Redacción:las 2 Orillas
Fuera del sistema educativo tradicional hay otras alternativas. Martha Nubia Mosquera, licenciada, es entusiasta de los métodos no formales como el que implementa en Cali.
Uno no concibe que el Zoológico de Cali pueda ser una inmensa aula escolar donde se aprenda arte y orbanidad, o que en el Parque del Acueducto una chica se pueda formar en conocimientos de botánica, francés y emprendimiento, o que en la Colina de San Antonio se pueda aprender anatomía. Sin embargo, esos espacios hoy son el lugar en el que un grupo de niños y jóvenes se forman en diversos conocimientos en la capital del Valle en un proceso que se denomina educación sin escuela.
Martha Nubia Mosquera Daraviña es una entusiasta de este método de educación no formal. Un método de enseñanza alternativo en el que se prefiere educar a los niños lejos de los sistemas de formación tradicional o institucional.
Martha Nubia es licenciada en educación y en la actualidad realiza un doctorado en educación sin escuela, un tema poco tratado en Colombia, aunque hay muchas familias que lo desarrollan.
La educación fuera de las aulas tradicionales en las que un profesor habla y los chicos escuchan para aprender está cambiando en Colombia. Hay una tendencia a la educación sin escuela o educación en casa que no requiere de ir al colegio. Esta es una práctica que ya se realiza en países como Estados Unidos, Australia, Canadá y varios países de Europa con gran acogida.
En Cali, el grupo lleva ya tres años de actividades, y ha sido tal el éxito logrado que ya tiene un nuevo grupo en la ciudad y hay otros en Medellín y Bogotá.
“La idea es formar comunidades de aprendizaje pero que realmente puedan ser funcionales y que no se desborden por el número de personas ya que se perdería el propósito que se tiene” dice Martha Nubia al inicio de nuestra charla.
“Yo llevo 11 años con este proceso que inicie en Bogotá, una de las ciudades en las que más se ha hablado de educación sin escuela o homeschoolingcomo se le nombra en inglés. Hace tres años me viene a Cali en donde es mucho más nueva esta temática”.
La educación sin escuela, para quienes no lo saben, es la educación que se hace en familia y fuera del sistema educativo tradicional. Los que se han unido a este proceso lo hacen por diferentes razones: una de ellas es que no están de acuerdo con los currículos que se llevan en este momento a nivel nacional porque “vemos que los resultados que se están obteniendo no son los más óptimos” asegura.
“Otra de las razones, y es la principal es por la desvinculación que está teniendo el Estado en lo que tiene que ver con los valores y con el desarrollo emocional de los muchachos. Vemos muchas instituciones educativas con graves problemas de consumo y comercio de drogas, con bastantes dificultades en identidades de género, con demasiados problemas de convivencia, por esas y otras razones hemos decidido por la educación sin escuela”.
“En estos grupos, aunque priman las familias que pertenecen a alguna organización eclesiástica, también tenemos familias que no tienen ese elemento. Es común, pero no es un requisito para pertenecer a los grupos de educación sin escuela. En nuestro grupo de 40 jóvenes hay católicos, bautistas, cristianos, mormones, personas que no se congregan en ninguna iglesia, entre otros. Lo que sí prima es la educación en valores, respeto, convivencia y sobre todo la vinculación de la familia que es muy importante. En la escuela tradicional la educación de los chicos está muy desvinculada de la familia en cambio, en este proceso los padres hacemos parte de él, es decir, nosotros somos los compañeros de aprendizaje de nuestros hijos y cuando esto sucede la enseñanza a los chicos es diferente porque ambos estamos consultando, ambos estamos investigando, ambos estamos creciendo, y desarrollamos las consultas en equipo familiar. Es decir, con este método de aprendizaje los vínculos familiares se fortalecen” dice con gran entusiasmo.
¿Hacia dónde van los chicos que pasan por este proceso?, ¿qué se busca con esta formación?
“El principal propósito de este proyecto es que los chicos se encuentren a sí mismos, maximicen sus gustos, y los padres debemos estar pendientes de qué es lo que realmente a ellos les atrae para poderlos orientar y enfocar en eso que a ellos les apasiona. Esta es una educación muy libre que permite que tanto padres como hijos, puedan ser felices y además disfruten de lo que les apasiona”.
“En Colombia existe un decreto que permite que estos chicos que realizan la educación sin escuela, puedan ser bachilleres como cualquiera que hubiese pasado por un colegio regular; el único problema que hoy existe es que tienen que tener 18 años cumplidos para poder presentar el Icfes. Por ese lado no hay inconveniente, presentan el examen y el Icfes les expide los certificados para que puedan ingresar a la universidad en caso de que ellos lo deseen”.
“En caso contrario, ellos pueden seguir lo que les guste y ser empíricos autodidactas. A eso debe llegar la educación, a que uno se pueda convertir en una persona dueña de su propio aprendizaje y sea uno también quien lo guíe”.
La academia formal tiene profesores, ¿cómo funciona esto en la educación sin escuela?
“Como somos una comunidad de aprendizaje, cada uno de los padres, tiene una experticia en algo. Por ejemplo, nosotros tenemos personas que nos dan clases de arte porque son artistas profesionales, de oficio. Hay otros que nos dan clases de emprendimiento porque tienen sus propias empresas. En esto difiere con la academia que alguien te da una clase de emprendimiento y quien te imparte el conocimiento nunca ha tenido una empresa. Acá los que dictan las clases han vivido y tenido la experiencia”.
También hay padres que dan idiomas como segunda lengua: francés e inglés. Así mismo, nos apoyamos del Estado, ya que tenemos la Biblioteca de la Secretaría de Cultura con la que hemos desarrollado tres proyectos. Con ellos y con la Red de Bibliotecas tenemos un paso muy interesante en el que las Bibliotecas se han vinculado a todo nuestro proceso. Este es un gran apoyo que hemos recibido. También trabajamos con la Ludoteca en donde realizamos actividades artísticas y en este momento estamos haciendo algunos montajes sobre folclor nacional y sobre la Salsa que es el tema de nuestra región para futuras presentaciones que tendremos, tanto acá como en el exterior.
¿Cuál es la reacción de la academia formal frente a estos procesos de educación sin escuela?
“Hay dos miradas: muchos se maravillan con que esta forma de educación se pueda llevar a cabo, porque desconocen que esto se puede hacer pues Colombia hay un gran desconocimiento de estas alternativas educativas porque se piensa que la única manera de educarse es dentro de una escuela. Nosotros estamos comprobando que no es la única alternativa, y que la educación sin escuela es una opción para que nuestros hijos realmente puedan ser felices y desarrollarse de la manera que ellos lo desean”.
“La otra mirada tiene que ver más con la parte económica. Es decir, muchas instituciones educativas en especial las privadas, no comparten esta idea porque obviamente se les van sus clientes. Algunos nos ven como una amenaza”.
“Otros, nos ven como sus consumidores y voy a mencionar de manera puntual las plataformas virtuales. Cuando un padre decide educar sin escuela, muchos no saben por dónde empezar. Es ahí donde las plataformas virtuales toman poder y les dicen: nosotros les tenemos los currículos, y los ofrecen los cursos, de todos los grados y para todas las edades, pero por ahí tampoco es el camino, porque los currículos nacionales, no están llenado las expectativas a nivel mundial”.
“Colombia en pruebas PISA de 72 países ocupa el puesto 64, esto quiere decir que los currículos no están llenando las expectativas. Recientemente en una reunión nos dieron el siguiente dato: La Universidad de Los Andes, es la que primero aparece en el ranking en el puesto 131, y son 194 países, entonces, eso quiere decir que los currículos que se están ofreciendo en la parte básica y en la parte superior, no funcionan. La Universidad nacional aparece de 151. Esto lo que determina, de alguna manera, es que la educación en Colombia es de baja calidad”.
¿Un chico que realiza este proceso como asume luego la realidad social, es decir, la exigencia de títulos y demás?
“Los muchachos con este proceso se empoderan tanto de sí, de sus saberes, de sus experiencias, de sus valores, de su autoestima, que realmente, la mayoría no busca ir a las universidades. Muchos son los que van, pero muchísimos otros no, porque han descubierto, desde que tienen 12 años, lo que les apasiona, lo que les gusta y por ahí se van. A veces llega a ser contraproducente cuando van a las universidades porque estas lo que venden es la concepción de ser empleados. Acá los muchachos salen con la mentalidad de ser empresarios, de innovar, de crear y eso no se los va a dar la academia. Lamentablemente, la academia, prepara empleados, aquí preparamos gente con espíritu empresarial”.
“Nuestra Escuela ha crecido: en Cali ya tenemos dos. Además, una en Bogotá y otra en Medellín. A todos nos une el compartir las experiencias, pero cada región tiene su forma de organizar las actividades y los sitios en donde las realizan. Lo que yo le digo a las coordinadoras que tenemos en cada ciudad es que mapeen su localidad y se den cuenta en qué lugares les pueden ofrecer muchas de las cosas que los chicos necesitan para su formación ya que varían los intereses de región a región”.
“Hay una sola cosa que si nos identifica y es nuestra insignia que es “Amigos del Planeta”, ese es un proyecto que desarrollamos en todas nuestras comunidades, porque lo que queremos promover en nuestros hijos es que sean amigos del planeta que sean consecuentes, que colaboren con la parte ambiental de nuestra nación”.
¿Cómo están operando en Cali para tener una idea de lo que hacen?
“Todos los lunes nos reunimos en el Zoológico de Cali en donde desarrollamos los temas referentes a la fauna y a la vida salvaje. Para complementar tenemos las clases de arte que se enfocan de acuerdo a lo que estemos estudiando: si es peces pues lo artístico va a tener que ver con los peces, ahora estamos en las aves y lo que se hace en arte, es con respecto a esa temática. También tenemos la clase de urbanidad ya que el espacio se presta por lo acogedor”.
“Los martes nos vamos al Parque del Acueducto en donde desarrollamos otras tres temáticas: francés, Botánica y Emprendimiento”.
“Los miércoles nos reunimos en la Biblioteca de la Secretaría de Cultura. Este año en particular vamos a tener una salida a Europa. Vamos a visitar cuatro países, Italia, Francia, España y Alemania. Desde esa perspectiva la Red de Bibliotecas ha organizado un proyecto en el que cada dos meses nosotros estudiamos uno de esos países: historia, cultura, etc.”.
“Los días jueves, nos reunimos en La Colina de San Antonio para la clase de anatomía, que nos la da una mamá experta en el tema”.
“Las temáticas acá son diferentes, no es el profesor típico de una clase que da una cátedra y los demás copian. No; aquí se hacen asignaciones. Cada uno de los niños tienen una asignación para la clase que se va a estudiar, si por ejemplo, vamos a estudiar músculos, cada uno tiene asignación: músculos del pie, de la cara, del pecho etc. y cuando ellos llegan al encuentro o la clase, van es a compartir sus aprendizajes, lo que han consultado. La maestra, refuerza y da conocimientos adicionales, es decir, el conocimiento es colectivo y nos gusta porque es un aprendizaje de experiencias pero también colectivo”.
“Este día también tenemos el acompañamiento de la Secretaría de Deportes que nos ha asignado dos licenciadas en educación física para ayudarnos en lo que tiene que ver con el acondicionamiento físico de los muchachos. Esto nos parece muy bueno ya que vemos como el Estado se empieza a articular con los procesos que nosotros estamos realizando. Ese día también hay clases de inglés”.
“Los viernes estamos en la Ludoteca que es de la Secretaría del Deporte, y teniendo en cuenta que vamos a realizar nuestro viaje a Europa con ellos estamos montando todo lo que es folclor nacional y obviamente la Salsa que es lo de la región. Esto es un plan transversalizado, que cuenta con la experiencia de los que imparten los conocimientos ya que contamos con el apoyo de muchas personas que son profesionales en diversas áreas”.
¿Qué le cuesta a un padre de familia este tipo de educación para sus hijos?
“Nuestro proceso no tiene ningún costo, nadie paga una mensualidad. Lo que le cuesta al padre de familia es el transporte de su hijo a los lugares en los que se desarrollen las actividades. De resto entre todos nos colaboramos, nos apoyamos y participamos.
¿Cómo se vincula un padre de familia que le llame la atención de este proceso para sus hijos?
“Lo primero es que debe tener tiempo para su hijo y desescolarizar la mente. Disponibilidad de tiempo porque los padres acompañan a sus hijos a los distintos lugares ya que esta es una educación en familia, porque como nosotros no somos colegios, la seguridad depende de cada familia”.
“Y en lo que tiene que ver con desescolarización de la mente, es básico, porque muchos de los padres de familia, siempre están preocupados por el diploma, por el certificado, y ese es el tema diario de quienes llegan a educación sin escuela. Porque el mundo nos ha hecho pensar que solamente por medio de un certificado se puede ser, cuando no es así: se puede ser sin tener un diploma”.
“Una de las cosas que quisiera destacar de este proceso de educación sin escuela es la importancia de generar vínculos afectivos en el aprendizaje de nuestros hijos, esos vínculos no solamente se dan entre padres e hijos sino con los otros niños”. “Como todos los chicos están juntos, el niño de 4 años puede establecer una conversación con el de 10 o con el de 14; aquí todos nos cuidamos. No existe esa división de que los de 7 años solo comparten o hablan con los de su misma edad aquí se socializa a todo nivel”.
“Siempre hemos pensado que es el Estado el que garantice la educación pero la experiencia nos dice que el Estado no garantiza, la educación para nuestros hijos y menos que sea de calidad. Somos los padres quienes debemos estar al frente mientras eso se llega a dar”.
“Nosotros como comunidad de aprendizaje estamos siempre dispuestos a compartir con colegios y escuelas del sector oficial y de educación tradicional, todas las experiencias que nosotros tenemos porque sabemos que esto puede abrir sus mentes y ofrecerles a este tipo de educación tradicional otra posibilidad de hacer su ejercicio en la práctica pedagógica”.
¿Y qué piensa la academia formal al respecto?
“Las Universidades se están repensando respecto a qué es lo que está pasando con la formación que ellos están dando a sus profesionales para que muchas familias estén decidiendo sacara a sus hijos del colegio. Razona: si los padres los están sacando es que los profesionales que estamos formando no dan satisfacción a lo que realmente se está necesitando. Esa es una reflexión muy interesante y muy madura. Los colegios privados nos miran como competencia pues muchos de sus clientes están optando por la educación sin escuela”.
“La educación sin escuela se le está mirando como la manera de transformar la educación pues con este proceso el aprendizaje es más educativo, vincula a la familia, no interesa un diploma sino que los chicos puedan ser. En el mundo, esto ha ido tomando mucha fuerza ya que los padres están buscando otras opciones de educar a sus hijos en donde sean respetadas sus creencias, sus valores, la dinámica familiar”.
Fuente: https://www.las2orillas.co/educacion-sin-escuela-otra-opcion/