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Elecciones en Ecuador: primeras aproximaciones

Por: Edgar Isch L.

El presente proceso electoral en el Ecuador ha tenido condiciones inéditas desde su origen, por la aplicación de la “muerte cruzada” decretada por Lasso para evitar una segura destitución resuelta en la Asamblea Nacional. El desprestigio del gobierno y de la Asamblea, que en ningún caso superaron el 16% de aceptación, se expresó en la falta de oposición social de la medida, sin poner ninguna esperanza en ella y más bien como una profundización de la crisis política. Trajo también la realización de una campaña electoral en un tiempo extremadamente corto, lo que daba ventaja a las chequeras y a las estructuras políticas más mencionadas en los medios de comunicación.

La agudización de la violencia criminal, que cada vez está más cerca del ecuatoriano común, se presentaba, por primera vez, como el tema central en las preocupaciones de la gente de los distintos estratos sociales, principalmente en los barrios más pobres y abandonados. Esto cambió buena parte de los debates a nivel social, aunque las consultas populares vinculadas al freno al extractivismo, trajeron otro tipo de disputas ideológicas y políticas.

El infame asesinato de Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia y conocido por su accionar en torno a denuncias sobre casos de corrupción, sacudió el ambiente electoral en sus últimos días, en una manera que al inicio no estaba clara, pero que no ha tenido antecedentes en procesos anteriores. Sin embargo, presentó el peligro de que Ecuador concluya su camino a convertirse en un “narco-Estado”. El alto número de asesinatos de funcionarios, las amenazas y sobre todo compra de jueces, masacres en cárceles dominadas por los reos, asesinato de líderes y autoridades locales, la denuncia del embajador norteamericano que interviniendo en nuestra política ratificaba la existencia de narco-generales que no han sido sancionados, son parte de la crisis que se agudizó con el asesinato de Villavicencio.

El escenario era propicio para que las elecciones sirvan como expresión del descontento social, tanto por la decepción en el gobierno y la Asamblea cuanto, por las perspectivas de futuro, buscando una salida, aunque sin saber bien dónde. Por ello buena parte de los votos fueron en búsqueda de lo “nuevo”, pero sin análisis profundo y menos aún de clase.

Algo sobre los resultados

Los resultados hasta cerca de la media noche, con la mayoría de las actas procesadas superando al 90% en las presidenciales, ratificaron tendencias que prácticamente ya estaban presentes desde el inicio del conteo. Pero también trajeron novedades. Primero, que la diferenciación de candidaturas y programas no fue determinante, llevando a la gente a buscar lo nuevo, sin ubicar de que se trataba y por ello apoyar a candidaturas como la de Daniel Noboa (que pasa a la segunda vuelta con el 23,78%), oligarca que fue asambleísta pero era desconocido por la población o Jan Topic, empresario que se promocionó como mercenario capaz de enfrentar la inseguridad, pero que finalmente llegó al 14,65%. Simultáneamente se rechazó a los que se presentaban como continuadores de los dos últimos gobiernos, Moreno y Lasso, como es el caso de Sonnenholzner (7,1%) e incluso Villavicencio que aparecía cuarto o quinto en las encuestas de la mayor parte de la campaña.

Por otra parte, como no se esperaba de acuerdo con las experiencias pasadas, esta vez el debate fue importante. Las condiciones posteriores al asesinato de Villavicencio generaron mayor expectativa y, más allá de haber sido observado por alrededor de la mitad de los electores, se convirtió en tema de diálogo permanente. Esto benefició principalmente a Noboa que no fue atacado por sus competidores al considerarlo sin importancia. Y benefició momentáneamente a Topic con su insistencia de que era quien podía enfrentar a la delincuencia usando más y más violencia.

La sociedad ecuatoriana está en shock, especialmente pero no únicamente por el tema de la violencia y el crimen organizado y, como demostraría Naomi Klein, el shock permite que incluso se renuncie a derechos con tal de salir del hoyo. Eso explica que se generalice el pedido de mano dura y ese se convirtió en discurso generalizado que utilizó Topic, quien tuvo el apoyo del Partido Social Cristian, partido tradicional de la extrema derecha que está en declive. El espacio de ese partido será posiblemente llenado por estos nuevos representantes de las posiciones reaccionarias, pero con mayor habilidad en su discurso y en las formas publicitarias para llegar especialmente a la juventud, como se vio en esta candidatura.

En el caso del correísmo, se ratifica con un 33,24% de los votos que tiene la estructura más votada, como sucedió en este mismo año en las elecciones de alcaldes y prefecturas, desde donde supieron hacer también la nueva campaña (por ejemplo, en Quito el alcalde señalaba que su candidata garantizaba la segunda fase del metro que aún no está en operación). Tienen la mayor votación a pesar de errores de campaña o de que la persecución que realizaron contra Villavicencio generó en ciertos sectores dudas sobre su interés en la muerte del rival. Sin embargo, la imagen autoritaria y su carácter nacional superó que la candidata Luisa González repitiera una y otra vez su ofrecimiento de retornar al pasado, de hacer lo que ya hicieron, como si las circunstancias no hubiesen cambiado. Su discurso ya ni menciona el llamado “socialismo siglo xxi”, pero mantiene un discurso que pega en sectores importantes de la población de las distintas regiones.

En cuanto a quienes apoyaban a Fernando Villavicencio, les correspondió en pocos días y prácticamente sin que se les permita hacer campaña, presentar un nuevo candidato. Se trata del también comunicador Christian Zurita que no solo insistió en las propuestas de su antecesor (cuya foto obligatoriamente iba en la papeleta), sino que igualmente se presentaba como otro outsider que no tenía responsabilidad con anteriores gobiernos. En su conjunto, la solidaridad popular, la buena imagen del nuevo candidato y los votos previamente obtenidos anteriormente, le permitió sumar un 16,49% alcanzando la tercera posición.

La otra sorpresa fue el descenso en la votación de Yaku Pérez, quien representó a una alianza de fuerzas de izquierda y centro izquierda (Unidad Popular, Partido Socialista, Somos Agua, Democracia Sí y un sector de Pachakutik). La no integración de listas conjuntas con Pachakutik y la negativa de la dirección nacional de la Conaie para apoyar a esta candidatura, afectaron a la votación de las dos fuerzas en varias provincias. Si bien por buena parte de la campaña estaba en una posición expectante, siempre con la posibilidad de pasar a la segunda vuelta, los cambios provocados por el asesinato a Villavicencio o ser visto por algunos como insuficientemente determinado contra la delincuencia tras el debate, le afectaron al grado de terminar con un 3,92% de los votos.

Por último, los resultados y la campaña demostraron que en esta primera vuelta fue menos notoria e importante aquella fragmentación entre correistas y anticorreistas. Para la mayoría de electores y sobre todo para los más jóvenes, no fue el tema central como algunos lo quisieron ubicar. Esto, en parte, por la dispersión de fuerzas y, por otro lado, por las nuevas temáticas que se presentaron.

La importancia de las consultas populares

Junto a la votación presidencial y de asambleístas se realizaron dos consultas populares que surgieron de la iniciativa popular y que tendrán importancia continental. La primera, de carácter nacional, para definir si el crudo del bloque 43 o ITT, ubicado en parque nacional Yasuni y junto a la zona de vida de dos pueblos en aislamiento voluntario. Esta consulta debió haberse dado cuando ya se tuvo las firmas necesarias de apoyo, pero fue ilegalmente impedida por el correísmo, luego que Rafael Correa renunciara a ese proyecto de protección humana y de la naturaleza que había acogido de la sociedad civil y ofrecido al mundo. Ahora, se suspende la explotación y en el plazo de un año la petrolera estatal debe salir de la zona.

La segunda, válida para el Distrito Metropolitano de Quito, consultaba para impedir la minería metálica en cualquier escala y así proteger los ecosistemas únicos del Chocó Andino y sus habitantes. La minería ha sido bandera de los tres últimos gobiernos y ha tenido un importante impulso al tiempo que confronta a las poblaciones que observan la destrucción de las condiciones de vida de las próximas generaciones.

En ambos casos, el extractivismo fue derrotado de manera determinante. El término, su significado y las consecuencias en destrucción ambiental y acumulación de la riqueza en pocas manos, han sido debatidos por importantes sectores, especialmente la juventud. La falaz pero millonaria campaña de compañías nacionales y transnacionales que contó con el apoyo de ministros y el Banco Central, fue derrotada por las organizaciones sociales que impulsaron las consultas, la izquierda y por la mayoría de la población. En el caso de la consulta sobre el Yasuní el Sí logró alrededor del 60% de la votación y, en el caso del Chocó Andino el Sí obtuvo alrededor de 68%.

La derecha política y económica fueron derrotadas pero un aspecto que se evidencia es que, a pesar de ello, las mismas poblaciones que votaron por el sí de manera simultánea dieron su voto por quienes impulsan esos proyectos extractivos. Por el contrario, no dieron un apoyo mayoritario al único candidato que en su historia se ha mostrado defensor del agua y la naturaleza, como es el caso de Yaku Pérez.

Esta contradicción demuestra la necesidad de un mayor debate sobre el tipo de desarrollo que debe impulsar el Ecuador y de dónde saldrán las fuerzas y representantes que pueden impulsarlo si se quiere fomentar la justicia social, la equidad y la vivencia de los derechos humanos y de la naturaleza.

Con miras a la segunda vuelta

El correísmo tiene una base electoral con la que puede contar, con presencia en los principales distritos electorales y tendrá sin duda el bloque parlamentario más grande, aunque difícilmente mayoritario. Esto le favorece, pero es sabido que tiene un techo de posible crecimiento y que difícilmente puede lograr la mitad más uno de los votos. Desde dónde puede lograr nuevos votos es fundamentalmente de los votos de la derecha socialcristiana, con la que en otras ocasiones ha sido capaz de establecer acuerdos. Las otras expresiones de derecha más posiblemente apoyen a Noboa y en cuanto a buena parte de sectores populares que tenían candidaturas propias, no olvidan la persecución vivida en un gobierno que puso juicio por “terrorismo” a más de 200 dirigentes populares y a ninguno de la oligarquía.

En cuanto a Noboa, se muestra con más posibilidades de crecer. Tendrá el apoyo de buena parte de electores de otras candidaturas, con excepción de los de Yaku Pérez, así como de una presencia importante en la Asamblea con candidatos de su partido y de otras expresiones reaccionarias. Es temprano para saber si eso será suficiente para lograr la presidencia.

Por otra parte, al igual que en la elección pasada, se puede presentar un crecimiento del voto nulo pero en menor proporción que en 2021. De todas maneras, su peso será importante para el conteo final de apoyos para definir el resultado electoral.

La disputa entre las dos candidaturas finalistas por los votos apenas comienza a dibujarse. Sin embargo, lo que viene tras esta primera vuelta y las consultas populares para muchos sectores organizados, una vez más, es sostener los anhelos de ecuatorianas y ecuatorianos, llevando a los pueblos a realizar un debate que supere lo coyuntural, que plantee las posibilidades de futuro del Ecuador y las nuevas batallas que tendrán que dar los explotados para dar un giro a la historia. Como ya sabemos por la experiencia social, un proceso electoral no es el comienzo ni el fin, sino solo un momento en las batallas que confrontan a las clases sociales. Aunque venga un gobierno de año y medio, combinado con la nueva campaña electoral, los cantos por concertación siempre serán pedidos para que los de abajo se pongan bajo las órdenes de los que domina. ¿Se tendrá ahora ese debate en los escenarios de trabajo, vivienda y estudio?

*  Académico y ex ministro de Medioambiente de Ecuador. Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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Acusan de peculado a ministra de Educación de Ecuador

La Unión Nacional de Educadores (UNE) en Ecuador acusó hoy a la ministra de ese sector, María Brown, por supuestamente favorecer a terceros en la contratación de consultorías por 3,6 millones de dólares.

De acuerdo con el sindicato de maestros, los procesos se hicieron por invitación directa a algunas empresas, pero dos de ellas tendrían relaciones mercantiles entre los representantes, lo que está prohibido por la Ley de Contratación Pública.

Por ello, los miembros de la UNE acusaron a Brown ante la Fiscalía General por supuesto peculado y pidieron una auditoría de los procesos de contratación a la Contraloría.

De igual manera, inculparon a la funcionaria por elaborar nuevas guías, textos de consulta y cuadernos de trabajo, para lo cual se pretende realizar las contrataciones señaladas, a menos de tres meses de que cambie el Gobierno.

El pasado mes de marzo, el mayor sindicato del magisterio de Ecuador, solicitó un juicio político de censura contra la ministra Brown, por incumplir sus funciones y por la inseguridad en escuelas, según los educadores.

La UNE alegó en ese momento que la gestión del gobierno de Guillermo Lasso, y en particular del Ministerio de Educación, ha privilegiado asuntos como el pago de la deuda exterior, lo que ha repercutido en el deterioro de la educación pública.

rgh/nta

https://www.prensa-latina.cu/2023/08/09/acusan-de-peculado-a-ministra-de-educacion-de-ecuador

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Educadores y universitarios exigen dimisión de Lasso en Ecuador

Al son de las consignas ¡Fuera, Lasso, fuera! colectivos civiles llevan a cabo acciones de protesta en contra del mandatario ecuatoriano.

Miembros de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE) y la Unión Nacional de Educadores (UNE) salieron el viernes a las calles de Quito, para exigir la destitución del presidente Guillermo Lasso por sus implicaciones con el narcotráfico y corrupción.

Isabel Vargas, presidenta de la UNE, declaró que el mandatario debe dar un paso al costado por su incapacidad para resolver los problemas del país, además de estar envuelto en actos ilícitos.

La dirigente solicitó a la Asamblea Nacional aplicar el artículo 129 de la Constitución, el cual permitiría abrir una causa de juicio político que obligue al actual gobernante a abandonar el cargo.

Vargas anunció que los educadores se sumarán a las movilizaciones previstas para el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, cuando diversas organizaciones aprovecharán para reivindicar políticas públicas en pro de los de los derechos de las féminas, y también prometió que volverán a manifestarse  el día 14 del propio mes.

Al son de las consignas ¡Fuera, Lasso, fuera! los colectivos civiles llevan a cabo acciones de protesta en un contexto de crisis política al tiempo que el Legislativo prevé enjuiciar políticamente al mandatario por delitos contra la seguridad del Estado y la administración pública.

Según fuentes gremiales, para el sábado se espera un pronunciamiento parlamentario sobre el tema, en un escenario en que las bancadas de Unión por la Esperanza, Partido Social Cristiano, Izquierda Democrática y algunos miembros de Pachakutik ya apoyaron la censura y destitución del gobernante.

https://www.telesurtv.net/news/educadores-universitarios-exigen-dimision-lasso-ecuador-20230304-0003.html?utm_campaign=shareaholic&utm_medium=twitter&utm_source=socialnetwork&s=08

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La profesión más deseada en Ecuador es convertirse en influencer

América del Sur/Ecuador/03-02-2023/Autor(a) y Fuente: /www.lahora.com.ec

Ni ser astronauta o científico, lo que más buscan los ecuatorianos en motores de consulta como Google es cómo convertirse en un personaje de redes sociales y ganar dinero a través de ello.

Hace alrededor de 15 días, el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Francisco Briones, declaró que en el mundo de los influencers de rede sociales «realmente se mueven millones de dólares. Hay muchos influencers que reciben transferencias millonarias por parte de las empresas de redes sociales fuera del radar de las autoridades tributarias ecuatorianas»

Este tipo de declaraciones, junto con la exposición de la economía digital y la profundización del uso de redes sociales desde el inicio de la pandemia de la COVID, han consolidado una realidad social en donde cada vez más ecuatorianos ven a los influencers como un modelo económico y de vida.

Con base en las búsquedas de Google, un reciente estudio apunta a que la profesión deseada por los ecuatorianos no es ser astronauta, científico, maestro o ingeniero; sino convertirse en un influencer de redes sociales.

Es decir, una persona que genera contenidos audiovisuales (fotos, videos, etc) en plataformas como Facebook o Instagram; y generan ingresos de acuerdo al número de seguidores, interacciones, contratos con marcas, colaboraciones, entre otros.

Con datos recabados entre octubre de 2021 y octubre de 2022, la mayoría de las búsquedas que iniciaron con la frase «como ser un», se completaron con  la palabra influencer, sobre todo en los segmentos más jóvenes entre 18 y 35 años.

La economía ecuatoriana precisamente genera pocas opciones laborales para esos jóvenes, que, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC), representan más de 4 de cada 10 ecuatorianos en la informalidad y el desempleo.

Lorena Mora, economista y docente, explicó que a las precarias oportunidades laborales se suma una deficiente educación primaria y secundaria que no impulsa a que la gente busque formarse en perfiles técnicos y tecnológicos con alta demanda en el Ecuador y el mundo; sino que llena las facultades universitarias en las mismas cuatro o cinco profesiones ya saturadas.

» Existen muchos jóvenes, y no tan jóvenes, frustrados porque no pueden salir de la informalidad, o que sobreviven en trabajos mal pagados y con pocas garantías. En ese escenario, muchos se interesan por saber cómo hacerse influencer para mejorar su mala situación. En muchos casos se tiene la imprecisión que esa actividad es fácil y genera mucho dinero; pero es más compleja de lo que parece y no todos los influencers están forrados de dinero», puntualizó.

LA HORA, a través de una nota publicada el pasado 22 de enero de 2023, analizó que la actividad de los influencers, y los ingresos que se pueden generar, dependen de varios factores. No todo lo que parece brillar es oro.

Rosanna Zaldumbide, educadora en escuelas y colegios, comentó que se puede canalizar el interés creciente por lo audiovisual y las redes sociales hacia generar interés en los niños y jóvenes sobre las oportunidades que da la tecnología y las profesiones técnicas.

» Los influencers cumplen una función social, e incluso en muchos casos de divulgación de conocimientos. A través de su popularidad, se puede incentivar el interés por otro tipo de actividades que cada vez son más importantes en la economía presente y futura», añadió.

El interés por convertirse en influencer no es solo una realidad ecuatoriana; sino que se replica, por ejemplo, en casi todos los países de Sudamérica. Las únicas excepciones son Guayana y Trinidad y Tobado donde la profesión más deseada es la de escritor; la Guayana Francesa donde las búsquedas están encabezadas por la profesión de abogado; y Brasil donde las preferencias apuntan a convertirse en empresario. (JS)

Fuente e Imagen: https://www.lahora.com.ec/pais/profesion-mas-deseada-ecuador-convertirse-influencer/

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Ecuador: Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos hace seguimiento a represión policial a activistas LGBTI+ en Guayaquil

América del Sur/Ecuador/09-12-2022/Autor(a) y Fuente: www.lahora.com.ec

Se investigará a policías que arremetieron contra los activistas mientras efectuaban una protesta pacífica en la ciudad portuaria.

QUITO. El Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos de Ecuador anunció este 4 de diciembre de 2022 que hará un seguimiento a la represión ejercida por policías contra activistas de grupos Lgbti+ que protestaron por la suspensión de un evento «drag» en Guayaquil.

El Ministerio, en un comunicado, instó a los organismos que brindan seguridad ciudadana a «otorgar un trato adecuado a la población Lgbti+ bajo el principio de igualdad y no discriminación amparado en la Constitución».

Asimismo, anunció que realizará un «seguimiento de los sucesos acontecidos en la ciudad de Guayaquil», donde policías arremetieron contra los activistas mientras efectuaban una protesta pacífica en el malecón de la urbe portuaria.

Varios vídeos difundidos a través de las redes sociales muestran a los agentes rociar con gas lacrimógeno el rostro de un activista, así como forcejear con otros que caminaban por el lugar.

El Ministerio de Derechos Humanos indicó que ha creado espacios de «socialización y sensibilización hacia las instituciones del Estado sobre diversidad sexo genérica», con lo que procura dar «pasos firmes hacia una sociedad justa y comprometida con la erradicación de toda forma de violencia».

Además, la cartera, en su comunicado dijo que asumirá una «posición firme en defensa de la dignidad, impulsando la generación de condiciones de igualdad y equidad para todos» los ecuatorianos. EFE

Fuente e Imagen: https://www.lahora.com.ec/pais/ministerio-mujer-derechos-humanos-seguimiento-represion-policial-activistas-lgbti/

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Tejer las voces, anudar las luchas, defender las semillas

Por: Camila Albuja Salazar

En Saraguro, al sur de Ecuador, la vida parece un mandala. Todo se aprovecha en este sistema ancestral de producción circular. Para llegar a eso, las mujeres debieron luchar y resistir, cuidar el agua y las semillas. En los momentos de tejido, además, las mujeres conversan, se cuidan, construyen soluciones, hacen comunidad.

Con las yemas arrugadas de sus dedos, Mercedes Quizhpe, mujer indígena del pueblo Kichwa Saraguro, una a una va lavando las hortalizas apenas cosechadas de su huerto. Ella, parada en un pequeño banco, con sus manos bajo el fuerte torrente del agua helada y el frío viento de las 6 de la mañana, revisa que cada una de sus hortalizas estén listas para el día de feria. En aquella acción se guarda una historia de resistencia histórica que prioriza el cuidado de la vida por medio de la defensa del territorio y la soberanía alimentaria.

El pueblo Saraguro está ubicado al sur del Ecuador, en la provincia de Loja, y comienza sus labores antes de que salga el sol. A las 5:00 de la madrugada ya se escuchan los ladridos de los perros, guardianes de cada casa, que sin miedo defenderán su morada cuando un intruso pase por ella. El suelo desprende aquel olor tan característico de la tierra húmeda del rocío de la mañana. A su vez, ya se escuchan a las ovejas, que serán una constante en toda la jornada. Con toda esta vida, los cantos de los gallos madrugadores no se escuchan tan solitarios.

El domingo es un día importante para Mercedes. Es el momento de la feria, donde podrá vender sus productos. Ella sabe que no tiene tiempo que perder y muy ágil se pone unas botas de caucho y toma su cuchillo para cosechar. Mercedes prefiere sembrar “de todo, un poquito”, así, las plantas, en su variedad, se nutrirán unas a otras sin desgastar el suelo del que vive. En su huerto sabe bien cómo moverse. Rápidamente identifica qué plantas están listas para la cosecha: un poco de lechugas, un poco de romero, un poco de perejil.

Mercedes Quizphe es presidenta de la fundación Mashi Pierre y coordinadora de la Red de Mujeres Rurales. ‘Mechita’ se define como una warmi (mujer) chasqui del pueblo Saraguro. Hace más de 20 años, Mercedes enviudó y se quedó a cargo de sus 8 hijos e hijas. Al poco tiempo falleció su madre, quien había sido también su refugio. Mercedes tendría que enfrentar una realidad de muchas: según el último censo nacional, realizado en 2010 en Ecuador, 339 656 (4.7%) mujeres son “madres solteras”, según la identificación estatal. Tras su nueva realidad, sus amigas y vecinas la invitaban a cosechar, a actividades y a talleres que, aunque en ese momento no lo sabía, la involucrarían en una vida de activismo por la soberanía alimentaria.

Una a una, fue limpiando las hortalizas para que estén ‘bonitas’ para la venta. Orgullosa dice que las hojas secas servirán de abono. “Aquí nada se desperdicia”, menciona en un tono fuerte. Las cenizas de la leña, las plantas que no serán para la venta, las heces de las gallinas y cuyes sirven para hacer abono natural con lo cual cumple con el objetivo de alimentos libres de químicos, además de un sistema de producción circular, muy diferente a lo que sucede en el mundo.

Las cenizas de la leña, las plantas que no serán para la venta, las heces de las gallinas y cuyes sirven para hacer abono natural con lo cual cumple con el objetivo de alimentos libres de químicos, además de un sistema de producción circular, muy diferente a lo que sucede en el mundo.

Isabel Pazmiño, miembro del Banco de Alimentos, asegura que según el Diagnóstico cualitativo y cuantitativo sobre la Situación de las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA) en Ecuador del 2017, en el país se desperdicia 939 000 toneladas de alimentos al año. Con ello se alimentaría a 1,5 millones de personas, es decir, el 8,8% de la población. Además, sólo el desperdicio en supermercados está valorado en $144 000. Según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), mundialmente el despilfarro de alimentos llega a 1 600 millones de toneladas. Esto también tiene impactos ambientales. “La huella de carbono del despilfarro de alimentos se estima en 3 300 millones de toneladas equivalentes de CO2 de gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera por año”, asegura el informe.

Según United Explanations, una de las principales causas del desperdicio de comida es el “mito de la perfección”, reforzado por una industria, que enfatiza que los productos en las estanterías son los de “mejor calidad” por su apariencia. Sin embargo, la estética del producto no tiene relación con su valor alimenticio. Pero aún así, esto provoca que muchas frutas y hortalizas, en especial, sean descartadas desde las primeras fases de recolección, ya que según estos estándares, como tamaños específicos o cierto tipo de texturas, no llegarán a ser ni siquiera aceptadas por la industria para exhibirse en los supermercados. La organización Imperfect Food, que se encarga de darles una segunda oportunidad a aquellos alimentos que fueron descartados por su apariencia de los supermercados, asegura que lo imperfecto no son los alimentos, sino el sistema alimenticio.

Mientras tanto, en el horno de piedra de Rosita Medina, parte de las ‘chasquis’, suena la leña quebrarse por las fuertes llamas. Rosita forma parte de la red de turismo comunitario de Saraguro. Desde su mirador en la comunidad Gera, lxs viajerxs además de deleitarse con sus bellos paisajes, también comparten de las actividades de la comunidad. “Hay que ser habilidoso”, dice Javi, uno de los visitantes desde España, que junto a Laia y más amigxs, tratan, con grandes esfuerzos, moler el trigo tal y como la mamá y abuela de Rosita solían hacer, con una gran y pesada piedra.

Al otro lado del pueblo Saraguro, en la casa de Mercedes, de repente el chorro del agua deja de sonar, ella baja del banco, pone sus hortalizas, rápido, pero con cuidado en tres cestos. Limpia el espacio y relata todas las veces que se ha enfermado por lavar las hortalizas en el agua fría en la madrugada. Corre a tomarse una ducha, se cambia de ropa y se pone el atuendo típico de su comunidad. Una falda larga negra con un fajín con bordados dorados, una blusa color rosa pastel bordada, un poncho azul, un sombrero de ala interna que imita la textura de las vacas que acompañan su casa de barro y un distintivo collar de mullos que Mercedes misma lo tejió y simboliza una de las artesanías más reconocidas de su pueblo. Para el pueblo Saraguro es de gran importancia siempre llevar su identidad a todos los espacios que habitan. “Que nos vean con nuestro atuendo es la elegancia de nosotros y con eso demostrar, con esa sonrisa, que nuestra identidad es muy importante, con ese orgullo que llevamos como pueblos y nacionalidades indígenas. Para el mercado es más tranquilo que en las fiestas, pero nuestra identidad no se puede perder en ningún momento”, con alegría comenta Mercedes.

Para el pueblo Saraguro es de gran importancia siempre llevar su identidad a todos los espacios que habitan. “Que nos vean con nuestro atuendo es la elegancia de nosotros y con eso demostrar, con esa sonrisa, que nuestra identidad es muy importante, con ese orgullo que llevamos como pueblos y nacionalidades indígenas.

El camino hacia la feria en el centro de Saraguro es largo, más aún cuando las muñecas empiezan a quejarse por cargar el peso de los cestos por un tiempo prolongado de casi 20 minutos, aunque sean unas cuantas hortalizas. Cuando la carga es demasiada, Mercedes debe tomar un taxi, que le cobrará aproximadamente $1.50. Un precio representativo ya que ganará entre 50 y 75 ctvs. por una lechuga que tuvo aproximadamente 3 meses de cuidado hasta ser cosechada. Aun así, la retribución por su trabajo empeora con los intermediarios. Según el Centro de Estudios Asia-Pacífico, alimentos como las lentejas, se venden 117% más caro desde que salen del sitio de producción. Es decir, en las ciudades puede llegar a ser vendidas seis veces más costosas. Sin embargo, quienes sembraron y cosecharon estos productos no reciben una ganancia extra del mismo, independientemente de la cadena de comercialización. “Desde antes es duro ver que tú trabajas para ganar y no te pagan lo justo, nunca se paga lo justo, y uno se desgasta el cuerpo, la energía, la mente. Queremos que se reconozca lo justo”, exige Mercedes, quien comienza amistosamente a saludar a sus amigas del mercado.

El mercado ‘3 de mayo’, ubicado en el centro de Saraguro, se distingue por dos colores: el celeste y verde. El celeste por el color del que están pintados cada puesto de venta y verde por el color de las arvejas, las lechugas, las vainas, las coles. Se oyen a las personas ofreciendo sus productos y comprándolos. Al fondo suena algo que parece ser una canción ranchera. Este pasillo tiene una característica especial en todo el mercado, es un corredor exclusivo de agroecología sostenido por mujeres. “La diferencia es que las compañeras tienen un certificado que garantiza que todos los productos están sembrados como en mi huerta, nada de químicos, nada de fumigación y hechos por mujeres”, cuenta Mercedes.

Al igual que en el corredor ecológico, y los espacios en los que las mujeres se encuentran, conversan entre ellas. Hablan de la vida, los hijos, la subida de los precios, la huerta, el gobierno, los amores, los maridos, los cuidados, las violencias, los temores. Mercedes sabe de eso. “Ese miedo de muchas compañeras que dicen: no, yo no me quiero separar de mi marido, no voy a salir adelante; pero yo he tenido la oportunidad de pasar por todo eso y sí se puede salir, sí se puede vivir”. La historia de Mercedes es la de muchas mujeres indígenas que han crecido con la frase “aunque pegue o mate, marido es”, que por medio de procesos sociales se fortalecieron para salir de sus entornos de violencia.

La historia de Mercedes es la de muchas mujeres indígenas que han crecido con la frase “aunque pegue o mate, marido es”, que por medio de procesos sociales se fortalecieron para salir de sus entornos de violencia.

Son mujeres admirables, como Rosita, que en su mirador, levanta ágilmente la piedra, de lado a lado, para moler el trigo con el que ella y sus visitantes harán pan. Ese largo y cansado procedimiento lo podría hacer con un molino, pero ella se niega, ya que esa práctica es lo que la comunidad llama “tecnología ancestral” y es una forma de resistencia muy importante para preservar la cultura. “¡No!, hay que hacer como mi mamá y mi abuela sabían hacer. Yo sabía ver cómo lo hacían y ahora estoy recordando. Pelaban el trigo así, sin chancar, sin destruir”.

Ella al ver los intentos de sus visitantes, rápidamente les toma fotografías y les pide que anoten un mensaje de su estadía en su cuaderno de hojas a cuadros. Rosita orgullosa dice: “estamos haciendo conocer cómo es nuestra vida para que lleven el mensaje”, tal y como los chasquis, mensajeros del imperio incaico, solían hacer. Finalmente, antes de despedirse, les ofrece uno de los varios libros que las chasquis han escrito. Entre la multitud, uno resalta frente a los demás.

El libro “Cómo aprendimos a volar” recoge los testimonios de las mujeres indígenas de Saraguro que a través de los procesos colectivos y de militancias han cortado ciclos de violencias. “Con mis compañeras tuve otro tipo de aprendizaje, compartíamos nuestros problemas en las casas, nos dábamos abrazos fuertes, nos confiábamos muchas cosas” menciona el libro. Mercedes, muy segura de sí misma y con una gran fortaleza en el tono de su voz dice: “No me hace vergüenza contar mi historia porque es la que viví y les pasa a muchas mujeres, y les digo que no tienen que pasar lo que yo pasé porque no podía entender”. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), 6 de cada 10 mujeres en Ecuador ha experimentado algún tipo de violencia de género, y son las mujeres indígenas las más afectadas con un 67,8%.

Mercedes en los talleres que da sobre tejido de collares y manillas, con las propias semillas de la comunidad, también enfoca el taller en que las mujeres puedan hablar de las violencias que han vivido, de lo que tienen en común.

Mercedes en los talleres que da sobre tejido de collares y manillas, con las propias semillas de la comunidad, también enfoca el taller en que las mujeres puedan hablar de las violencias que han vivido, de lo que tienen en común. Mercedes les cuenta su historia. Para ella no es solo hacer una pulsera, sino hacer nudos con las mujeres para tejer y fortalecerse entre todas. Una forma de apoyarse es con los cuidados, con las maternidades compartidas. Es lo que llaman “hacer solidaridad”. “Si una vecina o familiar tiene una necesidad nos echamos la manos para ayudar a cuidar a los niños, para que puedan hacer sus trámites. En nuestras comunidades todavía mantenemos eso de ser solidarias, sobre todo con las mujeres”.

Hasta el 2022, desde la Fundación Mashi Pierre, en la que Mercedes Quizhpe es presidenta, se apoyó a las madres que trabajaban en el mercado, al recibir durante las tardes a sus hijxs en la fundación y brindar asistencia con las tareas escolares pero también con actividades lúdicas como proyectos de artesanías, comida y deportes. Se espera retomar estas actividades el próximo año con 8 centros educativos bilingües en diferentes comunidades. Según el estudio de casos del pueblo Saraguro: ‘Impunidad ante la violencia hacia las mujeres indígenas en el acceso a las justicias’, la violencia de género limita la participación de las mujeres, tanto dentro como fuera de la comunidad. Además de generar una afectación psicológica que afecta directamente a la autoestima y provoca estados depresivos, que han provocado casos o tentativas de suicidios. Por ello, el apoyo y el “hacer solidaridad”, es tan importante para estas mujeres.

Mercedes se reconoce como una mujer indígena feminista que ha participado en plantones, marchas y ha fortalecido procesos con mujeres de su comunidad. Con fortaleza relata cuando ella y sus compañeras estaban en un plantón en la provincia de Loja para exigir justicia por una chica que había sido violada en Saraguro. Ellas se enfrentaron a los policías que querían desplazarlas, pero como los collares que tejen, se unieron de brazos, se tejieron entre ellas y no permitieron que las separaran o movieran.

Mercedes y sus compañeras se identifican como Chasqui Warmi Quna y realizan activismo a favor de la vida desde la protección de las semillas, el turismo comunitario y sensibilización sobre la violencia de género. Han realizado talleres de liderazgo, artesanías, pesticidas ecológicos, autoconocimiento desde una mirada crítica al sistema patriarcal y capitalista . “El turismo comunitario no es barrer la casa para que venga el turista, es barrer la casa para la familia y juntos compartir actividades”, dice Ricardo, hijo de Mercedes. Esta serie de actividades son importantes para su comunidad porque mantienen su cultura y se oponen a un sistema que todo el tiempo exige producción a gran escala. Mercedes explica que sería muy sencillo introducir la maquinaria, pero esto provocaría que se pierdan los procesos sociales que se forman, por ejemplo, en una minga. Mercedes reafirma la importancia de la protección de la tecnología ancestral que ayuda a prevalecer su cultura. “Para nosotras es ir y apoyar desde tu sentir, desde el compartir, relacionar con las otras personas, de reír y armar fuerza, eso teje a la comunidad”.

El domingo avanza y Mercedes, con la compañía de Cuco, un perro café pequeño, de orejas levantadas y mucha seguridad en sí mismo, la escolta por las calles de Saraguro. A esta altura del día, se llenaron de carpas, automóviles y vendedorxs. Mientras Mercedes ‘ojeaba’, recuerda con ternura que no siempre fue la lideresa que es hoy. Mercedes le tenía terror a hablar. Recuerda un momento de su infancia, en un colegio religioso y mestizo, en el cual por no responder la encerraron en un cuarto oscuro, lleno de palos y basura. “Cuando empecé a dar talleres le perdí el miedo a hablar. Así empecé a decir lo que sientes, a no quedarte callada. Ahora ya no tengo miedo. Por eso no puedo callarme, así no diga con palabras técnicas nosotras somos personas sabias y ese conocimiento está guardado en nuestro práctico vivir”.

La voz, aprendizajes y sabiduría de Mercedes ha trascendido del pueblo de Saraguro y ha llegado hasta diferentes ciudades del país, una de ellas, Quito, capital del Ecuador. Relata llena de anhelo cuando en el 2012 caminaron desde Zamora Chinchipe a Quito, junto a 66 compañeras por la defensa del agua. Un tramo que demoró aproximadamente 15 días de caminata. Al llegar a Quito en este septiembre, diez años después, se asombra al recordarse sentada junto a ONU Mujeres en la capital del Ecuador, denunciando las violaciones de derechos que sucedían en Saraguro.

Si no tenemos una buena alimentación, no tenemos una buena educación, ni una buena salud. Todo eso ha sido un proceso de lucha que hemos tenido, ya que los gobiernos nos quieren impedir que nuestras semillas sigan produciendo.

“En estos encuentros he tenido la oportunidad de contar las experiencias que he tenido que vivir, una historia de lucha por nuestros derechos como mujeres, sobre la alimentación y la salud que está dentro de nuestras comunidades. Como se dice: diciendo y haciendo. Haciendo en la práctica. Si no tenemos una buena alimentación, no tenemos una buena educación, ni una buena salud. Todo eso ha sido un proceso de lucha que hemos tenido, ya que los gobiernos nos quieren impedir que nuestras semillas sigan produciendo. Ellos dicen: ustedes no producen a grandes cantidades porque sus semillas no sirven y nos quieren implantar las semillas transgénicas de grandes productoras, de grandes capitalistas que nos quieren dominar”, menciona con rabia Mercedes.

Todo esto sucede a pesar de que el artículo 13 de la Constitución ecuatoriana establece que “Las personas y colectividades tienen derecho al acceso seguro y permanente a alimentos sanos, suficientes y nutritivos; preferentemente producidos a nivel local y en correspondencia con sus diversas identidades y tradiciones culturales”.

El enojo que siente Mercedes le recuerda el origen de las manifestaciones de 2015. Ese fue el año de la “huelga nacional y el levantamiento” contra una serie de enmiendas constitucionales, el rechazo de la minería a gran escala, la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, nuevas leyes de tierras y aguas, y en defensa de la educación intercultural bilingüe. El conflicto duró semana y el Estado respondió con represión y detenciones. “Yo me salvé por mis nietos”, menciona. Mercedes siempre estuvo al frente con su tambor en Saraguro. Sin embargo, una noche sus hijas decidieron vender empanadas y café a los militares, ya que ahí encontraron una oportunidad de tener un ingreso económico que les hacía mucha falta. Por ello, Mercedes quedó al cuidado de sus nietos. “Empezó la guerra y me salvé de que me llevaran presa. Yo quería ir a protestar a Quito, pero no me dejaron por la fuerte represión que se vio aquí”. En aquella noche, 29 personas del pueblo de Saraguro fueron criminalizadas y encarceladas. Entre ellas, 14 mujeres indígenas, según el informe de la Coalición Nacional de Mujeres del Ecuador. Durante su detención policías y militares las agredieron por medio de golpes en partes sexuales, jalones de cabello, humillación y amenazas de violencia sexual: “la Policía les levantaba la blusa, les sacaban el anaco”, dice el informe. A quienes fueron criminalizadxs se lxs conoce como ‘los 29 de Saraguro’ y eran pobladores, campesinxs, madres, padres de la comunidad. Sin embargo, no se judicializó a los policías que agredieron física y sexualmente a lxs manifestantes.

“Todo ha sido una lucha fuerte de estar yo en Quito, en las mesas, con otras compañeras, la lucha social de defender un territorio, de hablar, de amanecer con la ceremonia. Todos estos espacios me han dado la oportunidad de participar como una mujer emprendedora, fuerte y valiente”. La jornada cierra con una ligera llovizna, con la luz de la luna y el constante sonido del tambor de Mercedes, en la parte central de su casa. Ese tambor le ha acompañado en los movimientos sociales, pero también en el sostenimiento espiritual. Termina el día en las tierras altas del sur de Ecuador.

*Este artículo fue realizado en el marco de Semillera, el programa de becas y mentorías para periodistas de LatFem, con apoyo de We Effect. Se trata del primer concurso de crónica latinoamericana y caribeña sobre mujeres indígenas, campesinas y afrodescendientes que defienden el derecho a la alimentación, el medioambiente y la tierra.

Créditos

  • Dirección: Flor Alcaraz, Vanina Escales y Agustina Paz Frontera
  • Coordinación institucional: Mariana Paterlini
  • Jurado: Azul Cordo, María Paz Tibiletti y Edward Rodwell Arrazola
  • Edición y mentorías: Flor Alcaraz y Vanina Escales
  • Dirección de arte y diagramación: Jimena Zeitune
  • Desarrollo web: Mercedes Jáuregui
  • Prensa y comunicación: Carolina Rosales Zeiger

Fuente de la información e imagen: https://marcha.org.ar

Fotos: Katherin Nohemi Aguas Guerrero 

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