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Si naces en República Centroafricana tienes un 2.500% más de posibilidades de morir en la niñez que en Cuba

África/24 Octubre 2019/El país

Nunca antes se había visto con tanto nivel de detalle el panorama global de mortalidad infantil como el que se acaba de publicar en ‘Nature’, que estudia 99 países de ingresos medios y bajos

5,4 millones de niños mueren cada año antes de cumplir cinco. En 1950, eran 19,6 millones. Tradicionalmente se ha utilizado estos datos para medir la evolución del mundo y de hecho la reducción de esta cifra se considera uno de los grandes logros de la humanidad. Sin embargo, siguen existiendo diferencias abismales según el lugar de nacimiento, y lo que es peor: los territorios que estaban mal hace 50 años siguen siendo los que presentan peores resultados. Hoy si naces en República Centroafricana tienes 2.500% más de posibilidades más de morir en tus primeros cinco años de vida, que si lo haces en Cuba. Son los dos países que representan los extremos de mortalidad infantil, según un extenso estudio que se acaba de publicar en Nature. El análisis incluye a los 99 países de ingresos medios o bajos en los que el fallecimiento de niños continúa siendo significativo (y acumulan el 93% de las muertes infantiles en el mundo).

«En esta disparidad en las tasas influyen muchos factores: demográficos, económicos, políticos, malnutrición…», explica Simon Hay, el investigador principal del estudio y profesor de la Universidad de Washington. Se trata de la investigación más detallada a nivel global sobre mortalidad infantil. Lo es porque no solo analiza los datos nacionales, sino que por primera vez estudia con un detalle nunca antes visto las estadísticas por provincias o regiones en los países pobres y en desarrollo. Han estudiado las estadísticas entre 2000 y 2017. Así, han concluido que la ciudad en la que más posibilidades existen de no superar el primer lustro de vida se llama Garki. Está en el norte de Nigeria, cerca de la frontera con Níger y en el corazón del Sahel.

«En el estudio se mencionan casos como el de China, Vietnam o Brasil. Pero también podríamos hablar de India. Todos los que nos dedicamos a la salud global sabemos que con 1.300 millones de habitantes es absurdo hablar de datos a nivel nacional. Si no somos capaces de mirar con lupa, compramos una historia que no es la real. En el siglo XXI no es aceptable disponer solo de datos por países, pero es cierto que en esta investigación se han utilizado unos medios que no están al alcance de todos», explica Quique Bassat, investigador de ISGlobal y uno de los expertos participantes en la publicación.

Si naces en República Centroafricana tienes un 2.500% más de posibilidades de morir en la niñez que en Cuba

«Combinar datos nacionales y locales puede resultar más útil para que los Ministerios de Salud y los diferentes organismos sepan dónde invertir», comenta Hay. «Aparte de saber cuántos fallecen, hay que saber de qué se mueren. Solo así se pueden dirigir de forma precisa los pocos fondos disponibles para salud en algunos países», completa Bassat.

Los investigadores han puesto cifras al impacto de la desigualdad dentro de los países y han calculado qué sucedería si el distrito más pobre de un Estado alcanzara el nivel del más rico dentro del propio territorio nacional. Si España apareciese en la investigación —no lo está porque los países ricos no se incluyen en este estudio—, es el equivalente a haber estudiado qué sucedería si Extremadura tuviese la misma riqueza que el País Vasco. «Si se eliminara la desigualdad dentro de cada país, se habrían evitado 2,7 millones de muertes infantiles solo en 2017. Durante todo el período de estudio, estimamos que este escenario habría llevado a aproximadamente dos tercios menos de muertes», asegura Hay. Por ejemplo: en el distrito 10 de Ho Chim Minh, en Vietnam, la tasa es de 6,9 muertes por mil niños nacidos, varios centenares de kilómetros al norte, en la región Mường T, la tasa asciende a 39,7 decesos por cada 1000 partos.

La mitad más pobre

Latinoamérica es otro gran laboratorio de la desigualdad. En Guatemala, por ejemplo, la desnutrición alcanza al 46% de sus menores de cinco años, pero si nos fijamos en el segmento más pobre de su población, este porcentaje sube al 64%. Emma Iriarte es médico y especialista en salud pública del Banco Interamericano de Desarrollo. «En salud hay una lista interminable de intervenciones, pero uno tiene que tener la capacidad de seleccionar aquellas más eficientes», asegura.

Ella coordina un proyecto en América central que incluye a países como México, Costa Rica, Panamá, Honduras o Nicaragua. Varios donantes, entre el que está el Gobierno español, pero también fundaciones como la Gates o la de Carlos Slim, han aportado 143 millones de dólares en un proyecto que finaliza en 2021 precisamente para dirigir acciones de salud al 20% más pobre de todos estos países. «Dar ácido fólico a las mujeres, no cortar el cordón umbilical hasta 90 segundos después del nacimiento para facilitar el riego de sangre al bebé, pesar a la futura madre durante todo el embarazo para comprobar el crecimiento del feto… Todo ello son acciones que se pueden tomar con muy poco coste», detalla la especialista. El proyecto se basa en resultados tremendamente concretos, como el de reducir un 15% la anemia entre los pequeños con menos recursos.

Otro de los datos relevantes obtenidos en este estudio es que dentro de los fallecidos antes de los cinco años es que la gran mayoría mueren en el primer año. «El motivo es que las campañas más potentes de salud, como las de vacunación o las de transmisión del VIH van dirigidas a niños más mayores y todos los problemas relacionados con el parto siguen teniendo una gran dependencia del sistema de salud. Y donde no llega o es malo, los niños siguen muriendo», indica Bassat.

En los lugares en los que se ha invertido en educación, prestaciones sociales y acceso al sistema de salud, las historias de éxito de multiplican. Para muestra, el caso de Ruanda, un caso paradigmático de desarrollo en los últimos años. En 2000 morían 144 niños de cada 1000 en el mejor de los casos, ahora son 57 en el peor. «Se ha invertido en la salud de los niños más pobres del país, la seguridad social alcanza a más gente y se ha incrementado el número de trabajadores comunitarios», detalla Hay.

La figura del personal de salud es fundamental: «Hay que mejorar la cobertura sanitaria, sí. Eso es muy fácil de decir y no tanto de llevar a cabo. En la mayoría de los países pobres hay muy pocos doctores. Te hablo de Mozambique, el caso que yo más conozco. Para una población de 29 millones de habitantes, hay 1.200 médicos y la mitad trabajan en el ministerio y no ven pacientes. Allí la salud la imparten enfermeros, técnicos, matronas… Cuando se habla de mejorar el acceso hay que conseguir que la salud llegue a la comunidad, no que la comunidad tenga que ir en busca de la salud», resume Bassat. Iriarte, con el foco en Latinoamérica tiene el mismo diagnóstico: «La solución no es hacer un hospital en cada pueblo, sino encontrar otras maneras de llegar a los pacientes. Por el mar, por el río, en avión… Otro ejemplo: una mujer con dolores de parto no va a andar cinco horas hasta un hospital, así que una solución es habilitar estancias cerca de los mismos para que puedan dormir allí cuando se acerca la fecha».

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/10/16/planeta_futuro/1571215742_830173.html

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La igualdad allá, en el horizonte

Por: Elena Simón

No es de recibo que la igualdad siga sin aprenderse en la escuela y que, por el contrario, la desigualdad siga patente (en el currículo formal) o latente (en el currículo oculto).

De los tres principios que rigen las democracias modernas –y vigentes aún, en cierto modo– es el de la Libertad el que se enarbola continuamente, para justificar que en las democracias la suerte que corremos cada persona (con derechos y deberes) es producto de la voluntad, habilidad y empeño personales, así es que lo que te vaya bien a ti te lo achacaremos en exclusiva y lo que te vaya mal, también.

Da la impresión de que la falta de recursos y oportunidades nos la hemos buscado. Ello nos convierte en mayorías desempoderadas, mientras las minorías poderosas fomentan el acopio de ganancias, tanto materiales como simbólicas, empobreciendo así a las mayorías. El principio de Igualdad no interesa lo más mínimo a quienes disfrutan del poder, aunque éste sea nimio. En la actualidad tenemos un retrato fehaciente de esta última frase: cuando se vota debemos creer que nuestro voto irá a parar a quien marcamos en la papeleta para que gobierne en nuestro nombre y nos represente con arreglo a lo que votamos. Pero ya sabemos que no es así: que todo depende de los juegos de tronos a donde vayan a parar nuestros votos. Y, puede ser que nuestro propio voto no nos represente a la hora de la verdad.

Pero aquí hablamos de escuela, de sistema educativo universal y obligatorio, de un deber derivado del derecho a la igualdad, que debía ser equitativo, crítico e imparcial, para que el derecho pudiera beneficiar al conjunto y a cada persona en particular.

Pero esto, en realidad, es un relato de igualdad formal: acceso y permanencia en el sistema educativo. Cuando profundizamos un poco y ampliamos la mirada, enseguida podemos ver los vacíos, las contradicciones, los déficits, los obstáculos. No todo el alumnado con derecho a la educación recibe una educación con derechos, equidad y solidaridad. Algunos sectores minoritarios se llevan la parte del león y las mayorías: migajas. Normalmente estos grupos con privilegios provienen de clases sociales acaparadoras de los bienes comunes. Lo que observamos es que el gran pedazo de tarta va desapareciendo engullido por quienes se creen con mayor derecho.

La escuela pública y sostenida con fondos públicos no se pensó para acrisolar desigualdades sino justamente para lo contrario: para neutralizarlas, paliarlas y poder ir superándolas y anulándolas. Durante un corto tiempo fue así: la escuela era lo único que podía igualar a nuestra gente joven, a través de los aprendizajes y la interacción entre personas de distintas procedencias y situaciones personales.

Así es que lo que más está fallando es la igualdad, arrinconada incluso como algo no deseable y que puede esperar, sin consecuencias. La igualdad hay que construirla, porque no venimos de ella y, frecuentemente, hay que construirla con acciones compensatorias que traten diferente a lo desigual, poniendo más esfuerzo en las personas o los grupos que han sido tratados de forma discriminatoria.

Aunque no parezca a simple vista, las niñas y las jóvenes son tratadas de forma desigual a la baja, por aplicación de los principios androcéntricos de igualitarismo: olvidemos la desigualdad y partamos de un punto (inexistente) común y así podemos creer que la carrera empieza en una misma línea de salida, sin rémoras.

Las acciones compensatorias no sólo deben aplicarse a los colectivos o personas con necesidades educativas especiales, ni a quienes proceden de otros lugares del mundo, con lenguas o religiones distintas. Todavía son minorías y constituyen particularismos, merecedores de los mismos derechos educativos.

El caso de las niñas, de las jóvenes y de las mujeres es bien distinto: constituimos la mitad de la población mundial y en todos los lugares del mundo. ¿Será por esto que las políticas de igualdad entre mujeres y hombres están costando tanto en implantarse y generalizarse a nivel formal y real? Este tipo de igualdad le afecta a toda la población –la escolarizada también– y quizás sea esta una de las razones más potentes que nos expliquen su retraso y hechos reaccionarios, que muestran su resistencia por doquier.

La escuela es para todas y todos y debe rediseñarse para que sirva a todas y a todos, sin desigualdad de trato ni de condiciones. Porque hasta ahora los currícula no contemplan la obra humana de las mujeres ni está normalizado un lenguaje de buen trato y justicia, que acabe con el simbólico de que los hombres poseen mayor capital de representación, autoría y presencia hacedora y que, por tanto, son superiores.

Como no es así hasta la fecha, las niñas están derivando cada vez más hacia sectores típicamente “femeninos”, relacionados con la imagen, la estética, la moda, los cuidados, las tareas auxiliares. Donde se ven triunfando gracias a las redes sociales. Se presentan y venden modelos juveniles femeninos supersexualizados y aliñados con raciones de “maldad” y de rivalidad, así como de violencia. Y que nunca falte la exaltación de la maternidad y de la ayuda. Todo esto se vende bien gracias a sofisticadas técnicas de marketing, que crean deseos y expectativas alcanzables o inalcanzables, pero presentados como si fueran una meta coincidente.

Por lo menos en la escuela habrían de tener modelos múltiples de mujeres, presentadas en sus diversos contextos y realizando múltiples tareas, para que puedan mirarse en espejos que las reflejen en positivo.

La coeducación es la fórmula: descubrir el sexismo y el androcentrismo, neutralizarlos, nombrar el mundo de manera justa para así compensar las desigualdades de representación y de reconocimiento. No es de recibo que la igualdad siga sin aprenderse en la escuela y que, por el contrario, la desigualdad siga patente (en el currículo formal) o latente (en el currículo oculto) pero, en cualquier caso, normalizada.

Acerquemos la Igualdad que está esperando en el horizonte como objetivo, seamos agentes activistas de la misma. La mejor herencia educativa que podemos dejar en el presente y para futuras generaciones.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/09/la-igualdad-alla-en-el-horizonte/

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Uno de cada tres niños en Brasil vive en la extrema pobreza

América del Sur/Brasil/Autor y Fuente: www.prensa-latina.cu

Uno de cada tres niños en Brasil vive en la extrema pobreza, según datos presentados en el VIII Simposio Internacional de Desarrollo de la Primera Infancia, que cierra hoy sus cortinas en Sao Paulo.

La desigualdad se acentúa respecto al género o la raza. Alrededor del 49,4 por ciento de la población de niñas negras o mestizas vive en lugares sin saneamiento básico, mientras que este porcentaje cae al 32,2 por ciento para los infantes blancos.

También la diferencia se percibe con otras restricciones, como la protección social que afecta a aproximadamente un 16,2 por ciento de los chicos negros o mestizos y la falta de vivienda, que es mayor para este segmento llegando a alrededor del 28,5 por ciento en todo el país.

Las estadísticas que revelaron las discordancias sociales indican además que en el noreste de Brasil un 28,4 por ciento de las familias con menores de cero a seis años viven en la pobreza.

Esto representa un millón 500 mil niños que viven en hogares, en los cuales los ingresos no superan al mes los 150 reales (unos 37 dólares).

Desde la víspera expertos de las áreas de educación, economía y salud discuten en el foro, con base en el conocimiento científico, la creación de prácticas que promuevan el desarrollo integral de los niños en los primeros años de vida.

Además de la pobreza, otros problemas como el racismo y la falta de servicios básicos de salud, educación y atención social hacen del escenario del desarrollo infantil uno de los principales desafíos que deben abordarse a través de políticas públicas a nivel estatal, municipal y federal.

Según el economista Naercio Menezes Filho, coordinador del Centro de Políticas Públicas del Instituto de Enseñanza e Investigación, resulta posible lograr mejores números de capital con una mayor cobertura de atención primaria.

‘Necesitamos medir el desarrollo infantil. Esto puede hacerse por medio del propio libro del niño, por ejemplo. Es necesario saber cuáles son los problemas para desarrollar políticas apropiadas. Algunas soluciones son más simples, como expandir el servicio de visitas familiares’, consideró Menezes Filho.

Un estudio publicado en 2018 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló que del 61 por ciento de niños brasileños que viven en la pobreza, al 49,7 de ellos se les niega uno o más derechos. Muchos sufren más de una privación simultáneamente.

En promedio, sufren 1,7 privaciones. Asimismo, hay 14,7 millones de niños y niñas afectados por una sola privación, 7,3 millones por dos y 4,5 millones por tres o más privaciones.

Unicef clasifica las privaciones como moderada, cuando hay acceso, pero limitado o de baja calidad a cada uno de los derechos; y extrema, cuando no hay paso alguno.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=310298&SEO=uno-de-cada-tres-ninos-en-brasil-vive-en-la-extrema-pobreza
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Mapa escolar de Valencia, segregación y caza de brujas

Europa/España/04-10-2019/Autor: Jaume Martínez Bonafé/Fuente: eldiariodelaeducacion.com

Por: Jaume Martínez Bonafé

El año 2017, la Universidad de Valencia y la concejalía de Educación del Consistorio valenciano firmaron un convenio con el fin de realizar un estudio para analizar el sistema educativo en la ciudad, en las etapas de educación infantil, primaria y secundaria obligatoria. Y la Universidad creó un grupo interdisciplinar que estuvo trabajando durante dos años en lo que finalmente se ha conocido como el ‘Mapa escolar de Valencia’. Los resultados se hicieron públicos en mayo, y no podían ser más reveladores: los datos indican la escasa oferta educativa de carácter público, la desigualdad de oportunidades educativas en los diferentes distritos de la ciudad, la falta de transparencia en los criterios sobre los que se justifica la zonificación escolar y cómo se llegan a incrementar estas desigualdades en algún caso. Se ha hecho una labor de análisis ingente y se han puesto los datos a disposición de la ciudadanía. Unos datos que, en síntesis, dejan unos indicios claros de que las desigualdades educativas se están financiando con dinero público.

Los resultados de la investigación denuncian también algunas posibles irregularidades detectadas en los procesos de admisión a los centros escolares en los últimos diez años, así como ineficiencias de la normativa vigente. Los informes presentados ponen el dedo en la llaga del desigual trato que los sucesivos gobiernos valencianos han dado en las redes de colegios públicos y concertados de la capital valenciana. En los mismos informes también se realizan propuestas que, según el criterio del grupo investigador, permitirían mejorar algunas de las desigualdades e irregularidades detectadas.

Desequilibrio en la distribución del alumnado

Para explicarlo rápidamente, el estudio (aún no finalizado) deja claro que, en la ciudad de Valencia, el 56,33% del alumnado de infantil y primaria se escolariza en las escuelas concertadas, si bien a ellas acude únicamente el 28,46% del alumnado extranjero. La escuela pública escolariza al 71,54% del alumnado extranjero, aunque en sus aulas asiste el 43,67% de la población escolar.

Por distritos, los que muestran una mayor desigualdad son Poblados Marítimos (en la concertada del alumnado extranjero es el 4,63% frente al 20,86% de la pública); Benicalap (8,49% concertada; 26,55% pública); el Eixample (1,80% concertada; 20,17% pública); y, muy especialmente, el distrito de Rascanya, donde el alumnado extranjero supone el 0,17% en la escuela concertada, frente al 26,06% de la escuela pública.

Pero la desigualdad no se produce únicamente entre las dos titularidades. La diferencia entre la concentración de alumnado extranjero entre centros de titularidad pública supera los 56 puntos porcentuales. Hay 17 centros públicos que cuentan con una concentración de alumnado extranjero superior al 30% (cuatro de ellos incluso superan el 50%), mientras que hay 9 centros públicos en los que la concentración de este alumnado se sitúa por debajo del 5%.

Mapa de la proporción de centros públicos en cada distrito de la ciudad de Valencia; uno de los muchos de los que está hecho el ‘Mapa escolar’

Opacidad con los datos y persecución mediática

Según relata el equipo investigador, y según se pudo constatar en los seminarios convocados para compartir datos y reflexiones -en los que tuve ocasión de participar-, no siempre ha sido fácil conseguir los datos e informaciones necesarias. Parece que no todas las instituciones, empezando por la propia Conselleria d’Educación, tienen claro que la información debe ser pública y publicada, y que una de las funciones sociales de la universidad es ayudar con su investigación en la comprensión de la realidad y el estudio de estrategias de transformación. Los informes con los datos y el análisis de esta investigación se han ofrecido al Consejo Escolar Municipal, y se han hecho públicos a través de diferentes medios y redes sociales.

Sin embargo, el problema principal con el que se han tenido que enfrentar los 14 miembros del equipo de investigación no es este. El gran problema que vienen sufriendo desde hace ya más de dos años es la insufrible campaña mediática que el periódico conservador Las Provincias viene ejerciendo a partir de una denuncia interpuesta por el señor Luis Salom, asesor del Partido Popular en el Ayuntamiento. Esta denuncia se basaba, principalmente, en el hecho de que la concejala de Educación, María Oliver, y el investigador principal del proyecto, José Manuel Rodríguez (¡profesor de Sociología y Antropología de la UV desde 1986!) pertenecían al mismo partido político, que era (¡ostras!) Podemos.

A partir de aquí, la cuestión era poner en duda cualquier gasto asociado a esta investigación: con el dinero del convenio se compraron un par de iPads, un par de cámaras de vídeo, un portátil, una mesa y quizás algo más, que las informaciones de este diario intentan hacer creer que han ido a parar a manos privadas, cuando están perfectamente localizables y se han utilizado para la grabación de grupos de discusión y el procesamiento de datos, como explicaba hace unos días uno de los investigadores, Borja de Madaira, en un artículo publicado en la edición valenciana de eldiario.es, y que contaba con el apoyo de medio centenar de profesores de varias universidades, entre los que se encuentra un servidor. Vale la pena recuperar los últimos dos párrafos de este artículo:

«En definitiva, hemos detectado graves indicios de segregación escolar en el sistema educativo de la ciudad de Valencia que nos obligan a cuestionar y denunciar el desigual trato que los sucesivos gobiernos valencianos han dado en las redes de colegios públicos y concertados en nuestro territorio. En los dos informes presentados también se realizan propuestas que, a nuestro juicio, pueden permitir mejorar algunas de las desigualdades e irregularidades detectadas «.

«Para todo ello hemos utilizado el dinero del convenio y las herramientas que se han comprado a su cargo. Estos recursos sirven para que la Universidad de Valencia cree conocimiento y lo transfiera de nuevo a la sociedad. La denuncia del diario Las Provincias menciona la compra del material, pero parece que lo que verdaderamente le preocupa es el uso que hacemos para denunciar las desigualdades educativas. Y, claro, trata de impedirlo»

Malversación imaginaria

La denuncia de Luis Salom fue bien recibida por la fiscal, que calificó los hechos como prevaricación y malversación de caudales públicos, como pedía el denunciante. Con todo, según explica Madaira en su artículo, ahora ya no se habla tanto de prevaricación, ya que ni María Oliver ni José Manuel Rodríguez tenían capacidad de decisión en la formalización del convenio (que era un acuerdo entre la alcaldía y la universidad) y, por tanto, la acusación se focaliza en la supuesta malversación de caudales públicos.

Es evidente que las universidades, y sus investigadores, gastan dinero público -cada vez más escaso- para desarrollar sus proyectos de investigación. Eso sí, estos proyectos -al contrario de la investigación sobre el mapa escolar de Valencia-, no siempre se corresponden con un sentido socialmente comprometido y con voluntad de colaborar en políticas de transformación. El tsunami neoliberal también pasó por la universidad y, en ocasiones, la individualización, el interés personal o el aumento de la norma burocratizante prevalecen sobre el compromiso científico y político y sobre una política universitaria comprometida con las problemáticas de la ciudadanía.
Algunas de las noticias publicadas por Las Provincias.

Sin embargo, ¿qué sucede cuando un grupo de investigadores, preocupados por la ausencia de datos sobre la situación en que la derecha dejó la educación en la ciudad de Valencia, decide convertir esto en un proyecto de investigación? Su enorme y comprometido esfuerzo para cruzar datos y meter las narices en las escuelas -llamémosle etnografías-, pensar sobre lo que encuentran y darlo a conocer a los diferentes sectores de la comunidad educativa se convierte en un objetivo que abatir para la caverna mediática y los sectores conservadores de la ciudad. El periódico, líder de la escuela concertada, ha dedicado más de 25 noticias y artículos al respecto. Otra cosa, como diría Wyoming, ha sido su preocupación por contar la verdad.

El conflicto continúa vigente y las expectativas futuras son inciertas, tanto para la continuidad del proyecto como por el resultado de la denuncia presentada, aunque no archivada quizá, ya que da juego para que los intereses de las escuelas concertadas puedan seguir alimentando su discurso. El caso es que en estos momentos tienen entretenido en este grupo de investigadores recogiendo firmas para denunciar la persecución política y mediática que están sufriendo. Como si no tuvieran otra cosa que hacer; de investigadores se convierten en investigados.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/03/mapa-escolar-de-valencia-segregacion-y-caza-de-brujas/

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India ante la Crisis del Clima

Asia/India/29-09-2019/ Autor y Fuente: Prensa Latina
Por: Prensa Latina
Cerca de 600 millones de personas en la llanura del Indo-Ganges están afectadas por el calentamiento global, con las temperaturas medias del planeta un grado Celsio por encima del promedio desde que comenzaron los registros en 1850.
En una verdadera crisis, el cambio climático provoca el derretimiento de los glaciares del Himalaya, amenazando el flujo constante de agua hacia el Ganges y sus afluentes.

Cerca de 148 millones de indios viven en zonas que son ‘puntos calientes severos’ del cambio climático y son testigos del aumento de los fenómenos extremos de inundaciones y olas de calor. La amenaza a la seguridad hídrica también podría ampliar aún más la desigualdad en la India.

El impacto del cambio climático se siente ya en toda la segunda nación más poblada de la Tierra, con cambios en el monzón y las temperaturas.

Las lluvias extremas en el centro del país surasiático se triplicaron entre 1950 y 2015, según un estudio de 2017. Junto con estas fuertes lluvias, la frecuencia de los períodos secos en los que las precipitaciones son escasas o nulas también aumentan.

‘Hemos vinculado claramente estos cambios con el aumento de la temperatura en el mar Arábigo’, dijo Roxy Matthew Koll, científico climático del Instituto Indio de Meteorología Tropical de Pune al portal India Spend. En general, las temperaturas suben en todo el océano Índico.

Con el calentamiento global se incrementan las temperaturas de la superficie de la tierra y del agua. A medida que la temperatura del océano aumenta, hay más humedad disponible para que los vientos monzónicos la transporten, provocando fluctuaciones a gran escala en el monzón indio, dijo Koll.

Otras razones son la rápida urbanización y factores globales, como el efecto El Niño, que provoca cambios en los patrones de las precipitaciones, y los ciclones, que están aumentando en intensidad, haciendo más vulnerable a la India ante los extremos climáticos.

Este verano, cerca del 65 por ciento de los indios se vieron afectados por una ola de calor. Julio de 2019 fue el más caluroso de todos los registrados en el mundo.

Por otra parte, en 2018 el 76,42 por ciento de la electricidad de la India provenía de carbón altamente contaminante, según el Ministerio de Energía. Las energías renovables crecen pero sólo suministran una vigésima parte de la electricidad del país.

Buena parte de esa electricidad proviene del carbón altamente contaminante, y sólo el 6,60 por ciento de las energías renovables.

Fuente e imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=306593&SEO=india-ante-la-crisis-del-clima
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¿Por qué a ninguna sociedad le «conviene» que el hombre sea libre?

Por: Zarko Pinkas

Ninguna sociedad quiere que seamos inteligentes. Esto va en contra de los fundamentos oscuros de su misma conformación del poder. Si las personas son inteligentes y críticos de sus entornos, no pueden ser explotadas, manipuladas, no pueden ser forzadas a vivir mecánicamente sin un espíritu reflexivo.

En el momento que se comienza a pensar y usar su propia inteligencia en busca del libre albedrío, te vuelves peligroso para el sistema; peligroso para esas personas que están en el poder

Ellos buscarán -los que salgan de la oscuridad impuesta-, primero crecer en su individualidad y después desarrollarse es su aspecto humano solidario. Estos hombres y mujeres libres llevarán el germen de la rebelión humanista. Amarán vivir en libertad y se convertirán en el verdadero recambio para estas sociedades sumidas en la ignorancia masificada y la falta de libertad amarrada por las cadenas de un sistema global injusto y deshumanizado.

Ninguna sociedad quiere que seas libre. Las sociedades comunistas, capitalistas y fascistas buscan amarrar al hombre, tras los barrotes de la manipulación y buscan que su inteligencia sea copiada como un clon, donde su propia visión sea destruida y sustituida por las órdenes de los poderosos; quienes están atrás de los gobiernos títeres y corporaciones que destruyen el planeta.

En el momento que se comienza a pensar y usar su propia inteligencia en busca del libre albedrío, te vuelves peligroso para el sistema; peligroso para esas personas que están en el poder; peligroso para aquellos que nos ven solo como un número estadístico y un voto para llenar sus urnas para legitimar su control humano.

Te vuelve peligroso para aquellos eruditos de quinta categoría, periodistas vendidos, profesores ideologizados y filósofos comprometidos con una visión parcializada de la realidad. Estos desean monopolizar el conocimiento y las posturas críticas, buscando encadenar nuestra vida a visiones obtusas y no evolutivas.

Al usar y desarrollar nuestra inteligencia, el individuo se convierte en una amenaza para todo tipo de opresión, explotación y manipulación social, política, cultural y económica. Y será perseguido y buscarán encasillarlo como una oveja negra o un ser extraño antisocial. El gran precio a pagar será la soledad hasta que otros vayan rompiendo las cadenas.

El punto es como no caer en la oscuridad de la ignorancia masiva que afecta a estas «sociedades líquidas» (Zygmunt Bauman). La constante búsqueda del conocimiento es vital para mantenernos apartados de las masas y de los involucionados sociales.

La inteligencia y el conocimiento son las armas de una nueva revolución, que debe frenar la ignorancia y la maldad que invade nuestro planeta. Los líderes de las grandes potencias solo quieren manipularnos para ser parte de la carne de cañón en sus luchas por el poder económico y migajas para sus aliados, que son los primeros en buscar encasillar la inteligencia crítica como un delito al mismo nivel del terrorismo.

Un hombre libre lee y vuelve a leer sabiendo que esto le ayudará a ver la luz y, de esa forma, abrazar la libertad única de convertirse en una persona inteligente, no perfecta.

Pero, con la inteligencia para darse cuenta que nos quieren convertir en esclavos y buscará el momento exacto, para crear una nueva oportunidad de una sociedad realmente justa y libre de las ideologías de odio, la lucha de clases eternas, la explotación, la desigualdad, la pobreza humana. Y, también, será consiente que esa lucha no será fácil y puede costar muchos años para la meta de una evolución humana, donde la solidaridad sea el pilar fundamental de una nueva «polis» y no el egoísmo privado de unos pocos.

Un hombre inteligente es fuego viviente, es luz para guiarse el mismo de la oscuridad que nos atrapa en noches que duran vidas completas y que solo se es libre al final de nuestros días. Ese hombre libre no puede vender su vida. Él no será un sirviente que pone la silla a un amo pues prefiere morir a convertirse en un esclavo de la estupidez global.

Fuente: https://www.visionliberal.com.ar/nota/6552-por-que-a-ninguna-sociedad-le-conviene-que-el-hombre-sea-libre/

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Cuando los niños se marchan, ¿qué queda después de un éxodo masivo de jóvenes de Puerto Rico?

Por: Clarissa Donnelly-DeRoven.

Este artículo sobre las escuelas de Puerto Rico lo produjo The Hechinger Reportuna organización de noticias independiente sin fines de lucro enfocada en la y la innovación en la educación. Inscríbase al boletín informativo de Hechinger.

SAN JUAN, Puerto Rico — En un día abrasador de febrero, Johanna Domínguez estaba sentada afuera de la clausurada escuela Pedro G. Goyco en Santurce, un vecindario de San Juan, Puerto Rico. Vestía una camiseta con una versión en blanco y negro de la bandera puertorriqueña como símbolo de luto y resistencia.

Domínguez había venido a hacer resistencia.

Había sido alumna de Goyco cuando niña y vivía a pocas cuadras de distancia cuando, en 2013, el Departamento de Educación cerró la escuela. “Escuché el último timbre de esta escuela”, dijo. “Me daba mucha tristeza ver la escuela cerrada”.

Johanna Domínguez rastrilla el césped en el patio trasero de la escuela Pedro G. Goyco.

Johanna Domínguez rastrilla el césped en el patio trasero de la escuela Pedro G. Goyco. Foto: Ankur Singh for The Hechinger Report.

 

Domínguez es parte de un grupo activista del vecindario que lucha por retomar la escuela abandonada y convertirla en un centro cultural y de arte comunitario. El edificio, que lleva el nombre de un médico del siglo 19 que era también periodista, abolicionista y político, es inmenso, con puertas de arco, ventanas de hierro forjado que se están oxidando y columnas griegas.

Domínguez hablaba por encima del ruido de un generador mientras los residentes entraban y salían llevando una manguera de agua a presión y tijeras para podar plantas. Vienen la mayoría de los sábados para limpiar el edificio poco a poco.

“Es una estructura preciosa, hermosísima y es una estructura histórica, tiene más de 100 años”, dijo ella. “Pero la verdad es que ha sido tan descuidadamente abandonada como nuestro sistema de educación”.

Goyco es una de más de 600 escuelas públicas en Puerto Rico que han sido cerradas en la última década. Aquí los activistas forman parte de un creciente grupo de residentes que se han movilizado para convertir las en toda la isla en centros comunitarios.

Muchas escuelas cerraron debido a la disminución de poblaciones estudiantiles. Pero, a pesar de la reducción de alumnos, las escuelas todavía servían un propósito secundario como núcleos comunitarios, los cuales los residentes están resueltos a recuperar.

Un éxodo masivo de residentes de la isla, sumado a una deuda enorme, ha impulsado los cierres de escuelas. Medio millón de personas se marcharon de Puerto Rico en la última década. Primero cuando el gobierno recortó servicios en un esfuerzo por tratar de pagar la deuda de 123.000 millones de dólares, y luego como consecuencia de la catástrofe del Huracán María.

En comparación con el año 2010, hoy hay casi 250.000 niños menos en las escuelas públicas de kindergarten al grado 12 en Puerto Rico, una reducción del 45%.

Taína Moscoso Arabía, una residente y activista en Santurce, dijo que el departamento de educación le indicó a los residentes en 2013 que Goyco tenía un bajo rendimiento.

Con la esperanza de elevar el rendimiento académico de los estudiantes, su organización, la Asociación de Residentes Machuchal Revive, o ARMaR, comenzó un programa para los niños de Goyco después del horario de clases.

Los activistas de ARMaR consideraron que si ellos podían ayudar a los alumnos a elevar sus grados, tal vez el departamento de educación mantedría la escuela abierta.

“¿En vez de hacerla [la escuela] efectiva, la solución era cerrarla? Para nosotros, esto no tenía sentido”, dijo ella. “Pero tratábamos entonces de contrarrestarlo con un programa, si esta era la razón”.

Sin embargo, en 2013, solamente 100 alumnos se habían matriculado en Goyco, y casi 2.000 niños menos que tres años antes vivían en el vecindario de 8,5 millas cuadradas.

Nilsa Otero Cordero, superintendente de las escuelas de San Juan, dijo en una declaración enviada por correo electrónico que la baja matrícula de Goyco fue la razón para cerrarla. Los niños de Goyco fueron enviados a cuatro escuela diferentes, pero debido a la continuada disminución de la población estudiantil, una de esas escuelas cerró también el año pasado, añadió.

Moscoso Arabía dijo que las familias tuvieron dificultades para encontrar transporte que fuera confiable y costeable para ir a sus nuevas escuelas. Muchos se mudaron a diferentes vecindarios, y algunos finalmente se marcharon hacia el territorio continental de Estados Unidos.

Entre recortes presupuestales y cierres, muchos maestros también se marcharon de la isla.

En 2009 Rossana Rodríguez-Sánchez era maestra de teatro de secundaria en Puerto Rico. Ganaba 1.500 dólares al mes y compraba sus propios materiales escolares. La escuela siempre sufría escasez de recursos, pero ella dijo que las condiciones de trabajo para los maestros empeoraron cuando el gobierno puertorriqueño aprobó la Ley 7, la cual permitía dejar fuera de sus empleos a casi 25.000 empleados públicos en un intento por reducir la creciente deuda de la isla.

Rodríguez-Sánchez permaneció empleada, pero le dejaron el mismo salario a pesar de que el número de los alumnos en su clase aumentó enormemente.

“Tenía unos 40 y tanto alumnos. No había sillas para todos. Tenía alumnos de séptimo, octavo y noveno grados todos juntos en una misma aula. Era una locura”, dijo.

Rodríguez-Sánchez trató de encontrar un empleo diferente, pero no pudo conseguirlo en la isla. En octubre de 2009 encontró trabajo en Chicago como directora residente de una organización de teatro juvenil.

“Cuando me fui tuve un gran sentido de culpa porque me había marchado de una escuela con un grupo increíble de maestros”, dijo. “Pensé que yo tenía la oportunidad de irme y ellos no. Tenían que quedarse. Y tienen que continuar trabajando en esas condiciones”. Diciendo esto, comenzó a llorar.

Cuando llegó a su nuevo empleo, el contraste fue fuerte. “Cuando llegué allí, me dieron una tarjeta de crédito y yo me quedé de una pieza. ‘Espere, ¿qué es esto?’ Y ellos respondieron, ‘usted puede comprar todo lo que necesite para trabajar con los jóvenes’”.

Sillas frente a un pizarrón en una de las aulas vacías de la escuela Goyco en San Juan.

Sillas frente a un pizarrón en una de las aulas vacías de la escuela Goyco en San Juan. Foto: Ankur Singh para The Hechinger Report.

 

Hizo una pausa. “Yo acababa de llegar de Puerto Rico, donde no tenía sillas para mis alumnos. Y de repente todo era completamente diferente. Era una inversión. Podía tener cualquier cosa que necesitara para que mis estudiantes tuvieran éxito”.

La escuela secundaria en la que ella trabajaba en Puerto Rico, Alcides Figueroa, cerró hace tres años. “Cuando vi que la escuela había cerrado, me sentí como que no tenía salida”, continuó, “porque no iban a traer más recursos. Eso no iba a ocurrir de ninguna manera. Así que era triste verla cerrada, pero era de esperar”.

La investigación sobre el impacto que tiene el cierre de escuelas en los niños y las comunidades no es definitivo, pero el efecto parece ser crecientemente negativo para niños y comunidades de bajos ingresos.

Estudios hechos a nivel nacional y en ciertos lugares específicos han demostrado que algunas veces el rendimiento académico de los niños mejora en sus nuevas escuelas. Otras veces, se reduce.

El libro de la socióloga Eve Ewing, Fantasmas en el patio de la escuela (Ghosts in the Schoolyard),cuenta la historia de un devastador cierre masivo en 2013 de 50 escuelas en Chicago, escuelas a la que asistían en gran medida alumnos afroamericanos de bajos ingresos. La autora llama “duelo institucional” a lo que le ocurre a las comunidades cuando las escuelas cierran.

En el pueblo afro-puertorriqueño de Loíza, los residentes convirtieron ese duelo en acción. Cuando la escuela del barrio, Parcelas Suárez, cerró hace siete años, el grupo Junta Comunitaria intervino.

Temían que si el edificio permanecía vacante, la gente iba a comenzar a usarlo como un nido de drogas. La Junta Comunitaria compitió con otras organizaciones para tomar el control de la escuela y, finalmente, la ciudad le concedió el acceso.

Cuando entraron a la escuela se sintieron tranquilos de no encontrar drogas.

Hoy, Parcelas Suárez está ocupadísima con actividades comunitarias: ferias de salud, intercambio de ropa, clases de educación para adultos.

Alexis Allende, un líder comunitario, dijo que los que todavía viven en el pueblo son principalmente personas mayores y otros con problemas crónicos de salud. Los esfuerzos comunitarios en Loíza aseguran que la antigua escuela sirve ahora las necesidades de los residentes que quedan.

Los activistas en Santurce abrigan la esperanza de crear un espacio similar de múltiple uso en Goyco, pero sus preocupaciones acerca del futuro de la escuela son casi opuestas a las de los residentes de Loíza. Dicen que la restauración y el consiguiente aburguesamiento se han acelerado en los últimos años. El ingreso promedio en Santurce se elevó en casi un 20% entre 2010 y 2017. Actualmente, Goyco está situado como un sándwich entre un edificio semi-demolido y un restaurante al aire libre que sirve platos de alto precio y café espresso.

Los turistas y los puertorriqueños más adinerados del cercano vecindario de Condado son clientes potenciales de los nuevos negocios. Los residentes dicen que los lugares tradicionales donde la comunidad solía reunirse han desaparecido, lo cual ha hecho más dolorosa la pérdida de la escuela.

Una voluntaria usa una lavadora eléctrica para limpiar una de las escaleras en la escuela Pedro G. Goyco de San Juan.

Una voluntaria usa una lavadora eléctrica para limpiar una de las escaleras en la escuela Pedro G. Goyco de San Juan. Foto: Ankur Singh para The Hechinger Report.

 

“La Calle Loíza siempre ha sido un área comercial, pero tenía negocios que servían tanto a nuestras necesidades”, dijo Moscoso Arabía. “Todo ha sido sustituido por restaurantes caros que no son para los residentes”.

Lydia Platón, otra activista en la lucha por transformar a Goyco, explicó que mediante la conversión de la escuela en un espacio cultural y de arte comunitario, los residentes están “tratando de revivir algo que nuestra calle ha perdido”. Añadió que un objetivo clave de su lucha es preservar el carácter del vecindario.

“Necesitamos que el edificio no se convierta en un hotel boutique”.

Funcionarios de la ciudad cedieron el control del edificio a activistas locales hace un año. Ellos co-administrarán Goyco junto con la ciudad de San Juan hasta 2020.

Los activistas usan la palabra “rescatar” para describir lo que están tratando de hacer con Goyco. A pesar de la reduccioón en la población infantil en el vecindario, miles de niños todavía viven en Santurce. Goyco ya no educa a los jóvenes en el sentido tradicional, pero los activistas tienen la esperanza de que si pueden llenar la escuela con programas para los que todavía quedan, podrán mantener la cultura de la comunidad de la Calle Loíza, a pesar de la llegada de nuevos residentes de más alto ingreso y de los negocios que los sirven, y convencer a más residentes de quedarse a largo plazo.

Cuando se le preguntó cuáles eran sus esperanzas para Goyco, Domínguez, la ex alumna de Goyco, respondió sonriendo: “¡Ay!”. Ella tiene muchas ideas: servicios de tutoría, una biblioteca, un teatro, una cocina, asesores, trabajadores sociales. Un sitio donde todos se sientan bienvenidos. “Sí”, dijo, “este es mi sueño”

Fuente del artículo: https://www.telemundo.com/noticias/2019/08/07/cuando-los-ninos-se-marchan-que-queda-despues-de-un-exodo-masivo-de-jovenes-de

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