Reseña de Libro: Juventud y desigualdades en América Latina y el Caribe.

Pablo A. Vommaro. 

Florlenis Chévez Ponce. Iván Francisco Porraz Gómez. Luisina Castelli Rodríguez. María de los Angeles Peña. Marialina García Ramos. Marvin Rodríguez Vargas. Melissa Villegas Quispe. Paola Viera Córdova. Vanina van Raap. Vivian Boza Chacón. Yannet López Verdecia. Creación Colectiva/ Tejidos del Viento. Bruna Rossi Koerich. Cecilia Millán La Rivera. Gianne Neves Oliveira. Arquímides Romero. Gonzalo Assusa. [Autores de Capítulo]
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Colección Estudios sobre las Desigualdades.
ISBN 978-987-722-189-3
CLACSO.
Buenos Aires.
Junio de 2017
En América Latina las juventudes se encuentran atravesadas por dos características fundamentales: desigualdades y diversidades. Situaciones como el desempleo o la pobreza se duplican o triplican en este segmento, que no solo atraviesan desigualdades materiales, sino también étnicas, sexuales y de género, territoriales, culturales, educativas, laborales, políticas y religiosas, entre otras. Los estudios relevados siguen mostrando un conjunto complejo y preocupante de paradojas y contrastes, junto con un profundo malestar social, evidente en las irrupciones de movimientos juveniles que hasta no hace mucho tiempo permanecían poco visibles en el espacio público y que en los últimos años han ocupado calles y plazas en lucha por diversos temas, por ejemplo, educación pública, gratuita, democrática y de calidad.

Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20170719113307/Juventud_y_desigualdades_en_ALyC.pdf
Imagen: http://www.clacso.org.ar/clacso/novedades_editoriales/img_tapas/1255_Tapa.gif
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Sr. Trump, no construya ese muro

La mejoría mundial que sacó a más de 600 millones de personas de la pobreza en 20 años no se hizo con muros sino con puentes.
En los primeros días de la administración Trump, entre tanta incertidumbre y expectativa, hay dos cosas que han quedado muy claras. Primero, que Trump está dispuesto a cumplir todas y cada una de sus promesas electorales por más disparatadas que fueran, y segundo, que Trump actúa con suma ejecutividad, escucha poco a sus asesores, no teme asumir costos políticos y genera crisis internacionales sin que le importe demasiado.
En sus primeros cinco días firmó ocho órdenes ejecutivas, con las que dio comienzo al cumplimiento de sus promesas de cerrarse al mundo (abandonó el TPP, que tampoco era una panacea) y se enroscó en una monumental crisis con uno de sus mayores aliados y socios comerciales, como es México. Además de solicitar la revisión del Nafta, dio órdenes para el comienzo de la construcción del muro en la frontera con México. Un muro que está incipientemente instalado en un tercio de los 3.200 kilómetros de frontera (se comenzó en 1996 en la administración Clinton), pero que no tiene la entidad del muro que desea Trump en cuanto a altura y espesor.
Pero el tema no termina en el dichoso muro, sino en quién va a pagar los US$ 15.000 millones que supuestamente costaría su construcción. Normalmente, el que lo hace, lo paga. No ocurre eso con Donald Trump, que no solo quiere construir el muro sino hacer que México pague su costo. Eso dijo Trump en su campaña electoral y eso piensa hacer. El jueves lanzó la idea de poner un arancel del 20% a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos. El 20% sobre US$ 300.000 millones anuales, razonan Trump y su equipo, daría unos US$ 60.000 millones, cifra más que suficiente para pagar el costo de muro. Solo que no es tan sencillo porque cualquiera que sepa un mínimo de economía sabe que un impuesto a las exportaciones lo termina pagando el consumidor final en los Estados Unidos con precios más altos de los productos mexicanos. O que incluso puede generar fenómenos como que se cancelen compras de México y se hagan de otra parte. Y ello sin tener en cuenta que muchas de las exportaciones mexicanas tienen insumos estadounidenses, con lo cual se perjudicaría la industria de Estados Unidos.
Todo esta insensatez, propia de quien no sabe de lo que habla, ni sabe que no sabe y por tanto no es capaz de buscar buen asesoramiento –algo propio de los ególatras– llevó a una gravísima crisis con México. Enrique Peña Nieto suspendió la visita a Washington prevista para el martes 31. Desde el entorno de Trump se dijo que se podría realizar «más adelante». Difícil, tal como vienen las cosas, que incluyen también la renegociación del Nafta y acuerdos de seguridad fronteriza que también interesan a México, que tiene problemas de seguridad en su frontera con Guatemala, por donde muchos centroamericanos quieren pasar en su viaje a Estados Unidos.
Trump ha sido expeditivo, y ahora dice que en una semana hizo más cosas que otros presidentes en ocho años, pero muchas veces conviene reflexionar antes de actuar. Y, sobre todo, antes de expresarse por Twitter, como le gusta hacer al presidente estadounidense. El proyecto del muro no solo es un problema con México. Es también un problema con su propio Partido Republicano, si es que puede decirse que Trump es republicano. No hay consenso claro de que esa barrera física sea la solución de los problemas migratorios y menos aún está claro cómo debe pagarse. Lo que sí se vio esta semana fue a la bancada republicana en el Congreso dividida y desconcertada sobre la forma de establecer aranceles a las importaciones mexicanas, lo que significaría la muerte del Nafta.
Más aun, la forma de actuar de Trump y su escaso respeto de los tratados internacionales –los aranceles no se pueden subir unilateralmente ni se pueden poner restricciones comerciales– no tienen nada que envidiar a las formas de actuar de presidentes latinoamericanos como Cristina Fernández de Kirchner o Nicolás Maduro, que ponían todo tipo de trabas en el funcionamiento del Mercosur y se reían tanto de la letra como del espíritu del tratado en tanto ello les conviniera a sus intereses puntuales.
Pero yendo más allá, hay un error fundamental en la filosofía de Trump de construir muros.
El progreso de Occidente a lo largo de los siglos y la mejoría mundial que sacó a más de 600 millones de personas de la pobreza en los últimos 20 años no se hizo con muros sino con puentes. No se hizo con proteccionismo sino con comercio. Que eso genera dificultades, no cabe duda. Pero si el mundo quiere tener un futuro próspero, ello se logrará construyendo puentes y no muros. Si el señor Trump no lo entiende, Estados Unidos va a sufrir un grave retroceso y otros países tomarán su liderazgo en la escena mundial. China, por ejemplo, está expectante para dar un paso adelante. Ya aprendió la penosa lección de siglos de aislamiento.
Fuente: http://www.elobservador.com.uy/sr-trump-no-construya-ese-muro-n1023688
Imagen: https://media.elobservador.com.uy/adjuntos/181/imagenes/014/824/0014824179.jpg
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Sin plan para la pobreza

Por Natalia Gold / Álvaro Irigoitía

Revuelve cada cartera o bolso que tiene a su alrededor. Monederos, billeteras, bolsillos de las camperas. «Es la tarjeta azul. La que tiene el sol. ¿No la viste?», le dice Carla a su hijo de 11 años. Se refiere a la tarjeta de Uruguay Social, por la que desde hace más de una década recibe una transferencia monetaria por tener hijos menores, al igual que otras 60 mil familias consideradas en situación vulnerable. Por esa tarjeta, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) le transfiere poco más de $ 800 por cada uno de sus dos hijos.

Desde que el Frente Amplio llegó al poder en 2005, ha intentado que el calificativo «social» esté impreso en cada una de sus políticas como sello de identidad. Por eso en cada discusión presupuestal la distribución del gasto gira siempre en torno a esa prioridad.

En diferentes etapas de su vida, Carla, de 33 años, pasó por los distintos planes del Mides.

La evaluación de esos planes es diversa. Muchos de ellos hoy han perdido fuelle y sus resultados están lejos de los objetivos planteados en su definición. Entre gobernantes y expertos hay consenso en que el Plan de Emergencia cumplió su objetivo. El más elogiado es el Plan de Equidad. Uruguay Trabaja «funcionó mal», admite el exministro Daniel Olesker.

¿Y ahora? Pese a que el país ya no crece tanto como antes, no hay un plan específico de contención para atender a personas que abandonaron la pobreza pero no están afianzadas en las capas medias. Para ello solo se confía en poder mantener los niveles de empleo.

Y si bien el gasto social ha crecido de forma sostenida en la última década de la mano de una bonanza económica histórica, las restricciones presupuestales han limitado el poder de fuego a los planes específicos definidos o dirigidos desde el Mides.

Eso se suma a que más allá del logro de avanzar en la identificación del bolsón persistente de pobreza –compuesto por unas 30 mil familias– y en cuáles son sus principales necesidades insatisfechas, su nivel de marginación hace difícil el abordaje de parte de un Estado que, todavía y pese a los más de 10 años de trabajo en el área, no ha logrado establecer niveles de coordinación interinstitucional eficiente para llegar con éxito a esa población.

Pionero

Cuatro días después de que Tabaré Vázquez asumiera como el primer presidente del Frente Amplio, el 1º de marzo de 2005, el Poder Ejecutivo envió como ley de urgente consideración al Parlamento la creación del Mides. El Plan de de Atención a la Emergencia Social (Panes) fue el pionero de esa cartera, como respuesta a la explosión del desempleo y la desigualdad social que dejó la crisis económica de 2002 con un tercio de los hogares sumidos en la pobreza. El reto era claro: para fines de 2004, 32,1% de los hogares uruguayos eran pobres, y 5% no llegaban siquiera a cubrir sus necesidades alimenticias.

Por ese tiempo, Carla dejó la casa de su madre –que acababa de separarse– para vivir en pareja. Aunque nunca se enfrentaron al extremo de pasar hambre, llegar a fin de mes era una odisea. El día en que un equipo del Mides llegó al asentamiento cercano a la calle Isla de Gaspar, la puerta de la casa de su madre fue una de las que golpearon. «La vinieron a visitar, le tomaron los datos y ahí comenzó a recibir dinero por el Plan de Emergencia. Fue tremenda ayuda. Se pudo independizar cuando mi padre la dejó», cuenta Carla a El Observador.

El Plan de Emergencia llegó a unas 108 mil familias, pero la ayuda estuvo en muchos casos mal dirigida y se estima que el 50% de los beneficiarios no pertenecían a la población más vulnerable, mientras que otro 50% de aquellos que sí eran potenciales destinatarios no percibieron la ayuda, según evaluaciones posteriores del Mides.

Universalización

En la actualidad su madre no recibe dinero de ningún tipo y Carla continúa con la tarjeta del Plan de Equidad, que sustituyó al de Emergencia en 2008, otra de las banderas del primer gobierno de izquierda.

Uno de las principales mejoras del Plan de Equidad fue que se logró apuntar mejor los recursos hacia la población que lo requería, al tiempo que se avanzó hacia la universalización de la transferencia monetaria al readecuar las asignaciones familiares. Esas partidas dejaron de ser exclusivas para los trabajadores formalizados con menores a cargo, a fin de incluir a los sectores informales.

De hecho, en el hogar de Carla ni ella ni su pareja aportaron nunca al Banco de Previsión Social (BPS) cuando trabajaron. Hace nueve meses, enviudó y desde hace siete trabaja como cuidadora de ancianos en un residencial. Por primera vez en su vida, sabe lo que es el trabajo formal.
Para el exministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, el gran éxito del Plan de Equidad fue, precisamente, esa transformación de la transferencia de dinero. Con las asignaciones familiares se logró llegar a un universo de 200 mil hogares, casi el doble de lo alcanzado con el Plan de Emergencia.

Para 2008, la inversión social –que incluye educación, salud, además de los planes asistenciales– pasó a 49% del presupuesto anual del Estado, desde el 35% en 2005. En el mismo período, la indigencia se redujo de 4% a 1% y la pobreza de 31% a 21%.

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Por su parte, actualmente 0,3% de los uruguayos (unos 10 mil) son indigentes. En menores de 6 años, no obstante, la pobreza afecta a 20,6% de la población, lo que significa que los niños siguen siendo los más golpeados por esa situación.

Juan Pablo Labat, director Nacional de Evaluación y Monitoreo del Mides, considera que creer que se mejoraron los niveles de pobreza e indigencia solo con planes del Mides es una «ingenuidad».
En los últimos años el presupuesto de esa cartera se ha ubicado en el entorno del 0,3% del PIB –entre 1% y 1,5% del gasto estatal–, lo que implica menos de US$ 200 millones. La explicación tras la mejora de los indicadores debe buscarse, según Labat, en otras políticas implementadas desde que la izquierda accedió al poder en 2005.

La reinstauración de los Consejos de Salarios y las acciones tendentes a elevar la formalización del mercado laboral están en la base de la inclusión social. El año pasado cerca de 1,5 millones de personas eran cotizantes del Banco de Previsión Social, frente a los menos de 1 millón de 2004. En tanto, el Índice Medio de Salarios (IMS) creció 53% en términos reales desde el inicio de 2005 y hasta julio de este año.

La ministra Marina Arismendi cree que son, precisamente, esas políticas, como también el Sistema Nacional Integrado de Salud, las que apuntan a las «capas medias». «Tienen cobertura de salud, beneficios sociales», por lo que estas capas «pueden estar más tranquilas», dijo a El Observador.

Poca continuidad

El Plan de Equidad fue acompañado de iniciativas en el plano laboral, como Uruguay Trabaja, pensado para que personas desempleadas retomaran contacto con el mundo laboral. «Eso funcionó mal. Una persona ingresaba a Uruguay Trabaja y era todo un jolgorio y todos se abrazaban, pero cuando estaba por terminar era un velorio, pedían para quedarse por unos meses más», dijo Olesker a El Observador. Solo 25% de los participantes logró insertarse con éxito en el mercado formal luego de una experiencia de ese tipo.

En el caso de Carla, su relación con el Mides empieza y termina en la asignación que recibe mes a mes, con la que compra la ropa de sus hijos, especialmente para la escuela. Ni ella ni su familia participaron de programas de empleo, aunque durante décadas la informalidad fue la regla.
Durante la última etapa del gobierno de José Mujica y luego de que el Mides «flotara» en 2010 y 2011
–según la visión de Olesker–, el ministerio tuvo como objetivos claros mejorar la focalización de las transferencias monetarias y reforzar programas que iban a buscar a las personas en situaciones vulnerables a sus hogares. Fueron los casos de Uruguay Crece Contigo, creado para atender a mujeres embarazadas y niños de 0 a 3 años, o Jóvenes en Red, que busca que adolescentes retomen el estudio o trabajo.

Cuidados por pobreza

El Sistema Nacional de Cuidados había sido una promesa de campaña del Frente Amplio para el gobierno que luego ganó José Mujica. Pero por falta de recursos nunca se aplicó. Para el tercer período de la coalición de izquierda, Tabaré Vázquez lo escogió como prioridad. El foco de esa nueva política son poblaciones que dependan del cuidado de otros (ver recuadro). De todas formas, se trata de una iniciativa que fue sometida a recortes tanto en la ley de Presupuesto como en la actual Rendición de Cuentas. En su primer intento por acercarse a la nueva bandera del Mides para este quinquenio, Carla no tuvo suerte. Intentó, pero las explicaciones que recibió sobre el programa no la sedujeron y no quiso interiorizarse mucho más, a pesar de que se dedica al cuidado de personas mayores.

En paralelo, las iniciativas oficiales enfocadas en combatir la pobreza continúan con un enfoque claro en la transferencia de dinero, mientras desde el Mides se trabaja en la «idea de proximidad» del Estado con la población vulnerable, en una «coyuntura económica mucho más dura que hace cinco años», dijo Labat a El Observador.

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Para ellos, la única opción en tiempos de menor dinamismo económico está en generar las condiciones para mantener el empleo y los ingresos de los hogares. Es por eso que se considera que el eje central de las transferencias monetarias se debería mantener durante por lo menos 5 o 10 años, de acuerdo a la recomendación de Olesker en su informe de transición, algo que es avalado por las autoridades actuales.

El objetivo de pobreza cero, tan caro para la izquierda, demandará «varias generaciones», según el exministro, y con niveles de gasto crecientes, algo impensado en el actual contexto económico.
De todos modos, Labat remarcó que, para ese 0,3% de personas que todavía viven en la indigencia y los 64 cada 1.000 hogares que aún son pobres, «no hay un plan» y el Estado termina siendo su peor enemigo. «Se está tratando de trabajar la idea de proximidad, la ayuda a la población para sacarla de ese lugar, pero el Estado no me ayuda a construir la otra parte del puente. El mostrador del Estado, su dinámica, las echa. Si tiene que ir una madre sola con cinco hijos a esperar una consulta médica, no puede hacerlo», afirmó.

Para Olesker, en el Estado se adolece de una «visión integral» de los esfuerzos. Y, según dicen, sin una «transformación del Estado» no hay política social que los saque de la pobreza. Por ahora, personas como Carla y varios miles más que siguen con algún tipo de carencia esperan esa respuesta.

El 85% de los menores recibe transferencias

Cuando era ministro, era común que en sus viajes en ómnibus de línea camino al trabajo, Daniel Olesker recibiera reproches de otros pasajeros por las transferencias monetarias. «Siempre me decían: ‘Yo trabajo y pago mis impuestos, y ustedes les dan plata a quienes no laburan’. La gente siempre va a decir que los pobres no laburan y nosotros siempre les damos plata», afirma.
A pesar de que existe una idea generalizada de que se debe «ser pobre» para recibir una transferencia monetaria, la realidad no es tan así. Según un estudio realizado por Florencia Antía y Carmen Midaglia, del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales, 85% de los menores de 18 años reciben dinero por parte del Estado.

La forma y las condiciones en las que se recibe tiene tres variantes: por un lado, a través de las asignaciones familiares del Plan de Equidad, por el otro por asignaciones familiares que dependen del empleo de los responsables de los beneficiarios y, por último, a través de deducciones tributarias. Estas últimas, en tanto, se verán recortadas a partir del año próximo cuando cobre vigencia la Rendición de Cuentas de este año, que incluye un ajuste fiscal con aumento de impuestos.

El estudio, presentado en julio de este año en un seminario sobre transferencias monetarias y protección social, destaca que las asignaciones familiares del Plan de Equidad están orientadas a hogares vulnerables y se financian a través de rentas generales.

Las familias perciben entre US$ 48 y US$ 68 por el primer hijo y están condicionadas, por ejemplo, a que los menores asistan a la escuela o el liceo.

Algo similar sucede con las asignaciones que se basan en el empleo, donde el monto por tramo por hijo va de US$ 10 a US$ 20, se orienta a trabajadores formales con ingresos por hogar menores a US$ 1.190 y tienen como condición aportar al Banco de Previsión Social como trabajador. En ese caso, también se financian con rentas generales.

Por último, las deducciones tributarias son montos que reciben los contribuyentes de ingresos medios y altos (que superen los US$ 1.190). En su caso, por cada hijo perciben desde US$ 13 sin ningún tipo de condiciones. Eso significa que los menores de un hogar donde se les devuelve dinero, por ejemplo por IRPF, pueden no estar estudiando, pero perciben el dinero de todas maneras.

Fuente: http://www.elobservador.com.uy/sin-plan-la-pobreza-n972703
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FMI: uno de cada siete estadounidenses vive en la pobreza

Estados Unidos/ 07 julio 2016/ Fuente: Tercera Información

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado este miércoles en su página web un informe preliminar que prevé que la economía de EE.UU. crecerá este año un 2,2% en vez del 2,4% pronosticado anteriormente, y un 2,5% en 2017.

Sin embargo, el informe también advierte de una confluencia de “desafíos importantes a largo plazo” en EE.UU. que podría inhibir el crecimiento continuo.

Entre estos desafíos están la disminución de la productividad, el deterioro de la infraestructura y el aumento de la proporción de trabajadores en edad de jubilación. No obstante, según el FMI, el factor más importante es la desigualdad de los ingresos, ya que uno de cada siete estadounidenses vive en la pobreza, y la clase media se ha reducido hasta su mínimo en los últimos 30 años.

“Hay una necesidad urgente de hacer frente a la pobreza”, indica el informe. “Si no se controla, estas fuerzas continuarán arrastrando hacia abajo el crecimiento, tanto el potencial como el real”.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, por su parte, cree que no es solo la pobreza lo que crea tensiones sociales significativas, sino también la actividad social.

En su blog en el periódico ‘The Huffington Post’ Lagarde pide a EE.UU. hacer esfuerzos para mejorar la educación, subvencionar el cuidado de los niños a las familias con menores ingresos, proporcionar un crédito de impuestos de ingresos más generoso y elevar el salario mínimo federal para animar a los ciudadanos a trabajar, para que el crecimiento pueda volver a acelerarse.

Fuente:
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Segun estudio Canadiense, la falta estimulación cognitiva se afecta el aprendizaje de los niños

Por: Agencia EFE

Un estudio de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, financiado por el Gobierno canadiense a través de la organización Grand Challenges Canada (GCC), analizó datos de 100.000 niños recopilados por Unicef entre 2005 y 2015, en 35 países de bajos recursos, encontrando que uno de cada tres niños de entre 3 y 4 años de edad tiene graves carencias cognitivas y socio-emocionales que repercuten posteriormente en su capacidad de aprendizaje. (Lee: De los 2 a los 3 años: los primeros pasos de independencia)

Los investigadores concluyeron que 80,8 millones de los 240 millones de niños en edad preescolar, en 132 países de ingresos bajos y medios, «no desarrollaron conocimientos apropiados para su edad, que les permitan mantener la atención, comprender ordenes sencillas, comunicarse con otro, controlar la agresión y resolver problemas».

La principal autora del estudio, la profesora Dana McCoy declaró a Efe que este es el primer estudio que calcula de forma directa los déficit cognitivos y socio-emocionales en esta población. McCoy explicó que hasta ahora «el enfoque había sido en la salud de niños que viven en países en desarrollo por lo que la mayoría de las investigaciones se han centrado en tasas de mortalidad o de retraso del crecimiento. Es decir, la salud física de los niños».

«Más recientemente, ha aumentado el interés no solo en la supervivencia sino en cómo mejorar su desarrollo cerebral y otros planteamientos más integrales», añadió McCoy. También explicó que el retraso en el desarrollo cognitivo y socio-emocional está asociado con pobreza, retrasos de crecimiento físico, vivir en áreas rurales, la falta y estimulación cognitiva.

McCoy también añadió que los niños de sexo masculino tienen ligeramente más carencias cognitivas y socio-emocionales que las niñas, por razones que todavía no son conocidas. Según el estudio, la región del mundo con mayores problemas de desarrollo cognitivo y socio-emocional infantil es África subsahariana, donde 29,4 millones de niños están retrasados en su desarrollo, un 44 por ciento del total de la población de entre 3 y 4 años de edad. (Puedes leer: Los niños de 2 a 4 años)

El sur de Asia es la segunda región más afectada, con 27,7 millones de niños, un 38 por ciento del total, seguido del este de Asia y Pacífico con 15,1 millones, un 26,1 por ciento. En Latinoamérica y el Caribe, la cifra de niños con retrasos en el desarrollo es de 4,1 millones, un 19 por ciento del total. En el Norte de África, Oriente Medio y Asia Central, los afectados son 4,5 millones, un 18 por ciento de los niños.

Peter Singer, consejero delegado de GCC explicó en un comunicado que «cuando uno de cada tres niños no alcanza su potencial, estamos ante uno de los mayores desafíos del mundo. Esta investigación ayuda a destacar el valor de invertir en los primeros años de la infancia, para el beneficio de nuestro mundo y el futuro».

Fuente: http://www.abcdelbebe.com/etapa/nino/preescolar/desarrollo/si-falta-estimulacion-cognitiva-se-afecta-el-aprendizaje-de-los-nin

Imagen: http://www.abcdelbebe.com/sites/abcdelbebe.com/files/imagecache/galeries_596x295/38266610_l.jpg

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