológica para abordar los aspectos relacionados con: Obsesiones, ansiedad, depresión, irritabilidad, fobias miedos y angustias, estrés, y otros factores relacionados. Hoy se ha cambiado este enfoque, contendiendo de una forma global, ya que sabemos que para evitar los problemas relacionados con la salud emocional, es más efectivo trabajar sobre la causa que sobre la consecuencia.

En lo referido a conducta, más que avances puramente dichos, hemos cambiado la visión de los problemas de conducta. Sabemos una gran cantidad de los problemas de conducta asociados al autismo tienen un origen relacionado con los factores de la alteración sensoriomotriz, los problemas de comunicación, y de salud emocional. Si contendemos con estos tres aspectos de forma integral, los problemas de conducta son mucho menores, de forma que, la necesidad de abordar solo las consecuencias conductuales desaparece, trabajando por tanto la causa de los problemas conductuales y no la consecuencia. Siguen existiendo, no obstante, la necesidad de abordar algunos aspectos relacionados tanto con la conducta como con el comportamiento, aunque desde una visión más educativa que terapéutica, los especialistas en autismo y conducta son parte activa de este cambio de visión y comprensión del abordaje de los aspectos conductuales. Este cambio de visión en el abordaje de los aspectos conductuales ha generado un paso enorme en el modelo de atención a las necesidades de la persona con autismo.

Estamos ante otro cambio en el paradigma del autismo a nivel global. De las teorías absurdas de las madres nevera, al modelo psiquiátrico, pasando por la intervención farmacológica, a la famosa tríada de Wing, a la intervención únicamente conductista, y en la actualidad a una visión global que mejora la comprensión del autismo y por tanto los modelos de intervención.

Hoy tenemos constancia de la importancia de poner en marcha modelos de atención temprana, destinados a la regulación del niño y sobre todo a su preparación para el entorno social. Cuando el niño dispone de modelos válidos de comunicación, está regulado emocional y sensorialmente, su participación de la vida social es mejor, y por tanto su llegada al colegio es más adecuada, aunque el aspecto educativo es otro de los grandes retos a los que debemos enfrentarnos.

Todos estos avances, tanto a nivel científico como en los modelos de intervención, están generando también nuevas situaciones. Cada vez hay más y más niños que presentan avances importantes, pero también generan nuevos desafíos, los cuales estamos viendo en los entornos educativos.

El abordaje a nivel educativo de los trastornos del espectro del autismo es otro de los grandes caballos de batalla. A día de hoy, cada vez aparecen más colegios que trabajan modelos de educación inclusiva, aunque siguen siendo una minoría. Curiosamente, se habla de la aplicación de modernas metodologías educativas para contender con la diversidad, aunque muchas de esas metodologías sean del siglo pasado, que, aunque válidas y eficaces, nunca se implantaron en el modelo educativo.

El cambio del modelo educativo, es en la actualidad, uno de los mayores frentes, mientras la ciencia avanza a pasos de gigante, el sistema educativo sigue, en la gran mayoría de los casos, estancado, siendo un problema a resolver. A pesar de que tanto los especialistas y profesionales de la educación, como las propias familias, son conscientes de la necesidad de ese cambio global del modelo escolar, al depender este aspecto de factores políticos, la educación sigue siendo hoy en día la gran rémora de la atención al autismo. Es por tanto imprescindible seguir trabajando para que las Administraciones Públicas sean conscientes de esta realidad y apliquen el conocimiento existente en los colegios para mejorar la calidad educativa y contender adecuadamente con las necesidades de todos los alumnos.

En lo referente a las leyes, quizá lo más relevante haya sido la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 13 de diciembre de 2006 en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Esta convención, firmada y ratificada por casi todos los países miembros de las Naciones Unidas, generó un cambio mayor en los aspectos legales de las naciones, aunque realmente, al igual que sucede con tantas otras leyes, sigue siendo poco real en su cumplimiento. Y aunque muchos países han realizado importantes modificaciones en sus marcos legales, estos cambios apenas han tenido un gran efecto en la realidad cotidiana.

La lucha por el cumplimiento de las leyes sigue siendo otro de los problemas mayores a los que nos enfrentamos. Curiosamente, dos de los aspectos fundamentales para la vida de las personas con autismo, como son su amparo legal y la educación, que dependen de los Gobiernos, son los que presentan mayores dificultades y retrasos. Quizá la incapacidad de nuestros gobernantes para llevar a cabo políticas pensadas en sus ciudadanos sea un aspecto que es mucho más visible cuando hay que contender con el sector más frágil de una sociedad, como son los niños y personas con discapacidad.

En resumen, los avances en ciencia e intervención han sido muy grandes, nuestro conocimiento ha mejorado nuestra comprensión y visión del autismo. Esta es la parte más positiva de estos 12 años. Y la parte negativa, pues es la de siempre, todo aquello que depende de Gobiernos y Organismos Públicos. Por tanto, la acción y el activismo de las familias debe ser tenaz y firme, para que, de una vez por todas, consigamos romper el muro que los Gobiernos construye alrededor de las personas con discapacidad.


Fuente: https://autismodiario.org/2017/04/15/12-anos-autismo-avances/

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Brinda apoyo a tu hijo en sus cambios educativo

Por: Mariana Tello / Helymar Márquez

El inicio del año escolar trae cambios significativos en los escolares quienes se enfrentan a nuevos retos, para muchos el primer contacto con el colegios, otros su primera vez en primara mientras que los más grandes se inician en el bachillerato.

Las palabras adaptación y paciencia son primordiales en esta etapa, tus hijos necesitarán mucha empatía y trabajo en equipo para que sea una experiencia de crecimiento y, aprendizaje sin problemas.

Estos procesos explica la psicóloga Helymar Márquez trae cambios significativos en el desarrollo educacional de los niños que requieren el apoyo de los padres y maestros.

“Existen unos periodos especiales en donde es necesario ofrecerle a los niños apoyo físico y emocional ya que pueden ser momentos un tanto críticos para muchos. Por ejemplo el inicio al preescolar, al primer grado y el inicio del bachillerato. Todos estos momentos requerirán de paciencia ya que se requiere de un periodo de adaptación al nuevo sistema de educación a la cual los niños estaban acostumbrados”.

La psicóloga destaca que  “Hay que tener presente que esta adaptación dependerá de las destrezas de cada niño pero a manera general puede llevarles alrededor de 3 meses es decir el primer trimestre del año escolar. Durante este período es importante brindarles a los niños palabras de aliento, contacto a través de abrazos y sobre todo paciencia a sus posibles frustraciones en esa búsqueda de adaptarse, paciente para el llanto de los más pequeños y estrategias de gestión de tiempo y planificación para los adolescentes”.

Márquez les recuerda a los padres lo importante de ponerse en el lugar de sus hijos y la necesitad que juntos, en familia se abra paso con apoyo a la nueva experiencia.

“Todos pasamos por esos periodos de adaptación en nuestra vida en muchas ocasiones así que mientras más apoyo se siente más rápido será el ajuste. Acciona no dejes de brindar tu apoyo a tus hijos ellos te esperan”, dijo Helymar a PITOQUITO

Fuente: http://www.panorama.com.ve/pitoquito/Psicologa-Brinda-apoyo-a-tu-hijo-en-sus-cambios-educativo-20160927-0090.html

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