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Australia: New research shows there is still a long way to go in providing equality in education

Oceanía/Australia/Junio del 2017/Noticias/https://theconversation.com/

When we think of a “good society” – one that is fair and just – a defining characteristic is likely to be that all people have the opportunity to realise their potential, irrespective of the circumstances into which they are born.

There is growing evidence that investment in universal early childhood education is a prerequisite to providing opportunity and achievement throughout the formative years.

New research from the Bankwest Curtin Economics Centre report, Educate Australia Fair? Education Inequality in Australia, shows we are falling short on providing equal opportunity to our young people on several important dimensions. But it is also important to acknowledge substantial policy reforms over the last ten years, many involving Commonwealth-state co-operation, that are now delivering positive returns.

The National Partnership Agreement has led to a marked increase in the proportion of children accessing pre-school education for at least 15 hours per week.

Primary and secondary school participation rates continue to climb. The retention rate to Year 12 is 84.3% nationally. Far more young people continue through high school as a result of the National Youth Participation Requirement.

University enrolments are at an all-time high. And there has been an increase in social mobility in Australia: children born to low-educated parents are now much more likely to gain a university qualification than was the case in the 1950s.

Further benefits can be expected to flow from these reforms, particularly the greater investment in early childhood education in coming years.

But we have a long way to go. Many of today’s children will not receive a “fair go” in educational opportunities for no other reason than family background, demographic characteristics, and geography.

BCEC’s new report identifies some stark contrasts between the most and least disadvantaged in society.

  • A child from a low socioeconomic background is up to three times more likely to be developmentally vulnerable by the time they start primary school.
  • An Indigenous child is 40% less likely to finish high school, and 60% less likely to go to university, than a non-Indigenous child.
  • A child born in remote Australia is only one-third as likely to go to university as a child born in a major city.

The report dissects these gaps in opportunity by looking at where inequalities emerge from early childhood to higher education across key characteristics of the population.

Key junctions in education are important for disadvantaged groups such as Indigenous Australians, and those from regional and remote areas and low socioeconomic backgrounds. One of the most concerning findings is the degree to which school attendance rates and participation in NAPLAN testing drop off among these groups as they transition from primary to secondary school.

Gaps in school attendance exist in primary school but are smaller and remain constant, averaging around 8% from years 1 to 6. However, this changes significantly once young people enter secondary schooling.

The gap between Indigenous and non-Indigenous student attendance rates reaches 15% by Year 10, with lower retention to Year 12 and lower enrolments in tertiary education.

Student attendance rates, Years 1 to 10, by Indigenous status, 2016

Our report launches the BCEC Educational Disadvantage Index, which maps areas of relative advantage and disadvantage based on key indicators such as access, engagement and outcomes. The index is used to profile areas of high and low disadvantage, and to assess the key drivers of educational disadvantage.

BCEC Educational Disadvantage Index. Supplied by authors

The divide between the most and least disadvantaged areas across Australia is a sobering reminder of the level of inequality that exists in our community. Worse than this, it shows the inequality that exists for a “service” that is intended to play a role in bridging this gap – education.

The most disadvantaged areas are all located in remote regions of Australia, spanning the Northern Territory, South Australia and Western Australia. Pockets of disadvantage are also evident on the fringes of our state capital cities.

Children living in the most disadvantaged areas will average half the NAPLAN scores in reading, writing and numeracy tests than those living in the least disadvantaged areas. Children in these areas are also only half as likely to be enrolled in pre-school at age four, half as likely to attend pre-school for 15 hours or more, and seven times as likely to be vulnerable on two or more developmental domains in their first year of schooling.

Remarkably, the most disadvantaged 10% of children in the ACT are on par with the most advantaged 10% living in the NT.

Resources do vary according to educational disadvantage. Gross school income per student is 50% higher on average in areas of greatest need. But this weighs against multiple challenges.

This report’s findings demonstrate the need for education policies to go beyond funding reform and tackle the complex barriers that exist in delivering education to our most vulnerable children.

But it also presents an opportunity for policy interventions to make a real difference to the educational outcomes for these young people.

Fuente:

https://theconversation.com/new-research-shows-there-is-still-a-long-way-to-go-in-providing-equality-in-education-80136

Fuente imagen:

https://theconversation.com/new-research-shows-there-is-still-a-long-way-to-go-in-providing-equality-in-education-80136

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El ‘brexit’ de educación infantil

Por: José Manuel Cabada

El niño es el mismo en junio que en septiembre, el paso de educación infantil a educación primaria, no puede suponer una ruptura; hay que acompañar al niño en este paso, no hay que imponer ni obligar. Más importante que el programa es el niño.

En estos finales de junio, los alumnos de infantil cantan una y otra vez: “Adiós a infantil, ya llega el verano y me tengo que ir. El curso se acaba y yo vendré otra vez, con los niños mayores me volverás a ver. Siempre recordaremos nuestra etapa infantil, pues fuimos muy felices y siempre será así”.

Aunque la repetición genera pasividad, los gestos nuevos y los giros improvisados no ocultan las palpitaciones y más de un lágrima.

Va a regresar en septiembre, 78 días después; él apenas ha cambiado en esos 78 días, a lo más un pequeño estirón; pero se va a encontrar con grandes cambios, a los que se tiene que enfrentar. Aunque él desde los 3 años estuvo en infantil, ahora algunos le dicen que eso era preescolar, que ahora ya es mayor (78 días) y que ahora en Primaria las cosas son ya serias. Y los cambios son tan rápidos que comienzan antes de que termine el curso, porque su madre ya le ha enseñado los libros del curso que viene, de primero de primaria, que estaban en el tablón de anuncios: Lengua, Matemáticas, Cuaderno de Matemáticas, Natural Science, Social Science, English, Art and Crafts y Religión Católica, si va. Y a esos libros se le llaman asignaturas, le han cambiado el paso. Él aprendía por proyectos, el cuerpo humano, los dinosaurios, los planetas, los países, los animales….no había asignaturas; dibujaba, escribía, hacía cuentos, aprendía adivinanzas, escogía entre cosas, elegía en que trabajar, buscaba la información que le tocaba en el equipo. Ahora no, ahora va a hacer lo que toca en el libro.

Antes había asambleas y hablaban de cosas que pasaban, de lo que habían hecho el día anterior en casa y en la calle, de cómo se encontraba hoy, en primero será abrir el libro de la asignatura.

Antes estaban sentados en equipos y tenían un nombre y trabajaban en un rincón; en primero, cada uno sólo tiene su nombre y está colocado por orden de apellidos, y uno detrás de otro; dicen que en filas y columnas ¿Por qué? Yo ya no puedo hablar con Jorge porque está tres puestos detrás de mí, ni con Verónica que está al lado de la pared y yo de la ventana. Antes trabajábamos por rincones y cambiábamos de equipo. Le preguntabas a los de tu equipo y ellos te preguntaban a ti. En primero, la profesora te va a preguntar a ti. Vas a estar sentado en la misma mesa y silla, y tienes que pedir permiso para levantarte.

Antes dibujabas lo que te apetecía y con los colores que te parecía, en primero, lo que te manden y con los colores que te obligan. Antes juntabas las bolas y después las contabas; en primero eso es una cuenta de sumar; antes repartías 4 cartas para jugar a los dinosaurios a cada uno del equipo; en primero eso se llama cuenta de dividir; antes cuando tenías 8 caramelos y le dabas 3 a Jesús y te quedaban cinco; eso en primero es ahora una cuenta de restar. Antes te daban dos euros para comprar la barra de pan y unas chuches; en primero a eso se le llama problema.

Antes seleccionabas cosas, animales, jugadores; medías longitudes con lápices o palmos de la mano, comparabas lo que pesaban cosas, rellenabas círculos, dibujabas curvas, recortabas con tijeras, mezclabas pinturas, rellenabas dibujos, comparabas el agua en un vaso y en una botella… ahora son problemas de geometría o de matemáticas.

Antes contabas, dibujabas o escribías, un poco lo que te había pasado, o lo que te apetecía en ese momento; en primero tienes que hacer una redacción de lo que te dice el profesor.

Antes compartías los materiales con el equipo; en primero tienes tu libro, tu lápiz, tu regla, tus cuadernos, incluso con tu nombre.

Antes siempre preguntabas ¿por qué?, en primero no va a haber tiempo. Antes llevabas al cole una bolsa con el bocadillo y algo de fruta, en primero tienes que llevar un carro con los libros, los cuadernos y los materiales. Antes venías para casa sin nada, en primero con todos los libros y cuadernos… y con los deberes. Ya no te llegan las cinco horas para aprender, necesitas una o dos horas para aprender todo lo que te enseñan; casi tantas horas como un trabajador adulto, pero todavía eres un niño.

El niño es el mismo en junio que en septiembre, el paso de educación infantil a educación primaria, no puede suponer una ruptura; hay que acompañar al niño en este paso, no hay que imponer ni obligar. Más importante que el programa es el niño.

El niño llegaba al colegio con cuatro impulsos innatos: comunicar, construir, indagar y expresarse cada vez de forma más precisa; lo decía ya Dewey en 1890, frente a los tradicionalistas que proclamaban la importancia del programa al que tenía que adaptarse el niño. El niño también traía en su “mochila” lo vivido en su casa, en la calle y en los medios. Y en el fondo de su “mochila” no escondía sus emociones, sus sentimientos y como abrir los ojos ante lo nuevo. El maestro de primaria no puede cortocircuitar esos impulsos innatos, lo que trae en su “mochila” y lo que adquirió y cómo en educación infantil y como fue viviendo sus emociones, sentimientos y comportamientos. El profesor de primero, tiene que seguir mirando todo lo que pasa en el aula a través de los ojos del niño. El niño es lo importante.

Fuente artículo: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/23/el-brexit-de-educacion-infantil/

Fuente imagen: http://edit.um.es/campusdigital/files/2015/03/puesto-de-auxiliar-de-educacion-infantil-39673390_3.jpg

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Reseña de Libro: Educación infantil: ¿obligación o derecho?

Un análisis a partir de los efectos de la legislación brasileña sobre escolarización obligatoria.

Emanuele Froner. Edite María Sudbrack. [Autoras]
ISBN 978-987-722-236-4
CLACSO. Mercado de Letras.
Buenos Aires.
Enero de 2017

En ninguna otra época de la historia de la educación brasileña la infancia ha recibido tanta atención como en la actualidad, a tal punto que la educación infantil pasó a integrar la educación básica obligatoria. La aprobación de la Ley nº 12.796 en abril de 2013, que hizo obligatoria la matrícula a los cuatro años de edad en la Educación Infantil, es tan sólo uno de los indicativos de cómo el tema de la infancia es central en la atención actual de educadores, gestores, investigadores, políticos y de la sociedad de modo general. Sin embargo, esa centralidad de la infancia e incluso la aprobación de la referida Ley, no nos garantiza que de veras se efectúe el cuidado educacional del niño. Por esa razón, tratar la problemática de la infancia, de su presencia en la escuela de forma compulsiva, de las condiciones de infraestructura para acoger a ese niño que llega más temprano a la escuela, de la manera como los municipios y las escuelas se están preparando para atender a esta nueva demanda formativa, son desafíos que necesitan ser enfrentados. Este libro aborda de manera detallada toda esta discusión.

Fuente:  http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20170508113333/EducacionInfantil.pdf
Imagen: http://www.clacso.org.ar/clacso/novedades_editoriales/img_tapas/1225_Tapa.jpg
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Los profesionales de Educación Infantil y Educación Especial exigen equipararse a los docentes en España

Europa/España, 10 de junio de 2017. Fuente: diarioinformacion.com Autor: V. Mora

Información

Un total de 115 educadores de 288 que hay en la provincia secundaron ayer un paro para exigir la jornada continua

Piden dejar de ser monitores de comedor y de extraescolares.

El personal educador de Educación Infantil y Educación Especial han secundado un paro para exigir mejoras laborales. Un total de 115 educadores de los 288 que hay en la provincia se han movilizado en la protesta que en Alicante se ha desarrollado frente a la delegación del Gobierno.

Una de las principales reivindicaciones del colectivo pasa por equiparar la jornada laboral al resto de profesionales docentes con los que comparten alumnado y centro. El representante de la Intersindical, Julián Martínez, apuntó que «no tiene sentido que los cuidadores no puedan asistir a las reuniones del claustro porque se celebran en la hora de comedor, cuando tienen con conocer la evolución y necesidades del alumnado con el que trabajan»
La portavoz de la Plataforma de Educadores Especiales, Vanessa Ureña, decía nada más terminar el paro frente a la delegación del Gobierno, en la Casa de las Brujas: «No somos personal monitor de comedor ni de actividades complementarias, porque no trabajamos para las empresas privadas que llevan a cabo esas actividades».
En este sentido, desde el colectivo exigen la integración de pleno derecho a los equipos interdisciplinarios que deben atender un alumno diverso desde una escuela inclusiva.
La mejora de las condiciones laborales y la intervención prioritaria en prevención y promoción de la salud laboral de estos profesionales son otras de las reivindicaciones por las que se ha convocado esta protesta. También se reclama la adecuación de la clasificación y los complementos retributivos al nivel de la responsabilidad que asumen en su trabajo diario.
En ciudades como Elche el seguimiento fue masivo. En los dos centros de educación especial,  Virgen de la Luz y Tamarit, solo se atendieron los servicios mínimos, con dos cuidadores en cada centro, mientras el resto de profesionales secundó la huelga.
Fuente de la noticia: http://www.diarioinformacion.com/alicante/2017/06/09/profesionales-educacion-infantil-educacion/1904434.html
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Educación infantil: del aburrimiento a la creación

Por: Alicia Halperin

Es preciso elaborar propuestas que contemplen el desarrollo psicomotriz de las criaturas, que fomenten su autonomía, que les permitan expresarse de múltiples maneras y relacionarse con quien desean. Y dejar atrás las fichas.

“Profe, ¿por qué este ratón camina tantas veces para llegar al queso?” me preguntó una niña mientras terminaba un “trabajo” en la clase de 4 años de Infantil. Imaginé que ella, que había tenido que repetir varias veces la acción de unir las líneas de puntos entre el ratón y su comida para dibujar sendos trazos continuos de izquierda a derecha, se había puesto en la piel del ratón y había pensado: “Pero no entiendo, ¿cuántas veces hay que ir a un mismo lugar para llegar?”. No supe responderle. Su pregunta era mucho más lógica que cualquier excusa que yo pudiera inventar.

Si tenemos claro que la orientación espacial, la direccionalidad, la ubicación en los diversos planos del espacio, las formas, el ritmo… se aprenden jugando con el cuerpo en el espacio compartido con los compañeros y poblado de objetos, ¿por qué suponemos que este tipo de trabajos sobre el papel van a suplir esas experiencias vitales? Porque, si bien este tipo de ejercicios son el final de un proceso de experimentación, en la realidad, las aulas de Infantil se han llenado de fichas elaboradas por el profesorado o compradas a las editoriales, y en muchos casos son la actividad central de las aulas.

¿Por qué sigue habiendo niñas de dos años a las que les pedimos que pongan una pegatina redonda dentro de un círculo? El hecho de que puedan hacerlo no significa que hayan aprendido algo sobre formas circulares y orientación espacial, simplemente puede significar que han aprendido a pegar una figura en el lugar indicado. Tal vez se supone que ese resultado es la muestra de una competencia y se mande a casa para que sus padres vean su capacidad y sientan satisfacción por lo que sus hijas saben hacer. Pero es una vez más la muestra de lo alejados que están de las necesidades reales de los pequeños muchos de los contenidos que se trabajan en esta etapa.

A los niños les encanta jugar a disfrazarse, ser personajes que admiran, ponerse ropas que usan los mayores, pero… ¿20 criaturas al mismo tiempo eligen disfrazarse de abejas, de robots o de seres prehistóricos? Preparados para la foto, para gustar a los mayores, hacerlos reír con su imagen de adultos en miniatura, ¿qué entienden esos niños de todo esto, qué sentido tiene para ellos? ¿Quién elige jugar a esos personajes y con qué objetivos?

¿Por qué uniformamos las actividades que realizan los niños y niñas en la Escuela Infantil? Podemos ver a todos haciendo lo mismo al mismo tiempo como ocurre en general en primaria, de una forma repetitiva, abstracta, totalmente descontextualizada, leyendo libros que describen los espacios de una casa, los ingredientes del desayuno o la ropa que usamos, donde no hay historias o, si las hay, son planas y no provocan ninguna emoción o interés.

Es una forma fácil de presentar a las criaturas lo que se supone que tienen que aprender y, posteriormente, una forma fácil y menos trabajosa de evaluar su aprendizaje. Pero hay muy poco de potenciación del desarrollo personal, de respetar los procesos y los tiempos de cada uno, cosas sobre las que paradójicamente tanto se insiste cuando leemos los objetivos y las programaciones anuales de las escuelas. También hay muy poco de basarse en la curiosidad y promover el descubrimiento a través de la acción y el movimiento, que tanto necesitan. Si no es así en estas edades ¿cuándo será?

Probablemente estemos preparando a los niños para ser seres obedientes y ordenados, para el trabajo escolar “en serio y en serie”, para el aprendizaje “puro y duro”. Sentando las bases del trabajo organizado. Lamentablemente todo esto a costa de pasar por encima de los procesos naturales del desarrollo infantil, de respetar sus individualidades, aplastando su curiosidad, que es lo más vital que hay en ellos.

Desde hace bastante más de un siglo, grandes pedagogos como Froebel, María Montessori, Decroly, Malaguzzi o Emmi Pikler nos han enseñado que en estas edades el desarrollo infantil se produce de una forma global; todos los sentidos están abiertos y las criaturas aprenden y se hacen competentes a partir de las experiencias vividas y de las conexiones que puedan establecer en función de esas experiencias: investigar, hablar, relacionar unas cosas con otras, volver a pensar en lo vivido, escuchar y observar lo que otros niños y los adultos hacen y dicen, seguir investigando, experimentar con su cuerpo en el espacio, con los objetos, dar lugar a la expresión y la comunicación en todas las formas posibles. El juego y la experimentación son el medio natural en el que viven y se desarrollan, es su forma privilegiada de conocimiento.

Que el aprendizaje sea significativo, como se escucha tanto últimamente, expresa precisamente que tiene que significar algo para los niños: hablar de las cosas que les pasan en casa, en la calle, en la escuela, con las personas que los rodean, que todo tiene que estar relacionado con cosas que conocen, que les gustan o disgustan, que les provocan emociones, que dan lugar a su imaginación.

En muchas escuelas infantiles se están adoptando estas propuestas educativas que requieren de la presencia y acompañamiento de adultos formados, conocedores y observadores de los recorridos de los niños y niñas, dispuestos a entenderlos y valorarlos en su accionar cotidiano y a establecer buenas relaciones afectivas con ellos. El trabajo por proyectos sobre temas elegidos con los niños, en rincones de juego-trabajo, zonas de actividad utilizando todos los espacios que dispone la escuela, en ambientes adecuados a las necesidades de su edad, que los pequeños puedan elegir a qué juegan y con quién, son las formas que nos permiten llevar a cabo nuestros objetivos. Es preciso elaborar propuestas que contemplen el real desarrollo psicomotriz de las criaturas, que fomenten su autonomía, que les permitan expresarse de múltiples maneras y relacionarse con quien desean, en síntesis que les permitan un desarrollo armónico y adecuado.

La documentación a través de dibujos, fotos, grabaciones, descripciones de las cosas y los procesos que realizan las criaturas, son los elementos que nos facilitan comprender y evaluar su evolución, también nos dan la posibilidad de mostrarlas a las familias y a los equipos docentes y así sacar conclusiones acerca de qué nuevos elementos podemos introducir. Todas estas propuestas -en las que es importante dar lugar a la participación de las familias y a la conexión con el entorno escolar- son tal vez bastante más trabajosas que las instaladas tradicionalmente en las aulas, pero indudablemente son mucho más respetuosas con las necesidades y derechos de las niñas y niños y mucho más estimulantes para pequeños y adultos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/06/educacion-infantil-del-aburrimiento-a-la-creacion/

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España: Educación diseña un plan para escolarizar a niños de 0 a 3 años

España/25 mayo 2017/Fuente: El Dia

La Consejería incluye el Plan del Primer Ciclo de Educación Infantil en su programación del próximo curso El objetivo es que el 33% de los menores reciba esta formación.

La Consejería de Educación presentó el sábado en el pleno del Consejo Escolar de Canarias el Plan del Primer Ciclo de Educación Infantil, una hoja de ruta para escolarizar de manera progresiva al alumnado hasta llegar al menos hasta el 33% de los niños de 0 a 3 años.

La administración educativa ha diseñado un documento institucional que establece «las líneas estratégicas de actuación referidas a este ciclo desde un enfoque integral, promoviendo el incremento progresivo del número de plazas escolares a través de diferentes medidas». Según el último informe del Consejo Escolar del Estado, Canarias es la comunidad con menos población de esta edad escolarizada en el sistema público, lo que tiene efectos en la conciliación de la vida familiar, pero también en el desarrollo académico del niño.

En primer lugar, la Consejería determinará las zonas prioritarias de actuación para «impulsar, facilitar y apoyar» la creación de plazas públicas en escuelas infantiles municipales e incluirá en el mapa escolar web la oferta de los centros públicos y privados autorizados. Asimismo, se completará el currículo educativo del primer ciclo de Educación Infantil y se potenciará la coordinación entre el primer y el segundo ciclo de Educación Infantil.

Para incrementar la escasa oferta, Educación colaborará con los Ayuntamientos en la puesta en funcionamiento de nuevas escuelas y permitirá que se puedan utilizar los espacios disponibles en centros educativos públicos que dejaron de utilizarse o están infrautilizados por razones de escolarización (descenso de natalidad en la zona o pérdida de población).

La Consejería también estudiará «qué incentivos, ayudas y acciones públicas con incidencia económica pueden permitir a los centros de educación infantil públicos y privados su mantenimiento e incremento, en las condiciones de calidad que exige su carácter educativo».

Igualmente, Educación intentará promover ayudas a las familias para que el nivel adquisitivo no impida acceder a esta educación. Así, según se recoge en el documento, «se aplicarán medidas de apoyo económico a las familias derivadas del propio plan de implantación del Primer Ciclo de Educación Infantil».

Por otro lado, personal acreditado para ello supervisará la actividad que se realiza en los centros de educación infantil, de modo que se garantice la adecuación de los espacios, el equipamiento y material didáctico, las ratios, la titulación de los profesionales, la planificación y ejecución de las propuestas pedagógicas, así como de otros requisitos de seguridad, accesibilidad y salubridad aplicables.

ANPE valora la nueva planificación del curso

El sindicato ANPE Canarias valoró ayer que la Consejería siga adelantando la presentación del curso a la comunidad educativa. No obstante, recordó, en una nota de prensa, que quedan demandas por cumplir y exigió que Educación siga incrementando el presupuesto hasta alcanzar el 5% del PIB en 2022, como recoge la Ley Canaria de Educación. La reducción de la carga de horas lectivas en Secundaria hasta recuperar las 18 horas lectivas semanales «será otro de los carros de batalla» de la organización.

Fuente: http://eldia.es/canarias/2017-05-23/12-Educacion-disena-plan-escolarizar-ninos-anos.htm

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El conflicto de enseñar a leer y escribir en educación infantil

Por: Mercedes Escobar 

Los objetivos de aprendizaje de la lectoescritura corresponden a la educación primaria, a pesar de los cual, en el Grado correspondiente no se enseña su didáctica.

Todos los años, a estas alturas de curso, se agudiza el estrés sobre las personas de la comunidad educativa que están en el último curso de Educación Infantil. Ahora se hace más palpable la presión para que los niños y niñas lean y escriban, el curso termina y hay que rendir cuentas.

Históricamente la Educación Infantil en España ha estado minusvalorada. Aquí nunca han echado raíces los postulados de la escuela nueva que, ya desde el primer cuarto del siglo XX, coloca al niño en el centro del proceso de enseñanza aprendizaje, haciendo una apuesta firme y seria en el respeto a sus intereses y posibilidades. En los planes de estudio de formación de maestros estos contenidos, y los que provienen del campo de la psicología, son presentados y exigidos a la manera tradicional, es decir, se aprenden de memoria y se escriben convulsivamente en los exámenes correspondientes, sin que conocimiento teórico y práctico confluyan.

Además, en los planes de estudio de maestro especialista en Infantil, no está contemplada la didáctica de la lectoescritura, tiene sentido pues esta etapa, no obligatoria para el alumnado, no tiene entre sus objetivos dicho aprendizaje. Y aquí hemos de hacer un inciso porque la actual ley educativa LOE (2006) sí plantea un acercamiento a este objeto de conocimiento desde las premisas de “iniciarse en los usos sociales de la lectura y la escritura, explorando su funcionamiento y valorándola como instrumento de comunicación, información y disfrute”. La sinrazón aparece cuando Decretos como el de la Comunidad de Madrid de enseñanzas, la concretan malévolamente y desemboca en criterios de evaluación que entran frontalmente en conflicto con los objetivos de la Ley primigenia. Nos referimos a los siguientes:

• Leer letras, sílabas, palabras, oraciones y textos sencillos, comprendiendo lo leído.

• Representar gráficamente lo leído. Escribir letras, sílabas, palabras y oraciones. Escribir los acentos en las palabras. Realizar copias sencillas y dictados de palabras.

En una sociedad letrada como la nuestra, es imposible que los chicos no muestren interés por los textos escritos que están presentes en el aula, es impensable que en un ambiente de calidez no deseen participar de las situaciones de lectura que se les propongan, salvando el hecho de que -en contra de lo que expresan los criterios de evaluación aludidos- leer letras no es leer. Y es que el salto cualitativo que se exige en estos epígrafes no podemos dejar de considerarlo una auténtica aberración. Es más, sería más adecuado pensar que se trata de objetivos de primer ciclo de Primaria o, incluso, de Secundaria.

Al no acotar el concepto de “textos sencillos” es fácil propiciar situaciones muy dispares y también muy desequilibradas como en realidad ocurre en algunas aulas. En esta misma línea, representar gráficamente eso que se ha leído conlleva una complejidad enorme, basta con pensar que la frase sea: “Toma tu tomatito”; bastante usada aún en estas enseñanzas. Ante la exigencia de que nuestras niñas y niños deban escribir los acentos de las palabras solo puede subyacer el enorme desconocimiento que de la infancia tienen nuestros legisladores.

Nuestras autoridades educativas referencian permanentemente los éxitos del sistema educativo finlandés, pero ellas mismas exigen en sus territorios prácticas contrarias. La exigencia de que los niños y las niñas escriban y lean correctamente es un objetivo de la Primaria y es, en los estudio de Grado de maestro de esta etapa, en donde tienen que estar estas enseñanzas y sus didácticas, lo que no ocurre en casi ninguna facultad y así las sucesivas generaciones de maestros salen de ellas sin haberlas cursado. Aquel aprendizaje considerado fundamental por toda la sociedad no es enseñado a los maestros a los que se va a exigir que lo implementen en las escuelas. No es de extrañar que los cursos de primero de Primaria sean los menos deseados y que en muchas ocasiones sean ocupados por maestros interinos que acaban de llegar a los centros.

¿Cómo enseñar entonces a leer y escribir? Muchos profesionales se refugian en su propia memoria y recordando cómo les enseñaron a ellos, perpetúan la práctica dominante de “laemeconlaama”. Las familias, preocupadas, angustiadas y confundidas compran las cartillas y ejercen de maestros.

¿Dónde están la Pedagogía y la Psicología? ¿Qué tienen que decir al respecto? Hay investigaciones definitivas sobre qué procesos cognitivos realizan los chicos y chicas cuando aprenden a leer y a escribir, qué ideas previas tienen sobre el sistema .

Ya en el siglo pasado investigadoras internacionales de la talla de Emilia Ferreiro dieron luz a este proceso. Ana Teberosky participó en una investigación con escuelas catalanas de las cuales se editaron unos materiales, auspiciados por el entonces Ministerio de Educación, que orientaron a muchos docentes en la enseñanza científica de la lengua escrita.

Ahora sabemos que los niños y las niñas tienen ideas propias sobre el lenguaje escrito. Las criaturas, que han elaborado sus propias teorías, a veces con la mera observación del mundo letrado que les rodea, concluyen que “una letra sola no sirve para leer”, y no tiene ningún sentido que nosotros les enseñemos la “a”; porque una sola no sirve… ellos no ven nunca una “a” sola en el nombre de una calle, tampoco en el de una tienda, ni cuando se están tomando un yogur. ¿Por qué seguir enseñándoles de forma aislada la a , e, i …? Piensan que para poder leer o escribir algo tiene que existir una variabilidad, muchas iguales juntas tampoco dicen nada, y no tienen sentido esas “planillas” de renglones llenos de “eeeeeeeeee”, porque no hay ningún escrito en la vida real con una representación semejante. Opinan también, que una palabra para ser leída tiene que estar compuesta por un número mínimo de grafías combinadas, no es de extrañar que si les presentamos “ma”, y nadie antes les ha contaminado, contesten que ahí tampoco dice nada. En todos los casos tienen razón.

Debemos preguntarnos qué estamos haciendo presentándoles los grafemas separados “m”, “p”, “s” o unidos silábicamente en composiciones muchas veces ininteligibles, sin contexto, con la única intención de que repitan una combinatoria fruto del deseo adulto: “mimo a mama”.

En el siglo XXI, cuando todos afirmamos que respetamos los ritmos y necesidades de nuestra infancia, cuando las criaturas son el bien más preciado, a los que nunca expondríamos a situaciones arcaicas referidas a aspectos relacionados con la salud -por ejemplo- les seguimos enseñando a leer y a escribir “como se ha hecho siempre”, obviando las investigaciones. Aquí dejamos esta paradoja.

Afortunadamente no todo es aridez, profesores de la Universidad de Sevilla han editado un riguroso manual hace apenas dos años y seguramente, seguirán existiendo docentes que aporten experiencias justificadas desde la ciencia.

Porque creemos firmemente en las potencialidades infantiles, porque sabemos que estamos ante un sujeto cognoscente que merece todo nuestro respeto y admiración, suscribimos las palabras de Ferreiro y Teberosky (1991) “Enseñar a leer y escribir sigue siendo una de las tareas más específicamente escolares. Además de los métodos, de los manuales, de los recursos didácticos, existe un sujeto que trata de adquirir conocimiento, que se plantea problemas y que trata de resolverlos siguiendo su propia metodología”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/05/08/el-conflicto-de-ensenar-leer-y-escribir-en-educacion-infantil/

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