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Entrevista: Profesores Roberto López Sánchez y Lino Meneses responden al Ministro César Trómpiz «Sin dudas está en curso una reforma neoliberal de la educación universitaria en Venezuela»

A raíz de la nota de prensa de aporrea.org en la que «Profesores Universitarios se pronuncian ante la eliminación de las Carreras Humanísticas«, se produjo una repuesta en la que el Ministro César Trómpiz desmiente el cierre de carreras en una entrevista realizada por Unión Radio y publicada también por este medio.

Debido a la inmensa importancia de lo que ya es un debate público de alto interés en cuanto a la concepción y orientación de la formación educativa, desde Aporrea pudimos contactar y conversar con dos profesores universitarios Roberto López Sánchez de la Universidad del Zulia (LUZ)[i] y Lino Meneses de la Universidad de los Andes (ULA)[ii] firmantes del citado Pronunciamiento y a quienes le hicimos las siguientes preguntas:

Aporrea: El Ministro Trómpiz ha respondido al pronunciamiento crítico que ustedes han publicado denunciando la no priorización de las carreras humanísticas en el currículum nacional. Específicamente el ministro ha dicho que ustedes se mantienen en una «universidad rentística» y el país debe ir a una «universidad productiva».

Prof. Lino Meneses: Lo primero que debemos dejar claro es que nuestro pronunciamiento lo hacemos en base a un documento emanado del Ministerio que preside el Sr. Ministro Trómpiz, titulado: REDIMENSIÓN DEL SISTEMA NACIONAL DE INGRESO UNIVERSITARIO, BASADO EN LA REACTIVACIÓN DEL APARATO PRODUCTIVO NACIONAL en la cual se deja claro en el documento en cuestión, que se va a priorizar, cito textualmente: «el ingreso de nuevos estudiantes a las carreras y/o programas relacionados con la economía productiva, de acuerdo a las necesidades de formación de la nación. Es por ello que se estableció la oferta de 15 carreras base en las áreas prioritarias, 21 carreras derivadas y 109 complementarias, las cuales constituyen la nueva oferta académica 2021». Lo que hemos planteado parte del análisis del contenido de ese documento y de la realidad que viven no solo los profesores, trabajadores y estudiantes universitarios, sino todas las familias venezolanas que de una u otra manera están vinculadas a la vida universitaria, bien sea por que tengan a sus hijos cursando una carrera universitaria o un familiar que trabaje en una institución universitaria pública del país, de tal manera, que lo que hemos plateado en este pronunciamiento no tiene nada que ver con que si defendemos una «universidad rentística» o estemos en contra de una «universidad productiva».

El ministro pretende evadir el debate planteado sobre la redimensión del sistema nacional de ingreso, levantando un discurso que busca polarizar en base a un juego dicotómico ―universidad rentística y universidad productiva ― que pretende enmascarar lo que en la realidad práctica significa dar prioridad o preferencia a un grupo de carreras universitarias en detrimento de otras.

Cuando se revisa el documento emanado por el ministerio que preside el Sr. Cesar Trómpiz observamos que en las 15 carreras prioritarias, las 21 carreras derivadas y 109 complementarias, no se encuentran carreras trascendentales para la construcción de conocimientos alternativos al conocimiento noratlántico que nos permita subvertir el neocoloniaje que todavía vivimos, nos referimos a la antropología, la sociología, la historia, la arqueología, la geografía, la educación, entre otras.

Ahora bien, en relación a la «universidad productiva» que menciona el ministro, nosotros, me refiero los firmantes del pronunciamiento que hemos llamado: LAS CARRERAS UNIVERSITARIAS Y LA RESOLUCIÓN DE LAS NECESIDADES DEL PUEBLO Y LA NACIÓN dejamos claro que toda actividad productiva a desarrollar en Venezuela requiere de una visión científica y humanística que la haga viable y perdurable. De tal manera, que creemos que es de suma importancia mancomunar esfuerzos multidisciplinarios que nos permitan ejecutar los proyectos productivos en nuestro territorios, para tal fin se requieren del concurso de antropólogos, sociólogos, historiadores, geógrafos, comunicadores sociales (que no solo es periodismo), trabajadores sociales, psicólogos, y demás profesionales que aporten diagnósticos, explicaciones y propuestas vinculadas y en armonía con el escenario productivo que se ejecuta. Un proyecto productivo, por ejemplo turístico, por solo mencionar uno, que no tome en cuenta los recorridos históricos, la identidad cultural, los acervos patrimoniales, los procesos culturales existentes, las variables geográficas y la realidad social en general, difícilmente podrá responder a las necesidades de la Nación y por tanto nunca podrá constituirse en «la solución de los problemas del pueblo».

Prof. Roberto López: El Ministro Trompiz tiene el mismo discurso de los funcionarios del Banco Mundial que en 1996 vinieron a Venezuela a impulsar su modelo de educación universitaria neoliberal, subordinada a las necesidades del gran capital mundial. El centro del debate es si las universidades se deben subordinar al modelo productivo existente en un país determinado de la periferia capitalista, o si deben promover un modelo productivo que tienda a la soberanía económica de ese país. Si los países de escaso desarrollo industrial, como es el caso de Venezuela, se restringen a impulsar un modelo universitario y de producción científico-técnica que esté vinculado exclusivamente a los proyectos productivos en ejecución, digamos la explotación petrolera y la explotación minera, pues nuestra dependencia económica se prolongaría de manera indefinida en el tiempo, que es precisamente lo que le conviene a las grandes empresas multinacionales, sean estas estadounidenses, europeas, chinas o rusas. Pues nunca podremos adquirir capacidades científico-técnicas y político-culturales que nos permitan diversificar nuestras capacidades productivas, alcanzar la soberanía alimentaria, sustituir importaciones, y hasta generar nuevos productos de exportación no tradicionales.

Por ello es que hemos sostenido por décadas, recuperando las ideas de los teóricos de la dependencia, que el modelo universitario a desarrollar tiene que fundamentarse en dar respuestas a las necesidades del pueblo venezolano, incluyendo aquí las necesidades de la nación en cuanto a su desarrollo económico inmediato, pero sin limitarse a eso. Por ejemplo, la explotación minera, tanto de oro, diamantes y coltán en el estado Bolívar, como la del carbón en el estado Zulia, afectan a numerosas comunidades indígenas que habitan en dichos territorios; esos proyectos productivos requieren de investigaciones antropológicas, y de impacto ambiental, que establezcan normas que guíen la actuación de las empresas nacionales y extranjeras involucradas en dichas explotaciones, para evitar afectar las condiciones de vida y el medio ambiente de esos pueblos indígenas.

De ahí que el impulso de un plan económico minero, como pretende el gobierno de Maduro, no se reduce a formar ingenieros de minas. Esa visión que defiende el ministro es la visión propia de las grandes multinacionales mineras y petroleras, que históricamente han exigido que los países receptores de sus inversiones aporten el personal profesional y técnico necesario para ejecutar dichos proyectos mineros o petroleros. Es el modelo dependiente que en el plano educativo se promovió desde Estados Unidos después de la segunda guerra mundial, siendo James Dewey uno de sus principales teóricos. Es un modelo que prolonga hasta el infinito la dependencia, pues reduce a las universidades a resolver las necesidades de cuadros profesionales científico-técnicos que requieren las multinacionales. En los objetivos e intereses de todas las grandes empresas capitalistas, incluyendo aquí a las chinas y rusas, no aparece por ninguna parte garantizar las necesidades y el bienestar del pueblo venezolano.

Esas empresas persiguen mantener el monopolio tecnológico, y por tanto la creación de nueva tecnología y la formulación de nuevos proyectos productivos en áreas que no sean de interés a las multinacionales pero que sí sean prioritarias para resolver las necesidades del pueblo, debe ser una responsabilidad del estado y de las universidades venezolanas. Responsabilidad de un estado y de unas universidades que tienen que estar sujetas a la respectiva contraloría institucional y social, para evitar que determinadas élites en el poder del estado o que controlen las universidades, ignoren sus responsabilidades patrióticas y éticas, como ocurre actualmente.

Por estas razones, el discurso del ministro Trompiz al defender la «universidad productiva» se debe traducir en que desea formar los profesionales en áreas científico-técnicas para garantizar las necesidades de las multinacionales que invierten en Venezuela. Ese discurso tiene más de 60 años, y fue la inspiración de la creación de universidades como la Simón Bolívar (1969), que precisamente fue la respuesta que las elites adeco-copeyanas dieron a la rebelión estudiantil y profesoral conocida como La Renovación, desarrollada entre 1966 y 1970. La Renovación buscaba colocar a las universidades al servicio de las necesidades del pueblo y del desarrollo económico soberano. En contrapartida, la USB fue creada bajo un modelo tecnocrático a imitación del Instituto Tecnológico de Massachusets (en Estados Unidos), que sólo oferta carreras de ingeniería y ciencias básicas. Trompiz repite ese mismo discurso tecnocrático que prioriza las carreras científico-técnicas y deja por fuera todas las carreras de formación humanística. Trompiz podrá ser joven, pero su pensamiento es el mismo de Rafael Caldera.

En una declaración reciente en la cual el ministro intenta responder a nuestro documento-denuncia, afirma que él no cerrará ninguna carrera humanística, pues cuando salga del cargo que ocupa piensa convertirse en empresario, y que en ese caso «ningún administrador, al cual le hayan cerrado la carrera, querrá ir a trabajar en su empresa». Aquí tienen al pretendido «revolucionario» que tiene por norte el ser empresario. Obviamente, empresario capitalista. Porque no dijo cooperativista ni nada que se diferencie. Es un buen ejemplo de que la «revolución socialista» de Maduro es puro discurso, para los incautos, y que realmente está en ejecución una reforma neoliberal en todos los órdenes de la sociedad.

Aporrea: El ministro Trómpiz ha dejado claro que el gobierno no ha decretado el cierre de ninguna carrera humanística. Que sólo buscan priorizar las necesidades profesionales acordes al plan de desarrollo de la nación.

Prof. Roberto López:  Es que el cierre de la formación humanística se viene produciendo desde hace años, al excluir a todas las disciplinas humanísticas de las áreas de investigación prioritarias definidas por la ONCTI. Todas las carreras universitarias son un compendio de docencia, investigación y extensión. Sin investigación priorizada en el área humanística no pueden existir carreras humanísticas. Si un equipo multidisciplinario de antropólogos, sociólogos e historiadores, para poner un ejemplo, propone un proyecto de investigación que estudie la situación de las comunidades populares y/o indígenas afectadas por la explotación petrolera/minera, pues el gobierno ha negado y sigue negando todo financiamiento a proyectos de contenido humanístico. Esta es una forma de cortar el desarrollo de las carreras en el área de ciencias sociales. Si no existe investigación en el área específica, las universidades se equiparan a un liceo.

Personalmente hemos investigado durante más de 20 años los movimientos sociales venezolanos, por considerarlos los motores de los cambios sociopolíticos desarrollados en el último siglo. Particularmente estudiamos al movimiento estudiantil y al movimiento obrero en Venezuela. Esta área de investigación, que abarca la historia, la sociología, la antropología y las ciencias jurídicas y políticas, no es prioritaria para Trompiz y Maduro, pero si es de suma importancia para el futuro del movimiento de trabajadores y del movimiento estudiantil en Venezuela. Son investigaciones al servicio de las grandes mayorías sociales, pero que por supuesto en nada interesan a una multinacional china que venga a explotar oro en el arco minero, o a la Chevron-Texaco que viene a explotar petróleo. En contrario, esas empresas estarán sumamente interesadas que no se aparezcan nunca en sus áreas de explotación científicos sociales que intenten dar argumentos a las comunidades y a los trabajadores para que defiendan mejor sus derechos.

Por otra parte, en nuestro documento publicado en aporrea y otros portales, le exigimos a Trompiz y a Maduro que aclaren si la no priorización de las carreras humanísticas se extiende a negar presupuestos para reposición de cargos docentes, administrativos y obreros en esas carreras, y si implica también una negativa a otorgar cupos estudiantiles destinados a esas carreras. Porque de ser así, aunque no se decrete un cierre inmediato, está condenando a las humanidades a la muerte lenta.

La actual rectora encargada de LUZ, Judith Aular, dijo recientemente que la no priorización de las carreras humanísticas se «limitaba» a las 46 nuevas universidades que ha creado el gobierno en tiempos recientes. Si en los años 70 el movimiento estudiantil revolucionario denunciaba que una sola universidad creada por el estado, la USB, estaba concebida como una institución tecnocrática, al servicio de las empresas públicas y privadas, nacionales y extranjeras, con mucha más razón hay que reaccionar ahora cuando el estado venezolano ha creado no una sino 46 nuevas universidades tecnocráticas, en las cuales ni se asoma la formación humanística.

Trompiz y Maduro creen que maniobrando con las palabras van a engatusar al pueblo venezolano. Suena muy bonito hablar de «universidad productiva». Que da a entender que desde las actuales universidades no se produce nada. Nosotros hemos generado durante más de 20 años toda una serie de «productos» académicos vinculados estrechamente con las necesidades del pueblo venezolano. Entre ellos podemos mencionar 8 diplomados en Formación Sindical, Consejos de Trabajadores y Prevención Laboral, realizados con dirigentes y activistas sindicales de distintas áreas aquí en Maracaibo. Ocho diplomados en Consejos Comunales que realizamos en conjunto con Fundacite, en municipios como Mara, Guajira, Maracaibo y La Cañada de Urdaneta. Junto con ello 50 seminarios y foros sobre temas de interés general, como Marxismo y Antropología, Crisis Económica Mundial, Crisis Política en Venezuela, Protagonismo Popular en la Historia de Venezuela, Movimientos Sociales y Lucha de Clases en el Siglo XXI, Movimientos Estudiantiles en Venezuela, y Desarrollo Histórico del Movimiento de Trabajadores en Venezuela. Junto con ello hemos publicado unos 40 artículos en revistas científicas y 15 libros que resumen todas esas investigaciones realizadas, todas muy pertinentes para el desarrollo del movimiento popular en Venezuela. Realizamos dos congresos internacionales de Historia Inmediata (en 2008 y 2011), además de contribuir como tutores a numerosas tesis de pregrado y posgrado en el área de Historia y Ciencias Políticas.

Las universidades venezolanas producen ciencia, tecnología, cultura, y nuevos profesionales. Esa es la función básica de las universidades en todo el mundo. Dependiendo de cómo se oriente esa investigación, esa formación docente y esa política de extensión, los productos de la universidad redundarán en beneficio de las grandes mayorías sociales, o simplemente servirán para mantener en el poder a élites político-económicas que se burlan de las necesidades populares y sólo buscan su propio beneficio como socios menores del capital multinacional.

Prof. Lino Meneses: Si, el gobierno no ha decretado el cierre de ninguna carrera humanística; sin embargo, cuando no le da prioridad para atender los planes del desarrollo de la nación a las ciencias sociales y humanísticas, nos indica que en lo práctico los presupuestos estarán dirigidos, para utilizar sus propias palabras, a las carreras priorizadas, derivadas y complementarias, trayendo como consecuencia el cierre técnico de todas carreras humanísticas y sociales que no entraron en la carreras priorizadas.

Ya esto lo hemos visto antes cuando dejan de ser prioritarias las líneas de investigación o alguna ciencia cesan los financiamientos, se congelan los presupuestos y cuando se deja de financiar y/o otorgar presupuestos para el funcionamiento, se empiezan a cerrar las puertas, ya tenemos experiencia en esto, solo basta con recordar cuando se empezaron a implementar las líneas de investigación prioritarias para ser financiadas por el FONACIT y luego por el ONCTI, los proyectos ubicados en el campo de las humanidades y las ciencias sociales ni siquiera podían aplicar por que no eran prioritarias, también pasó lo mismo con las revistas científicas del país que dejaron de ser prioritarias y le cortaron los financiamientos que venían desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología y hoy sobreviven gracias al trabajo heroico de sus editores/as, de los universitarios que se encuentran al frente de los repositorios institucionales y de las comisiones de publicaciones de las universidades.

Aporrea: ¿Cuáles son los principales problemas a resolver para garantizar la permanencia de las universidades venezolanas y que puedan aportar a la solución de la grave crisis nacional?

Prof. Lino Meneses: Tal como lo indicamos en el documento, las universidades venezolanas, incluyendo las recién fundadas por el gobierno, atraviesan una profunda crisis presupuestaria, agudizada por la grave crisis económica que vive el país, que atenta severamente contra ellas y contra la razón de ser de las universidades como instituciones productoras de los conocimientos necesarios para emprender cualquier proyecto verdadero de nación y formadoras de los hombres y las mujeres que contribuirán profesionalmente con el futuro de la misma.

Entre los problemas a resolver está el fin del cerco presupuestario aplicado sistemáticamente por el gobierno nacional que ha llevado a casi la paralización de las instituciones de educación superior en tanto que la inexistencia de recursos económicos ha trastocado de manera grave el funcionamiento de facultades, escuelas, programas académicos y de investigación, revistas científicas y programas deportivos y culturales en general que se desarrollaban en las universidades venezolanas.

Este cerco presupuestario ha contribuido a la desaparición casi total de las capacidades científicas en todos los campos del conocimiento, el desmantelamiento de los laboratorios y de las bibliotecas. Este cerco presupuestario ha contribuido a que los docentes, empleados y obreros cobren un ‘salario 0’, que no se resuelve con la bonificación del salario mensual, que ha contribuido a una diáspora de docentes e investigadores y trabajadores en general hacia otros países o hacia otras actividades laborales distintas a la universitaria como nunca antes habíamos visto en la historia de nuestro país.

Entre los problemas que tenemos que resolver está la grave crisis económica que estamos padeciendo los venezolanos y las venezolanas que ha contribuido a la migración masiva de jóvenes estudiantes hacia el exterior del país, o abandono de los estudios por incapacidad de sus familias costearles sus estudios.

Las universidades venezolanas ha hecho y siguen haciendo aportes sustantivos para la solución de la grave crisis nacional económica y social por la que atraviesa nuestro país, ejemplos sobran, para citar uno de ellos podemos mencionar la ejecución en años recientes del Proyecto Paleoarqueológico del Llano del Anís en estado Mérida donde los antropólogos del Museo Arqueológico de la Universidad de Los Andes, institución de la cual formo parte, promovimos la participación comunitaria para la apertura de un parque arqueológico que tenía como finalidad la conservación del patrimonio paleoarqueológico de la nación y el manejo de este patrimonio por parte de la comunidad con fines educativos y de explotación turística.

Entre los aportes más grandes de nuestras universidades para la solución de los problemas del país tenemos los esfuerzos gigantescos, ralentizados por la crisis económica que vivimos y la falta de presupuesto, para formar a los: médicos que día a día laboran en los hospitales públicos venezolanos, odontólogos/as, Licenciados/as en educación, los ingenieros e ingenieras, los/las bioanalistas, farmaceutas, nutricionistas, geógrafos/as, y antropólogos/as, sociólogos/as e historiadores/as que día a día trabajamos en proyectos culturales vinculados a centros urbanos, centros educativos, grupos étnicos, minorías culturales, a la protección del patrimonio histórico y cultural de la nación, a la salud, y todos aquellos proyectos que contribuyen al fortalecimiento de las identidades locales, regionales y de la identidad nacional .

Prof. Roberto López: Uno de los problemas a resolver es el del salario de los universitarios, y de los trabajadores en general. Actualmente el salario mínimo es menos de un dólar mensual. Un profesor titular con 26 años de experiencia y prima doctoral, apenas llega a los cinco dólares mensuales, como es mi caso. Esas escalas salariales son las más bajas de Latinoamérica y probablemente en todo el mundo. Nadie puede siquiera asistir al trabajo con ese salario; tampoco puede alimentarse el profesor ni su familia. No hablemos de adquirir equipos electrónicos indispensables para la docencia, como computadoras y teléfonos inteligentes, además de pagar la mensualidad del servicio de internet, cuyos precios más «económicos» andan por los 20 dólares mensuales.

Por cierto, ese plan tecnocrático de priorizar las carreras de ingeniería tiene muy pocas posibilidades de viabilidad pues no van a encontrar profesores capacitados en el área de ingeniería para dictar los cursos respectivos. Desde hace una década aquí en LUZ todos los concursos para docentes en ingeniería quedan desiertos. Ahora que ni sueldo hay con más razón quedarán desiertos los llamados a concursos docentes en esa área.

A menos que el gobierno recurra a la ya conocida piratería de la que suelen hacer gala hasta por televisión, y habrá que cuidarse de entrar en un futuro a esas construcciones que resulten de esos «proyectos productivos», no vaya a ser que se derrumben.

Hay que resolver la cuestión del financiamiento a las universidades, y particularmente el financiamiento a la investigación en todas las áreas. Como ya dijimos, sin investigación la universidad se equipara a un liceo. Venezuela ha descendido en picada en su capacidad de producción de conocimiento en todas las áreas, y hoy en día estamos muy por debajo de todos los países latinoamericanos. Cuando un investigador no tiene ni para los pasajes para asistir a su lugar de trabajo, pues menos podrá asistir a congresos científicos y cursos de formación dentro y fuera de Venezuela, indispensables para mantenerse actualizado en un mundo global que cada año avanza a pasos agigantados en las ciencias exactas y también en las ciencias sociales.

Hay que garantizar la protección de lo que queda de infraestructura física en las universidades, las cuales han sido prácticamente desmanteladas por los continuos saqueos, primero en 2019 durante los apagones, y ahora en esta larga cuarentena. Aquí en LUZ los saqueadores arrasaron con el edificio del Rectorado viejo, y se llevaron como cien computadoras y otros equipos de las oficinas de recursos humanos y nómina, entre otras; además de saqueos constantes en todas las facultades.. Debe haber sido un saqueo con decenas de participantes y varios camiones, y llama la atención que los cuerpos policiales se enteran es al día siguiente. Además de proteger lo que aún queda de oficinas y laboratorios universitarios, habrá que resolver el nuevo equipamiento de todos los espacios saqueados.

Está la cuestión de la migración juvenil, y la incapacidad de las familias venezolanas de mantener a sus hijos estudiando en las universidades. Por una parte, implica resolver el «salario cero» que condena a la hambruna a casi todos los venezolanos. Por la otra, aprobar becas suficientes para los estudiantes y garantizarles también comedores y transporte.

Hay que decir que si las universidades siguen trabajando es por la voluntad particular de sus profesores y empleados, que trabajamos prácticamente gratis, mientras podamos. Me consta que Lino Meneses ha hecho esfuerzos por continuar publicando la revista de Antropología de la ULA, como también hacen varios profesores que mantienen las revistas científicas de LUZ. Y que en este período de cuarentena por el coronavirus hemos dictado los cursos virtuales que se han abierto (en nuestro caso un intensivo que dictamos en agosto-septiembre), aunque lamentablemente hubo muchos estudiantes que no pudieron cursarlos por no tener computadoras, ni teléfonos inteligentes, y tampoco acceso a internet.

Reiteramos nuestras propuestas del documento publicado de abrir un proceso democrático de reorganización de las universidades venezolanas, con participación de docentes, estudiantes, empleados y obreros, que incluya la realización democrática de elecciones para autoridades rectorales y decanales. Elecciones democráticas que deben realizarse igualmente en la UBV y demás universidades creadas por el gobierno, las cuales se asemejan a los antiguos tecnológicos y experimentales de la cuarta república, instituciones que estaban bajo control absoluto de la burocracia adeco-copeyana y que se caracterizaban por sus bajos niveles académicos. Ciertamente hay sus excepciones, y reconocemos que existe un personal y un estudiantado muy valioso en esas universidades controladas por el gobierno. Lamentablemente el gobierno mantiene allí un clima «organizacional» de represión interna, como lo fue el despido de Manuel Sutherland (economista marxista, además) de la UBV por discrepar de la política económica de Maduro.

Finalizamos reiterando que está en curso una reorganización neoliberal que el gobierno de Nicolás Maduro quiere imponer a troche y moche. Pero que sin lugar a dudas va a encontrar la resistencia de los universitarios que hemos defendido por décadas una educación verdaderamente comprometida con los intereses del pueblo venezolano y el desarrollo soberano de la nación.

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[i] Roberto López es doctor en Ciencia Política y Magister en Historia. En la Licenciatura de Antropología de LUZ dicta las materias de Historia de Venezuela e Historia de América.

[ii] Lino Meneses, antropólogo, Coordinador del Doctorado en Antropología de la Universidad de Los Andes y Director del Museo Arqueológico de la misma a Universidad.

Pronunciamiento relacionado: Ante la “Redimensión del Sistema Nacional de Ingreso Universitario, basado en la Reactivación del Aparato Productivo» Consejo de Escuela de Filosofía de la Universidad del Zulia (LUZ)

Fuente: https://www.aporrea.org/actualidad/n362405.html

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Revocan en Brasil orden de retorno a clases en universidades

América del sur/Brasil/Diciembre 2020/prensa-latina.cu

El Ministerio de Educación de Brasil revocó la orden que determinaba el retorno a clases presenciales en las universidades desde enero, pese al aumento que registran hoy las cifras de muertes y contagios por la Covid-19 en estados.

El ministro del sector, Milton Ribeiro, reveló a la televisora CNN Brasil que ‘abrirá una consulta pública para escuchar al mundo académico’ antes de tomar una nueva decisión.

Admitió que los establecimientos de estudios superiores ‘no estaban preparados (para ese regreso), al carecer de planificación’.

Tal medida se adoptó tras la renuencia de decanos de universidades federales, quienes anunciaron que incumplirían con la determinación de la cartera.

El rector de la Universidad Federal de Bahía, Joao Carlos Salles, calificó de absurda la vuelta a aulas y confirmó que no acogería la disposición.

‘Nuestra resolución define que el próximo trimestre será fuera del centro docente con la posibilidad de actividades en el recinto siempre y cuando no se ponga en riesgo la vida de nuestra comunidad’, aclaró.

Según el periódico O Estado de Sao Paulo, el texto del ministerio, rubricado por Ribeiro, generó una reacción negativa y fue considerado inconstitucional por los especialistas.

Al respecto, el Sindicato Nacional de Profesores de Instituciones de Educación Superior criticó la decisión.

Publicó una nota para advertir que la medida pondría ‘en riesgo la salud de profesores, estudiantes y personal técnico-administrativo’.

En un momento en que los casos de Covid-19 volvieron a crecer, las tasas de transmisión se aceleran y el sistema de salud pública y privada nuevamente está saturado, ‘la reapertura de instituciones educativas que reúnen a miles de personas cada día no solo es peligro para la salud, sino un acto criminal’, denunció Andes.

Brasil registra hasta la fecha 174 mil 515 decesos y seis millones 436 mil 650 contagios por el patógeno, dígitos que lo confirman entre los países más afectados por la pandemia junto a Estados Unidos y la India.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=415348&SEO=revocan-en-brasil-orden-de-retorno-a-clases-en-universidades
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Perú: Creación de cinco universidades será debatida tras votación de moratoria en el Pleno

América del sur/Perú/Noviembre 2020/gestion.pe

La Comisión de Educación acordó debatir los proyectos de ley para la creación de cinco universidades luego de votarse en el Pleno la moratoria que prohíbe tener nuevas casas de estudio superior.

Retrocedió. Pese a que estaba agendado para hoy en la Comisión de Educación el debate y votación para la creación de cinco universidades públicas, los miembros de este grupo de trabajo -por amplía mayoría- voto a favor de la Cuestión Previa presentada para debatir estos proyectos de ley tras votarse en el Pleno el dictamen de la ley que establece la moratoria por dos años para la creación y autorización de nuevas universidades públicas y privadas.

Fue el presidente de la Comisión de Educación, Luis Dioses, quien presentó la Cuestión Previa a fin de ‘evitar suspicacias’.

La creación de universidades es un tema polémico, ya que algunos sectores dan a entender que desde la Comisión de Educación se quiere incorporar estos proyectos de ley en las actuales circunstancias. Por lo que me permito señalar a la opinión pública que esta Comisión respeta expresamente la reforma universitaria, que no tiene marcha atrás”, apuntó Dioses.

A reglón seguido, consideró que la Sunedu deber seguir cumpliendo con sus funciones y competencias en el proceso de licenciamiento de universidades públicas y privadas “garantizando con ello condiciones básicas de calidad”.

En ese sentido, dijo que tomando en cuenta que aún no se nombra a un ministro de Educación y que tampoco se ha debatido en el Pleno el dictamen de moratoria, es que propuso la Cuestión Previa para que la creación de cinco universidades públicas sea analizada luego de la votación del dictamen de moratoria en el Pleno.

Así evitamos que la Comisión sea señalada como un ente que funciona por intereses particulares, lo que no es cierto. Nuestro único interés es que los jóvenes tengan una educación universitaria de calidad preferentemente en universidades públicas. No hay acuerdos para ver con celeridad estos temas”, acotó.

Fuente: https://gestion.pe/peru/comision-de-educacion-retrocede-creacion-de-cinco-universidades-seran-debatidos-tras-votacion-de-moratoria-noticia/

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De alumnos a estudiantes: UAM

Por: Hugo Aboites*


A lo largo de 100 años, se ha dado una sorda lucha de palabras y significados en torno a qué nombre dar a los/las jóvenes universitarias. Es común que en las leyes orgánicas y reglamentos generados por la institucionalidad se les nombre (y considere) como alumnos (del verbo alere, alimentar, cuidar, educar a alguien), pero cuando las y los jóvenes se organizan y luchan contra alzas de colegiaturas, evaluaciones, pésimas condiciones y programas de estudio, inseguridad, entonces se llaman a sí mismos estudiantes (de studeo, que significa desear y conocer intensamente). Y, en colectivo, movimiento estudiantil.

Como siempre, las palabras nunca son una mera cuestión de tales y la historia de más de un siglo se ha encargado de dar al término estudiante un sentido muy lejano a la pasividad de dócil educando. En 1918, los estudiantes de la conservadora Universidad de Córdoba, gracias al autoritario cierre del hospital universitario, descubrieron a su institución como aliada al clero y el gobierno, burocrática y autoritaria y, por eso, lejana a la ciencia en el trabajo de profesores y estudiantes. Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes… por eso es que la ciencia frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático (y) cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Y, por eso, “la federación universitaria de Córdoba se alza para luchar y entiende que en ello le va la vida. Reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse un gobierno propio radica principalmente en los estudiantes” (La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica, junio de 1918).

Aunque fueron militarmente reprimidos, la pasión ya estaba sembrada y en México (en la década de los 20), la autonomía se convirtió en demanda y, muy a medias, en realidad: la universidad debía ser no sólo independiente del poder clerical, político y económico, sino sobre todo, gobernada por y desde las necesidades y aspiraciones de los estudiantes.

Por eso en México fueron estudiantes y no alumnos los que lucharon en 1929, 1933, 1968 y, recientemente, en 1999, 2014 y, en la UAM, en 1998 y 2016. Pero las y los estudiantes siguen lejos de estar en el centro del gobierno universitario. Esa vena fresca ya no alimenta a las instituciones y, por eso, hay un deterioro profundo de la inspiración original de una institución estudiosa y solidaria con las necesidades sociales; horizontal, comunitaria y centrada en las y los estudiantes. Prevalecen los bonos a mandos medios y superiores, la aristocracia académica, la ampliación de la burocracia, el apoyo a grandes empresas y la tendencia a decisiones verticales, sin consenso, que afectan directamente la formación de los estudiantes. Así, en la UAM-Xochimilco, la mayoría de profesoras y profesores del trimestre inicial, llamado Tronco Interdivisional, abiertamente nos oponemos a que se imponga el programa que impulsa una comisión del rector y que afectará directamente la formación profesional de los estudiantes. En lugar de actualizar y mejorar el vigente, donde estudiantes y profesores –con base en textos críticos– analizan el contexto nacional y mundial para que la formación profesional se haga de cara a las necesidades y problemas del país, se le desecha y al amparo de la pandemia, se busca imponer la agenda de sustentabilidad (2030) del Banco Mundial-Unesco. Al contrario de nuestro programa que enfatiza la pluralidad de visiones, el del Banco Mundial reduce la problemática social y de las profesiones a la sustentabilidad y aún eso con una visión interesadamente corta, que oculta/niega la responsabilidad de corporaciones y gobiernos en el desastre ecológico mundial. Y así, el trabajo de formación estudiantes-profesores, que siempre ha luchado por ser de avanzada, con la propuesta del BM reduce su visión al nivel de una escuela patito y se impide así una formación de profesionales e investigadores fuertes y socialmente comprometidos. Por momentos, hasta retrocesos, como el texto de metodología del trabajo académico-científico (de escuela privada) está dedicado –a Dios, el supremo investigador”, pues –adiós evolución– ha concedido a la humanidad la capacidad de investigar. El BM impulsa la idea de una sociedad donde hay individuos, grupos de calidad, ONG, pero no existen procesos de colonización, patriarcado, intereses de clase, poderes hegemónicos ni un desarrollo económico que sistemáticamente destruye la naturaleza. Y porque en la visión institucional son sólo alumnos, ni siquiera se piensa en un foro amplio de consulta y discusión para los que serán más afectados, los estudiantes. Ha pasado un siglo y cada vez son menos primordiales en el gobierno universitario.

UAM-Xochimilco

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/11/07/opinion/017a2pol

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Colombia: Cumbre de Educación ¿Lo que estudiamos es lo que requiere el mercado laboral?

América del sur/Colombia/Octubre 2020/semana.com

Durante el conversatorio ‘Perspectivas sobre la pertinencia académica para el mundo laboral’ varios expertos explicaron el rumbo que debe tomar la educación superior en un mundo donde las empresas requieren que los estudiantes aprendan y tengan otras habilidades.

A nivel mundial, antes de la covid-19, de los cerca de 1.200 millones jóvenes en el mundo, 260 millones eran ninis es decir jóvenes que ni trabajan, ni estudian y tienen el potencial de contribuir con el desarrollo social. Esta proporción ha aumentado durante los meses de la pandemia.

En el caso de Colombia, aproximadamente el 16 por ciento de la población es joven (entre los 18 y 26 años), lo que corresponde a cerca de 8 millones. Los ninis en el país han aumentado y previo a la covid-19 eran más de 2,7 millones.

“Para analizar los primeros impactos que está teniendo la pandemia en el país, podemos ver el caso de Bogotá. En esta ciudad, que cuenta con aproximadamente 2 millones de jóvenes, para abril del 2019 tenía 450 mil ninis y de acuerdo con las últimas cifras del Dane, vemos que para abril del 2020 este número aumentó un 45 por ciento llegando una cifra cercana a 650.000 jóvenes que ni trabajan ni estudian”, señaló el director de la Fundación Corona, Daniel Uribe, durante el conversatorio ‘Perspectivas sobre la pertinencia académica para el mundo laboral’ durante la séptima Cumbre de Líderes por la Educación.

Los jóvenes se han visto fuertemente afectados por las consecuencias de la pandemia, Aunque la covid-19 ha impactado principalmente la salud de la población mayor, la población joven ha sufrido afectaciones en la educación y el empleo, evidenciando y aumentando la desigualdad que presentaban. No obstante, tanto Daniel Uribe como el viceministro de Educación Superior, Luis Fernando Pérez, coincidieron durante el evento que son los jóvenes y la educación quienes podrían ser fundamentales a la hora de la reactivación económica.

En el conversatorio, en el que también participó el director de Formación Profesional del SENA, Farid de Jesús Figueroa, se debatió sobre cuál debería ser el papel de las instituciones de educación superior en la reactivación económica y dinamización del empleo, teniendo en cuenta que la industria y el mercado laboral tienen nuevas necesidades en medio de la pandemia.

Para los tres panelistas, el problema en el hecho de que muchos estudiantes continúen eligiendo carreras tradicionales, y no las relacionadas con la cuarta revolución industrial, es a raíz de las brechas en educación entre el sector público y privado.

El viceministro Pérez consideró que las necesidades del mercado laboral cambian constantemente y en ocasiones el sistema educativo no puede evolucionar a la misma rapidez, “se viene hablando de nuevas competencias desde que se habla de la cuarta revolución industrial (…) En el Gobierno hemos avanzado con el Sistema Nacional de Cualificaciones para alinear la educación con lo que requiere el sector productivo”.

El Sistema busca facilitar la movilidad de las personas entre las diferentes vías de cualificación, que son la educativa, la formación para el trabajo y el reconocimiento de estudios previos para la certificación de competencias, con el fin de promover las relaciones con el sector productivo y el aprendizaje a lo largo de la vida.

¿Cuál es el beneficio?

Para un empleador sería muy útil y beneficioso saber exactamente las competencias demostrables de la persona contratada. De esta manera, el contratante podría asociar la remuneración con la cualificación y la calidad del servicio prestado.

Un buen ejemplo de este escenario sería la diferencia en términos de costos y resultados que podría prever una empresa del sector tecnológico, cuya actividad económica fuera la producción de dispositivos electrónicos, cuando contrate: un operario o auxiliar, que alista y dispone los componentes en un circuito. Un Técnico, que hace mantenimiento preventivo y correctivo a un circuito, con base en un estándar de niveles de señal en ciertos puntos del circuito. Un Técnico Superior, que profundiza en la programación de microprocesadores.

Un Experto Técnico que diseña y programa sistemas digitales para reemplazar partes mecánicas y análogas de una máquina costosa, con repuestos de difícil consecución, a la cual se le quiere alargar su vida útil. Las posibilidades que dará la consolidación de este sistema son muchas y muy beneficiosas para las empresas.

El mercado laboral

Varias multinacionales especializadas en recursos y talento humano han identificado las falencias que hay en el país entre formación de profesionales y las necesidades de los empresarios. Un estudio publicado por ManPowerGroup evidenció que el 54 por ciento de los empleadores colombianos no encuentran el talento con las habilidades que necesitan. Un significativo incremento si se tiene en cuenta que en tasa era del 24 por ciento en 2011.

Y peor aún, esa cifra de insatisfacción de los empresarios podría incidir en el aumento de jóvenes en edad de trabajar desempleados que hoy asciende a 1,16 millones. En otras palabras, si la formación de profesión de profesionales estuviera sintonizado con las necesidades de los empresarios posiblemente ese alto número de desocupados sería menor.

El presidente de ManPowerGroup Colombia, Javier Echeverri, explicó que en el país escasea personal para labores de profesionales y de técnicos. Electricistas, soldadores, mecánicos, representantes de ventas, ingenieros químicos, industriales y civiles, expertos en ciberseguridad y profesionales de la salud, son algunas de los roles que más necesitan las empresas y que más les cuesta conseguir.

Además expertos señalan que los profesionales no cuentan o no se les enseñan en las carreras habilidades que hoy tienen alta demanda en el mercado laboral. “En la actualidad ya se habla de competencias que complementan el conocimiento de las carreras, principalmente las relacionadas con programación, inteligencia artificial, manejo de programas y análisis de datos, que en ocasiones son habilidades complementarias que no aprenden en el pregrado», explicó Noel González, jefe de Desarrollo de Adecco Colombia.

El investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, Iván Jaramillo, coincidió con estas afirmaciones y señala que las demandas del mercado han cambiado y no es suficiente quedarse con una carrera. Ahora es vital actualizarse porque “antes la base de aprendizaje de un pregrado podía tener una vigencia superior a los 20 años, ahora con el auge de las tecnologías y nuevos desarrollos se debe actualizar lo aprendido en el pregrado a los cinco años”.

De esta manera, y según lo planteado por los tres expertos, en el país los cinco perfiles laborales que más requieren las empresas son para desempeñarse en contabilidad y finanzas, ventas y mercadeo, ingenierías, expertos en tecnologías de la información, y algunos oficios técnicos.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/cumbre-de-educacion-lo-que-estudiamos-es-lo-que-requiere-el-mercado-laboral/202050/

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Cinco universidades de Ecuador en plan piloto de clases presenciales

América del sur/Ecuador/Octubre 2020/prensa-latina.cu

Cinco universidades de Ecuador forman parte hoy de un plan piloto que les permite impartir clases de manera presencial, cuando el resto de las casas de altos estudios mantienen la docencia online.
La disposición la aprobó el Comité de Operaciones de Emergencia Nacional (COE) en el marco del retorno paulatino a una nueva normalidad mientras el país continúa el combate a la pandemia de Covid-19.

De los Hemisferios, De las Américas (UDLA), Internacional SEK, la Politécnica Salesiana y Ecotec son las instituciones de educación superior que iniciaron el programa la víspera.

Según aclaró el COE, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación y el Consejo de Educación Superior son los entes encargados de realizar una evaluación quincenal del plan e informar los resultados al Comité.

Pese a su implementación, las clases presenciales son opcionales, teniendo en cuenta que las virtuales se mantienen a nivel nacional.

Los centros acogidos a la iniciativa deben cumplir normas como el respectivo distanciamiento físico y un chequeo médico previo al retornar a las aulas.

En el caso de la UDLA, el programa comenzó con una carrera de pregrado y una de postgrado, mientras que Ecotec podrá recibir hasta un máximo del 30 por ciento de su plantilla estudiantil.

Por su parte, el resto también aplicará medidas en concordancia con sus decisiones.

El retorno de las cinco universidades a la educación presencial se suma al de 27 colegios que también se acogieron al plan piloto.

Para esas instalaciones (26 fiscales y una privada) el COE resolvió que los representantes legales de los estudiantes decidirán, de forma voluntaria, la incorporación de los educandos y serán las Mesas Técnicas Nacionales ‘Educación en Emergencia’ y ‘Salud y Atención Prehospitalaria’, las encargadas de monitorear el pilotaje.

Desde mediados de marzo último las clases de manera presencial quedaron suspendidas en todos los niveles educativos, debido a la propagación de la Covid-19 en este territorio andino.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=406774&SEO=cinco-universidades-de-ecuador-en-plan-piloto-de-clases-presenciales
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