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Argentina: Educación ya planifica las colonias de invierno.

América del Sur/Argentina/28.02.2017/Autor y Fuente: http://www.surenio.com.ar/

 

El subsecretario de Políticas Socioeducativas y Educación Integral, Pablo Gattamora, estuvo acompañando durante la semana las actividades artísticas y culturales presentadas en la Escuela Provincial N°4 “Remolcador Ara Guaraní” en el marco de las colonias de vacaciones que lleva adelante el Gobierno provincial.

“Esta es una propuesta de trabajo en conjunto planificada con la Gobernadora y los diferentes ministros” comentó el Subsecretario y agregó que “en este momento estamos trabajando con el Ministerio de Salud en las colonias de vacaciones y con sus equipos estamos realizando una revisación de la libreta sanitaria y control de vacunas”.

Gattamora comentó que, además “trabajamos con el INFUETUR y con el Ministerio de Desarrollo Social, quienes vienen desarrollando charlas y talleres didácticos sobre los derechos del niño” puntualizó.

“Esto es muy positivo y cada año nos proponemos mejorar y de hecho este año implementamos los campamentos que hace muchos años no se hacen a nivel provincial y están trabajando con todos los ministerios codo a codo para los niños” explicó Gattamora agregando que “se ve el efecto que causa en familias y niños, es por ellos que ya vamos a empezar a planificar las colonias de invierno 2017”.

Por otro lado, a través del Ministerio de Desarrollo Social se llevaron a cabo talleres de promoción de los Derechos del Niño en las colonias de vacaciones, y estuvieron a cargo de la Directora Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia, Paola Quiroga, quien comentó que “esta articulación con la Dirección Provincial de Educación Física dependiente del Ministerio de Educación, tiene como fin generar un trabajo interministerial para los talleres de promoción de los derechos del niño”.

Quiroga adelantó que estos talleres se van a realizar “en los campamentos, a fin de ir generando espacios de reflexión y juegos con los chicos para poder pensar juntos sobre los derechos”.

Por su parte, la directora Provincial de Capacitación, Promoción y Formación de Derechos, Andrea Reynoso, remarcó que “los chicos participan mucho en los talleres de derechos y tiene momentos de debate donde comentan sus experiencias” y agregó que “trabajamos en reconocer cuando un derecho está siendo respetado y cuando está vulnerado”.

Fuente: http://www.surenio.com.ar/2017/02/educacion-ya-planifica-las-colonias-invierno

Imagen: http ://www.surenio.com.ar/wp-content/uploads/2017/02/educacion-404×270.jpg

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Entrevistas a dos sobrevivientes del secuestro de estudiantes secundarios durante la dictadura argentina conocido como “la Noche de los Lápices”

América del Sur/Argentina/26.02.2017/Autor: Ailín Bullentini/Fuente:http://www.nodal.am/

Reflexiones del pasado y el presente

Dos sobrevivientes del secuestro de estudiantes secundarios en La Plata durante la dictadura hablaron con Página/12. Compararon su militancia en aquellos días con la de los jóvenes en la actualidad y advirtieron sobre la regresión en materia de derechos humanos a partir de la llegada de Macri al gobierno.

EMILCE MOLER: “El terrorismo de Estado de ayer es el hambre de hoy”

A los 20 años, a Emilce Moler le abrieron la puerta de la cárcel de Devoto y le dijeron que se fuera. Había estado poco más de un año a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Antes, secuestrada en Arana, el Pozo de Quilmes y la comisaría tercera de Valentín Alsina, en el conurbano. Bajo “libertad vigilada”, ya no volvió a La Plata, donde había nacido, crecido y conocido la militancia en la escuela secundaria de Bellas Artes. Corría 1979 y era una de las cuatro sobrevivientes de la cacería que la Bonaerense desplegó en La Plata contra militantes adolescentes de la Unión de Estudiantes Secundarios y que con los años acabó conociéndose como La noche de los lápices. Con su testimonio en el juicio a la cúpula de la Bonaerense en 1986 y en el trabajo con el Equipo Argentino de Antropología Forense aprendió “el valor irremplazable de los sobrevivientes. Somos los que podemos dar luz al ‘adentro’”. La impunidad de las leyes derrumbó esperanzas. Estudió Matemáticas y, desde su perfil docente, volvió a la militancia política con el kirchnerismo. “Fue el único proyecto político que se cargó sobre sus hombros la memoria, la verdad y la justicia y yo abrace su causa contenta”, evalúa.

–Se cumplen 40 años de su secuestro. ¿Qué tiene de especial este aniversario?

–Las efemérides siempre ayudan para hacer una reflexión del pasado y los números redondos, como en este caso, pareciera que exigiesen una reflexión mayor. Las reflexiones yo siempre las hago en dos planos, uno individual y uno colectivo. El balance colectivo nos lleva a pensar qué pasó en los últimos 40 años. Muchas cosas, pero en el plano específico de los derechos humanos creo que avanzamos mucho como sociedad. Todo lo que nos hubiera gustado indudablemente no, pero avanzamos sobre todo en el repudio a la dictadura, a las torturas, a la apropiación de hijos y nietos, a las desapariciones. hemos aprendido muchos conceptos, se han establecido leyes. El año 2003 fue definitivamente un quiebre positivo en este sentido. Como sociedad llegar a ese piso no es malo. Falta, falta mucho y ahora lo estamos viendo con un gobierno que lejos de bregar por estas políticas, saca financiamiento y deja caer programas y así refleja que no es su interés mantenerlas. Las frases que emiten sus integrantes tampoco son inocentes. Es un retroceso que no encuentra una reacción tan masiva como pensábamos que iba a tener. Ese es el termómetro que nos permite medir hasta dónde habíamos calado fuerte en estos temas y qué capas nos faltan perforar.

–¿Cómo explica que ese retroceso no encuentre una reacción masiva?

–Uno se tiene que replantear cómo explicamos el tema de los derechos humanos durante estos años, durante los que no pudimos hacer ese nexo entre las violaciones de derechos humanos y las cuestiones económicas. Eso nos faltó. La cuestión cultural nos quedó más atrás, incluso. Durante el kirchnerismo trabajé en la aplicación de la Asignación Universal por Hijo, y veía que maestras que se emocionaban con las Madres y las Abuelas en un acto después cuestionaban la asignación, trataban mal a los chiquitos o protestaban por los limpiavidrios. Ahí tenemos que hacer un análisis de cuál fue nuestro legado en memoria, porque creo que quedó disociado del presente. Nos quedamos en las violaciones a nuestros derechos humanos, nos faltó darle la envergadura necesaria para que se pueda extender a los derechos de todos, para que se pueda reactivar. El terrorismo de Estado de ayer es el hambre de hoy. Antes, torturas y desapariciones. Hoy, pobreza y desocupación. Hoy son negros de mierda, los pibitos con capuchas, los inservibles, los bolivianos, los paraguayos. Ayer, éramos subversivos. Recuerdo que un militar una vez le dijo a mi padre “su hija es irrecuperable para esta sociedad”. Cuando escucho que eso se dice de los pibes pobres, bueno… Como sociedad, creo que ahora no se aceptaría un golpe militar como tal, pero las formas de sometimiento, de control político hegemónico económico se manifiestan de otra manera.

–¿Y la reflexión individual?

–No la puedo disociar de lo colectivo. Me hubiera gustado llegar a los 40 años de La noche de los lápices con otro escenario político. Tuve una tristeza, y por momentos la tengo, de no poder seguir avanzando como hubiéramos avanzado si seguía el kirchnerismo. No estarían los juicios (de lesa humanidad) en peligro. Yo que siempre luché por la verdad, la memoria y la justicia como tantos otros sobrevivientes, el de Néstor y Cristina fue el único proyecto que se cargó al hombro estas cuestiones no desde lo declamativo, sino en su concreción en políticas de Estado, y por lo tanto había que ayudarlos, apoyarlos con toda la fuerza. Yo abracé la causa contenta. Avanzamos muchísimo, pero creo que hay una necesidad de repensar algunas prácticas.

–¿Se puede hacer un paralelismo entre la militancia de ustedes entonces y lo que sucedió con la juventud en los últimos 12 años?

–En los últimos años me fue muy fácil explicarles a los chicos qué era militar. En los 90 había un cortocircuito desde la palabra misma. Me decían “¿qué es militar? ¿un militar?” No tenía cómo explicarles el fervor de una bandera, de una marcha. Y estaba bien, porque la política se abraza cuando se ve que a través de ella se puede hacer algo, se puede cambiar algo. Quién se iba a dedicar a la política en los 90 cuando los políticos eran los que hacían que cerraran las fábricas y recortaran los sueldos. No te quedaba otra que ser enemigo de eso. Cuando empezó todo este reverdecer de la política, las preguntas que me hacían apuntaban casi todas a los centros de estudiantes de entonces, cómo era hacer política, y no tanto qué pasaba en un centro clandestino. Y yo siempre les fui sincera: siempre organizar es difícil, las militancias son incómodas, cuestan trabajo y nunca fuimos la mayoría para que no se haga una idealización. Porque si no les dejás a los jóvenes de hoy un legado demasiado duro. La diferencia grande entre ellos y nosotros era el contexto: nosotros militamos en un contexto violento, no conocíamos el valor de la democracia. Tampoco teníamos la posibilidad de pensar en una carrera política. Para no- sotros siempre fue jugarnos a todo o nada, algo que no es lógico: no te tenés que jugar la vida para intentar cambios. El problema fue de nuestra sociedad que hizo que nos la tuviéramos que jugar. Ojalá que nadie más tenga que jugarse la vida por querer cambiar las cosas.

–¿A la distancia analiza ese “jugarse la vida” como un error?

–No, para nada. Y algo que nos permitieron los años kirchneristas es que nos permitió contar los 70 desde otro lugar que no fueran solo muerte y desapariciones, nos permitió contarlos desde la política y muchas de las cosas por las que nosotros bregábamos, pudimos verlo. sobre todo en cuanto al rol del Estado. Ahí tuvimos un logro, 30 años después.

–¿Cómo piensa que se puede resignificar hoy la memoria de lo ocurrido durante la dictadura?

–Nos faltó poder relacionarlo más con la vida cotidiana de todos. Llegamos a lo sensible, logramos sensibilizar a la sociedad, pero nos cuesta que lo replanteen en sus propios días. No pueden entender que la razón por la que entonces militábamos y por la que nos hicieron lo que nos hicieron es la misma por la que hoy defendemos a los pibes pobres de los abusos de la policía, por ejemplo. Los abusos institucionales que sufrimos no logramos que la sociedad las conecte con la maldita policía, por ejemplo. Hoy no es tan difícil como lo fue en los 90. Cuesta porque hoy a los chicos no les podés hablar desde el miedo de que pueda volver una dictadura como la de entonces, pero tenemos que lograr que entiendan que si vuelve, lo hará de manera diferente, más sutil, sofisticada y es más difícil que les hagan frente.

PABLO DIAZ. “Los tiempos actuales son de retrocesos”

Pablo Díaz habla de “escenas” para referirse a los flashes más fuertes sobre La noche de los lápices que ocupan su memoria. La “escena del grito de Claudia (Falcone, una de las estudiantes secundarias desaparecidas)”; la de “el juramento”; las de “las vidas de cada uno” de los chicos y chicas que fueron secuestrados la madrugada del 16 de septiembre de 1976 en La Plata durante una cacería de la Bonaerense, compañeros suyos de militancia secundaria, y con los que compartió cautiverio en diversos centros clandestinos de detención. Pasaron 40 años de aquellos días que se convirtieron en la ausencia definitiva de sus compañeros y aún recurre a la película que inmortalizó el hecho en base a su testimonio y al libro escrito por María Seoane y Héctor Ruiz Núñez, en 1986. “Mi obsesión única, egoísta y personal fue cumplir con el juramento que les hice a los chicos en la última escena de la película”, mezcla el film con la promesa que le hizo al puñado de estudiantes secundarios platenses cuando lo “blanquearon” y salió del Pozo de Banfield: “Siempre estoy parado sobre el juramento de que ellos también iban a salir de ahí. Por eso testimonié, por eso el libro, por eso la película, por eso cada charla.”

–¿Qué tiene de especial el aniversario número cuarenta de La noche de los lápices?

–No hubo un año único y creo que siempre va a ser así. La vida cotidiana me va incorporando a la sociedad en la que vivimos, entonces a veces pensás y a veces no; a veces te emocionás y otras no. Pero pasan los años y el hecho sigue ahí, La noche de los lápices es todas las noches para mí, porque todo el tiempo voy descubriendo cosas. Siempre pasa algo que lo resignifica y lo reactualiza desde algún lado. La comunicación con los familiares de los chicos que ya no están está siempre, pero además pasan cosas que me invitan a resignificar. En noviembre del año pasado, por ejemplo, 39 años después, fue la primera vez que me llamaron fiscales para consultarme por abusos sucedidos y sufridos en los centros clandestinos. Si yo había sufrido abusos, que les cuente de lo que me había dicho Claudia la última vez que la vi, que ella nunca más podría ser una mujer porque la habían violado. Para mí, hasta entonces, siempre había sido anecdótico ese comentario. Para mí, para la Justicia, para la sociedad, para el periodismo. Y quizá lo anecdótico había sido todo lo demás y eso era el origen de todas las tristezas de Claudia. Y, sin embargo, los avances en la comprensión judicial de estos hechos, el #NiUnaMenos, lo resignifican. Y las charlas con los chicos en las escuelas, que siempre me ayudan a mantener la memoria.

–¿En qué sentido ayudan a ese ejercicio?

–Con las charlas puedo volver sobre mis recuerdos, recordar a los ausentes, pero también hablar del hoy, de cosas que a los adolescentes de hoy les pasan. Entre lo de ayer y ciertos valores que nosotros teníamos y lo que hoy ellos viven como sus propios conflictos hacemos un puente.

–¿Cómo les habla de su generación?

–Les cuento que éramos chicos con sensibilidad social y amor. Nosotros éramos sensibles a lo que ocurría en nuestro entorno y más allá de él. Salvo Panchito López Muntaner (otra de las víctimas de La noche de los lápices), éramos chicos de clase media, sostenida, consolidada, que nos acercábamos a un barrio y alfabetizábamos, trabajábamos en comedores escolares. Ir a los barrios fue un descubrimiento y después, un marco solidario para tratar de buscar derechos, concretar nuestro deseo de una sociedad más justa. Esa sensibilidad social la encuentro ahora en los chicos. Y si no, los estimulo a buscarla.

–¿Qué otros puntos en común encuentra con la generación adolescente actual?

–Ellos no tienen una militancia clandestina, porque ya no hay dictadura, pero también porque somos nosotros sus padres, o gente más joven que nosotros. Ellos pueden en la sobremesa familiar plasmar su propia identidad religiosa, sexual, política. En nuestras casas el autoritarismo estaba a flor de piel. Mis viejos no se tuteaban. Imaginate la historia con la militancia. No me dejaban militar. Mi papá me echó un día de casa porque me encontró con mi mamá hablando del Che Guevara. ¿Cómo no iba a ser clandestina la militancia? No estábamos clandestinos solo de la dictadura. De nuestras familias también debido a la ingenuidad o a la falta de entendimiento político de nuestros padres. Nuestras madres se iban enterando en qué andábamos, entre comillas, a medida que nos iban secuestrando.

–¿Ve similitudes en las condiciones socioeconómicas de entonces y las de hoy?

–Sí. En normalidad de condiciones, son iguales a lo que éramos nosotros. La diferencia está en la logística que implementamos en aquellos años. Porque yo no me voy a meter en cómo los familiares recuerden a sus hermanos o sus hijos para poder sobrellevar esta historia. Si quieren pensarlos como revolucionarios, lo serán. Si quieren que sean inocentes, lo serán. Lo que sea. Nunca los voy a juzgar. Pero lo que viví, lo que escuché, lo que éramos no me lo voy a olvidar nunca. En ese sentido, somos muy parecidos los adolescentes de ayer y hoy. Porque ellos tienen interés, tienen sensibilidad y amor. El estímulo, por eso, es para que ellos se involucren, sean actores de su propio tiempo, pongan en algún lugar la sensibilidad social, la solidaridad y la lucha por un derecho. Yo no creo en la política partidaria, pero los estimulo a que estén ahí o en un gremio, barrio, centro de estudiantes.

–No eran revolucionarios, dice. ¿Qué eran?

–Adolescentes.

–Habla de inocencia. ¿Se cree culpable?

–Cuando hablo con los chicos me gusta que ellos entiendan nuestra culpabilidad. Nos agarraron por algo, entre comillas, yo les digo por qué, necesito que entiendan quién era el bueno y quién el malo, quién estaba haciendo el bien y quién el mal. ¿De qué se nos culpaba? Del apoyo escolar, de querer con eso que el barrio pobre que tenía nueve cuadras de largo tuviera cada vez menos. Hoy hay 70 cuadras de ese barrio pobre. Nuestra intencionalidad, la de nuestra militancia política, social, gremial, en un centro de estudiantes era por que queríamos vivir en un lugar más justo. Éramos animales que necesitábamos alimentarnos de hacer cosas en función del cambio que buscábamos. ¿Dónde se hace uno apasionado de la política? En la vergüenza de la pobreza, cuando siente la pobreza. A Víctor Treviño, un compañero que está desaparecido hoy, yo lo vi lagrimear un sábado mientras entraba en un barrio periférico de La Plata y cuando le pregunté qué le pasaba me respondió “¿Cuándo vamos a poder cambiar todo esto?”. Ésa es la pasión de hacer todo y más de lo que esté al alcance de uno para mejorar la cosa. Por supuesto que no fuimos culpables de nada, fuimos dignos en todo.

–Planteó que se va “adaptando” a la sociedad en la vida cotidiana. ¿En qué momento, en estos últimos 40 años, se sintió más cómodo durante esa adaptación?

–Pude descansar en el kirchnerismo. Porque hubo justicia, porque había otros que tomaban la posta, por que los organismos se fortalecieron. Además, fue un tiempo en el que me fui argumentando cosas. Los tiempos actuales son de retrocesos. Pero yo nunca tuve vergüenza de decir que vivo para que Claudia y los chicos vivan. Siempre estoy atento a que ellos estén vivos.

Fuente: http://www.nodal.am/2016/09/emilce-moler-sobreviviente-argentina-de-la-noche-de-los-lapices-el-terrorismo-de-estado-de-ayer-es-el-hambre-de-hoy/

Imagen: http://www.nodal.am/wp-content/uploads/2016/09/na16fo01-600×350.jpg

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Argentina: el riesgo de crear “Escuelas de Delito”

América del Sur/Argentina/07.02.2017/Autor y Fuente:http://www.nodal.am/

Con la decisión oportunista de intentar resolver la inseguridad bajando la edad de imputabilidad, la Administración del Presidente argentino Mauricio Macri está promoviendo su primera y más peligrosa- política educativa: crear escuelas de delincuentes a partir de la sanción de un Sistema Penal Juvenil cuyo objetivo central es encarcelar adolescentes en conflicto con la ley penal, soslayando la posibilidad de generar igualdad de oportunidades a través de educación pública gratuita y de calidad.

La Educación es concebida como el “ordenador social” por excelencia en todos los sistemas políticos, independientemente del marco ideológico que los sustente. En este sentido, el marco normativo y curricular de la Educación siempre ha sido funcional al sistema político que la contiene.

Entendiendo a la educación como eje central del orden social y la herramienta de transformación por antonomasia, ésta no debe de ninguna manera pensarse sólo para evitar que los jóvenes y niños delincan sino en el marco de un pensamiento mucho más amplio que es para qué educamos, con qué habilidades dotamos a aquellos que están dentro del sistema educativo para que, una vez finalizada su educación formal, estén preparados para ingresar al mercado del trabajo en igualdad de condiciones de oportunidad independientemente el sector social al que pertenezcan.

A pesar de los reparos presentados al respecto por el Ministro de Justicia de Argentina Germán Garavano, el desarrollo de un Sistema Penal Juvenil tiene como fin último responder a una demanda social construida mediáticamente respecto de las causas de inseguridad ciudadana. El gobierno de Mauricio Macri, como todas las administraciones de derecha, apela al “sentido común” y pretende asumirlo como “marco ideológico” endeble, por cierto.

En este sentido, el encierro de los niños, niñas y adolescentes en conflicto con la ley sería la mágica solución a un problema que parece no tener resolución. Una suerte de determinismo social impera en el “sentido común” con que irresponsablemente se llevan adelante anuncios grandilocuentes que no van más allá del pregón oportuno para la coyuntura volátil de un gobierno que no encuentra su brújula. El riesgo de la propuesta del gobierno argentino es que construya un paso previo de encierro sin Abordaje integral y que los jóvenes en conflicto con la ley terminen asistiendo a la “universidad del delito” que es la cárcel para los adultos.

Una vez más se comete la canallada de estigmatizar la pobreza y la “otredad” como el enemigo social.

Mientras tanto, las estadísticas existentes en delitos cometidos por menores de edad se da de bruces con el discurso contaminado de un “sentido común” poco habitual en la realidad material del grueso de la población.

El ministro Garavano ha recurrido a una realidad cuando habla de “deuda de la democracia”, es concreto y real que la democracia tiene esa deuda y que la política debe saldarla de cara a la sociedad. Pero no debería hacerlo de forma oportunista sino con un abordaje integral que no figura en la propuesta de reforma del Código Penal. Más aún, si se lee y escucha detenidamente los hilos del debate sobre el tema se soslaya la educación como herramienta, por un lado, y por otro es absolutamente inviable desde el punto de vista económico, en un marco de recesión y avance del mercado sobre las políticas públicas.

Para muchos, el encierro es la solución para la inseguridad. Pero la realidad, es que el régimen penal juvenil en los lugares del mundo adonde funciona con resultados óptimos, está pensado para reinsertar. Esa sería la premisa desde la cual debería pensarse el régimen penal juvenil, la reinserción social, donde el encierro sea la última medida.
La educación, es la dimensión que debería acompañar este proyecto. Y la pregunta es para qué educamos.

Cuando el gobierno argentino hace mención a la “inseguridad” las variables que plantea como solución son de un tinte expulsivo y punitivo, exclusivamente. Tal el caso de la estigmatización de la inmigración latinoamericana, por un lado, y por otro la segregación de la infancia en situación de vulnerabilidad.

Si como dice la extendida máxima popular, la cárcel de adultos es la “Universidad del Delito”, el oportunismo político del gobierno argentino establecerá la institucionalización de e”Escuelas del Delito”, para sacar a los menores de la calle como única respuesta a una problemática de seguridad que la democracia no ha resuelto.

Tal vez ahondar en las redes del “crimen organizado” escupa en la cara de los actuales gobernantes su propia imagen entre rejas como solución a un flagelo que abruma y aterra a la gran mayoría de los pueblos al sur del Rio Grande.

Fuente: http://www.nodal.am/2017/02/el-riesgo-de-crear-escuelas-de-delito-por-daniela-bambil/

Imagen: http://www.nodal.am/wp-content/uploads/2017/02/delito-600×350.jpg

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Argentina: Alza en canasta escolar de Argentina.

América del Sur/Argentina/07.02.2017/Autor y Fuente: http://www.prensa-latina.cu/
Aumentos del 30 y hasta del 55 por ciento registra la canasta escolar en Argentina, a menos de un mes de que empiece el nuevo ciclo, mientras que varias familias deberán pagar más caro la educación privada.

Según el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom) hasta tres mil 640 pesos (233 dólares) es lo mínimo que se necesitará para la canasta escolar, reportó el portal Infonews.

El trabajo realizado en todo el país arrojó que los aumentos trepan hasta 54,6 por ciento, dependiendo del producto, con subidas promedio de 30,5 por ciento.

El informe de Indecom fue realizado durante la segunda quincena de enero sobre un total de 121 comercios minoristas y mayoristas de las principales ciudades del país, reportó por su parte El Cronista.

Por solo citar un ejemplo, una caja de repuestos de hojas de carpeta de primera marca se obtiene a partir de los 200 pesos (casi 13 dólares), y los cuadernos de 48 hojas de tapa blanda cuestan de 25 a 48 pesos (de dos a tres dólares), mientras que los de tapa dura van de 50 a 65 pesos (de tres a cuatro).

Por otro lado debido al alza en educación privada, muchos han optado por cambiar de colegio a sus hijos por motivos económicos.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=61858&SEO=alza-en-canasta-escolar-de-argentina

Imagen: http://www.eldiario24.com/d24ar/fotos/notas/2016/02/06/368910_20160206092359.jpg

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Más educación, menos pobreza.

Por: Manuel Alvarez Trongé.

El 48% de los niños y niñas argentinas en edad escolar son pobres (el 48,8% de 0-14 años y el 39,7% de 15-29). Esta información, de por si tremendamente dolorosa, se conjuga con otras dos que integran el panorama de la realidad de los argentinos más necesitados: 1) según surge del Observatorio de la Deuda Social Argentina alrededor de 1.400.000 personas cayeron debajo de la línea de pobreza en el año 2016 y 400.000 se sumaron a la indigencia; 2) luego de años sin estadísticas serias, el Indec reveló que el 32,2% de los argentinos es pobre y el 6,3% es indigente. Los números citados parecen no indignar lo suficiente.

Hace ya diez años los títulos de diarios extranjeros informaban una noticia escalofriante sobre Argentina: “Hambre en el país de la carne”. Una década después continua habiendo hambre en diversos lugares de país y el ataque al flagelo de la pobreza, más allá de muy buenas iniciativas nacionales y provinciales, no puede decirse que sea prioridad de sus ciudadanos. Los argentinos reclamamos más por los medios (trabajo, salarios, seguridad) que por el fin. Y es en ese fin donde la Educación, como objetivo popular, no logra ocupar el lugar trascendente que debiera. El ciudadano común, y especialmente el segmento más vulnerable, no percibe al aprendizaje como su verdadera vía de acceso a un futuro mejor. Y es allí donde se requieren políticas públicas de Estado (no de gobierno) que definan un plan estratégico de país para atacar esta vergüenza nacional donde la buena educación pública debiera ser un eje estratégico que permita integrar diferentes asistencias sociales. Tres ideas para la acción:1) Declaración de emergencia educativa: el artículo 115 de nuestra Ley de Educación Nacional otorga esta facultad al Poder Ejecutivo (Ministerio de Educación), con acuerdo de la jurisdicción en cuestión y el Consejo Federal, cuando se encuentre en “riesgo el derecho a la educación de los alumnos que cursan los ciclos obligatorios”. Este riesgo es absolutamente indudable en distintas jurisdicciones vulnerables del país donde los alumnos no sólo no aprenden lo que corresponde sino que no terminan el ciclo obligatorio (las pruebas nacionales e internacionales indican que dos tercios no alcanza las habilidades mínimas para la vida adulta y más del 50% no termina el Secundario). Declarar la emergencia es una herramienta de política pública. Se la ha usado para declarar la emergencia económica, agropecuaria o social pero no lo hemos hecho en Educación.

Su declaración permitiría asignar recursos extraordinarios para las jurisdicciones que más están sufriendo la combinación de miseria y aprendizaje deficiente. Porqué no usarla para la Educación que es la madre de todas las batallas que debe dar un país contra la pobreza? 2) Las mejores escuelas entre los más necesitados: la declaración de emergencia educativa antes descripta no es una herramienta autónoma. Debe estar acompañada de asistencia Social y de Salud y de una mirada integral desde otras áreas del Estado que permita un plan integral contra la pobreza.

Y es con ese eje que se debe utilizar a las Escuelas públicas de los lugares más vulnerables del país, seleccionados con mediciones objetivas y fundadas, como integradoras de un decidido ataque al flagelo que la pobreza supone. Chile y Brasil, por citar experiencias en Latinoamérica, han llevado adelante planes similares como el Mil Escuelas chileno o las Escuelas del Mañana en Brasil, llevando las mejor infraestructura y los mejores profesores a las Fabelas y/o jurisdicciones mas necesitadas. Por qué no hacerlo en Argentina? Nuestra Ley de Educación, en su artículo 80 establece la obligación y la garantía de recursos para las escuelas más desfavorables y en el 83 que los docentes más calificados deben desempeñarse en dichas escuelas.

Esto sería usar esta institución, la Escuela Pública, como un centro de reconstrucción de la Argentina y de puesta en jerarquía de su función. 3) Tecnología y educación: no es posible seguir educando con un Maestro al frente, un pizarrón y pupitres en la era de las computadoras en un celular, que permiten el acceso a todo el conocimiento a solo un click de distancia. Inclusive para los alumnos de zonas más desfavorables el teléfono inteligente es una herramienta conocida. La revolución educativa para los más necesitados debe venir de la mano de las novedades tecnológicas para hacerla más eficiente e impactante, donde el Docente entusiasme y sea facilitador y enseñe a aprender utilizando internet y los nuevos medios de comunicación como usaron la tiza o los manuales los maestros del siglo XX. En definitiva, la buena educación es el mejor camino para erradicar la pobreza si se hace planificada e integralmente con otras asistencias como la social, de salud y de empleo joven. La Escuela pública de los lugares más pobres y en emergencia puede ser la plataforma ideal para una experiencia concreta que sirva como ejemplo multiplicador utilizando la tecnología para llegar a las decenas de miles de escuelas del país. Se puede y se debe hacer. La pobreza no espera.

Fuente: http://www.clarin.com/opinion/educacion-pobreza_0_ByBpzocPg.html

Imagen: http://www.resumenlatinoamericano.org/wp-content/uploads/2016/05/salarios.jpg

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Argentina: Tercera encuesta de opinión estudiantil sobre la enseñanza en la Universidad.

Desde el 1 de febrero y hasta el 4 de marzo de 2017 podés brindar tu opinión sobre la enseñanza de las materias que cursaste en el segundo cuatrimestre de 2016 en la UNSAM. La encuesta es anónima y obligatoria.

América del Sur/Argentina/31.01.2017/Autor y Fuente: http://noticias.unsam.edu.ar/

Ingresá al SIU Guaraní y accedé al formulario publicado en “Encuestas pendientes”. Únicamente deberán completarla los alumnos de carreras de pregrado y grado en forma anónima y obligatoria.

La encuesta es un instrumento que permite obtener información sobre distintas áreas que hacen a la enseñanza: organización, contenidos, bibliografía y evaluación, entre otras.

Se trata del tercer relevamiento (el primero se realizó con las materias del 2.º cuatrimestre de 2015) y, en total, contiene información de 51 carreras de pregrado y grado. Los resultados serán distribuidos a decanos y secretarios académicos. Hasta el momento, han participado más de 10.000 estudiantes, lo que suma 34.000 encuestas.

Por consultas, escribir a encuesta.ensenanza@unsam.edu.ar.

Fuente: http://noticias.unsam.edu.ar/2016/12/14/tercera-encuesta-de-opinion-estudiantil-sobre-la-ensenanza-en-la-universidad/

Imagen: http://noticias.unsam.edu.ar/wp-content/uploads/2016/12/P3142588A-1070×660.jpg

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Argentina: Sin paritaria nacional corre peligro el ciclo lectivo 2017.

América del Sur/Argentina/31.01.2017/Autor y Fuente: http://www.ctera.org.ar/

La CTERA, ante nuevas declaraciones de autoridades nacionales, encabezadas por el Ministro de Educación Esteban Bullrich, vuelve a exigir al Ministro y al gobierno nacional el cumplimiento de la Ley 26075 – de Financiamiento Educativo – donde en su Art. 10 especifica que los salarios y las condiciones laborales deben ser discutidas entre los cinco sindicatos docentes nacionales, el Ministerio de Educación y Trabajo y el Consejo Federal de Cultura y Educación.

Este intento del Gobierno vulnera la Ley 26075 y pone en riesgo la continuidad del Fondo de Financiamiento Educativo y el Fondo Compensador de Desigualdades Salariales, dos derechos que terminaron con la inequidad salarial producida en los 90 al desmembrarse el sistema educativo nacional.

Asimismo este hecho viola acuerdos Tratados y Convenios Internacionales de la OIT.

Este vaciamiento de la Paritaria Nacional Docente constituirá nuevamente una anarquía salarial donde las provincias sin recursos serán las más perjudicadas.

CTERA rechaza enérgicamente este avance del Ministerio de Educación sobre derechos adquiridos y afirma que sin Paritaria Nacional corre peligro el inicio del ciclo lectivo 2017..

Fuente: http://www.ctera.org.ar/index.php/prensa/comunicados-prensa/item/2529-sin-paritaria-nacional-corre-peligro-el-ciclo-lectivo-2017

Imagen: http://www.ctera.org.ar/media/k2/items/cache/431b945f5e067c1db39db74162af6e1c_L.jpg

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