Escuelas en Estados Unidos buscan maestros ecuatorianos

América del norte/Estados Unidos/16 enero 2020/metroecuador.com

Docentes ecuatorianos tienen la posibilidad de impartir clases a niños de preescolar y primaria en Estados Unidos, gracias al Programa de Intercambio Cultural Participe Learning.

Este programa tiene 32 años de experiencia en Estados Unidos y tiene como propósito fomentar una educación global. Esta iniciativa, año a año, convoca a profesores de distintos países para que vivan una experiencia académica y cultural única.

PERFIL DEL DOCENTE

Está dirigida a profesionales que buscan opciones de empleo fuera del país para mejorar sus ingresos. Quienes tengan familia, también pueden aplicar, puesto que el Programa contempla la gestión de visas para el núcleo familiar durante los años que permanezca el educador en su labor de enseñanza. Los educadores elegidos podrán incorporarse al próximo ciclo educativo y desempeñarse en su puesto de tres a cinco años.

Para Ronald Ramírez, Coordinador de Reclutamiento en Latinoamérica para Participate, esta iniciativa ha tenido mucho éxito en Ecuador, tanto a nivel profesional y cultural. Los beneficiarios, durante su estadía en Estados Unidos, reciben capacitaciones de actualización profesional y durante el proceso cuentan un acompañamiento continúo para garantizar el desarrollo de sus capacidades y talentos.

Entre los beneficios que reciben los docentes están un salario igual al de un profesional de la educación estadounidense, seguro de vida, boleto de avión, tramite de visa e inducción durante su periodo de radicación. A esto se suma la posibilidad de convertirse en embajadores de las diferentes culturas del mundo en el país norteamericano e intercambiar conocimientos que pueden aplicarse en sus países de origen.

REQUISITOS:

Los requisitos para aplicar son: hablar inglés fluido, contar con título universitario en docencia, tener al menos dos años de experiencia laboral a tiempo completo en una escuela o colegio y poseer licencia de conducir y experiencia al volante, debido a que los maestros reclutados deben desplazarse en automóvil a su lugar de trabajo.

Los interesados podrán inscribirse a través del portal http://go.participatelearning.com/ec201901.

Fuente: https://www.metroecuador.com.ec/ec/noticias/2020/01/14/escuelas-estados-unidos-buscan-maestros-ecuatorianos.html

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Qué esperamos ver en 2018 en educación. Parte 2

Por: David Calderón

El viernes pasado tuvimos una larga y esperanzadora conversación con directores de preescolares y primarias públicas. Fue una gran oportunidad de “cacharlos haciendo el bien”. Por ejemplo, Eduardo nos habló con vehemencia de su trabajo sobre el ánimo de los docentes para dignificar y tener altas expectativas en los turnos vespertinos, a los que se apoya tan poco. Irma expuso cómo hizo para que su Centro de Atención Múltiple pudiera contratar psicólogos especializados y cómo ahora también asisten a las escuelas circundantes para apoyar a los maestros frente a grupo en el sistema “regular”. Se promovieron a directores por concurso de oposición, y reconocen en ese proceso la oportunidad de llegar al nombramiento sin palanca ni al final de su vida laboral. Subrayaron también lo importante que ha sido recibir el apoyo de la sociedad civil para su formación como líderes escolares, pues se encontraron sin preparación específica ni acompañamiento de inducción tras el concurso.

Además de nuestra admiración y reconocimiento, en ese diálogo pudimos calibrar con experiencias reales los alcances, limitaciones y contradicciones en varios programas oficiales, y la tremenda soledad y la aún más grande determinación de ellas y ellos para brindar a niñas y niños lo que es su derecho. ¿Y eso qué peso tiene en las campañas?

No olvidemos que los partidos que buscan nuestro voto para julio próximo están ahora mismo en los gobiernos y los congresos. La desbandada de funcionarios y legisladores no exime a los que se quedan a cargo; por el contrario, acentúa la responsabilidad para continuar la tarea. Si los partidos quieren convencernos de que podrán más adelante con el reto, que desde ahora nos muestren que comprenden de qué se trata la transformación educativa que necesita el país y que demuestren eficacia para impulsarla.

¿Qué esperamos ver en 2018? Que se coloque en la mente de todos –los votantes, los aspirantes, los activistas, las voces en los medios- la necesidad de un cambio sustantivo en la formación y el acompañamiento de maestros. Ése debe ser el “objetivo del cambio posible”, como lo llama Jorge Javier Romero, el foco que marque el consenso para exigir a los candidatos, y para conformar la coalición plural que empuje su traducción en política pública.

Como país ya invertimos millonarios recursos, energía, ciclos de ensayo y error, y sobre todo duras opciones de vida para la evaluación de los maestros, pero falta la otra parte indispensable de la ecuación. Tiene que hacerse efectivo el diseño original: que la consecuencia de la evaluación sea el apoyo. Que tengamos evaluaciones sólidas, confiables y multidimensionales del quehacer docente, pero sobre todo finalizadas y hermanadas con un vigoroso sistema de formación inicial y continua. Que evaluar sirva para transformar las Normales y para que el modelo de aprendizaje profesional permanente no sea el de los “cursos en cascada” ni costosas y complejas –al final, estériles- plataformas en línea.

La evaluación cumple su propósito cuando sirve de punto de partida, no de llegada. La evaluación es fácilmente resentida y denostada cuando no se usa para reforzar, para apuntalar, para reconocer. Sirve, bien entendida, para designar maestros mentores de otros maestros; para que las buenas prácticas contagien e inspiren a hacer lo propio, con la contextualización debida y la pertinencia cultural y social del verdadero derecho a la educación.

Claramente debemos reorientar el gasto público, para que una instancia (¿una nueva instancia?) al menos tan grande y dotada de recursos como el INEE se haga cargo, con rigor e independencia de presiones sindicales y políticas, de la construcción de la identidad del docente como profesional del aprendizaje y como servidor público garante de derechos de niñas, niños y jóvenes.

De nada sirve pasar a la báscula, si no hay manera, voluntad y claridad de seguir la dieta y hacer ejercicio. Se ha dicho hasta el vértigo: solamente evaluar no mejora las competencias de los docentes, ni activa su talento, su capacidad de innovar o su ejemplaridad como orientadores de vida. Nada más cierto. Pero romper la báscula no adelgaza ni trae salud. Así, menos. En la opacidad, en la tiniebla, todos perdemos, y primero que ninguno los damnificados son niños y jóvenes.

Así que, más allá de apelar a las emociones y propiciar empatía con los candidatos ofreciendo vagas -¿vanas?- esperanzas de lo que vendrá, el asunto es si la contienda electoral se satura de desmemoria y descalificación individual del oponente. La alternativa es: exijamos a los de ahora, que aún hay tiempo y tienen cuentas qué rendir. Y que ya nos van precisando qué proponen los aspirantes para los profesionales del aprendizaje. No para sus cúpulas gremiales –lo que les ofrecen parece ser inconfesable- sino para Eduardo e Irma, para los maestros y maestras reales. Que nos digan cómo van a tratar el tema de las Normales y cómo saben que sí funciona y qué no en esas instituciones; cómo van a impulsar los reconocimientos económicos al buen desempeño; qué tipo de tutorías van a servir para consolidar sus habilidades. Que dejen claro que lo que se pone en cuestión, a fin de cuentas, es el derecho de millones de niñas y niños a no heredar las limitaciones de su punto de partida.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/que-esperamos-ver-en-2018-en-educacion-parte-2/

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En México heredan tradición: Niños de Izamal realizan muestra de Hanal Pixán

América del Norte/México/01.11.2017/Fuente:  yucatan.com.mx.

El calor humano mitigó el frío de la mañana en los alumnos de escuelas de preescolar y estancias infantiles que participaron ayer lunes en la muestra de altares de Hanal Pixán en los patios del Gran Salón Izamal, aledaño al Palacio Municipal.

Los olores de incienso, estoraque, velas, flores, chocolate, tamales de pollo, de espelón, pibes, panes, frutas, dulces, atole nuevo, arroz con leche y otras ofrendas inundaron ese espacio donde los niños, sus madres y profesores pusieron sus altares, en los cuales no faltó la foto de algún familiar fallecido.

La mayoría de los menores lució el traje regional; varios usaron un suéter debajo.

Participantes

Participaron las escuelas de preescolar Kinich-Kakmó, María Montessori, Ángela González Benítez de Menéndez de la Peña, Antonio Plancarte y Labastida, Eustaquio Ávila y Ricardo López Méndez; la primaria 21 de Marzo, las estancias infantiles Tesoritos, Las Orugas y Crecí, Centro de Atención Múltiple 8 y la escuela de educación inicial no escolarizada.

—Para los mayas la muerte es un cambio de estado, no es más que una forma de vida diferente —dijo Mari Caro Sarabia, la presidenta del DIF Municipal.

—La conmemoración de los fieles difuntos no consiste solo en colocar la comida en la mesa, sino que requiere una preparación de varios días y se hacen diversas actividades como limpiar la casa, preparar los manteles, recordar las comidas, bebidas y algunas cosas más que le gustaban al difunto y colocarlas sobre la mesa.

—Estas son nuestra costumbres y tradiciones que nos unen a los yucatecos y que también nos identifican en cualquier lugar del mundo a donde vallamos, y debemos de inculcarlas a nuestros hijos y nietos.

—Quiero felicitar a todos los padres y personal docente, ya que con esta muestra de Hanal-Pixán (comida de muertos), se fortalece la tradición ancestral.

—Qué mejor manera de inculcar esta tradición, que ha pasado de generación en generación, desde los más pequeños.

—Es grato realizarla, pues con ella se recuerda a los que ya partieron a mejor vida; por ello, felicitaciones a todos ustedes por ese esfuerzo de padres e hijos e igual de los maestros —subrayó.

Al evento asistieron Haydé Rosado, secretaria de la Comuna; Manuel Gala, síndico; los ediles René Lugo y Reynaldo Marentes, y el director de Prevención, Ricardo Madera.— José Candelario Pech Ku

Fuente de la noticia: http://yucatan.com.mx/yucatan/heredan-tradicion

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Colombia: Titanes en pro de la educación

América del Sur/Colombia/11 de noviembre de 2016/www.elespectador.com

En las comunidades más vulnerables del país, lideres locales han enfocados sus esfuerzos por brindar una educación de calidad a quienes no tienen los recursos para pagarla y además hacer que sus proyectos sean autosostenibles.

Producir para enseñar

En el Instituto San Pablo Apóstol de Ciudad Bolívar, en Bogotá,  todos sus estudiantes están becados. Desde hace 40 años, el padre Isaías Guerrero se ha enfocado en brindarles la mejor educación a niños de estratos 1 y 2, con el fin de que cuando terminen el bachillerato puedan estudiar en las mejores universidades del país. Comenzó en 1989, con cuatro grados de bachillerato y 220 alumnos, en el barrio Jerusalén de Ciudad Bolívar. Hoy tiene tres colegios, dos más en Potosí y El  Libertador, en los que además tiene un convenio con el Sena para ofrecer gratis 36 carreras técnicas y tres tecnológicas.

Su trabajo es totalmente sostenible. Con el dinero que da un taller de artes gráficas y uno de inyección de plásticos, en los que trabajan egresados de la institución, es capaz de mantener los megacolegios, que están entre los diez mejores de la ciudad.

Para Guerrero, su trabajo consiste en producir para educar. En los 26 años que lleva liderando la iniciativa ha conseguido que 850 de sus exalumnos sean profesionales, por lo que su  próxima meta es hacer de  su colegio una universidad, para que sus pupilos continuen su legado, ofreciendo  una  educación de calidad a los menos favorecidos de Bogotá.

El arte de educar 

Todas las mañanas, Lucía Bonilla debe desarmar su cama para dar paso a  un pequeño salón donde recibe todos los días a sus alumnos: niños campesinos e indígenas que viven en la Comuna 8 y en las veredas cercanas a Popayán.

Desde hace 30 años, Bonilla se ha encargado de enseñar las artes y formar en preescolar y primaria a cientos de niños en la Fundación Artística El Dancing, que comenzó siendo una academia de baile, en el salón comunal de su barrio, pero que luego  de recibir formación convirtió en una escuela en la que trabajan pasantes de las universidades del Cauca y Autónoma. Además, allí se enseña danza y teatro para que los niños no caigan en las drogas y la criminalidad.

Bonilla no recibe ninguna retribución. Mantiene su escuela con lo que gana del alquiler y venta de vestidos para fiesta, así como de la organización de eventos de quinceañera. “Para mí, el dinero es secundario y lo más  importante es que los niños sean bien educados para que  hagan bien a la sociedad”,  asegura.

Ella también se ha preocupado por aquellos que tienen necesidades educativas y por eso aprendió lenguaje de señas y otras habilidades para dar refuerzos a niños especiales con la idea de que  estudien  en  escuelas particulares. La principal meta de Bonilla es acompañar la educación de los niños de su escuela y darles la oportunidad de terminar sus estudios básicos.

Un colegio sin limitaciones

En la vereda Caimital, de Malambo (Atlántico), el desbordamiento del canal del Dique hizo que, en octubre de 2010, la población se inundara y el agua se llevara a su paso la escuela, donde un solo profesor dictaba clase.

Ese educador, José Luis Castro, no pidió la reubicación de institución y decidió quedarse para reconstruir el colegio con 56 estudiantes, a quienes les dictaba clase en un gallinero debajo de un árbol.

Hoy, la Escuela Caimital cuenta con 104 estudiantes, que tienen a su disposición dos aulas, una biblioteca y un comedor que el maestro ha logrado financiar en estos últimos seis años. Además, con su trabajo compró un vehículo para transportar a los niños que viven alejados de la escuela.

Ya no es el único profesor, pues cuenta con el apoyo de tres maestros más y el de sus estudiantes, quienes se sienten agradecidos porque allí no sólo reciben clases de primaria; además, se hacen todos los esfuerzos para dotarlos de uniformes, útiles y alimentación,   con el fin de optimizar su calidad de vida.

Para Castro, lo importante es que sus aprendices no pierdan las ganas de estudiar y que en un futuro pueda brindarles educación secundaria debido a que muchos desertan al salir, por las pocas oportunidades y las dificultades que existen para estudiar en un lugar apartado de su vereda.

Más de lo que se puede ver

El mayor retirado de la Policía Gilberto Espitia dedica su tiempo libre a cerca de 38 niños ciegos que hoy forman parte de su fundación, en la que no sólo reciben  refuerzos escolares, sino además clases de escritura, braille, música y manualidades.

En ella, trabajan profesionales que cubren cada uno de los aspectos de la educación especial, con el fin de que los estudiantes reciban la formación adecuada para explotar todas sus habilidades y puedan optar a un cupo en una universidad pública o una beca en una privada.

Espitia es el gerente de una empresa de seguridad con la que ha liderado otros procesos enfocados a la protección del medio ambiente y al trabajo en la formación de niños vulnerables, con los que ha logrado obtener otros varios reconocimientos.

De esta forma, Espitia ha logrado que su empresa de seguridad se convierta en la base de sustento de su fundación para niños ciegos, en la que forma a los menores gratuitamente y con la que pretende crear alianzas con  grandes universidades para que  sus alumnos reciban educación superior, y ya graduados puedan ayudar a niños que pasan por sus mismas condiciones.

Tomado de: http://www.elespectador.com/entretenimiento/medios/titanes-pro-de-educacion-articulo-664677

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