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La reivindicación de los sujetos populares y la educación de jóvenes y adultos en América Latina

Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticas del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

El estado de las sociedades latinoamericanas en el marco de un mundo cada vez más interconectado, pero a la vez más desigual es muestra del posicionamiento de la democracia como significante vacío al que diversos sectores recurren como fuente de legitimación de sus proyectos. Así, los movimientos políticos que han contado con un amplio apoyo popular muestran cadenas equivalenciales diversas coaligadas en torno a liderazgos de rasgos populistas. Así, las centrales obreras en Brasil llegaron a converger con el liderazgo de Luis Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores; las clases medias pauperizadas y los sectores de trabajadores del Estado, entre ellos los docentes se aglutinaron en torno a la propuesta de los Kirchner en Argentina. La larga tradición aymara de autogobierno ha sido la base de la refundación de Bolivia en clave plurinacional con la llegada al poder de Evo Morales.

Estas experiencias han sido representativas de los movimientos político-sociales surgidos como respuesta ante las crisis generadas por las políticas neoliberales de ajuste, así como del retorno de la democracia en los contextos postdictadura. Estos liderazgos populistas se entienden en el marco de la frontera política trazada entre el conjunto de la población agraviada por las crisis padecidas entre las décadas de 1990 y 2000 y las desprestigiadas clases políticas que impulsaron las políticas emanadas del Consenso de Washington. Sin embargo, la tensión sigue presente y la vulneración de la democracia como expresión de la voluntad popular se encuentra amenazada. La propia fragilidad de las experiencias neopopulistas, que basaron sus programas redistributivos en un repunte favorable que experimentaron las exportaciones en el mercado internacional, revelaron su vulnerabilidad a partir de la crisis financiera de 2008.

A partir de entonces, se han posicionado los llamados golpes blandos de Estado, que vulneran la democracia a través de mecanismos legales con los que se han destituido a gobiernos representativos, elegidos democráticamente. Tales son los casos recientes de Honduras en 2009, Paraguay en 2012 y de Brasil en 2016. La confluencia del predominio del capital financiero internacional con los intereses de las oligarquías nacionales conforma las condiciones de producción de este contexto de vulnerabilidad de los regímenes elegidos democráticamente y de las políticas redistributivas que se basaron en lógicas compensatorias.

Dicho contexto plantea la necesidad de radicalizar el vínculo democrático en las experiencias basadas en liderazgos populistas. La reivindicación de las luchas populares va más allá de demandar una efectiva representación. Por el contrario, debe apuntar a conducir un proyecto de nación incluyente, que retome las revolucionarias ideas de Simón Rodríguez en torno a fundar el proyecto de instrucción pública como medio de cohesión sobre la base de los actores subalternos. Este horizonte apunta a revertir la dicotomía civilización/barbarie instalada por la tradición sarmientina que creó dualidades jerárquicas como la de ciudad/campo, dualidades basadas en la imposición de una cultura occidental sobre las diversas culturas populares. El normalismo como dispositivo de formación de un sujeto destinado a ejercer una labor de disciplinamiento en la escuela también creó una tendencia a la homogeneización. Dicha tendencia se recicla en el presente con el énfasis otorgado a las pruebas estandarizadas nacionales e internacionales, que miden el logro de aprendizajes en función de indicadores, lo cual resulta en un reduccionismo del acto educativo.

La tensión que se produce entre el reconocimiento de las culturas populares y una educación enfocada en los requerimientos del mercado, repercute en la orientación que se imprime a los sectores subalternos del sistema educativo, como lo son los adultos en condición de rezago o analfabetismo. Su misma condición es evidencia de las desigualdades intrínsecas del sistema educativo. Asimismo, es muestra de la necesidad de ampliar los espacios de socialización por fuera de la escuela para llevarlos a los lugares en que estos sujetos se desempeñan, ya sea en sus distintos contextos laborales o en función de los requerimientos de desarrollo de sus referentes regionales. En ese sentido, se mantiene la disputa por el proyecto de educación pública, tras las reformas descentralizadoras de la década de 1990 que fragmentaron el sistema educativo en sus niveles locales, con consecuencias en el acceso equitativo a una educación gratuita y de calidad, ya que la descentralización administrativa no se tradujo en una descentralización de la dotación de recursos y en cambio afloraron las desigualdades regionales junto con las políticas de subvención a la oferta privada.[i]

En este marco, en América Latina hacia 2015 la tasa de alfabetización de las personas de 15 a 24 años fue de 98.2%, de 98.4% en mujeres y 98% en hombres.[ii] Sin embargo, esta disminución en el analfabetismo se ha debido más por la ampliación de la escolarización en el nivel primaria que por la acción de políticas exprofeso para la alfabetización de adultos.[iii] Este problema se relaciona con el hecho de que el sistema educativo “no elimina las desigualdades, sino que las recicla y traslada a otros momentos del proceso de escolarización”[iv]. En esa lógica se inscriben los programas gubernamentales enfocados a la reducción del analfabetismo en la población mayor de 15 años. Uno de los más sobresalientes es el Plan Iberoamericano de Alfabetización y Educación Básica de Personas Jóvenes y Adultas (PIA), cuyo objetivo es cubrir a un universo de 34 millones de adultos analfabetos. Otro es el programa cubano “Yo sí puedo” creado en 2003 y que opera en 12 países latinoamericanos, entre los que se encuentran Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Panamá y Venezuela. Mientras que en México el Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT), dirigido a personas mayores de 15 años que no concluyeron sus estudios elementales, atiende cada año a 12,000 personas en sus 3 módulos básicos del nivel inicial.[v]

Sin embargo, en la mayoría de estos programas los alfabetizadores son voluntarios,[vi] lo cual indica que en América Latina la Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA)  experimentó un reflujo hacia un enfoque compensatorio. Esto se relaciona con el hecho de que los programas que atienden a la EPJA se enmarcan en la política de discriminación positiva, que despliega distintos programas de acuerdo a las diferentes necesidades para obtener resultados equiparables en cuanto al logro de aprendizajes significativos. Estructuralmente, esta política genera una segregación que perpetúa las desigualdades generacionales y tiene su raíz en una escuela homogénea con respecto al servicio que los educandos reciben, que no reconoce la diversidad social y cultural. En este filtro del acceso a la escolarización influye la educabilidad, como factor que predispone a amoldarse al requerimiento de ser alumno. Este requerimiento tiene en mente a un alumno idealizado, con el consiguiente problema de demandar a los maestros la formación prescriptiva de ese sujeto que inevitablemente debe amoldarse a una cultura occidentalizada, ajena a su historicidad. A la vez, se genera una fragmentación en la diversidad de modalidades que integran el sistema educativo, creándose un archipiélago de circuitos educativos inconexos.[vii] En cambio, sigue siendo necesaria una concepción de escuela entendida como un espacio democrático que debe asociarse a la justicia social y a la igualdad de oportunidades.[viii]

A pesar del horizonte de equidad que se persigue a través de los distintos informes y encuentros internacionales, no se asume que la inequidad educacional en el caso de América Latina ha ido en aumento. Tal situación obedece a las políticas neoliberales que enfatizan el rendimiento de la inversión desvinculado del bienestar social y sólo comprometido con las ganancias. En consecuencia, los organismos internacionales pese a que plantean metas loables no asumen que las políticas neoliberales son parte de la causa del problema, siendo difícil avanzar en muchas materias educativas, si no se modifica la lógica neoliberal que se ha impuesto en las últimas décadas en la región.

En el caso del campo de la EPJA convive la necesidad de matizar los índices de escolaridad, que ocultan importantes rezagos al interior, con un desplazamiento en el sentido economicista que se le ha otorgado a la EPJA, así también se advierte la importancia de recuperar su sentido más integral de formación a lo largo de la vida. Esta recuperación  emergente es una oportunidad para revitalizar el sentido inicial de la EPJA en el marco del derecho a la educación, que consiste en promover y preservar el acervo cultural que representa el patrimonio intangible que se encuentra en los “saberes, hábitos comunitarios, herencias artísticas y técnicas”.[ix] Dicho patrimonio se refiere a una comunidad en movimiento de la que son parte los sujetos de la EPJA, como portadores de tal acervo que, al formar parte de la tradición oral quedan invisibilizados para la ciudad letrada[x] en tanto que el analfabetismo persiste como una barrera que separa ambas culturas. El acercamiento entre las esferas orales y letradas se sitúa como un itinerario más en el campo de la EPJA.

[i] Stubrin, F. (2006). “Protesta magisterial y reformas educativas en América Latina” en Cadernos de Sociologia e Política. V. 9, p. 112.

[ii] CEPALSTAT (2016). América Latina y el Caribe: perfil socio regional demográfico. Consultado en: < http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/Perfil_Regional_Social.html?idioma=spanish>

[iii] UNESCO (2015). América Latina y el Caribe Revisión Regional 2015 de la Educación para Todos. Santiago. pp. 200

[iv] Blanco, E. (2012) “El reciclaje de la desigualdad: exclusiones educativas en América Latina”. En Puchet, Martín; Rojas, Mariano; Salazar, Rodrigo; Valenti, Giovanna; Valdés Ugalde, Francisco (Coords.) América Latina en los albores del siglo XXI. 2. Aspectos políticos y sociales. México, FLACSO.

[v] CEPAL (2010). Panorama social de América Latina 2010. Capítulo 2: “La educación frente a la reproducción inter-generacional de la desigualdad y la exclusión, situación y desafíos en América Latina”.

[vi] Infante, M., Letelier, M. (2013). La alfabetización de personas jóvenes y adultas

en América Latina y el Caribe: análisis de los principales programas. Santiago, CEPAL. Pp. 38

[vii] Blanco, “El reciclaje…” Op. Cit.

[viii] Rivero, J. (2000). “Reforma y desigualdad educativa en América Latina”. Revista Iberoamericana de Educación Número 23 ¿Equidad en la Educación? mayo – agosto.

[ix] Rojas, M. (2009). “La responsabilidad cultural de la universidad pública” en Latinoamérica. Revista de Estudios Latinoamericanos, UNAM, México, núm. 48, enero-junio, pp. 9-27.

[x] Rama, A. (1998). La Ciudad Letrada. Montevideo, Arca.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/la-reivindicacion-de-los-sujetos-populares-y-la-educacion-de-jovenes-y-adultos-en-america-latina/

Fuente de la imagen:http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/07/Conape-educacion-superior-cantidad-otorgada_ELFIMA20130108_0007_1-e1437072590638.jpg

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Chile: Confech entregó pasas a la ministra para que recuerde las promesas en educación

América del Sur/ Chile/ 5 Diciembre 2016/ Autor: Daniel Giacaman/ Fuente: Diario La Nación.

Los estudiantes explicaron que la simbólica iniciativa es para que el Gobierno no olvide la promesa de gratuidad y que las universidades no pueden lucrar con fondos públicos. Además, exigieron ser incluidos en las reuniones.

Dos bolsas con pasas le entregaron los nuevos dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) a la ministra de Educación, Adriana Delpiano, para que recuerde sus compromisos respecto de la reforma impulsada por el Gobierno.

Todo esto se debe a la aprobación de la beca de gratuidad y las 3 mil 500 becas Bicentenario que irán a planteles que no forman parte del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch), lo que equivale a 8 mil 500 millones de pesos para 30 establecimientos de educación superior privadas.

Según explicaron los universitarios, la idea de esta simbólica protesta es que la secretaria de Estado se acuerde de la promesa de gratuidad y también para que no olvide que las universidades no pueden lucrar con fondos públicos.

Patricio Medina, vocero de la Confech, dijo que “aprobar esto, en los términos que conocemos, es una lamentable noticia. Los estudiantes dependen de los vaivenes del mercado y, ante cualquier crisis económica, cualquier estudiante que tenga esta beca de gratuidad podría perderla“.

“Nosotros tenemos propuestas, tenemos indicaciones y no nos han convocado para las mesas tripartitas. El acuerdo lo ha hecho el Gobierno con la derecha, a través del chantaje que tiene el Tribunal Constitucional”, recalcó.

La protesta se efectuó en el Ministerio de Educación y en ella participaron los dirigentes estudiantiles de la Universidad de Chile, Daniel Andrade; de la Universidad Católica, Sofía Barahona; y de la Universidad de Santiago, Patricio Medina.

Fuente: http://www.lanacion.cl/noticias/pais/educacion/confech-entrego-pasas-a-ministra-para-que-recuerde-las-promesas-en/2016-12-02/134250.html

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Paraguay: El país en el que “abrir una universidad es fácil, terminar una carrera es difícil”

América del Sur/ Paraguay/ 5 Diciembre 2016/ Autor: Kurtural/ Fuente: Global Voices.

“Ocho de cada diez estudiantes universitarios en Paraguay se enfrenta a universidades que suben cuotas y cierran carreras sin previo aviso»

«Vendo universidad privada de primer nivel en funcionamiento por viaje al exterior.» El anuncio aparece en Clasipar, un popular sitio paraguayo de ventas por internet. Cuando hago la llamada al punto de contacto, el tipo que atiende me confirma que la oferta es real. Segundos después acordamos un encuentro.

El representante del dueño de la universidad que se oferta es un hombre de edad avanzada, tupido bigote blanco y gruesos anteojos que cuelgan de una cinta alrededor de su cuello. Trae a la mesa una carpeta que rebosa de papeles. Cuenta que es jubilado, pero que abrió una consultora para este tipo de representaciones comerciales. Mejor que sentarse solitario en una vereda a esperar la muerte, como hace gran parte de la población de su edad. No es el caso de don Miguel, claro, que aún va por la vida vendiendo cosas. Una universidad, en este caso. Por internet.

Miguel abre su carpeta llena de papeles: copias del acta de constitución de la universidad, cantidad de alumnos, carreras, balance financiero, etcétera. «Son datos algo desactualizados, de hace un par de años, pero para que te hagas una idea», me dice.

La universidad que intenta vender Miguel – por casi dos millones de dólares – con información desactualizada, operando hoy en día en una única sede alquilada, y que según los datos entregados tenía 365 alumnos y 27 carreras de grado habilitadas en 2013, es la Universidad Central del Paraguay, o UCP. La institución alquila como local una casa linda pero no muy grande sobre la avenida Brasilia, cerca de la Universidad Americana, otra universidad privada.

La UCP es una de las más de cincuenta universidades privadas que operan en el país. Una investigación del periódico ABC Color indica que se originó como un negocio de un grupo de funcionarios paraguayos de la hidroeléctrica binacional Itaipú. Los accionistas de la universidad, funcionarios públicos previamente, tenían emprendimientos propios con capitales de pocos millones de guaraníes: una zapatería, una mercería. No obstante, tuvieron la capacidad de inscribir una universidad con un capital de 180.000 dólares aproximadamente.

La UCP fue creada por ley en el Congreso en el año 2006. Fue inscrita en los registros públicos en marzo del año siguiente. Ocho días después de dicha inscripción, antes incluso de empezar a operar, era ya adjudicada con su primer lote de becas de la hidroeléctrica Itaipú. Eran los años de la explosión del mercado de universidades privadas en Paraguay.

Las universidades que los pobres pagan

En Paraguay los más pobres no van generalmente a las instituciones públicas de educación superior. Pagan por estudiar en universidades privadas. Acceder a una universidad pública es difícil por múltiples razones. Por ejemplo, la oferta es territorialmente limitada y los costos de ingreso son altos. Además, los horarios de carreras como Ingeniería o Medicina impiden trabajar de manera paralela a los estudios, una obligación para quienes necesitan ganar dinero para sostenerse.

Pero éste no es un fenómeno exclusivo de Paraguay. Un estudio de Unicef muestra que en varios países, la asignación de recursos públicos en la educación del 20 % más rico es hasta 18 veces mayor que la que se invierte en el 20 % más pobre. El negocio de las universidades privadas se sostiene sobre la necesidad de cientos de miles de familias pobres que sufren la ausencia estatal y la recurrencia de la separación por la migración. Intentan luchar contra ella con capacitación. Mientras tanto, los bienes comunes dirigidos a educación no hacen más que fortalecer la inequidad y el poder de las clases privilegiadas del país.

En 2007 el Congreso creó, en promedio, una nueva universidad cada 40 días. Un total de nueve en ese año. Para 2013, ya existían 54 universidades. El negocio de las universidades privadas sigue en expansión, aunque ya no a través de la creación de nuevas universidades por ley, sino acentuando un método que cumple idéntica función: la venta de franquicias. Gerardo Gómez Morales, cuando era viceministro de Educación Superior, dijo en una entrevista sobre el modo de creación de universidades:

Eran personas que tenían un instituto técnico o una pequeña academia de informática las que compraban los derechos para usar el nombre de las universidades. Es igual a abrir un local de McDonald’s; como franquicias de empresas, se abrían filiales de universidades e institutos superiores.

En 2012, el Viceministerio de Educación Superior compartió en un informe el daño colateral del modelo de negocio de la universidad privada: solo uno de cada diez jóvenes que inicia una carrera universitaria la termina. En 2006 se apuntaron cerca de 115 mil jóvenes a una carrera terciaria. Cuatro años después egresaron poco menos de 13 mil. A la par de que casi nadie finalizaba sus estudios, se formaban nuevas universidades y cada vez más jóvenes se lanzaban en busca del sueño profesional.

Para 2012 ya eran más de 300 mil los estudiantes inscritos. De todos estos, 8 de cada 10 eran alumnos de instituciones privadas. Hoy en día, el Gobierno admite que no tiene información precisa sobre la cantidad de alumnos universitarios que existen en el país.

Es cierto que algunos estudiantes abandonan a mitad de camino y también es normal que la deserción ocurra en cualquier carrera. Pero, los restantes alumnos que sí tienen intención de seguir cursando sus estudios ya no pueden hacerlo porque la universidad cierra la carrera. Es la institución la que normalmente abandona a los alumnos.

La educación superior vuelta una trampa

Vanessa Lezcano ha decidido no migrar, aunque haya tenido oportunidades y razones para hacerlo. Vive en Choré, un pequeño pueblo ubicado en San Pedro, uno de los departamentos más pobres del país. Empezó una carrera de negocios en la Universidad Técnica de Comercialización y Desarrollo (UTCD) durante dos años, pero ésta cerró por no contar con el número requerido de alumnos: la institución necesitaba 10 alumnos como mínimo. En el quinto semestre ya no llegaban a ese número. Si alguna vez un grupo posterior completa el cupo, le dijeron, ella podrá sumarse para cursar la segunda mitad que le falta. De esto hace ya unos años.

Finalmente, pudo acabar una carrera en la Universidad Politécnica y Artística del Paraguay (UPAP) y ahora solo espera una fecha para defender su tesis. Allí también fueron disminuyendo los alumnos pero, para continuar, la administración ofreció a los alumnos subirles la cuota y así, según les argumentaron, completar los salarios de sus profesores. Ella y sus otros dos compañeros restantes aceptaron.

Por el momento, Vanessa trabaja para un proyecto del Gobierno de duración limitada y enseña en ocasiones como ayudante ad honorem en una de estas universidades. Pero varios de sus compañeros y familiares ya no viven en Choré.

En la Universidad Central del Paraguay, el dueño y rector de la universidad – que ha tenido cargos y lazos estrechos con el gobierno y otras organizaciones de negocios –  asume múltiples roles. Hasta hace de community manager. Así lo cuenta Gabriela Lezcano, que allí estudiaba Diseño Gráfico. Cuando empezó la carrera eran más de diez alumnos. Actualmente son tres, y el año pasado no le permitieron siquiera rendir los exámenes finales del cuarto semestre, a pesar de haberlo abonado. Nunca empezó el quinto semestre. Luego de exigir una respuesta, la institución les ofreció a ella y a sus dos compañeros restantes seguir la carrera por módulos. El primero de ellos empezó el pasado abril, luego de haber perdido prácticamente medio año en la incertidumbre. Pero en dos meses apenas tuvo un par de clases. Sus profesores le confesaron que también hay otras carreras en suspenso.

Gabriela Lezcano, en la desesperación de los meses que han pasado sin respuesta, mucho antes de que le ofrezcan la solución modular aparente, calificó en Facebook a la Universidad Central del Paraguay con la nota de 1 sobre una escala de 5 y escribió esta breve pero tajante reseña:

No recomiendo a nadie. Las carreras terminan al pedo y se quieren lavar las manos. Ni a mi peor enemigo le recomiendo.

Sorprendida, recibió una respuesta del perfil de la universidad a mitad de la noche. “Ahora sí que se quedó sin opción”, le dijeron, entre otras cosas. Luego de insistir, Lezcano logró hablar con el ingeniero, dueño, rector y community manager, en su despacho. Le reclamó la manera en que le escribieron desde el perfil de la universidad. El rector le dijo que la universidad es de él y en tanto suya podía hacer lo que quisiera. Que podía poner en su página de Facebook lo que le viniera en gana. Que se disgustó por los comentarios de ella y que a la universidad él la consideraba su bebé. Que por eso reventó y escribió lo que escribió a semejante hora, pues maneja el perfil institucional desde su teléfono celular.

Gabriela se resignó. Hoy asume que perdió años de estudio, dinero y esfuerzo. Como iba hasta ese momento, planeaba graduarse el año que viene. Pero ahora, dice, le toca empezar de cero en otra universidad.

Fuente: https://es.globalvoices.org/2016/12/03/paraguay-el-pais-en-el-que-abrir-una-universidad-es-facil-terminar-una-carrera-es-dificil/

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Entrevista a Marcos Arruda: «La economía se ha agigantado tanto que ha sofocado el sentido original de la educación»

03 Julio 2016/Fuente: el diario.es/Autor:

Marcos Arruda es un economista y educador brasileño.  Uno de los promotores del Foro Social Mundial que se celebró por primera vez en 2001 en Porto Alegre, Arruda estuvo en Barcelona durante el Foro Social Catalán y las Jornadas de Economía Social y Solidaria. Seguidor de los aprendizajes de Paulo Freire, el educador participó en proyectos de alfabetización y, cuando estuvo en el exilio, coincidió con Freire, con quien trabajó en las reformas educativas de Mozambique y Guinea Bissau.

El lema del foro es que otro mundo es posible.  ¿Cuál es el papel de la educación en la construcción de este mundo?

La educación tiene un papel central, porque otro mundo posible será un mundo donde el centro no es el dinero, ni el capital, ni la acumulación de riquezas materiales.  El centro es y será el ser humano y todos sus potenciales a desarrollar.  Por eso siempre insisto en la idea de que incluso una economía solidaria no es un fin en sí, es un medio para el gran objetivo, que es el desarrollo integral del ser humano, persona y comunidad.  Este es el gran objetivo y es un objetivo móvil, porque el desarrollo es lo que hacemos a lo largo de toda la vida.  Lo importante, entonces, y ahí entra la educación con su papel fundamental, es ayudar a las personas desde pequeñas hasta adultas a construirse y empoderarse como sujetos de su propio desarrollo.  En la economía solidaria lo llamamos autogestión del propio desarrollo, reducir al máximo la dependencia de otros y de instituciones para desarrollarse.  Y siempre que digo desarrollarse lo descompongo en persona, comunidad, pueblo, humanidad y todo el planeta.  Todo esto es el desarrollarse, somos individuos sociales, no podemos pensar como personas aisladas, individuos absolutos y abstractos fuera de la realidad, fuera de los contextos sociales e históricos.  Somos seres-relación.  Es ese ser humano el que queremos construir y estamos construyendo en la educación liberadora.

¿Considera que la educación formal educa en la economía del capital?

Educa en la economía ante todo, porque educa de una forma funcional, para la función que se desarrollará en la sociedad.  El jueves en un debate sobre la universidad, comentábamos que se ha perdido el abordaje del origen de las universidades, el de formación universal del ser humano, que es una dimensión a la vez humanística y biocéntrica, porque hay que ir más allá del ser humano y ver la vida, donde el ser humano es un detalle.  La universidad ha perdido estas dimensiones para reducirse a las carreras, a las funciones y la división del trabajo en la sociedad.  Y peor aún, forma para competir, porque cada uno entra en un espacio competitivo de ser el mejor y liquidar a los que son menos buenos según los criterios de la sociedad dominante, del mercado.  Es un universo de la escasez y de la competición, en el que el otro sólo cuenta como adversario o enemigo que tienes que vencer o subyugar o eliminar.  En vez de eso debemos potenciar una educación para la cooperación, para la solidaridad, para el apoyo mutuo, en la que descubrimos que por el hecho de ser seres interrelacionados, somos de forma insoslayable, seres-relación tanto entre los humanos como con toda la naturaleza y el cosmos.  La única manera inteligente de relacionarnos entre nosotros y con la naturaleza es cooperando.

Las investigaciones científicas muestran que hemos evolucionado a partir de elementos cooperativos, que se juntan, que se agregan, que colaboran, que se componen en unas totalidades más complejas, que dependen de la armonía de lo diverso y no de la competición de cada elemento contra el otro por ser el mejor.  Estos son los fundamentos de otra educación, una educación para la cooperación, la solidaridad y la autoevolución, que yo llamo autodesarrollo, porque es consciente.  La evolución es el movimiento de la vida, y nosotros ya recibimos de la naturaleza este mandato de ser los líderes de nuestra propia evolución.  Estamos siendo malos líderes, y la educación liberadora viene para volvernos buenos líderes de la evolución de la vida, porque nuestra actuación en el planeta influye en el resto de la vida del planeta y lo que estamos haciendo es cada vez más invisibilizar la propia vida en el planeta.

Desde un punto de vista más práctico, tenemos unas escuelas, unas universidades, todo un sistema educativo. ¿Es posible transformar esto o la propuesta es construir un sistema educativo en paralelo?

Trabajo mucho con José Pacheco, un profesor portugués que creó una escuela en el norte de Portugal, cerca de Oporto, que se llama Escola da Ponte.  Era una escuela municipal y desde que se hizo director fue transformando la escuela poco a poco.  La primera cosa que firmó como director fue una especie de decreto que decía «Firmo este decreto con el objetivo de decir que desde ahora la escuela ya no tiene director.  Firmado, el director José Pacheco».  Se suicidó como director y creó toda una dinámica de gestión colectiva, incluyendo a los alumnos, a los profesores y a los trabajadores en un esfuerzo colectivo de repensar la escuela. Hoy esta escuela tiene más de 30 años y ha podido hacer frente a todos los choques con el sistema escolar dominante, siendo una escuela municipal, obligada a seguir los esquemas del ministerio de educación.  Ahora este hombre se ha jubilado y se ha ido a Brasil.  Está viviendo en el interior de São Paulo con un proyecto social de un empresario consciente, principalmente para niños con problemas.  Fue invitado por la mujer de este empresario, ahora viuda, a esta escuela, una escuela innovadora.  Él, sin embargo, con esta visión liberadora sabe que no existe trasplante de una escuela a otra, de un modelo a otro. Se debe recrear en la realidad de las personas, y del país y del municipio donde se encuentra.  Así que están recreando una escuela antigua y atrayendo gente de muchos lugares.  Pero al mismo tiempo José Pacheco viaja por Brasil y es uno de los inspiradores de los Românticos Conspiradores, una red de personas que militan por la transformación de la educación.  Tiene una propuesta muy radical, que dice que la escuela que nosotros conocemos debe implosionar.  Es una propuesta realmente revolucionaria de cambio de paradigma y no puede esperar.  No podemos intentar evolucionar a otro modelo, porque corremos el riesgo de que el mundo se acabe antes de llegar a él.  Debemos hacer un cambio ahora.

¿Qué tipo de cambios implica?

Principalmente dejar de tomar como referencia la transmisión del saber acumulado.  En la educación liberadora hablamos de tres tareas educativas.  La primera, transmitir al estudiante el conocimiento acumulado por la humanidad a lo largo de su historia, con toda la selección que hay que hacer porque nadie puede ni transmitir ni recibir todo este conocimiento.  Esta es la tarea que la escuela actual está reducida a hacer.  La segunda tarea es capacitar a los y las estudiantes para volverse críticos con este conocimiento, ponerlo en cuestión, plantear dudas, poner este conocimiento acumulado a una prueba de realidad, que es mi vida, mi conocimiento, que es único, porque mi experiencia de vida es única.  Se trata de desarrollar una conciencia crítica y de plantear preguntas sobre el conocimiento acumulado y sobre la realidad.  Y la tercera tarea es desarrollar sus capacidades de crear nuevos conocimientos, a partir de su propia praxis, práctica repensada, reflejada, metabolizada y sistematizada por cada uno.  Estas tres tareas implican una escuela que ya no tiene como principal tarea transmitir el conocimiento sino ayudar a los niños y jóvenes a aprender a ser investigadores.

¿Investigadores?

El eje central de la nueva escuela es investigar, preguntar a la realidad, pedirle respuestas y conocer, convivir, compartir.  Con la percepción de la ciencia física y exacta que no existe nunca una observación que no sea una intervención. Debes ponerte como sujeto de una relación de diálogo con el objeto de investigación, que ya no es más de «he venido a observar, tomo notas, me voy y ya lo conozco».  Esto no existe.  Conozco conviviendo, dialogando, interactuando.  Con la revolución que ha hecho en esa escuela, ya no hay paredes ni aulas, sino salas de investigación.  Los niños ya no tienen profesores, tienen guías que les ayudan a hacer investigación, y tienes los ordenadores y la sociedad ahí fuera.  Hay tanto investigación en internet, como en los libros, como en el barrio, en la ciudad, en la Vila das Aves, que es donde se encuentra la escuela.  En Brasil está consiguiendo también hacer una serie de contactos con municipios y, aunque no todos prosperan, algunos tienen escuelas totalmente transformadas por la influencia del José Pacheco.  Así que realmente creo que es posible crear una nueva escuela sobre los escombros y las cenizas de la vieja escuela.  Pero realmente hace falta un cambio radical, profundo, de paradigma de la enseñanza y de la educación.

Habla de la importancia de investigar el mundo.  ¿Por qué la escuela o la universidad viven de espaldas a la realidad?

La universidad es aún peor.  Debería estar en la cima de la formación para la vida y le da la espalda. ¿Cuando se sube la universidad a la ola de la economía solidaria?  Después de que la economía solidaria se haya convertido en un fenómeno global.  ¿Por qué ha esperado todo este tiempo?  Porque no hace investigación, porque no se ha dado cuenta de que esta economía tal y como existe es inviable, es insostenible, y es necesario que la universidad lidere el pensar una nueva economía para una nueva sociedad.  ¿Qué nueva economía?  La universidad se podría haber anticipado si hiciera investigación en esta línea de tres etapas. ¿Qué aprendo de la economía que ha existido hasta hoy?  Que es inviable, insostenible y deshumanizante y que vive de crisis.  Segundo, ¿cuáles son los factores que generan insostenibilidad en esta economía?  ¿Por qué no sirve al ser humano sino que lo enajena en los bienes materiales y en la competición contra el otro, que debería ser un colaborador?  Esto está en la cultura, y por lo tanto he de entender que para pensar otra economía he de pensar la cultura, los paradigmas, los valores, lo que condiciona mi manera de ser y de relacionarme.  Con esta percepción puedo hacer la tercera pregunta como investigador: ¿Qué otra economía necesitamos que sea natural, que ayude a la humanidad a seguir evolucionando, y no se estanque ni se enajene en la tecnología y la riqueza material?  No habiendo hecho estas tareas, la universidad está a remolque de la realidad, no está cumpliendo su papel.

Este modelo educativo no es reciente, tiene muchos años.  ¿Por qué no llega a las instituciones educativas?

La economía se ha agigantado hasta tal punto que ha eclipsado las otras dimensiones de la existencia humana.  En mercantilizar el ser humano y todo lo que tiene que ver con él, lo ha transformado todo en objeto del mercado, de compra y venta.  El ser humano, la vida, los biomas y ecosistemas, se han convertido en instrumentos de acumulación de capital, que es lo contrario de lo que deberían ser.  Esta hipertrofia de la economía ha sofocado el sentido original de la propia educación y ha instrumentalizado la educación para formar seres competitivos para la economía. Seres capaces de investigar para desarrollar tecnologías para la acumulación de beneficios, cuando este no era el sentido de la tecnología, pero como está mercantilizada sólo produce lo que da dinero.  La educación mercantilizada produce empleados del beneficio y del capital y e sto ha sofocado y desvirtuado el sentido profundo de la educación.

¿Y qué papel juega la globalización? ¿ Estamos aprendiendo las mismas cosas en todo el mundo?

Cada vez más hay una uniformización de las formas de pensar y actuar de la propia cultura del capital. ¿ Pero qué se está globalizando?  El capital, el dinero, la capacidad de invertir se está globalizando, ya que a través de internet puedes invertir en una empresa en Rusia, China o Guatemala para hacer beneficios.  Se ha globalizado el capital industrial y puedes sacar tu fábrica de un barrio de Barcelona y llevarla a la Guinea Ecuatorial, donde también hablan castellano, porque allí tienes una mano de obra 10 o 20 veces más baratas y tu beneficio se multiplicará.  Entonces estás privando a los catalanes de puestos de trabajo rentables para garantizar su vida, pero eso no implica ni una mínima preocupación por el empresario.  No tiene ninguna fidelidad a Catalunya o a Barcelona, sino a su beneficio. ¿ Y por qué un gobierno como el de aquí no les dice que no pueden irse porque son una empresa de Barcelona?  Porque el gobierno es local y la empresa, en el capitalismo, es la única que tiene el poder de ser totalmente libre.  Los ciudadanos no lo son.  El gobierno no lo es, porque está dentro de un sistema político que llamo  corporatocracia Es la corporación la que es prioritaria.  La economía no se planifica a nivel local, municipal, estatal, quien se planifica es la empresa, con un horizonte de 10, 20, 50 años.  Nosotros no tenemos ese derecho, el horizonte que prevalece en el ámbito gubernamental son 4 o 5 años de mandato de un gobierno.  Está todo mal.  Todo esto está mal.  Entonces la economía solidaria viene y dice que para hacer una economía racional, adecuada a las necesidades de la población, se debe reconstruir de abajo a arriba.  Lo que importa es la familia y la comunidad en la que vive el ser humano.  Promueve, en primer lugar, la libertad de cada persona de desarrollarse lo más plenamente posible.  ¿Quién ayudará a esa persona a capacitarse para ello?  Una educación liberadora, centrada en el ser humano integral, y no en el ser humano mercantil.

¿Este modelo mercantilizado busca ciudadanos que aprendan cada vez menos?

El sistema quiere que las personas aprendan a pensar de forma limitada, en segmentos, y no globalmente.  Es una educación exponencialmente especializante.  Lo sabrás todo sobre un insecto que vive en el cedro, y serás el único, el dominador de ese conocimiento.  Pero el insecto vive en el cedro, que es un universo de vida que alberga millones de seres que están vivos y que hacen vivir el cedro.  Hay un tema que es la simbiosis, la relación con el contexto, pero dirá que no, que sólo sabe sobre el insecto.  Es como un economista francés que debatía con nosotros en Uruguay y cuando llegamos al tema del desempleo dijo que no lo debatiría porque no era economía sino sociología y por tanto no era su área. ¿Pero qué quiere decir esto? ¿El sujeto de la economía no es de su área? ¿Para qué sirve la economía, pues? ¿Con quién puede funcionar?  Pues resulta que él no tenía como discutirlo, estaba fuera de su conocimiento.  Éste es el tipo de formación que la escuela actual da a las personas.  En nuestro abordaje no, es universalista, universitaria, integral, buscando entender cada aspecto y dimensión del ser humano, incluida la dimensión espiritual, para que todo ser humano sea capaz de conocerse y desarrollarse plenamente en todas las dimensiones.

Fuente de la entrevista: http://www.eldiario.es/catalunya/educacion/Marcos-Arruda-agigantado-original-educacion_0_249525055.html

Fuente de la imagen: http://images.eldiario.es/catalunyaplural/Marcos-Arruda-Social-Catalan-FSCat_EDIIMA20140414_0012_5.jpg

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En Chile: creadores del Crédito con el Aval del Estado defienden el modelo de financiamiento a 10 años de su implementación

Pilar Armanet y Sergio Bitar estiman que «es uno de los mejores créditos del mundo». El vicepresidente del Cruch dijo que «debe ser eliminado» para que la educación sea un derecho social.

Daniela Muñoz y Flor Guzmán/ 21 de mayo del 2016 / 03:00 Hrs

Mientras los detractores del Crédito con Aval del Estado (CAE) piden su eliminación, al asociarlo a la mercantilización de la educación superior y al endeudamiento de más de 600 mil familias; sus creadores resaltan los beneficios que a su juicio ha generado en la expansión de la matrícula de educación superior y el mayor acceso de sectores vulnerables.

“Creo que las críticas son por desconocimiento, porque este crédito ha sido una tremenda arma de igualdad y de acceso a la educación superior para miles de estudiantes”, afirma el ex ministro de Educación, Sergio Bitar (PPD).

El estuvo a cargo de la preparación y tramitación del proyecto que permitió crear el CAE durante el gobierno de Ricardo Lagos. Y junto a Bitar trabajó la entonces jefa de la División de Educación Superior del Mineduc y actual rectora de la U. de Las Américas, Pilar Armanet (PPD), quien defiende con orgullo ese modelo de financiamiento.

“Es un sistema que funciona porque tiene un componente  de solidaridad intergeneracional por el cual los alumnos que recibieron el beneficio pueden después ayudar a financiar a los estudiantes que vienen”, afirmó Armanet.

Además, dijo que “es uno de los mejores créditos del mundo en materia de financiamiento de la educación superior”. Apreciación en la que coincide Bitar.

Historia

Durante la campaña de Lagos se prometía que ningún joven iba a quedar fuera de la educación superior porque su familia no tenía dinero. Así, se comenzó a buscar un sistema que permitiera otorgar un crédito a los estudiantes que no estaban matriculados en universidades del Consejo de Rectores (Cruch), los que podían acceder al Crédito de Fondo Solidario.

“El Estado no tenía recursos para financiar un nuevo crédito, porque ya se entregaban altos montos a las universidades del Cruch, las que no tenían la capacidad de cobrar y por lo tanto no estaban obteniendo los recursos para seguir autofinanciando ese beneficio”, explicó Bitar.

Fue entonces cuando, tomando experiencias de otros países, se definió un sistema en que el Estado pudiera garantizar los préstamos que los bancos otorgaran a los estudiantes. Y paralelamente se elaboró un proyecto para crear un sistema de acreditación, que permitiera exigir ciertos grados de calidad a las instituciones privadas que se sumaran al CAE.

Así, en 2006, al inicio del primer gobierno de Michelle Bachelet, comenzó a entregarse el beneficio a 20 mil estudiantes, cifra que fue aumentando cada año hasta llegar a un total cercano a 700 mil beneficiarios en 2016. “Uno de los problemas que se produjo fue la alta tasa de interés con que partió el CAE, pero siempre se consideró que debía reducirse y así se estableció en la ley entregando facultades al Estado para rebajar la tasa subsidiando la diferencia, pero eso no se hizo”, explicó Bitar.

Y fue en 2012 cuando, en el gobierno de Sebastián Piñera, se rebajó la tasa del interés del CAE del 6% al 2%. Pese a eso, las críticas a ese modelo se mantienen acusándolo de endeudar a las familias de los estudiantes.

Por esto, el senador Carlos Montes (PS), el rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, junto a otros parlamentarios y rectores del Cruch están pidiendo que el CAE sea eliminado.

“Es una forma de financiamiento que vino a promover la educación de mercado, pero financiada con cargo a recursos públicos o endeudando a las familias, sin mayores requisitos para las universidades. Por esto creo que debiera ser eliminado, cumpliendo así con el compromiso de que la educación sea un derecho social”, afirmó el vicepresidente del Cruch y rector de la U. de Valparaíso, Aldo Valle.

En tanto, Alexander Páez, investigador de Fundación Sol, planteó que “el CAE capta una parte relevante del presupuesto de Educación, pasando del 2,4% en 2006 a 36% en 2016”. Y dijo que “esa misma plata se podría entregar directamente a las instituciones para financiar gratuidad sin generar miles de endeudados año a año”.

Según un estudio de Fundación Sol en 2010 había 210 mil jóvenes endeudados por CAE y en 2015 subió a más de 700.000.

Fuente: http://www.latercera.com/noticia/nacional/2016/05/680-681667-9-creadores-del-cae-defienden-el-modelo-de-financiamiento-a-10-anos-de-su.shtml

Fecha de publicación en OVE: 23 Mayo 2016

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