Por Magdalena Cabrera
Educación Tercearia
El Mico del sistema nacional de educación terciaria.
Por: Paola Galindo.
En el mes de enero las alarmas de la Comunidad educativa y científica de las Instituciones de Educación Superior del país se encendieron a causa del anuncio, por parte de los Ministerios de Educación y del Trabajo, de implementar vía Fast Track el Sistema Nacional de Educación Terciaria (SNET) y el Marco Nacional de Cualificaciones (MNC), bajo el argumento de desarrollar el punto de educación rural de los acuerdos de paz.
En el marco de esta coyuntura, se adelantó una Audiencia Pública sobre el tema convocada por el Representante a la Cámara del PDA, Víctor Correa, en la que, en consideración de los argumentos expuestos por la comunidad académica, el Ministerio de Educación Nacional echó para atrás su intención de presentar esta iniciativa empleando la vía rápida de implementación. Lo que no moderó fue su postura frente a la necesidad de un sistema de Educación Terciaria, orientación consignada tanto en la política pública de educación superior 2034 como en el Plan Nacional de desarrollo.
La propuesta de implementar el Sistema Nacional de Educación Terciaria no es una novedad, es apenas la reglamentación de algo que viene sucediendo «de hecho» y que en palabras del profesor Andrés Felipe Mora bien puede resumirse de la siguiente manera: “La expansión de la educación superior en Colombia se ha fundamentado en el estímulo a niveles educativos distintos a los estudios universitarios y se ha correspondido con la estructuración de un sistema de educación terciaria segmentado y jerárquico (…)” (Mora, 2016: 47).
Así por ejemplo, y teniendo como fuente datos del CESU (2014) y las proyecciones del DANE (2005), mientras que en “(…) el año 2002 del total de la matrícula de Educación Superior la educación técnica y tecnológica representaba el 19,5%. Para el año 2014 ese porcentaje ascendió a un 37,1%; [Por otro lado] mientras que en el año 2002 la matrícula en educación profesional ascendía al 80,5%, en 2014 disminuyó a 62,9% (Mora, 2016:47).
Este comportamiento de la matrícula en Educación Superior no es azaroso, es producto de una tendencia histórica de reproducción de esquemas de desigualdad, en la que las familias con menores ingresos se conducen obligadamente a los segmentos educativos de educación y formación para el trabajo, mientras que, quienes tienen la capacidad adquisitiva o en su defecto, de endeudamiento, acceden a los segmentos más altos.
¿Cuáles son las razones de esta situación?: el lugar dónde se nace, la pertenencia étnica o cultural y los ingresos económicos determinan la modalidad de la educación superior a la cual se ingresa.
El SNET sin duda refuerza esta tendencia ya que todos los términos, procesos o niveles de enseñanza superior son subsumidos a la Categoría de
«Educación Terciaria», es decir se equipara «Educación Superior» con la «Educación terciaria» al definir esta última como “Toda aquella educación y formación, posterior a la educación media, [comprendiendo] los programas educativos y formativos de los niveles de pregrado y posgrado” (Proyecto de Decreto Ley SNET, 2017).
De este modo la educación para el trabajo es la categoría estructurante del sistema y el criterio de definición del conjunto de la oferta educativa y del proceso de evaluación de la calidad sin garantizar posibilidad de elección, esto es, que incluso en las áreas más alejadas del país –aquellas denominadas áreas rurales dispersas-, se cuente con el total de la oferta educativa y con la posibilidad de acceso, por igual, a cada una de ellas.
Que las universidades campesinas y los componentes de investigación sean posibles en estas áreas dónde el conflicto ha actuado con fuerza, permite que la creatividad sea la alternativa que haga florecer elecciones voluntarias y no imposiciones del mercado.
Fuente: http://www.contagioradio.com/el-mico-del-sistema-nacional-de-educacion-terciaria-articulo-37562/
Imagen: http://www.contagioradio.com/wp-content/uploads/2017/03/acuerdo-superior-770×400.jpg
Colombia: El país busca la ruta para la formación terciaria.
América del Sur/Colombia/28.02.2017/Autor: Mario A Duque C Fuente: http://www.elcolombiano.com/
Desde el año pasado, cuando la entonces ministra de Educación Gina Parody presentó el Sistema Nacional de Educación Terciaria (Snet), el país ha estado buscando la manera de darle vida a esta propuesta.
En la reciente Cumbre Concordia Américas Bogotá, la actual ministra, Yaneth Giha, señaló que el gobierno continúa buscando rutas educativas para que técnicos y tecnólogos puedan seguir formándose, que es parte fundamental de la propuesta y es, también, su punto crítico, como lo ha señalado el rector de la Universidad Nacional Ignacio Mantilla, quien además se opone a la inclusión de una propuesta de modificación del sistema de educación superior por la vía del llamado fast track.
Según datos del Ministerio de Educación, en el país hay 2.534 Instituciones de formación para el Trabajo y el Desarrollo Humano, que ofrecen 14.056 programas y cuentan con una matrícula de 1.141.082 estudiantes. El dilema que se plantea es cómo lograr que esos graduados puedan articularse con el ciclo de educación superior y continuar su proceso de formación. Para el Gobierno la solución es la implementación del Snet.
Rafael Aubad, presidente de Proantioquia, señala en una reciente columna en este diario que “el 50 por ciento de los empleadores encuestados manifiestan dificultades para encontrar el talento humano requerido en sus entidades” y señala que el Sistema Nacional de Educación Terciaria puede ser una parte de la solución, aunque reconoce que es necesario “un gran acuerdo social para definir lo que en términos prácticos esperamos del sistema de educación”.
Fuente: http://www.elcolombiano.com/colombia/educacion/el-pais-busca-la-ruta-para-la-formacion-terciaria-GX6022910
Imagen: http://www.elcolombiano.com/documents/10157/0/580×387/0c11/580d365/none/11101/FRLJ/image_content_28112500_20170223185432.jpg