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Carta al presidente de la república sobre el paro de los estudiantes universitarios

Por: Julián de Zubiría

El pedagogo Julián de Zubiría le envía una carta pública a Duque en la que lo invita a reunirse con los líderes del paro estudiantil. A los estudiantes los convida a reconocer lo logrado y a disminuir sus pretensiones. El país necesita grandeza del gobierno y de los estudiantes.

Estimado presidente Iván Duque:

Tenga usted muy buenos días.

Estamos ad portas de un hecho de enorme gravedad para la vida de los jóvenes colombianos: 650.000 estudiantes están próximos a perder el semestre que actualmente adelantan en las 32 universidades públicas del país. Sería una lamentable frustración para ellos, para sus familias, para el desarrollo nacional y para cerca de 30.000 jóvenes que ya fueron seleccionados para ingresar en el año 2019, quienes también tendrían que aplazar sus sueños, porque sus cupos serían ocupados por los estudiantes favorecidos con el ingreso en este segundo semestre de 2018. La rectora de la Universidad Nacional anunció que hoy vencería el plazo para cancelar el semestre y, en la votación electrónica adelantada, ganaron quieres decidieron que el paro debería continuar. Algo así no lo habíamos vivido en Colombia en las últimas dos décadas.

Lo único que piden los estudiantes universitarios es que usted se reúna con ellos, que los escuche, que conozca de primera mano por qué llevan un mes largo marchando en las calles en defensa de la educación, la equidad y la democracia. No luchan por ellos, sino por las próximas generacionesy por ello están a la espera de que se cree una mesa que dé respuesta a cada una de sus peticiones.

A este país le ha faltado escuchar a los jóvenes, por ello nos hemos connaturalizado con la injusticia, la violencia, la muerte y la intolerancia. Por hablar tan poco con ellos, a los colombianos se nos endureció el corazón. Viviríamos en un mejor país, si escucháramos con más atención los sueños, las investigaciones y las reflexiones de la juventud.  Deberíamos estar de fiesta para celebrar que los jóvenes protesten y participen en el debate político, social y cultural. Es un síntoma de que la democracia se está ampliando. También necesitamos su esperanza y su optimismo para que contagien los corazones de los habitantes y comencemos a enfrentar la cultura del atajo que heredamos de las mafias y la guerra. La democracia y el desarrollo necesitan de la juventud.

En su nueva entrevista para la revista SEMANA, usted afirma que la prioridad de su gobierno será la equidad. ¿Podemos acaso hablar de ella cuando, si no hacemos nada especial, el 90  por ciento de los jóvenes de estrato 1 nunca conocerá una institución de educación superior,llámese SENA, Tecnológico o Universidad? Eso quiere decir que ellos necesariamente vivirán en las mismas condiciones de miseria en la que vivieron sus padres. La educación es el único mecanismo, a mediano plazo, que logra de manera sostenida la movilidad social de las personas, de las familias y de las sociedades. Usted y el país lo saben. Los jóvenes lo que están haciendo es recordárnoslo.

En campaña, usted nos dijo que era el candidato de los jóvenes. ¿Acaso puede ser cierto que uno de los presidentes más jóvenes en la historia de Colombia no se digne escuchar a estudiantes que protestan de manera pacífica, reflexiva y organizada?

Durante los 100 primeros días de gobierno usted ha hablado de diversos pactos por Colombia. Uno de ellos, posiblemente el más importante, el pacto por la educación ¿Quién va creer en un pacto por la educación que deja por fuera a los estudiantes que desde hace más de un mes llenan las calles de música, alegría, argumentos y dignidad?

En Colombia es muy común que los presidentes se reúnen frecuentemente con cantantes, deportistas, empresarios y rectores de universidades privadas, pero es histórico que lo hagan con rectores de universidades oficiales. Esa foto de un presidente con los rectores del Sistema de Universidades Estatales (SUE) nunca la habíamos visto en Colombia. De allí la trascendencia del acuerdo que usted firmó con ellos. Eso lo tiene que entender el país. Usted empezó con pie derecho cuando recibió a los rectores de las universidades oficiales en el Palacio de Nariño.

 

Llevábamos 25 años disminuyendo cada año los recursos para las universidades oficiales; la historia reconocerá lo que usted hizo. Todos quienes hemos estudiado el tema educativo sabemos que se hizo un esfuerzo importante y que podríamos iniciar un cambio en la política que se venía trazando desde el año 1992. Sin duda, llegaron algunos recursos nuevos y frescos para funcionamiento, aunque son relativamente pequeños los que se van a transferir para solventar la aguda crisis de la infraestructura de las universidades oficiales. Los jóvenes y los académicos estaremos muy pendientes de que no continúe la transferencia de recursos hacia las universidades privadas, mientras las públicas se caen a pedazos.

Pero usted estuvo mal asesorado y cometió un error que nos condujo al callejón aparentemente sin salida que estamos viviendo: no invitó a los estudiantes que estaban en paro a almorzar a Palacio. No los tuvo en cuenta. No los escuchó. La indiferencia también es una forma de violencia y genera rencor. Es más, ellos fueron claramente maltratados en una primera reunión con el viceministro en la que se dedicó a tomarles del pelo por espacio de nueve horas. Luego la ministra lo intentó, pero tampoco pudo concertar. ¿Entonces debemos condenar a 650.000 jóvenes a la pérdida del semestre por un error de asesoramiento? ¿Dónde quedan sus discursos sobre la unidad y la conciliación?

Con el paso del tiempo han comenzado a tomar fuerza las posiciones más violentas, entre los estudiantes y en el interior del gobierno. No es bueno para el país que eso suceda y mucho menos que usted las deje crecer. En la última marcha ya se hicieron sentir pequeños grupos de encapuchados desadaptados que amenazaron a los líderes estudiantiles y que lanzaron bombas incendiarias contra medios de comunicación. La inmensa mayoría de los estudiantes condena explícitamente estos actos. Sin duda, los estudiantes deben cerrar filas y expulsar de sus marchas a quienes lleven capuchas, porque las causas justas se defienden de frente, con la cara descubierta, con argumentos y a plena luz del día.  Pero los violentos ganarán la partida si su respuesta sigue siendo la indiferencia. Lo mismo sucede con quienes en el interior del gobierno piden mano fuerte, descargas eléctricas y cárcel para los promotores. Si sigue postergado el diálogo, es inevitable que estas voces tomen fuerza en el gobierno, el congreso y la movilización estudiantil.

En los dos sondeos de opinión que se han realizado en esta época, el 96 por ciento está a favor de la lucha de los estudiantes. Es comprensible: la población defiende el derecho a la educación, aunque es implacable para rechazar los actos de violencia. Eso lo sabemos todos y por ello hay sectores extremistas interesados en que no se inicien los diálogos, en difamar del movimiento estudiantil y en hacerlo presentar como terrorista. ¿Usted de qué lado de la historia está?

Estos jóvenes han dado muestras de enorme reflexión, paz y argumentación. Han programado cinco marchas y la gran mayoría de ellas ha tenido un comportamiento ejemplar. Ha habido brigadas para limpiar los letreros que algunos desadaptados pintan delante; ha habido cordones de estudiantes para proteger a la Policía; ha habido intercambio de abrazos y flores con la fuerza pública, porque la casi totalidad tiene claro que el problema no es la policía, sino una política pública que se ha ensañado contra la educación oficial en las últimas dos décadas.

Con los rectores dio usted un paso importante, pero quedaron puntos esenciales por tratar con quienes han organizado los paros y las marchas. Muchos jóvenes no tienen las condiciones para pagar las deudas con el Icetex. Todo indica que es más del 50 por ciento de quienes contrajeron deudas años atrás. El Estado no puede actuar como banquero usurero y obligar al pago a quien no tiene trabajo. Es un tema complejo y lento de resolver, pero en eso tienen toda la razón. También la tienen cuando solicitan un apoyo para la inversión en ciencia que se ha ido apagando en el país. En 2018, Colciencias recibió la mitad de los recursos con que contaba en 2012. Llegamos al fondo de la tabla entre los países que más recursos invierten en ciencia en América Latina. Es justa su lucha ya que, sin aumentar la inversión, no saldremos del subdesarrollo. Así mismo, hay que hacer un programa a mediano plazo que garantice el estudio de los sectores más pobres de la población. Como país, podríamos apostarle a ir garantizando muy gradualmente el derecho que, en una democracia, le asiste a la población de recibir educación de calidad. Un buen gobernante no respondería con gases lacrimógenos y detenciones a una población ávida de movilidad social y deseos de progreso. Como hacen los buenos padres: les daría educación de calidad y les pediría esfuerzo y dedicación.

Los jóvenes tienen que mermar en sus peticiones, tienen que entender que ya se tomaron algunas medidas para fortalecer la educación pública y que el esfuerzo que se haga no solo debe orientarse a la educación superior. Tenemos falencias críticas en la educación inicial. Estamos en pañales para crear un sistema que garantice que los niños de los hogares más pobres reciban educación inicial de calidad. También tenemos serias dificultades para garantizar que no se retire el 40 por ciento de los jóvenes sin culminar sus estudios de educación media.

Unos años atrás el país hizo un esfuerzo importante para garantizar que superáramos la violencia. Se crearon impuestos y se invirtieron importantes recursos para dotar de armamento, inteligencia y miembros a las Fuerzas Militares. La estrategia funcionó y la balanza comenzó a inclinarse a favor de las Fuerzas Militares y en contra del movimiento guerrillero. Hoy ha llegado el momento de una estrategia similar para darle el impulso que requiere la educación, en recursos, en innovación y en ideas. Usted puede pasar a la historia como el presidente que tomó esa decisión.

Esta semana, un periodista me preguntaba si la crisis en el sector de la educación podía interpretarse como una “papa caliente” que usted recibió. Le dije que no debería serlo. Por el contrario, que todo buen padre sabía que lo mejor que le puede dejar a sus hijos es buena educación y que si tuviéramos buenos gobernantes sabrían que deberían dejarles muy buena educación a sus ciudadanos. En consecuencia, creo que usted tiene una oportunidad de oro para impulsar el crecimiento y el desarrollo sostenido. Lo que hoy hagamos en ciencia y educación determinará qué pasará con el país unas décadas después. Lo que sí es bien claro es que un país que no escucha a su juventud, no puede llamarse una democracia.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/julian-de-zubiria-le-escribe-una-carta-al-presidente-ivan-duque-sobre-el-paro-estudiantil-2018/590543

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Así será la reforma de la LOMCE que anunció el Ministerio de Educación

Europa/España/15 Noviembre 2018/Fuente: El diario la educación

Educación pretende vaciar de contenido la Lomce ante la imposibilidad temporal de sacar adelante una nueva ley educativa completa.

El pasado viernes 9, el Ministerio de Educación dio a conocer a la comunidad educativa cuáles serán los ejes sobre los que girará la nueva ley educativa que pretende frenar los efectos más perniciosos de la Lomce. Es prácticamente la eliminación formal del papel que la ley Wert ha tenido en estos últimos años, al menos en buena parte.

Siete son los apartados en los que la explicación de Educación divide la reforma: equidad, eneñanzas y su ordenación, enseñanza de la religión, evaluación, participación, reforma de los conciertos y la relación del sistema educativo y el modelo territorial.

Entre las novedades destaca la eliminación de la referencia a los estándares de aprendizaje evaluables así como las referencias directas a la metodología que utilizar en el aula en un intento por permitir la adaptación de los aprendizajes al contexto de los centros. Los estándares llegan a ser decenas por cada una de las materias, algo que dificulta y burocratiza mucho la labor docente.

La supresión de las evaluaciones finales de primaria y secundaria obligatoria es otra de las reivindicaciones de la comunidad educativa desde la aprobación de la Lomce en 2013. El nuevo Ministerio pretende hacerlo, además de reconvertir estas pruebas en termómetros de la situación del sistema educativo. Serían, las de 6º de primaria y 4º de ESO, pruuebas muestrales y plurianuales. Eso sí, se plantea nuevas pruebas, en este caso, censales, en 3º o 4º de primaria, así como en 2º de ESO con la intención de poder realizar los ajustes necesarios para que cualquier alumno pueda superar las dificultades que tenga.

El de la evaluación es un punto importante en el que Educación quiere incidir para recuperar su papel de diagnóstico, así como hoja de ruta con la que guiar y orientar al alumnado en su paso por la educación. De esta misma forma se retomará la prohibición de utilizar los resultados de cara a hacer cualquier tipo de listado de centros.

En general, el texto que prepara el Ministerio pretende flexibilizar el paso por el sistema educativo así como devolver competencias a la comunidad educativa y a sus docentes. Por ejemplo, prevé que el personal docente tenga más peso a la hora de que el alumnado titule en la secundaria obligatoria. Se recuperarán los ciclos en la primaria y, con ellos, la forma de concebir el paso por ella. O también se estudiará la posibilidad de titular en el Bachillerato con una asignatura suspensa.

Se da más peso a la orientación al alumnado con dificulates o para aquel que vaya a dejar los estudios sin alcanzar el graduado en secundaria para que opte por otras posibilidades.

La participación de la comunidad educativa, la democracia interna de los centros, fue otra de las víctimas de la Lomce, muy contestada desde organizaciones de familias como CEAPA o por los sindicatos docentes. Se pretende recuperar el papel que tenían los consejos escolares reequilibrando estos ante la dirección de los centros. De hecho, de nuevo volverán los consejos escolares a tener capacidad en la selección de las direcciones escolares de sus centros.

Equidad

La pelea entre equidad y calidad de la educación llevan años dividiendo a la derecha y a la izquierda en los debates educativos. Con el nuevo texto legal, el gobierno socialista quiere recuperar el papel de la equidad en diferentes aspectos de la vida escolar. Por ejemplo, se tendrá en cuenta y se eliminarán en su caso, los procesos de segregación escolar provocados por las enseñazas plurilingües.

O se hará que el título de ESO sea accesible tanto por la vía ordinaria como a través de cualquier medida de atención a la diversidad.

También se contemplan cambios en la baremación para los procesos de admisión de alumnado. Para ello se atenderá al alumnado de familias monomarentales o monoparentales, así como a las de víctimas de violencia de género o del terrorismo.

En medidas más directas, por ejemplo, con la posibilidad de alargar la escolarización de alumnado con necesidades educativas si con ello se facilita la consecución del título; o con la puesta en marcha de mecanismos educativos previos a la repetición del alumnado o, si esta llega, estableciendo planes personalizados ante ella.

Conciertos

La Lomce supuso un cambio importante en relación con la concertada gracias a dos puntos principalmente. Por una parte al asumir que la demanda social es el principio rector de cara a organizar las enseñanzas y, además, admitiendo en su texto el concierto a los centros que separan al alumnado por sexos.

Ambos puntos serán revisados en la nueva normativa. Por una parte, la demanda social será suprimida de la ley además de que el papel de los poderes públicos en la programación del sistema recuperará el peso perdido. Al tiempor, Educación priorizará la coeducación frente a la separación por sexos a la hora de conceder conciertos a empresas privadas.

En el capítulo de conciertos también hay una recuperación del papel de la comunidad educativa de los centros. Esta, a través del consejo escolar, tendrá más peso en la selección y despido de los docentes, así como recuperará su papel en los procesos de admisión de alumnos. Procesos en los que de nuevo volverá a haber un representante del ayuntamiento en el que se encuentre el centro en cuestión.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/12/asi-sera-la-reforma-de-la-lomce-que-anuncio-el-ministerio-de-educacion/

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Un ‘nosotros’ en la escritura pedagógica

Por: Jaume Martínez Bonafé

Vivimos un momento de extraordinaria indigencia en la escritura pedagógica nacida de ese deseo por parte del profesorado de querer tomar la palabra.

Motivado por diferentes compromisos he tenido ocasión de revisar varios números de la revista l’Éducateur Prolétarien, que sostenía el movimiento Coopérative de l’Enseignement Laïc, liderado por Freinet. Siempre he pensado que el nombre propio Célestin Freinet no se corresponde exclusivamente con una autoría individual sino con un proceso colectivo en el que muchos nombres anónimos suman un esfuerzo común por dar voz y poner palabra de forma, por cierto, muy poética, a un sueño colectivo por dignificar la escuela y convertirla en un territorio libre en el que facilitar el crecimiento autónomo de los seres humanos en su total humanidad.

Pero lo que me ocupa en este texto de ahora es la experiencia de la escritura por parte de la maestra y el maestro. Y lo que descubro en l’Éducateur Prolétarien me acerca a la memoria de lo que viví en los años 70 y 80 del pasado siglo, siendo un maestro muy joven, coincidiendo con el inicio de los Movimientos de Renovación Pedagógica: la voluntad de escribir, la constitución de un nosotros con voz propia, la necesidad de compartir un saber nacido de la experimentación de una nueva pedagogía acorde a los intereses y necesidades de la infancia y con políticas educativas de justicia social.

Con la creación de los Movimientos de Renovación (MRP) surgieron en su seno múltiples revistas pedagógicas y algunas, como la más antigua Perspectiva Escolar acaba de publicar su nº 400 celebrando los 50 años de la creación de Rosa Sensat. Y quizá la más emblemática, porque recogía la voz docente desde todos los rincones de la península, ha sido Cuadernos de Pedagogía. Dejo los títulos de las revistas para otra historia, porque aquí me interesa subrayar otra cosa: es el deseo por parte del profesorado de tomar la palabra en nombre propio, enfrentándose a la colonización del discurso pedagógico por el texto académico.

En las casi dos décadas que duró l’Éducateur Prolétarien, desde su primer número en 1932, por las ventanas de las escuelas de Francia y Europa se asomaban importantes conflictos sociales y los maestros y maestras escribieron sobre como trabajaban con los niños y niñas estos conflictos, y con qué angustia lo vivian. Son especialmente emotivos los textos de Freinet sobre la revolución que se vivía en España en los últimos meses de 1936 y principios de 1937, tras el golpe militar. La escuela vivía en su propia piel lo que ocurría en la calle y lo contaba. ¿Conocen los textos de la revista Tibidabo de la Escuela Freinet, de Barcelona, en la que los bombardeos fascistas son vividos, contados y dibujados por los niños y niñas que jugaban en la plaza San Felip Neri, donde todavía perviven las huellas de las bombas? Miren este texto de Rita Bel, un niña de 9 años, publicado en el nº 4, en enero de 1938: Jo anava a l’Escola del Mar. Jo, abans de la guerra anava a l’Escola del Mar i m’agradava molt per què em banyava tots els matins. El divendres van venir a bombardejar i van tirar una bomba incendiaria a l’Escola del Mar i la van creemar tota. Quan el papa ho va saber es va posar a plorar, perquè s’estimava molt aquella escola (Yo iba a la Escuela del Mar. Yo, antes de la guerra iba a la Escuela del Mar y me gustaba mucho porque me bañaba todas las mañanas. El viernes vinieron a bombardear y tiraron una bomba incendiaria en la Escuela del Mar y la creamos toda. Cuando el  papá lo supo se puso a llorar, porque quería mucho aquella escuela).

Las revistas escolares y las revistas pedagógicas fueron en ese momento la voz pública de un nosotros en el que lo vivido en comunidad, lo comúnmente construido, quería ser compartido. Los niños y las niñas de diferentes escuelas se encuentran a través de la palabra. Las maestras y los maestros de diferentes escuelas se encuentran y reconocen a través de la palabra. Quizá lo que pasaba es que había una demanda, un deseo colectivo de querer saber y de querer leer. ¿Qué haces tú, qué hago yo? Vamos a contarlo.

Vengo ahora a plantear estas cosas porque creo que vivimos un momento de extraordinaria indigencia en la escritura pedagógica nacida de ese deseo por parte del profesorado de querer tomar la palabra. Desde luego, no olvido las saludables y en algunos casos heroicas excepciones. Pero, cuántas jornadas espectáculo, cuántos cursos de formación prêt-à-porter, cuánta innovación light, cuantás certificaciones y acreditaciones, y qué poca textualidad nacida de la voluntad colectiva de querer decir para decirnos, para saber y crecer profesionalmente, pero también socialmente, desde lo que nos decimos.

Siendo un joven estudiante de Magisterio conocí a un par de maestros que trabajaban en la escuela Tramontana en Valencia; fundada en 1968 fue una de las primeras arriesgadas escuelas que practicaban la pedagogía Freinet y enseñaban en valenciano (debo recordar que en aquel momento Freinet y el valenciano estaban prohibidos). Aquellos maestros durante el día ponían en el aula una imprenta al servicio de la palabra de los niños mientras desterraban el libro de texto. Por la noche, en la clandestinidad, editaban con una “vietnamita” (una imprenta de fabricación casera) la Escuela Moderna de Ferrer i Guàrdia y laPedagogía del Oprimido, de Freire, entre otros textos censurados. Solo puedo entender ese gesto desde una extraordinaria generosidad y una enorme confianza en que, al otro lado, alguien esperaba esos textos. Quizá aquel contexto determinara el deseo de compartir esa escritura. Aquellos maestros no se sabían solos. ¿Qué les parece si intentamos recuperar ahora, cierto que en un contexto más hostil a lo común y la colectivización, aquel deseo que encontré enl’Éducateur Prolétarien por parte de un grupo de maestros y maestras que querían escribir desde un sí mismo colectivo?

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/08/un-nosotros-en-la-escritura-pedagogica/

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El X Congreso Iberoamericano de Educación Científica será en Uruguay

América del sur/Uruguay/08 Noviembre 2018/Fuente: La diaria

La convocatoria para participar está abierta; proponen generar un debate para “pensar a futuro”

Del 25 al 28 de marzo de 2019 Montevideo será sede del X Congreso Iberoamericano de Educación Científica. El evento, impulsado por la Cátedra UNESCO de Educación Científica para América Latina y el Caribe busca “promover el debate sobre la formación científica de niños, jóvenes y adultos y la circulación democrática del saber científico”. El martes, en el Consejo de Formación en Educación (CFE), se hizo la presentación oficial del evento y se invitó a docentes y equipos de investigación a presentar sus proyectos, por medio de una convocatoria que permanecerá abierta hasta el 15 de diciembre. La directora del CFE, Ana Lopater, destacó algunos puntos de relevancia que permitirá trabajar el Congreso: la reflexión de los docentes sobre su práctica, la didáctica de la ciencia y la ciencia vinculada al género y la equidad.

Lopater también señaló los motivos del CFE para participar en el congreso: “Desde el consejo estamos intentando impulsar transformaciones que nos acerquen al nivel universitario, impulsando una formación diferente de los educadores, reconociendo sus virtudes y proyectándose hacia una formación más acorde a los tiempos y desafíos que estamos viviendo. También estamos impulsando la investigación en educación, vinculada a cómo se enseña la ciencia, y en ese contexto este congreso viene a dar impulso”.

María Dibarboure, consejera del CFE, también comentó en la presentación que planean que el evento no quede “en algo puntual, sin consecuencias”. En este sentido, aclaró: “Aspiramos a que este congreso sea, durante todo su período de preparación, un móvil para que distintos colectivos, grupos de docentes e incluso de científicos se permitan discutir, conversar, preparar trabajos y reflexionar sobre determinadas posturas. Por otra parte, esperamos que durante el evento se dé lugar a la confluencia de actores nacionales y actores extranjeros, y que después nos quede instalada en el país la posibilidad de que buena parte de lo que allí se discuta pueda seguir siendo debatido y genere una cultura que permita trabajar la temática que sabemos que tiene sus dificultades”.

A su turno, Wilson Netto, presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) detalló que “ya no está en duda” que el acceso a la ciencia es un derecho de todos y, a su entender, hay que verlo como “una herramienta básica necesaria”. Agregó que a causa de la escala de Uruguay, la clave para el desarrollo de la ciencia es el trabajo en equipo y eso marca “la necesidad del encuentro”. A su vez, el presidente del Codicen remarcó que “hay un enorme desafío para los educadores” porque “la gente no aprende sobre ciencia”; en esta línea, opinó que los educadores parecen estar “atrapados en estructuras ortodoxas de cómo enseñar” e instó a la academia a “sacudirse el polvo”: “Creo que debe tener una dosis muy fuerte de humildad y de poder involucrarse con la realidad de la gente, tiene que salir de los ámbitos donde las construcciones epistemiológicas son comunes y todo parece claro”.

También participaron en el lanzamiento Ricardo Ehrlich, director del instituto Pasteur de Montevideo, y Zelmira May, representante de la oficina Regional de Ciencias de la UNESCO. Ambos destacaron la importancia que tendrá el congreso para desarrollar ideas en torno a la enseñanza de la ciencia. En concreto, May destacó que este tipo de instancias “son buenas para empoderar a cualquier ciudadano a entender ciencia y también a demandar el avance [de esta], y además son momentos que despiertan vocaciones”.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2018/11/el-x-congreso-iberoamericano-de-educacion-cientifica-sera-en-uruguay/

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“No se enseña a la gente a resolver problemas, se les enseñan rutinas de ejercicios y si te apartas de ellas es un desastre”. Entrevista a Francisco Marcellán. Presidente de la Real Sociedad Matemática Española.

Entrevista/08 Noviembre 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la educación

Francisco Marcellán asegura que se ha devaluado el nivel de conocimientos de quienes llegan a la docencia tras su paso por la universidad. Aboga por más y mejor matemática, pero no repetitiva.

Se acaba la entrevista y Francisco Marcellán, catedrático de Matemática Aplicada en la Universidad Carlos III de Madrid y presidente de la Real Sociedad Matemática Española, le hace el trabajo al periodista. “Básicamente, tenemos cuatro preocupaciones”, resume. “La forma en que se enseñan las matemáticas, el objetivo que tiene esa formación, la formación del profesorado y que los poderes públicos sean conscientes de que las ciencias necesitan unos procesos de aprendizaje no memorísticos, no rutinarios”, resume. De estos temas —y otros, como las oposiciones o la escasa presencia femenina en los estudios de ciencias en general y matemáticas en particular— charlamos con este profesor universitario y formador de ingenieros con varias décadas de experiencia a sus espaldas.

Empecemos por lo más básico. ¿Por qué es importante la educación en matemáticas?

Para despertar la curiosidad de los estudiantes ante problemas de la vida real y saber formalizar situaciones que pongan en contexto las respuestas matemáticas a sus problemas. Algo tan abstracto como decir qué tienen en común cinco bolsas de peras con cinco bolsas de manzanas ya en sí es un proceso de abstracción que va más allá de lo concreto para fijarse que hay elementos comunes, modelos, que rigen comportamientos en la vida cotidiana. En segundo lugar, las matemáticas son importantes en la medida que permiten buscar alternativas frente a respuestas unívocas. Una de las tareas matemáticas más importantes es la creatividad de respuestas, buscando no solo la originalidad sino la rapidez y la proyección a futuro en esas respuestas. El tercer elemento es que las matemáticas configuran un ámbito cultural en el sentido de que tienen conexiones con no solo las ciencias, sino también con humanidades, artes o ciencias sociales, en la medida, por ejemplo, en que las matemáticas están detrás de procesos de seguridad de datos, cuestiones relacionadas con riesgos financieros, etc. Están detrás de modelos que tienen que ver con la propagación de enfermedades, el control de la evolución de tumores, por ejemplo. Es relevante también que las matemáticas están vinculadas a la modelización de fenómenos naturales, que es un hecho que me parece que le da un valor especial.

¿Le preocupa la escasa presencia femenina en los estudios de ciencias en general y de matemáticas dentro de ellas?

En las matemáticas es un problema comprobado: el número de catedráticas es infinitamente menor que el de otras áreas. Catedráticas de universidad en matemáticas hay como un 20%, mientras el promedio en general es de un 40%. Ese problema real viene motivado por tres hechos: primero, las pocas vocaciones matemáticas que se despiertan en los estudios no universitarios. Un dato objetivo: en las Olimpiadas Matemáticas el número de mujeres es mínimo. No solo el número de las que se presentan, sino que en la última olimpiada española no había mujeres entre las medallistas. Segundo, puede haber un incremento de mujeres que estudian matemáticas en la universidad, se calcula que es un 40% ahora. Tenemos que fomentar que las mujeres estudien matemáticas. Tenemos la palabra simbólica STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), que constituye uno de los objetivos importantes que se han fijado las comunidades científicas y los responsables educativos de los países: atraer mujeres a este ámbito. Pero también hombres, es importante que haya una base social estudiando esas carreras. El tercer problema son las dificultades que tiene el desarrollo científico para matemáticas porque es una investigación compleja. Una persona cuando acaba la tesis tiene que hacer un periodo postdoctoral, casi siempre en el extranjero. Y las limitaciones que hay para las mujeres por problemas de conciliación familiar son mucho mayores que para los hombres. En síntesis: estudios no universitarios en los que habría que fomentar para las ciencias, no solo las mujeres. A nivel universitario, incrementar el número de mujeres que estudia matemáticas pensando en una orientación no solo de servicio (con dedicación a la docencia) sino también a la investigación y el trabajo en empresas. Conciliar la vida familiar con la actividad científica, que es realmente muy exigente.

Pero esto último se da en un estadio avanzado. Antes de eso, ¿cómo se puede atraer a las mujeres a estas áreas?

Pienso que atraer a mujeres a áreas científicas y tecnológicas tiene dos componentes. Por un lado, los profesores juegan un papel central para estimular que vengan estudiantes para realizar aprendizajes en aspectos científicos. Eso se traduce a su vez en que quieren estimular el aprendizaje, no se tienen que limitar a aprender rutinas, hay que hacer más cosas: fomentar la curiosidad, las actividades creativas, etc., que implican una acción mucho más dinámica por parte de los profesores que sencillamente enseñar. Tienen que enseñar a pensar. Las ciencias implican algo más que el aprendizaje de rutinas. Implican despertar curiosidad, la búsqueda de alternativas y, sobre todo, el contraste de hipótesis y opiniones.

Entiendo por lo que dice que esto no se hace ahora.

En absoluto. Hay un documento que debería tener una publicidad absoluta, que es el discurso que pronunció el presidente de la Real Academia de Ciencias Físicas y Naturales, que lleva por título Un pequeño elogio de la ciencia pequeña. La ciencia pequeña, aplicada a las matemáticas, son esas matemáticas que detrás de ellas llevan unas reglas, pero que si no se saben explotar se convierten en rutinas. Ponía un ejemplo muy sencillo: un grifo llena el depósito en dos horas, otro lo hace en tres. Si se abren a la vez, ¿cuánto tiempo tardarán en llenar el depósito? Es un ejercicio matemáticamente elemental, pero que exige pensar, no solo dar la regla para resolverlo. Hay que saber qué hay detrás del problema. Esto es uno de los inconvenientes fundamentales. En mi opinión los profesores forman a los alumnos para aprobar exámenes, y en el caso de las matemáticas es especialmente preocupante. Buena parte de la educación secundaria en matemáticas está orientada a que los alumnos realicen ejercicios que les permitan pasar las pruebas de acceso a la universidad. Me parece un error gravísimo. El hecho fundamental es que la gente aprenda y, como consecuencia de ello, pueda superar las pruebas de acceso a la universidad, no fijarse como objetivo introducir unas rutinas mecánicas para aprender los ejercicios que van a ser propuestos en las pruebas de acceso. Esto es un error completo.

¿Cuánta culpa de esta situación los currículos? Sé que es un tema que les preocupa.

Nos preocupa de una manera fundamental. A la hora de plantear estadios y objetivos de aprendizaje hay que contar con la gente que sabe de matemáticas, va más allá de criterios pedagógicos. Hay que combinar de manera razonable criterios pedagógicos con criterios de contenidos, y en mi opinión se han primado los primeros sobre los segundos. Quienes tienen que enseñar matemáticas son personas que deben reflejar lo que han experimentado aprendiendo matemáticas. Las dudas no solo en las respuestas sino en las preguntas. No solo rutinas que están tabuladas en forma de contenidos. Un ejemplo significativo: la RSME organiza las olimpiadas matemáticas. Están orientadas no desde la perspectiva de un aprendizaje para todos sino para detectar talento matemático. Esos aprendizajes se hacen fuera de los horarios académicos porque somos conscientes de que el contenido académico regular no facilita esa detección del talento y el desarrollo posterior. Creemos que se tiene que combinar un fenómeno de equidad con otro de saber quién tiene predisposición especial para las matemáticas. Todo ciudadano tiene derecho a conocer las matemáticas, pero hay que desarrollar el talento de aquellos que están predispuestos para atender las matemáticas de otra manera, para formularse problemas e ideas que no sean comunes.

Una de sus preocupaciones son las ratios alumno/clase. ¿Es imposible enseñar matemáticas bien con 30 alumnos en una clase?

El problema es que 30 alumnos en clase pueden tener diferentes predisposiciones a aprender y lo que se obtiene a consecuencia de ello es un programa de mínimos. Pero en modo alguno da significado a aquellos que tienen especial predisposición. En el momento en el que la clase se acaba, el profesor, la única posibilidad que tiene es estimular a aquellos que destacan y lo tiene que hacer al margen de la estructura académica. Esto es un problema realmente importante. Enseñar en la diversidad significa que no todo el mundo está en condiciones de avanzar en las matemáticas. Esto significa que cada uno pueda dar de sí según sus capacidades. El clásico ejemplo: una persona puede ser un buen corredor de fondo, pero difícilmente podrá ser buen corredor de velocidad. La tarea importante es distinguir unos y otros para estimular que en su capacidad sea el mejor posible. Ese es el problema que creo que hay en el sistema escolar: por intentar igualar estamos haciendo perder oportunidades para aquellos que creen que pueden mejorar y creen en ellos una sensación de frustración que puede ser importante.

Le he leído criticar la formación de los profesores. Ya ha comentado que le disgusta que se prime lo pedagógico sobre el conocimiento. ¿Qué más le preocupa?

La primera cuestión es que la apuesta por una mejora de la formación de los profesores de secundaria es un hecho fundamental de un sistema educativo. Aquí hablamos mucho de Finlandia, pero creo que en nuestro caso tenemos unos procesos en los que tenemos unos grados de educación primaria y luego unos másteres. Es fundamental que los másteres formen matemáticamente a los profesores que van a impartir la materia en Secundaria. Formar en matemáticas, no en dinámicas concretas. Esto significa conocer la base matemática, conocer cómo se generan problemas, cómo se pueden dar alternativas a los problemas, porque a medida que el profesor se forma en esas cuestiones las transmitirá a los estudiantes. Un profesor enseña lo que sabe, un profesor debe transmitir las dudas que experimentó él ante un conocimiento. Si se limita a reproducir métodos e ideas sin ningún tipo de posicionamiento, el alumno va a reproducir ese tipo. El tercer elemento que me parece fundamental es que el profesor no nace, se hace. Esto significa que la formación que tiene en el máster de Secundaria la tiene que contrastar, de manera que cuando se incorpore a un sistema educativo haya experimentado las dificultades que se vaya a encontrar a la realidad. Podríamos tener unos másteres de Secundaria maravillosos, pero si el profesor no ha practicado con los alumnos y se ha enfrentado a las dificultades que presenta el aprendizaje, me parece un suicidio que el profesor que ha sacado una brillante oposición cuando llegue a la realidad se enfrente con ella, con un coste durísimo para él, los alumnos y el sistema educativo. De ahí que el MIR educativo del que se habla, bien planteado, puede ser una buena herramienta. El médico se ha formado en una facultad de medicina, pero no es suficiente, tiene que tener un periodo práctico y durante ese periodo experimenta con las realidades que se va a enfrentar profesionalmente. Lo hace con unas garantías, un salario digno y sobre todo con una vocación de trabajo colectivo que va más allá del problema personal que puede significar enfrentarse a los alumnos.

Hemos mencionado las oposiciones. En Matemáticas es habitual que haya muchos suspensos. ¿Ve una explicación? ¿Qué solución tendría?

Tiene una explicación bastante lógica. Yo acabé la carrera en el año 73. Buena parte de mis colegas que querían dedicarse a la Secundaria estaban un año dando clase, preparaban las oposiciones y las aprobaban al año siguiente. Muchos eran catedráticos de instituto al año siguiente de licenciarse. Había un modelo de oposiciones que reflejaba muy bien los contenidos de lo que se enseñaba en la universidad. La situación actual es que buena parte de los matemáticos optan por la Secundaria en un 20%, aproximadamente, porque hay un nicho de trabajo. Eso no cubre la demanda de profesores. Está ocurriendo entonces que determinados sectores profesionales con altas cotas de paro (arquitectos, físicos, químicos, determinadas ingenierías) están optando a estas plazas. El problema es que la formación matemática de esa gente se ha reducido tras Bolonia [el espacio educativo superior europeo] en un 50%. No tienen la formación matemática necesaria para afrontar los contenidos matemáticos que hay en muchas oposiciones. De ahí que en algunas comunidades autónomas la tasa de fracaso sea preocupante, por ejemplo, en Madrid. En otras comunidades autónomas no se ha dado porque había un alto número de gente con formación matemática que se presentaba. Por tanto, dos opciones: una es destacar que ha disminuido de manera importante la formación matemática. Otra, que los matemáticos encuentran nichos de trabajo fuera del ámbito educativo.

No basta entonces con el nivel de una ingeniería para dar clase en Secundaria.

En mi opinión, en absoluto. Yo soy profesor de ingeniería industrial. Las matemáticas que dábamos en ingeniería industrial hace 40 años no tienen nada que ver con las de ahora. No solo en intensidad, se ha reducido. Esas personas que quieren optar a dar clase de matemáticas, ante unos exámenes que se plantean en las oposiciones, igual hace 30-40 años las podían afrontar tranquilamente; ahora no los pueden afrontar. No se enseña a la gente por ejemplo a resolver problemas. Se les enseñan rutinas de ejercicios y en el momento en el que te apartas de la rutina es un desastre.

Una duda tonta que leí el otro día en algún sitio. ¿Las matemáticas se inventaron o se descubrieron?

Surgieron de la realidad. Surgieron de problemas tan elementales como la astronomía, conocer la posición de los astros. Surgieron con problemas relacionados con el reparto de tierras, en relación con la herencia, surgieron por entender el mundo, en el fondo como la Filosofía. La idea era tratar de dar una explicación racional a efectos que se veían de manera natural en el ámbito cotidiano. En un momento determinado esas experiencias que surgen de lo natural necesitan una abstracción. Ahí surge la matemática, como la Filosofía, como un intento de superar lo concreto para intentar entender la realidad. Ver si esos modelos, ante nuevas situaciones, pueden dar respuestas. Si el modelo no da respuestas, automáticamente hay que revisarlo. Esa es la esencia de las matemáticas.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/08/no-se-ensena-a-la-gente-a-resolver-problemas-se-les-ensenan-rutinas-de-ejercicios-y-si-te-apartas-de-ellas-es-un-desastre/

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El atronador silencio de los docentes en la política educativa

Por: Julio Rogero

Necesitamos a los expertos más allá del poder, cosidos a la práctica del profesorado de la educación básica, acompañando el placer y el dolor que con frecuencia produce la tarea titánica de hacer realidad el derecho de todos a la educación.

Cuando los partidos de oposición acceden al poder, tras unas elecciones o una moción de censura como ha sucedido, ponen en marcha toda una forma de hacer que quiere mostrar que sus respuestas son diferentes y alternativas a las de los que estaban anteriormente gobernando. También sucede con los nuevos administradores en el Ministerio de Educación y Formación Profesional. Sin embargo, las urgencias de hacer llevan a cometer errores que se convierten en habituales. En unos casos porque siempre queda poco tiempo y hay que mostrar resultados para poder seguir postulándose para continuar con la buena obra comenzada y así captar el apoyo de los ciudadanos en las siguientes elecciones. En otros porque se entiende que es suficiente con rodearse de buenos consejeros-expertos que conocen bien los problemas de la sociedad y tienen las soluciones para resolverlos.

El pasado 6 de noviembre se celebró, convocado por el MEFP, un foro en día laboral dedicado a la profesión docente: “Educar para el siglo XXI. Desafíos y propuestas sobre la profesión docente”. El contenido son paneles de debate con expertos sobre formación inicial del profesorado, inducción a la profesión docente, formación permanente y evaluación docente. A él estaban invitadas las consejerías de Educación de las autonomías, representantes de diversos colectivos y organizaciones educativas. Se hacían llamadas a la participación a todo el profesorado a través de las redes sociales.

Cuando los docentes ven las propuestas de los expertos en estos foros y lo lejos que están de los problemas que se viven cotidianamente en los centros educativos la decepción se acrecienta y las esperanzas de cambio se frustran. También ven las propuestas acertadas que incluyen, pero consideran que se hacen desde fuera y sin ellos. Y muchos dicen que sigue el “despotismo ilustrado educativo” de los expertos de la educación: “Todo para el profesorado sin el profesorado”. Con frecuencia se sienten expropiados de su capacidad de ser sujetos de su propio desarrollo profesional desde la formación inicial y a lo largo de su quehacer docente. ¿Alguien ha leído las voces clamorosas del silencio de los docentes que cada día consumen sus energías en las dinámicas, a veces demoledoras, a veces gratificantes y regeneradas, que se viven en las relaciones educativas que se dan en el espacio y el tiempo escolar?

A veces solo piden que se les tenga en cuenta, que se les escuche, que se valore su trabajo, que se mejoren sus condiciones laborales, que se dediquen más recursos económicos a la educación, que se facilite la mejora de su formación… Sin negar la necesidad de cambiar lo que sea necesario para que su profesionalidad mejore con todas las exigencias necesarias y se ponga a la altura de un sistema educativo inclusivo que dé respuesta adecuada al derecho a la educación de la máxima calidad de todos los ciudadanos.

Por eso, cuando se encuentran con foros sobre el profesorado en los este está ausente, el malestar por sentirse ninguneados crece. Y quizás no se haga con mala voluntad, porque desde el poder se cree que su voz silenciada la encarnan los expertos. La realidad es que parece haber una gran distancia entre lo que los expertos expresan y lo que dicen los docentes. Es suficiente asomarse a las redes sociales estos días para ver esa lejanía que constatan tantos docentes entre lo que viven y lo que se dice en estos foros diseñados desde arriba y que solo se nutren de personas que no son maestros/as en activo, en un horario que excluye directamente la participación de los verdaderos protagonistas. Esto es algo de lo que se manifiesta públicamente en algunas redes sociales, como ejemplo podemos ver en Twitter: #Yosoyprofe, #EllosNoSonProfes. Eso dicen algunos de los que hablan y quieren tener voz, desde la indignación y el malestar que sienten. Es verdad que parece una sinfonía caótica de voces discordantes, pero coincidentes en que la voz la tienen los que no conocen las aulas de la educación básica. Estas reacciones contradicen el balance positivo que, según la ministra, ha tenido esta jornada entre el profesorado.

La mayoría de los docentes sigue en silencio. Un silencio que es necesario leer e interpretar, quizás como síntoma de otras demandas y otras necesidades múltiples no manifestadas con la fuerza y la intensidad que se debiera porque son muchas las realidades impuestas que las aplastan y ocultan. Generalmente, las políticas educativas no son sensibles a estas realidades opresivas y más bien las acentúan cuando no tienen un norte de apoyo decidido a la educación y al profesorado de la educación básica de la escuela pública. En ese silencio se inscriben y manifiestan a gritos muchas cosas como la falta de apoyos, el exceso de ratios, la inestabilidad laboral de un amplio colectivo de docentes, el exceso de burocracia, la escasez de recursos, los recortes de las plantillas, la privatización creciente y el desvío de recursos de todo tipo a la enseñanza privada o la mala calidad de determinados servicios privatizados.

Todos conocemos a muchos de los expertos que han intervenido en este foro. De algunos sabemos de su valía y buen hacer cuando están pegados a la vida cotidiana de los centros educativos. Sin duda, se les necesita cuando son demandados por los docentes para sentirse apoyados en la definición de ser docentes hoy. Pero no se bastan solos para dirigir la función a la que son convocados por la administración de turno. Les necesitamos más allá del poder, cosidos a la práctica docente del profesorado de la educación básica, acompañando el placer y el dolor que con frecuencia produce la tarea titánica de hacer realidad diariamente el derecho de todos a la educación en las aulas, a pesar de las inciertas políticas educativas de hoy y las lamentables de ayer.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/08/el-atronador-silencio-de-los-docentes-en-la-politica-educativa/

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“Las aulas en las que se da clase responden a otro tipo de sociedad. Hoy no sirven y hay que cambiarlas”. Entrevista a Mariano Fernández Enguita

Entrevista/08 Noviembre 2018/Autora: Laura Galaup/Fuente: El diario la Educación

El catedrático de sociología de la educación Mariano Fernández Enguita abre el debate sobre la profesión docentes planteado por el Ministerio de Educación.

El Ministerio de Educación ha iniciado este martes un debate para la reforma de la profesión docente. La titular del departamento, Isabel Celaá, ha inaugurado un foro en el que más de una decena de expertos han planteado algunas propuestas. En su discurso de apertura, la ministra ha abierto la puerta a la elaboración de un sistema de “evaluación riguroso” para los profesores. Uno de los participantes, el catedrático de Sociología de la Educación de la Universidad Complutense, Mariano Fernández Enguita, aboga en una entrevista con eldiario.es por una modificación completa del sistema de acceso a la impartición de clases.

¿Qué opina sobre las evaluaciones a docentes que ha planteado la ministra?

Estoy por la transparencia y creo que la oposición a la evaluación, es la oposición a la transparencia. Los centros son opacos, hubo un tiempo en el que no se podía preguntar nada a un centro. Nadie defiende que se va a evaluar a los profesores por las notas de sus alumnos. Son maneras de fomentar miedos. Si tenemos transparencia, la evaluación viene sola. Si las cosas se ven, el centro lo ve, los compañeros lo ven, las familias lo ven y la dirección también.

¿Cómo cree que se puede mejorar la profesión docente?

Lo dividiría en tres fases. Creo que hay un amplio acuerdo en lo que sería la mayor novedad, la inducción o periodo de prácticas. Es necesario que sea selectivo, no puede ser que todo estudiante vaya ahí. Debe haber una prueba. También tiene que haber una selección de los centros, no vale cualquier centro. Tienen que ser buenos centros, que sean innovadores o de calidad. Se debe seleccionar a los mentores, no se aprende con cualquier profesor.

Por supuesto, que también tendría que regularse el salario: entre el salario mínimo y las [becas predoctorales] FPI o FPU. Si hacemos eso, podremos librar a la formación universitaria del prácticum. Sustituiremos los tres o siete meses, según el máster o magisterio equivalente, del prácticum que nadie controla por dos años de un buen prácticum.

Después de una evaluación positiva de ese periodo de inducción, ya se debería habilitar al profesor en todo el territorio nacional. Tendría que ser una habilitación única a la que las comunidades autónomas puedan añadir requisitos adicionales, no alternativos. Si quieren ir a Catalunya y País Vasco y les requieren la lengua, adelante, que se la exijan. Pero no que les planteen que tienen que estudiar otro temario de geografía. Hay que mantener la movilidad del profesorado, que las personas y los trabajadores se puedan mover libremente por España,

Dentro de su planteamiento, ¿en qué punto quedan las oposiciones?

No veo al profesorado pasando del periodo de prácticas al funcionariado, haciendo corriendo la oposición. Creo que la oposición no es un buen método y se debería mirar a la universidad. Antes, en los campus no había nada más que la inestabilidad y luego la oposición. En la práctica se ha configurado un periodo intermedio. La carrera típica de un profesor universitario son cuatro años de beca, otros tantos de ayudante y luego contratado doctor, antes de ser funcionario. Podríamos pensar en periodos contractuales como profesor de pleno derecho, con una contratación laboral. Un par de periodos de cinco años, en los que habría que revalidar la acreditación.

El sistema universitario también ha recibido críticas por favorecer la endogamia o casos [como en el Instituto de Derecho Público de la URJC] que han demostrado que los profesores jóvenes tienen que encontrar a alguien que les tutele para poder crecer profesionalmente…

Endogamia, no. Antes, había mucha. Tenías que encontrar a alguien que te tutelase y que podía tutelar al mejor candidato o a su sobrino. Hoy no hay eso, pero hay un tremendo localismo, si no estás dentro no hay manera de entrar. Es muy difícil moverse en la universidad. En términos estrictos antropológicos es una matrilocalidad, no te mueves de donde está tu madre. No te mueves de la universidad en la que entraste por primera vez. Pero eso no tiene lugar aquí porque no procede.

Aquí hay que asegurar una oferta formativa, que tendría que consistir en ofertar en parte toda la formación inicial que el profesor tuvo a su disposición y no usó. Por ejemplo, no aprendió nada sobre autismo y ahora le parece que debe hacerlo. En segundo lugar, hay que apostar por una formación determinada por los programas de las comunidades autónomas, por las necesidades de los centros. Y en tercer lugar, dar un poco de margen para la barra libre. Si alguien piensa que hay que estudiar mindfulness, que lo estudie. De ahí puede venir un poco de innovación, sin pasarnos. Esa formación tendría que ser parte de la carrera docente.

También apuesta por modificar los criterios de movilidad que tienen los profesores…

Creo que hay que cambiarlos. La antigüedad podrá dar dinero pero la asignación a un centro deben hacerla los centros, grupos de centros o autoridades locales. Hay muchos métodos para eso. Tienen que ser seleccionados por concurso de méritos y no por antigüedad. Por ejemplo, si se necesita a alguien que trabaje sobre minoría gitana o sepa trabajar con alumnos con dificultades del lenguaje. El centro dice qué necesita y se realiza un concurso público regulado. En Japón los centros plantean sus necesidades y una instancia local saca un concurso al que la gente se presenta con sus méritos y se decide. Entre esos méritos se podría incluir haber tenido iniciativa, haber emprendido innovaciones o haberse formado en cosas relevantes.

¿Considera que el sistema actual valora estos méritos?

El sistema actual es absolutamente burocrático. Al contrario, el sistema actual desmoraliza a los profesores que se lo toman en serio. Da igual tomárselo en serio, que no. Da igual hacer un curso bien, que firmar. Da igual hacer algo que tiene que ver con las necesidades que tú vives, que hacer lo te viene bien porque es el miércoles a las cinco. Da igual, se ha burocratizado de tal manera que sirve de poco. Hay gente que sobrevive en eso porque tienen conciencia profesional, ven lo que hay que hacer y buscan la manera de hacerlo, pero el sistema no ayuda.

¿Cómo se consiguen que las ideas que está planteando usted y sus compañeros se implementen?

Creo que hay una cierta oportunidad en la inestabilidad política, paradójicamente. Nadie puede dictar sus condiciones. Si hay un acuerdo para poner en pie eso que llamamos inducción, sí que creo que hay una oportunidad.

El fracaso del pacto educativo ha demostrado las dificultades que tienen los grupos políticos para llegar a un acuerdo…

Creo que hay que abandonar la idea de un pacto educativo, creo que lo que hay que hacer son muchos pactos educativos. Creo que no es posible un acuerdo educativo porque cada cual tiene su veto. Es un sistema de pactos cruzados que hace imposible la decisión. Pactemos sobre las lenguas, sobre la carrera docentes, financiación, ordenación básica del sistema, sobre la autonomía de los centros, la distribución de capacidades y decisión de los centros.

¿Qué responsabilidad tiene la situación actual de la profesión docente con las altas tasas de fracaso escolar de nuestro país?

Muchísima. En toda institución la profesión es decisiva, da igual que sean los tribunales, los hospitales o los Ejércitos. En una fábrica, no. En una fábrica el decisivo es el ingeniero o el patrón, el resto más o menos obedecen. No quiero simplificar. Todos tienen su importancia, pero las órdenes vienen de arriba y están muy reglamentadas.

En las instituciones la profesión manda. Otra cosa es que el profesional individual esté limitado. Está limitado por la reunión colectiva de los profesionales, llámese claustro; está limitado por los editores de los libros de texto, pero los que los hacen también son profesores; está limitado por los ministros y consejeros, que son profesores; o por la herencia del pasado, que la han formado los profesores y los estudiantes de universidad que dicen que no cambie nada, que se han preparado para esto. Todo eso es la profesión. La profesión es esencial, es la que puede arreglar las cosas y puede estropearlas.

¿Qué papel juega en esa afirmación los recortes o los aumentos de ratio?

La ratio es un problema maldito, no tiene solución. Cuanto más pequeño es un grupo y más intenta un profesor diversificar la enseñanza, no puede tener tiempo. Cuanto más intenta diversificar, más mareado está con la ratio. Me parece que hay otras formas. Hay algo que llamo la hiperaula, para lo que hay que olvidarse de un profesor, un grupo de alumnos y un aula, y pensar más en grandes grupos, con varios profesores, que cambian constantemente de configuración.

Esto que llamamos el aula, que en inglés lo llaman classroom, que es más exacto porque quiere decir la habitación de la clase y no la habitación en la que damos clase, responde a otro tipo de sociedad. Hoy no sirve y hay que cambiarlo. Eso lo inventaron los curas entre los siglos XVII y XIX, es un plagio del monasterio y de la fábrica de la Primera Revolución Industrial.

Una de las críticas que se ha planteado es la escasa retroalimentación que hay entre profesores en nuestro país. ¿Por qué los docentes españoles no meten en sus clases a observadores o a otros compañeros para recabar opiniones?

Se debe a la desconfianza. En un país que no ha sido democrático durante cerca de medio siglo se genera una desconfianza hacia el poder y las instituciones. Por lo tanto, el maestro y el profesor piensan que si les ven, algo malo les va a pasar. Creo que hay una conciencia de que uno nunca está a la altura de la tarea. Cuando pregunto a los profesores el balance siempre es el mismo, al principio sienten pánico y luego un alivio enorme. Al final, el gran problema de un profesor no es que le vean y le evalúen.

El problema es que un niño se ha cortado y qué haces con los otros treinta, o que te atascas y no sabes responder a una cuestión. La docencia no es una técnica precisa, estar con otras personas es mil veces mejor.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/07/las-aulas-en-las-que-se-da-clase-responden-a-otro-tipo-de-sociedad-hoy-no-sirven-y-hay-que-cambiarlas/

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