Oscar Alberto García Rivas/18/04/2016/ mundoacademico/ Fuente eltubazodigital
La educación venezolana hoy más que nunca es motivo de interesantes debates entre diversos sectores del país. Una de las cuestiones planteadas es la referida a la calidad de la educación y a los fines que ésta persigue.
Sin embargo, es importante para argumentar y comprender mejor la realidad educativa actual, revisar un poco -a la manera del dios Jano de la mitología romana-, la evolución histórica del sistema educativo venezolano y específicamente el aspecto concerniente al cambio nominal o semántico de los términos.
Es así como en Venezuela durante más de un siglo se utilizó el términoinstrucción para referirse a todos los procesos de la enseñanza, incluyendo los instrumentos jurídicos, el ámbito administrativo y en general a las acciones del Estado.
Ejemplos del carácter nominal de la instrucción los podemos observar tanto en las palabras de Simón Rodríguez y Simón Bolívarrespectivamente.Consideraba Rodríguez que los Jefes de Estado deben estar persuadidos que “nada conseguirán si no instruyen”.
Por su parte, Bolívar sostenía que la instrucción es el complemento esencial del hombre, instando a los gobiernos a jugar un papel fundamental en el sostenimiento de la misma. Debido a la importancia dada a la instrucción, la Constituyente de Cúcuta de 1821 se proponía crear la instrucción pública, otorgando al Estado la responsabilidad de crear escuelas y brindar la enseñanza a la población.
De esta manera, el lento proceso de la evolución del sistema educativo, en su aspecto nominal, el término instrucción se mantuvo vigente hasta el año de 1936 del siglo pasado cuando éste cambia al nombre deEducación. Ahora bien, antes de proseguir y para apreciar la importancia de estos cambios terminológicos es necesario referirnos aunque someramente a cada uno de ellos:
La instrucción, según el diccionario de la Real Academia Española (del latíninstructio-ónis) presenta dos acepciones: caudal de conocimientos adquiridos; y primera enseñanza, la que se da en establecimientos sostenidos por el Estado, comprende la primera y segunda enseñanza, las facultades, las profesiones y las carreras especiales.
En el caso de la educación (del lat.Educatio,-ónis) igualmente ofrece dos acepciones: crianza, o enseñanza que se da a los niños y jóvenes así como la instrucción por medio de la acción docente. Podemos observar que ambos términos se refieren al proceso de enseñanza como una de las funciones del docente; pero entre cada término existe marcada diferencia.
Cuando se habla de educación, se amplía la cobertura de esta acción puesto que incluye un nuevo aspecto como lo es el de la formaciónconcepto que permite pensar más en la integralidad del ser humano como fenómeno complejo donde no sólo es la capacidad de acumular algún tipo de conocimiento práctico sino la posibilidad de aprender, autorrealizarse y relacionarse social y culturalmente en un contexto determinado.
De vuelta a nuestra consideración histórica de la terminología, podemos considerar que durante el siglo XIX, y en la primera etapa del XX, las políticas educativas marcaron énfasis sobre la enseñanza en su acepción de instrucción debido al contexto social y cultural, la mayoría de la población era analfabeta.
Pero es a partir de 1936 cuando se hace el cambio semántico. Si bien es cierto que aún existía un alto índice de analfabetismo, las influencias externas permitidas por el avance de la democracia hacen posible tal cambio de término.
En tal contexto, las políticas educativas se enfocan no sólo hacia la enseñanza de la lectura y la
escritura sino también hacia la formación en valores ciudadanos. La justificación del cambio de nombre lo realiza a través de un comunicado la Superintendencia de Educación Nacional que para el momento se encontraba a cargo del ilustre intelectual Mariano Picón Salas.
Para el año 1940, cuando esta nueva denominación es llevada a la Ley, el Ministerio de Instrucción pasa a llamarse Ministerio de Educación Nacional el cual se simplifica hacia los años 50 adquiriendo el nombre de Ministerio de Educación; para este momento se apreciaban indicios de concepciones tecnocráticas.
Para 1999, el cambio político que opera en Venezuela, ejerce nuevamente un giro nominal, el ministerio cambia a Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y más recientemente por la denominación de Ministerio del Poder Popular para la Educación.
En este sentido, observamos que el término educación en su concepción filosófica y teleológica de formación integral del ser humano seguirá su largo viaje acompañada de tendencias y concepciones políticas; pero que en definitiva lo que se busca con ella es el modelo político y social.
En la actualidad, la Ley orgánica de Educación de 2009 en su artículo 14 destaca la función formadora de la Educación como un proceso integral sustentándose en tres pilares doctrinarios: el ideario de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y en el Humanismo social. De igual manera, en el artículo 15 muestra los fines que persigue la Educación Bolivariana.
Hecho este recorrido, podemos darnos cuenta que en el desarrollo de nuestro sistema educativo los cambios nominales son de gran importancia para intentar entender el complejo proceso educativo; conocer como ha sido la evolución conceptual es entender el presente y vislumbrar el futuro educativo del país.
La educación es un proceso complejo y nuestro sistema educativo no escapa a ello es por eso que la constante reflexión y acción podrá fortalecer tal proceso, quizá en materia educativa sería bueno plantearse las tres preguntas de un famoso cuadro del Pintor francés Paul Gauguin:¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿A dónde vamos?.
Autor: Esp. Oscar Alberto García Rivas
9.888.405
Facilitadora: Dra. Luz Mijares
Unidad Curricular Sistema Educativo Venezolano
Doctorado en Ciencias de la Educación
Universidad Nacional Experimental de los
Llanos Centrales Rómulo Gallegos
Fuente de la noticia: http://www.eltubazodigital.com/noticias-de-venezuela/el-sistema-educativo-venezolano-de-la-instruccion-la-educacion-bolivariana/
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