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Hasta ese reclamo, el único punto que impedía un acuerdo de fin de la huelga era la exigencia de los maestros de que las evaluaciones de rendimiento en aula hasta en tres oportunidades no signifique el despido de los que no aprueben, pues alegan que no confían en la transparencia del ministerio de Educación.

El nuevo planteamiento fue hecho a FP, que se negó a la participar junto a las demás bancadas parlamentarias como intermediarias en la negociación fracasada y es acusado de sabotear las pláticas abortadas el lunes mediante contactos secretos con Castillo.

Mientras tanto, el ministerio de Educación lanzó una campaña para llamar a los maestros a volver a clases tras largas semanas de paro y puso en vigencia los acuerdos de mejoras salariales y otras medidas pactadas en un preacuerdo de la frustrada negociación.

En ese contexto, crecen los reproches al gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski por no dar solución al conflicto en sus inicios, cuando se limitaba a la región surandina de Cusco, y permitir con ello que se extienda a todo el país, además de exacerbarlo con acusaciones de infiltración de grupos políticos subversivos en el paro.

Tales acusaciones se convirtieron en sospechas invocadas para un veto del ministerio del Interior a la participación de varios dirigentes sindicales regionales, incluido Castillo, en un diálogo con la ministra Martens, con quien el dirigente exige ahora tratar directamente.

Castillo, quien no es dirigente orgánico, demanda también una mesa permanente de diálogo entre el comité que preside y la ministra, para tratar temas pendientes, lo que significaría su reconocimiento de hecho, al margen del Sindicato de Trabajadores de la Educación (Sutep), que quedó a un lado del conflicto.

‘El Gobierno es el responsable de no tratar esta huelga en su debido momento. Las huelgas no aparecen de la noche a la mañana pues hay un proceso de maduración que, en este caso, ha pasado inadvertido para el Ejecutivo’, comentó el analista Fernando Tuesta.

Añadió que la caída de la ya minoritaria aprobación al Gobierno en las encuestas continuará indudablemente por esa ineficiencia y coincidió con el comentarista Luis Benavente en que el saldo político también es adverso para FP, partido que queda como saboteador de la solución de la huelga.

Benavente añadió que ha quedado confirmada que la inoperancia de la administración de Kuczynski ante problemas como el de los maestros no es una novedad, pues carece de cuadros políticos preparados para anticipar conflictos.