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La «carga» docente en las Universidades

Por: Manuel Gil Antón

Fardo. Loza en la espalda. Quintal de café que se lleva en el lomo. Tratándose de impartir cursos, la referencia es a algo pesado que se ha de soportar. No se dice carga de investigación. Al contrario, se da cuenta de ella con orgullo: desarrollo o participo en tal proyecto.

Hay 400 mil personas que laboran en las Instituciones de Educación Superior (IES) en el país. ¿Tiempos completos? 80 mil, y trabajan por horas – a destajo – 320 millares, el 80%. Es el personal académico al que se denomina de tiempo parcial o de asignatura. Llevan a cabo la mayor parte de la función docente en condiciones de precariedad laboral.

No es un grupo homogéneo: una proporción se conforma por profesionistas que, en otros espacios laborales, tienen el centro de su atención e ingresos (abogados, ingenieros o contadores, a guisa de ejemplo). Acuden a las instituciones haciéndose cargo de pocas horas de clases. Otro subconjunto, encuentra en esa actividad un complemento no menor a sus percepciones totales, o la desempeña por la flexibilidad de horario para poder atender otros trabajos, generalmente en la casa y el cuidado de los hijos y adultos mayores: por inequidad de género en la distribución de estas tareas suelen ser mujeres.

Hay otro sector, cuya cantidad es necesario precisar, que encuentra en la docencia frente a grupo, mal pagada y sin considerar parte de su trabajo ni la preparación de las clases ni la revisión de trabajos o exámenes, su único espacio de empleo. Ya sea en una o varias IES, procuran acumular cursos para sacar el gasto. Son profesoras y profesores de “tiempo repleto”.

Sin embargo, tanto quienes cuentan con vínculos de tiempo completo como el personal de tiempo parcial, tienen responsabilidades en la docencia. Esa función sustantiva que, merced a la valoración dispareja con la investigación, se concibe como carga es vital en la generación de nuevos profesionales y científicos.

Su contratación deriva de la tenencia de diplomas que acreditan su saber, pero no de la capacidad de generar ambientes de aprendizaje, proceso muy diferente a “dar clases”. La capacidad docente se cree derivada de un saber certificado, no de su conjunción con habilidades profesionales para suscitar condiciones para aprender. Pueden dominar el contenido de su especialidad, pero no el dominio pedagógico del contenido programado en los cursos que se les asignan. Cualquiera puede enseñar si sabe del tema.

Se ha reflexionado mucho sobre el impacto de la pandemia en las tareas docentes, como si previo a esta calamidad no hubiera ya fallas tan graves como la ausencia de preparación para llevarlas a cabo. A mi entender, se trasladó a las plataformas virtuales lo mismo que antes se hacía. ¿Se quiere averiguar lo que ha pasado en estos meses de escolarización remota de emergencia (no de educación a distancia)?

Paradójicamente, para responder a esta pregunta es necesario reconocer que concebir a la docencia como carga, y no advertir su complejidad intelectual ni la necesidad de mejorar las condiciones en que se lleva a cabo por parte de los tiempos parciales, son previos a la pandemia. Quizá se hizo más visible su descuido. La solución no es tecnológica. Inicia con la recuperación de la importancia de esta labor, despreciada por el espejismo de la investigación como la moneda de curso legal en la estructura de prestigios e ingresos. Ser diestros en el ZOOM deja inalterable el menosprecio en que se ha sumido la docencia desde hace años. Ahí, a mi juicio, reside el problema.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-cargadocente-en-las-universidades/

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México: Por pandemia, el 20 por ciento de los alumnos de educación básica toma dos clases o menos a la semana

El 20 por ciento de los alumnos de educación básica preescolar, primaria y secundaria toma apenas dos clases, una o ninguna a la semana durante el presente ciclo escolar 2020-2021, revela la Encuesta sobre Aprende en Casa II, realizada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y cuyos resultados fueron dados a conocer esta mañana.

De acuerdo con las conclusiones del documento, el 80 por ciento de los estudiantes de los niveles básicos sigue, por televisión o radio, de tres a cinco clases cada semana.

Además, el 94 por ciento de los maestros estimó como “positivo e incuestionable” que la SEP haya iniciado el ciclo escolar 2020-2021 con el sistema de educación a distancia Aprende en Casa II, ante la pandemia de Covid-19.

Más del 90 por ciento calificó de “correcta la decisión” de difundir, en lo general, las clases por la televisión. Sin embargo, el 70 por ciento señaló que la radio es mejor, sobre todo en contextos rurales alejados.

Con respecto del uso de teléfonos celulares, los educadores señalaron que estos dispositivos pueden servir a la educación a distancia, siempre y cuando se desarrollen estrategias enfocadas a las características de los smartphones.

Los docentes encuestados consideraron que Aprende en Casa II “tiene una gran aceptación y es un programa muy bien calificado como apoyo didáctico fuera de las aulas”. Pero el 71 por ciento sugirió realizar cambios en los contenidos y formatos de las emisiones.

Sólo la mitad de los profesores consideró que con la estrategia se mantuvo el avance de los aprendizajes hasta antes de que la pandemia provocada por el virus SARS-Cov-2 confinara a maestros y estudiantes en sus casas.

Fuente: https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2021/01/03/por-pandemia-el-20-por-ciento-de-los-alumnos-de-educacion-basica-toma-dos-clases-o-menos-a-la-semana/

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SNTE: el gran ausente

Por: Abelardo Carro Nava

La pandemia ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2, vino a alterar la vida de todos los seres humanos. De la noche a la mañana, las actividades que cotidianamente realizábamos en nuestro entorno inmediato sufrieron cambios radicales. ¿El propósito de esta modificación? Evitar la propagación del virus y, por ende, cuidar la salud y vida de quienes habitamos este mundo.

En México, desde luego, esta situación propició cambios importantes que, indudablemente, tuvieron un impacto en el orden político, económico, cultural y social de las cosas. Obviamente, el medio educativo no pudo ser la excepción y, como sabemos, a mediados del mes de marzo de este año las escuelas tuvieron que cerrar sus puertas, pero el proceso formativo de los millones de estudiantes que cursan sus estudios en alguno de los niveles educativos del país, continuó en algo que la Secretaría de Educación Pública (SEP) denominó: educación a distancia. Luego entonces, para los principales actores de este proceso formativo ¿qué significó educar a distancia? Desde mi perspectiva, la búsqueda de nuevas formas a través de las cuales, enseñar y aprender, pudieran lograrse en el confinamiento. Para ello, el estado recurrió a medios tecnológicos y tradicionales, pero, los profesores y estudiantes, a la creatividad propiamente dicha.

Es obvio, esta pandemia hizo evidente lo que, desde hace mucho tiempo han venido sosteniendo varios investigadores, académicos, intelectuales, profesores y colegas en cuanto a las grandes brechas de desigualdad existentes en México y que, desde luego, se hacen palpables para quienes se encuentran o realizan alguna actividad dentro del amplio e intricado Sistema Educativo Nacional (SEN). No obstante, esta confirmación no se observa de esta manera por quienes se encuentran ocupando un lugar en el gobierno, por el contrario, irrisoriamente, hemos sido testigos de discursos pomposos, acompañados de cifras alegres, que refieren que todo está bien y que todo marcha sobre ruedas. ¡Qué política tan miserable o qué miserable es la política desde las ínfulas del poder!

Y bueno, ya que andamos por estos terrenos, no se puede dejar de mencionar a algunas rémoras que por años han vivido del poder, por el poder y para el poder; me refiero particularmente al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y, desde luego, a muchos de sus dirigentes puesto que, desde su aparición en la década de los 40’s no ha hecho, y no han hecho, más que vivir del gobierno y de sus agremiados.

¿Qué acciones ha emprendido el SNTE para exigir y/o demandar que los trabajadores de la educación cuenten con las herramientas mínimas y necesarias para que desempeñen su quehacer a distancia?, ¿qué acciones ha emprendido el SNTE para que las cuotas que quincenalmente se le descuentan a estos trabajadores de la educación, se destinen para habilitar o rehabilitar espacios físicos y virtuales con la finalidad de que, quien así lo desee, pueda encontrar una orientación en temas relacionados con ciertas enfermedades producidas por el exceso de trabajo y/o la carga administrativa que actualmente viven cientos de maestros y maestras?, ¿qué acciones ha emprendido el SNTE para orientar psicológica, administrativa y jurídicamente a los familiares que, desafortunadamente, vivieron la pérdida de un ser querido, trabajador de la educación, por coronavirus?, ¿qué acciones ha emprendido el SNTE para crear un fondo que permita brindar una ayuda económica a los trabajadores de la educación que atiendan sus malestares derivados de esta y otras enfermedades que ha traído el aislamiento?, ¿qué acciones ha emprendido el SNTE para ponerse del lado de los trabajadores de la educación más allá de los discursos pomposos que emite su Secretario General y que carecen de veracidad?

Y es que mire usted, hace unos días, alguno de mis familiares se encontraba en casa realizando sus actividades escolares cotidianas a través de medios virtuales cuando llamaron a su puerta y, para menuda sorpresa de éste, al abrirla apareció un “candidato”, y varios de sus “simpatizantes” quienes, en tiempos de pandemia, se encontraban en plena campaña “electoral” por la dirigencia del Comité Directivo de la Sección 31 del SNTE. Sí, así como lo leyó usted, en plena campaña “electoral”. ¿Esa es la finalidad de un Sindicato?, ¿no podrían esperar a que hubiera las condiciones sanitarias para este propósito y, en lugar de ello, se pusieran a trabajar en la encuesta que nos llevaría a conocer el estado de salud de todos los trabajadores de la educación, así como también, de las condiciones de las miles de escuelas públicas en el territorio nacional?, ¿no acaso propagaron a los cuatro vientos que esta organización sindical se encontraba trabajando en ello?

En este sentido traigo a colación, una pregunta sobre un tema que, con anterioridad, abordé en este y otros espacios: ¿qué pasó con aquella exigencia lanzada hace unas semanas, desde la cúpula sindical, para que al gobierno federal reactivara el Fideicomiso de Apoyo a las Tecnologías Educativas y de la Información que apoyaría a miles de maestros y maestras de México? A más de ocho meses de que inició la contingencia, y a poco más de tres meses en que se exigió esta reactivación, esta organización sindical no emitido ningún comunicado sobre este asunto; luego entonces, ¿por qué no ha insistido en ello y por qué no se ha informado a la base sobre esto? Claro está, y en esto quiero ser enfático: los trabajadores de la educación, con sus propios recursos, con sus propios medios, en todos estos meses en los que el SNTE no ha hecho mucho que digamos, han tenido que adquirir computadoras, teléfonos celulares, tabletas, impresoras, o bien, material diverso para la elaboración de cientos de cuadernillos que entregan a sus estudiantes cada semana. ¿Acaso este Sindicato ha aportado algo en este propósito si, para acabar pronto, la entrega de televisores, teléfonos inteligentes, tabletas electrónicas y equipos de cómputo a estudiantes de escasos recursos que realizó hace unas semanas, fueron producto de una colecta (SNTE, 2020) entre los propios trabajadores de la educación?, ¿esa es la forma de apoyar “recolectando” diverso equipo tecnológico entre sus agremiados? Insisto, ¿y el recurso que ingresa a las arcas del SNTE por cuotas sindicales de más de millón y medio de trabajadores de la educación qué destino tiene?, ¿acaso el ex responsable del Colegiado de Administración y Finanzas (hoy Secretario General) desconoce el destino de esos recursos o, por el contrario, tan bien lo conoce que por tales razones no da cuenta de ellos a sus agremiados?

Y, por si esto fuera poco, habría que voltear la mirada hacía los trabajadores y ex trabajadores de la educación de Chihuahua quienes, en días pasados, fueron presa de la incompetencia gubernamental y sindical al enterarse que el aguinaldo, que por propio derecho les corresponde, les sería otorgado en dos emisiones y no en una, tal y como ha sucedido en esa entidad federativa. ¿Qué postura fijó el dirigente de la Sección 42 del SNTE? Ser “portavoz” del gobierno del estado en este anuncio. ¿Qué postura fijó la dirigencia nacional del SNTE? Ninguna.

En resumidas cuentas, mi estimado lector, en lo que va de la pandemia el SNTE ha sido el gran ausnte. Sí, así con minúsculas y, si usted gusta, escrito erróneamente; pero que no le digan que no le cuenten que Cepeda Salas, en lo que va de su mandato, ha hecho algo por “su sindicato”. Esto lo digo porque, irrisoriamente, a través de diversos grupos de WhatsApp los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, pero también, los integrantes de los Comités Ejecutivos Locales, han pedido (exigido) recientemente, que se difundan ampliamente los logros de este dirigente, pero… ¿a cuáles logros se refieren?

Con negritas:

Llama la atención que hasta hace unos años, todo logro sindical era festejado como una “conquista sindical”; sin embargo, hoy se habla de “logros”, lo cual es un claro indicador de que sus luchas han dejado de tener presencia en el escenario nacional y, tal vez, local porque, indiscutiblemente, se han convertido en “aliados” de los gobiernos en turno. ¿Subordinación, sometimiento, abdicación?

Al tiempo.

Referencias:

SNTE. (2020). El SNTE inicia la entrega de aparatos electrónicos a alumnos de escasos recursos. SNTE. Recuperado de: https://snte.org.mx/blog/comunicado-46-2020/

Fuente: http://www.educacionfutura.org/snte-el-gran-ausente/

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Colombia: “Patio Sonoro” la estrategia radial que dará continuidad en la educación de los niños y niñas de San Onofre

En San Onofre, Sucre, existe un pequeño corregimiento ubicado al lado del Mar caribe, tal vez uno de los territorios más inexplorados de Colombia, pero con una riqueza cultural digna de sus ancestros.

Rincón del Mar es la puerta de entrada a la afrocolombianidad que nació con los primeros negros cimarrones libres de esclavitud que fueron ocupándolo por largos años, hasta la fundación del municipio de San Onofre en 1774.

Fue justo en Rincón del Mar donde se creó en 2002 el Centro Cultural Maríamulata, emprendimiento comunitario que, en sus inicios, fue la primera biblioteca del municipio, que le apostó al crecimiento y mejora de la educación de los niños, niñas y jóvenes, abriendo la posibilidad para que todos sus habitantes accedieran a la información, se enteraran de los acontecimientos del mundo y reconocieran toda su cultura, sus raíces, a través de los libros, que, en gran parte, fueron donados por turistas.

Con el tiempo, Mariamulata se convirtió en el espacio cultural de todo San Onofre, proyecto que incentivó la lectura, las artes escénicas, la práctica de música tradicional, la danza folclórica y la educación ambiental, programas presenciales que cambiaron su forma de impartirse por la llegada del covid-19.

El cierre de estos espacios y el comienzo de la educación virtual producto del aislamiento preventivo en el que estuvo sumergido todo el territorio nacional, evidenció una de las mayores problemáticas existentes en las regiones más apartadas: el poco acceso a internet y la escasez de dispositivos en las familias. “La educación virtual que pudo llegar a las ciudades no ha sido posible en los territorios, por tanto, para los niños, niñas y adolescentes, este fue un año perdido. Muy seguramente va a ser muy difícil retornar a la normalidad porque se ha perdido el rigor académico”, asegura Vera Rodríguez, directora de proyectos y enlace extremo de Mariamulata: “los profesores de la zona han realizado muchos esfuerzos por mantener el contacto con sus estudiantes, pero las limitaciones en la conectividad han sido muy difíciles”.

Rodríguez señala que, por esta problemática, desde los colegios se ha implementado la entrega física de guías. Los padres de familia se encargan de ir a recoger el material a las instituciones y luego lo llevan a sus casas para que sus hijos lo resuelvan. Cuando lo envían de vuelta, el docente los corrige y evalúa, esto, prácticamente en todo el casco rural de San Onofre. Por supuesto, hay otro tipo de metodologías, como las clases en vivo a través de WhatsApp u otras plataformas, pero aun así la cantidad de niños y niñas que pueden tomarlas es reducido.

Otro aspecto es la participación directa de los padres de familia en la educación formal de sus hijos, pues han tenido que dedicar más horas de las acostumbradas para atender a sus necesidades escolares, y para apoyar de forma permanente su transformación en este proceso.

No es una casualidad que la educación sea el cuarto objetivo de Desarrollo Sostenible propuesto por las Naciones Unidas, ni tampoco, que sea considerada como el pilar del desarrollo humano en el mundo. La educación es el puente que conecta a una comunidad con el conocimiento, permite el fortalecimiento de nuevas capacidades, al mismo tiempo que fomenta su participación y hace posible el acceso a diversas oportunidades que, en términos equitativos y justos, los ayuda a salir de la pobreza; aunque no todos tengamos acceso a ella.

Son enormes los esfuerzos que han impulsado algunos gobiernos por avanzar hacia una educación de calidad y no de cantidad, que brinde posibilidades reales para el desarrollo humano sostenible. Sin embargo, la coyuntura por la que atraviesa el mundo por cuenta del covid- 19, ha puesto en evidencia la desigualdad social y la brecha educativa y tecnológica existentes entre lo rural y lo urbano en Colombia, donde niños, niñas, adolescentes y docentes, no cuentan con acceso a internet, ni a equipos o a material de aprendizaje virtual. El virus llegó y el país no estaba preparado para ello. Frente a esto, se estima que hay en el país, cerca de 21, 7 millones de personas que tienen acceso a internet y otros 23,8 millones que viven en periferias o zonas apartadas que no cuentan con este beneficio, según datos revelados por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC).

Dadas estas circunstancias para el Centro Cultural Mariamulata, este episodio significó una oportunidad de adaptación para responder a las nuevas necesidades que ameritaba el contexto, como ya lo había hecho tiempo atrás. Creó, en alianza con profesores de la zona, el programa radial “Patio Sonoro” que, a través de una serie por capítulos, les lleva a niños y niñas del municipio sin acceso a internet los contenidos curriculares, para hacer posible la continuidad de su aprendizaje.

“Adelantamos una alianza junto con los docentes de la zona para crear el programa radial, estrategia con la que pretendemos ajustar y presentar el material educativo de los profesores, transmitirlos mediante la emisora comunitaria Playamar Stereo, y hacerles llegar el contenido a los niños y niñas del corregimiento, de una forma agradable, divertida y entretenida”, afirma el director del centro cultural Mariamulata, Luis Miguel Cuentas, que añade que la conexión a una red wiffi, para quienes la tienen, se ve perjudicada por los constantes cortes de luz que sufre el municipio: “hay recortes semanales de Luz que pueden sumar entre 20 y 30 horas. Hay días cuando la luz se va a las 2 de la mañana y llega hasta las 5 de la tarde”.

Estos programas, según Vera Rodríguez, tienen un enfoque etno-diferenciado, donde los contenidos rescatan la cultura y tradiciones de sus habitantes.

“Creemos que hacen falta herramientas didácticas pensadas para el territorio, donde los niños y niñas puedan aprender a contar o a sumar con ejemplos cercanos al contexto. Aquí las actividades principales son la pesca, la ganadería y la agricultura, entonces creemos que todas esas particularidades de los paisajes y los saberes deben estar incluidos a la hora de elaborar un contenido educativo, pues se busca que la educación despierte curiosidad y motive al estudiante”, asevera.

En San Onofre el covid-19 exaltó las diversas problemáticas que existían en el territorio, pero también brindó la posibilidad de repensar la educación de otra manera, donde lo importante no sea la cantidad sino la calidad del conocimiento compartido. Se comprendió también que, en tiempos de pandemia, los centros culturales, los docentes y padres de familia, son responsables de igual forma de la educación de los niños, niñas y jóvenes. Al final de este proceso, todos tendremos una percepción diferente de lo que vivimos, y los más pequeños puede que no recuerden las actividades académicas, pero sí recordarán para siempre las memorias que construyeron en familia y las actividades que los enriquecieron como personas y generaron sentimientos de seguridad, confianza y amor.

Fuente: https://www.uniminutoradio.com.co/patio-sonoro-la-estrategia-radial-que-dara-continuidad-en-la-educacion-de-los-ninos-y-ninas-de-san-onofre/

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Maestros y padres de familia: Aliados en la educación a distancia

Por:  Erica Franco Lavín

       Después de haber concluido el primer trimestre del trabajo escolar que abarcó del 24 de agosto al 17 de noviembre, donde maestros, estudiantes y padres de familia han conjuntado esfuerzos para que la educación en México aun en tiempos de pandemia no se detenga, llegó el momento de reflexionar sobre las diversas experiencias que emergieron en la educación a distancia, un análisis de fondo que retome los diálogos y consensos para dar continuidad al trabajo educativo.

      La SEP emitió  los lineamientos para realizar la evaluación a los diferentes niveles de educación básica, con criterios centrados  en la comunicación  con los alumnos durante los tres primeros meses, considerando que pudo ser sostenida, intermitente o inexistente, y al encontrarse en cualquiera de estos indicadores se orienta a poner calificaciones solo si se tiene la información suficiente, además se permite administrativamente omitir la evaluación si  por diversas causas  no hubo comunicación, quedando pendiente hasta el siguiente período trimestral, dichos lineamientos llevan de manera implícita la orientación a  no reprobar.

    Los maestros  sabedores de todo lo que se llevó a cabo desde que  inició el ciclo escolar, reconocen que no solo es cuestión de asentar una calificación o sujetarse a los criterios normativos de la SEP, se coincide en  el carácter formativo que ahí plantean de  la evaluación, pero al  mismo tiempo debieran establecerse  las bases para el trabajo a distancia que se dará en el segundo período que está ya iniciando, por  ello es necesario hacer una pausa en el camino para replantear las estrategias de trabajo, perfeccionarlas y de la misma manera analizar las relaciones que deben establecerse no solo con los estudiantes, sino con los padres de familia.

       Durante las clases presenciales el contacto entre maestros  y padres de familia se daba a través de reuniones convocadas en la apertura de cada ciclo escolar para socializar la dinámica de trabajo de los maestros, posteriormente se les citaba cada bimestre o trimestre para informar sobre las evaluaciones de sus hijos e hijas, en caso de que el estudiante no estuviera trabajando en el aula de manera óptima se podía citar al padre o tutor en cualquier momento, incluso existía el contacto diario  de algunos  padres con los maestros a  la entrada y salida de la escuela.

       Hoy la comunicación entre docentes y padres de familia es más que necesaria para mantener las actividades pedagógicas que se planean, solo esto garantiza que se lleve a cabo el seguimiento del trabajo desde casa, se retroalimente y se recopilen las evidencias de lo realizado por los alumnos, de esta manera los docentes logran conocer los avances, pero también las dificultades que van surgiendo día a día con sus estudiantes.

    Para el nivel preescolar, educación primaria e incluso secundaria, la comunicación docente y padre de familia es imprescindible, ya que por la edad, los niños y niñas necesitan un acompañamiento y orientación mayor de sus padres, el uso del dispositivo móvil en la mayoría de los casos suele ser el de un adulto, por ello de facto se establece una relación cercana  con los docentes, sin embargo, durante estos tres meses de trabajo a distancia fue surgiendo un fenómeno de distanciamiento de algunos padres de familia con los maestros, ocasionando a su vez la ausencia también del alumno, ante esta situación  miles de docentes tuvieron que anexar a sus responsabilidades el contactar a los padres y madres de familia para saber el motivo que impedía que sus hijos e hijas dieran continuidad al trabajo escolar desde casa.

   Las llamadas telefónicas, los mensajes vía WhatsApp, el acercamiento presencial en comunidades rurales y visitas a sus casas, fueron alternativas que los docentes tuvieron que emplear para entablar  nuevamente la comunicación, muchos maestros tuvieron la suerte de hacerlos reflexionar en torno a la importancia de que  los niños puedan estudiar y superar los retos y dificultades del aprendizaje a distancia, ofrecieron alternativas de trabajo, adecuaron sus planeaciones y estrategias a las condiciones de los estudiantes, sin embargo y a pesar de eso, no hubo éxito con todos los padres de familia, muchos de ellos a  estas alturas  del cierre de evaluaciones no han establecido contacto con los maestros e incluso  abiertamente han decidido dejar de lado las actividades educativas diseñadas  para trabajar durante este confinamiento.

    Los docentes saben que el fenómeno de falta de comunicación con los padres de familia o estudiantes, si no se atiende de manera efectiva solo crea una bola de nieve que crece y que en algún momento derivará en conflictos mayores, surgirá una tensión y relación ríspida, siendo esto un aspecto que no favorece el aprendizaje, y hacer caso omiso a lo que está pasando o minimizarlo limitará el trabajo pedagógico del resto del ciclo escolar.

   La reflexión de este fenómeno permite entender que el diálogo es un pilar fundamental, los maestros y padres de familia se deben reconocer como aliados en el trabajo a distancia, con un objetivo común, promover el aprendizaje desde el hogar es una tarea conjunta, reconociendo que a pesar de los retos y desafíos que esto implica, siempre existirá una posibilidad para seguir aprendiendo y que juntos es más fácil lograrlo.

     Los padres de familia tienen en su hogar un campo de acción que hoy es determinante para que sus hijos e hijas sigan aprendiendo; en el  ambiente familiar se deben fomentar todas las actitudes y valores que puedan potenciar la construcción de aprendizajes en los estudiantes y al mismo tiempo desarrollar las habilidades socioemocionales que les permitan salir avantes ante situaciones complejas, difíciles o problemáticas, no solo ahora, sino como una actitud constante en la vida; son los padres los que deben proyectar metas educacionales y crear altas expectativas para el presente y el futuro de sus hijos e hijas, pues para los maestros esta siempre ha sido la perspectiva que se tiene para cada estudiante, el esfuerzo que los profesores realizan en cada nivel educativo es con el fin de ir sentando las bases para que sus alumnos escalen en su preparación académica y eso les permita aspirar a un mejor futuro.

     La relación docente y padres de familia debe  ir más allá de palabras, el diálogo verdadero parte de una comunicación honesta, empática, sensible y con posibilidad de asumir compromisos en ambos lados, los  padres de familia no deben ser solo espectadores en la educación a distancia, por el contrario deben ser una parte activa que potencie y reconozca la trascendencia del papel del maestro y el diseño de sus estrategias pedagógicas, valore sus esfuerzos, así como el maestro lo hace con los estudiantes y con los mismos padres de familia que dan lo mejor de sí mismos, aquellos que aun sin recursos, aun con carencias y necesidades, no se rinden, y demuestran que el deseo de aprender es más grande que la misma pandemia.

  La alianza entre maestros y padres de familia  que hoy se requiere, debe basarse en: La corresponsabilidad, reciprocidad, respeto, cordialidad, compromiso, colaboración y comunicación constante, un trabajo en equipo que sume esfuerzos, que comparta objetivos y planteen estrategias para conseguirlos, que asuman su responsabilidad cuando los resultados no sean los esperados, y que en lugar de confrontarse, corrijan y replanteen sus acciones, una  alianza inquebrantable entre docentes y padres de familia es la única que puede garantizar que  los niños, niñas y adolescentes sigan desarrollando su potencial con el aprendizaje en casa en tiempos de contingencia.

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¿Volver a las aulas?

Sí, porque es en el aula, laboratorio, biblioteca, centro de prácticas, patio, comunidad donde el docente conoce a sus estudiantes y su evolución académica de manera objetiva, y donde el niño, niña, joven puede socializar bajo el espacio educativo.

Sin embargo, las preguntas deberían ser: ¿qué condiciones y garantías necesitamos para volver a las aulas? ¿Con qué propuesta educativa y pedagógica vamos a retornar? ¿Con qué capacitación docente? ¿Qué asistencia deben desarrollar los establecimientos educativos luego de un periodo de dislocación? ¿Cuál es la propuesta de reinserción educativa para quienes salieron del sistema educativo?

Necesitamos mirar al Sistema Nacional de Educación de manera global. Según datos oficiales de MinEduc, durante el año lectivo 2018-2019, el número de estudiantes fue de 4’581.835, de los cuales el 24% estaba matriculado en instituciones educativas del área rural; mientras el número de docentes dentro del Sistema Nacional de Educación fue de 217.748, de los cuales 169.559 docentes corresponden a la educación pública o fiscomisional. La distribución de los docentes por área geográfica demuestra que 7 de cada 10 trabajan en instituciones educativas del área urbana. Mientras el número de establecimientos educativos representó 16.301 instituciones entre todos los sostenimientos, de las cuales el 46% está ubicado en zonas rurales.

Por ahí se ha iniciado el retorno, mediante un grupo de instituciones ubicadas en el área rural; un segundo grupo más reducido son los establecimientos particulares que comienzan a enfrentar posibles casos de contagios en el interior del plantel. La realidad demanda al Gobierno asumir la educación como responsabilidad central del Estado, eso significa: articulación entre los distintos sistemas, destinar presupuesto con eficiencia y eficacia, vincular y fortalecer al sistema de salud y educación pública, promover un sistema educativo que responda a las necesidades sociales en sus diversos aspectos y que ubique a la tecnología al servicio de la pedagogía, ya que también se ha demostrado que la enseñanza telemática versus enseñanza presencial está siendo utilizada para ocultar los problemas estructurales de nuestro sistema educativo. No podemos seguir alabando desde el discurso la enseñanza telemática, eso en los hechos ha significado empobrecer aún más nuestro modelo educativo. Mientras no se pueda volver a las aulas por la pandemia, es urgente dotar a los estudiantes de los sectores populares con las herramientas tecnológicas necesarias e internet gratuito para cerrar la brecha digital.

Es menester señalar que cuando se esgrime desde la autoridad el supuesto derecho de madres o padres para decidir el retorno a las aulas, así sea bajo un plan piloto, se está falseando el debate. Ya que la única elección posible está entre regresar y no regresar. Dejando en segundo plano qué garantías se necesitan y quién es el responsable de darlas, o si es el momento oportuno. Por ahí debería partir una decisión científica y técnica, vinculados el anhelo y necesidad de volver a las aulas. (O)

Fuente: https://www.eluniverso.com/opinion/2020/11/27/nota/8063164/volver-aulas

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Educación en línea, Virtual, a Distancia y Remota de Emergencia, ¿cuáles son sus características y diferencias?

Por: Fernanda Ibáñez

Aunque en ocasiones son utilizados como sinónimos, es importante conocer las diferencias entre la educación en línea, la virtual, a distancia y la educación remota de emergencia.

La incertidumbre general en la que el mundo se encuentra hoy en día nos ha obligado a a hacer cambios radicales en muchos sectores de nuestro país. Uno de ellos es la educación, la cual fue sometida a actualizarse de la noche a la mañana en estado de emergencia mundial. Se han visto diferentes métodos aplicados a las clases, como la educación en línea, la virtual, a distancia, y remota de emergencia, por mencionar algunos. Pero, ¿existen diferencias entre ellos? Yo personalmente descubrí que la educación virtual y la educación en línea son dos tipos de enseñanzas diferentes, pero fácilmente podríamos pensar que son sinónimos. Considero beneficioso informarnos acerca de sus diferencias, descubrir qué tipo de educación estamos llevando a cabo o recibiendo nosotros actualmente, qué tipo de educación reciben nuestros hijos o familiares y descubrir sus ventajas y desventajas para rescatar de cada una lo mejor.

Educación en línea

Se define como aquella en donde los docentes y estudiantes participan e interactúan en un entorno digital, a través de recursos tecnológicos haciendo uso de las facilidades que proporciona el internet y las redes de computadoras de manera sincrónica, es decir, que estos deben de coincidir con sus horarios para la sesión. Este método suele tener como área de oportunidad la dimensión social, ya que puede que el docente tenga que hacer un esfuerzo extra para lograr una unión grupal, ya que se tendrá que llegar a un clima de libertad y confianza entre el estudiantado para lograr sus metas pedagógicas. Para la educación en línea podemos tomar como ejemplo a las clases que se imparten mediante sesiones de Zoom, y posteriormente las actividades se suben a plataformas como Canvas o Blackboard para revisión.

Rol del docente: Los docentes que participan en la educación en línea suelen recibir el nombre de “tutores”, porque a diferencia de en un aula física, el rol de ellos dentro del aula virtual es acompañar y asistir al alumno en su proceso de aprendizaje.

Herramientas: Schoology, Edmodo, Blackboard, Zoom, Google Hangouts y Google Scholar, etc.

 Ventajas

  • Apertura: Se amplía el acceso a la información al mismo tiempo que este método reduce las barreras geográficas, ya que cualquier persona independientemente de su ubicación, puede unirse a los cursos.

  • Flexibilidad: Favorece la autogestión de los tiempos de dedicación.

  • Eficacia: Este método promueve el desarrollo de la autonomía personal, para que el alumno pueda gestionarse.

  • Acompañamiento personalizado: La educación en línea se distingue por hacer un acompañamiento personalizado al alumno, aún con trabajos grupales.

  • Economía: Se reducen los gastos de uso de espacios físicos, además de traslados.

  • Comunidad: Se promueve más el debate y el diálogo, además de una comunidad vinculada a los conocimientos académicos.


Educación virtual

Este modelo requiere recursos tecnológicos obligatorios, como una computadora o tableta, conexión a internet y el uso de una plataforma multimedia. Este método, a diferencia de la educación en línea, funciona de manera asincrónica, es decir, que los docentes no tienen que coincidir en horarios con los alumnos para las sesiones. Este método es parecido a la educación a distancia, pero estrictamente con recursos tecnológicos solamente. Los materiales del curso o documentos se subirán a la plataforma elegida para que los alumnos puedan revisarlos, y normalmente se discuten dudas en foros públicos para todo el grupo.

Rol del docente: Se comparten materiales de consulta y trabajo mediante plataformas, donde los estudiantes podrán subir sus actividades para revisión y posteriormente podrán recibir retroalimentación para ver sus áreas de oportunidad.

Herramientas: Plataformas como Canvas, Blackboard, Edmodo, Schoology o por correo electrónico.

Ventajas

  • Flexible: Gracias a que el método se puede manejar de manera asincrónica, los alumnos tienen más espacio personal para tener horarios flexibles y manejar su tiempo personal y profesional como prefieran.

  • Eficacia: Se maneja de manera sesión-retroalimentación, por lo que esto ayuda a que los temas avancen con rapidez, se eviten distracciones y los alumnos vayan al mismo ritmo.


Educación a distancia

A diferencia de la educación virtual, la educación a distancia puede tener un porcentaje de presencialidad y otro virtual, sin embargo, esto puede variar dependiendo de la institución en donde se imparta. Los alumnos tienen control sobre el tiempo, el espacio y el ritmo de su aprendizaje, porque no se requiere una conexión a internet o recursos computacionales, como en otros métodos. Los materiales que se utilizan son normalmente físicos, como cuadernos, plumas, colores, o memorias USB, CD, entre otros. Incluso, muchos programas envían el material educativo y las lecciones por correo postal. Un ejemplo que podemos ver de esta modalidad en la actualidad es la educación a distancia por canales de televisión abierta que se ha estado aplicado por parte de la Secretaría de Educación Pública en México, al principio de la cuarentena y también en otros casos se puede apoyar con la radio.

Rol del docente: Cuando se entregan los recursos de aprendizaje como actividades, USB, o CD, los docentes tienen la responsabilidad de calificarlos y acreditarlos, al igual que dar retroalimentación. Esta puede ser de manera telefónica, por correo electrónico o mensaje de texto. De igual manera, algunos docentes tienen el rol de grabar la sesión o clase que se vaya a pasar por televisión o radio.

Herramientas: Televisión, radio, correo electrónico, correo postal, recursos físicos como cuadernos, libros, libretas, lápices, etc.

Ventajas

  • Flexibilidad: Para los tiempos personales del estudiantado ya que ellos mismos gestionan su tiempo y organización escolar y personal.

  • Accesibilidad: Los programas educativos a distancia tienen más alcance y llegan a personas de todos los niveles socioeconómicos gracias a la sencillez de los recursos tecnológicos que se requieren para las clases.


Educación remota de emergencia

Este concepto nació a raíz de la crisis mundial en marzo de este año gracias a la COVID-19. La educación se vio ante una situación de extrema dificultad ya que tuvo que adaptar sus métodos en un plazo de tiempo muy corto para poder seguir impartiendo clases a todos sus estudiantes. El objetivo principal de este tipo de educación es trasladar los cursos que se habían estado impartiendo presencialmente a un aula remota, virtual, a distancia o en línea. En un reporte publicado por The Learning Factor en Perú titulado “Enseñanza Remota de Emergencia”, se describe que diferentes países al igual que instituciones respondieron diferente al cambio educativo, y cómo este término de educación remota de emergencia es completamente nuevo, ya que los roles y las herramientas no se encuentran definidos. En Estados Unidos, por ejemplo, unas instituciones educativas están trabajando de manera presencial con restricciones, y otras con el método descrito anteriormente como “en línea”. Por lo que depende de cómo el país o la institución haya decidido manejar la crisis es cómo se definiría su tipo de educación remota de emergencia.

Rol del Docente: Puede variar dependiendo del método que se utilice.

Herramientas: Varían dependiendo del método.

Ventajas

  • Este método prioriza la situación de emergencia y ve por el bienestar de sus estudiantes.

  • Este nuevo término agrupa a todas las acciones provenientes de los gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y personas para encontrar soluciones y mantenerse actualizado constantemente, por lo que puede cambiar repentinamente si la situación de emergencia cambia.

Nuestro mundo se encuentra en una etapa de reconstrucción donde cualquier tipo de aprendizaje es bienvenido, es por eso por lo que temas como estos son relevantes para todas las personas, porque afectarán el futuro de las generaciones actuales. La educación a distancia se ha vuelto muy relevante y las nuevas tecnologías se han convertido en nuestra mano derecha en el proceso, ya que nos ayudan a mantenernos conectados sin tener interacciones físicas. Este nuevo capítulo para la educación quedará recordado para futuras generaciones, es por eso por lo que es importante ser doblemente conscientes de las decisiones que tomamos y de cómo abordaremos los retos que se nos presenten en un futuro.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/diferencias-educacion-online-virtual-a-distancia-remota

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