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No pueden fallar

Por: Esabeth de Puig

Este empobrecimiento estructural es insostenible, como lo señalara el Papa Francisco en su reciente intervención frente a la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando dijo que los síntomas de desigualdad “revelan una enfermedad social”; precisando que este “es un virus que viene de una economía enferma.

Blancos, morados, rojos, variopintos, multicolores, los de a pie y los montados, los de arriba y los de abajo estamos en un mismo barco, todos con el mismo deseo de contribuir a hacer posible los avances necesarios para la mejoría de nuestro país en un mundo rodeado por los estragos sanitarios y sociales de la Covid-19.

La población votó mayoritariamente por un cambio y al gobierno del PRM le ha tocado iniciar su misión en medio de una crisis que sacude global y localmente planes, certezas y parámetros.

Para ser efectivos el cambio político y los nuevos aires que soplan sobre la República Dominicana deberían estar acompañados de una real transformación de las mentalidades, que deje de lado el clientelismo, el cofrecito, el barrilito, el patriarcalismo y el conservadurismo.

La gente votó por un gobierno que haga las cosas de otra manera. Esto no puede ser un quítate tú para ponerme yo. No hay herencia ni reparto que valga en los puestos gubernamentales y entre los electos del pueblo. El cambio debe ir mucho más allá de una simple permuta de funcionarios. Lo que tiene que imperar es la ley y la adecuación de la hoja de vida con los puestos a proveer. Si hay algo que puede frustrar al pueblo dominicano es darse cuenta un buen día que el anhelado cambio se ha transformado en más de lo mismo.

Celebramos hace apenas tres días el Día Nacional de la Prevención del Embarazo en Adolescentes, un tema en la palestra y en la mano de nuestros honorables diputados que tendrán la responsabilidad de aprobar la ley sobre el matrimonio infantil.

Han sido muchos los años de rodeos, sin que hayamos logrado garantizar a nuestras adolescentes el ejercicio de derechos ya reconocidos por leyes vigentes y acuerdos internacionales de los cuales somos signatarios.

En la espera, somos el reflejo de una sociedad desigual que no se muestra capaz de defender a su niñez amparándose en una ceguera social que tolera la “entrega” de adolescentes y la explotación sexual comercial de las niñas a cambio de bondades para las familias.

Esta legislación tan importante para los derechos de la niñez va de la mano con los derechos sexuales y reproductivos. La inclusión de la despenalización del aborto por las tres causales es un mínimo por el que un estado laico debe propugnar, independientemente del credo que profesen o no profesen los integrantes del gobierno y los honorables legisladores.

Como decía en un artículo reciente, la mujer del siglo XXI no es un mero objeto reproductor, sin derecho a tomar decisiones sobre su cuerpo y sexualidad, sin capacidad de resolución de conflictos, sin posibilidad de vida ni pensamiento autónomos, subyugada a diversos poderes religiosos, parlamentarios, médicos y jurídicos fundados sobre una idea de dominio masculino

La pauperización de una parte de nuestra población y la desvinculación creciente de las escuelas con la implementación de la enseñanza virtual, traen como consecuencias una mayor desprotección frente a los flagelos que mencionamos. Dicho de otra manera, propician la trata de menores, los matrimonios de adolescentes y el trabajo infantil.

Este empobrecimiento estructural es insostenible, como lo señalara el Papa Francisco en su reciente intervención frente a la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando dijo que los síntomas de desigualdad “revelan una enfermedad social”; precisando que este “es un virus que viene de una economía enferma. Es el fruto de un crecimiento económico injusto, que prescinde de los valores humanos fundamentales”.

Es también el fondo del asunto al que el gobierno debe llegar, ahora con más razón y determinación que nunca frente a la urgencia de colmar las diversas brechas que se han profundizado en la sociedad. Brechas que dejan a nuestros niños, niñas y adolescentes todavía más desprotegidos que antes.

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/opinion/no-pueden-fallar-8865760.html

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Pandemia del coronavirus acentúa las desigualdades en Brasil

América del Sur/Brasil/04-10-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

El país suramericano es el segundo en el mundo en cuanto a contagios y tercero en número de fallecidos.

Brasil llegó este viernes a 4.880.523 contagios acumulados de Covid-19 y 145.388 muertes causadas por la pandemia desde que el primer caso de detectó en ese país suramericano a finales de febrero. Dentro de estas estadísticas resalta la población de menos ingresos.

Aunque el coronavirus no escoge a sus víctimas, la seguridad socioeconómica y sanitaria es determinante para discernir por qué algunas poblaciones han sido más perjudicadas que otras a partir de la propagación del virus y de la paralización económica que generó.

En el caso de Brasil, segundo en el mundo en cuanto a contagios de Covid-19 y tercero en número de fallecidos, los mas vulnerables ha sufrido estas y otras afectaciones.

 

Incremento de desempleo

La tasa de desempleo subió al 13,3 por ciento en el trimestre abril-junio, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE). Debido a la pandemia, se perdieron en ese periodo 8,9 millones de puestos de trabajo.

De esta cifra, 6 millones correspondieron a trabajadores informales, que a mediados de agosto sumaban 29 millones en todo el país, documentó el Ibge (con ello, la tasa de informalidad subió al 34,1 por ciento).

La paralización de la economía obligó a 1,5 millones de brasileños a acudir al seguro de desempleo, cuyas solicitudes crecieron entre marzo y abril un 31 por ciento con respecto a igual período de 2019, informó el Ministerio de Economía. En total, 12,8 millones de personas buscaban empleo en Brasil a inicios de septiembre.

Pérdida de ingresos

Aquellos trabajadores que no perdieron su empleo, pasaron a un régimen de jornada y salario reducidos en el que permanecen más de 7 millones de trabajadores, según el Ministerio de Economía.

A finales de mayo, el Gobierno de Jair Bolsonaro aprobó una ley de rescate para proveer fondos a estados y municipios, pero congeló por dos años aumentos de salario de trabajadores del sector público, condición impuesta por el Ministerio de Economía.

El Ejecutivo creó una ayuda de emergencia para cubrir algunas necesidades básicas durante la pandemia. Su monto inicial proyectado fue 200 reales mensuales (35,19 dólares). Tras el rechazo social, el Congreso la elevó a 600 reales (111 dólares), aunque en meses sucesivos fue reducida. A inicios de septiembre, Bolsonaro anunció que la extenderían hasta finales de año, pero pagando solo 300 reales (55 dólares).

Según el Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea), la ayuda de emergencia fue el único ingreso que recibieron en el mes de julio cerca de 4,4 millones de hogares brasileños (6,5 por ciento de todos los hogares del país).

En el caso de los hogares muy pobres sin otra entrada financiera regular, ese fondo ayudó a que los ingresos de sus integrantes llegaran al 124 por ciento de lo que habitualmente pueden llevar a casa, declaró dicha entidad.

Deficiente acceso a servicios de salud

Según un reporte de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) a partir de la situación sanitaria de Río de Janeiro, la tasa de letalidad de la Covid-19 es dos veces más alta (19,5 por ciento) en regiones con alta y muy alta concentración de favelas en comparación con barrios sin ellas (9,2 por ciento).

Una indagación de esa entidad arrojó que los primeros casos de la pandemia se detectaron en barrios de mayor tamaño y mejores condiciones socioeconómicas, pero con el tiempo los casos migraron a barrios periféricos y de bajos ingresos.

Fiocruz comprobó que los vecindarios de mayores ingresos, con sistemas de salud estructurados, ofrecen más acceso a pruebas diagnósticas y pueden proveer atención más rápida a los infectados de Covid-19, evitando que lleguen tardíamente a los hospitales y desarrollen los síntomas más graves.

Un estudio similar de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo, mostró que la letalidad por Covid-19 es un 60 por ciento mayor en los barrios pobres de esa ciudad.

Además de la escasa red hospitalaria, muchas zonas pobres están superpobladas, las viviendas están muy próximas y no permiten cumplir con la distancia social, y poseen deficientes redes de agua y saneamiento básico, lo que obstaculiza mantener la higiene.

De acuerdo con el Ibge, 31,5 millones de brasileños (15 por ciento de la población) no tiene acceso a agua potable a través de la red de abastecimiento, 75 millones (36 por ciento) vive en áreas sin alcantarillado y 6 millones no tienen baño en su casa.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/brasil-pandemia-coronavirus-acentua-desigualdades-20201002-0029.html

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Brecha universitaria

Por: lahora.com.ec

Como sucedió con el ‘Ser Bachiller’ hace menos de un año, de nuevo hubo inconformidad y sospecha de copia en el Examen de Acceso a la Educación Superior, administrado por el Senescyt la semana pasada. Casi 189.000 estudiantes rindieron la prueba que parece ser un nuevo indicador de la desigualdad que vive la sociedad ecuatoriana.

Durante años, el país clamó por la implementación de un examen de acceso a la educación superior estatal, en aras de premiar a aquellos que con esfuerzo lograban alcanzar un puntaje suficiente que les permitiera acceder a la carrera y universidad de su elección. Un premio ‘al mérito’, sí, asumiendo que todos los bachilleres de la República -hombres y mujeres- tienen similares oportunidades de acceso a educación de calidad, libros y herramientas tecnológicas, tiempo y condiciones para estudiar.

Sin embargo, la brecha entre los que ‘tienen’ y pueden educarse, y los que no, siempre existió y la pandemia revirtió su tendencia a la baja.

Hemos denunciado hasta el cansancio las visibles inequidades que ha causado y agravado la pandemia del Covid-19. “Apaguen sus cámaras, rindan con el celular; solo a los ‘giles’ les va mal en la prueba”, se leía en redes sociales. La página web del Senescyt publicó las guías de estudio e instructivos, pero cerca del 20% de familias en el país no tienen acceso a internet.

Un mal manejo de este examen por parte del Senescyt y los centros de educación superior puede no solo matar los sueños de miles de futuros profesionales, sino también contribuir a manchar la imagen ya maltrecha del proceso de acceso a las universidades.

Una vez dicho lo que nos es conveniente, la cuestión de si es verdad o no perdió importancia.” Alvin Plantinga (1932- ) Filósofo de la religión y metafísica; EE.UU.

La Nación no necesita simplemente lo que tenemos; necesita lo que somos.” Edith Stein (1891-1942) Mística y religiosa alemana.

Fuente: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102328302/brecha-universitaria

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Ser niño y estudiar en El Salvador: un camino de obstáculos

América Central/El Salvador/Fuente: www.elsalvador.com

Niños y niñas que aprenden en la educación pública del país intentan seguir su rumbo entre la pandemia, falta de recursos tecnológicos y altos números de deserción, en un panorama gris en el Día del Niño en El Salvador.

El Día del Niño es una fecha especial en los centros escolares del país, donde normalmente hay disfraces, payasos, fiesta y alegría entre la comunidad de maestros y estudiantes. Pero el impacto del COVID-19 a nivel global, y por supuesto en el país, tiene ahora a los alumnos en sus hogares, recibiendo clases en línea y, en muchas ocasiones, batallando por no abandonar los libros, agotados ante un paquete de problemas que ha venido a pintar de gris este día.

El primer reto es tecnológico. Paz Zetino, secretario general de Bases Magisteriales, explica que “el alumno que no tenía acceso a la red de internet, ni los instrumentos tecnológicos necesarios, se vio desesperado y abandonó con facilidad” la escuela.

Según datos del Ministerio de Educación, en 2019 comenzaron su año lectivo 1,289,021 alumnos, entre primaria y bachillerato. La cifra resume escuelas públicas e instituciones privadas. De ese número, solo 1,251,219 comenzaron sus estudios a inicios de 2020, o sea 37,808 menos.

Para Paz Zetino, el impacto que ha tenido el modelo de clases en línea provocará números mucho mayores de deserción escolar al cierre de 2020.

“Hay agotamiento en recursos, porque la pandemia se fue alargando. Hablamos de pago de internet, compra de equipo. Se volvió insostenible la situación financiera. Imagínese un hogar con tres hijos, y dependían de solo un aparato telefónico, ¿cómo estar enviando las tareas de todas las materias en un solo teléfono? Los teléfonos colapsaron. Y los padres de familia no tuvieron capacidad para reponer esos aparatos y seguir en el proceso. Lo que hicieron fue dejar de enviar tareas”, resume el representante de una de las principales agrupaciones de maestros del país.

Entre 9% a 13% es el índice de deserción en el país, añade Paz Zetino. Este año va a crecer. El doctor Óscar Picardo, académico e investigador de la Universidad Francisco Gavidia, añade que “todos los años tenemos deserción muy fuerte en tercer ciclo, estamos perdiendo 6 de cada 10 que terminan educación básica, a partir de 7° grado”.

Muchos de estos estudiantes no siguen su camino académico porque sus padres los ponen a trabajar.

“En este país, tenemos una gran cantidad de gente que se dedica a la actividad informal, a la venta ambulante. Ellos empiezan a involucrar a los niños y niñas desde temprana edad en esa actividad. El niño, cuando ve que eso le produce dinero y algún beneficio, se va acostumbrando a eso, y después no quiere salir de ahí. Es un círculo vicioso. Con esos niños nos cuesta muchísimo, porque prefieren andar vendiendo chiles y cebollas en un mercado”, argumenta Paz Zetino.

Picardo dice que este fenómeno “es multicausal. Hay problemas de violencia, mudanza, laborales, económicos… hay papás que cuando sus hijos entran a una edad después de preadolescencia, les dicen ‘llegó la hora de trabajar’, y ni modo”.

Identifica además que la educación en el país tiene un problema de fondo, y que al final impacta en la educación de los niños: cada cinco años, el nuevo Gobierno entrante hace un nuevo plan, no se aprovecha lo avanzado por el anterior y no hay un modelo educativo ni un currículum nacional elaborado a largo plazo. Así ha sido al menos desde la reforma educativa de 1995, comenta Picardo.

“Cecilia Gallardo comenzó con el modelo constructitiva, después Evelyn Jacir de Lovo puso Escuela 10, después Darlin Meza arrancó con el plan 20-21, luego el primer plan del Frente con Vamos a la Escuela; después El Salvador Educado, y ahora es el Plan Cuscatlán. Cada uno de esos planes ha ido cambiando el modelo. En el Gobierno del FMLN, se pensó el modelo de escuela inclusiva de tiempo pleno, y eso ya se olvidó, se dejó de lado”, lamenta Picardo.

También hay una constante negativa, según estudios impulsados por Picardo, que viene pasando desde 2008, pues de los 200 días de calendario escolar, solo 100 son días efectivos para estudio. En los demás “Hay mucho feriado, muchas actividades de fiestas cívicas, culturales, ensayos de bandas de paz, etc. En una escuela típica, el Día del Maestro se celebra cinco veces y se pierde mucho tiempo. Prácticamente el 50% de tiempo efectivo, lo cual es un correlato de la PAES”, argumenta el investigador educativo.

El año pasado, la nota global PAES fue de 5.52.

Y también están los retos en la zona rural, donde hay escuelas sin techo, con piso de tierra y lodo, baños sin condiciones dignas; apenas el 17% tienen internet -subraya Paz Zetino- y, según Picardo, el porcentaje es aún menor para los centros educativos que tienen bibliotecas o laboratorios.

Como resultado, “esas ausencias hacen que la educación sea muy teórica. Lo describo con una frase: Los estudiantes conocen, pero no comprenden ni aplican lo que saben”, comenta Picardo.

El panorama es gris. Pero hay esfuerzos que pintan de otro color este día, como el del profesor Carlos Perdomo Fuentes, quien ha hecho la diferencia en el Centro Escolar Caserío Las Brisas Mandinga, en El Presidio, Sonsonate.

Desde 2005, Perdomo inició una serie de gestiones, a nivel privado y gubernamental, que al final llevaron a que este centro educativo rural cuente con más de 30 computadoras, internet y aire acondicionado.

“La parte tecnológica en las escuelas rurales es uno de los principales desafíos, y todavía no tenemos la infraestructura adecuada. Con la pandemia todo ha sido más difícil. Pero a veces depende de la gestión de uno en la escuela, de los maestros y padres también”, comenta con optimismo Perdomo.

El profesor Perdomo no acepta que este 1 de octubre sea gris, y prefiere colorearlo de compromiso y esperanza.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/coronavirus-ninos-sin-acceso-a-educacion-durante-pandemia-por-falta-de-recursos/759278/2020/

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Unesco advierte enorme déficit en financiamiento de la educación

El déficit global en el financiamiento de la educación podría alcanzar 200 000 millones de dólares anuales, como consecuencia de la crisis desatada por la pandemia covid-19 y en perjuicio principalmente de los países más pobres, señaló este viernes 4 un nuevo informe de la Unesco.

“A menos de un decenio del plazo fijado cumplir el ODS 4, el mundo se enfrenta a una crisis de financiación de la educación que amenaza con agravarse aún más con la pandemia”, dijo Audrey Azoulay, directora de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030, el ODS 4 propone “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

“Generaciones enteras están en riesgo, en particular los más vulnerables. Si bien la educación es claramente una víctima de la pandemia, también es la solución para la recuperación a largo plazo”: Audrey Azoulay.

Frente a unas necesidades de financiamiento que la Unesco calcula en 509 000 millones de dólares anuales, los presupuestos nacionales presentaban un déficit de 39 000 millones ya en 2015 y su crecimiento año tras año permitió estimar ese faltante en 148 000 millones de dólares para 2020.

Con el impacto de la covid, principalmente con el cierre de escuelas este año, el plazo más corto para alcanzar las metas del ODS 4 y mejores normas de calidad en la educación, el déficit se incrementa en alrededor de 30 por ciento y se acerca a 200 000 millones de dólares, según la Unesco.

Por ello exhortó a todos los agentes que intervienen en la financiación educativa “a que no escatimen esfuerzos para dar prioridad a la inversión en la educación como bien público mundial”.

Como los ministros de Finanzas de las Naciones Unidas prevén debatir el 8 de septiembre sobre la financiación para el desarrollo en la era de la covid, la Unesco pidió dar prioridad a la inversión en educación para los países de ingresos bajos y medio-bajos.

La agencia recordó que el cierre de escuelas ha causado la pérdida de aprendizaje para millones de personas y “las soluciones de enseñanza a distancia simplemente no son una opción para al menos 580 millones de estudiantes en países de ingresos bajos y medios”.

Los costos aumentan con la necesidad de volver a matricular a los estudiantes, ofrecer programas de recuperación y maximizar las posibilidades de que permanezcan en la escuela.

Además, se necesitan inversiones adicionales para garantizar que los niños estén seguros cuando regresen a las clases y tengan acceso a instalaciones de higiene y aulas adicionales que permitan mantener el distanciamiento físico.

Estos programas y acciones añadirán entre 5000 y 35 000 millones de dólares a las necesidades de financiación.

La Unesco pidió a los países de ingresos bajos y medios-bajos que resistan la presión de recortar su presupuesto para la educación debido al difícil entorno fiscal, y que traten de dirigir una parte significativa de su presupuesto a las regiones y escuelas que se encuentren más marginadas.

También se dirigió a los donantes, destacando que solo 47 por ciento de la ayuda global a la educación básica y media se destina a los países de ingresos bajos y medio-bajos, donde más se necesita, y pidió dirigir esos aportes para apoyar países y regiones con desigualdades crónicas.

Fuente: https://rebelion.org/unesco-advierte-enorme-deficit-en-financiamiento-de-la-educacion/

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