América del Norte/Estados Unidos/24 Septiembre 2017/Fuente y Autor:20minutos
Más de 100 niños en la ciudad más grande de Nueva Hampshire han presenciado a un adulto con sobredosis en su hogar desde 2016. Ahora la policía local ha lanzado un programa para evitar que los niños sufran la misma suerte, y esperan que se reproduzca en otros lugares de Estados Unidos. Varios líderes políticos y de las fuerzas del orden se reunieron el viernes para promover la educación y la intervención desde la infancia para prevenir el abuso de sustancias controladas.
Destacaron los logros obtenidos por un grupo de la ciudad de Manchester, el Adverse Childhood Experiences Response Team (Equipo de respuesta a las experiencias adversas en la infancia), que incluye un policía, un abogado especializado en servicios de crisis y un profesional de salud conductual que responde a los incidentes y determina la mejor manera de ayudar a un niño, ya sea con grupos de apoyo, consejería o programas de educación temprana. El objetivo es dar a los niños que sean testigos de violencia o trauma el mismo tipo de apoyo que reciben las víctimas de delitos, con la esperanza de prevenir problemas en el futuro.
Su jefe, Nick Willard, dijo que hasta ahora, el equipo ha ayudado a 203 niños de 120 familias. «¿Qué estamos haciendo para ayudar a los niños a seguir su vida después de estas llamadas que hacemos? Los niños están viendo demasiado en sus vidas», dijo Willard durante una conferencia de prensa organizada por Spark NH, un consejo no partidista asesor para la primera infancia.
El grupo _designado por el gobernador_ aboga por programas como el de Willard y un acceso amplio a la educación de la primera infancia, como el programa Early Head Start de Southern New Hampshire Services, donde se realizó la conferencia de prensa. Laura Milliken, directora de Spark NH, dijo que estos programas desempeñan un papel esencial para proteger a los niños del llamado estrés tóxico.
«Los programas de infancia temprana son la mejor prevención contra el uso indebido de sustancias», afirmó Milliken. La directora ejecutiva de Southern New Hampshire Services, Donnalee Lozeau, coincidió. «Aunque hemos visto antes algunas de estas cosas, estamos viendo un aumento», dijo. «Hay abuelos criando a sus nietos. Aumenta la falta de vivienda cuando las familias se ven afectadas por esto…
Esta crisis de opiáceos y lo que le está haciendo a los niños es muy diferente y está impactando de una manera que no hemos visto antes», añadió.
Fuente de la noticia: http://www.20minutos.com/noticia/96279/0/eeuu-destacan-educacion-temprana-para-prevenir-drogadiccion/
El consumo de estupefacientes (drogas prohibidas) es más que un problema de salud pública. Es un alarmante problema social en buena parte del planeta, con una geopolítica propia que señala consumidores de diversos países y de diversas clases sociales. Tiene su arista económica, con mercados de gran consumo y de preferencias cambiantes como Estados Unidos y productores especializados en diferentes continentes. De esta arista nace la violencia del narcotráfico que causa más víctimas mortales que el mismo consumo.
Desde 1920 la producción y venta de alcohol etílico fue prohibida en Estados Unidos. La prohibición redujo el consumo de licores, pero no lo erradicó. Lo peor fue que convirtió al expendio de licores en un negocio demasiado lucrativo, tanto que fue monopolizado por el crimen organizado. En 1933 se legalizó el consumo, la fabricación, el transporte y la venta de alcohol etílico.
Comparando esta experiencia con la de las drogas, desde hace algún tiempo se habla de legalizar las drogas. Se ha empezado por la marihuana, una que solo requiere cultivo, no fabricación. Holanda asegura que el consumo ha bajado tras la regularización. También se dio este proceso en algunos estados de Estados Unidos, en México lo ha propuesto incluso el expresidente Fox y en Uruguay, por iniciativa previa de Mujica, se regularizó el uso de la marihuana. El economista liberal Milton Friedman afirmó en 1991 estar a favor de la legalización de las drogas, porque “el mayor daño causado por las drogas proviene de su ilegalidad”. El debate queda abierto.
Para las sociedades, Ecuador incluido, las drogas son muy destructivas, por el consumo y por las prácticas violentas del narcotráfico. Los mayores perjudicados son la niñez y la juventud. Por eso mismo, la educación recibe un golpe cada vez que un menor consume droga. Como siempre, los pobres reciben los peores azotes, pues esas drogas baratas son en realidad los desechos y contienen sustancias tóxicas, en adición a la misma droga.
La prevención del consumo de drogas requiere campañas de información y concientización. La información, dirigida en especial a docentes, madres y padres de familia, permite conocer el modus operandi de las bandas de narcotraficantes, en este caso las dedicadas al microtráfico. La concientización se dirige con énfasis a estudiantes, para que vean el desastroso resultado del consumo de drogas.
Las series de televisión han empezado a tratar el tema con mucho realismo. El caso Escobar, por ejemplo, al menos desmitificó al supuesto Robin Hood de Medellín, mostrando su crueldad corrosiva. Pero la serie más destacada a escala mundial ha sido la estadounidense Breaking Bad, cuyo protagonista es un profesor de Química que incursiona en el mundo del narcotráfico. Una serie brutal en el sentido salvaje de la palabra.
Ni toda la prevención del mundo, ni la articulación entre la educación y el mundo del trabajo, ni el desmantelamiento de laboratorios podrán llegar a la esencia del problema. ¿Por qué se droga la gente? Esta conducta no se puede explicar con las teorías de hábitos repetidos de Pavlov ni con el psicoanálisis de Freud. La respuesta requiere del concurso de psicólogos, sociólogos y antropólogos. Ese debate nos podría dar una solución para reducir al mínimo el problema de la drogadicción.
Learning Works Charter School tiene a «chasers» que motivan a los alumnos a seguir estudiando.
Para Destiny Lozano caminar a la escuela o al trabajo por las calles de Boyle Heights se convierte en una sentencia de cárcel o de muerte cada día.
La joven de 20 años residente de Lincoln Heights pertenece a una pandilla rival a las existentes del barrio de Boyle Heights.
Sin embargo, su deseo por superarse vence su miedo.
Lozano es estudiante de Learning Works Charter School, una secundaria no tradicional que ofrece un programa académico personalizado y riguroso para estudiantes que están en alto riesgo de abandonar sus estudios sin haber obtenido un diploma de secundaria.
“Toda mi familia son pandilleros, vengo de varias generaciones de pandilleros”, contó Lozano el mientras tomaba un descanso recientemente de sus clases en Learning Works.
“Yo no veía ni maestros, ni abogados ni nada de eso cuando iba creciendo, yo quería ser un gangster”, aseveró.
Su vida desde los 13 años se convirtió en un entrar y salir de la cárcel juvenil. Su primer tatuaje se lo hizo a la edad de 12 años.
Un tatuaje muy notable es el de su frente –que dice “R.I.P. Danny”. “Él era mi papá. Murió cuando yo tenía 5 años”, aseveró la joven.
A su costado, otra estudiante hacía su tarea. A Samantha Espino, Learning Works le permite estudiar mientras cuida a su hija Desiree de 1 año.
Espino, de 20 años, dijo que nunca conoció a su padre y cuando tenía 5 años de edad su madre falleció. Ella quedó bajo la custodia de su abuela, pero el sentimiento de desamparo y falta de atención la llevaron a involucrarse en las drogas y el alcohol desde los 14 años.
“Me mandaron a un hogar de crianza y yo no quería estar ahí, entonces huía a cada rato”, recordó Espino.
La joven dijo que aunque se cuestionaba por qué se involucraba en situaciones de peligro no podía dejar esa vida. Se volvió adicta a las drogas. “Utilizaba cocaína, marihuana, PCP, crack, cristal meth y alcohol”, contó Espino, quien asegura que cuando estaba bajo las drogas solía robar, asaltar casas y no sentía miedo.
“Estaba tan drogada que ni pensaba. Las drogas me ayudaban a olvidar”, recordó.
Sin embargo, a los 19 años – cuando nació su niña – Espino decidió darle un cambio a su vida. “Ahora que tengo a mi bebé no quiero que pase por lo que yo pasé”, dijo la joven madre soltera.
La “Chaser” que no los deja solas
Lo que convierte a Learning Works en una escuela diferente es la presencia de las mentoras o “Chasers”.
Bernie Pérez, de 26 años, es la chaser de Lozano y Espino. Su trabajo consiste en perseguir a las jóvenes para que no abandonen los estudios y brindarles apoyo.
Ella conoce de primera mano las dificultades y obstáculos de ambas chicas, puesto que ella tuvo un pasado similar. En sus años de estudiante Pérez se involucró en las pandillas y se convirtió en madre a los 16 años.
Sin embargo, fue el programa de Learning Works en Pasadena lo que la ayudó a salir adelante. Así logró obtener su diploma de secundaria y ahora se prepara para obtener su licenciatura en la University of Phonenix.
“Poco después de que yo terminé el programa quería seguir haciendo trabajo voluntario y me dijeron que en Learning Works de Boyle Heights había una posición de trabajo disponible”, cuenta Pérez, quien gustosa aceptó el reto de ayudar a otras jóvenes como alguien la ayudó a ella.
“Todos se merecen una segunda oportunidad. Y muchos de estos estudiantes piensan que ellos no pueden hacerlo”, dijo Pérez.
Una ayuda constante
Mikala Rahn, fundadora de Learning Works—con sede en Pasadena—dijo que los chasers están de guardia las 24 horas del día, los fines de semana y las noches, siempre listos para ayudar a sus jóvenes estudiantes.
“No sólo están allí para el apoyo escolar, sino también para el apoyo emocional. Hacen lo que sea necesario para construir esa confianza y una relación real con cada estudiante”, dijo Rahn.
Learning Works apareció por primera vez en Pasadena hace 10 años y en Boyle Heights hace seis.
En la sede de Boyle Heights, la institución trabaja en asociación con la organización Homeboy Industries –que trabaja con jóvenes pandilleros- quienes refieren a los adolescentes en riesgo de abandonar la escuela y al mismo tiempo les ofrecen empleo mientras estudian.
Rahn explicó que la belleza del programa de Learning Works es que todos los jóvenes se conocen y se convierten en una comunidad.
Lozano y Espino trabajan en el área de mantenimiento de la oficina de Homeboy Industries, localizada sobre la calle Primera en Boyle Heights.
Lozano dijo que la parte más difícil que enfrenta ahora que quiere cambiar su vida es que las personas no la vean como un ser humano, sino solo como pandillera.
“Es difícil cuando me ven solo por mis tatuajes y que tengo cierto estilo de vida. Pero en realidad soy una buena persona”, aseveró la joven quien piensa continuar sus estudios después de obtener su diploma de secundaria.
“Quiero trabajar en la construcción…donde no me juzguen por mis tatuajes”, añadió.
Por su parte, Espino dijo que ya esta inscrita en el colegio del Este de Los Ángeles y solo esta esperando terminar unas clases en Learning Works para estudiar a tiempo completo en el colegio.
Un distrito escolar rural de Colorado aprobó el miércoles en la noche que sus maestros y otros empleados escolares porten armas en los centros para proteger a los estudiantes.
La junta escolar del distrito de Hanover aprobó, por tres votos a favor y dos en contra, permitir que los empleados escolares que quieran puedan ir armados al trabajo tras recibir entrenamiento.
Las dos escuelas del distrito, que están a unos 48 kilómetros (30 millas) al sureste de Colorado Springs, tienen unos 270 estudiantes y las autoridades se demoran una media de 20 minutos en llegar a la zona. Actualmente, el distrito comparte un agente armado para escuelas con otras cuatro zonas.
Michael Lawson, miembro de la junta, respaldó la iniciativa no solo como una forma para proteger a los estudiantes ante una balacera masiva, sino también como protección contra la posible violencia derivada de los cultivos de marihuana próximos, que cree están vinculados a cárteles extranjeros de la droga, según reportó el diario Gazette of Colorado Springs (http://bit.ly/2hoSxeQ ).
Harán falta meses para preparar los detalles del plan y la formación de los empleados, agregó.
Una encuesta mostró que la comunidad está dividida sobre esta iniciativa, explicó el presidente de la junta escolar, Mark McPherson. Aunque el personal recibirá entrenamiento, el oficial del ejército retirado dijo que no cree que sea suficiente para ayudarles a responder de forma efectiva ante un agresor. Teme qué podría ocurrir si disparan y fallan dentro del aula.
Otros distritos escolares en Colorado, además de en Texas, Oklahoma y California, respaldaron también que sus maestros vayan armados tras el ataque en la escuela primaria Sandy Hook de Connecticut en 2012.
La Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias ha publicado un libro electrónico para que los policías locales puedan tener a su disposición materiales y recursos educativos sobre los que trabajar en las charlas que imparten en los centros escolares.
Acoso escolar o ‘bullying’, racismo, violencia de género, drogas y redes sociales y riesgos asociados al uso de internet son algunos de los temas que suelen tratar los agentes cuando acuden a los centros escolares, según un comunicado de Generalitat.
La realización de esta guía práctica surge como resultado del curso de capacitación pedagógica para docentes que participan en las charlas educativas de los centros escolares impartido desde el año pasado en el Instituto Valenciano de Seguridad Pública y Emergencias (IVASPE) dentro de sus planes de formación continua.
Han sido los propios policías locales y docentes que cursaron esta acción formativa quienes han trabajado en el desarrollo de los materiales y recursos que hoy conforman el libro electrónico.
Un material que se puede descargar en el enlace http://www.presidencia.gva.es/web/seguridad/publicaciones y cuyo objetivo es facilitar la preparación de los agentes para impartir las charlas sobre los temas que más preocupan a la sociedad.
El director de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Ángel, ha explicado que la idea de este proyecto es «contribuir a la formación de calidad de estos profesionales y valorar la función socio educativa de la policía».
«Se quiere romper estereotipos sociales negativos y acercar su figura al ciudadano, como agentes de actuación en la comunidad educativa que participan directamente en acciones destinadas al alumnado, al profesor y a los padres», ha agregado.
Según Ángel, esta nueva apuesta formativa impulsada desde el IVASPE «redundará en agentes más cualificados para contribuir a la mejora de la seguridad y la convivencia en los entornos escolares».
Buscan que los alumnos estén más informados y alertas
Lo aprobó la Legislatura porteña. Drogas y alcohol son los principales factores de riesgo en los chicos. Hay polémica sobre quién les debe hablar a los alumnos sobre este tema.
Aunque suele decirse que la escuela es una institución “del siglo XIX”, los cambios sociales la fuerzan a abrirse a nuevos problemas. La prevención del consumo de drogas es uno de esos desafíos que habrían resultado impensables para las maestras normales sarmientinas, y que hoy resulta urgente, mientras el alcohol y las drogas encabezan los factores de riesgo de muerte para los adolescentes (ver El alcohol…). La Legislatura porteña aprobó una ley para que la prevención de adicciones sea “obligatoria” en todas las escuelas de la Ciudad. Y a nivel nacional, ayer se presentaron en la Cámara de Diputados dos proyectos para promover la creación de carreras universitarias vinculadas con la temática de las drogas, y para crear un plan de becas dirigidas a docentes, con el fin de estimularlos a que se capaciten en el tema.
La ley aprobada en la Ciudad fue impulsada por Roy Cortina (ECO) como consecuencia de la tragedia de Time Warp. Apunta a que el abordaje de las drogas en la escuela sea obligatorio desde la primaria y exige la creación de “equipos interdisciplinarios de especialistas” que organizarán talleres y otras intervenciones “participativas” en las escuelas. “Es preferible que el tema se trabaje con especialistas, por fuera de las materias tradicionales, para que los alumnos no sientan vergüenza ni miedo y se animen a preguntar”, dijo Cortina a Clarín. En paralelo, en el Congreso nacional el diputado Alejandro Grandinetti (Frente Renovador) impulsa un proyecto para involucrar a las universidades y promover la creación de cursos, licenciaturas, diplomados y maestrías sobre el tema. También presentó un proyecto para incentivar con becas a los docentes que quieran capacitarse en estrategias de prevención. “Además de perseguir a los narcos, es fundamental trabajar sobre la demanda de drogas. Necesitamos invertir en conocimiento y prevención, y en ese sentido los docentes tienen un rol clave”, sostuvo Grandinetti.
En rigor, ya había una ley: la 26.586, que creó en 2009 el Programa de Educación y Prevención sobre las Adicciones, y estableció que los diseños curriculares debían incorporar “lineamientos” sobre el tema. En 2015, la Resolución N° 256 del Consejo Federal de Educación acordó esos lineamientos para trabajar las adicciones en el aula a lo largo de toda la escolarización obligatoria, pero los expertos señalan que aún está lejos de cumplirse.
“La ley de 2009 establece que debe hacerse prevención desde nivel inicial hasta la secundaria, pero la implementación viene a paso de procesión”, graficó Pedro Luis Barcia, coordinador de Prevención Educativa en el Observatorio de Prevención del Narcotráfico. “Lo más barato en la lucha contra el narcotráfico es la prevención –aseguró Barcia–. Antes los chicos tenían que ir a buscar la droga. Ahora la droga los busca a ellos en la puerta de la escuela”. La Sedronar viene trabajando con las provincias en la revisión de los diseños curriculares para incorporar los contenidos sobre prevención. “Ciudad y provincia de Buenos Aires, Jujuy, Catamarca, Santiago del Estero y San Juan son las que más han avanzado”, dijo Silvia Pisano, coordinadora de Prevención en Ámbitos Educativos de la Sedronar. Varios expertos sostienen que la cuestión debe trabajarse con el docente que está todos los días con los chicos. “No alcanza con que vengan especialistas de otras organizaciones. Si no tenés un docente que esté atento cotidianamente, no sirve. Es ese docente el que puede convertirse en un adulto significativo para los chicos”, afirmó Graciela Touzé, de la asociación Intercambios. “Prevenir no es informar sobre las sustancias, sino generar prácticas de cuidado, ayudar al chico a construir su autonomía –agregó Touzé–. Hay que generar dispositivos en las escuelas que permitan esto. El profesor taxi puede hacer poca prevención. Los tutores, en cambio, tienen un rol importante”. Para Barcia, “el eje de la prevención debe ser fortalecer la autoestima de los chicos y generar resiliencia, para que puedan rechazar la oferta, o para que puedan reponerse si caen”.
El tema drogas sigue ausente de la formación docente. La única excepción es Santiago del Estero, donde todos los profesorados incorporaron un curso sobre prevención en el último año, según informó Pisano. “Queremos llevar esto a nivel nacional”, añadió. El Instituto Nacional de Formación Docente ofrece un curso virtual de 3 meses, que en 2016 capacitó a 1800 docentes.
En la Ciudad este año se dictaron talleres para docentes de cada escuela secundaria y cada primaria pública. “Antes la prevención se enfocaba solo en secundaria, pero incorporamos la primaria porque se adelantó la edad de inicio de consumo”, explicó Geraldine Kahan, de la subsecretaría de Coordinación Pedagógica y Equidad, el área encargada de la prevención. Según el promedio nacional, los 13 años marcan el primer consumo de tabaco y alcohol, pero también de psicofármacos, estimulantes y paco.
Ecuador / 12 de octubre de 2016 / Fuente: http://ecuador.corresponsables.com/
El Ministerio de Educación (MinEduc) con el apoyo de otras carteras de Estado como el Ministerio del Interior y la Secretaría Técnica de Drogas (Seted) impulsó el programa “Misión educación, cero drogas” con el fin de erradicar el consumo de drogas en instituciones educativas fiscales.
“Se trata de asumir las cosas, pasar de ser espectadores a ser actores. Queremos jóvenes conscientes, solidarios, responsables y libres de drogas”, afirmó la viceministra de educación, Valentina Rivadeneira, quien resaltó la importancia de sumar esfuerzos entre docentes, estudiantes y padres de familia.
Según fuentes del ministerio, la estrategia está compuesta de tres fases: sensibilización, organización y puesta en marcha.
El Ministerio de Educación y la Secretaría Técnica de Drogas, en la primera fase, sensibilizarán a las autoridades educativas, docentes y profesionales DECE para que estos a su vez transmitan a los padres de familia y a los estudiantes la problemática sociocultural del consumo de drogas.
En la segunda etapa de la campaña se formarán brigadas de prevención, integradas por padres de familia, quienes asistirán a las instituciones educativas y alertarán a las autoridades para que actúen de acuerdo con los protocoles establecidos. Por último, las brigadas de prevención recibirán capacitaciones por parte de la Policía Nacional y la Seted.
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