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Demagogos y pedagogos: ¿En qué se distinguen?

Por: Andrés García Barrios

En la educación que yo quiero, de ninguna manera se pide a los maestros que mantengan un estado de ánimo siempre positivo; se pide que puedan verse a sí mismos y puedan exponerse con toda franqueza frente a sus estudiantes.

¿Lavado de cerebro?

¿Existe de verdad un tipo de manipulación en la que una persona dicta a otra la manera en que debe pensar, sentir, desear y actuar, y consigue que ésta asuma el mensaje como verdad absoluta y lleve a cabo todo lo que se le dice? Si un publicista predica que determinado producto de limpieza es una maravilla, ¿esa persona irá a comprarlo? Si un líder de opinión declara que fulanito es una buen político, ¿sin pensarlo irá a votar por él? Y si el sacerdote en su sermón afirma que tal deseo es malo, ¿de inmediato lo asegurará también, borrando toda inclinación personal al respecto?

Creer que existe el llamado “lavado de cerebro” se considera una posición “crítica al sistema”. A mi parecer, se trata en realidad de una visión mecanicista sobre las reacciones humanas, bastante parecida a la que aplicamos cuando pensamos en el perro de Pavlov, que segrega jugos gástricos con sólo oír la campana que antes sonaba cada vez que le daban de comer. Sin embargo, me atrevo a afirmar que tanto el perro de Pavlov como cada uno de nosotros ─cuando somos sometidos a ese tipo de señales externas─ conservamos nuestra subjetividad siempre bien despierta y activa, igual que hacemos en cada interacción con el mundo.

La intención de este artículo no es sólo negar tal tipo de manipulación sino revisar en qué consiste realmente eso de “ser manipulado”. Ciertamente, no consiste en sustituir mi subjetividad por la de otro; de hecho, podemos decir que manipular es todo lo contrario: en vez de hacer enflacar mi ser interior, quien me manipula se dedica a engordarlo, darle gusto, apapacharlo. Sí, la manipulación funciona porque atina a decir cosas que quiero oír, a mostrarme cosas que quiero ver, a poner frente a mi algo que me gustaría tener, a venderme algo que en realidad deseo; en resumen, a ofrecerme una versión de la vida que me gusta (o que me disgusta, pero con la que concuerdo).

No estoy hablando de que todo mi ser resulta implicado en esa visión del mundo que adopto al ser manipulado. En el fondo, mi ser interior es capaz de concordar con mil cosas más que las que el demagogo manipulador me muestra. Ese ser mío es abierto, inmensamente abarcador… En él se cumple aquello de “¡Hasta el infinito y más allá!” (exclamación que incluso puede quedarle corta). Mi ser interior es capaz de mirar el mundo desde cualquier punto de vista. “Soy humano, y nada de lo humano me es ajeno”, decía Terencio. Sin embargo, con sus predicas constantes ─bien planeadas, bien producidas y emitidas en los momentos adecuados─, el manipulador consigue poco a poco limitar mi ser sólo a aquello que a él le conviene que yo sea, impulsándome a desarrollar sólo aquellos intereses y atributos míos que le reportan un beneficio.

Ninguno de esos intereses y atributos es falso. Por el contrario, son aspectos auténticos de mí mismo, tanto que los puedo llevar a la práctica en el momento en que quiera: lo que la publicidad me ofrece, lo puedo buscar afuera y disfrutarlo; los valores que favorece, los puedo practicar y moverme con ellos por el mundo (sobre todo en entornos donde la gente es sometida a las mismas estrategias de manipulación). Por supuesto, en ese estrecho mundo siempre viviré insatisfecho, siempre existirá una disparidad entre mi potencial humano y lo que el entorno me ofrece; pero eso también lo tiene contemplado el manipulador, quien suplirá calidad por cantidad, ofreciéndome una lluvia constante de bienes y valores que no me dejarán tiempo para detenerme y voltear a verme.

Larga historia

Como es obvio, nada de esto data de la era de la comunicación iniciada en el siglo pasado. Desde siempre, los seres humanos nos hemos aprovechado de lo que los otros nos muestran de sí mismos; atentos a las huellas que inevitablemente van dejando los demás, nos hacemos una noción de sus deseos y temores, y utilizamos esta información cuando queremos acercárnosles; sentimientos positivos nos pueden hacer usarla para favorecerlos; sentimientos negativos, para exaltar aquellas partes que más convienen a nuestros propósitos. Esto último es lo que hace Yago al celoso Otelo cuando lo convence de que su esposa le es infiel; es lo que hacen los “artistas de la televisión” cuando nos engañan para que compremos un champú que ellos jamás usarían; es lo que hacen las plataformas de noticias al llenarnos sólo de opiniones con las que estamos de acuerdo, ayudándonos a pensar que el mundo entero se reduce a lo que a nosotros nos parece importante (yo, por ejemplo, llevo semanas ilusionado con la idea de que todos en este mundo estamos enormemente interesados por el devenir de la inteligencia artificial, cuando es probable que sólo unos cuantos compartamos esa preocupación).

En los inicios de nuestra historia, este tipo de manipulación se basaba en exaltar las necesidades comunes a todos: la búsqueda de bienes básicos, el miedo a la muerte, la percepción de la imperfección del mundo… Ya en siglos más recientes, en el inicio de la modernidad, la manipulación comenzó a incidir sobre necesidades más personales, apoyada (es lamentable decirlo) en el surgimiento de la democracia, que daba un lugar especial al individuo bajo el entendido de que “cada cabeza es un mundo” (claro, siempre y cuando ninguna de esas cabezas se excediera en sus atribuciones, a riesgo de que la guillotina le hiciera entrar en razón).

En el siglo XX, ya aplacado todo exceso, al conocimiento de lo humano se añadieron ciencias como la sociología y la psicología, y técnicas como la mercadotecnia, y se dio carta abierta a quienes quisieran indagar en las inclinaciones íntimas de cada poblador. Finalmente llegó el día de hoy, en que todo ese conocimiento (desde el de las necesidades comunes hasta las específicas de cada persona) se concentra en tecnologías minuciosamente programadas para registrar las huellas que cada quien va dejando a través de sus dispositivos electrónicos y para generar con ellas un algoritmo cuya misión, como hemos visto, es crear reducidos mundos personales acordes con todo aquello que conviene al mercado.

Enseñar es compartir la necesidad de aprender

Idealmente, la escuela sería un espacio para contrarrestar este poderoso influjo exterior que nos asalta sin que podamos controlarlo. A ella iríamos para ampliar nuestro espectro de intereses y para darnos cuenta de que además de la visión que nos han dado nuestros padres y los medios, existen muchos otros puntos de vista sobre lo que pasa en el mundo.

Eso es lo que ocurriría idealmente, insisto. En la realidad, las cosas pueden ser patéticas. El filósofo español José Ortega y Gasset nos da un punto de vista estremecedor (a pesar de que fue expresado hace más de cien años): “El estudiante es un ser humano a quien la vida le impone estudiar ciencias de las cuáles él no ha sentido auténtica necesidad. Ser estudiante es verse obligado a interesarse por lo que no le interesa”.

Ligando esta idea ─bastante familiar a todos nosotros─ con lo que vengo diciendo sobre la manipulación, me gustaría proponer al ilustre pensador español un pequeño ajuste: no es que las cosas que los maestros enseñan no tengan interés para sus estudiantes (¡sólo recordemos la pasión con la que aprendimos a escribir y leer o a recitar las primeras tablas de multiplicar!). Tal vez lo que ocurre es que ─a diferencia de lo que decíamos sobre la publicidad─ la escuela nos enseña cosas que no podemos llevar a la vida práctica (salvo si se trata de técnicas que ejerceremos en una profesión). Decíamos que si un anuncio nos promete una prenda de ropa o un perfume, nosotros podemos ir a la tienda y comprarlos; y si un discurso nos alienta a seguir determinados valores, podemos salir a la calle y actuar conforme a ellos. Sin embargo, con respecto a la escuela, es como si ahí nos mostraran la fotografía de deliciosos manjares que no se sirven en ninguna parte o de parques de diversión que no existen en el mundo real.

Creo que detrás de todo esto hay un malentendido. Desde hace mucho, la escuela se ha concentrado en compartir productos de conocimiento y no procesos del mismo. Son dos cosas distintas: la segunda se puede llevar a la vida, la primera, no (salvo, como digo, en contextos técnicos específicos). Enseñar la ciencia, la matemática, la gramática, la historia o cualquier otra maravilla de la creatividad y el entendimiento humanos, no puede limitarse a mostrar datos y fórmulas, es decir, conclusiones; debe enseñarnos éstas junto con la vida humana que está implicada en ellas, es decir, debe presentarnos también a los seres humanos ─exactamente iguales a nosotros─ que han vivido esos procesos de conocimiento. Para poder llevar este último a la vida real, el estudiante necesita verse participando en él, necesita sentir cómo es que él mismo se encuentra presente en la capacidad de sospechar, indagar y descubrir, cómo le son afines los distintos vértices de la sabiduría humana.

Y ahora viene lo que, a mi parecer, es lo mejor de todo esto. Para mostrarnos a los seres humanos que están implicados en el conocimiento, el profesor puede contarnos historias de sabios, hablarnos de su pasión, ponernos ejemplos, describir sorprendentes ideas y descubrimientos; sin embargo, nunca tendrá mejor ni más inmediato ejemplo que el de sí mismo. Para enseñarnos tanto el conocimiento como a la persona que va en su búsqueda, ─el profesor─ es el más vivo y confiable testigo. Antes de exponer ningún tema, el maestro se expone a sí mismo, dejando ver a sus estudiantes como en él se siembran el aprendizaje y el conocimiento, y cómo a veces, al florecer, éstos desgajan la estrecha visión del mundo que aprendió antes, impulsándolo a salir y a expandirse hacia territorios más amplios.

Enseñar es, en esencia, compartir la necesidad de aprender.

Exponte a ti mismo

Quiero terminar con lo que me parece una descripción atinada de lo que es exponerse a uno mismo, y aclarar cuál sería la mejor habilidad de un maestro en la educación que queremos. Es algo que vi en la película Ad Astra, protagonizada por Brad Pitt. En heroicas peripecias espaciales en un mundo futuro, nuestro héroe debe someterse a constantes evaluaciones de su estado psíquico, mediante el simple procedimiento de pararse frente a un robot y decir cómo se siente. En casi todas las escenas, la máquina determina que el sujeto es viable para seguir con la misión. Sin embargo, esto termina cambiando, no cuando el personaje confiesa sus perturbaciones emocionales y las dudas que tiene de su capacidad, sino cuando no puede identificar su propio estado de ánimo, y confundido balbucea ideas sin lograr hacer insight ni reconocer lo que siente. Entonces la máquina determina que ha dejado de ser útil. El héroe es apto para su misión sólo si puede ser honesto consigo mismo.

En la educación que yo quiero, de ninguna manera se pide a los maestros que mantengan un estado de ánimo siempre positivo y ecuánime; se pide que puedan verse a sí mismos y puedan exponerse con toda franqueza frente a sus estudiantes, mostrando una manera de estar en el mundo con la que éstos puedan identificarse. Toda verdadera enseñanza proviene de esta sinceridad. Es posible que la antigua frase “conócete a ti mismo” fuera dirigida más a los maestros que a quienes deseaban aprender. Aunque, bien visto, ¿no son ambos lo mismo?

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx

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Se registraron 411 protestas en Venezuela durante el mes de julio

Por Rafael A.

Del total registrado por el OVCS, en  al menos 50 protestas los jubilados y pensionados exigieron “pensiones dignas”.

n julio fueron documentadas al menos 411 protestas donde la principal exigencia de los trabajadores fue el derecho a un “salario digno” para satisfacer sus necesidades básicas, reseñó el informe del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) publicado el 23 de agosto de 2023.

El ente indicó que las protestas laborales representaron 68 % del total durante ese mes, lo que se traduce en 279 manifestaciones y un promedio de 14 protestas diarias.

El Observatorio indicó que los Derechos Civiles y Políticos (DCP) fueron exigidos en al menos 132 protestas. Lo que es igual al 32 % de la cifra total registrada en este período.

Destacan las denuncias por violaciones a las libertades de expresión, asociación y reunión pacífica, así como los casos donde se realizó la detención y criminalización de trabajadores, sindicalistas y líderes.

Por su parte, los jubilados, pensionados y adultos mayores participaron en al menos 50 protestas. Su principal exigencia son “pensiones dignas” para garantizar su seguridad social y satisfacer sus necesidades básicas.

Protesta de trabajadores, jubilados y pensionados del sector educación profesores maestros salario digno El Diario by José Daniel Ramos
Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

Durante el mes de julio los venezolanos también exigieron condiciones justas y transparentes para futuras jornadas electorales.

Descontento de los trabajadores públicos

A su vez, de las exigencias laborales documentadas durante el mes de julio, en al menos 90 participaron docentes de todos los niveles educativos acompañados de personal administrativo y obrero.

De igual forma, las exigencias del sector educación se incrementaron en 29 % en comparación con julio de 2022.

Protesta de trabajadores, jubilados y pensionados del sector educación profesores maestros salario digno El Diario by José Daniel Ramos
Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

Según los datos de la medición, las protestas de los trabajadores venezolanos se relacionaron principalmente con los siguientes motivos:

-Pago incompleto del estipendio correspondiente al bono vacacional

-Las enfermeras denunciaron las jubilaciones forzadas realizadas durante los últimos años y exigieron el pago de sus prestaciones sociales

-Se reportaron manifestaciones en rechazo a la condena de 16 años impuesta a seis sindicalistas y activistas sociales, entre los que destaca: Emilio Negrín, Gabriel Blanco, Reinaldo Cortés, Alonso Meléndez, Néstor Astudillo y Alcides Bracho

Distribución de las manifestaciones

Los estados que lideraron el índice de protestas durante mayo fueron Anzoátegui con 72, Lara con 37, Sucre con 35, Bolívar con 32 y Carabobo con 27.

Los estados que menos registraron protestas fueron Guárico con 5 y Cojedes donde se reportaron 2.

Acceso al combustible y a otros servicios públicos

Por otro lado, los habitantes de siete estados del país protestaron durante julio para exigir abastecimiento de forma regular y sin dolarización.

Falcón y Nueva Esparta lideraron el índice de protestas con tres cada uno, seguido de Anzoátegui, Lara, Monagas, Sucre y Táchira con una cada uno, respectivamente.

Leer más  Al menos 16 migrantes murieron en un accidente vial en México: venezolanos viajaban en el autobús

El OVCS documentó 21 protestas exigiendo a las autoridades la reparación de la vialidad. Asimismo, los ciudadanos exigieron la limpieza de canales de aguas servidas en nueve acciones de calle documentadas.

También, solicitaron mejoras en el alumbrado público en tres manifestaciones, así como la recolección continua y eficiente de los desechos sólidos.

A su vez, se reseñaron 26 protestas por agua potable, lo que constituye el servicio más requerido para garantizar una vivienda digna.

De acuerdo con el OVCS, los reclamos ciudadanos que buscan soluciones “efectivas y definitivas” por parte del Estado siguen vigentes.

https://eldiario.com/2023/08/23/411-protestas-en-venezuela-julio-2023/

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España: Primer año de la ley de educación en las aulas, del lío con las evaluaciones a la burocracia interminable

Por: Daniel Sánchez Caballero

La tardanza de muchas comunidades autónomas en aprobar los currículos y la sensación de provisionalidad han dado lugar a un primer curso de aplicación descafeinada de la norma

Probablemente lo peor, opinan los profesores consultados, es la sensación de hastío. De haber hecho un gran esfuerzo para adaptarse a una nueva ley con riesgo de tener los días contados y todo el trabajo habrá sido casi en vano; tocará empezar de cero.

Los estudiantes tendrán que memorizar menos y «saber hacer» más en el nuevo modelo educativo que prepara el Gobierno

“Hay una sensación evidente de cansancio y rendición en gran parte del profesorado, o al menos es lo que veo desde mi particular punto de vista; y, en esta profesión, la pérdida de la ilusión es algo que arrastra con ella un puñado de otras cosas necesarias para que un país goce de una educación (y, por tanto, de un futuro) de calidad”. El “particular punto de vista” de Elías Gómez, profesor en Melilla, no es tan particular. “En los claustros lo que se escuchaba al final de curso era: ‘A ver cuánto dura esto’. Falta entusiasmo”, coincide Ana Aguirregoitia, de un centro gijonés.

Quizá por eso, el primer año con la Lomloe en las aulas, en la enseñanza de cada día, puede haber resultado algo descafeinado. “Lomloe light”, dice César González, director de un instituto asturiano. “No se está aplicando nada de la ley”, sube la crítica Clara, profesora y formadora en Andalucía.

La tardanza (o desinterés) de muchas comunidades autónomas en sacar los currículos, que arrastró a las editoriales, junto a la escasa formación que ofrecieron la mayoría de las administraciones al profesorado para adaptarse a una manera de enseñar que aunque no novedosa como tal sí lo era para muchos, provocó que la cuestión quedara en parte en manos del profesorado. Un cuerpo docente dividido, que ha rechazado en buena medida la Lomloe por cuestiones diversas, pero especialmente por una supuesta bajada del nivel educativo.

La enorme carga burocrática que no cesa, las novedades con la evaluación por competencias, algunas discrepancias (habituales) a la hora de decidir si un alumno pasa de curso o no al haberse eliminado el máximo de asignaturas suspensas para promocionar o el aumento de trabajo que supone haber tenido dos leyes diferentes a la vez (las normas educativas se implantan primero en los cursos impares y al año siguiente en los pares) son algunas de las cuestiones que han marcado este primer año de la Lomloe.

En el aspecto positivo, el profesorado valora la implantación de las competencias –aunque muchos son críticos con que se dejen un poco de lado los contenidos– o la “accesibilidad y flexibilidad”, explica Mercedes, profesora de Lengua, que implican las situaciones de aprendizaje, uno de los nuevos elementos de la ley para cambiar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esta docente también ve positivamente que “ha reactivado entre los profesores la necesidad de discutir qué hacemos cuando evaluamos o lo oportuno de nuestro trabajo”, y Calle Alonso, profesora en Valladolid, valora la autonomía para los centros que sobre el papel proponía la ley (aunque en su caso concreto el gobierno de Castilla y León la cercenó): “El profesorado podríamos haber pensado qué queríamos hacer y nos habría llevado a procesos colectivos que hubieran servido para conocer cómo funciona la ley”.

Formación y neolengua

El curso empezó en un pequeño caos. Aunque no es la primera ley que las menciona, la Lomloe implanta definitivamente las competencias como eje del sistema y unos criterios repletos de nuevos términos o de términos antiguos que cambiaban algo su significado sumieron al cuerpo docente en una cierta desesperación para elaborar las programaciones que un nuevo currículum exige.

Saberes, criterios, competencias específicas, competencias clave, descriptores operativos, situaciones de aprendizaje, perfil de salida, cómo interactúan unos con otros… Cada ley se vuelve un poco más compleja técnicamente (“neolengua”, dicen algunos profesores) y esta Lomloe aterrizó en las clases un poco aprisa, sin que nadie explicara al profesorado las claves y cómo afrontarlas. “Al principio fue muy caótico”, admite Rosa Rocha, directora del IES Guadarrama, de Madrid. “No sabíamos por dónde tirar, las instrucciones de la consejería no eran muy claras… Los jefes de departamento y los profesores han hecho un esfuerzo muy grande para adaptarse, pero lo hemos hecho nosotros. Desde la consejería no hemos recibido ninguna formación”.

Como siempre en Educación, la situación va por comunidades. Madrid continuó su boicot más o menos abierto. Canarias es citada a menudo como referente en cuanto a la puesta de materiales a disposición de los docentes. Pero ni siquiera es todo ideológico o partidista. Andalucía, aunque llegó tarde a los currículos, se cita como buen ejemplo con la formación. “Los dos primeros trimestres se hicieron a la antigua usanza”, cuenta la experiencia que vivió en su centro Calle Alonso, profesora de inglés en Valladolid.

¿Cómo evaluamos?

Uno de los principales problemas que se ha encontrado el profesorado, refieren los docentes consultados, ha sido con la evaluación por competencias. Por un lado estaba la parte técnica: se trataba, grosso modo, de evaluar no lo que el alumnado sabía (contenidos) sino lo que sabía hacer con eso. Había que hacerlo a partir de decenas de pequeños ítems, centenares según el alumnado de cada profesor. Y se ha convertido en una pesadilla para muchos.

“Creo que lo que no hemos entendido es que antes había competencias asociadas a las materias (por ejemplo, la competencia lingüística era la propia de la lengua). Pero como con la nueva ley no hay competencias propias, todos deberíamos haber trabajado todas, esto significaba que para tener evidencia del desarrollo competencial de cada niño había que haber realizado diferentes actividades de evaluación, pero eso no se ha hecho en la mayoría de los casos”, opina Calle Alonso.

El trabajo se ha multiplicado. “En un curso de Historia puedes tener 40 criterios de evaluación por cada alumno, con sus índices”, explica Aguirregoitia. En una clase hay 25-30 alumnos y cada docente puede tener 5-6 grupos. Salen ciento y pico estudiantes con 40 criterios cada uno. En un mundo ideal, explica la profesora Elena, “una plataforma para hacer un seguimiento del proceso de enseñanza y aprendizaje te da la posibilidad de incoporar las situaciones de aprendizaje con las competnecias asociadas, te da la nota de cada alumno en cada criterio y de ahí la nota general del curso”. No ha sido así, pero los excels interminables estaban ahí, esperando ser rellenados.

¿Qué ha acabado pasando, al menos varias comunidades autónomas? “La gente lo que ha hecho ha sido adaptar la evaluación a lo que querías. Si querías poner un siete a un alumno, le ponías un siete en cada competencia. Ha sido un despropósito. No porque el alumno no estuviera bien evaluado, iba a tener la misma nota, sino porque no se ha evaluado por competencias”, cuenta Alonso. Elena, en Andalucía, refiere exactamente la misma situación: “El personal se ha ido directamente a la nota final en vez de evaluar las competencias”. Alonso cree que la intención de la ley era buena, “pero la han complicado demasiado”.

Burocracia y suspensos

Lo entiendan o no, todo este trabajo implica una elevada carga burocrática para el profesorado. No es una situación nueva, pero la Lomloe está lejos de resolverla. “Esta es una queja que los docentes mantenemos desde la primera ley de educación del periodo democrático, la LOGSE de 1990”, explica Elías Gómez. “En esta modificación normativa no hay un aumento especialmente significativo de la burocracia, pero desde hace 30 años esta carga ha ido aumentando gota a gota. Existe la sensación de que hay que realizar, para cada aspecto de nuestro trabajo, dos o tres informes por cada alumno o alumna, y asimismo la sensación de que gran parte de esos informes no se van a leer, a comprender o a atender. El tiempo que se dedica a ello resta al docente el tiempo que este suele estimar como de más calidad del que dedica a su alumnado: elaboración de materiales, encomienda y corrección de trabajos, explicaciones, aclaraciones, tutorías personalizadas, y más. No estoy diciendo que el trabajo burocrático sea innecesario ni inútil, pero si se aumenta el trabajo por un lado y no se reduce por otro, irremediablemente una de las dos vertientes se va a ver afectada”, reflexiona.

Otro de los elementos que más polarizó al profesorado de la nueva ley fue la eliminación del número máximo de asignaturas con las que los alumnos pueden pasar de curso y obtener el título de Secundaria y Bachillerato. Hasta ahora con tres suspendías, con dos pasabas (si esas dos no eran Matemáticas y Lengua). Ya no hay límite, la decisión la toma la junta de evaluación (las profesoras y profesores de cada alumno) en función de que el crea que cada estudiante haya obtenido o no las competencias necesarias para hacerlo. Algunos docentes (¿muchos?) creen que esto es prácticamente una aberración.

“La titulación es complicada de gestionar”, apunta la directora Rocha. “Los claustros están polarizados porque hay gente que está a favor de las medidas, pero otra que se está devaluando el sistema. El clima es difícil y aunque no hemos tenido problemas de tensiones graves sí que hay un cierto malestar. Sigue habiendo cierta cultura de la repetición y nos estamos quedando atrás en ciertas cosas como abandono o repetición”, advierte. Elías Gómez no parece acabar de encontrarle la lógica al planteamiento: “La observación que se haría cualquiera es: si [el estudiante] hubiese adquirido las competencias, no habría suspendido las materias, ¿no es así?”.

¿Y las familias?

Por último, algunas profesoras que tanto cambio, tanta neolengua, tanto concepto nuevo y complejo está teniendo un efecto evidente sobre las familias, que están perdidas. “Cambia la terminología, la evaluación, y nosotros nos adaptamos, pero las familias no se enteran de nada de lo que está pasando. Solo saben si pasan de curso o no o si van a poder ir a la universidad”, cuenta Aguirregoitia. Calle Alonso, en Valladolid, tiene la sensación de que “los padres no entienden de qué les hablamos”.

Rocha cierra con un deseo que han expresado todos, cada uno con sus palabras. “Hemos trabajado mucho. Solo espero que después de tanto trabajo no nos modifiquen la ley el año que viene. Al menos no la parte pedagógica, que nos vamos a volver locos. Es mucho tiempo y trabajo. Y a nadie le gusta que su trabajo caiga en saco roto”.

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Cómo frenar las mentiras

En la campaña del 23J ha quedado clara la tremenda importancia que tiene la prensa libre, que depende de sus lectores y no le debe nada a nadie más. La inmensa mayoría de los grandes medios son propiedad de bancos, de fondos y grandes grupos de comunicación. La gran mayoría de ellos han blanqueado a los ultras y están bajo el control de la agenda que marca la derecha.

Por eso te pedimos tu apoyo. Necesitamos crecer. Contratar a más periodistas. Reforzar nuestras ediciones locales frente a las mentiras de los gobiernos locales y autonómicos de la extrema derecha. Fichar a más reporteros de investigación. Nos hace falta llegar a más gente, construir un periódico más grande, capaz de contrarrestar la brutal ola de propaganda conservadora a la que nos vamos a enfrentar. Y que dejará pequeña la que hemos vivido en esta sucia campaña electoral.

https://www.eldiario.es/sociedad/primer-ano-ley-educacion-aulas-lio-evaluaciones-burocracia-interminable_1_10393992.html

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Estrategias para la Integración de Tecnologías en las practicas pedagógicas II.

Por: Luz Palomino[1]

Como lo hemos mencionado en otros escritos, los avances tecnológicos han ampliado el espectro de las formas a través de las cuales la sociedad accede a la información y, por lo tanto, ha cambiado también los procesos de aprendizaje, con un impacto directo -no siempre asumido- en las dinámicas escolares.

Si bien esta hibridación tecnología-aprendizaje se expresa de manera objetiva en las instituciones escolares donde asisten docentes y estudiantes de clase media, clase media alta y ricos, expresándose como déficit en las escuelas y universidades donde asisten l@s hij@s de la clase trabajadora, es innegable que la aceleración de la innovación muestra una tendencia educativa irreversible, más allá de los flujos y reflujos de su instauración, propios de las diputas económicas entre empresas del área tecnológica y de estas con las corporaciones hegemónicas en el modelo educativo analógico.

Las pizarras interactivas, las tabletas, las plataformas de aprendizaje en línea y las aplicaciones educativas han ampliado el horizonte de posibilidades para las dinámicas de enseñanza y han abierto un mundo de posibilidades para la creatividad y la interactividad en el aula. Los recursos digitales han democratizado el acceso al conocimiento, permitiendo que l@s estudiantes exploren temas más allá de los confines del libro de texto tradicional y descubran una amplia variedad de perspectivas y culturas.

La tecnología también ha facilitado la personalización del aprendizaje. L@s docentes pueden adaptar los materiales y las actividades para satisfacer las necesidades y estilos de aprendizaje individuales de l@s estudiantes. Además, el aprendizaje en línea y las herramientas de evaluación permiten un seguimiento más detallado del progreso de cada estudiante, brindando retroalimentación más específica y relevante. Contradictoriamente, la desinversión en materia salarial y condiciones de trabajo docente, ha llevado a cifras impensables hace solo una década el número de estudiantes por docente, restándoles posibilidades reales al aprendizaje personalizado.

Sin embargo, sostenemos que toda estrategia de enseñanza personalizada debe estar sujeta o articulada con dinámicas de aprendizaje colectivo, porque al final todo proceso educativo es un proceso de intercambio social y de consolidación mediante la evidencia de su utilidad práctica.

No obstante, a pesar de estos avances, también enfrentamos desafíos importantes. Uno de ellos es la brecha digital. Si bien la tecnología ha ampliado el acceso a la educación, todavía existen comunidades desfavorecidas que carecen de los recursos y la conectividad necesaria para aprovechar plenamente los beneficios de la tecnología en el aula. Es fundamental garantizar que todos l@s estudiantes tengan igualdad de oportunidades para participar en el aprendizaje digital. Ello pasa por lograr colocar encima de cada pupitre escolar una computadora, dotar alas escuelas de internet de banda ancha y la construcción de plataformas de interacción virtual autónomas, nacionales, elaboradas con taxonomías no reproductivas.

Otro desafío es la dependencia excesiva de la tecnología. Si bien la tecnología puede ser una herramienta valiosa, no debe reemplazar la presencia y la interacción humana en el aula. L@s docentes deben encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y las estrategias tradicionales de enseñanza, asegurándose de que el aprendizaje siga siendo significativo y contextualizado.

Además, surge la preocupación sobre el impacto de las tecnologías en el bienestar emocional y social de l@s estudiantes. El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede tener efectos negativos en la salud mental de los jóvenes, como la ansiedad y la falta de sueño. Es esencial promover el uso responsable y equilibrado de la tecnología, fomentando el desarrollo de habilidades sociales y emocionales necesarias para interactuar efectivamente en la sociedad.

En este contexto, es crucial que l@s docentes sean formados y apoyados en su esfuerzo por integrar la tecnología de manera significativa en el aula. La formación continua, el acceso a recursos adecuados y el desarrollo de comunidades de aprendizaje son fundamentales para que los docentes puedan aprovechar plenamente el potencial de la tecnología en la educación.

Esto requiere enfoques y estrategias efectivas que les permitan adquirir las habilidades necesarias para integrar la tecnología de manera significativa en su práctica pedagógica. A continuación, se presentan algunos enfoques y estrategias:

  1. Desarrollo profesional basado en las necesidades: La formación debe diseñarse a partir de las necesidades específicas de los docentes. Esto implica identificar las habilidades digitales que requieren y las áreas en las que desean mejorar. Al adaptar la actualización a las necesidades individuales de los docentes, se maximiza su motivación y compromiso con el proceso de aprendizaje.
  2. Aprendizaje activo y práctico: Es importante proporcionar a los docentes oportunidades de aprendizaje práctico, donde puedan experimentar directamente con herramientas y tecnologías digitales. Esto puede incluir talleres prácticos, actividades de resolución de problemas y proyectos de implementación en el aula. El enfoque en el aprendizaje activo y práctico permite a los docentes adquirir habilidades mediante la práctica y la reflexión sobre su experiencia.
  3. Aprendizaje entre pares y colaboración: Fomentar la colaboración entre docentes es una estrategia efectiva para la capacitación en competencias digitales. Esto puede incluir la formación de comunidades de práctica en las que los docentes compartan experiencias, ideas, recursos y mejores prácticas. El aprendizaje entre pares fomenta el intercambio de conocimientos y permite a los docentes aprender unos de otros.
  4. Formación en servicio y seguimiento: La capacitación no debe ser un evento único, sino un proceso continuo. Es importante brindar oportunidades de formación en servicio que permitan a los docentes recibir apoyo y orientación a medida que aplican las habilidades digitales en su práctica pedagógica. Además, se deben proporcionar mecanismos de seguimiento y retroalimentación para evaluar el progreso y brindar oportunidades de mejora continua.
  5. Uso de recursos en línea: Los recursos en línea, como cursos virtuales, tutoriales, videos y materiales educativos digitales, pueden ser herramientas valiosas para la capacitación en competencias digitales. Estos recursos permiten a los docentes aprender a su propio ritmo y acceder a contenido actualizado y relevante. Además, pueden ser utilizados como complemento de otras estrategias de capacitación.

Al utilizar estos enfoques y estrategias, se puede crear un entorno de aprendizaje efectivo que permite a l@s docentes adquirir las habilidades digitales necesarias para integrar la tecnología de manera efectiva en su práctica pedagógica. Es importante adaptar estas estrategias a las necesidades y contextos específicos de l@s docentes, considerando sus niveles de experiencia previa y las metas de aprendizaje establecidas.

La integración efectiva de la tecnología en la práctica pedagógica requiere el uso de mejores prácticas que maximicen los beneficios de la tecnología para mejorar el aprendizaje de l@s estudiantes. A continuación, se presentan algunas de estas prácticas:

  1. Enfoque centrado en el aprendizaje: Colocar al estudiante en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje es fundamental. La tecnología debe utilizarse para promover la participación activa de los estudiantes, fomentar la exploración y el descubrimiento, y permitir que los estudiantes sean constructores de su propio conocimiento.
  2. Diseño de actividades y recursos digitales significativos: Estos deben estar cuidadosamente diseñados para promover el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad. Deben ser relevantes, auténticos y alineados con los objetivos de aprendizaje. Además, es importante utilizar una variedad de recursos digitales, como videos, simulaciones, juegos interactivos y aplicaciones educativas, para diversificar las experiencias de aprendizaje.
  3. Personalización del aprendizaje: La tecnología ofrece oportunidades para adaptar el aprendizaje a las necesidades individuales de los estudiantes. Los docentes pueden utilizar herramientas y plataformas digitales que permitan la diferenciación y personalización del contenido, los ritmos de aprendizaje y las actividades según las habilidades, intereses y estilos de aprendizaje de los estudiantes.
  4. Evaluación formativa y retroalimentación efectiva: La tecnología puede facilitar la evaluación formativa y la retroalimentación oportuna. Los docentes pueden utilizar herramientas digitales para realizar un seguimiento del progreso de los estudiantes, recopilar datos sobre su desempeño y proporcionar retroalimentación individualizada. Esto permite ajustar la instrucción y brindar apoyo adicional en tiempo real. Como se trata de un proceso de educación que trasciende lo escolar, el manejo de los datos debe ser abierto y autorizado por l@s estudiantes.
  5. Colaboración y aprendizaje en línea: La tecnología permite la colaboración entre estudiantes y docentes más allá de los límites físicos del aula. Los docentes pueden utilizar plataformas y herramientas en línea para fomentar la colaboración, el intercambio de ideas y la creación conjunta de conocimiento. Además, se pueden aprovechar entornos virtuales de aprendizaje para facilitar el aprendizaje en línea, permitiendo la interacción y el acceso a recursos en cualquier momento y lugar.
  6. Desarrollo profesional continuo: Los docentes deben recibir oportunidades de desarrollo profesional continuo en relación con el uso efectivo de la tecnología en la enseñanza. Esto implica la participación en talleres, cursos, conferencias y comunidades de práctica que promuevan el intercambio de experiencias y el aprendizaje colaborativo entre docentes.

Estas prácticas proporcionan un marco para integrar eficazmente la tecnología en la práctica pedagógica. Sin embargo, es importante adaptarlas a las necesidades y contextos específicos de l@s estudiantes y l@s docentes. La reflexión constante, la experimentación y la retroalimentación son claves para mejorar continuamente la integración de la tecnología en la enseñanza y el aprendizaje.

Al explorar la importancia de que l@s docentes adquieran habilidades digitales y cómo pueden ser capacitados de manera eficaz para integrar la tecnología en su práctica pedagógica, se han identificado los siguientes hallazgos:

  1. La transformación digital en la educación es crucial en el contexto actual, donde la tecnología desempeña un papel cada vez más importante en nuestra vida cotidiana.
  2. Los docentes que adquieren habilidades digitales pueden mejorar la enseñanza y el aprendizaje al personalizar la educación, fomentar la participación de los estudiantes y utilizar recursos digitales relevantes.
  3. La adquisición de habilidades digitales por parte de los docentes fomenta la creatividad y la colaboración, habilidades esenciales para preparar a los estudiantes para el mundo actual y futuro.
  4. La integración efectiva de la tecnología en la práctica pedagógica amplía el acceso a recursos educativos en línea, enriqueciendo así las experiencias de aprendizaje.
  5. Sin embargo, existen desafíos comunes en la formación de docentes en habilidades digitales, como la resistencia al cambio, la falta de recursos y el acceso limitado a la tecnología.

En conclusión, los avances tecnológicos en el aula han abierto un mundo de posibilidades para mejorar el aprendizaje y la enseñanza. Sin embargo, también enfrentamos desafíos que requieren una atención cuidadosa. Es responsabilidad de todos los actores en el ámbito educativo trabajar juntos para garantizar que la tecnología se integre de manera efectiva, equitativa y responsable en el aula, brindando a los estudiantes una educación relevante y preparándolos para enfrentar los desafíos del futuro con confianza.

Bibliografías consultadas:

  • Bonilla, L.B. (2023): Nueva cruzada conservadora en las escuelas y universidades: el lápiz contra la inteligencia artificial
  • Narváez-Montoya, A. (2019). Comunicación educativa, educomunicación y educación mediática: Una propuesta de investigación y formación desde un enfoque culturalista. Palabra Clave22(3), 1-30. https://doi.org/10.5294/pacla.2019.22.3.11[ Links ]
  • Winocur, R. (2019). La tribu de los memes. Un territorio virtual de inclusión-exclusión entre los adolescentes. Comunicación y Sociedade7327, 1-22. https://doi.org/10.32870/cys.v2019i0.7327[ Links ]

[1] Comunicadora Social. Maestrante en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (Caracas) y la Universidad de Quilmes (Buenos Aires). Militante feminista e integrante del colectivo “Aquelarre de las Insumisas”. Directora del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación asociado al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Integrante de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE). Directora editorial del sitio web otrasvoceseneducacion.org  Correo electrónico: mayorga.luz@gmail.com

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Explorando la importancia de adquirir habilidades digitales y su integración en las prácticas pedagógicas.

Por: Luz D Palomino M/CII-OVE

Este escrito examina la importancia de que las/los docentes adquieran habilidades digitales y algunas propuestas para la formación permanente que posibilite integrar las tecnologías en su práctica pedagógica. En un mundo cada vez más digital, estas capacidades se han vuelto esenciales para las/los educadores. Exploraremos cómo el desarrollo de habilidades digitales puede beneficiar a las/los docentes y a sus estudiantes, así como los desafíos y las estrategias para la formación permanente a los/las profesionales de la educación en el uso de la tecnología.

En la sociedad actual, caracterizada por avances tecnológicos constantes y una creciente dependencia de la tecnología fundamentada en algoritmos, la educación no puede permanecer ajena a estos cambios. La transformación digital en las aulas se ha convertido en una necesidad imperante para garantizar que las/los estudiantes adquieran las habilidades necesarias para prosperar en un mundo cada vez más mediado por el internet de las cosas, los bloques de datos y la realidad aumentada. La integración de la tecnología en la práctica pedagógica presencial ofrece numerosas demandas y oportunidades para mejorar la educación.

A pesar de la creciente importancia de las capacidades digitales en la educación, much@s docentes enfrentan desafíos al intentar integrar la tecnología en sus prácticas pedagógicas. Algun@s docentes carecen de la formación (brecha epistémica) y las habilidades necesarias para utilizar herramientas digitales de manera significativa, lo que limita su capacidad para aprovechar al máximo los escasos recursos tecnológicos disponibles. Esto puede conducir a una brecha digital en el aula y a una falta de preparación de los estudiantes para el mundo digital en el que viven.

También, «La adquisición de habilidades digitales por parte de l@s docentes abre puertas a una amplia gama de recursos educativos en línea, incluyendo contenido interactivo, simulaciones, plataformas de aprendizaje en línea y comunidades de práctica. Esto permite enriquecer las experiencias de aprendizaje y acceder a materiales actualizados y relevantes» (Rojas & Serrano, 2019).

Las demandas de integración de la tecnología en las aulas se basan en las necesidades cambiantes de l@s estudiantes y en la preparación para la sociedad y el mercado laboral del siglo XXI; resulta imposible desconocer el impacto de la cultura algorítmica y la minería de datos en todos los campos del saber.

L@s estudiantes de hoy han crecido inmersos en una cultura digital y están acostumbrados a utilizar dispositivos y recursos digitales en su vida diaria, aunque en muchos casos ese uso sea instrumental y consumista, desprovisto de pensamiento crítico. Esa falencia debe ser resuelta por la educación y los sistemas escolares, quienes deben alumbrar el camino para ir más allá de la reproducción cultural. Como resultado, los y las estudiantes esperan que la educación refleje su entorno tecnológico y se les brinde la oportunidad de aprender de manera activa y atractiva a través de herramientas digitales.

Además, la integración crítica, constructiva y creativa de la tecnología en la práctica pedagógica ofrece oportunidades para mejorar la calidad de la educación. Las herramientas digitales pueden aumentar la participación de los estudiantes al proporcionar interactividad y experiencias de aprendizaje más dinámicas. También permiten el acceso a una gran cantidad de recursos educativos en línea, lo que enriquece el proceso de autonomía en la enseñanza y los aprendizaje.

La incorporación de lo digital a las actividades educativas no solo promueve el desarrollo de habilidades claves para el siglo XXI, como la creatividad, el pensamiento crítico, la colaboración y la resolución de problemas, sino que hace de la escuela y la universidad lugares actualizados y dinámicos que democratizan el conocimiento de la época.

Las herramientas digitales pueden usarse para fomentar el trabajo en equipo y la comunicación, ya sea a través de proyectos colaborativos en línea o de herramientas de comunicación digital. Estas habilidades son fundamentales para que l@s estudiantes se conviertan en ciudadanos activos y competentes en un mundo cada vez más conectado y globalizado.

La tecnología proporciona a los docentes y estudiantes herramientas y recursos para fomentar la creatividad, permitiendo a los estudiantes expresarse de maneras nuevas y originales. Además, la integración de la tecnología puede aumentar la participación de los estudiantes al brindarles oportunidades interactivas y estimulantes» (Bawane & Spector, 2020).

Después de este recorrido teórico presentamos algunas propuestas para mejorar las capacidades y habilidades digitales:

  1. Alfabetización digital: Tiene dos dimensiones, la primera se refiere a la capacidad de utilizar y comprender las herramientas y tecnologías digitales de manera clara y efectiva. Implica habilidades básicas como el manejo de dispositivos, la navegación en Internet, el uso de aplicaciones y la comprensión de conceptos fundamentales relacionados con la tecnología. La segunda, apropiarse de los algoritmos y la programación básica, para superar la reproducción y entrar a la creación de sentidos, herramientas, plataformas y contenidos. La alfabetización digital es fundamental para que l@s docentes puedan aprovechar al máximo las herramientas digitales en su práctica pedagógica.
  2. Capacidad tecnológica: Se refiere a las posibilidades de actuar autónomamente en el diseño virtual-digital de dinámicas de selección, utilización y evaluación, adecuando contextualmente diferentes herramientas y tecnologías disponibles en el contexto educativo. Implica conocer y comprender las aplicaciones y recursos digitales relevantes para el aprendizaje, así como saber cómo integrarlos de manera efectiva en la planificación y ejecución de actividades educativas. La capacidad tecnológica permite a los docentes utilizar las herramientas digitales de manera eficiente y aprovechar su potencial educativo.
  3. Competencia informacional: Se relaciona con la capacidad de buscar, evaluar y utilizar información de manera crítica y ética. Incluye habilidades para localizar fuentes confiables, evaluar la calidad de la información, seleccionar la información relevante y utilizarla de manera efectiva en el proceso de enseñanza y aprendizaje. La competencia informacional es fundamental para ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades de pensamiento crítico y para fomentar la investigación y el análisis en el contexto educativo.
  4. Competencia comunicativa: Esta se refiere a la capacidad de utilizar eficazmente las herramientas y tecnologías de comunicación digital para interactuar, colaborar y compartir información con l@s estudiantes, otr@s docentes, padres y la comunidad educativa en general. Implica habilidades para utilizar herramientas de comunicación en línea, plataformas de aprendizaje colaborativo y redes sociales de manera efectiva y responsable. La competencia comunicativa permite a los docentes facilitar la comunicación y la colaboración en el entorno educativo, promoviendo así el intercambio de ideas y la participación activa de los estudiantes.

Estas habilidades digitales son esenciales para que l@s docentes puedan utilizar la tecnología de manera efectiva y aprovechar sus beneficios en el contexto educativo. Al desarrollarlas, l@s docentes pueden mejorar la enseñanza y el aprendizaje, fomentar la creatividad y la participación de los estudiantes, y facilitar el acceso a recursos educativos en línea. Además, estas competencias preparan a los docentes para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que surgen en un entorno educativo cada vez más digitalizado.

Implicaciones y recomendaciones

Basado en los hallazgos anteriores, se derivan las siguientes implicaciones y recomendaciones:

  1. Es fundamental proporcionar a l@s docentes oportunidades de formación y desarrollo profesional en habilidades y capacidades digitales, adaptadas a sus necesidades específicas.
  2. La formación permanente del profesorado debe ser práctica y basada en el aprendizaje activo, permitiendo a l@s docentes experimentar directamente con herramientas y tecnologías digitales.
  3. Fomentar la colaboración entre docentes y establecer comunidades de práctica para compartir experiencias y recursos, promoviendo así el aprendizaje entre pares.
  4. Es necesario abordar los desafíos relacionados con la resistencia al cambio, la falta de recursos y el acceso limitado a la tecnología, mediante la implementación de políticas y estrategias que faciliten el acceso equitativo a la tecnología.
  5. Es importante diseñar actividades y recursos digitales significativos que promuevan el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad de los estudiantes.

En general, la adquisición de habilidades digitales por parte de los docentes y su integración efectiva en la práctica pedagógica tienen el potencial de transformar la educación y preparar a los estudiantes para un futuro digitalmente competente. Es necesario que las instituciones educativas y los responsables de la formulación de políticas apoyen activamente la formación inicial y e servicio vinculada a lo digital-virtual y el desarrollo profesional de los docentes en este ámbito, brindándoles los recursos y el apoyo necesarios para abordar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnología de la tercera y cuarta revolución industrial en la educación.

Bibliografías Consultadas:

Bonilla, L.B. (2023): Nueva cruzada conservadora en las escuelas y universidades: el lápiz contra la inteligencia artificial

https://luisbonillamolina.com/2023/05/02/nueva-cruzada-conservadora-en-las-escuelas-y-universidades-el-lapiz-contra-la-inteligencia-artificial/

García-Valcárcel, A., & Tejedor, F. J. (2016). Competencia digital y competencia mediática: diferentes etiquetas para una misma realidad. Edutec. Revista Electrónica de Tecnología Educativa, 55, 1-15.

Tejedor, F. J., & García-Valcárcel, A. (2017). La competencia digital del profesorado en Europa y Latinoamérica: revisión sistemática de estudios e instrumentos de medida. Revista de Investigación Educativa, 35(1), 59-77.

Imagen realizada con inteligencia artificial

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Vemezuela: 60% de los docentes se han ido del país o cambiado de oficio

La presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FMV), Carmen Teresa Márquez, advirtió que el 60% de los docentes del país emigraron y otros abandonaron su carrera.

“Como Federación hemos resaltado que un 60-70% de los docentes han abandonado las aulas de clases, por salidas del país y cambios de oficio que les genere mejores ingresos”, explicó Márquez.

Las razones principales las condiciones laborales y escaso sueldo, por ello muchos buscan salir a otras fronteras en búsqueda de mejores oportunidades o buscan un oficio que pueda brindarles las suficientes oportunidades para subsistir.

Está es una situación que según Marquéz afectó el desarrollo del año escolar, pues existe una alta cantidad de deserción de maestros que ha provocado que estudiantes vean clases “de manera accidentada”.

Para Márquez los profesores “no deben seguir cobrando apenas 11 bolívares diarios, menos de medio dólar”, esto es algo sobre que el gobierno nacional tampoco ha dado respuestas a pesar de las reiteradas protestas que se han dado desde enero.

Fuente: https://laverdaddevargas.com/60-de-los-docentes-se-han-ido-del-paiso-cambiado-de-oficio/

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Aumento salarias, los claroscuros

Por:

Eduardo Grajales

Aunque el anuncio presidencial del aumento de 8.2% en el salario de las y los maestros fue bien recibido por buena parte de este sector, en otro, el del magisterio crítico y reflexivo, quedaron muchas dudas que no han sido del todo aclaradas, particularmente por parte de la autoridad educativa y del Sindicato nacional, encargados de las negociaciones del pliego petitorio magisterial.

Aunque la noticia fue celebrada con efusividad particularmente por el sector oficial del magisterio nacional que estuvo en primera fila para presenciar La Mañanera, la realidad es qué profundizando en el tema hay datos que no permiten identificar a ciencia cierta el impacto de éste controvertido aumento.

Y es que, en tanto no se conozca un desglose de la información o la minuta del acuerdo por parte de la autoridad, no se tendrá del todo claro si el aumento salarial será directamente al salario o si éste será escalonado o diversificado en prestaciones y otros estímulos que reciben las y los maestros, lo cual mermaría en gran medida el impacto del anuncio.

Lo que es un hecho es que el aumento generará complicaciones en los presupuestos de los gobiernos estatales, e incluso el del mismo gobierno federal pues hasta donde se sabe, en el paquete presupuestal 2023 no estaba considerado, o no al menos de tal magnitud, por lo que acá habría otro factor que podría ir minimizando la expectativa.

Algunas entidades que se encuentran en austeridad se las verán negras para generar los millonarios retroactivos y el incremento pactado (con las reservas antes mencionadas) situación que podría complicar que el incremento del pago se refleje en toda su plenitud.

Ahora, si bien el aumento salarial siempre es bien recibido, este era una de varias expectativas de los maestros para este 15 de mayo, quedando algunas pendientes como el caso de la modificación en las reglas de operación de los concursos realizados por USICAMM, la cancelación de pago en UMAS para jubilados y un análisis verdaderamente crítico de la democracia sindical.

En estos temas el Presidente fue omiso o partió de datos de una realidad ficticia, como el descrito en las elecciones del SNTE, un panorama expuesto que sólo existe en el pensamiento sindical charro, que se ha logrado confabular con los Tribunales Federales de Conciliación y Arbitraje y con la Secretaría del Trabajo, entre otros actores relevantes en la materia.

Lo cierto es que, hasta ahora, la gran mayoría de esos procesos se han impugnado sin respuesta favorable para los maestros que integraron planillas competitivas y que fueron acotadas y corrompidas por la presión del denominado charrismo sindical.

En suma, el anuncio presidencial más allá de impactar y de conciliar a un magisterio que sigue fragmentado y dividido, genera suspicacias y ahonda aún más las dudas y las críticas de sectores magisteriales, sobre todos los radicales, que han expresado que en los últimos años la democracia sindical ha sido una simulación, mientras que la asignación de plazas y la entrega de estímulos magisteriales que tenían como objetivo la revalorización docente ha sido además de escasos, poco transparentes.

Habrá que ver cuáles serán las reacciones que próximamente se irán desencadenando por parte de las fuerzas magisteriales a medida que se va a clarificando lo expuesto el día de ayer por el presidente de la República. Por el momento la CNTE ya fijo su postura.

Fuente: https://www.educacionfutura.org/aumento-salarial-los-claroscuros/

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